1. Arzobispado de Arequipa
Domingo 17
de Abril
de 2016
LA ALEGRIA DEL AMOR
Hace unos días el Papa Francisco ha publicado su
nueva exhortación apostólica titulada “Amoris
laetitia” o “La alegría del amor”. Con el estilo que lo
caracteriza, sencillo pero con contenidos profundos,
el Papa aborda el gran misterio de amor que es la
familia cristiana, que desde su institución natural
Dios ha querido que sea célula básica de la sociedad
y, gracias al sacramento del matrimonio, también
iglesia doméstica. El documento, que consta de
nueve capítulos y más de trecientos párrafos, es el
fruto de los dos sínodos que sobre este tema se
realizaron en los años 2014 y 2015. Recoge los
aportes de los padres sinodales y de diversas
instancias eclesiales, así como el magisterio
pontificio desde el concilioVaticano II hasta nuestros
días, con expresa mención de Pablo VI, Juan Pablo II
yBenedictoXVI.
A la luz de las Sagradas Escrituras, Francisco
comienza mostrándonos que la historia de la
salvación está poblada de familias, de historias de
amor pero también de sufrimiento, crisis familiares y
pecado.Algo similar a lo que sucede en nuestros días,
como bien nos lo presenta el Papa. También en la
actualidad la familia cristiana da testimonio del amor
incondicional de Dios para con los hombres, pero en
no pocas ocasiones se ve debilitada por corrientes
como la ideología de género, el hedonismo, el
materialismo, el individualismo y la mentalidad
antinatalista, y por fenómenos como las migraciones,
la falta de trabajo y vivienda, la violencia familiar, el
abuso de menores, la pornografía, etc. Desde esa
doble perspectiva de la Palabra de Dios y la historia
concreta de nuestros días, el Papa nos recuerda que la
familia cristiana se construye día a día a través de un
camino dinámico que requiere que la Iglesia forme la
conciencia de los fieles y los acompañe en todo
momento, sobre todo en los tiempos de mayor
dificultad. En ese contexto, Francisco ratifica las
enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, su
indisolubilidad,laaperturaalaviday laeducaciónde
los hijos, pero no lo hace presentándolos como un
ideal abstracto sino poniendo la mirada en Jesús, que
nos ha revelado la belleza del amor que nos abre a lo
definitivoytrascendente.
El Papa nos presenta también algunas vías pastorales
para construir familias sólidas y fecundas según el
plan de Dios para el bien de la humanidad. Hace
énfasis en la espiritualidad conyugal y familiar, en la
importancia de recuperar las relaciones
intrafamiliares, con los abuelos, tíos, primos, etc., así
como en la transmisión de la fe a los hijos, su
formación ética, el valor de la sanción como
estímulo, la paciencia en el proceso de maduración
de su libertad y la educación sexual en el marco de la
educación para el amor. Recuerda también que parte
de la misión de la Iglesia consiste en preparar bien a
los jóvenes para el matrimonio y acompañar a los
esposos en todo momento, de modo especial en los
primeros años de matrimonio y en las situaciones de
crisis o de fracaso. El Papa tampoco olvida el
acompañamiento que merecen las personas viudas,
abandonadas, separadas o divorciadas, así como las
familias monoparentales o aquellas que tienen hijos
con tendenciahomosexual, ancianos o miembros con
algún tipo de enfermedad.Ante situaciones como las
uniones de hecho y los católicos divorciados vueltos
a casar por lo civil, el Papa confirma que ninguna de
esas situaciones se puede equiparar al matrimonio,
pero al mismo tiempo destaca la importancia de
acompañar, discernir e integrar a todos, de modo que
cada uno encuentre su propia manera de participar en
la comunidad eclesial, aun cuando no puedan
acceder a la comunión eucarística, porque no están
excomulgados. Los invito a leer todo el documento,
que se puede adquirir en las librerías católicas de la
ciudad.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa
LA COLUMNA
De Mons. Javier Del Río Alba