El riego localizado es un método moderno de regado que aplica agua de forma localizada a pequeñas zonas del suelo en lugar de mojar todo el suelo. Este método comenzó a probarse en Alemania e Estados Unidos en el siglo XIX pero se desarrolló principalmente en Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial. El riego localizado ofrece un mejor control del agua y requiere una mayor inversión inicial que otros métodos.