El documento discute diferentes posturas académicas sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la educación. Argumenta que las tecnologías son fundamentales pero aún no se usan ampliamente en las escuelas públicas. Propone que podrían mejorar la calidad y equidad educativa si se acompañan de cambios en los paradigmas y se evita la brecha tecnológica entre países y grupos socioeconómicos.