3. Tecnologías y herramientas que
las personas usan para
compartir, distribuir y reunir
información; y para comunicarse
unas con otras, de una a una o
en grupo, mediante el uso de
computadoras y redes de
computadoras interconectadas.
Son medios
que utilizan
las
telecomunica
ciones y la
tecnología
informática al
mismo tiempo.
4. No cabe duda que acceder a las TIC puede satisfacer
necesidades tanto de tipo individual como social. Se sabe que
estas tecnologías le aportan a las y los adolescentes nuevos
contextos de relación social, además de la interacción personal.
El uso de las TIC influye en las relaciones sociales de las y los
adolescentes con sus pares. Debemos considerar que este tipo
de interacción se produce con mayor frecuencia cuando el uso
de estas tecnologías se relaciona con actividades de ocio.
Junto a sus amigos y amigas, las y los adolescentes, comparten
instantes de navegación y juegos. Sin embargo, debemos tener en
cuenta que esta tendencia es mayor en adolescentes que
mantienen una estrecha relación social con sus pares dentro y
fuera de la escuela. Este último aspecto demuestra que la
incidencia de las TIC en sus relaciones es con frecuencia un
reflejo de las actividades que realizan en su vida social.
5. La diferencia del uso de las TIC que pueda existir
por parte de chicas y chicos. Desde las primeras
edades se identifican diferencias de género en el
uso de las TIC. Chicas y chicos prefieren medios y
elementos diferentes.
Para los chicos, el atractivo principal corresponde
al ocio lúdico, principalmente los
videojuegos, mientras que para las chicas, el
atractivo principal se centra en el ocio
comunicativo a través de conversaciones con el
móvil o en línea (Chat, Messenger y correo
electrónico). También las chicas suelen utilizar
más Internet para las actividades académicas
(Amorós, Buxarrais y Casas, 2002).
Las diferencias de género no son producidas por
una diferencia de capacidades. Al parecer, se
podría tratar de preferencias basadas en la
socialización.
La tendencia a usar las TIC se da en todas las
edades. Sin embargo, en la adolescencia es donde
se aprecia un mayor incremento, debido a que las
han incorporado de manera habitual en su
vida, utilizándolas como herramientas de
interacción, información, comunicación y
conocimiento.
6. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC)) en los últimos 20
años ha generado un creciente número de oportunidades así como no menos
creciente número de amenazas. Un alto nivel de inversión en tecnología, tal cual
existe hoy en día, produce un efecto multiplicador importante en caso que dichas
amenazas se materialicen, dado que las pérdidas posibles se ven incrementadas en
igual proporción al aumento de la inversión.
Hoy en día el acceso a los recursos de TIC no está restringido a los profesionales
en informática, sino que es accesible para la casi totalidad de la población. A su
vez, el acceso a las TIC no se realiza únicamente a los recursos propios, sino que se
extiende a otros organismos, sin que exista una frontera física, todo ello gracias a
Internet y a la apertura de las redes corporativas, en una magnitud inimaginable
años atrás.
7. A su vez, como condición necesaria de todo ello, el grado de
complejidad de la tecnología utilizada ha aumentado
considerablemente, tornándola cada vez más difícil de
administrar adecuadamente, lo cual incluye el control de riesgo
para proteger la seguridad.
En este entorno creciente y complejo es dónde los responsables
de gestionar las herramientas tecnológicas deben poder
diagnosticar adecuadamente los riesgos a los cuales se ven
expuestos para poder mitigar de manera oportuna las pérdidas
que puedan generarse.
8. Hay problemas
transversales, independientes del canal
tecnológico, que se pueden iniciar o
desarrollar tanto en Internet como a
través del teléfono móvil y los
videojuegos online.
9. Ciberbullying:
Se trata del acoso sicológico
realizado entre menores en ese que
constituye su nuevo y relevante
entorno de socialización: el
ciberespacio. Adquiere las más
diversas manifestaciones alentadas
por las incesantes novedades
tecnológicas y la ilimitada
imaginación de los menores. No
hace falta ser más fuerte, ni dar la
cara, ni coincidir con la víctima, ni
conocerle. Además, no presenciar
el sufrimiento puede contribuir a
infligirlo en mayores dosis.
10. Grooming
Se conoce así a la estrategia de empatía y
engatusamiento que utilizan depredadores sexuales para
ganarse la confianza del menor y acabar, mediante
chantaje emocional o de otro tipo, obteniendo
gratificaciones de índole sexual que pueden ir desde el
envío de imágenes o vídeos a propuestas de encuentros
en persona.
Aunque no se tienen datos concretos, son abundantes
los casos que se van conociendo públicamente y muchos
más aún los que permanecen ocultos bien en el entorno
familiar o bien que ni siquiera llegan al conocimiento de
los padres. La lucha es muy desigual. Se trata de un
adulto especializado en la caza de menores contra un
niño o adolescente que, de pronto, se encuentra inmerso
en una situación que no puede controlar ni compartir.