1ro Programación Anual D.P.C.C planificación anual del área para el desarroll...
Domingo de ramos
1. DOMINGO
DE RAMOS
Ambientación
En este domingo celebramos la entrada del Señor a Jerusalén y es
acogido como Hijo de David, esto es, como Rey, especialmente por
parte de los pobres y de los niños. Entra el Señor como rey humilde y es
aclamado en medio de la agitación de ramos de olivo y de palma.
Como ambientación se puede colocar un ramo o una pequeña planta
que nos recuerde las palmas que se agitaban en las calles de Jerusalén
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Oración inicial
Dios y Padre nuestro:
En la pasión y muerte de Jesús
tú has hecho que nos percatemos
de lo profundamente que tú nos amas.
Haz que seamos conscientes de lo malo que es el pecado
y disponnos a seguir creyendo en tu amor
cuando tenemos que llevar la cruz del sufrimiento;
porque a la cruz sigue la resurrección,
en Jesús y en nosotros.
Danos esa fe firme
por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición de los Ramos
Oh, Dios de toda vida:
Venimos hoy ante ti con ramos verdes,
símbolos de vida y juventud y símbolos de Jesús, que se llamó a sí mismo “árbol verde”.
Bendícenos, y bendice (+) estos ramos que portamos en nuestras manos.
Que estos pequeñas ramas y hojas aclamen a Cristo como a nuestro Señor,
que nos trae plenitud de vida, aun cuando tengamos que caminar con él
por el difícil camino del sufrimiento y de la muerte hacia la victoriafinal.
Te lo pedimos por medio del mismo Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina por los siglos
de los siglos
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2. DOMINGO
DE RAMOS
Lecturas Bíblicas
Primera Lectura (Flp 2,6-11): Jesús se Humilló a Sí Mismo y así
Llegó a Ser Señor Nuestro
El Hijo de Dios se humilló a sí mismo para hacerse uno de noso-
tros y para servirnos. Por eso Dios lo resucitó y le hizo Señor de
todo.
De la Carta a los Filipenses
El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser
igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición
de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en
su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo
hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le
otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.
Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en
la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús
es SEÑOR para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios.
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
(15,1-39):
Del Santo Evangelio según San Marcos
Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en
pleno, se reunieron, y, atando a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
«¿Eres tú el rey de los judíos?». Él respondió: «Tú lo dices.». Y los sumos sacerdotes lo acusaban
de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos
presentan contra ti. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la
fiesta solía soltarse un preso,elque le pidieran. Estabaenla cárcelun tal Barrabás,conlos
revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir
el indulto de costumbre. Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?».
Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos
sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de
nuevo la palabra y les preguntó: «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?». Ellos grita-
ron de nuevo: «¡Crucifícalo!». Pilato les dijo: «Pues ¿qué mal ha hecho?». Ellos gritaron más
fuerte: «¡Crucifícalo!». Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús,
después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaronal interior
del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron
una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo: «¡Salve, rey de
los judíos!» Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se
postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron
paracrucificarlo.Y a uno que pasaba,de vuelta del campo,a Simón de Cirene,el padre de
Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir
lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó.
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3. DOMINGO
DE RAMOS
Locrucificarony se repartieronsus ropas,echándolas a suerte,paraverlo que
se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero
de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos
bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura
que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuria-
ban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo
reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.». Los sumos
sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo: «A otros ha
salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje
ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También los que estaban
crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó
en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, Jesús clamó con voz
potente: «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.». Que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado?». Algunos de los presentes, al oírlo, decían: «Mira,
está llamando a Elías.» Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vina-
gre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo: «Dejad, a ver si viene
Elías a bajarlo.» Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se
rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo
había expirado, dijo: «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»
Palabra del Señor.
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4. DOMINGO
DE RAMOS
Consideración
La perícopa de la pasión manifiesta una nueva comprensión del reinado del
mesías, de esta manera quienes esperan a un mesías militar en realidad se
encuentran a un Jesús que se proclama rey e hijo de Dios, pero en una cruz, es
decir el lugar de la maldición. De esta manera cambia el paradigma del reina-
do, ya no se gobierna con las armas sino con el amor y la misericordia, hasta el
punto de expresar ¨hoy estarás conmigo en el paraíso¨. La perícopa termina
resaltando la inclusión de marcos manifestada desde el primer capítulo con la
afirmacióndeJesucristocomohijodeDios. Peroahora,elhijodeDios esreco-
nocido en los labios de un centurión romano, es decir de un pagano ¨porque
el vino a los suyos y los suyos no lo reconocieron¨. Por tanto, Jesús es llevado
a la cruz ante la incomprensión de muchos que prefirieron crucificarlo antes
Que comprenderlo. Nosotros estamos llamados a vivir según esta lógica del
reino en la cual también se nos invita a vivir en el amor y la misericordia en
nuestras actividades diarias y reconocerlo en el rostro de quienes nos rodean.
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5. DOMINGO
DE RAMOS
Oración de los fieles
Fortalecidos por la palabra y por el ejemplo de Jesús, pidamos a nuestro Padre del cielo que
el sufrimiento y la muerte de su Hijo dé fruto en nosotros y en todos los hombres. Y digamos:
Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Por una Iglesia servicial, que sea fiel y no tenga miedo a predicar a todos la Buena Nueva de
la cruz y resurrección de Jesús, roguemos al Señor: R/ Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Por todos los cristianos, para que aprendamos a seguir a Jesús en su forma de servicio y en su
negación de sí mismo para llevar alegría y esperanza a los que nos rodean, roguemos al Señor:
R/ Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Por una sociedad mejor y más honesta, en la que nadie sea oprimido y en la que la gente se
preocupe por los otros, roguemos al Señor: R/ Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Por los destrozados y desalentados, para que de nuevo encuentren a Jesús que continuó, solo
y con dolor, en su camino de sufrimiento, y experimentó la alegría de la resurrección, rogue-
mos al Señor; R/ Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Por los que se encuentran cara a cara con la muerte, para que se sientan fortalecidos por la
presencia de Jesús, el Señor, y por el apoyo y ánimo de sus seres queridos, roguemos al Señor:
R/ Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Por todos nosotros, para que los próximos días de Semana Santa sean tiempo de gracia y nos
acerquen más y más a Cristo Jesús, roguemos al Señor: R/ Ten piedad de tu pueblo, Señor.
Oh, Dios y Padre nuestro, escucha nuestras súplicas y ayúdanos a comprender el lenguaje de
confianzay misericordia,de reconciliacióny perdón, de libertad y comprensión,por Jesucris-
to nuestro Señor.
Comunión Espiritual
Jesús, no soy digno de pensar en ti ni de que pienses
en mí y mucho menos de comparecer ante ti y de que
te hagas presente ante mí. Sin embargo, no solamente
piensas en mí y te presentas a mí sino quieres darte a
mí con el deseo infinito de hacer tu morada en mi
corazón. ¡Qué admirables son tus misericordias, Señor!
¡Qué excesivas tus bondades! ¿Qué hay en mí que
pueda atraerte? Ciertamente a esto sólo te lleva el
exceso de tu caridad.
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6. ¡Ven, ven, pues, amadísimo Jesús mío, porque te amo y te deseo infinitas veces! ¡Ojalá me
viera convertido en deseo y en amor por ti! Ven, mi dulce luz, ven, mi queridísimo amor, apre-
súrate a venir a mi corazón, que renuncia a todo lo demás y nada quiere ya sino a ti. ¡Rey de
mi corazón, vida de mi alma, mi precioso tesoro, mi única alegría! Tú que eres mi todo, ven
dentro de mi espíritu, de mi corazón y de mi alma para destruir mi orgullo, mi amor propio, mi
propia voluntad y mis demás vicios e imperfecciones. Ven a establecer en mí tu humildad, tu
caridad, tu dulzura, tu paciencia, tu obediencia, tu celo y demás virtudes. Ven a mí para
amartey glorificarte dignamente y paraunir perfectamente mi espíritucontu divino Espíritu,
mi corazón con tu sagrado Corazón, mi alma con tu alma santa, y para que este corazón, este
cuerpo y esta alma que están a menudo tan cercanos y unidos con tu corazón, tu cuerpo y tu
alma por la santa Eucaristía, no tengan jamás otros sentimientos, afectos, deseos y otras
pasiones que los de tu santo Corazón, de tu sagrado cuerpo y de tu alma divina. Finalmente,
ven, Jesús mío, ven a mí para vivir y reinar en mí en forma absoluta y para siempre. Ven, Señor
Jesús (San Juan Eudes, Vida y Reino, parte VI)
Letanías a la Pasión del Señor
Jesús, Rey pacífico en Jerusalén:
Ten piedad de nosotros (respuesta para
todas)
Jesús, que lavaste los pies de tus discípulos,
Jesús, agobiado de tristeza hasta la muerte,
Jesús, prosternado en la oración,
Jesús, bañado en sudor de sangre,
Jesús, confortado por el ángel,
Jesús, traicionado por Judas,
Jesús, abandonado de tus discípulos,
Jesús, llevado ante Anás y Caifás,
Jesús, vendado y abofeteado,
Jesús, cubierto de salivazos,
Jesús, acusado por falsos testigos,
Jesús, negado por Pedro,
Jesús, pospuesto por Barrabás,
Jesús, flagelado y coronado de espinas,
Jesús, tratado como rey de burlas,
Jesús, condenado de muerte ignominiosa,
Jesús, crucificado por tu pueblo,
Jesús, hecho pecado y maldición por noso-
tros,
Jesús, desnudado y clavado en la cruz,
Jesús, que oraste al Padre por tus enemigos
Jesús, tratado como malhechor,
Jesús, saturado de oprobios,
Tú, que abriste el cielo del ladrón arrepentido,
Tú,que nos dejaste a María por Madre,
Tú,que obedeciste hasta la muerte de cruz,
Tú,que fuiste atravesado por la lanza,
Tú,de cuyo corazón manaron sangre y agua,
Tú,que fuiste colocado en un sepulcro nuevo,
Tú,que resucitaste al tercer día.
Oraciónfinal
Señor Jesús, Dios verdadero y dador de vida
eterna, que, muriendo y resucitando, quisiste
asociarnos a tu muerte y a tu vida; concéde-
nos manifestar en nosotros tu pasión y tu
resurrección, muriendo al pecado y a nosotros
mismos y viviendo para siempre en ti y para ti.
Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
Padrenuestro; Ave María; En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén