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Juan "el Profeta'l -tal vez el ¡nismo
que escribió el Evangelio- fue deporta-
do a la isla de Patmos a causa de su fe.
Desde ese lugar nos le.-eó este Apoca-
lipsis de Jesucristo. Cielos abiertos,
ángeles y catástrofes, corrupción de los
satisfechos y sangre de Ios mfutires: el
juicio de Dios atraviesa toda nuestra
historia . IA gloria de Dios está a nues-
tro lado, detrás de la cortina, y todo
desemboca en la ciudad celestial.
¿Por qué el Apocalipsis tiene ahora
reputación de ser un libro misterioso y
difícil de entender, y para muchos Apo-
calipsis tiene sentido de terrorífico?
¿Acaso será porque algunos buscan en
él mensajes secretos que podrían refe-
rirse a nuestro tiempo?
Para poder entender el Apocalipsis
de Juan, debemos saber que la <<apoca-
lipsis" era una forma de literatura muy
de mod.a en la época de Jesús. Era un
arte de escribir con imágenes _srandio-
sas,'visiones y ángeles sobre aconteci-
rnientos contemporáneos: véase al res-
pecto la Introduóción a Daniel.
Al escribir este libro, que nos ayuda-
ría a entender mejor lo que sucede a
nuestro alrededoi y a cumplir con más
empeño nuestra misión de cristianos,
Juan expresó lo que el Señor le había
enseñádo por la experiencia o mediante
sus dones de profeta, pero utilizó cons-
cientemente el estilo y -las fórmulas
habituales de la literarura apocalíptica.
Fintó con imágenes fantásticas' los
acontecimientos que presenciaba, el
Evangelio llevado a las naciones, la
Iglesia combatida y los primeros máni-
res. Y sus visiones hoy indican Cuál es
la tr¿una y cuáles los veidad'eros, acto-
res de la historia presente.
El l'Apocalipsis de Jesucristg" no
es ni difícil ni terroríñco sino llenó de
r' alegría y de espeianza. Cristo resuci-
tado es el centro de la historia; el mundo es el escenario de la lücha entre la Igle-
sia, encabezad.a por Cristo, y las fuerzas del demonio; Ios cristianos son llaira-
Se pueden reconocer en el Apocalipsis siete series de siete elementos cada
una, distribuidas en cuatro grandes parres:
APOCALIPSIS 1
-
Los siete mensajes a las Iglesias, cap. l-3.
-
Balance del Antiguo Testamento, cap. 4-9.
-
La lglesia se enfrenta con el imperio romano, cap. 13,1 - 19,6.
-
Los últimos tiempos y la Jerusalén celestial, cap.2O-22.
En el cenuo del libro, los tres grandes ejes de la historia cristiana: capítulos l0 - 12.
- El secreto de Dios revelado, Dios hecho hombre: cap. 10.
- El Evangelio proclamado: cap. I l.
- La rebeldía contra el plan de Dios: cap. 12
.
o ' Esta es la Reuelacíón de
I r I Jesucristo; Dios se la dio para
enseñar a sus servidores'to que va a
501
{
¡l'
suceder prcnto
Envió a su ángel para que se Io
diera a entender a su servidor Juan,
2 el cual afirma que todo lo que ha
visto es palabra de Dios y testimonio
de Jesucristo.
3 Feliz el que lea estas palabras
proféticas y felices quienes las escu-
chen y hagan caso de este mensaje,
Porque el tiernPo está cerca.
. 4 Juan , a las siete Iglesias de
Asia.
Reciban gracia y paz de parte áe
Aquel que és, que era y que viene;
y de parte de los siete espíritus
que están ante su trono,
. ' y--d.e parte de Cristo Jesús, el tes-
tigo fiel,
el prirner nacido de entre los, muer-
tos, el rey de los reyes de la tierra.
El nos ama
u y por su sangre nos ha purificado
de nuestros pecados,
haciendo de nosotros un reino y
una raza de sacerdotes de Dios, su
Padre.
A él Ia qloria y el poder por los si-
glos de loí sigloé. Arnén. '
7
Miren . uíene entre nubes;
lo verán todos, incluso los que lo
traspasaron,
A llorarán por su mu erte todas las
na-ciones de Ia tierra.
Sí, así será.
'_ Yo soy el Alfa y la Omega, dice
el Señor Dios,
Ague! gue, Es, gue era A que ha de
uenir, el Todopoderoso.
o t Yo, Juan, hermano de ustedes,
con quienes cornparto las pruebas,
._(
i o 1.1 El t¡empo 9stá ce;rco (3). Juarr'r" lo di-
ce a las comunidádes a las que se está dirigiendo;
no busquernos, pues, una descripción-de los
acontecirnientos actuales.
o Q.Juan saluda a sus lectores; deseándoles la
paz que üene del Padre, de Cristo y del Espíritu
Santo. En cuanto Juan ha nombrado a las tres
Personas, su alabanza va toda a Cristo: ésta-era
la novedad que lan poderosamente ernpujaba a
los primeros cristian'os:'Cristo'Dios. que üno co- '
mo hornbre.
LoJ síete espíritus quiere decir la plenitud del
Espíritu. de Dios.
El oue es. el que era y el que uíene. Éa ma-
nera de designar a Dios árnplíá lo que había sido
'
reveiacio a Moisés: "Yo soy 'el.que sog,t Ex 3). El
Dics üvo es un Dics que üene.
Después se representa a Jesús como el Mesías
y. Ju;,ei esperado por los judíos. Viené enire las
Áufus. Je-iú's en si-r proceéo también había hecho
referercia-a este texto del profeta Daniel (7,13).
Llorando por su muerté todos los nocioneé.
Ver en Zacarías 72,10 esta profecía del Mesías
asesinado: "el que traspasaron"i ;:
_ Alfa.: y ome§a (o ge'a, A y 4, Eso sugiere que
DfOs abarca tocia la duracion del tiempo. : .
. g El Apocalipsis se dirige a. cristianos que
empiezan a sufrir por su fe; !¿,[es rnuestra a Criito
como el rnodelo que están iñritancio. Cristo es "el
servidor y el testigo de Dios y'del Padre". No olvi-
demos oue rnánir siqnifica testioo.
Juan había sido cóndenado Sr su fe.y üvía des' ,
terracio en Pabnos. Era como'el ano 95. Y recibe
su üsión el día del Senor.. o sea, el domingo o dia
APOCALIPSIS 1
el reino y la perseverancia en Jesús,
me encontraba en la isla de Patmos
a causa de [a palabra de Dios y de
las declaraciones de Jesús. ro Se
apoderó de mí el Espíritu el día del
Señor y oí a mis espaldas una voz
que sonaba como trom.peta: I' nFscri-
be en un libro Io que veas y envíalo a
las siete lglesias: a Efeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y
Laodic€Er.»
'' lte volví para ver quién me ha-
blaba. Detrás de mí había siete can-
deleros de oro, 13
y en medio de los
candeleros vi como a un hijo de
hombre vestido con una túnicá que
le llegaba hasta los pies y un cintu-
rón de oro a la altura del pecho.
14
Su cabeza y sus cabellos son
blancos como la lana blanca, como
Ia nieve; sus ojos parecen llamas de
fuego, '5 sus pies son como bronce
pulido acrisolado en el homo, su voz
resuena como estruendo de grandes
olas. tu
En su mano derecha üene sie-
te estrellas; de su boca sale una es-
pada aguda de doble filo y su cara
brilla cómo el sol cuando está en su
máxirno esplendor.
502
r? Al verlo caí como muerto a sus
pies; pero me tocó con la mano de-
recha y me dijo: *No temas, soy yo,
el Primero y el Ultimo, 't el que vive.
Estuve muerto, pero ahora estoy vi-
vo por los siglos de los siglos y tengo
las llaves de la Muerte y de su reino.
'e Escribe, pues, lo que has visto,
tanto lo presente como lo que ha de
suceder después .
20
Escucha el significado de las sie-
te estrellas que has visto en mi mano
derecha y de los siete candeleros de
oro: Ias slete estrellas son los ángeles
de las siete lglesias, y los siete can-
deleros son las siete lgiesias.,
Los siete mensajes a las lglesias
[5] ' ' Al ángel de la lglesia que es-
I a I tá en Efeso, escribe: Esto dice
el que tiene las siete estrellas en su
mano y camina en medio de los sie-
te candeleros de oro:
. 2 Conozco tus obras, tus dificul=
tades y tu perseverancia. Sé que no
puedes tolerar a los malos y que pu-
siste a prueba a los que se llaman a
503
sí mismos apóstoles y los hallaste
mentirosos. ' Tampoco te falta la
constancia y has sufrido por mi nom-
bre sin desanimarte, t pero tengo al-
go en contra tuya, y es que has per-
dido tu arnor del principio.
5 Date cuenta, pues, de dónde has
caído, recupérate y vuelve a lo que
antes sabías hacer; de lo contrario iré
donde ti y cambiaré tu candelero de
su lugar. Eso haré si no te arrepien-
tes. t Pero ya es algo positivo que re-
chaces [a conducta de los nicolaítas,
que yo también aborrezco.
7 EI que tenga oídos, escuche este
rnensaje del Espíritu a las lglesias:
nAl vencedor Ie daré de cornef del ár-
bol de Ia vida, que está en el Paraíso
de Dios.,
o I Escribe al ángel de la lglesia de
Esmima: Así habla el Primero y el Ul-
timo, el que estuvo muerto y üolvió a
la vida
e Sé que sufres y eres pobre y, siri
embargo, eres rico. Sé córno te ca-
Iumnian los que pretenden ser jydígs
y no lo son, pues su sinagoga es la'de
APOCALIPSIS 2
Satanás. 'o N.o tengas miedo por lo
que vas a padecer. EI diablo meterá a
algunos de ustedes en la cárcel para
ponerlos a prueba. Serán diez días de
prueba. Permanece fiel hasta la muer-
te y te daré Ia corona de la vida.
rr EI que tenga oídos, escuche este
mensaje del Espíritu a las Iglesias:
*EI vencedor no tiene nada. úu" te-
. '2 EíCribe esto al ángel de la lgle-
sia de Pérgamo: Así habla el que t¡e-
ne la espáaa aguda de dobie filo:
¡3 Sé dónde vives, dónde está el
trono de Satanás. Pero te aferras fir-
rnemente a mi Nombre y no has re-
negado de tu fe ni siquiera cuando
mataron a Antipas, mi fiel testigo, ahí
donde vives, €o esa tierra dtSata,.
nás. 'o Pero tengo alguna cosa contra
ti: toleras a los que profesan Ia doc-
trina de Balaán, el que enseñó a Ba-
Iac a hacer tropezar a los israelitas
con Ia prostitución y las carnes sacri-
ficadas a los ídolos. 15
Lo mismo ha-
cen los que siguen la doctrina de los
nicolaítas ahí donde tú estás.
de la. resurrección. Por tar¡to dicha ,¡'t¡Ot seÉ ani-
rnada por el soplo triunfante de la resurréación.
Vi como un hiio de hombre; Cristo r.ra vestido
como los sacerdoies y ceñido de oro como los re-
yes. Los.cabellos blancos son sírnbolo de su etemi-
ilad. Los pies de bronce significan que nadie lo
echaÉ abájo. Cristo aparecé tal como Daniel re-
presenta a Dos, Juez universal (Dn 7r9).
Yo soy el prímero y el ultímo: es decir eso
mismo qú" ta gibtia dite de Dios (ver Is 44,6 y
Lzl.
. En el morhento de dar los siete rnensaies a las
Iglesias, Cristo aparece, oe como un hoárbre del
pásado, sino como el Señor que tiene en'sü'ma-
ño los destinos de las lglesias. l-a, espada de do'
ble fílo que sole de si¡ boca es lá.palabra de
Dios- que benetrá irresistiblemente en los espíritus
(Heb 4,t2) y que siempre se cumple en los'acon-
tecimientos. Es eficaz tanto para dar-muerte co-
mo para salvar.
Eian más de siete las Iglesias de Asia. Pero
siete designa una plenitud, y l.g siete represen-
tan,' pues, a todas las comunidades cristianas..
Siete es la cifra perfecta, y por eso en'el .Apo.ca-
lipsis se nombra siete veces a Cristo, catorce ve-
ces a Jesús, veintiocho al,Cordero (que es Cris-
to). Hay siete profecías de la victoria de Cristo
con los suyos y siete Bienaventuranzas semejan-
tes a las dál Eüangelio: *Feliz quien...,.
La estretta; el ángel y el'candelabro: posible-
mente esas tres imágenes s€ completan para de'
signar una lglesia, obispos -y creyentes juntos.
'.-l :
o 2.1 Los'siete mensajes que üenen a conti-
nuación empiezan con la fiahtira conozco. Cristo
mira, conoc'e y ama a su iglesia. Empieza por su-
brayar lo positivo y.después ha.ce los reproches.
Los mensajes que siguen nos dan a conocer las
dificultades- que enfrentan estas Iglesias de Asia:
-
Por uná parte, son ho'stilidades provenientes
tanto de los judíos como de.los paganos: üenen a
probar la perseverancia de los crq¡entes.
Por btra parte, es.la presentia de los nnico-'
laítas,, es decii, esos cristianos que, por miedo a
romper con su ambiente, aceptan incluso com-.
partir con otros en los .banquetes de los templos
baoanos. dond e se come lá came sacrificada a
fos-ídoloé: su f,e es amenazada.
t-a
'última' tentación es la que üene con el
tiempo: se enfría el,amór que se había despertado
en lbs primeros momenlos de la conversión.
'
o 2. Efeso viene primero,' por ser la lglesia
madre. Allí predicó'Pablo durante dós años (He-
chos 19,8). Allí fue después a residir Juan, exten-
diendo su autoridad sobre'las lglesias de la pro-
üncia de Asia.
Hos sufrido... sín desonimarte. Estando au-
sente el apóstol, Ia lglesia supo rechazar a los fal-
sos apóstoles y guardar la fe verdaderá.
Hos perdido tu amor del príncip'io. ¡Crnntos
detalles difíciles de precisar nos.hacen senür el Íer-
vor de una comunidad o, al contrario, muestran
que falta lo esencial del arnor auténüco a Dios,
apasionado y corrstanle! Ccimb¡aré tu canid,elero
cie su lugar: amenaza a los encargados.
El órbot de lo uida es la vida etema (ver Gén
2,9.
. 8. La lglesia de Esrnima reúne a hombres
pobres en una ciudad riquísima. En realidad es ri-
ca ante Dios, que la va a plobq para que dé más
fn¡tos. ,, .. j ..
Serán diez días de pruebo. 'Esa .cifra diez es
propia del tiempo en qú" dominan los rnalos..Así
se anuncia una prueba de corta duración:
- o segundo muerte. (Ver Apocalipsis 20,14.)
hs la condenación -etema.
-Los que-pretenden ser judíos, por ser hijos de
Abraham. Los cristianos, for ser Creyentes 3on el
verdadero pueblo de Dios, y los judíos de:raza
que no creyeron, perdieron.su derecho a ostéhtar
ese nombre. por tanto, su nsina§oga» pasa a Ser
la de Satanás:
o L2. Pérgamo era en aquel tiempo un centro
importante del culto pagano: es el irono de So-
tanás-
Te aferras a mi Nombre. El nornbre de Cristo
es "Señor,. B el momento en que los emperadores
de Roma e.mpiezan .g hgcerse _Uá1nar "Seáó;, "d;rar como dioses. obligando así a los cristianos a es-
qgge_r entre el culto al ernperador. impuesto a to-
dos bajo graves castigos,-y la fidelidad a Cristo.
La Iglesia de Pérgamg tiene el privilegio de
contar entre los suyos al primer máitir dé esta
proüncia, Anüpas, del que aquÍ se hábla. Su r¡a-
lentía en proclamar su fe no-ha irnpedido que la
corriente pagana penetre en la misma lqlesiá con
Ios nicolaítas. de que se habló anterio¡lnente: al
participa{ gn cie¡tai ceremonias paganai V aj-"oi-
ver a la libertad sexual, amenaian destruir a Ia
'n';;¿"; combatir a esa gente. En la lglesia del
primer tiempo, la acción del Espíritu Santo se ha-
ce sentir a cada momento. ! os profetas hablan,
designan al culpable. y las desgiacias no tardan
en suceder.
_.Lo píedra blonco es un presagio de felicidad.
Ei nombre nueuo (ver Is 65.15) significa la reno"
uación del cristiano.en su'ser,profuhdo: en él cre-
ce una personalidad nueva que aparecerá a las
claras en el cielo.^Un mang misterioso (17): para
e[ que- le _es {i"1,. Cristo. se hace fuerza y]fue-nt'e'de,
üda (Jn 6,48).
APOCALIPSIS 2
16
Recupérate, Pues si no iré Pron-
to donde ti para combatir a esa gen-
te con la espada de mi boca.
17
El que tenga oídos, oiga este
mensaje del Espíiitu a las lglesias: uAl
vencedor le daré un maná rnisterioso-
Le daré también una Piedra blanca
con un nombre nuevo grabado en ella
que sólo conoce el que lo recibe.'
o rB
Escribe al ángel de la Iglesia de
Tiatira:.Así habla el Hijo de Dios, cuyos
ojos son como llama de fuego Y cuyos
pies parecen de bronce brillante:
': Conozco tu Proceder, tu amor,
tu fe, tu servicio, tu Perseverancia y
tus últimas obras, más numerosas
que las primeras. 'o Pero tengo con-
tia ti que dejas actuar a tu Jezabel,
esa mujer que se llama a sí misma
profetisá, qúe enseña a mis servido-
res y los hace descarriar, Pues se
prosiituyen y comen carnes sacrifi-
tadas á loi ídolos. 2t Le he dado
tiempo para que se arrepieqta,-Pgro
no quieie dejar su prostitución - 22
Por
eso'ahora Ia voy a arrojar a un lecho
de dolor y también enviaré una Prye-
ba terriblé a los que cometen adulte-
rio con ella, a no ser que se arrepien-
tan de sus maldades. 23 A sus,hijos
los heriré de muerte; así entenderán
todas las Iglesias que yo soy el que
escudriña-el cor azón Y la mente,
dando a cada uno según sus obras.
2o
Ahora escúchenmé los demás de
Tiatira que no comparten esa doctri-
na: ño los heriré a ustedes'que no
han Congcido SuS nmisteriosr, como
504
ellos dicen, que son los misterios de
Satanás. 25 Pero mantengan lo que
tienen hasta que Yo venga.
26 Al que venza Y se- ma.ntenga en
mis caminos' hasta- el fin, le daré Po'
der sobre las nacíones, 2't las regtrá
con uara de híerro y las quebrará co'
ma uasos de barro. Será como Yo,
oue recibí de mi Padre este Poder-
'á Y le daré la estrella de Ia mañana-
2e El que tenga oídos, olgg este
rnensaje'del Espíritu a las Iglesias.
' ' Escribe al ángel de la lglesia
de Sardes: Así habla el que tie-
ne los siete esPíritus de Dios Y las
siete estrellas:
Conozco tus obras; te creen vivo,
Dero estás muerto. 2 DesPiértate Y
ieanima lo que todavía no ha muer-
to, pues tus obras me- Paresg.n muy
mbáiocres a la luz de Dios. 3 Recuer-
da lo que recibiste Y oí1!e, Ponlo en
prácticá y arrepiéntéte. Porque si no
ie mantiénes despierto vendré como
un ladrón, sin qu'e sePas a qué hora
te sorprenderé.'o Tengo, sin embar-
oo. loi nombres de ünos Pocos de
Saiaes que no mancharon sus roPas;
ésos mé acompañarán vestidos de
blanco, Porque se lo merecen-
5
El vencedor vestirá de blanco- Nun-
ca bonaré su nombre del libro de la vi-
da, sino que proclamaré su nombre de-
lante de'mi
'Padre
y de sus ángeles.
6 El gue.tgryu oídos, e.scushe este
mensaj'e del Espíritu a las Iglesias-
. ',Escribe al ángel de la lglesia de
Filadelfia: Así hablá el Santo, el Ver-
505
dadero, el que guarda la llave de Da-
vid: si él abre, nadie puede cerrar, y
si ciera, nadie puede abrir.
t Sé lo que vales; he abierto ante ti
una puerta que nadie podrá cerrar,
pues, por pocas que sean tus fuerzas,
has guardado mi palabra y no has re-
negado de mí. e
lvlira que voy a tomar
a algunos de la sinagoga de Satanás,
de esos que se llaman judíos y no Io
son, sino, que mienten. Yo haré que
vayan y se postren a tus pies, porque
habrán visto que te amo. '0 Has guar-
dado mis palabras, que ponen a
prueba Ia constanciá, pues yo te pro-
tegeré en la hora de la prueba que va
a venir sobre el mundo entero y que
probará a los habitantes de Ia tierra.
i t Vengo pronto. Mantén con firmeza
lo que tienes, para que nadie te arre-
bate la corona.
'2 Al vencedor lo pondré como co-
lumna en el Ternplo de mi Dios, de
donde nadie lo sac ará. Grabaré en él
el nombre de mi Dios, el nombre de
la ciudad gUe baja del cielo, la nueva
Jerusalén que üiene de Dios, y mi
nombre nuevo.
r3 El. qu.e,tgngg .gídos, oig: este
mensaje del Espíritu a las lglesias.
APOCALIPSIS 4
o 14
Escribe al ángel de la lglesia
de Laodicea: Así ha-bla el Amén, el
testigo fiél y verdadero, el principio
de la creación de Dios:
'5 Conozco tus obras: no eres ni frío
ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o calien-
te! '6 Pero porque eres tibio y no frío o
caliente, voy a vomitarte de mi boca.
t7 Tú piensas: lSoy rico, tengo de to-
do, nada me falta,. Y no te dás cuenta
de g,ye eres un infeliz, djgno de com-
pasión,. pobre, ciego y desnudo. '-1 T"
aconsejo que rne cornpres oro refina-
do para que te hagas rico, ropas blan-
cas para que te cubras y no tengas
que avergonzarte de tu desnudez; por
último pídeme un colirio que te pon-
drás en los ojos para ver. ¡e
Yo repren-
do y corrijo a los que amo. Vamos,
anímate y conviértete. 20
Mira que es-
toy a la puerta y llamo: si uno escu-
cha mi voz y me ablg, entraré en su
casa y comeré con él y él conmigo.
2' Al vencedor lo sentaré junto a mí
en mi trono, del misrno modo que
yo, después de vencer, me senté jun-
to a mi Padre en su trono.
22 El. qu.e.tgn g? .oídos, oigg este
mensaje del Espíritu a las lglesias.
MIRADA HACIA ETRÁS: CRISTO E ISRAEL
El trono en el cielo
m' t Después de esto miré y vi
I
-r I una puerta abierta en el cielo y
la voz que antes había oído semejan-
te a una trompeta me decía: *Sube
aquí y te mostraré lo que va a suce-
der en seguida., :
' 18. Jezabel es en la Biblia el nombre de la
muier impía (ver 1 Re 19), y designa aq!¡í a algu-
na
-profetisa
nicolaíta. Sus amantes e hi,¡'os son
sus seguidores.
En la Biblia, la idolatría es llamada rnuy.a me-
nudo ,iadulterio» o «prostitución,: el pueblo cre-
vente- pertene ce a Dios como la espos a su es-
óoto, v serle infiel es prostituirse--Además, los
áue adóran a ídolos, es áecir, habitualmente a to-
do los productos de nuestra sociedad, Do resp-e-
tan la áisciplina sexual a la que nos llama la fe.
Los reai'rá con uara de hierro. El vencedor
.o*purtiá tu üctoria de Cristo (ver salmo 2)-Y
reci6irá lo.e§trelta- de la mañano, es decir, a
r J.1 Es un mensaie breve a una Iglesia que
se muer e. La' lglesia uñiversal tiene las .promesas
de la eternida?, pero nuestros movirnientos,
nuestras co*uniáaies y las mismas Iglesias dio-
cesanas pueden desaparecer.
Vestíió de blancot es una realidad iñterior: ser
r"r"ttia" ¿á Óristo (ver Ef 4.24)-- A lo largo del
Apocalipsis, el color blanco significa gozo. tuer-
za, üctoria, gloria etema
. 7. Este es un 'mensaje de consuelo y gptl-
mis¡no páta los que responden fielmgnle al Espí-
iiiutSuáto, aun iuandó están enredados en las
mil dificultades del apostolado-""El
q;i guarda la'llaue de Dauid: ver Is'22'22'
Cristo tiene el poder absoluto sobre' la ncasa de
David,, o sea, sobre su'pueblo. El prepara un
apostolado fecu#o.S los que .supieron perseverar
en los tiempos difíciles en que no se veían los fru-
tos de sus labores.
He sbierto ante ti uno puerta (8) quiere decir:
te he preparado una rica oportunidad (2 Cor
2,L2). También se indica la condición para esto:
guardar la palabra de Dios y serle fiel.
. 74. No eres ni frío ni. caliente. Ni el que se
queda frío frente a una fe que no comparte, ni el
que responde a Dio.s'.con'una entrega real, Fácil-
mente nos imaginamos a esta cornunidad dg gen-
te sin ambiciones. Eran un grupo religioso más,
pero no los testigos de Cristc vencedo¡'.
l-aodicea'tenía aguas termales, frías y calien-
ies. También se fabñcaba en esta ciudad un coli-
rio famoso para mejorar la üsta.
Amén qúiere deéir, es verdad, o.también: así
me comprometo. Cristo es'el arnén del Padre. Su
compromiso con nosotros es el cumplimiento de
sus promesas (ve¡ 2 Cor 1,20). Y porque Cristo es
oamén», nos llama también a noqótoi.a un com-
promiso. real .con Dios. para realizar sus' planes.
. 4. 1 Después de estos mensajes a las lglesias
de Asia üenbn vísiones medianíe las cua-les se
nos revela el sentido de la historia.
-
En los capírulos 4-11 Juan hace el balance
de la historia de Israel hasta la predicación del
Evangelió. '
F,
APOCAL.IPSIS 4
2 En ese mismo momento me tomó
el Espíritu: vi un trono colocado en el
cielo y alguien sentado en el trono. 3
El
que esta5a sentado parecía ci.e jasPe y
iornalina, y un arco iris de color esme-
ralda rode-aba el trono. 4 Veinticuatro
sillones rodean el trono, y en ellos es-
tán sentadoS.veinticuatro ancianos con
vestiduras blancas y coronas de'oro en
la cabeza. 5 Del tróno salen. relámpa-
gos, voces y truenos. Ante el trono ar-
áen siete añtorchas, que son los siete
espiritus de Dios. 6 Un estanque trans-
paiente como cristal se extiende delan-
ie del trono.
Cuatro Seres Vivientes, llenos de
ojos por delante y Por detrás, ocuPan
el esiacio entre él trono y lo que hg.y
a su alrededor. 7 El Pri-mer Ser Vi-
viente se parece a un león, el segun-
do a un toro, el tercero tiene un ros'
tro como de hombre Y el cuarto es
como un águila en vuelo.
I Cada uno de los cuatro Seres Vi-
vientes tiene seis alas llenas de ojgs
alrededor y por dentro, Y no cesan de
repetir día y noche:
506
San to, santo, santo,
es el Señor Dios, el TodoPoderoso,
el que era, es A h,a de uenir-
e Cada vez que los Seres Vivientes
dan qloria, honor y acción de gracias
al oué está sentado en el trono Y que
vivé por los siglos de los siglos, '0 los
veint'icuatro áncianos se arrodillan
ante el que está sentado en el .trono,
adoran át que vive P.or los siglos de
los siglos i arrojan sus coronas de-
lante áel tróno diciendo:
" Vtteluan a ti, Señor g Dios
nuestro,
ta gtona, el honor A el Poder, Pue-s
tÚ lo mereces.
Tú creaste todas las cosas,
A por tu uoluntad existen Y faeron
creada
La entrada del Cordero
r=l ' ' Vi entonces en la mano .de-
tgJ recha del que está sentado en
el trono un libro én forma de rollo es-
crito por los do-§ lados y sellado con
507
siete sellos. 2 Vi también a un ángel
formidable que proclamaba con 'ioz
potente: *¿Quién es digno de abrir el
iibro y de-romper los Eellos?, 3 Y no
se encontró a nadie, ni en el cielo, ni
en la tierra, ni en el mundo de abaio,
que fuera capaz de abrir el libro y de
leerlo.
' Yo lloraba mucho al ver que nadie
había sido hallado digno de abrir el li-
bro ni de leerlo. 5 Entbnces uno de los
ancianos me dijo: *No llores más;
acaba de triunfar el león de la tribu de
Judá, el brote de David; él abrirá el li-
bro y sus siete sellos.,
6 Entonces vi esto: entre el trono
con sus cuatro Seres Vivientes y los
veinticuatro ancianos un Cordero es-
taba de pie, a pesar de haber sido
sacrificado. Tenía siete cuernos y
siete ojos, que son los siete espíritus
de Dios enviados a toda la tierra.
' El Cordero se adelantó y tomó el
libro de la mano derecha del que está
sentado en el trono, t Cuando lo to-
mó, los cuatro Seres Vivientes se
postraron ante el Cordero. Lo mismo
hicieron los veinticuatro ancianos
que tenían en sus manos arpas y co-
pas de oro llenas de perfumes, que
son las oraciones de los santos:
e Y cantaban este cántico nuevo:
APOCALIPSIS 5
Eres digno de tomar el libro
A de abrir sus se//os,
porque fuiste degollado
A co! tu san gre compraste para
Dios
hombres de toda raz,a, lengua,
pueblo A nacíón.
'o Los híciste reino g sace rdotes
para nuestro Dios,
g reí.narán sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir poder g ríqued,
sabiduría y fueza,
honor, gloría g alabanza.
'3 Y les respondían todas las criatu-
ras del cielo, de Ia tie¡ra, del mar y
del mundo de abajo. Oí que decían:
At q1nestá sentad.o en el trono A
al Cordero,
la alabanza, el honor, la gloría y et
poder
por /os siglos de los siglos;
rr Yo seguía mirando, y oí el cla-
mor de una multitud de ángeles que
estaban alrededor del tronó, de ios
Seres Vivientes y de los Ancianos.
Eran millones, centenares de millo-
nes t' qre gritaban a toda voz:
-
En los'capitulos 12-21 nos prepara para
comprender la historia que vivimos y las luchas
de la lglesia.- -nntÉr
de desarrollar su visión de la historia,
Juan .ot ..t,rettiu el centro inmutablb de donde
provienen todas las co5¿s y los acontecimientos.
ü u aOnde welven. Pues dé nada nos servirán las
áar"rt"r,cias ii r,o estamos decididos a enfrentar
loS u.otttecimientos, y para esto débgmos saber
Ñ*¿- J aona" ,a*ós'y por qué luchamos- Nos
Io dirá la presente üsión. . :-
lJna púerta abierta en el cíelo (1)- Estas pala-
bras tenían entonces un sentido preciso, el de
una visión concedida al profeta (cgpparar con
,,1ói cielo. s" rasqaron para El" en el bautismo de
Jesús: Mc 1 .10): Segúh las ideas Ce .aquel tiern-
áá;tp"r "ncimá
de Ia bóveda azulada están las
«aquas supenores», que son el piso-de otro ci9lo,
riiráiaudáro, dond'e'reside Diós- Esaq son aludi-
áut i"n
"1
Áo, ffanspa.rente como el crís.tal (6)l'
Ví un trono... v aiqrien §entado en el trono
(2. Fse alquien iívisiÚe del que i¡'radian luz y ü-
áu
"s
el se"r divino contemplado en su fuente pri-
mera. que es el Pacire. No tiene rostrq qu-e qe
;ü;dá áái.tiUit, pñ todos los elementos-de la
ñátuát"zá ástan ieunidos para expresr algo del
rát'dirit', o; fuerza imponente de! temporal,. poder
iát.itunte del fuego, pureza y frgqgqra del agua'
Los Ancianos ón ios santós del Antiguo T":-
tamento qug representan al pueb.lq .fiel (ver Is
24.23). Lós cuatro animales, o.más- bien qe.re9,
á"iigáá., a
"spititt-rt
celestes, én la tradición de la
üsión ¿á f¿aquiel (F: 1). Son figuras poéticas pa-
tJ e*ptesar ld más noble' robusto. sabio y rápi-
¿ú
-i'íá; t,rt ojos,.siempre d.espiertos, en el seno
áái Sá; diüno'v derra¡iran las energías de Dios
óá; t.do el uniúejrso.- En'siglos posteriores, 9l ar-
te cristiano acostumbró a répreóentar con ellos a
tor-.uátro evangelistas:. Mateo, el- hombre: M?t-
t*, ái tá0"; Lücas. el toro, y Juan el águil9'
Fstamos, PU6, eyt el Te-mn[o.celestial, y Juan Io
ve:como una transfiguración del único templo que
¿ó"*á. el de Jerusa]en- Los ancianos son 24, co-
rrJ 6 Ztut las clases de los sacerdotes; los anima-
iát ná" ieempla zado a las serpientes aladas- que
uán ios Serafines de Isaías (ls 6), y los Kerubines
3f *:,?rJ: Í1fr:á:::Hi'?J',:,l: S,i l: ñ'?:rBi: ?
tüo á té laigb del libro la liturgju ggloüal seguirá
con arpas, con trompetas y con tnclenso'
- No
'cdsan
de repeÉír: Sonto, sonto,.sonto (8)'
Esle-es el prim eró de los himnos que .leemos en
lÁ"*aliósis. Al centro, del que'partió la histo-
ria dLi mrñdo. solamente r¿relve la acció¡ §e-Sg-
.iátál pudte.' ¿.Qué haremos en el cielo? Todo
;;;álatniiucién-, alabanza y descubrimiento
asombrado de la infinidad de Dios- ''
. '
5. 1 La visión Eiguiente introduce dos ele'
mentos ou€vos: el tibro sellado.y e.l
^Cordero:
|.a,
f,i¡ioriá de Israel (que ocupá todó el Antiguo Tes-
tamento) yCristo. . .
Los leciores de Juah te'nían un libro santó. el
Antiguo Testamento. Para los que de ellos eran
de origen judío. era la historia de su pueblo. Pero
también era el libro de los demás cri-stianos, y de
alguna manera pertenece a la historia de tódos
los hombres, ya que en ella se preparaba la salva-
ción de la humanidad.
Hacía ya unos veinte años que ta nación judía
había sidó destruida. confo.-á a la profecá de
Jesús (Mc 13), y los cristianos de origen judío se
preguntaban:
-
si- Cristo es el Salr¡ador"prornetido,
¿por quá la historia de Israel acaM en esos de-
sastres? ¿Y por qué el pueblojudío, instruido por
la Escritura. no reconoció a su Salvador?
Aquí se les contesta que si bien los aconteci-
mienlos están en el libro,'el libro está sellodo. Un
libro sellado es el que no se puede abrir, y, en un
sentido figurado, es un libro escrito en lenguaje ci-
frado. Es-que nadie puede entender el "plah
de
Dios que se realiza en la historia, por lo que nadie
puede pedirle cr¡entas a Dios.,Pero la visión nos
muestra a aquel que revela el misterio de muerte y
de resurrección que se cumple en la historia.
Un Cordero estaba de pie, a pesar de'haber
sido degollodo (6). La visión nos ubica en el
momento de Ia resurrección. Mientras los evan-
gelios relatan la resurrécción de Jesús tal como
Ia conocieron sys discípulos en la tierra. aquí es-
tamos en el cielo para contemplar a Cristo resu-
citado, que hace su entrada en el mundo qlorio-
so. Está de pie después de sacrificado, glorioso.
perg marcado para siempre por su pasión entre .
los hombres.
Los siete cuernos y. l.or siete oios expresan la
plenitud del pod er y del conocimiento óue tiene
Cristo resucitado. En ese día, frente a [odás las
fuerzas del mundo y del cielo, üene con autori-
dad a tomar el libro de la mano del Padre.
EI aho¡a,puede leer el libro de la historia y del
destino de lós hombres: a El poder, riqueza i ü-
biduría (L2¡. Pero también sá hizo'd"áno de'"rü
libro, y,. ql se,r desconocido por Israel, pueblo sa-
gerdotal (Ex 19,5), sg-hiz.q su p_ropio_reino y pue-
blo de sacerdotes, la lglesiu it P 2,9); comb se
Notemos cómo., en gl día de la resurrección, la
misma alabanza dirigida anteriormente a Dios'r¡a
al Cordero: Cristo al-resucitar_aparece con la glo-
ria que le corresponde. la de Dios.
bt
L
ü.r.
: APOCALIPSIS 5
14
Y los cuatro Seres Vivientes de-
cían *Aménr, mientras los Ancianos
se postraban y adoraban .
Los siete sellos
[el' ' Mientras estaba mirando el
I v I Cordero abrió el primero de los
siete sellos, y oí al primero de los
cuatro Seres Vivientes que gritaba
como con voz de trueno: *V€ñ'.»
2 Apareció un caballo blanco; el que
lo montaba tenía un arco, le dieron
una corona y partió como vencedor y
Para vencer.
3 Cuando abrió el segundo sello, oí
al segundo Ser Viviente gritar: uVen.,
o
Salió entonces otro caballo de color
rojo fuego. Al que Io montaba se Ie
ordenó que desterrara la paz de Ia
tierra y se le dio una gran espada pa-
ra que los hombres se mataran unos
a otros.
5
Cuando abrió el tercer sello, oí gri-
tar al tercer Ser Viviente: *Ven., Eta
vez el caballo era negro; el que lo
montaba tenía una balanza en la ma-
no. 6
Entonces se escuchó una voz de
en medio de los. cuatro Seres que de-
cía: nUna medidá ae trigo por uña mo-
neda de plata; tres me-didas de ceba-
da por una moneda también; ya no
gastes el aceite y el'vino., :
' Cuando abrió el cuarto sello, oí el
grito del cu?rto Ser Viviente: *Ven.,
r Se presentó un caballo verdoso. AI
que lo montaba lo llamaban Nluerte,
y detrás de él iba otro: el Mundo del
Abismo. Se le dio poder para exter-
508
rninar a Ia cuarta parte de los habi-
tantes de la tierra por medio de la es-
pada, el hambre, lá peste y las fieras.
' Cuando abrió el quinto sello, divi-
sé debajo del altar las almas de los
que fueron degollados a causa de la
palabra de Dios y del testimonio que
les correspondía dar. 'o Se pusieron a
gritar con voz. muy fuerte: *Santo y
justo Señor, ¿hasta cuándo vas a es-
perar a ,hacer justicia y tomar ven-
ganza por nuestra sangre a los habi-
tantes de la tierra?,
rr'Entonces se les dior a cada uno
un vestido blanco y se les dijo que
esperaran todavía yn poco, hasta
que se completara el número de sus
hermanos y compañeros de servicio,
que iban a ser muertos como ellos.
'2 Y mi visión continuó. Cuando el
Cordero abrió el sexto sello, s€ pro-
dujo un violento terremoto, el_ sol se
puso negro como vestido de luto, la
iuna entéra se tiñó como de sangre
" y las estrellas del cielo cayeron, B ld
tierra como una higuera deja caer
sus higos verdes al ser agitada por el
huracán. 'o,El cielo se replegó como
un pergamino que se enrolla y no
quedó cordiller? o continente que no
fueran arrancados de'su lugar. l' Los
reyes de Ia tierra, los minlstros, Ios
generales, los ricos, los' poderosos y
toda la gente, tanto esclavos como
hombres libres, se escondieron'en las
cavernas y entré las rocas'de los ce-
rros, 'u y decíañr «Caigan sobre noso-
tros., cerros y rocas y ocúltennos del
509
trono y de la cóle-
porque ha llegado
enojo, y ¿quién lo
Los 144.000 de Israel
y Ia muchedumbre
de Ias otras naciones
f;n' I Después de esto vi cuatro
I r I ángeles de pie en las cuatro es-
quinas de la tierra, que sujetaban a
los cuatro vientos de la tierra para
que no soplaran sobre la tierra, Di so-
bre el mar, ni sobre los árboles. 2
Lue-
go vi a otro ángel que subía desde el
oriente y ilevaba el sello del Dios vi-
vo. Gritó con voz poderosa a los cua-
tro ángeles autorizados para causar
daño a la tierra y al mar:
3 oNo hagan daño a Ia tierra ni al
rnar ni a los árboles hasta que mar-
quemos con el sello la frente de los
servidores de nuestro Dios.,
' 4 Entonces oí el número de los
marcados con el sello: ciento cuaren-
ta y cuatro mil, de todas las tribus de
los hijos de Isráel:
5
De la tribu de Judá:
De la tribu de Rubén:
doce mil marcados.
De la tribu de Gad:
doce mil marcados.
APOCALIPSIS 7
6 De la tribu de Aser:
doce rnil marcados.
De la tribu de Neftalí:
doce mil marcados
De la tribu de /vlanasés:
doce rnil marcados.
' De la tribu de Simeón:
doce rnil marcados.
De la tribu de Leví:
doce rnil marcados.
De la tribu de Isacar:
doce rnil marcados.
8
De la tribu de Zabulón:
doce mil marcados.
De Ia tribu de José:
doce rnil rnarcados
De la tribu de Benjamín:
doce mil marcádos.
e Después de esto vi un gentío in-
menso, imposible de contar, de toda
nación y _raza, pqeblo y lengua, eu€
estaban de pie delante,del tróno y del
Cordero, vestidos con vestiduras
blancas y con palmas en sus manos,
'o y gritaban con voz poderosa:
«¿Quién salva fuera de nuestro
pios, qqe se sienta en el trono, y del
Cordero?,
" Todos fos ángeles estaban de pie
alrededor del trono, de lós Ancianos
y de los cuatro Seres Vivientes; se
postraron ante el trono rostro en tié-
rra y adoraron a Dios, " dicien'do:
que se sienta en el
ra del Cordero, 17
el gran día de su
podrá aguantar?,
i.
ii
u
o 6.1 El Cordero abre los sellos. Cristo resuci-
tado aclara las giandés fuerzas que impulsaban la .
historia sagrada-: En el momentb en que escribe
Juan ya se acabó el Antiguo Testamento por el
nacimiento de Ia lglesia, y poco después, por la
Cestrucción de la patria judía. Fs hora de hacer el
balance. :. :.
Los cuatrol caballos simbolizan las fuerzas. que
El que monta el eaballo blanco es ,rla palabra de
Dios" que él entregaba,a. lgs,profetas en el Antiguo
Testaniento. No,ñabia lveniáo todavía Cristo, ila,
Palabra de Dos,'que aparecerá más tarde monta.
do,en el mismo caballo blanco, cuando'se venga a
Los otros tres cabáilos representan la guerra.
el hamb re y las epidernias, las grandes.plagas que
aqu'ejan a la humanidad pecadora.. y que'hacen
sentir a los hombres que necesitan salvación.
Con el quinto sello'sá descubre otra fuerTa,lin-
üsible ésta, que mueve la historia sagrada: la exi-
gencia de ju§ücia.por la.sanqre de los mártires.
Étos mártires antáriores a Cristo va
-comparten
su üctoria (por eso üsten el uestido blanéo); sin
embargo, deben esperar que se. junt'en a ellos
otros.rnártires. cristiános está vez,, los má¡tires de
hr^lryfJti:ttu'
para que Dios haga ¡usticia (ver
Con el .sexto sello aparecen los'signos y las
plagas que los profetas anunciaban pará el día de
Yaüé, y que'sé verificaron en la déstrucción de
Jerusalén iMc 13,24).
'. Z.f ¡¡o hogrn daño a la tierro... hosto que
marquemos con el sello la frente de los seiui-
dores de nuestro Dios (3). En el mornento de ce-
rrar el Antiguo Testamento, Juan hace el balance
de estos siglos de gracias y atenciones de Dios a
su pueblo elegido. Al ver cómo los judíos desco-
nocieron a Jesús, se'podía tener la iinpresión de
un fracaso:..Sin embargo, Jban da una üsión op
timista: los.ángeles señalan a los elegidos, los que
son doce mil Éuru cada una de las-tribus. Sabe.
mos que docé es Ia cifra de la plenitud,, lo que
significa que el número de los elegidos fue el má-
xirno, y que Eios no se §intió defraudado, "
¿Quianes son estos elegidos? Por una parte, son
los'¡udíos que siguieron 'a Jesús: Son..tambián los
e{e no creyeron en él sin culpa suya,y que f'ueron
sah¡ados por su muerte y su resurrección.
Pero después de estos cientc cuarenta mil del
primer pueblo de Dios, viene otro c€rrso: ui un
gentío inmenso. Estos son el nuevo pueblo de
.:.
Dios esparcido por iodut las naciones del mundo,
que üene a juntarse con los creyentes del Anti-
guo Testamento
. Gentío inme.nso imposible de contor (9). La
salvación de la humanidad será un éxito ináeíble.
a pesar de las apariencias que tantas.veces nos
desalientan: en todos los lugares de está salvando
Son los . que llegan de .la gran persecución
(1+¡. Esta multitud de salvados no son, por su-
puesto; todos mártires, .pero los mártires'los re
pres.entan .a todos. pues todo creyente tiene por
modelo a los que entregaron hasta su üda. Ade-
Tá:; Juan habla para los cristianos en vísperas
de la prirnera gran persecución.
Alabanza, gloria y sabiduría a nuestro Díos
(12).. Es otro himng aL Dios salva{or. Los que can-
tan las.alabanzas de Dios, a Io meior va durante
su üda habían reconocido que toda saúdurio, Do-
der y f,uerza no pueden venir sino de lo aito.
I;a
t:-;
APOCALIPSIS 7
¡Amén! Alabanza, gloría,
sabiduria,
acctón de gracías, honor,
poder g fuerza a nuestro Dios
por los siglos de loq sig/os. Amén.
'3 Uno de los Ancianos tomó la pa-
labra y me dijo: nEsos que están ves-
tidos con vestiduras blancas, ¿quié-
nes son y de dónde vienen?,,*''i Yo
contesté: nSeñor, tu lo sab€s.» El An-
ciano me replicó: nEsos son los que
vienen de la gran persecución; han
lavado y blanqueado sus vestiduras
con la sangre del Cordero. 15
Por eso
están ante el trono de Dios y le sirven
día y noche en su templo; el que está
sentado en el trono extenderá su
tienda sobre ellos; 'u ya no sufrirán
más hambre ni sed ni se verán ago-
biados por el sol ni por viento abra-
sador alguno, '' porque el Cordero
que está junto al trono será su pastor
y los guiará a los manantiales de las
aguas de Ia vida; y Dios enjug ará las
lágrimas de sus ojos.,
fcrl' t Cuando el Cordero abrió el
tc'J sépümo sello, se produjo en el
Cielo un silencio como de media ho-
510
ra. 2 Luego vi a los siete ángeles q.ue
están de-pie delante de Dios; se les
entregaron siete trompetas
3 Otro ángel vino y se paró delan-
te del altar
-de
Ios perfumes con un
incensario de oro. Se le dieron mu-
chos perfumes: las oraciones de to-
dos lós santos que iba a ofrecer en
el altar de oro colocado delante del
trono. o
Y Ia nube de perfumes, con
las oraciones de los santos, se elevó
de las manos del ángel hasta la Pre-
sencia de Dios. 5 Después, el ángel
tomó su incensario, Io llenó con bra-
sas del altar y las arrojó sobre la tie-
rra: hubo tremendos truenos, relám-
pagos y terremotos.
Las siete trompetas
o 6 Los siete ángeles de las siete
trompetas se prepararon Para tocar.
7
Tocó el primero, y se produjo grani-
zo y fuego mezclado con sangre, gue
fueron lanzados sobre la tierra: se
quemó la tercera parte de Ia tierra, la
tércera parte de los árboles ardió y
toda la hierba verde se abrasó.
I Tocó el segundo ángel su trorn-
peta , y algo asi corno un inmenso
511
cerro fue echado al mar: la tercera
parte del mar se convirtió en sangre,
e la tercera parte de los seres que vi-
ven en el mar pereció y un tercio de
los navíos naufragó.
'0 Tocó el tercer ángel su trornpeta,
y una estrella grande, que parecía un
globo de fuego, cayó del cielo sobre
la tercera partg de los ríos y de los
manantiales de agua. " La estrella se
llama Ajenjo: la tercera parte de las
aguas se convirtió en ajenjo, y mu-
cha gente murió a causa de las
aguas que se habían vuelto amargas.
'2 Tocó el cuarto ángel su trompe-
td, y quedó afectada [a tercera parte
del sol, de la luna y de las estrellas:
perdieron un tercio de su claridad, la
luz del día disminuyó un tercio, y lo
mismo la de la noche.
¡3 Y mi visión.continuó: oí a un
águila que volaba por lo más alto del
cielo y que decía con voz potente:
*iAy, ay , ay de los habitantes de la
tierra cuando resuene el sonido de
las trompetas que los tres últimos
ángeles van a tocar!,
fd ' Y tocó el quinto ángel. Vi en-
I J I tonces una estrella que había
caído del cielo a la tierra. [e fue en-
tregada la llave del pozo Cel abisrno.
2 Alrió, pueó, el po2o del abismo, y
del pozo subió una humareda como
Ia de un homo inmenso que oscure-
ció el sol y el aire.
3 De esá humareda salieron langos-
tas,. que se esparcieron por la tierro, y
se les dio Ia misma capasidad que
tienen los'alacranes de la tierra. a Se
les ordenó que no causaran daño a
las praderas, ni a las hierbas, ni á los
árboles, sino sólo a los'hombres que
no llevaran gl sello de.Dios en la fren.
te. 5 No podían matarlos, sino única-
mente .a'tormentarlos durante: §inco
méses con un.dolor',sernejante al que
produee la picadura del alacrár't. : - :
En aquellos días los hombre§,
buscarán la muerte, pero no la halla-
APoCALIPSIS 9
7 Estas langostas se parecen a ca-
ballos aparejados par? la guerra . Pa-
reciera que tienen, €n.la cabeza coro-
nas de oro y rostros como de seres
humanos; I sus cabellos son como
los de mujer y sus dientes como los
de leones. e Tienen corazas de hierro
y sus alas hacen el mismo ruido que
un ejército de carros con muchos ca-
ballos que corren al combate. r0
Tie-
nen colas como de alacranes, y en
las colas aguijones para torturai du-
rante cinco rneses a los hombres.
" Tienen un rey, el ángel del Abisrno,
que en hebreo-se llamá Abadón, y en
griego, Apolión.
''EI prirner ¡ayl ha pasado. Vienen
todavía otros dos detrás.
t3 Tocó el sexto ángel su trompeta.
Entonces oí una voz que salía de las
cuatro esquinas del altar de oro. que
está delante de Dios. ra
Decía Ia voz al
ángel de Ia sexta trompeta: *Suelta a
los cuatro ángeles inmovilizados a ori-
llas del gran río Eufrates.»
: 15
Y fueron soltados los cuatro án-
geles que esperaban la hora, el día,
el mes y el año para exterminar a la
teicera parte de la humanidad;' '6 EI
número de los soldados de a caballo
era de doscientos millones; es el nú-
mero que oí. '7 Así vi a los caballos y
a los que los montaban: tenían cora-
zas coior fu'ego, jacinto y azufre; las
cabezas de los caballos son como
cabezas de leones y de sus bocas sa-
Ie fuego, humo y azufre.. '8 La tercera
parte de Ia humanidad fue extermi-
nada por gslas tres plagas: fuego,
humo y azufre, que salían,de la bóca
de los Caballos. '? Es temible la boca
de los caballos, pero también Io son
las colas. Pues las colas son como
serpientes y terminan en cabezas con
20 Pero los sobrevivientes; los' que
no fueron externina,doq,, pot. egtas
plagas,:'r1oi fenunciaron, a sus prácti-
cas: continuaron adorando a los,dei
monios, con esos ,ídolos'de oro, pla-
. 8.1 Cuando: el Cord'ero abríó el séptímo
sello. Estamos al'fin.del Antiguo Testamento y
"l.;ilencio que se produce anuncia la venida de Dios.
Pero, de'hecho, sólo acontece el fin de Jerusalén,
y el final de la historia'es aplazado. Con las siete
lrornoetas empieza una nuea serie de plaqas. No
sabemos exaáamente Io que se oculta dárás de
esos símbolos. Pero seguramente se refieren' a
acontecimientos ya conotidos por los lectores de
En los capítulos que siguen se multiplican.las
intervenciones de lo§ ángé-les. Hemos dicho én la
introducción que las intervenciones de los ánge-
ies. son parte de Ias imágenes empleadas en la :li;
ieratura apocalíptica: estamos aquí ante un mun-
dode.imágenes. '' . :
Pero dábemos también decir que Juan'com-
parte una idea que aparece en Ia Biblia y fuera de
esta: oue Ia creación de Dios es mucho más am-
pha dd lo'que podeqos ver. y comprobar. No so-'
lo porque se' extiende rnás allá de nuestrgs ¡ojos .
sinb porque es'el escenario de una tragediá' cuybs
actores no son solamente los hornbreS. Los,espij'
i''itus servidores de Dios intervienen en los'ácontei
*:imientos de la historia e incluso en- nuestras rela-
ciones con Dios (Ap' 8,3). Recordemos' el
rdproche de Lucas"a los materialistas saduceos:
uNo creen en los ángeles ni en la resurrección de
los muertos, (He 23.8):
c $. Estos párrafos pretenden mostrar el cas-
tiqo del puebjo judío que no recibió a Cristg;
usin fiquias sa.aias de'las plaqas de Eqipto, de
Ez 38-39 y de otros escritoi pópulares.-Con las
cuatro primeras trompetas el castigo-toma cuer-
po en lás mismas fuerzas de la naturaleza, que se
iruelven contra los culpables. L-a tercera hace ca-
er del cielo a la tierrá las fuerzas maléficas del
demonio. La quinta se refiere, a lo mejgr,- a inva-
siones exiranjeras; tal vez a la guerra de los par-
tos:
Este capítulo es uno de los que atraen más la
curiosidud y que han dado a la palabra «apoca-
lipsis, el seitiáo que muchos le átribu!€n-: iodas
lás calamidades a.nivel mundial. Yá nós degía la
Sabiduría (Sab 5,20-23) que la naturaleza. se
vuelve en contra de los peádores. [a ecología
ha comenzado a descubrir, aunque-un poco tar-.
de,- que nuestros pecados contra la creación nos
coñducen a la muerte, y noticias nos llegan- de
que centenas .de millones de personas ya üven
dste apocalipsis. No es por azár que Dios creó el'
mqndó y tampoco'es
-pot
azaÍ que la raza de
Adán pueda desapareseÍ de é1. :
Lo mismo que en el Er¡anqelio'el fin de Jenrsa-
lén era una fgura del fin dél mundo. aquí -tam-
bién Ia sexto lrompeta anuncia que el castigo se
extiende a todos los demás pueblos.
rán; querrán'rnorir,'peio la muerté'
F.+:-É
APOCALIPSIS 9
arrepintieron de sus crímenes, ni de
sus brujerías, ni de su inmoralidad
sexual, ni de sus robos.
Se ha cumplido lo anunciado
por los profetas
[i6l' ' Vi después a otro ángel for-
lr vl midable que bajaba del cielo
envuelto en una nube; el arco iris ro-
deaba su cab eza, su cara era como el
sol y sus piemas como columnas de
fuego. ' En la mano tenía un librito
abierto. Colocó el pie derecho sobre
el mar y el izquierdo sobre Ia tierra 3 y
gritó su anuncio con voz tremenda,
parecida al rugido del león; al mo-
mento los siete truenos entregaron su
propio mensaje.
o
Yo me preparaba a escribir lo que
habían dicho los siete truenos, cuan-
do una voz desde el cielo rne dijo:
nGuarda en secreto las palábras de
Ios siete truenos, no escribas nada.,
5 Entonces el ángel que había visto
de pie sobre el mar y la tierra levantó
su mano derecha al cielo 9 y juró por
el que vive por los siglos de los'si-
glos, el que creó el cielo, Ia tierra, el
mar y cuanto hay en ellos: *Ya no
habrá más dernora; 7 apenas se oiga
el sonido de Ia trompeta del séptimo
ángel, se habrá cumplido el plan
misterioso de Dios, tal como]o había
hecho anunciar por medio de sus
siervos los profetaS.»
512
t La voz que me había hablado des-
de el cielo se dirigió de nuevo a mí y
me dijo: *Acércate al ángel que está de
pie sobre el mar y la tierra, ytoma el Ii-
brito que tiene abierto en Ia mano.»
e
Me acerqué al ángel y le dije que
me diera el librito. Me respondió:
uToma, cómetelo; en tu boca será
dulce como la miel, pero te producirá
acidez en el estómdgo.»
Io Tomé el librito de Ia mano del
ángel y me lo comí;' en la boca era
dulce como la miel, pero cuañdo ter-
miné de cornerlo se me volvió amar-
go en el estómago. I I Entonces me
dijeron: nTienes que profetizar de
nuevo amenazando a muchos pue-
blos, nacion€s, lenguas y reinos.»
Los dos testigos
--
'
R
fiTl o I I)espués me entregaron
I r r I una vara de medir, diciéndo-
rne: nVete, mide el Templo de Dios y
el altar, y haz el censo de los que vie.-
nen a adorar. 2 No midas el patio ex-
terior ni lo tomes en cuenta, pues ha
sido entregado a los paganos, quie-
nes pisote arán la Ciudad Santa du-
rante cuarenta y dos meses.
,3 Yo enyiaré a mis dos testigos
vestidos con rgpa de p$nitencja para
que proclamen mi palabra durante
mil doscientos sesenta días. o Estos
son los dos olivos y las dos lámparas
que están ante el Dueño de Ia tierra.
I Ahora sus cadáveres están tendi-
dos en la plaza de Ia Gran Ciudad,
que los creyentes llaman Sodoma o
Egipto, eo Ia que también su Señor
fue crucificadó.-e Y durante tres días y
medio,_gente de todos los pueblo§,
razas, Ienguas y naciones contem-
plan sus cadáüeres, pues no está
permitido sepultarlos. '0 Los habitan-
tes de la tierra se alegran y se felici-
Ian por ello, y se intelcambian rega-
los, porque éstos dos profetas eran
para ellos un tormento. '
" Pero pgsados,-los tres días y me-
4i9, un espíritu de vida. procedeñte de
Dios entró en ellos y sé pusieron de
pie,- Io que provocó gran espanto en-
tre los que miraban.-'2 Entonces una
voz poderosa les qritó desde el cielo:
nSuban., ! subiero=n al cielo en medio
de la nube a ia vista de sus enemigos.
'3 En ese momento se produjo un iio-
lento terremoto y se demlmUO la déci-
ma partg de la ciudad, pereciendo en
el cataclismo siete mil irersonas; Los
APOCALIPSIS 1 1
supervivientes se llenaron de espanto
y reconocieron al Dios del cielo.14
El segundo ¡ay! ya pasó. EI ter-
cero está para llegar en seguida.
o 15
Tocó el séptimo ángel su
trompeta; entonces resonaron gran-
des voces en el cielo: *Ahoia el
mundo ha pasado a ser reino d;
nuestro Dios y de su Cristo. Sí, rei-
na,1á, por lgr liglos de los sig'loS.,16
Los veinticuatro Ancianof que
estaban sentados en sus tronos áe-
Iante de Dios.se postraron para ado-
rar a Dios, " diciendo:
Te damos gracias,
Señor Dios, Todopoderosa,
el que eres A que eras,
poryue has empezado a reínar,
uali.éndote. de t'u poder inuenciAU.
'8 Las nacones se habían
enfurecido,
per? tu enojo las sorprendió:
ha l,legado-el momehto de juzgar a
Ios m uertos,
de premíar a tus sieruo.s los
profetas,
a tus santos A a cuantos honran
tu Norn bre,
Aa .sean grandes o pequeños,
A d? destruír a los que destruAen
Ia tierra.
re Entonces se abrió el Santuario
de Dios en el Cielo y pudo verse el
arca de la Alianza ds Dios, dentro del
Santuario. Se produjeron relámpa-
g9:,Íuqor y truenosi un terremoü y
una fuerte granizada.
513
5 Si alguien intenta hacerles mal, sal-
drá de su boca fuego y devor ará a
sus enemigos; así pe-recérá el que in-
tente ma ltrata rlos., 6 Tienen poder
par? cerrar el cielo y que no caiga
lluvia mientras dure §u misión profé-
tica; tienen también poder para con-
vertir las aguas en sangre y castigar
la tierra cón toda claEe de plag.as
siernpre que quieran. , Cuanbo Éa-
yan concluido su testimonio, la bes-
tia que sube del abismo les hará la
guerra, los vencerá y los matará.
. lO.1 Otra vez se esoeraba 'con ta séptima
trompeta el fin de todo. Sin embargo, ant'es de
que resuene', de.repente, los siete tmenos procla-
man una palabra misteriosa para los humanos y
se anuncia: se ha cumplido el plan misterioso
de.Díos, tal como lo había hecho esperar (7l,.
La palabra que se debe sellar, o sea, guardar
secreta (4) muy posiblemente es la noticia de que
el Verbo de Dios se hizo hombre. En cuanto al l¡-
brito, contiene acontecimientos nuevos que
acompañarán a la propagación del'Evangelio. Es:
to significa que la venida de Cristo no há puesto
fin a la historia. ni ha traido el paraíso a la üerra.
ya encontramos enEzequiel (2,8-3,1). Es dulce y
amargo: la voz es dulce. pero Ia"tarea e§ dura.
Así eñtendemos que la'historia de lsrael, figurada
por el libro de los.siete sellos (5,1), no era toda la
historia sagrada. sino solamente !u primera par-
te. el.Antiguo Testamento.
, 11.1 Empiezan los tiempos del Evangelio.
Durante los cuárenta años que mediaron entre la
pariida de Cristo y el f¡n de Jerusalén, los testiqos
áe Cristo ller¡aroá el Evangelio por todo el münt
do pagano. Es un tiempo que se caractenzó en
Palestina por continuas crisis, inaugurándose con
ello lo que Pablo.llamó "tiempo de las naciones,.'
Mientras Dios ampara a sus verdaderos adorado-
res (los que son medidos, o sea. apartados), los
paganos romános atropellan' y pisotean más y
más uel patio exterior", eu€ representa a-la mayo-
ría del pueblo de Isiael que no entró en la lglesia.
La piesente página gl'órifica el apostoladó cris-
tiano: sus luchas, sus mártires y su premio.
Los dos testigos personifican a-los apóstoles
cristianos de todos los tiempos. No se olvide que
Jesus enüó a sus discípulos ¿e dos en dos. Tirn
bién los dos testigos son'los dos apóstoles más
célebres. Pedro y Pablo, ambos rnuertos en Io
cíudad grande, Roma, €ñ los años 64-67. Pe.
dtg, .pf1ne¡ responsable de la lglesia,. y Pablo,
apostot cle los paganos.
Este capítulo es tejido con citas y figuras bíbli-
gas, sacadas en especial de los- textos réferentes a
Moisésyüas" ? :
Míl doscíentos sese nta días, o sea, tres años y
me_dio, lo que significa- un:.tiémpo áe prüebás',
Son los dos oliuos, es,det¡r,. son preciosos a los
ojoj de Dios, qr" ,á =;,'áirigíi
sus-pJ";j2á qf.
Tienen el poder de cer.ror el .cielo, como
Elías, o sea, el poder de los milagros.
Cuando hayo conclüido su. misión.l as fuerzas del
mal no los.venceÉn antes de que Dios lo permita.
Pasados los tres díos y medio,(otra vezla cifra
simbólica de las pruebas)-resucitaron. Ya son glo-
rificados por Ia Iglesia que tiene a sus apqstóJes
como intercesores en el cielo. Ya cornparten la
resurrección'de Cristo, V sus enemigos éornpruá-
ban que, al rnatar a los íestigos dJCriit",
"daés,tnryeron su obra-
aQónde
-mueren?
Las imágenes sugieren a la-
vgz Jerusalén y Roma, e indiéan a los"judío, t ;
los¡romáoos:'en esos cuarenta primeré ánór'¿á
Ia lglesia; F!",bun y^S.a¡liago ion .u¿Jó; ñ;
loi Juorgs; H€dro
-v
pabto, por los romanos, sin
.....'
. 15. Con lu fplfa trompeta, se da Ia inaugu-
ración del reino de Dios. se vá. en el cielo el temólo
celestial que reemplaza al templo materiar de:Jel-,rl
salén: .una nueta arca simboliza la nue'sa aliarrza de
Dios con los creyentes d¿ toda;G;,iát¡o.,"r.
F-
APOCALIPSIS 72
EL PORVENIR: I.A
:
La mujer y el dragón
[-I5' ' Apareció en el cielo una
I L L'l señal grandiosa: una mujer,
vestida del sol, con Ia luna bajo sus
pies y una 'corona de doce estrellas
sobre su cabeza. 2 Está embarazada
y grita de dolor, porque le ha llegado
3 Apareció también otra señal: un
enorme dragón rojo con siete cabe-
zas y diez cuernos, y en las cabezas
siete coronas; 4 con su cola barre Ia
tercera parte de las estrellas del cie-
lo, precipitándolas sobre la tierra.
El dragón se detuvo delante de la
mujer que iba a dar a luz para devo-
rar a su hijo en cuanto naciera. 5
Y la
mujer dio a luz un hijo varón, que ha
de gobernar a todas las nacíones con
uara de híerro; pero su hijo fue arre-
batado y llevado ante Dios y su tro-
tro, 6 mientras la mujer huyó al de-
sierto, donde tiene un lugar que Dios
Ie ha preparado. AIIí la ,alimentarán
durante mil doscientos sesenta días.
o 7
Entonces se desató una batalla
en el cielo: Miguel y sus ángeles
571
IGLESIA Y EL MUNDO
combatieron contra el dragón. Lu-
charon el dragón y sus ángeles, t
Pe-
ro no pudieron vencer, y ya no hubo
Iugar para ellos eFI €l cielo. e El dra-
gón grande, la antigua serpie_nte, co-
ñocida como el Demonio o Satanás,
fue expulsado; el seductor del mundo
entero fue arrojado a la tierra y sus
ángeles con é1.
ro Oí entonces una fuerte voz en el
cielo que decía:
Por fin ha llegado la saluacíón,
el poder A el.reinado cie nuestro
Dios,
A ta soberanía de su Ungído.
Pues echaron al acus ador de
nuestros hermanos,
el que los acusaba día y noche
ante nuestro Dios.
" Ellos lo uencíeron con Ia sangre
del Cordero,
con su palabra U con su
testímonto,
pues hablaron sín tener mí.edo a
la muerte.
'z Por eso, alégrense, cielos
g los que habitan en ¿llos
515
Pero ¡aA de la tíerra g del mar!,
porque el Díablo ha bqado donde
ustedes
g grande es su furor,
al saber que Ie qued,a poco
tiempo.
o 13
Cuando el dragón vio que ha-
bía sido ar¡gjado a lalierra, se puso a
perseguir a la mujer que había dado a
luz al varón. t4 Pero se le dieron a Ia
mujer las dos alas del águila grande
para que volara al desierto, a su lu-
g?r; allí será .mantenida lejos del dra-
gón por un üempo, doq tiempos y Ia
mitad de un tiempo. 15
Entonces Ia
serpiente vomitó de su boca como un
río de agua detrás de Ia mujer para
que la arrastrara, 'u pero Ia tierra vino
APOCALIPSIS 13
en ayuda de Ia mujer. Abrió Ia tierra
su boca y se tragó el río que el dra-
gón había vomitado.
t7 Entonces el dragón se enfureció
contra Ia mujer y sé fue a hacer la
gu.erra al resto de sus hijos, €s decir,
a los que observan los mandamien-
tos de Dios y guardan las declaracio-
nes de Jesús. '8 Y se quedó a orillas
del mar.
ral frlcr¡ ñr^fola :
La bestia y el falso profeta
-^
i F
¡íE] ' I Entonces vi una bestia que
lr Jl sube del mar; tiene siete ca-
bezas y diez cuernos, con diez coro-
nas en los cuemos, y en las cabezas
un título que ofende a Dios.
' La bestia que vi se parecía a un
Ieopardo, aunque sus patas eran co-
'-l
.i::x
t-
. 12. Aquí empiaa Ia segunda parte de Ia ü-
sión de Juan. La Iglesia ha satido del marco judio
y se amplía el horizonte. [-a lglesia r¡a al encuen-
Íro de lás naciones,'luchando-contra el poder del
Demonio. Empieza una serie de siete signos o ü-
siones en el cielo: Las dos primeras nos presen-
tan a los protagonistas de la historia sagrada, a la
Mujer y al Draéón, el Pueblo de Dios y el Demo-
nio.
A,pareció una mujei. Aparecá róáeada de glci-
ria, pero sufriendo los dolores del parto. Es Ia hu-
manidad a la que Digr ll.ev.a a la gloria, pero toda
nüestra historia es la
'dolorosa preparación'de
nuestrb saluación.'Da a luz a un-niñci,.que es el
propio Cristo.
La mujer es la humanidad que coopera en los
planes dé Dios; también es lvlária, quá da-a lt¡z,o
Jesús; también es la Iglesia que huye al desierto,.
es decir. oue vive rátirada'espirítualmente dei
mundo y a'limgntada por Ia palabra de .Dios du-
rante ei tiempo' de lás persácuciones: hil dqs-
cientos sesenta díqs, o:¡s€á, tres años y.rnglig
[-a serpiente es la misma del primer pecado,
solamente que anda.m?jor vestida..[ás siete: ca-
bezas indicah la'multipliéidad dé'sus inventosj los
diez cuemos (cifm imierfecta) afirman que su po-
der no es invencible. Conoció una derrota en el
cielo, aunque haya logrado arrastar.e! sg caida a
cierto número dé ángéles: un tercio de las estre'
IIos. Ver en 8,10.
Eri cuanto al niño uarón, Satanás'se prepara:'
ba a destruirlo en la cruz, pero a[ resucitar escapa
. 7. flplan de Dios sobre el mun,Co ac¿ba de
ser revetado, el Hiio de Dios debe hacerse hom-
bre v resucitar coáo salr¡ador de todos los hom-
bres. F-ste misterio provoca una doble crisis: en el
rnuhdo de los espiritus y en la humanidad.
Los judíos imaginaban a los ángeles como los
represéntantes dá hs varias coler{ividades .y na:
ciónes;'= entre ellos. Mtguel ere'.el encargado del
oueblo de Dios. Asimisrno el Demonlo'es reqr*
ierÍtadc como el jefe de'un eijército de ángeleé re-
beldes, las ésf rellas caídos del cíelo ,
Loslcapítulos que siguen descubrirán la actua-
ción del üemonio en lá .historia- Usa disfraces y
se r¡ale de muchos sustitutos. Ferg lo recon océ-
Én quienes estén dispuestos a sufrir por Ia ver-
dad:
'lo ha¡i uencido por Io sang re dél Cordero
y poi'lo 'ua.lentía con q.ue lo proclamaron
(12,11).
. 12.i3 El pecado y Ia rebeldía contra Dios
empe?aron eR'el mundo de los espírifus. Recha-
zado de este sector-, el Demonio ataca.a los que
obseruan los mandamíentos de Dios, empezan-
do por los mejores y los más destacadoi en la
§lesia. Se nos anuncia unos tiempos "después de
Cristo, que nunca serán de paz.
. 13.1 El demonio trata de detener la üctoria
de Cristo y de convencer a los hornbres de que,
en la prácüca, DO es Cristo el dueño del mundo
en que üümos. Si desean üür; tienen que entre-
gar su libertad_y su conciencia a otro señor, y ése
. Los cristianoq de la primera generación vivían
en-el imperio romano, eu€, desflués de dos siglos
de conqüstas y de acción órgariizadora, había" lo-
grado reunir a pueblos numerosos. La gente se
ñraraüllaba de lá upaz romana, v'de la ñrosoeri-
dad oue de ella resultaba;.Descoirocían él Deliqro
de una sociedad totalitaria: cuando Juan eicriüa,
el emperador Domiciano acababa de iniponer a
todos sus súMitós'la obligación de honrarlo co-
mo a un dios.
En esta situación, los crisüanos tenían que hacer
una elección tremenda. Al confesar á Cristo, Se-
ñor de la üda, enfrentaban persecuciones. Juan
señala el deber: p€rrnanecer fiel a Cristo y negarse
a dar culto al Cásar. Un puñado de cristianos en-
frentará victoriosamente'el eitado totalitario: la
Iglesia. venceiá por Ia sangré de los mártires.
Es lo que expresa la presente visión; 'las dos
bestias répresentan los dos pod eres que unen sus
fuerzas af servicio del monstruo, o. iea, del De-
La bestía que.ui se parecía a un leopardo (2ll.
Esta representa el poder perseguidor, el del
'im-
perio romano,'con. imágenes sacadas de Daniel
7 ,3-7. Viene del mar, o'sea, del Occidente. de
Roma. L-a ütalidad y la fuerzá del imperig de Ro-
rna son como una'taricatura de Ia iesurrección.
Otra bestio... tenía dos cuernos de cordero
(1 1)- Fstlsale del continente, es decir, del Este,
de Asia. Figura las religiones que competían en-
tonces con el cristianisrno. Estas pretendían dar
una sah¡ación celestial, pero no cbndenaban Ios
pecados ciel mundo romano.- Hablaba como un drogón Esas religiones
asiáticas eran utilizadas poi e[ poder, como mu-
chos grupos religiosos hoy en
'día.
Es un treChi
que las agencias de presión politica y de. desinfor-
mación de ciertos paises ricos gastan mucho en
el area religiosa, y es muy ha6itualmente paij
paralizar a la lglesia.
Los persuade a que hagan una estatua en
honor de la bestía (14). Fiabía todo un moü-
miento religioso detrás de la divinización de Ro-
mq y el culto al emperqdgr. El culto de Ia perso.
nalidad no era propio del imperio romano, pues
tiene raíces prolunáas en nosoiros. Hov toaáriá-
en los paises dominados, muchos que-enfatizan
las condenaciones de la Biblia contia los idolos,
se hacen servidores de nuevos ,,señores,, que to-
man el mismo lugar de Dios. Y se les pide que
prediquen al pueblo en nombre de Ia Biblia, que
deben abstenerse de juzgar Ia injusticia y Ia üo-
Iencia imperantes.
Una db las tácticas del demonio consiste en
unir el poder fue-rte con una ideología que los
cristianog no puede aceptar. EI creyenle, aiosado
por los dirigent€s y, a Ia vez, por uha opinión pú-
blica orientada por las técnicás modemás de pro-
paganda, tiene que enfrentarse con una persecu-
ción abierta s- disfrazada. Las dificultad,es
económicas 'dan al. poder.nueroi *e¿ioi ¿e-ñiá-
sión, porque .puedé condenar a quién quieie a
perdgr p.an y trabajo: no puedg yo comprar s
uender, conseguir trabajo o estudiar (17). .
Seisci entos sesen ta y seis: en los :libros
de
aquel tiempo era artifició corriente dar un valoi
numérico a cada letra del alfabeto v se loqraba
así'la "cifra, de tal o cual personaje. l-a cilra dá
seiscieirtos sesenta y seis sé puede'loqrar con ,a-
rios onroos de nalibras- tá !oluci6n-r.ta. nrohi-rios grupos de palabras. ta solución mas proba-
ble podria ser: nemperador Nerón,. Y saberno-sble podria ser: nemperador Nerón,. Y sabemos
lG,3-É,,
,
APOCALIPSIS 13 516 577
mo las de un oso v su boca como dq ren a la primera bestia, cuya herida del t¡ono y. delante de los cuatro Vi-
ij" lLá.ÉLA;;H Üentregé., po- *ortul.tia siáo curadá. 'j Realiza vientes y de los Ancianos. Y nadie
der v su trono. c"on un imoer-io inm'en- qráñáis piodiqios, incluso hace des- podia aprender aquel canto, a excep-
;;: J ü; j;;;;"ñ;;Iil*¿i; ñ;- Eenaei-rúego iel iielo a ta tierra en ción de los ciento cuarenta y qualro
i¡¿a ai
".rüén";p..-ilú;;-ñ;tál ñiásenciá ¿1-toaa ta gente. mil qus han sido ¡escatados de la tie-
sé le curO. gniáá."J tóáa lát¡erra se ' ,o
Por medio de estós prodigios que rra. a Estos son -los que no s€ Irlzltl:
-"*r-¡nb,'iú;ié;¡;;-h ñrli;.'; $ le ná si¿o ióncáaiao obiar al-servitio charon.con m.ulel_e,sj_:o_1rjlg"l9:.
áoltiurori áñü ái:árág'ón-qr;l.,uuíá áe iá uáit¡á, engana a los r,au¡tuntei Estos siguen al.Cordero adondequie-
ántrágaáó ái póJário iÍa utitia y se áá tá tiena y loí persrade'a.que ha- ra.q'ue vaya; estos son como lgs p1i-
póitráion tárñui¿ñ ánielo uésiiá ai- A; d; ¿;átrá1i,iónói aá lá bestia micias, pues han sido Lescatados de
ciendo: *¿euién r,av it--ó ñuéiuál ñ;,¡;$;¿= ai iei ñáriaa poq tq es- entre los hombres para Dios y el cor-
¿ffiá ü*d;'¿;pJíiiár,-éiáa,, ;;¿;,;;-r,áuia-.áárpériáo1r; §Jie dero..' En su.boca no se éncontró
5
Se le concedió hablar en un tono "oñáá¿ié
áár vida a'la ástatua de lá mentira: son intachables'
altañáro qrá aüáfiáUá á óio!, / ie bestia, hasta el Punto de hacerla ha-
te concedió ejercer ru póaér aúránt. bl;i:qñi.r"iqá e*te.miáu?ti1;d;t ' 6
Luego vi a otro ángel que vola-
cuarenta y dos mese:.8"fi=;ü"ñ;:: lorqi¡"'ñói;;á;r;;;; :---- ,.-
ba por lo alto del cielo, travendo la
su boca para insultar a Dios; insultar 16'Hacg, pues, que todos, g..randes buena nueva definitiva' la que tenía
su Nombre y su santuario, es decir, V n.eqreáád, ricós'y poU-..t,Tibr;.t que anunciar a los habitantes de Ia
a los que habitan en el cielo. ' Se Ie es[láiás, t" pongaá üna maica en lá lierra' a toda nación' raza' lengua y
concedió hacer la guerra a los san- rnu-no a1t..ñá din.iifr;i¿; it y; pueblo' ?
Gritaba con fuerza: 'Rindañ
tos y vencerlos; se le concedió auto- nua¡ [oáá .ó*prrr. o ven¿ei si ñó a Dios gloria y honor' porque ha lle-
ridad sobre toda raza, pueblo, len- "rtá-.áu.cado
cdn el nomUre ae iá gado la hora de su juicio: Adoren al
gua y nación. b"ii.ü';';;;1"-Iii.J aá§;;;Ér;. que hizo el cielo, la tierra, el mar v
s y la van a adorar todos los habi- ¡v..d.qr1é""9 sabio! r&El g[e se.a los manantiales de agua'l
tantes.áe r. ti"ñilió¿ái-Ji,"riol'-ü. ¡"tiff::"ii**jti"s [iijlt* ,., L:;¿q:1fr::f,Íi"'ü,:,i,¿:Ír:;s::
yos noqrp¡e¡ 1o estgn ¡nscritos desde Lt,o|tlil;,?i':"t¿tÁAde
un s€t Irurno: tituta que servía su vrno capcroso a
íacreación det munáoü-;ilb;"-¿ái; no, y su cifra es 666' todas lás naciones y las emborracha-
vida del Cordero degollado.
e El que tenn"
"'aiÍi""ra
oír, que Los 144'000 en el monte sión o"'[:ij:.ffi::i3:'B:L',,tll,:::il;:
oiga: 'o-.El qué está déstinado a la fñ' ' Tuve otra visión: el Corde- mando con voz luerie, -Si'ákiuno'aáó-
cárcel, -a la cárcel irá; el que está lr¡*,[ ro estaba de pie .sobre el ra a la bestia y a su imageriy se deja
destinado a morir.a espada, á espada monte Sión . y lo rodéaban ciento -aicár lá fr¿ñte o lu: -a'no,
':'En¿iá
morirá., Esta es la hora-de Ia persej cuarenta y cuatro mil personas que
veranciaydelafeparalos.santos.llevabanéscfitoenlafrenteelnom-
,
rr, vi.tueso otra. bástia que surgjg Br_",-*1,9?Id-:fp,I 9..lgl!l: 1"^ * *k,jÍÍ;1rg*:.:s#l,i,r.¡,,*'g:g:.0:l,Ilae la i¡Lriá V GñA- a,ii.l,einoj?é Padre.-2 Un ruidó retumbaba en el perio romano firmes?n su fe- Ellos son los primi
cordero, pero habrabá io-o--úii ará: .¡Ji, n9i..iao--9l.;iñ;;Aótdál; ;¿il;,:i"?J::Jtfflñ¿,!.fÍ:ff,:J#B:
qón. 12
Elta sequnda bestia está al olas o al fragor del.trueno: era como de los siglo-s iiosteriotel que se ünirán a'ellos.'
§ervicio de la piimera y di§pOne de un coro.de.cantores que se acomPa- Algunos,quetornan,"*:l¡,.,:-i"^h;l^*,,{l:
[oáo g podei !' áüün-aáa]'ÉA ¿r¿ ñan tocando sus arpai. rrian'que seÉn 1¿14'000 lo§ sal'vados'. feng'¿Po'
ta tierra y todos sus:habitantes ailó-. 3
Cantan un.cántico nuevo delante 2Est;:T:1"?i;ídii;fl:H:t*i?rtryÉ:
.posible de contor de todos los demas puéblos? To-
. i . -, r ' ' - &i*áJi*.!ón-si.,.,u"rid:----:---'--"-
APOCAUPSIS 14
que. beber también el vino er¡briagan-
te de Dios, que está preparado, puro,
en Ia copa de su enojo. Será atormen-
tado con fuego y azufre ante los san-
tos ángeles y ante el Cordero.»
I I No hay re poso;' ni de día ni de
noche, para los que adoran a la bes-
tia y a su imagen, ni para qu¡enes se
dejan marcar con Ia marca de su
nombre. EI humo de su tormento se
eleva por los siglos de los siglos.
1?
Este es el tiernpo de aguantar
para los santos, páfa todos áquellos
que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús
t3 Entonces -oí una voz que {ecía
desde el cielol «Escribe esto: Felices
desde ahora los muertos que mueren
en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que
descansen de sus fatigas, pues sus
obras los acompañan.,
14
Continuó I; visión. Apareció una
nube blanca y, sentado sobre la nu-
be, úno como HUo de Hombre, que
llevaba una
'corona
de oro en Ia ia-
beza y una hoz afil ada en la rn€tno.
15
Salió del santuario otro ángel cla-
mando con potente voz al que estaba
sentado en la nube: uMete tu hoz y
cosecha,.porque ha llegado el tiempó
de cosechar y Ia cosecha de la tieira
está en su purito., '6 Y el que estaba
:
oue seis siqnifica aloo imoárfebto: él es el que . 14.1 Frenie a las füerzas que reúne Sata-
Éáto AJsárlsiái¿ (qu¿;e;;ás-¿htá la..perfección) y !ás. en el imperio romano,'.estáñ lai.,de Cristo.
nó.lo alcanzó. ' ., ' : "- .: ! ^ bestia tiérie que aprovechar el tieihpo que' le
Sabemos que, en el pasadq, pólemistas antica- fue concedido, pprq!¡eyq Cristo.reina' y se está
tólicbs quisieioá aplicai a la Íüerza esta cifra .al prépaiando el juició qüb pondrá.fin a la perse-
Paoa. Eita aolicáción no tenía náda oue ver.con cución,
"fí"¡tia"
4".[üá? oiár;..'iiii.
"á
éá d'iii.iiád
- -tEl
Cordero: estaba.de pie sobre él'monté Síón.
;áij- ñ";¿i;;;J";;;Üiñ hi
"uuiai
de ese Sión e§ la lqlesia. tanto É de' la tie#a coino la del
ir¿q¿.;üed"
"ñiiáiZiiJiáfrátá
irafqriéia de.srs cielo. C¡sto-esu rein¿iñdo en medio de los mismos
¿;;Ü¿iE;;ú.ji;;;;;táe
"uéi""éiá.'poi
a,as persequiüos. La iepresión, las cadénas v la müerte'
que esas lineas fú¿iari escriiás por él apbstol iro alánzan al tem-plci secreto de cada irersona, allí'
Juan, era solamenté un juego. donde Cristo comuhica sü üdá.
Son- uírgenes; Eii. 7',9 el'pueblo cristiano era
representado ,por mártires; aqui se habla de vír-
genes, y la palabra tiene dos sentidos, lo mlgmo
(ue "adúltero, eh otros lugares: por;una párte,
no se sornetieron al culto de la bbsiia; po; otra,
fueron iiberados.de la tiranía del sexo. ,
. Cantan .un cantico nueuo- Después que Yavé
salvó a'[srael'al mar Rojo, el pueblo entonó el
Cántico de Moisés (Ex 1.5,1). Pero ahora los cre-
yentes y, mártires cantan el'cántico nuevo- para
celebrar su liberación, por Cristo. del odio, de'sú
propia flaqueza y del tehor de la rnuerte.
o 6. L-a evangelización prepara a plazo la caí-
da.de la ciudad y sus ídoloi (8), la c-uál es presen-
tada cbmo un men saje de felicídad deitntttuo
(6). Pero; en lo preseáte, la represión sá á"rai;
contra los testigos de Jesús (9).
EI imperio persequidor es llamado Bobilonio.
gü", en
-lá.Biblia.
éiun nombre sirnbólico,del. po-
der enemigo de Dios. Su ruina mostrara como
Dios juzga las estructuras injustas.
Cuándo se producen criéis mayores y las más
atroces guerras. muchos dicen: ues el fin.del rrluD:
do".- Así, c!-rando'trescientos años después de Jtnn .
se dem,rmbó ql jmp.erio romano, rnuchos Frensa:'
ron que era el fin de.la ciülización.- Pero, ton,el
tiempo se üo que s9 gQría un. campo rnás amplio
pa¡a la predicación del Er¡angelio.. . ' r ,. . ,
' S¡ alguno adoig a la b¿ftio...' (9i. Aquí se re-
calcan Ias palpbras rnás fuedes del Evanqelio so-
b¡.e el debér 4" ploclamar su fe (Mt 10;28.33).
Felices des;de-.áhoro los rnuertos que
'mueren
en el.Se^Ror. Juan ve a los mártires y'¿e-as tái-
gos de.Cristo: ya gozan de;la paz. Réspectó d¿-A
ta retribución prornetida a. los creyentes desde el
momento de §u muerte, ver: Fil 1 ,23 y 2 Cor 5,S.
APOCALIPSIS 14
sentado en la nube lanzó su hoz a la
tierra, y Ia tierra fue segada.
t7 Entonces un ángel, que también
llevaba una hoz afilada, salió del san-
tuario celeste. rB Otro ángel, el que
está encargado del fuego, salió del
altar y gritó al que llevaba la hoz afi-
lada: nMete tu hoz afilada y cosecha
los racimos de la viña de la tierra,
porque ya están bien maduros.»
rs Entonces el ángel rnetió Ia hoz e
hizo la .vendimia, echando todos los
racimos de uva en el gran lagar de la
cólera de Dios. 'o Lás uvai fueron
exprimidas fuera de la ciudad, y del
lagar brotó tanta sangre que llegó
hasta la altura de los frenos. de los
cabqllos, en una extensión-de mil
seiscientos estadios.
' Vi luego en el cielo otra se-
I r "' l ñal grande y maravillosa: sie-
te ángeles que llevaban siete plagas,
Ias últimas, porque con ellas se con-
suma Ia cólera de Dios. 2 Vi también
corno un mar de cristal destellante, y
a los vencedores de la bestia, de su
imagen y de la cifra de su_nombre,
que se colocaban sobre el mar de
cristal, llevando las arpas celestiales
en sus manos.:3 Estos cantan el cánti-
co de Moisés, servidor de Dios, y el
cántico del Cordero:
Grandes A marauillosas son tus
obras,-
Señor Dios, Todopoderoso.
518
Justic ia A uerdad guían tus pasos,
oh Reg de las naciones.
' ¿Qui én no dará honor g gloria a'
tu Nornbre, oh Señoñ"
Tú solo eres santo,
g todas /as nací.on6 uendrán
A se postrarán ante tí,
porque tus fallos se han dado a
conocer.
Las siete copas
5 Después se abrió el Santuario
de la Tienda del Testimonio 6 y salie-
ron del Santuario los siete ángeles
portadores de las siete plagas, vesti-
dos de lino puro resplancieciente y
ceñido su pecho con cinturones de
oro. ' Uno de los cuatro Vivientes en-
treqó a los siete ángeles siete copas
de-'óro llenas del fuior de Dios, que
vive por siglos sin fin. 8 Entonces el
Santuario se llenó de humo por estar
allí la gloria de Dios y su poder, de
modo que nadie podía entrar en él
hasta que se consumaran las siete
plagas de los siete ángeles.
ffil : Y oí una voz potente qug
I r ()l desde el Santuaiio gritabá a
los siete ángeles: «Vayan y derramen
sobre la tierla las siete coPas del fu-
ror de Dios.,
2 Salió el primero, vació su copa
sobre la tierra y se produjeron úlce-
ras malignas- y d.olorosas én las.per-
sonas que llevaban la marca de la
besti a y se postraban ante su ima-
gén. 3
El segundo ángel vació su co-
519
pa sobre el mar, y hubo sangre como
de desangrado, y todo lo que vive en
el mar pereció.
o EI tercer ángel vació su copa so-
bre los ríos y sobre los manantiales
de agua, qué se convirtieron en san-
gre. 5 Y oí al ángel de las aguas que
decía: *Tú, el que eras y eres, €l San-
to, eres justo al castigarlos de este
modo, t pues ellos derrarnaron Ia
sangre dd los santos y de los profe-
Lu.s,
y tú. les hqr {ado a beber sanslre.
Bien se Io meiecían.,
7 Entonces oí otÍo grito que venía
del altar: uSí, Señor y.Dios,-Todopo-
deroso, tus juicios son verdaderos y
justos.,
8 El cuarto ángel derramó su ccipa
sobre el sol, y su calor comenzó a
quemar a lu Lénte.
e Los hombres
fueron abrasados y ernpezaron a in-
sultar a Dios, qlle üene poder sobre
tales plagas, ۖ vez de reconocerle y
darle gloria.
- ro EI quinto ángel vació su copa
sobre el trono de la bestia, y al ins-
tante su reino quedó sumido en tinie-
blas y Ia gqnté s€, mordía la lengua
de dolor. Insultaron al Dios Altísi-
mo a causa de sus dolores y de sus
Ilagas, pero no se arrepintieron ni de-
jaron de hacer el mal.
t2 El sexto ánget deiramó su copa
en el gran río Eunrates,, y.sus aguas se
secaron, dejando un paso libre para
los reyes de oriente. '1 Y vi que de la
boca del dragón, de la bestia y del
falso profeta Éalían tres espírittís in-
mundos que tenían aspecto de ranas.
APOCALIPSIS 17
r4 Estos son espíritus diabólicos que
pueden hacer milagros, y se dirigen a
los reyes del mundo entero para con-
vocarlos para la batalla del gran día
de Dios, el Todopoderoso.
t5 uMiren que vengo como un la-
drón. Feliz el que se mantiene des-
pierto y no se quita la ropa, porque
así no tendrá que andar desnudó y
no se verán sus vergüenzasr.
'6 Los reunieron en el lugar llama-
do en hebreo- Harmaguedón (o sea,
cerros de Meguido).
'' El sépümo ángel vació su copa
en el aire. Entonces salió una voz del
trono que se escüchó fuera. del San-
tuario, y decía: *Está hecho., rB
Se
produjeron relámpagos, retumbar de
truenos y un'violento terremoto.
Nunca hubo terremoto tan violento
como éste desde que hay hombres
sobre la tierra.
re La Cran Ciudad se abrió en tres
partes y las ciudades de las naciones
se desplomaron. Acababan de acor-
darse ante Dios de la Gran Babilonia
y Ie iban a pasar la copa del vino pu-
ro de su ira. '.
2o
Entonces los continentes huye-
ron
'y
las cordilleras desaparecier-on.
2' Enormes granizos como de un
quintal cayeion del cielo sobre la
gente,' y los hombres insultaron a
Dios por la desastrosa granizada,
pues fue una plaga tremenda
Eljuicio de Babilonia
m' ' Entonces vino uno cie los
I r r I siete ángeles de las siete co-
. f 5.5 Aouí ,o,r"-os sobre la caída de Ro--
ffid, lu-cuui
"l
etperada y ionsiderada como un
¡uicio de Dios. t-a! siete cbpqs E¡ezclan imágenes
que proüenen de las plagas de Egipto y de r¿arios'
textos proféticos.
iiri^a-q"áa0", o'sea, el monte Meguido
(16,16), récordaba una derrota. famosa de la
irirlbriá'i"Jiu iá Reyes 23,291, y €s una mane-
ra de anunciar Ia derrota de los que allí se jun-
tan. :.
Lor síe:te copos ilenas de las síete plogos des-
criben con imágenes pintorescas algo qué tal vez
no está muv leiós de nosotros. EI mr,rndo presente
;á ¿;¿¿
"ñ1oí "castigos de Dios,, y per óira par-
te; se ha abusado tanto de esta expresión en si-
glós pasados, que no debemos utiliár la.palabra
sin mucho cuidado. Dios es ambr y a cada uno de
nosotros le enüa solamente Io que será para su
bien.'Pero también el Apocalipsis, siguiendo Ia
tradición de los profetas y de Jesús, -afirrna que
Dios juzga y castigg a lqs ñaciones y a las colecti-
vidades a lo larqo de su historia.
Nuestra genáración también será juzga.da. M.u:
chos se hañ asustado en los primeroi iiérnpos del
Sida. v ninquno se atrevió a hablar de un iuicio
de Diós. Pe-ro sabemos que otras plagas ahora se
avecinan. v el dominio del hombre sobre la natu-
raleza no le imoide a ésta que'tome su rer,¡ancha:
antibioticos y festicidas qui ya.no üenen [uerza
sino que envenenan a los hprybtgs, cong.estion,
paraliiis. inseguridad de las Babeles grandes, sol
y lluvias que desconciertan las previsiones...
. .17 .L Voy a mostrarte el juicío. Dios revela
lo que vale ráalmente la ciudad perseguidora.
próspera y poderosa.- Para tóiiós los que üüan en el imperio, Roma
era la personificación 'del imperio y d"'su culfura.
Al llegar a la capital quedaban deilumbrados por
sus ed¡ficios, sui teatros, sus luces, la animación
de su población incontable. Y no les costaba ve-
nerar a Roma com-o a una divinidad.
La duración del imperio. que. le acarrea la're-
putación de invenciblá y divirio, es puro engaño:
era, no es y poso prónto (8i, a áiferenc-ia de
Dios, que F-s y ha dé venir: -Juq. figura a Roma
como una muier enderñoniada,. L¿ púrpura, color
de los emperádores. y el oro, signo'de su riqueza,
tapan su rmpureza y su crueldad. Es al mismo
tiempo la que'iier¡a a los hornbres a senrir a diü-
nidades falsas. y la que asesina a los mártires.
Juan habla dél futuro cercano'de Roma,'u§an-
do símbolos. algunos de los cuales se inteipretan
sin esfuerzo. Las siete colinas designan sin hinqu-
na duda a, Roma. Los siete reyel sorii una ciTra
sirnbólica de emp€radores.
Los diez cuemos son los reyes lde,fos pueblos
bárbaros aliados de Roma. 'Eétos:saiéhtei serán
Ios instrumentos de Dios para destmirla; Sin e'm-
bargo seguirán como fuer2as hostiles: a la lglesiá.
l-os udncerQ y cen él uencerán los suyol (f +).
El triunfo de Cristo lo comparten con él sus testi-
APOCALIPSIS 17
pas y me dijo: nVen, que te voy a
mostrar e[ juicio de la famosa prosti-
tuta que se sienta al borde de las
grandés aguas; 2
con ella pecaron los
reyes de Ia tierra, y los habitantes de
la tierra se emborracharon con el vi-
no de su idolatría.,
3 El ángiel me llevó en espíritu al
desierto: éra una nueva visión. Había
allí una mujer sentada sobre una bes-
tia de color rojo, que tenía siete ca-
bezas y diez cuernos. Esta bestia es-
taba cubierta de títulos y frases que
ofendían a Dios. o
La mujer vestía ro-
pas de púrpura y escarlata, y res-
plandecía de oro, piedras preciosas y
perlas. Tenía en la mano una copa
de oto llena de cosas repugnantes,
que eran las impurezas y la lujuria de
la tierra entera. 5 En su frente se po-
día leer su nombre, escrito en forha
cifrada: Babilonía la Crande, la rna-
dre de las prostitutas y de los abomí-
nables ídolos del mundo entero. 6 Y
observé que Ia mujer se había em-
briagado con la sangre de los santos
y de los mártires de Jesús.
Esta visión me dejó muy sorpren-
dido; ' pero el ángel me dijo: «¿Por
qué te maravillas? Voy a explicarte el
misterio de esta mujer y de la bestia
que la lleva, la de las siete cabezas y
los diez cuernos. I La bestia que has
visto era, pero ya no es. Sube del
abismo, pero camina hacia su perdi-
ción. Los habitantes de la tierra, cuyo
nombre no fue escrito en el libro de
la vida desde la creación del mundo,
se asombrarán al descubrir que la
bestia era, pero ya Ro es y pasa
pronto.
e A ver si ustedes lo adivinan. . Las
siete cabezas son siete colinas sobre
las que la mujer está asentada. l: Y
son también siete reyes, de los cua-
520
Ies cinco han caído ya, uno está en el
poder y el otro no ha llegado aún, y
cuando llegue, habrá de durar poco
tiempo. I I La bestia que era y ya no
es, hace el octavo, pero es uqo de
Ios siete, y camina hacia su destruc-
ción. '2 Los diez cuemos son diez re-
ye.s que todavía no han recibido el
reino, pero tendrán poder por una
hora junto a la bestia. '3 Persiguen to-
dos una sola meta, y pondrán su au-
toridad y sus fuerzas al,servicio de la
bestia. 'o Harán Ia guerra al Cordero,
pero el Cordero los vencerá, porque
es Señor de señores y Rey de reyes,
y con él vencerán los sui'os, los lla-
mados y elegidos y que se mantie-
nen fieles.,
t5 EI ángel prosiguió: *Las aguas
que has visto, a cuyo borde está sen-
tada la prostituta, representan Pue-
blos, multitudes y naciones de todos
los idiomas. 16
Los diez cuernos y la
misma bestia planearán maldades
contra la prosütuta, la am-¡inarán y la
dejarán desnuda, comerán sus cames
y ia consumirán por el fuego. t7 Por-
que Dios se vale de ellos para ejecu;
tar su plan, y les ha inspirado la mis-
ma intención de poner sus fuerzas"al
servicio de la'bestia hasta que se
cumplan las palabras de Dios. rB
Esa
mujer que has visto es la Gran Ciu-
dad, la que reina sobre los reyes del
mundo entero.»
E' a.r ?i.'rBT :,tr f.ü:, t,o.Ui
grande su poder, que toda la tierra
quedó iluminada por su resplandor.
2 Gritó con Yoz potente:
r,¡Cayó, cayó la Gran Babilonia!
Se ha convertido en guarida de
demonios,
521
en refugio de espíritus inmundos,
en nido de aves impuras
y asquerosas;
' porque con el vino de su
prostitución
se han emborrachado todas las
naciones;
los reyes de Ia tierra pecaron con
ellá,
y los comerciantes del mundo se- hicieron ricos con ella,
pues era buena para gastar.,
otra voz que venía del cielo y
APOCALIPSIS 18
-Aléjate de ella, pueblo mío,
no sea que te hagas cómplice de
su maldad
y tengas que compartir sus'castigos;
'porque sus pecados se han
apilado hasta el cielo
y Dios se ha acordado de sus
rnaldades.
6
Devuélvanle según ella ha dado,
páguenle el doble de lo que ha
hecho,
viértanle doble medida de Io que
ella daba de beber.
ooí
decía:
. 18.1 ¡Cayó, cayó Bab¡lonia la grande, Es-
te había sido el §rito de los profetas que saluda-
ban la caída de .la ciudad opresora (ver Jer 50 y
51). Jesús decía, al profátizár la caída de Jerusa-
len:' "Enderécense..., (Lc 21,28).
¡Pueblo mío, aléjate de ella! (4) Vivan en el
mundo sin ser del mundo; hagan todo lo posi-
ble por convertir esta sociedad, sus
'aspiracio-
nes y su cultura, perci no. vendan su alma. Y
cuando Dios venga a juzgar'estas estructuras
anquilosadas, .estén listos para dejarlo todo )
para volver al desierto,.a la pobreza, antes que
acostarse éntre los rnuertos de la historia (véase
Fil 3,20). :
¡.HAY QUE BUSCAR UNA BABILONIA
GRA¡VOE EN EL MUNDO ACTUAL?
Para Juan la bestia era figura del imperio ro-
rrláno; veía en ella un instnrmento del demonio, y
profettzó su caída: ¡y pensar que, durante siglo§,
él Occidente cristiano soñó con el esplendor de
Roma!
EI nomb,re de Roma resumía todo .el-empuje de
su imperio. Muchos pueblos habían sido conquis-
tados' e inteqrados baio el dominio de un póder
fue¡te contrólado por r-r¡ orden legal y moráI. t-a
«r,az romana, Dermiüó la extensión de una cultu-
rá de la que 'sórnos los herederos, pero también
el afluio á Roma de las riquezas del mundo en-
gendrába la cornrpción. Todos aquellos que no
áceptaban la paz 'y tu moral que la nació'n más
desárrollada quería imponerles. eran destruidos
con la mayor crueldad. Y el Apocalipsis ve en
Roma la ciúdad maldita.
Al hacer del enfrentamiento de la Iqlesia con el
Irnperio la trama de estos capítulos, Juan nos in-
vita a pensar que esta lticha es un dato pelrna-
nente de los tiempos cristianos: IrIU€rta Roma,
Babilonia reapa reéerá -
Muchos hán querido identificarla con sus ad-
versarios políticos.'Pero ei demonio no se com-
promete Con ningún campo determinado. Fuera
de Ias Dersecuciones sanqrientas que muchos co-
nocen. la Iglesia hoy eridía sufré otra persecu-
cion que sábe disiríularse, pero que es dirigida
desde
-paises
todopoderosos y que dispone de re'
cursos enolTnes.
ftoy todavía el cristianismo se identifica en
gran parte con el mundo occidental, el que pro-
mueve en el mundo valores cristianos, aun sin
quererlo. Pero también se hace el ápóstol de un
liberalismó estrechamenté ünculado'ton el reina-
do del dinero. Es de los'mismos paises reputados
ncrístianos" de donde salen las influencias inás co-
riuptoras y dañinas para la salud moral de los
prréblos; almismo tiempo su superioridad técnica
les permite despojar sin violencia. aparente a las
otras naciones, mientras les predican principios
económicos y políticos que convienen a sus pro-
I . Por eso podemos pensa,r que la Babilonia del
siqlo XX nó se identifica con un. país renegado y
diáMlico,.sino que está también-allí donde
.las
co-
munidades cristiarias son rnás numerosas,.luchan-
do. y dando su testimonio. Por eso se les dice:
Aléjate de ahí,' pueblo mío, no se deien conta-
minar con los ídolos. En la medida eh {ue la lgle-
sia mire a los hornbres y al mundo con los ojo"s y
con el corazón de los fiobres. no puede esperar
sjno la guerrg de parte del Dueño y de los dueños
de este mundo.
¡DEBEMOS REI.ACTONAR I-AS APARICIO
ÑTS DE IA VIRGEN CON
EL JUICIO QUE SE AYECINA?
Las importantes apariciones de María durante
este último siglo son para muchas pqrqonas una
señal más de'que estámos llegando'ql final: ¿ha-
bÉ oue tornar án cuenta esa rélación?
Eri todos tos rnomentos trágicos de [a historia,
hubo gente que hablaba del fiñ del rnundo- Entre
qente que tenía miedo conian V se transmitían re-
fulacioñes que fomentaban el tá¡ror. Hoy, sin em-
bargo, hay otros que no tocan el tema porque se
asustan o para asustar, sjno porque piensan que
la humanidad está llegando a iu eáad ádulta y q'ue
tál vez los tiempos deT Nuevo Testarnento se ésfan
cumpliendo. l-a, repentina aceleración del desarro-
llo d'e la humanidád es un hecho: en un siqlo se
ha recorrido más camino que. en miles de
-siglos
anteriores. En otro plano,'e[ apretuiamiento"de
lós hombres (ya somos 5.000 millon"i) v la multi-
plicación del material que utilizan han vuelto la vi-
da humana cada vez más compleja y., difícil; se
acerca el momento en que deberemos entrar en
tm mundo totalmente diferente o bien morir. Sin
hablar del hecho de que también cada dia aporta
medios más eficacps para hacer el mal y para so-
meter el mundo a Salanás, Así que cabe prequn-
tarse hacia dónde várrros; a pesai de que ¡'esf¡i ai-
jo que nadie podría predecir la hora.
Ahora bien, al referimos a la Anunciación (Lc
7,26l'hemos hablado de la misión única de María
en el plan de salr¡ación. A ella tanto corno a la
Iqlesiaise aplica el símbolo de la Muier v del Dra-
g-ón del caflitulo 72. Pero el plan de salÚación es-
fá siempre, en peligro: los mayores.obstáculos y
retardoi üenen de la misma Iqlesia.-a rnenudó
tan ciega a las exigencias del Ernngelio cuando
se empeña' en conquistar. el mgndo.' ¿Por quá
existen esas estntcturas tan pesadas, enajenantes,
APOCATIPSIS 18
' Q,ue sufra tantos tormentos y
Penas
como fueron su orgullo y su lujo.
Se dice a sí misrna:
"¡Domino como reina, Do soy
viuda,
nunca conocéré el larnento."
I Por eso, y.en-un solo día,
caerán sobre ella sus plagas:
ryuerte, lamerltos y hambre,
y qued ará conbumida por el
' fuego;
pues poderoso es su juez, que es
: Dios, el Señor.,
e Llorarán y harán. duelq por ella
los reyes de lá tierra qu" Cori ella se
acostaban y lo pasaban bien cuando
vean Ia humareda de su incendio.
'o Se detendrán a distancia. aterrados
ante su'suplicio y exclamarán:
-iA, , ay de Ia gran ciuáad,
de Babilonia, ciudad poderosa,
que en una hora te arrasó el
juiciolr'
,' ., ¿
rr Llorarán y se-lamentarán por ella
los comerciañtes de lá tierra, porque
ya no hay quien compre sus merca-
derÍas: '' sus cargamentos de oro,
plata, pledras p¡eCiosas y perlas; te-
las de lino fino y púrpura, yestidos de
seda y 'escarlata; maderas perfuma-
das, objeto¡,de marfi! V mueblg! muy
,costosos;, bronce, hierro y mármol;
13 especias, pelfum.es;. mirra'e incien-
.so; vino y aceite, harina y trigo, va-
cunos y corderos,-caballos y carrua-
jes,. esclavos y mercadería humana.
522
14
Dirán: nYa no verás más las frutas
que ansiabas. Se acabó para ti el lujo
y esplendor, y jamás volverá11.»
15
Los que traficaban con estas co-
sas y con ella se enriquecídñ, se
rnantendrán a distancia horrorizados
por su castigo. Llorando y tamentán-
dose '6 dirán a gritos:
n¡Ay, dy, de Ia Gran Ciuddd, la que
se vestía de lino, púrpura y escarlata
y resplandecía de oro, pledras pre-
ciosas y perlas! t7
¡En una hora se
acabó tanta riquezal,
Todos los capitanes, navegantes,
marineros y cuantós se ocupan en
Ios trabajos del mar se cietuvieron a
distancia rB y gritaron' aI- conternplar
la humareda de su incendio: *¿Dónde
se ha visto jamás ciudad como ésta?,
re Y echando ,polvo sobre su cabeza,
decían llorando y lamentándose:
.¡Ay, ay de,,la Gran Ciuddd, donde
se hicieron muy ricos, gracias a su
lujo, cuantos tenían naves en el mar!
¡En una hora ha quedado devastada!,
'1 ¡Alégrense'porella, cielos,
y tarnbién.ustedes los santos, los
le hizo pagar. t.
2t Entonces un ángel poderoso-to-
mó una piedra, tdn' enorme como
una pie{ia de mólino, y la arrojó. al
mar, diciendb: *Así, con igual violen-
cia, será arrojada Babilonia, Ia Cran
Ciudad, y no se volverá a'vbr más.
?2Nunca más se oirán en ti
el son de arpas y cítaras,
flautas y trompetas;
523
no trabajarán más en ti
artesang: de,ningún arte;
no se oira más en ti ruido de
rnolino,
ni brillará luz de lámpara;
a no se oirán más en ti
Ios cantos del novio y de la novia.
Porque tus comerciantes eran los
magnates de Ia tierra,
y con tus hechicerías
se extraviaron las naciones.
2o
En esta ciudad fue hallada
sangre de profetas Y santos
y de todos los, que fueron
degollados en la tierra.,
Cantos en el cielo
Irel ' DesPués oí en el cielo algo
I r r I como el canto de un inmenso
gentío, que decía:
¡Aleluya! ¿Quién salva y quién tie-
ne gloriá y poder sino nuestro Dios?
' Sus juicios son verdaderos y justos:
ha condena4o_u la gran prostituta
que corrompía la tierra con su inmo-
rálidad y le ha hecho pagar la sangre
de sus servidores.
3 Y volvieron a clamar: ¡Aleluyal
De ella sube humo Por los siglos de
los siglos.- -4
E"ntonces Ios veinticuatro ancia-
nos y ,los cuatro vivientes se_postra-
ron ádorando a Dios, que está senta-
do en el trono, diciendo: Amén.
Aleluya.
5
Y salió del trono una voz que decía:
*Alaben a nuestro Dios todos sus servi-
APOCALIPSIS 19
dores, todos los.que honran a Dios, pe -
queños y grandes., 6 Y oí el ruido-de
una multitud inmensa como el ruido
del estruendo de las olas, como el fra-
gor de fuertes truenos. Y decían:
Aleluya.
Ahora reína el Señ or Di.os,
el Todopoderoso.
7
Alegrémonos, regocijémonos
démosle honor A gloria,
porque han llegado las bodas del
Cordero
Su esposa se ha engalanado,
8 Ia han uestido de lino fino,
deslumbrante de' blancura
-el lino son las buenas acciones
de los santos-.
e Después el ángel me dijo: *Escri-
be: Felices los que han sido invitados
al banquete de bodas del Cordero.» Y
añadió: uEstas son palabrás verdade-
ras de Dios.,
'o Caí a sus pies para adorarlo, pe-
ro él me dijo: *No lo hagas, yo no soy
más que un servidor corno tú y como
tus hermanos que transmiten las de'
claraciones de Jesús (son declara-
ciones de Jesús las que vienen:del
espíritu de los profetas). Sólo debes
adorar a Dios.,
El triunfo de la Palabra de Dios
. I I Vi el cielo abierto y apareció
un caballo blanco. EI que lo monta
que ahoqan en la pÉctica la libre carrrera de la
falabra ife Dios? V las comunidades cristianas se
repliegan sobre sí mismas en vez.de llevar la Pa-
Iabra á todos los rincones del mundo. . ;
No es pues de extrañar -eu€ la. Virgen María
utilice la gracia que ha recibido de Dios y que in-
tervenga -de
, vez en cuando para manifástárse a
tos póbres. Ella no entreqa n¡noún rnensaie nue-
vq o las revelaciones qrá rnucños esperarían (es
por es-o quq fabrican'mqchas- revelaclones de ese
'!ipo, que tienen :éxito). Más bien repite las'pala-
bras dél Evangelio con una fuerzá,.tal qué las
conversiones se. multiplican.' [-as apariciones es-
tán indicandó que la Iglesia no- ha cumplido su
misión.sino. muy parcialrnente: María üene a-sg.
corerla sus ni;ói o!üdados. Y es uno de lqq ta-
nales a travás de los cuales se expresa'el EsÉiritu
Santo, quien nunca ha dejado de'repetir el Éva¡¡
gelio por medio de profetas y milagros. . :
?ero. ¿por qué se .haten más- numerosas ahora
estas. apariciongs,_ e inütan a Ia conversión con
más insi§ten cia? Será tal vez porque la humani-
dad entra en una edad más .ciítica, o porque las
fue¡:zas del, mal son rnás activas en e[ rnunda. Pe-
ro, si' e,l demonio'se ho enfureci.do, puede. ser
porque sabe qu€ le'queda poco tiempo.
. 19.1 El inmenso gentío sg.alegra por la
condenación de la prostituta y otra vez clama
"ale,luya» por las bcdás del Cordero que se van a
"*'lft';", los que han sido inuítados ol ban'
ouete de bodas del Cordero (9). Ahora -se ha-
titu ae qozo v aleqría cuando ha terminado el
Urtti.io ?e Bábilon'ía y de sus plac eres- Se han
ápagado sus luces y brillan las acciones de los
*íun"tos,, actos heóicos o servicios humildes.
El final del párrafo puede ser una crítica que
Jt:an'lanza con'tm el deinasiado interés,.por los an-
qeles. que, en r,arios sectores de la lglesia. amena-
áiha coh reemplazar el culto de los. dioses paganos.
Tarnbién puede ser una nuea advertencia conba
¿l ú6á"-la peoonalidad en-la. misma lglesia (com-
parai 19,10 422,8; He 10.26).
, 1 1. Aquí se reanuda la üsión de los capítu-
los 13: 14,'15 y 16, después del paréntesis'que
constituían los cápítulos 17 y 18. Los siete ánge-
les habían derramado las copas del castigo de la
bestia'y ru espe_raba el encuentro decisivo. En-
tonces áparece Cristo. ,
-
Sl-ná--bi es ta Patabra'de Dios (13).
'Es.el
' ' nacido de la Muier, que débía «eo-
E'fi""J3'i#hu.iones con vará de hierro"'ii z3i.
Cristo üene como triunfador. Su nombre üerda-
dero es Palabrade-Dios; ésa es su realidad divi-
na, que nadie comprende sino é1. Respecto de la
Palabrá de Dios, ver Jn 1,1-14.
Lo siguen los eiércitós del cielo. Corno -Je^sgs
lo habíá anunciadb varias vecis (Mateo 76,27) .
Palabra de Dios, poderosa para vencer, acti'ua
para salvar, ufiel, para . curnplir las promesas de
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BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, APOCALIPSIS, PARTE 24 DE 27

  • 1. Juan "el Profeta'l -tal vez el ¡nismo que escribió el Evangelio- fue deporta- do a la isla de Patmos a causa de su fe. Desde ese lugar nos le.-eó este Apoca- lipsis de Jesucristo. Cielos abiertos, ángeles y catástrofes, corrupción de los satisfechos y sangre de Ios mfutires: el juicio de Dios atraviesa toda nuestra historia . IA gloria de Dios está a nues- tro lado, detrás de la cortina, y todo desemboca en la ciudad celestial. ¿Por qué el Apocalipsis tiene ahora reputación de ser un libro misterioso y difícil de entender, y para muchos Apo- calipsis tiene sentido de terrorífico? ¿Acaso será porque algunos buscan en él mensajes secretos que podrían refe- rirse a nuestro tiempo? Para poder entender el Apocalipsis de Juan, debemos saber que la <<apoca- lipsis" era una forma de literatura muy de mod.a en la época de Jesús. Era un arte de escribir con imágenes _srandio- sas,'visiones y ángeles sobre aconteci- rnientos contemporáneos: véase al res- pecto la Introduóción a Daniel. Al escribir este libro, que nos ayuda- ría a entender mejor lo que sucede a nuestro alrededoi y a cumplir con más empeño nuestra misión de cristianos, Juan expresó lo que el Señor le había enseñádo por la experiencia o mediante sus dones de profeta, pero utilizó cons- cientemente el estilo y -las fórmulas habituales de la literarura apocalíptica. Fintó con imágenes fantásticas' los acontecimientos que presenciaba, el Evangelio llevado a las naciones, la Iglesia combatida y los primeros máni- res. Y sus visiones hoy indican Cuál es la tr¿una y cuáles los veidad'eros, acto- res de la historia presente. El l'Apocalipsis de Jesucristg" no es ni difícil ni terroríñco sino llenó de r' alegría y de espeianza. Cristo resuci- tado es el centro de la historia; el mundo es el escenario de la lücha entre la Igle- sia, encabezad.a por Cristo, y las fuerzas del demonio; Ios cristianos son llaira- Se pueden reconocer en el Apocalipsis siete series de siete elementos cada una, distribuidas en cuatro grandes parres: APOCALIPSIS 1 - Los siete mensajes a las Iglesias, cap. l-3. - Balance del Antiguo Testamento, cap. 4-9. - La lglesia se enfrenta con el imperio romano, cap. 13,1 - 19,6. - Los últimos tiempos y la Jerusalén celestial, cap.2O-22. En el cenuo del libro, los tres grandes ejes de la historia cristiana: capítulos l0 - 12. - El secreto de Dios revelado, Dios hecho hombre: cap. 10. - El Evangelio proclamado: cap. I l. - La rebeldía contra el plan de Dios: cap. 12 . o ' Esta es la Reuelacíón de I r I Jesucristo; Dios se la dio para enseñar a sus servidores'to que va a 501 { ¡l' suceder prcnto Envió a su ángel para que se Io diera a entender a su servidor Juan, 2 el cual afirma que todo lo que ha visto es palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. 3 Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escu- chen y hagan caso de este mensaje, Porque el tiernPo está cerca. . 4 Juan , a las siete Iglesias de Asia. Reciban gracia y paz de parte áe Aquel que és, que era y que viene; y de parte de los siete espíritus que están ante su trono, . ' y--d.e parte de Cristo Jesús, el tes- tigo fiel, el prirner nacido de entre los, muer- tos, el rey de los reyes de la tierra. El nos ama u y por su sangre nos ha purificado de nuestros pecados, haciendo de nosotros un reino y una raza de sacerdotes de Dios, su Padre. A él Ia qloria y el poder por los si- glos de loí sigloé. Arnén. ' 7 Miren . uíene entre nubes; lo verán todos, incluso los que lo traspasaron, A llorarán por su mu erte todas las na-ciones de Ia tierra. Sí, así será. '_ Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, Ague! gue, Es, gue era A que ha de uenir, el Todopoderoso. o t Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes cornparto las pruebas, ._( i o 1.1 El t¡empo 9stá ce;rco (3). Juarr'r" lo di- ce a las comunidádes a las que se está dirigiendo; no busquernos, pues, una descripción-de los acontecirnientos actuales. o Q.Juan saluda a sus lectores; deseándoles la paz que üene del Padre, de Cristo y del Espíritu Santo. En cuanto Juan ha nombrado a las tres Personas, su alabanza va toda a Cristo: ésta-era la novedad que lan poderosamente ernpujaba a los primeros cristian'os:'Cristo'Dios. que üno co- ' mo hornbre. LoJ síete espíritus quiere decir la plenitud del Espíritu. de Dios. El oue es. el que era y el que uíene. Éa ma- nera de designar a Dios árnplíá lo que había sido ' reveiacio a Moisés: "Yo soy 'el.que sog,t Ex 3). El Dics üvo es un Dics que üene. Después se representa a Jesús como el Mesías y. Ju;,ei esperado por los judíos. Viené enire las Áufus. Je-iú's en si-r proceéo también había hecho referercia-a este texto del profeta Daniel (7,13). Llorando por su muerté todos los nocioneé. Ver en Zacarías 72,10 esta profecía del Mesías asesinado: "el que traspasaron"i ;: _ Alfa.: y ome§a (o ge'a, A y 4, Eso sugiere que DfOs abarca tocia la duracion del tiempo. : . . g El Apocalipsis se dirige a. cristianos que empiezan a sufrir por su fe; !¿,[es rnuestra a Criito como el rnodelo que están iñritancio. Cristo es "el servidor y el testigo de Dios y'del Padre". No olvi- demos oue rnánir siqnifica testioo. Juan había sido cóndenado Sr su fe.y üvía des' , terracio en Pabnos. Era como'el ano 95. Y recibe su üsión el día del Senor.. o sea, el domingo o dia
  • 2. APOCALIPSIS 1 el reino y la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla de Patmos a causa de [a palabra de Dios y de las declaraciones de Jesús. ro Se apoderó de mí el Espíritu el día del Señor y oí a mis espaldas una voz que sonaba como trom.peta: I' nFscri- be en un libro Io que veas y envíalo a las siete lglesias: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodic€Er.» '' lte volví para ver quién me ha- blaba. Detrás de mí había siete can- deleros de oro, 13 y en medio de los candeleros vi como a un hijo de hombre vestido con una túnicá que le llegaba hasta los pies y un cintu- rón de oro a la altura del pecho. 14 Su cabeza y sus cabellos son blancos como la lana blanca, como Ia nieve; sus ojos parecen llamas de fuego, '5 sus pies son como bronce pulido acrisolado en el homo, su voz resuena como estruendo de grandes olas. tu En su mano derecha üene sie- te estrellas; de su boca sale una es- pada aguda de doble filo y su cara brilla cómo el sol cuando está en su máxirno esplendor. 502 r? Al verlo caí como muerto a sus pies; pero me tocó con la mano de- recha y me dijo: *No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, 't el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vi- vo por los siglos de los siglos y tengo las llaves de la Muerte y de su reino. 'e Escribe, pues, lo que has visto, tanto lo presente como lo que ha de suceder después . 20 Escucha el significado de las sie- te estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro: Ias slete estrellas son los ángeles de las siete lglesias, y los siete can- deleros son las siete lgiesias., Los siete mensajes a las lglesias [5] ' ' Al ángel de la lglesia que es- I a I tá en Efeso, escribe: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano y camina en medio de los sie- te candeleros de oro: . 2 Conozco tus obras, tus dificul= tades y tu perseverancia. Sé que no puedes tolerar a los malos y que pu- siste a prueba a los que se llaman a 503 sí mismos apóstoles y los hallaste mentirosos. ' Tampoco te falta la constancia y has sufrido por mi nom- bre sin desanimarte, t pero tengo al- go en contra tuya, y es que has per- dido tu arnor del principio. 5 Date cuenta, pues, de dónde has caído, recupérate y vuelve a lo que antes sabías hacer; de lo contrario iré donde ti y cambiaré tu candelero de su lugar. Eso haré si no te arrepien- tes. t Pero ya es algo positivo que re- chaces [a conducta de los nicolaítas, que yo también aborrezco. 7 EI que tenga oídos, escuche este rnensaje del Espíritu a las lglesias: nAl vencedor Ie daré de cornef del ár- bol de Ia vida, que está en el Paraíso de Dios., o I Escribe al ángel de la lglesia de Esmima: Así habla el Primero y el Ul- timo, el que estuvo muerto y üolvió a la vida e Sé que sufres y eres pobre y, siri embargo, eres rico. Sé córno te ca- Iumnian los que pretenden ser jydígs y no lo son, pues su sinagoga es la'de APOCALIPSIS 2 Satanás. 'o N.o tengas miedo por lo que vas a padecer. EI diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba. Serán diez días de prueba. Permanece fiel hasta la muer- te y te daré Ia corona de la vida. rr EI que tenga oídos, escuche este mensaje del Espíritu a las Iglesias: *EI vencedor no tiene nada. úu" te- . '2 EíCribe esto al ángel de la lgle- sia de Pérgamo: Así habla el que t¡e- ne la espáaa aguda de dobie filo: ¡3 Sé dónde vives, dónde está el trono de Satanás. Pero te aferras fir- rnemente a mi Nombre y no has re- negado de tu fe ni siquiera cuando mataron a Antipas, mi fiel testigo, ahí donde vives, €o esa tierra dtSata,. nás. 'o Pero tengo alguna cosa contra ti: toleras a los que profesan Ia doc- trina de Balaán, el que enseñó a Ba- Iac a hacer tropezar a los israelitas con Ia prostitución y las carnes sacri- ficadas a los ídolos. 15 Lo mismo ha- cen los que siguen la doctrina de los nicolaítas ahí donde tú estás. de la. resurrección. Por tar¡to dicha ,¡'t¡Ot seÉ ani- rnada por el soplo triunfante de la resurréación. Vi como un hiio de hombre; Cristo r.ra vestido como los sacerdoies y ceñido de oro como los re- yes. Los.cabellos blancos son sírnbolo de su etemi- ilad. Los pies de bronce significan que nadie lo echaÉ abájo. Cristo aparecé tal como Daniel re- presenta a Dos, Juez universal (Dn 7r9). Yo soy el prímero y el ultímo: es decir eso mismo qú" ta gibtia dite de Dios (ver Is 44,6 y Lzl. . En el morhento de dar los siete rnensaies a las Iglesias, Cristo aparece, oe como un hoárbre del pásado, sino como el Señor que tiene en'sü'ma- ño los destinos de las lglesias. l-a, espada de do' ble fílo que sole de si¡ boca es lá.palabra de Dios- que benetrá irresistiblemente en los espíritus (Heb 4,t2) y que siempre se cumple en los'acon- tecimientos. Es eficaz tanto para dar-muerte co- mo para salvar. Eian más de siete las Iglesias de Asia. Pero siete designa una plenitud, y l.g siete represen- tan,' pues, a todas las comunidades cristianas.. Siete es la cifra perfecta, y por eso en'el .Apo.ca- lipsis se nombra siete veces a Cristo, catorce ve- ces a Jesús, veintiocho al,Cordero (que es Cris- to). Hay siete profecías de la victoria de Cristo con los suyos y siete Bienaventuranzas semejan- tes a las dál Eüangelio: *Feliz quien...,. La estretta; el ángel y el'candelabro: posible- mente esas tres imágenes s€ completan para de' signar una lglesia, obispos -y creyentes juntos. '.-l : o 2.1 Los'siete mensajes que üenen a conti- nuación empiezan con la fiahtira conozco. Cristo mira, conoc'e y ama a su iglesia. Empieza por su- brayar lo positivo y.después ha.ce los reproches. Los mensajes que siguen nos dan a conocer las dificultades- que enfrentan estas Iglesias de Asia: - Por uná parte, son ho'stilidades provenientes tanto de los judíos como de.los paganos: üenen a probar la perseverancia de los crq¡entes. Por btra parte, es.la presentia de los nnico-' laítas,, es decii, esos cristianos que, por miedo a romper con su ambiente, aceptan incluso com-. partir con otros en los .banquetes de los templos baoanos. dond e se come lá came sacrificada a fos-ídoloé: su f,e es amenazada. t-a 'última' tentación es la que üene con el tiempo: se enfría el,amór que se había despertado en lbs primeros momenlos de la conversión. ' o 2. Efeso viene primero,' por ser la lglesia madre. Allí predicó'Pablo durante dós años (He- chos 19,8). Allí fue después a residir Juan, exten- diendo su autoridad sobre'las lglesias de la pro- üncia de Asia. Hos sufrido... sín desonimarte. Estando au- sente el apóstol, Ia lglesia supo rechazar a los fal- sos apóstoles y guardar la fe verdaderá. Hos perdido tu amor del príncip'io. ¡Crnntos detalles difíciles de precisar nos.hacen senür el Íer- vor de una comunidad o, al contrario, muestran que falta lo esencial del arnor auténüco a Dios, apasionado y corrstanle! Ccimb¡aré tu canid,elero cie su lugar: amenaza a los encargados. El órbot de lo uida es la vida etema (ver Gén 2,9. . 8. La lglesia de Esrnima reúne a hombres pobres en una ciudad riquísima. En realidad es ri- ca ante Dios, que la va a plobq para que dé más fn¡tos. ,, .. j .. Serán diez días de pruebo. 'Esa .cifra diez es propia del tiempo en qú" dominan los rnalos..Así se anuncia una prueba de corta duración: - o segundo muerte. (Ver Apocalipsis 20,14.) hs la condenación -etema. -Los que-pretenden ser judíos, por ser hijos de Abraham. Los cristianos, for ser Creyentes 3on el verdadero pueblo de Dios, y los judíos de:raza que no creyeron, perdieron.su derecho a ostéhtar ese nombre. por tanto, su nsina§oga» pasa a Ser la de Satanás: o L2. Pérgamo era en aquel tiempo un centro importante del culto pagano: es el irono de So- tanás- Te aferras a mi Nombre. El nornbre de Cristo es "Señor,. B el momento en que los emperadores de Roma e.mpiezan .g hgcerse _Uá1nar "Seáó;, "d;rar como dioses. obligando así a los cristianos a es- qgge_r entre el culto al ernperador. impuesto a to- dos bajo graves castigos,-y la fidelidad a Cristo. La Iglesia de Pérgamg tiene el privilegio de contar entre los suyos al primer máitir dé esta proüncia, Anüpas, del que aquÍ se hábla. Su r¡a- lentía en proclamar su fe no-ha irnpedido que la corriente pagana penetre en la misma lqlesiá con Ios nicolaítas. de que se habló anterio¡lnente: al participa{ gn cie¡tai ceremonias paganai V aj-"oi- ver a la libertad sexual, amenaian destruir a Ia 'n';;¿"; combatir a esa gente. En la lglesia del primer tiempo, la acción del Espíritu Santo se ha- ce sentir a cada momento. ! os profetas hablan, designan al culpable. y las desgiacias no tardan en suceder. _.Lo píedra blonco es un presagio de felicidad. Ei nombre nueuo (ver Is 65.15) significa la reno" uación del cristiano.en su'ser,profuhdo: en él cre- ce una personalidad nueva que aparecerá a las claras en el cielo.^Un mang misterioso (17): para e[ que- le _es {i"1,. Cristo. se hace fuerza y]fue-nt'e'de, üda (Jn 6,48).
  • 3. APOCALIPSIS 2 16 Recupérate, Pues si no iré Pron- to donde ti para combatir a esa gen- te con la espada de mi boca. 17 El que tenga oídos, oiga este mensaje del Espíiitu a las lglesias: uAl vencedor le daré un maná rnisterioso- Le daré también una Piedra blanca con un nombre nuevo grabado en ella que sólo conoce el que lo recibe.' o rB Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira:.Así habla el Hijo de Dios, cuyos ojos son como llama de fuego Y cuyos pies parecen de bronce brillante: ': Conozco tu Proceder, tu amor, tu fe, tu servicio, tu Perseverancia y tus últimas obras, más numerosas que las primeras. 'o Pero tengo con- tia ti que dejas actuar a tu Jezabel, esa mujer que se llama a sí misma profetisá, qúe enseña a mis servido- res y los hace descarriar, Pues se prosiituyen y comen carnes sacrifi- tadas á loi ídolos. 2t Le he dado tiempo para que se arrepieqta,-Pgro no quieie dejar su prostitución - 22 Por eso'ahora Ia voy a arrojar a un lecho de dolor y también enviaré una Prye- ba terriblé a los que cometen adulte- rio con ella, a no ser que se arrepien- tan de sus maldades. 23 A sus,hijos los heriré de muerte; así entenderán todas las Iglesias que yo soy el que escudriña-el cor azón Y la mente, dando a cada uno según sus obras. 2o Ahora escúchenmé los demás de Tiatira que no comparten esa doctri- na: ño los heriré a ustedes'que no han Congcido SuS nmisteriosr, como 504 ellos dicen, que son los misterios de Satanás. 25 Pero mantengan lo que tienen hasta que Yo venga. 26 Al que venza Y se- ma.ntenga en mis caminos' hasta- el fin, le daré Po' der sobre las nacíones, 2't las regtrá con uara de híerro y las quebrará co' ma uasos de barro. Será como Yo, oue recibí de mi Padre este Poder- 'á Y le daré la estrella de Ia mañana- 2e El que tenga oídos, olgg este rnensaje'del Espíritu a las Iglesias. ' ' Escribe al ángel de la lglesia de Sardes: Así habla el que tie- ne los siete esPíritus de Dios Y las siete estrellas: Conozco tus obras; te creen vivo, Dero estás muerto. 2 DesPiértate Y ieanima lo que todavía no ha muer- to, pues tus obras me- Paresg.n muy mbáiocres a la luz de Dios. 3 Recuer- da lo que recibiste Y oí1!e, Ponlo en prácticá y arrepiéntéte. Porque si no ie mantiénes despierto vendré como un ladrón, sin qu'e sePas a qué hora te sorprenderé.'o Tengo, sin embar- oo. loi nombres de ünos Pocos de Saiaes que no mancharon sus roPas; ésos mé acompañarán vestidos de blanco, Porque se lo merecen- 5 El vencedor vestirá de blanco- Nun- ca bonaré su nombre del libro de la vi- da, sino que proclamaré su nombre de- lante de'mi 'Padre y de sus ángeles. 6 El gue.tgryu oídos, e.scushe este mensaj'e del Espíritu a las Iglesias- . ',Escribe al ángel de la lglesia de Filadelfia: Así hablá el Santo, el Ver- 505 dadero, el que guarda la llave de Da- vid: si él abre, nadie puede cerrar, y si ciera, nadie puede abrir. t Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado mi palabra y no has re- negado de mí. e lvlira que voy a tomar a algunos de la sinagoga de Satanás, de esos que se llaman judíos y no Io son, sino, que mienten. Yo haré que vayan y se postren a tus pies, porque habrán visto que te amo. '0 Has guar- dado mis palabras, que ponen a prueba Ia constanciá, pues yo te pro- tegeré en la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero y que probará a los habitantes de Ia tierra. i t Vengo pronto. Mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arre- bate la corona. '2 Al vencedor lo pondré como co- lumna en el Ternplo de mi Dios, de donde nadie lo sac ará. Grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad gUe baja del cielo, la nueva Jerusalén que üiene de Dios, y mi nombre nuevo. r3 El. qu.e,tgngg .gídos, oig: este mensaje del Espíritu a las lglesias. APOCALIPSIS 4 o 14 Escribe al ángel de la lglesia de Laodicea: Así ha-bla el Amén, el testigo fiél y verdadero, el principio de la creación de Dios: '5 Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o calien- te! '6 Pero porque eres tibio y no frío o caliente, voy a vomitarte de mi boca. t7 Tú piensas: lSoy rico, tengo de to- do, nada me falta,. Y no te dás cuenta de g,ye eres un infeliz, djgno de com- pasión,. pobre, ciego y desnudo. '-1 T" aconsejo que rne cornpres oro refina- do para que te hagas rico, ropas blan- cas para que te cubras y no tengas que avergonzarte de tu desnudez; por último pídeme un colirio que te pon- drás en los ojos para ver. ¡e Yo repren- do y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. 20 Mira que es- toy a la puerta y llamo: si uno escu- cha mi voz y me ablg, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo. 2' Al vencedor lo sentaré junto a mí en mi trono, del misrno modo que yo, después de vencer, me senté jun- to a mi Padre en su trono. 22 El. qu.e.tgn g? .oídos, oigg este mensaje del Espíritu a las lglesias. MIRADA HACIA ETRÁS: CRISTO E ISRAEL El trono en el cielo m' t Después de esto miré y vi I -r I una puerta abierta en el cielo y la voz que antes había oído semejan- te a una trompeta me decía: *Sube aquí y te mostraré lo que va a suce- der en seguida., : ' 18. Jezabel es en la Biblia el nombre de la muier impía (ver 1 Re 19), y designa aq!¡í a algu- na -profetisa nicolaíta. Sus amantes e hi,¡'os son sus seguidores. En la Biblia, la idolatría es llamada rnuy.a me- nudo ,iadulterio» o «prostitución,: el pueblo cre- vente- pertene ce a Dios como la espos a su es- óoto, v serle infiel es prostituirse--Además, los áue adóran a ídolos, es áecir, habitualmente a to- do los productos de nuestra sociedad, Do resp-e- tan la áisciplina sexual a la que nos llama la fe. Los reai'rá con uara de hierro. El vencedor .o*purtiá tu üctoria de Cristo (ver salmo 2)-Y reci6irá lo.e§trelta- de la mañano, es decir, a r J.1 Es un mensaie breve a una Iglesia que se muer e. La' lglesia uñiversal tiene las .promesas de la eternida?, pero nuestros movirnientos, nuestras co*uniáaies y las mismas Iglesias dio- cesanas pueden desaparecer. Vestíió de blancot es una realidad iñterior: ser r"r"ttia" ¿á Óristo (ver Ef 4.24)-- A lo largo del Apocalipsis, el color blanco significa gozo. tuer- za, üctoria, gloria etema . 7. Este es un 'mensaje de consuelo y gptl- mis¡no páta los que responden fielmgnle al Espí- iiiutSuáto, aun iuandó están enredados en las mil dificultades del apostolado-""El q;i guarda la'llaue de Dauid: ver Is'22'22' Cristo tiene el poder absoluto sobre' la ncasa de David,, o sea, sobre su'pueblo. El prepara un apostolado fecu#o.S los que .supieron perseverar en los tiempos difíciles en que no se veían los fru- tos de sus labores. He sbierto ante ti uno puerta (8) quiere decir: te he preparado una rica oportunidad (2 Cor 2,L2). También se indica la condición para esto: guardar la palabra de Dios y serle fiel. . 74. No eres ni frío ni. caliente. Ni el que se queda frío frente a una fe que no comparte, ni el que responde a Dio.s'.con'una entrega real, Fácil- mente nos imaginamos a esta cornunidad dg gen- te sin ambiciones. Eran un grupo religioso más, pero no los testigos de Cristc vencedo¡'. l-aodicea'tenía aguas termales, frías y calien- ies. También se fabñcaba en esta ciudad un coli- rio famoso para mejorar la üsta. Amén qúiere deéir, es verdad, o.también: así me comprometo. Cristo es'el arnén del Padre. Su compromiso con nosotros es el cumplimiento de sus promesas (ve¡ 2 Cor 1,20). Y porque Cristo es oamén», nos llama también a noqótoi.a un com- promiso. real .con Dios. para realizar sus' planes. . 4. 1 Después de estos mensajes a las lglesias de Asia üenbn vísiones medianíe las cua-les se nos revela el sentido de la historia. - En los capírulos 4-11 Juan hace el balance de la historia de Israel hasta la predicación del Evangelió. '
  • 4. F, APOCAL.IPSIS 4 2 En ese mismo momento me tomó el Espíritu: vi un trono colocado en el cielo y alguien sentado en el trono. 3 El que esta5a sentado parecía ci.e jasPe y iornalina, y un arco iris de color esme- ralda rode-aba el trono. 4 Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos es- tán sentadoS.veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de'oro en la cabeza. 5 Del tróno salen. relámpa- gos, voces y truenos. Ante el trono ar- áen siete añtorchas, que son los siete espiritus de Dios. 6 Un estanque trans- paiente como cristal se extiende delan- ie del trono. Cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y Por detrás, ocuPan el esiacio entre él trono y lo que hg.y a su alrededor. 7 El Pri-mer Ser Vi- viente se parece a un león, el segun- do a un toro, el tercero tiene un ros' tro como de hombre Y el cuarto es como un águila en vuelo. I Cada uno de los cuatro Seres Vi- vientes tiene seis alas llenas de ojgs alrededor y por dentro, Y no cesan de repetir día y noche: 506 San to, santo, santo, es el Señor Dios, el TodoPoderoso, el que era, es A h,a de uenir- e Cada vez que los Seres Vivientes dan qloria, honor y acción de gracias al oué está sentado en el trono Y que vivé por los siglos de los siglos, '0 los veint'icuatro áncianos se arrodillan ante el que está sentado en el .trono, adoran át que vive P.or los siglos de los siglos i arrojan sus coronas de- lante áel tróno diciendo: " Vtteluan a ti, Señor g Dios nuestro, ta gtona, el honor A el Poder, Pue-s tÚ lo mereces. Tú creaste todas las cosas, A por tu uoluntad existen Y faeron creada La entrada del Cordero r=l ' ' Vi entonces en la mano .de- tgJ recha del que está sentado en el trono un libro én forma de rollo es- crito por los do-§ lados y sellado con 507 siete sellos. 2 Vi también a un ángel formidable que proclamaba con 'ioz potente: *¿Quién es digno de abrir el iibro y de-romper los Eellos?, 3 Y no se encontró a nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, ni en el mundo de abaio, que fuera capaz de abrir el libro y de leerlo. ' Yo lloraba mucho al ver que nadie había sido hallado digno de abrir el li- bro ni de leerlo. 5 Entbnces uno de los ancianos me dijo: *No llores más; acaba de triunfar el león de la tribu de Judá, el brote de David; él abrirá el li- bro y sus siete sellos., 6 Entonces vi esto: entre el trono con sus cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro ancianos un Cordero es- taba de pie, a pesar de haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra. ' El Cordero se adelantó y tomó el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono, t Cuando lo to- mó, los cuatro Seres Vivientes se postraron ante el Cordero. Lo mismo hicieron los veinticuatro ancianos que tenían en sus manos arpas y co- pas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos: e Y cantaban este cántico nuevo: APOCALIPSIS 5 Eres digno de tomar el libro A de abrir sus se//os, porque fuiste degollado A co! tu san gre compraste para Dios hombres de toda raz,a, lengua, pueblo A nacíón. 'o Los híciste reino g sace rdotes para nuestro Dios, g reí.narán sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado de recibir poder g ríqued, sabiduría y fueza, honor, gloría g alabanza. '3 Y les respondían todas las criatu- ras del cielo, de Ia tie¡ra, del mar y del mundo de abajo. Oí que decían: At q1nestá sentad.o en el trono A al Cordero, la alabanza, el honor, la gloría y et poder por /os siglos de los siglos; rr Yo seguía mirando, y oí el cla- mor de una multitud de ángeles que estaban alrededor del tronó, de ios Seres Vivientes y de los Ancianos. Eran millones, centenares de millo- nes t' qre gritaban a toda voz: - En los'capitulos 12-21 nos prepara para comprender la historia que vivimos y las luchas de la lglesia.- -nntÉr de desarrollar su visión de la historia, Juan .ot ..t,rettiu el centro inmutablb de donde provienen todas las co5¿s y los acontecimientos. ü u aOnde welven. Pues dé nada nos servirán las áar"rt"r,cias ii r,o estamos decididos a enfrentar loS u.otttecimientos, y para esto débgmos saber Ñ*¿- J aona" ,a*ós'y por qué luchamos- Nos Io dirá la presente üsión. . :- lJna púerta abierta en el cíelo (1)- Estas pala- bras tenían entonces un sentido preciso, el de una visión concedida al profeta (cgpparar con ,,1ói cielo. s" rasqaron para El" en el bautismo de Jesús: Mc 1 .10): Segúh las ideas Ce .aquel tiern- áá;tp"r "ncimá de Ia bóveda azulada están las «aquas supenores», que son el piso-de otro ci9lo, riiráiaudáro, dond'e'reside Diós- Esaq son aludi- áut i"n "1 Áo, ffanspa.rente como el crís.tal (6)l' Ví un trono... v aiqrien §entado en el trono (2. Fse alquien iívisiÚe del que i¡'radian luz y ü- áu "s el se"r divino contemplado en su fuente pri- mera. que es el Pacire. No tiene rostrq qu-e qe ;ü;dá áái.tiUit, pñ todos los elementos-de la ñátuát"zá ástan ieunidos para expresr algo del rát'dirit', o; fuerza imponente de! temporal,. poder iát.itunte del fuego, pureza y frgqgqra del agua' Los Ancianos ón ios santós del Antiguo T":- tamento qug representan al pueb.lq .fiel (ver Is 24.23). Lós cuatro animales, o.más- bien qe.re9, á"iigáá., a "spititt-rt celestes, én la tradición de la üsión ¿á f¿aquiel (F: 1). Son figuras poéticas pa- tJ e*ptesar ld más noble' robusto. sabio y rápi- ¿ú -i'íá; t,rt ojos,.siempre d.espiertos, en el seno áái Sá; diüno'v derra¡iran las energías de Dios óá; t.do el uniúejrso.- En'siglos posteriores, 9l ar- te cristiano acostumbró a répreóentar con ellos a tor-.uátro evangelistas:. Mateo, el- hombre: M?t- t*, ái tá0"; Lücas. el toro, y Juan el águil9' Fstamos, PU6, eyt el Te-mn[o.celestial, y Juan Io ve:como una transfiguración del único templo que ¿ó"*á. el de Jerusa]en- Los ancianos son 24, co- rrJ 6 Ztut las clases de los sacerdotes; los anima- iát ná" ieempla zado a las serpientes aladas- que uán ios Serafines de Isaías (ls 6), y los Kerubines 3f *:,?rJ: Í1fr:á:::Hi'?J',:,l: S,i l: ñ'?:rBi: ? tüo á té laigb del libro la liturgju ggloüal seguirá con arpas, con trompetas y con tnclenso' - No 'cdsan de repeÉír: Sonto, sonto,.sonto (8)' Esle-es el prim eró de los himnos que .leemos en lÁ"*aliósis. Al centro, del que'partió la histo- ria dLi mrñdo. solamente r¿relve la acció¡ §e-Sg- .iátál pudte.' ¿.Qué haremos en el cielo? Todo ;;;álatniiucién-, alabanza y descubrimiento asombrado de la infinidad de Dios- '' . ' 5. 1 La visión Eiguiente introduce dos ele' mentos ou€vos: el tibro sellado.y e.l ^Cordero: |.a, f,i¡ioriá de Israel (que ocupá todó el Antiguo Tes- tamento) yCristo. . . Los leciores de Juah te'nían un libro santó. el Antiguo Testamento. Para los que de ellos eran de origen judío. era la historia de su pueblo. Pero también era el libro de los demás cri-stianos, y de alguna manera pertenece a la historia de tódos los hombres, ya que en ella se preparaba la salva- ción de la humanidad. Hacía ya unos veinte años que ta nación judía había sidó destruida. confo.-á a la profecá de Jesús (Mc 13), y los cristianos de origen judío se preguntaban: - si- Cristo es el Salr¡ador"prornetido, ¿por quá la historia de Israel acaM en esos de- sastres? ¿Y por qué el pueblojudío, instruido por la Escritura. no reconoció a su Salvador? Aquí se les contesta que si bien los aconteci- mienlos están en el libro,'el libro está sellodo. Un libro sellado es el que no se puede abrir, y, en un sentido figurado, es un libro escrito en lenguaje ci- frado. Es-que nadie puede entender el "plah de Dios que se realiza en la historia, por lo que nadie puede pedirle cr¡entas a Dios.,Pero la visión nos muestra a aquel que revela el misterio de muerte y de resurrección que se cumple en la historia. Un Cordero estaba de pie, a pesar de'haber sido degollodo (6). La visión nos ubica en el momento de Ia resurrección. Mientras los evan- gelios relatan la resurrécción de Jesús tal como Ia conocieron sys discípulos en la tierra. aquí es- tamos en el cielo para contemplar a Cristo resu- citado, que hace su entrada en el mundo qlorio- so. Está de pie después de sacrificado, glorioso. perg marcado para siempre por su pasión entre . los hombres. Los siete cuernos y. l.or siete oios expresan la plenitud del pod er y del conocimiento óue tiene Cristo resucitado. En ese día, frente a [odás las fuerzas del mundo y del cielo, üene con autori- dad a tomar el libro de la mano del Padre. EI aho¡a,puede leer el libro de la historia y del destino de lós hombres: a El poder, riqueza i ü- biduría (L2¡. Pero también sá hizo'd"áno de'"rü libro, y,. ql se,r desconocido por Israel, pueblo sa- gerdotal (Ex 19,5), sg-hiz.q su p_ropio_reino y pue- blo de sacerdotes, la lglesiu it P 2,9); comb se Notemos cómo., en gl día de la resurrección, la misma alabanza dirigida anteriormente a Dios'r¡a al Cordero: Cristo al-resucitar_aparece con la glo- ria que le corresponde. la de Dios.
  • 5. bt L ü.r. : APOCALIPSIS 5 14 Y los cuatro Seres Vivientes de- cían *Aménr, mientras los Ancianos se postraban y adoraban . Los siete sellos [el' ' Mientras estaba mirando el I v I Cordero abrió el primero de los siete sellos, y oí al primero de los cuatro Seres Vivientes que gritaba como con voz de trueno: *V€ñ'.» 2 Apareció un caballo blanco; el que lo montaba tenía un arco, le dieron una corona y partió como vencedor y Para vencer. 3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo Ser Viviente gritar: uVen., o Salió entonces otro caballo de color rojo fuego. Al que Io montaba se Ie ordenó que desterrara la paz de Ia tierra y se le dio una gran espada pa- ra que los hombres se mataran unos a otros. 5 Cuando abrió el tercer sello, oí gri- tar al tercer Ser Viviente: *Ven., Eta vez el caballo era negro; el que lo montaba tenía una balanza en la ma- no. 6 Entonces se escuchó una voz de en medio de los. cuatro Seres que de- cía: nUna medidá ae trigo por uña mo- neda de plata; tres me-didas de ceba- da por una moneda también; ya no gastes el aceite y el'vino., : ' Cuando abrió el cuarto sello, oí el grito del cu?rto Ser Viviente: *Ven., r Se presentó un caballo verdoso. AI que lo montaba lo llamaban Nluerte, y detrás de él iba otro: el Mundo del Abismo. Se le dio poder para exter- 508 rninar a Ia cuarta parte de los habi- tantes de la tierra por medio de la es- pada, el hambre, lá peste y las fieras. ' Cuando abrió el quinto sello, divi- sé debajo del altar las almas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. 'o Se pusieron a gritar con voz. muy fuerte: *Santo y justo Señor, ¿hasta cuándo vas a es- perar a ,hacer justicia y tomar ven- ganza por nuestra sangre a los habi- tantes de la tierra?, rr'Entonces se les dior a cada uno un vestido blanco y se les dijo que esperaran todavía yn poco, hasta que se completara el número de sus hermanos y compañeros de servicio, que iban a ser muertos como ellos. '2 Y mi visión continuó. Cuando el Cordero abrió el sexto sello, s€ pro- dujo un violento terremoto, el_ sol se puso negro como vestido de luto, la iuna entéra se tiñó como de sangre " y las estrellas del cielo cayeron, B ld tierra como una higuera deja caer sus higos verdes al ser agitada por el huracán. 'o,El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla y no quedó cordiller? o continente que no fueran arrancados de'su lugar. l' Los reyes de Ia tierra, los minlstros, Ios generales, los ricos, los' poderosos y toda la gente, tanto esclavos como hombres libres, se escondieron'en las cavernas y entré las rocas'de los ce- rros, 'u y decíañr «Caigan sobre noso- tros., cerros y rocas y ocúltennos del 509 trono y de la cóle- porque ha llegado enojo, y ¿quién lo Los 144.000 de Israel y Ia muchedumbre de Ias otras naciones f;n' I Después de esto vi cuatro I r I ángeles de pie en las cuatro es- quinas de la tierra, que sujetaban a los cuatro vientos de la tierra para que no soplaran sobre la tierra, Di so- bre el mar, ni sobre los árboles. 2 Lue- go vi a otro ángel que subía desde el oriente y ilevaba el sello del Dios vi- vo. Gritó con voz poderosa a los cua- tro ángeles autorizados para causar daño a la tierra y al mar: 3 oNo hagan daño a Ia tierra ni al rnar ni a los árboles hasta que mar- quemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios., ' 4 Entonces oí el número de los marcados con el sello: ciento cuaren- ta y cuatro mil, de todas las tribus de los hijos de Isráel: 5 De la tribu de Judá: De la tribu de Rubén: doce mil marcados. De la tribu de Gad: doce mil marcados. APOCALIPSIS 7 6 De la tribu de Aser: doce rnil marcados. De la tribu de Neftalí: doce mil marcados De la tribu de /vlanasés: doce rnil marcados. ' De la tribu de Simeón: doce rnil marcados. De la tribu de Leví: doce rnil marcados. De la tribu de Isacar: doce rnil marcados. 8 De la tribu de Zabulón: doce mil marcados. De Ia tribu de José: doce rnil rnarcados De la tribu de Benjamín: doce mil marcádos. e Después de esto vi un gentío in- menso, imposible de contar, de toda nación y _raza, pqeblo y lengua, eu€ estaban de pie delante,del tróno y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos, 'o y gritaban con voz poderosa: «¿Quién salva fuera de nuestro pios, qqe se sienta en el trono, y del Cordero?, " Todos fos ángeles estaban de pie alrededor del trono, de lós Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes; se postraron ante el trono rostro en tié- rra y adoraron a Dios, " dicien'do: que se sienta en el ra del Cordero, 17 el gran día de su podrá aguantar?, i. ii u o 6.1 El Cordero abre los sellos. Cristo resuci- tado aclara las giandés fuerzas que impulsaban la . historia sagrada-: En el momentb en que escribe Juan ya se acabó el Antiguo Testamento por el nacimiento de Ia lglesia, y poco después, por la Cestrucción de la patria judía. Fs hora de hacer el balance. :. :. Los cuatrol caballos simbolizan las fuerzas. que El que monta el eaballo blanco es ,rla palabra de Dios" que él entregaba,a. lgs,profetas en el Antiguo Testaniento. No,ñabia lveniáo todavía Cristo, ila, Palabra de Dos,'que aparecerá más tarde monta. do,en el mismo caballo blanco, cuando'se venga a Los otros tres cabáilos representan la guerra. el hamb re y las epidernias, las grandes.plagas que aqu'ejan a la humanidad pecadora.. y que'hacen sentir a los hombres que necesitan salvación. Con el quinto sello'sá descubre otra fuerTa,lin- üsible ésta, que mueve la historia sagrada: la exi- gencia de ju§ücia.por la.sanqre de los mártires. Étos mártires antáriores a Cristo va -comparten su üctoria (por eso üsten el uestido blanéo); sin embargo, deben esperar que se. junt'en a ellos otros.rnártires. cristiános está vez,, los má¡tires de hr^lryfJti:ttu' para que Dios haga ¡usticia (ver Con el .sexto sello aparecen los'signos y las plagas que los profetas anunciaban pará el día de Yaüé, y que'sé verificaron en la déstrucción de Jerusalén iMc 13,24). '. Z.f ¡¡o hogrn daño a la tierro... hosto que marquemos con el sello la frente de los seiui- dores de nuestro Dios (3). En el mornento de ce- rrar el Antiguo Testamento, Juan hace el balance de estos siglos de gracias y atenciones de Dios a su pueblo elegido. Al ver cómo los judíos desco- nocieron a Jesús, se'podía tener la iinpresión de un fracaso:..Sin embargo, Jban da una üsión op timista: los.ángeles señalan a los elegidos, los que son doce mil Éuru cada una de las-tribus. Sabe. mos que docé es Ia cifra de la plenitud,, lo que significa que el número de los elegidos fue el má- xirno, y que Eios no se §intió defraudado, " ¿Quianes son estos elegidos? Por una parte, son los'¡udíos que siguieron 'a Jesús: Son..tambián los e{e no creyeron en él sin culpa suya,y que f'ueron sah¡ados por su muerte y su resurrección. Pero después de estos cientc cuarenta mil del primer pueblo de Dios, viene otro c€rrso: ui un gentío inmenso. Estos son el nuevo pueblo de .:. Dios esparcido por iodut las naciones del mundo, que üene a juntarse con los creyentes del Anti- guo Testamento . Gentío inme.nso imposible de contor (9). La salvación de la humanidad será un éxito ináeíble. a pesar de las apariencias que tantas.veces nos desalientan: en todos los lugares de está salvando Son los . que llegan de .la gran persecución (1+¡. Esta multitud de salvados no son, por su- puesto; todos mártires, .pero los mártires'los re pres.entan .a todos. pues todo creyente tiene por modelo a los que entregaron hasta su üda. Ade- Tá:; Juan habla para los cristianos en vísperas de la prirnera gran persecución. Alabanza, gloria y sabiduría a nuestro Díos (12).. Es otro himng aL Dios salva{or. Los que can- tan las.alabanzas de Dios, a Io meior va durante su üda habían reconocido que toda saúdurio, Do- der y f,uerza no pueden venir sino de lo aito.
  • 6. I;a t:-; APOCALIPSIS 7 ¡Amén! Alabanza, gloría, sabiduria, acctón de gracías, honor, poder g fuerza a nuestro Dios por los siglos de loq sig/os. Amén. '3 Uno de los Ancianos tomó la pa- labra y me dijo: nEsos que están ves- tidos con vestiduras blancas, ¿quié- nes son y de dónde vienen?,,*''i Yo contesté: nSeñor, tu lo sab€s.» El An- ciano me replicó: nEsos son los que vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero. 15 Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos; 'u ya no sufrirán más hambre ni sed ni se verán ago- biados por el sol ni por viento abra- sador alguno, '' porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las aguas de Ia vida; y Dios enjug ará las lágrimas de sus ojos., fcrl' t Cuando el Cordero abrió el tc'J sépümo sello, se produjo en el Cielo un silencio como de media ho- 510 ra. 2 Luego vi a los siete ángeles q.ue están de-pie delante de Dios; se les entregaron siete trompetas 3 Otro ángel vino y se paró delan- te del altar -de Ios perfumes con un incensario de oro. Se le dieron mu- chos perfumes: las oraciones de to- dos lós santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. o Y Ia nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la Pre- sencia de Dios. 5 Después, el ángel tomó su incensario, Io llenó con bra- sas del altar y las arrojó sobre la tie- rra: hubo tremendos truenos, relám- pagos y terremotos. Las siete trompetas o 6 Los siete ángeles de las siete trompetas se prepararon Para tocar. 7 Tocó el primero, y se produjo grani- zo y fuego mezclado con sangre, gue fueron lanzados sobre la tierra: se quemó la tercera parte de Ia tierra, la tércera parte de los árboles ardió y toda la hierba verde se abrasó. I Tocó el segundo ángel su trorn- peta , y algo asi corno un inmenso 511 cerro fue echado al mar: la tercera parte del mar se convirtió en sangre, e la tercera parte de los seres que vi- ven en el mar pereció y un tercio de los navíos naufragó. '0 Tocó el tercer ángel su trornpeta, y una estrella grande, que parecía un globo de fuego, cayó del cielo sobre la tercera partg de los ríos y de los manantiales de agua. " La estrella se llama Ajenjo: la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y mu- cha gente murió a causa de las aguas que se habían vuelto amargas. '2 Tocó el cuarto ángel su trompe- td, y quedó afectada [a tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas: perdieron un tercio de su claridad, la luz del día disminuyó un tercio, y lo mismo la de la noche. ¡3 Y mi visión.continuó: oí a un águila que volaba por lo más alto del cielo y que decía con voz potente: *iAy, ay , ay de los habitantes de la tierra cuando resuene el sonido de las trompetas que los tres últimos ángeles van a tocar!, fd ' Y tocó el quinto ángel. Vi en- I J I tonces una estrella que había caído del cielo a la tierra. [e fue en- tregada la llave del pozo Cel abisrno. 2 Alrió, pueó, el po2o del abismo, y del pozo subió una humareda como Ia de un homo inmenso que oscure- ció el sol y el aire. 3 De esá humareda salieron langos- tas,. que se esparcieron por la tierro, y se les dio Ia misma capasidad que tienen los'alacranes de la tierra. a Se les ordenó que no causaran daño a las praderas, ni a las hierbas, ni á los árboles, sino sólo a los'hombres que no llevaran gl sello de.Dios en la fren. te. 5 No podían matarlos, sino única- mente .a'tormentarlos durante: §inco méses con un.dolor',sernejante al que produee la picadura del alacrár't. : - : En aquellos días los hombre§, buscarán la muerte, pero no la halla- APoCALIPSIS 9 7 Estas langostas se parecen a ca- ballos aparejados par? la guerra . Pa- reciera que tienen, €n.la cabeza coro- nas de oro y rostros como de seres humanos; I sus cabellos son como los de mujer y sus dientes como los de leones. e Tienen corazas de hierro y sus alas hacen el mismo ruido que un ejército de carros con muchos ca- ballos que corren al combate. r0 Tie- nen colas como de alacranes, y en las colas aguijones para torturai du- rante cinco rneses a los hombres. " Tienen un rey, el ángel del Abisrno, que en hebreo-se llamá Abadón, y en griego, Apolión. ''EI prirner ¡ayl ha pasado. Vienen todavía otros dos detrás. t3 Tocó el sexto ángel su trompeta. Entonces oí una voz que salía de las cuatro esquinas del altar de oro. que está delante de Dios. ra Decía Ia voz al ángel de Ia sexta trompeta: *Suelta a los cuatro ángeles inmovilizados a ori- llas del gran río Eufrates.» : 15 Y fueron soltados los cuatro án- geles que esperaban la hora, el día, el mes y el año para exterminar a la teicera parte de la humanidad;' '6 EI número de los soldados de a caballo era de doscientos millones; es el nú- mero que oí. '7 Así vi a los caballos y a los que los montaban: tenían cora- zas coior fu'ego, jacinto y azufre; las cabezas de los caballos son como cabezas de leones y de sus bocas sa- Ie fuego, humo y azufre.. '8 La tercera parte de Ia humanidad fue extermi- nada por gslas tres plagas: fuego, humo y azufre, que salían,de la bóca de los Caballos. '? Es temible la boca de los caballos, pero también Io son las colas. Pues las colas son como serpientes y terminan en cabezas con 20 Pero los sobrevivientes; los' que no fueron externina,doq,, pot. egtas plagas,:'r1oi fenunciaron, a sus prácti- cas: continuaron adorando a los,dei monios, con esos ,ídolos'de oro, pla- . 8.1 Cuando: el Cord'ero abríó el séptímo sello. Estamos al'fin.del Antiguo Testamento y "l.;ilencio que se produce anuncia la venida de Dios. Pero, de'hecho, sólo acontece el fin de Jerusalén, y el final de la historia'es aplazado. Con las siete lrornoetas empieza una nuea serie de plaqas. No sabemos exaáamente Io que se oculta dárás de esos símbolos. Pero seguramente se refieren' a acontecimientos ya conotidos por los lectores de En los capítulos que siguen se multiplican.las intervenciones de lo§ ángé-les. Hemos dicho én la introducción que las intervenciones de los ánge- ies. son parte de Ias imágenes empleadas en la :li; ieratura apocalíptica: estamos aquí ante un mun- dode.imágenes. '' . : Pero dábemos también decir que Juan'com- parte una idea que aparece en Ia Biblia y fuera de esta: oue Ia creación de Dios es mucho más am- pha dd lo'que podeqos ver. y comprobar. No so-' lo porque se' extiende rnás allá de nuestrgs ¡ojos . sinb porque es'el escenario de una tragediá' cuybs actores no son solamente los hornbreS. Los,espij' i''itus servidores de Dios intervienen en los'ácontei *:imientos de la historia e incluso en- nuestras rela- ciones con Dios (Ap' 8,3). Recordemos' el rdproche de Lucas"a los materialistas saduceos: uNo creen en los ángeles ni en la resurrección de los muertos, (He 23.8): c $. Estos párrafos pretenden mostrar el cas- tiqo del puebjo judío que no recibió a Cristg; usin fiquias sa.aias de'las plaqas de Eqipto, de Ez 38-39 y de otros escritoi pópulares.-Con las cuatro primeras trompetas el castigo-toma cuer- po en lás mismas fuerzas de la naturaleza, que se iruelven contra los culpables. L-a tercera hace ca- er del cielo a la tierrá las fuerzas maléficas del demonio. La quinta se refiere, a lo mejgr,- a inva- siones exiranjeras; tal vez a la guerra de los par- tos: Este capítulo es uno de los que atraen más la curiosidud y que han dado a la palabra «apoca- lipsis, el seitiáo que muchos le átribu!€n-: iodas lás calamidades a.nivel mundial. Yá nós degía la Sabiduría (Sab 5,20-23) que la naturaleza. se vuelve en contra de los peádores. [a ecología ha comenzado a descubrir, aunque-un poco tar-. de,- que nuestros pecados contra la creación nos coñducen a la muerte, y noticias nos llegan- de que centenas .de millones de personas ya üven dste apocalipsis. No es por azár que Dios creó el' mqndó y tampoco'es -pot azaÍ que la raza de Adán pueda desapareseÍ de é1. : Lo mismo que en el Er¡anqelio'el fin de Jenrsa- lén era una fgura del fin dél mundo. aquí -tam- bién Ia sexto lrompeta anuncia que el castigo se extiende a todos los demás pueblos. rán; querrán'rnorir,'peio la muerté'
  • 7. F.+:-É APOCALIPSIS 9 arrepintieron de sus crímenes, ni de sus brujerías, ni de su inmoralidad sexual, ni de sus robos. Se ha cumplido lo anunciado por los profetas [i6l' ' Vi después a otro ángel for- lr vl midable que bajaba del cielo envuelto en una nube; el arco iris ro- deaba su cab eza, su cara era como el sol y sus piemas como columnas de fuego. ' En la mano tenía un librito abierto. Colocó el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre Ia tierra 3 y gritó su anuncio con voz tremenda, parecida al rugido del león; al mo- mento los siete truenos entregaron su propio mensaje. o Yo me preparaba a escribir lo que habían dicho los siete truenos, cuan- do una voz desde el cielo rne dijo: nGuarda en secreto las palábras de Ios siete truenos, no escribas nada., 5 Entonces el ángel que había visto de pie sobre el mar y la tierra levantó su mano derecha al cielo 9 y juró por el que vive por los siglos de los'si- glos, el que creó el cielo, Ia tierra, el mar y cuanto hay en ellos: *Ya no habrá más dernora; 7 apenas se oiga el sonido de Ia trompeta del séptimo ángel, se habrá cumplido el plan misterioso de Dios, tal como]o había hecho anunciar por medio de sus siervos los profetaS.» 512 t La voz que me había hablado des- de el cielo se dirigió de nuevo a mí y me dijo: *Acércate al ángel que está de pie sobre el mar y la tierra, ytoma el Ii- brito que tiene abierto en Ia mano.» e Me acerqué al ángel y le dije que me diera el librito. Me respondió: uToma, cómetelo; en tu boca será dulce como la miel, pero te producirá acidez en el estómdgo.» Io Tomé el librito de Ia mano del ángel y me lo comí;' en la boca era dulce como la miel, pero cuañdo ter- miné de cornerlo se me volvió amar- go en el estómago. I I Entonces me dijeron: nTienes que profetizar de nuevo amenazando a muchos pue- blos, nacion€s, lenguas y reinos.» Los dos testigos -- ' R fiTl o I I)espués me entregaron I r r I una vara de medir, diciéndo- rne: nVete, mide el Templo de Dios y el altar, y haz el censo de los que vie.- nen a adorar. 2 No midas el patio ex- terior ni lo tomes en cuenta, pues ha sido entregado a los paganos, quie- nes pisote arán la Ciudad Santa du- rante cuarenta y dos meses. ,3 Yo enyiaré a mis dos testigos vestidos con rgpa de p$nitencja para que proclamen mi palabra durante mil doscientos sesenta días. o Estos son los dos olivos y las dos lámparas que están ante el Dueño de Ia tierra. I Ahora sus cadáveres están tendi- dos en la plaza de Ia Gran Ciudad, que los creyentes llaman Sodoma o Egipto, eo Ia que también su Señor fue crucificadó.-e Y durante tres días y medio,_gente de todos los pueblo§, razas, Ienguas y naciones contem- plan sus cadáüeres, pues no está permitido sepultarlos. '0 Los habitan- tes de la tierra se alegran y se felici- Ian por ello, y se intelcambian rega- los, porque éstos dos profetas eran para ellos un tormento. ' " Pero pgsados,-los tres días y me- 4i9, un espíritu de vida. procedeñte de Dios entró en ellos y sé pusieron de pie,- Io que provocó gran espanto en- tre los que miraban.-'2 Entonces una voz poderosa les qritó desde el cielo: nSuban., ! subiero=n al cielo en medio de la nube a ia vista de sus enemigos. '3 En ese momento se produjo un iio- lento terremoto y se demlmUO la déci- ma partg de la ciudad, pereciendo en el cataclismo siete mil irersonas; Los APOCALIPSIS 1 1 supervivientes se llenaron de espanto y reconocieron al Dios del cielo.14 El segundo ¡ay! ya pasó. EI ter- cero está para llegar en seguida. o 15 Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron gran- des voces en el cielo: *Ahoia el mundo ha pasado a ser reino d; nuestro Dios y de su Cristo. Sí, rei- na,1á, por lgr liglos de los sig'loS.,16 Los veinticuatro Ancianof que estaban sentados en sus tronos áe- Iante de Dios.se postraron para ado- rar a Dios, " diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderosa, el que eres A que eras, poryue has empezado a reínar, uali.éndote. de t'u poder inuenciAU. '8 Las nacones se habían enfurecido, per? tu enojo las sorprendió: ha l,legado-el momehto de juzgar a Ios m uertos, de premíar a tus sieruo.s los profetas, a tus santos A a cuantos honran tu Norn bre, Aa .sean grandes o pequeños, A d? destruír a los que destruAen Ia tierra. re Entonces se abrió el Santuario de Dios en el Cielo y pudo verse el arca de la Alianza ds Dios, dentro del Santuario. Se produjeron relámpa- g9:,Íuqor y truenosi un terremoü y una fuerte granizada. 513 5 Si alguien intenta hacerles mal, sal- drá de su boca fuego y devor ará a sus enemigos; así pe-recérá el que in- tente ma ltrata rlos., 6 Tienen poder par? cerrar el cielo y que no caiga lluvia mientras dure §u misión profé- tica; tienen también poder para con- vertir las aguas en sangre y castigar la tierra cón toda claEe de plag.as siernpre que quieran. , Cuanbo Éa- yan concluido su testimonio, la bes- tia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. . lO.1 Otra vez se esoeraba 'con ta séptima trompeta el fin de todo. Sin embargo, ant'es de que resuene', de.repente, los siete tmenos procla- man una palabra misteriosa para los humanos y se anuncia: se ha cumplido el plan misterioso de.Díos, tal como lo había hecho esperar (7l,. La palabra que se debe sellar, o sea, guardar secreta (4) muy posiblemente es la noticia de que el Verbo de Dios se hizo hombre. En cuanto al l¡- brito, contiene acontecimientos nuevos que acompañarán a la propagación del'Evangelio. Es: to significa que la venida de Cristo no há puesto fin a la historia. ni ha traido el paraíso a la üerra. ya encontramos enEzequiel (2,8-3,1). Es dulce y amargo: la voz es dulce. pero Ia"tarea e§ dura. Así eñtendemos que la'historia de lsrael, figurada por el libro de los.siete sellos (5,1), no era toda la historia sagrada. sino solamente !u primera par- te. el.Antiguo Testamento. , 11.1 Empiezan los tiempos del Evangelio. Durante los cuárenta años que mediaron entre la pariida de Cristo y el f¡n de Jerusalén, los testiqos áe Cristo ller¡aroá el Evangelio por todo el münt do pagano. Es un tiempo que se caractenzó en Palestina por continuas crisis, inaugurándose con ello lo que Pablo.llamó "tiempo de las naciones,.' Mientras Dios ampara a sus verdaderos adorado- res (los que son medidos, o sea. apartados), los paganos romános atropellan' y pisotean más y más uel patio exterior", eu€ representa a-la mayo- ría del pueblo de Isiael que no entró en la lglesia. La piesente página gl'órifica el apostoladó cris- tiano: sus luchas, sus mártires y su premio. Los dos testigos personifican a-los apóstoles cristianos de todos los tiempos. No se olvide que Jesus enüó a sus discípulos ¿e dos en dos. Tirn bién los dos testigos son'los dos apóstoles más célebres. Pedro y Pablo, ambos rnuertos en Io cíudad grande, Roma, €ñ los años 64-67. Pe. dtg, .pf1ne¡ responsable de la lglesia,. y Pablo, apostot cle los paganos. Este capítulo es tejido con citas y figuras bíbli- gas, sacadas en especial de los- textos réferentes a Moisésyüas" ? : Míl doscíentos sese nta días, o sea, tres años y me_dio, lo que significa- un:.tiémpo áe prüebás', Son los dos oliuos, es,det¡r,. son preciosos a los ojoj de Dios, qr" ,á =;,'áirigíi sus-pJ";j2á qf. Tienen el poder de cer.ror el .cielo, como Elías, o sea, el poder de los milagros. Cuando hayo conclüido su. misión.l as fuerzas del mal no los.venceÉn antes de que Dios lo permita. Pasados los tres díos y medio,(otra vezla cifra simbólica de las pruebas)-resucitaron. Ya son glo- rificados por Ia Iglesia que tiene a sus apqstóJes como intercesores en el cielo. Ya cornparten la resurrección'de Cristo, V sus enemigos éornpruá- ban que, al rnatar a los íestigos dJCriit", "daés,tnryeron su obra- aQónde -mueren? Las imágenes sugieren a la- vgz Jerusalén y Roma, e indiéan a los"judío, t ; los¡romáoos:'en esos cuarenta primeré ánór'¿á Ia lglesia; F!",bun y^S.a¡liago ion .u¿Jó; ñ; loi Juorgs; H€dro -v pabto, por los romanos, sin .....' . 15. Con lu fplfa trompeta, se da Ia inaugu- ración del reino de Dios. se vá. en el cielo el temólo celestial que reemplaza al templo materiar de:Jel-,rl salén: .una nueta arca simboliza la nue'sa aliarrza de Dios con los creyentes d¿ toda;G;,iát¡o.,"r.
  • 8. F- APOCALIPSIS 72 EL PORVENIR: I.A : La mujer y el dragón [-I5' ' Apareció en el cielo una I L L'l señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con Ia luna bajo sus pies y una 'corona de doce estrellas sobre su cabeza. 2 Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado 3 Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabe- zas y diez cuernos, y en las cabezas siete coronas; 4 con su cola barre Ia tercera parte de las estrellas del cie- lo, precipitándolas sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devo- rar a su hijo en cuanto naciera. 5 Y la mujer dio a luz un hijo varón, que ha de gobernar a todas las nacíones con uara de híerro; pero su hijo fue arre- batado y llevado ante Dios y su tro- tro, 6 mientras la mujer huyó al de- sierto, donde tiene un lugar que Dios Ie ha preparado. AIIí la ,alimentarán durante mil doscientos sesenta días. o 7 Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles 571 IGLESIA Y EL MUNDO combatieron contra el dragón. Lu- charon el dragón y sus ángeles, t Pe- ro no pudieron vencer, y ya no hubo Iugar para ellos eFI €l cielo. e El dra- gón grande, la antigua serpie_nte, co- ñocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con é1. ro Oí entonces una fuerte voz en el cielo que decía: Por fin ha llegado la saluacíón, el poder A el.reinado cie nuestro Dios, A ta soberanía de su Ungído. Pues echaron al acus ador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche ante nuestro Dios. " Ellos lo uencíeron con Ia sangre del Cordero, con su palabra U con su testímonto, pues hablaron sín tener mí.edo a la muerte. 'z Por eso, alégrense, cielos g los que habitan en ¿llos 515 Pero ¡aA de la tíerra g del mar!, porque el Díablo ha bqado donde ustedes g grande es su furor, al saber que Ie qued,a poco tiempo. o 13 Cuando el dragón vio que ha- bía sido ar¡gjado a lalierra, se puso a perseguir a la mujer que había dado a luz al varón. t4 Pero se le dieron a Ia mujer las dos alas del águila grande para que volara al desierto, a su lu- g?r; allí será .mantenida lejos del dra- gón por un üempo, doq tiempos y Ia mitad de un tiempo. 15 Entonces Ia serpiente vomitó de su boca como un río de agua detrás de Ia mujer para que la arrastrara, 'u pero Ia tierra vino APOCALIPSIS 13 en ayuda de Ia mujer. Abrió Ia tierra su boca y se tragó el río que el dra- gón había vomitado. t7 Entonces el dragón se enfureció contra Ia mujer y sé fue a hacer la gu.erra al resto de sus hijos, €s decir, a los que observan los mandamien- tos de Dios y guardan las declaracio- nes de Jesús. '8 Y se quedó a orillas del mar. ral frlcr¡ ñr^fola : La bestia y el falso profeta -^ i F ¡íE] ' I Entonces vi una bestia que lr Jl sube del mar; tiene siete ca- bezas y diez cuernos, con diez coro- nas en los cuemos, y en las cabezas un título que ofende a Dios. ' La bestia que vi se parecía a un Ieopardo, aunque sus patas eran co- '-l .i::x t- . 12. Aquí empiaa Ia segunda parte de Ia ü- sión de Juan. La Iglesia ha satido del marco judio y se amplía el horizonte. [-a lglesia r¡a al encuen- Íro de lás naciones,'luchando-contra el poder del Demonio. Empieza una serie de siete signos o ü- siones en el cielo: Las dos primeras nos presen- tan a los protagonistas de la historia sagrada, a la Mujer y al Draéón, el Pueblo de Dios y el Demo- nio. A,pareció una mujei. Aparecá róáeada de glci- ria, pero sufriendo los dolores del parto. Es Ia hu- manidad a la que Digr ll.ev.a a la gloria, pero toda nüestra historia es la 'dolorosa preparación'de nuestrb saluación.'Da a luz a un-niñci,.que es el propio Cristo. La mujer es la humanidad que coopera en los planes dé Dios; también es lvlária, quá da-a lt¡z,o Jesús; también es la Iglesia que huye al desierto,. es decir. oue vive rátirada'espirítualmente dei mundo y a'limgntada por Ia palabra de .Dios du- rante ei tiempo' de lás persácuciones: hil dqs- cientos sesenta díqs, o:¡s€á, tres años y.rnglig [-a serpiente es la misma del primer pecado, solamente que anda.m?jor vestida..[ás siete: ca- bezas indicah la'multipliéidad dé'sus inventosj los diez cuemos (cifm imierfecta) afirman que su po- der no es invencible. Conoció una derrota en el cielo, aunque haya logrado arrastar.e! sg caida a cierto número dé ángéles: un tercio de las estre' IIos. Ver en 8,10. Eri cuanto al niño uarón, Satanás'se prepara:' ba a destruirlo en la cruz, pero a[ resucitar escapa . 7. flplan de Dios sobre el mun,Co ac¿ba de ser revetado, el Hiio de Dios debe hacerse hom- bre v resucitar coáo salr¡ador de todos los hom- bres. F-ste misterio provoca una doble crisis: en el rnuhdo de los espiritus y en la humanidad. Los judíos imaginaban a los ángeles como los represéntantes dá hs varias coler{ividades .y na: ciónes;'= entre ellos. Mtguel ere'.el encargado del oueblo de Dios. Asimisrno el Demonlo'es reqr* ierÍtadc como el jefe de'un eijército de ángeleé re- beldes, las ésf rellas caídos del cíelo , Loslcapítulos que siguen descubrirán la actua- ción del üemonio en lá .historia- Usa disfraces y se r¡ale de muchos sustitutos. Ferg lo recon océ- Én quienes estén dispuestos a sufrir por Ia ver- dad: 'lo ha¡i uencido por Io sang re dél Cordero y poi'lo 'ua.lentía con q.ue lo proclamaron (12,11). . 12.i3 El pecado y Ia rebeldía contra Dios empe?aron eR'el mundo de los espírifus. Recha- zado de este sector-, el Demonio ataca.a los que obseruan los mandamíentos de Dios, empezan- do por los mejores y los más destacadoi en la §lesia. Se nos anuncia unos tiempos "después de Cristo, que nunca serán de paz. . 13.1 El demonio trata de detener la üctoria de Cristo y de convencer a los hornbres de que, en la prácüca, DO es Cristo el dueño del mundo en que üümos. Si desean üür; tienen que entre- gar su libertad_y su conciencia a otro señor, y ése . Los cristianoq de la primera generación vivían en-el imperio romano, eu€, desflués de dos siglos de conqüstas y de acción órgariizadora, había" lo- grado reunir a pueblos numerosos. La gente se ñraraüllaba de lá upaz romana, v'de la ñrosoeri- dad oue de ella resultaba;.Descoirocían él Deliqro de una sociedad totalitaria: cuando Juan eicriüa, el emperador Domiciano acababa de iniponer a todos sus súMitós'la obligación de honrarlo co- mo a un dios. En esta situación, los crisüanos tenían que hacer una elección tremenda. Al confesar á Cristo, Se- ñor de la üda, enfrentaban persecuciones. Juan señala el deber: p€rrnanecer fiel a Cristo y negarse a dar culto al Cásar. Un puñado de cristianos en- frentará victoriosamente'el eitado totalitario: la Iglesia. venceiá por Ia sangré de los mártires. Es lo que expresa la presente visión; 'las dos bestias répresentan los dos pod eres que unen sus fuerzas af servicio del monstruo, o. iea, del De- La bestía que.ui se parecía a un leopardo (2ll. Esta representa el poder perseguidor, el del 'im- perio romano,'con. imágenes sacadas de Daniel 7 ,3-7. Viene del mar, o'sea, del Occidente. de Roma. L-a ütalidad y la fuerzá del imperig de Ro- rna son como una'taricatura de Ia iesurrección. Otra bestio... tenía dos cuernos de cordero (1 1)- Fstlsale del continente, es decir, del Este, de Asia. Figura las religiones que competían en- tonces con el cristianisrno. Estas pretendían dar una sah¡ación celestial, pero no cbndenaban Ios pecados ciel mundo romano.- Hablaba como un drogón Esas religiones asiáticas eran utilizadas poi e[ poder, como mu- chos grupos religiosos hoy en 'día. Es un treChi que las agencias de presión politica y de. desinfor- mación de ciertos paises ricos gastan mucho en el area religiosa, y es muy ha6itualmente paij paralizar a la lglesia. Los persuade a que hagan una estatua en honor de la bestía (14). Fiabía todo un moü- miento religioso detrás de la divinización de Ro- mq y el culto al emperqdgr. El culto de Ia perso. nalidad no era propio del imperio romano, pues tiene raíces prolunáas en nosoiros. Hov toaáriá- en los paises dominados, muchos que-enfatizan las condenaciones de la Biblia contia los idolos, se hacen servidores de nuevos ,,señores,, que to- man el mismo lugar de Dios. Y se les pide que prediquen al pueblo en nombre de Ia Biblia, que deben abstenerse de juzgar Ia injusticia y Ia üo- Iencia imperantes. Una db las tácticas del demonio consiste en unir el poder fue-rte con una ideología que los cristianog no puede aceptar. EI creyenle, aiosado por los dirigent€s y, a Ia vez, por uha opinión pú- blica orientada por las técnicás modemás de pro- paganda, tiene que enfrentarse con una persecu- ción abierta s- disfrazada. Las dificultad,es económicas 'dan al. poder.nueroi *e¿ioi ¿e-ñiá- sión, porque .puedé condenar a quién quieie a perdgr p.an y trabajo: no puedg yo comprar s uender, conseguir trabajo o estudiar (17). . Seisci entos sesen ta y seis: en los :libros de aquel tiempo era artifició corriente dar un valoi numérico a cada letra del alfabeto v se loqraba así'la "cifra, de tal o cual personaje. l-a cilra dá seiscieirtos sesenta y seis sé puede'loqrar con ,a- rios onroos de nalibras- tá !oluci6n-r.ta. nrohi-rios grupos de palabras. ta solución mas proba- ble podria ser: nemperador Nerón,. Y saberno-sble podria ser: nemperador Nerón,. Y sabemos
  • 9. lG,3-É,, , APOCALIPSIS 13 516 577 mo las de un oso v su boca como dq ren a la primera bestia, cuya herida del t¡ono y. delante de los cuatro Vi- ij" lLá.ÉLA;;H Üentregé., po- *ortul.tia siáo curadá. 'j Realiza vientes y de los Ancianos. Y nadie der v su trono. c"on un imoer-io inm'en- qráñáis piodiqios, incluso hace des- podia aprender aquel canto, a excep- ;;: J ü; j;;;;"ñ;;Iil*¿i; ñ;- Eenaei-rúego iel iielo a ta tierra en ción de los ciento cuarenta y qualro i¡¿a ai ".rüén";p..-ilú;;-ñ;tál ñiásenciá ¿1-toaa ta gente. mil qus han sido ¡escatados de la tie- sé le curO. gniáá."J tóáa lát¡erra se ' ,o Por medio de estós prodigios que rra. a Estos son -los que no s€ Irlzltl: -"*r-¡nb,'iú;ié;¡;;-h ñrli;.'; $ le ná si¿o ióncáaiao obiar al-servitio charon.con m.ulel_e,sj_:o_1rjlg"l9:. áoltiurori áñü ái:árág'ón-qr;l.,uuíá áe iá uáit¡á, engana a los r,au¡tuntei Estos siguen al.Cordero adondequie- ántrágaáó ái póJário iÍa utitia y se áá tá tiena y loí persrade'a.que ha- ra.q'ue vaya; estos son como lgs p1i- póitráion tárñui¿ñ ánielo uésiiá ai- A; d; ¿;átrá1i,iónói aá lá bestia micias, pues han sido Lescatados de ciendo: *¿euién r,av it--ó ñuéiuál ñ;,¡;$;¿= ai iei ñáriaa poq tq es- entre los hombres para Dios y el cor- ¿ffiá ü*d;'¿;pJíiiár,-éiáa,, ;;¿;,;;-r,áuia-.áárpériáo1r; §Jie dero..' En su.boca no se éncontró 5 Se le concedió hablar en un tono "oñáá¿ié áár vida a'la ástatua de lá mentira: son intachables' altañáro qrá aüáfiáUá á óio!, / ie bestia, hasta el Punto de hacerla ha- te concedió ejercer ru póaér aúránt. bl;i:qñi.r"iqá e*te.miáu?ti1;d;t ' 6 Luego vi a otro ángel que vola- cuarenta y dos mese:.8"fi=;ü"ñ;:: lorqi¡"'ñói;;á;r;;;; :---- ,.- ba por lo alto del cielo, travendo la su boca para insultar a Dios; insultar 16'Hacg, pues, que todos, g..randes buena nueva definitiva' la que tenía su Nombre y su santuario, es decir, V n.eqreáád, ricós'y poU-..t,Tibr;.t que anunciar a los habitantes de Ia a los que habitan en el cielo. ' Se Ie es[láiás, t" pongaá üna maica en lá lierra' a toda nación' raza' lengua y concedió hacer la guerra a los san- rnu-no a1t..ñá din.iifr;i¿; it y; pueblo' ? Gritaba con fuerza: 'Rindañ tos y vencerlos; se le concedió auto- nua¡ [oáá .ó*prrr. o ven¿ei si ñó a Dios gloria y honor' porque ha lle- ridad sobre toda raza, pueblo, len- "rtá-.áu.cado cdn el nomUre ae iá gado la hora de su juicio: Adoren al gua y nación. b"ii.ü';';;;1"-Iii.J aá§;;;Ér;. que hizo el cielo, la tierra, el mar v s y la van a adorar todos los habi- ¡v..d.qr1é""9 sabio! r&El g[e se.a los manantiales de agua'l tantes.áe r. ti"ñilió¿ái-Ji,"riol'-ü. ¡"tiff::"ii**jti"s [iijlt* ,., L:;¿q:1fr::f,Íi"'ü,:,i,¿:Ír:;s:: yos noqrp¡e¡ 1o estgn ¡nscritos desde Lt,o|tlil;,?i':"t¿tÁAde un s€t Irurno: tituta que servía su vrno capcroso a íacreación det munáoü-;ilb;"-¿ái; no, y su cifra es 666' todas lás naciones y las emborracha- vida del Cordero degollado. e El que tenn" "'aiÍi""ra oír, que Los 144'000 en el monte sión o"'[:ij:.ffi::i3:'B:L',,tll,:::il;: oiga: 'o-.El qué está déstinado a la fñ' ' Tuve otra visión: el Corde- mando con voz luerie, -Si'ákiuno'aáó- cárcel, -a la cárcel irá; el que está lr¡*,[ ro estaba de pie .sobre el ra a la bestia y a su imageriy se deja destinado a morir.a espada, á espada monte Sión . y lo rodéaban ciento -aicár lá fr¿ñte o lu: -a'no, ':'En¿iá morirá., Esta es la hora-de Ia persej cuarenta y cuatro mil personas que veranciaydelafeparalos.santos.llevabanéscfitoenlafrenteelnom- , rr, vi.tueso otra. bástia que surgjg Br_",-*1,9?Id-:fp,I 9..lgl!l: 1"^ * *k,jÍÍ;1rg*:.:s#l,i,r.¡,,*'g:g:.0:l,Ilae la i¡Lriá V GñA- a,ii.l,einoj?é Padre.-2 Un ruidó retumbaba en el perio romano firmes?n su fe- Ellos son los primi cordero, pero habrabá io-o--úii ará: .¡Ji, n9i..iao--9l.;iñ;;Aótdál; ;¿il;,:i"?J::Jtfflñ¿,!.fÍ:ff,:J#B: qón. 12 Elta sequnda bestia está al olas o al fragor del.trueno: era como de los siglo-s iiosteriotel que se ünirán a'ellos.' §ervicio de la piimera y di§pOne de un coro.de.cantores que se acomPa- Algunos,quetornan,"*:l¡,.,:-i"^h;l^*,,{l: [oáo g podei !' áüün-aáa]'ÉA ¿r¿ ñan tocando sus arpai. rrian'que seÉn 1¿14'000 lo§ sal'vados'. feng'¿Po' ta tierra y todos sus:habitantes ailó-. 3 Cantan un.cántico nuevo delante 2Est;:T:1"?i;ídii;fl:H:t*i?rtryÉ: .posible de contor de todos los demas puéblos? To- . i . -, r ' ' - &i*áJi*.!ón-si.,.,u"rid:----:---'--"- APOCAUPSIS 14 que. beber también el vino er¡briagan- te de Dios, que está preparado, puro, en Ia copa de su enojo. Será atormen- tado con fuego y azufre ante los san- tos ángeles y ante el Cordero.» I I No hay re poso;' ni de día ni de noche, para los que adoran a la bes- tia y a su imagen, ni para qu¡enes se dejan marcar con Ia marca de su nombre. EI humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos. 1? Este es el tiernpo de aguantar para los santos, páfa todos áquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús t3 Entonces -oí una voz que {ecía desde el cielol «Escribe esto: Felices desde ahora los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, pues sus obras los acompañan., 14 Continuó I; visión. Apareció una nube blanca y, sentado sobre la nu- be, úno como HUo de Hombre, que llevaba una 'corona de oro en Ia ia- beza y una hoz afil ada en la rn€tno. 15 Salió del santuario otro ángel cla- mando con potente voz al que estaba sentado en la nube: uMete tu hoz y cosecha,.porque ha llegado el tiempó de cosechar y Ia cosecha de la tieira está en su purito., '6 Y el que estaba : oue seis siqnifica aloo imoárfebto: él es el que . 14.1 Frenie a las füerzas que reúne Sata- Éáto AJsárlsiái¿ (qu¿;e;;ás-¿htá la..perfección) y !ás. en el imperio romano,'.estáñ lai.,de Cristo. nó.lo alcanzó. ' ., ' : "- .: ! ^ bestia tiérie que aprovechar el tieihpo que' le Sabemos que, en el pasadq, pólemistas antica- fue concedido, pprq!¡eyq Cristo.reina' y se está tólicbs quisieioá aplicai a la Íüerza esta cifra .al prépaiando el juició qüb pondrá.fin a la perse- Paoa. Eita aolicáción no tenía náda oue ver.con cución, "fí"¡tia" 4".[üá? oiár;..'iiii. "á éá d'iii.iiád - -tEl Cordero: estaba.de pie sobre él'monté Síón. ;áij- ñ";¿i;;;J";;;Üiñ hi "uuiai de ese Sión e§ la lqlesia. tanto É de' la tie#a coino la del ir¿q¿.;üed" "ñiiáiZiiJiáfrátá irafqriéia de.srs cielo. C¡sto-esu rein¿iñdo en medio de los mismos ¿;;Ü¿iE;;ú.ji;;;;;táe "uéi""éiá.'poi a,as persequiüos. La iepresión, las cadénas v la müerte' que esas lineas fú¿iari escriiás por él apbstol iro alánzan al tem-plci secreto de cada irersona, allí' Juan, era solamenté un juego. donde Cristo comuhica sü üdá. Son- uírgenes; Eii. 7',9 el'pueblo cristiano era representado ,por mártires; aqui se habla de vír- genes, y la palabra tiene dos sentidos, lo mlgmo (ue "adúltero, eh otros lugares: por;una párte, no se sornetieron al culto de la bbsiia; po; otra, fueron iiberados.de la tiranía del sexo. , . Cantan .un cantico nueuo- Después que Yavé salvó a'[srael'al mar Rojo, el pueblo entonó el Cántico de Moisés (Ex 1.5,1). Pero ahora los cre- yentes y, mártires cantan el'cántico nuevo- para celebrar su liberación, por Cristo. del odio, de'sú propia flaqueza y del tehor de la rnuerte. o 6. L-a evangelización prepara a plazo la caí- da.de la ciudad y sus ídoloi (8), la c-uál es presen- tada cbmo un men saje de felicídad deitntttuo (6). Pero; en lo preseáte, la represión sá á"rai; contra los testigos de Jesús (9). EI imperio persequidor es llamado Bobilonio. gü", en -lá.Biblia. éiun nombre sirnbólico,del. po- der enemigo de Dios. Su ruina mostrara como Dios juzga las estructuras injustas. Cuándo se producen criéis mayores y las más atroces guerras. muchos dicen: ues el fin.del rrluD: do".- Así, c!-rando'trescientos años después de Jtnn . se dem,rmbó ql jmp.erio romano, rnuchos Frensa:' ron que era el fin de.la ciülización.- Pero, ton,el tiempo se üo que s9 gQría un. campo rnás amplio pa¡a la predicación del Er¡angelio.. . ' r ,. . , ' S¡ alguno adoig a la b¿ftio...' (9i. Aquí se re- calcan Ias palpbras rnás fuedes del Evanqelio so- b¡.e el debér 4" ploclamar su fe (Mt 10;28.33). Felices des;de-.áhoro los rnuertos que 'mueren en el.Se^Ror. Juan ve a los mártires y'¿e-as tái- gos de.Cristo: ya gozan de;la paz. Réspectó d¿-A ta retribución prornetida a. los creyentes desde el momento de §u muerte, ver: Fil 1 ,23 y 2 Cor 5,S.
  • 10. APOCALIPSIS 14 sentado en la nube lanzó su hoz a la tierra, y Ia tierra fue segada. t7 Entonces un ángel, que también llevaba una hoz afilada, salió del san- tuario celeste. rB Otro ángel, el que está encargado del fuego, salió del altar y gritó al que llevaba la hoz afi- lada: nMete tu hoz afilada y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque ya están bien maduros.» rs Entonces el ángel rnetió Ia hoz e hizo la .vendimia, echando todos los racimos de uva en el gran lagar de la cólera de Dios. 'o Lás uvai fueron exprimidas fuera de la ciudad, y del lagar brotó tanta sangre que llegó hasta la altura de los frenos. de los cabqllos, en una extensión-de mil seiscientos estadios. ' Vi luego en el cielo otra se- I r "' l ñal grande y maravillosa: sie- te ángeles que llevaban siete plagas, Ias últimas, porque con ellas se con- suma Ia cólera de Dios. 2 Vi también corno un mar de cristal destellante, y a los vencedores de la bestia, de su imagen y de la cifra de su_nombre, que se colocaban sobre el mar de cristal, llevando las arpas celestiales en sus manos.:3 Estos cantan el cánti- co de Moisés, servidor de Dios, y el cántico del Cordero: Grandes A marauillosas son tus obras,- Señor Dios, Todopoderoso. 518 Justic ia A uerdad guían tus pasos, oh Reg de las naciones. ' ¿Qui én no dará honor g gloria a' tu Nornbre, oh Señoñ" Tú solo eres santo, g todas /as nací.on6 uendrán A se postrarán ante tí, porque tus fallos se han dado a conocer. Las siete copas 5 Después se abrió el Santuario de la Tienda del Testimonio 6 y salie- ron del Santuario los siete ángeles portadores de las siete plagas, vesti- dos de lino puro resplancieciente y ceñido su pecho con cinturones de oro. ' Uno de los cuatro Vivientes en- treqó a los siete ángeles siete copas de-'óro llenas del fuior de Dios, que vive por siglos sin fin. 8 Entonces el Santuario se llenó de humo por estar allí la gloria de Dios y su poder, de modo que nadie podía entrar en él hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles. ffil : Y oí una voz potente qug I r ()l desde el Santuaiio gritabá a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierla las siete coPas del fu- ror de Dios., 2 Salió el primero, vació su copa sobre la tierra y se produjeron úlce- ras malignas- y d.olorosas én las.per- sonas que llevaban la marca de la besti a y se postraban ante su ima- gén. 3 El segundo ángel vació su co- 519 pa sobre el mar, y hubo sangre como de desangrado, y todo lo que vive en el mar pereció. o EI tercer ángel vació su copa so- bre los ríos y sobre los manantiales de agua, qué se convirtieron en san- gre. 5 Y oí al ángel de las aguas que decía: *Tú, el que eras y eres, €l San- to, eres justo al castigarlos de este modo, t pues ellos derrarnaron Ia sangre dd los santos y de los profe- Lu.s, y tú. les hqr {ado a beber sanslre. Bien se Io meiecían., 7 Entonces oí otÍo grito que venía del altar: uSí, Señor y.Dios,-Todopo- deroso, tus juicios son verdaderos y justos., 8 El cuarto ángel derramó su ccipa sobre el sol, y su calor comenzó a quemar a lu Lénte. e Los hombres fueron abrasados y ernpezaron a in- sultar a Dios, qlle üene poder sobre tales plagas, €ñ vez de reconocerle y darle gloria. - ro EI quinto ángel vació su copa sobre el trono de la bestia, y al ins- tante su reino quedó sumido en tinie- blas y Ia gqnté s€, mordía la lengua de dolor. Insultaron al Dios Altísi- mo a causa de sus dolores y de sus Ilagas, pero no se arrepintieron ni de- jaron de hacer el mal. t2 El sexto ánget deiramó su copa en el gran río Eunrates,, y.sus aguas se secaron, dejando un paso libre para los reyes de oriente. '1 Y vi que de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta Éalían tres espírittís in- mundos que tenían aspecto de ranas. APOCALIPSIS 17 r4 Estos son espíritus diabólicos que pueden hacer milagros, y se dirigen a los reyes del mundo entero para con- vocarlos para la batalla del gran día de Dios, el Todopoderoso. t5 uMiren que vengo como un la- drón. Feliz el que se mantiene des- pierto y no se quita la ropa, porque así no tendrá que andar desnudó y no se verán sus vergüenzasr. '6 Los reunieron en el lugar llama- do en hebreo- Harmaguedón (o sea, cerros de Meguido). '' El sépümo ángel vació su copa en el aire. Entonces salió una voz del trono que se escüchó fuera. del San- tuario, y decía: *Está hecho., rB Se produjeron relámpagos, retumbar de truenos y un'violento terremoto. Nunca hubo terremoto tan violento como éste desde que hay hombres sobre la tierra. re La Cran Ciudad se abrió en tres partes y las ciudades de las naciones se desplomaron. Acababan de acor- darse ante Dios de la Gran Babilonia y Ie iban a pasar la copa del vino pu- ro de su ira. '. 2o Entonces los continentes huye- ron 'y las cordilleras desaparecier-on. 2' Enormes granizos como de un quintal cayeion del cielo sobre la gente,' y los hombres insultaron a Dios por la desastrosa granizada, pues fue una plaga tremenda Eljuicio de Babilonia m' ' Entonces vino uno cie los I r r I siete ángeles de las siete co- . f 5.5 Aouí ,o,r"-os sobre la caída de Ro-- ffid, lu-cuui "l etperada y ionsiderada como un ¡uicio de Dios. t-a! siete cbpqs E¡ezclan imágenes que proüenen de las plagas de Egipto y de r¿arios' textos proféticos. iiri^a-q"áa0", o'sea, el monte Meguido (16,16), récordaba una derrota. famosa de la irirlbriá'i"Jiu iá Reyes 23,291, y €s una mane- ra de anunciar Ia derrota de los que allí se jun- tan. :. Lor síe:te copos ilenas de las síete plogos des- criben con imágenes pintorescas algo qué tal vez no está muv leiós de nosotros. EI mr,rndo presente ;á ¿;¿¿ "ñ1oí "castigos de Dios,, y per óira par- te; se ha abusado tanto de esta expresión en si- glós pasados, que no debemos utiliár la.palabra sin mucho cuidado. Dios es ambr y a cada uno de nosotros le enüa solamente Io que será para su bien.'Pero también el Apocalipsis, siguiendo Ia tradición de los profetas y de Jesús, -afirrna que Dios juzga y castigg a lqs ñaciones y a las colecti- vidades a lo larqo de su historia. Nuestra genáración también será juzga.da. M.u: chos se hañ asustado en los primeroi iiérnpos del Sida. v ninquno se atrevió a hablar de un iuicio de Diós. Pe-ro sabemos que otras plagas ahora se avecinan. v el dominio del hombre sobre la natu- raleza no le imoide a ésta que'tome su rer,¡ancha: antibioticos y festicidas qui ya.no üenen [uerza sino que envenenan a los hprybtgs, cong.estion, paraliiis. inseguridad de las Babeles grandes, sol y lluvias que desconciertan las previsiones... . .17 .L Voy a mostrarte el juicío. Dios revela lo que vale ráalmente la ciudad perseguidora. próspera y poderosa.- Para tóiiós los que üüan en el imperio, Roma era la personificación 'del imperio y d"'su culfura. Al llegar a la capital quedaban deilumbrados por sus ed¡ficios, sui teatros, sus luces, la animación de su población incontable. Y no les costaba ve- nerar a Roma com-o a una divinidad. La duración del imperio. que. le acarrea la're- putación de invenciblá y divirio, es puro engaño: era, no es y poso prónto (8i, a áiferenc-ia de Dios, que F-s y ha dé venir: -Juq. figura a Roma como una muier enderñoniada,. L¿ púrpura, color de los emperádores. y el oro, signo'de su riqueza, tapan su rmpureza y su crueldad. Es al mismo tiempo la que'iier¡a a los hornbres a senrir a diü- nidades falsas. y la que asesina a los mártires. Juan habla dél futuro cercano'de Roma,'u§an- do símbolos. algunos de los cuales se inteipretan sin esfuerzo. Las siete colinas designan sin hinqu- na duda a, Roma. Los siete reyel sorii una ciTra sirnbólica de emp€radores. Los diez cuemos son los reyes lde,fos pueblos bárbaros aliados de Roma. 'Eétos:saiéhtei serán Ios instrumentos de Dios para destmirla; Sin e'm- bargo seguirán como fuer2as hostiles: a la lglesiá. l-os udncerQ y cen él uencerán los suyol (f +). El triunfo de Cristo lo comparten con él sus testi-
  • 11. APOCALIPSIS 17 pas y me dijo: nVen, que te voy a mostrar e[ juicio de la famosa prosti- tuta que se sienta al borde de las grandés aguas; 2 con ella pecaron los reyes de Ia tierra, y los habitantes de la tierra se emborracharon con el vi- no de su idolatría., 3 El ángiel me llevó en espíritu al desierto: éra una nueva visión. Había allí una mujer sentada sobre una bes- tia de color rojo, que tenía siete ca- bezas y diez cuernos. Esta bestia es- taba cubierta de títulos y frases que ofendían a Dios. o La mujer vestía ro- pas de púrpura y escarlata, y res- plandecía de oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oto llena de cosas repugnantes, que eran las impurezas y la lujuria de la tierra entera. 5 En su frente se po- día leer su nombre, escrito en forha cifrada: Babilonía la Crande, la rna- dre de las prostitutas y de los abomí- nables ídolos del mundo entero. 6 Y observé que Ia mujer se había em- briagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús. Esta visión me dejó muy sorpren- dido; ' pero el ángel me dijo: «¿Por qué te maravillas? Voy a explicarte el misterio de esta mujer y de la bestia que la lleva, la de las siete cabezas y los diez cuernos. I La bestia que has visto era, pero ya no es. Sube del abismo, pero camina hacia su perdi- ción. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue escrito en el libro de la vida desde la creación del mundo, se asombrarán al descubrir que la bestia era, pero ya Ro es y pasa pronto. e A ver si ustedes lo adivinan. . Las siete cabezas son siete colinas sobre las que la mujer está asentada. l: Y son también siete reyes, de los cua- 520 Ies cinco han caído ya, uno está en el poder y el otro no ha llegado aún, y cuando llegue, habrá de durar poco tiempo. I I La bestia que era y ya no es, hace el octavo, pero es uqo de Ios siete, y camina hacia su destruc- ción. '2 Los diez cuemos son diez re- ye.s que todavía no han recibido el reino, pero tendrán poder por una hora junto a la bestia. '3 Persiguen to- dos una sola meta, y pondrán su au- toridad y sus fuerzas al,servicio de la bestia. 'o Harán Ia guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y con él vencerán los sui'os, los lla- mados y elegidos y que se mantie- nen fieles., t5 EI ángel prosiguió: *Las aguas que has visto, a cuyo borde está sen- tada la prostituta, representan Pue- blos, multitudes y naciones de todos los idiomas. 16 Los diez cuernos y la misma bestia planearán maldades contra la prosütuta, la am-¡inarán y la dejarán desnuda, comerán sus cames y ia consumirán por el fuego. t7 Por- que Dios se vale de ellos para ejecu; tar su plan, y les ha inspirado la mis- ma intención de poner sus fuerzas"al servicio de la'bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. rB Esa mujer que has visto es la Gran Ciu- dad, la que reina sobre los reyes del mundo entero.» E' a.r ?i.'rBT :,tr f.ü:, t,o.Ui grande su poder, que toda la tierra quedó iluminada por su resplandor. 2 Gritó con Yoz potente: r,¡Cayó, cayó la Gran Babilonia! Se ha convertido en guarida de demonios, 521 en refugio de espíritus inmundos, en nido de aves impuras y asquerosas; ' porque con el vino de su prostitución se han emborrachado todas las naciones; los reyes de Ia tierra pecaron con ellá, y los comerciantes del mundo se- hicieron ricos con ella, pues era buena para gastar., otra voz que venía del cielo y APOCALIPSIS 18 -Aléjate de ella, pueblo mío, no sea que te hagas cómplice de su maldad y tengas que compartir sus'castigos; 'porque sus pecados se han apilado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus rnaldades. 6 Devuélvanle según ella ha dado, páguenle el doble de lo que ha hecho, viértanle doble medida de Io que ella daba de beber. ooí decía: . 18.1 ¡Cayó, cayó Bab¡lonia la grande, Es- te había sido el §rito de los profetas que saluda- ban la caída de .la ciudad opresora (ver Jer 50 y 51). Jesús decía, al profátizár la caída de Jerusa- len:' "Enderécense..., (Lc 21,28). ¡Pueblo mío, aléjate de ella! (4) Vivan en el mundo sin ser del mundo; hagan todo lo posi- ble por convertir esta sociedad, sus 'aspiracio- nes y su cultura, perci no. vendan su alma. Y cuando Dios venga a juzgar'estas estructuras anquilosadas, .estén listos para dejarlo todo ) para volver al desierto,.a la pobreza, antes que acostarse éntre los rnuertos de la historia (véase Fil 3,20). : ¡.HAY QUE BUSCAR UNA BABILONIA GRA¡VOE EN EL MUNDO ACTUAL? Para Juan la bestia era figura del imperio ro- rrláno; veía en ella un instnrmento del demonio, y profettzó su caída: ¡y pensar que, durante siglo§, él Occidente cristiano soñó con el esplendor de Roma! EI nomb,re de Roma resumía todo .el-empuje de su imperio. Muchos pueblos habían sido conquis- tados' e inteqrados baio el dominio de un póder fue¡te contrólado por r-r¡ orden legal y moráI. t-a «r,az romana, Dermiüó la extensión de una cultu- rá de la que 'sórnos los herederos, pero también el afluio á Roma de las riquezas del mundo en- gendrába la cornrpción. Todos aquellos que no áceptaban la paz 'y tu moral que la nació'n más desárrollada quería imponerles. eran destruidos con la mayor crueldad. Y el Apocalipsis ve en Roma la ciúdad maldita. Al hacer del enfrentamiento de la Iqlesia con el Irnperio la trama de estos capítulos, Juan nos in- vita a pensar que esta lticha es un dato pelrna- nente de los tiempos cristianos: IrIU€rta Roma, Babilonia reapa reéerá - Muchos hán querido identificarla con sus ad- versarios políticos.'Pero ei demonio no se com- promete Con ningún campo determinado. Fuera de Ias Dersecuciones sanqrientas que muchos co- nocen. la Iglesia hoy eridía sufré otra persecu- cion que sábe disiríularse, pero que es dirigida desde -paises todopoderosos y que dispone de re' cursos enolTnes. ftoy todavía el cristianismo se identifica en gran parte con el mundo occidental, el que pro- mueve en el mundo valores cristianos, aun sin quererlo. Pero también se hace el ápóstol de un liberalismó estrechamenté ünculado'ton el reina- do del dinero. Es de los'mismos paises reputados ncrístianos" de donde salen las influencias inás co- riuptoras y dañinas para la salud moral de los prréblos; almismo tiempo su superioridad técnica les permite despojar sin violencia. aparente a las otras naciones, mientras les predican principios económicos y políticos que convienen a sus pro- I . Por eso podemos pensa,r que la Babilonia del siqlo XX nó se identifica con un. país renegado y diáMlico,.sino que está también-allí donde .las co- munidades cristiarias son rnás numerosas,.luchan- do. y dando su testimonio. Por eso se les dice: Aléjate de ahí,' pueblo mío, no se deien conta- minar con los ídolos. En la medida eh {ue la lgle- sia mire a los hornbres y al mundo con los ojo"s y con el corazón de los fiobres. no puede esperar sjno la guerrg de parte del Dueño y de los dueños de este mundo. ¡DEBEMOS REI.ACTONAR I-AS APARICIO ÑTS DE IA VIRGEN CON EL JUICIO QUE SE AYECINA? Las importantes apariciones de María durante este último siglo son para muchas pqrqonas una señal más de'que estámos llegando'ql final: ¿ha- bÉ oue tornar án cuenta esa rélación? Eri todos tos rnomentos trágicos de [a historia, hubo gente que hablaba del fiñ del rnundo- Entre qente que tenía miedo conian V se transmitían re- fulacioñes que fomentaban el tá¡ror. Hoy, sin em- bargo, hay otros que no tocan el tema porque se asustan o para asustar, sjno porque piensan que la humanidad está llegando a iu eáad ádulta y q'ue tál vez los tiempos deT Nuevo Testarnento se ésfan cumpliendo. l-a, repentina aceleración del desarro- llo d'e la humanidád es un hecho: en un siqlo se ha recorrido más camino que. en miles de -siglos anteriores. En otro plano,'e[ apretuiamiento"de lós hombres (ya somos 5.000 millon"i) v la multi- plicación del material que utilizan han vuelto la vi- da humana cada vez más compleja y., difícil; se acerca el momento en que deberemos entrar en tm mundo totalmente diferente o bien morir. Sin hablar del hecho de que también cada dia aporta medios más eficacps para hacer el mal y para so- meter el mundo a Salanás, Así que cabe prequn- tarse hacia dónde várrros; a pesai de que ¡'esf¡i ai- jo que nadie podría predecir la hora. Ahora bien, al referimos a la Anunciación (Lc 7,26l'hemos hablado de la misión única de María en el plan de salr¡ación. A ella tanto corno a la Iqlesiaise aplica el símbolo de la Muier v del Dra- g-ón del caflitulo 72. Pero el plan de salÚación es- fá siempre, en peligro: los mayores.obstáculos y retardoi üenen de la misma Iqlesia.-a rnenudó tan ciega a las exigencias del Ernngelio cuando se empeña' en conquistar. el mgndo.' ¿Por quá existen esas estntcturas tan pesadas, enajenantes,
  • 12. APOCATIPSIS 18 ' Q,ue sufra tantos tormentos y Penas como fueron su orgullo y su lujo. Se dice a sí misrna: "¡Domino como reina, Do soy viuda, nunca conocéré el larnento." I Por eso, y.en-un solo día, caerán sobre ella sus plagas: ryuerte, lamerltos y hambre, y qued ará conbumida por el ' fuego; pues poderoso es su juez, que es : Dios, el Señor., e Llorarán y harán. duelq por ella los reyes de lá tierra qu" Cori ella se acostaban y lo pasaban bien cuando vean Ia humareda de su incendio. 'o Se detendrán a distancia. aterrados ante su'suplicio y exclamarán: -iA, , ay de Ia gran ciuáad, de Babilonia, ciudad poderosa, que en una hora te arrasó el juiciolr' ,' ., ¿ rr Llorarán y se-lamentarán por ella los comerciañtes de lá tierra, porque ya no hay quien compre sus merca- derÍas: '' sus cargamentos de oro, plata, pledras p¡eCiosas y perlas; te- las de lino fino y púrpura, yestidos de seda y 'escarlata; maderas perfuma- das, objeto¡,de marfi! V mueblg! muy ,costosos;, bronce, hierro y mármol; 13 especias, pelfum.es;. mirra'e incien- .so; vino y aceite, harina y trigo, va- cunos y corderos,-caballos y carrua- jes,. esclavos y mercadería humana. 522 14 Dirán: nYa no verás más las frutas que ansiabas. Se acabó para ti el lujo y esplendor, y jamás volverá11.» 15 Los que traficaban con estas co- sas y con ella se enriquecídñ, se rnantendrán a distancia horrorizados por su castigo. Llorando y tamentán- dose '6 dirán a gritos: n¡Ay, dy, de Ia Gran Ciuddd, la que se vestía de lino, púrpura y escarlata y resplandecía de oro, pledras pre- ciosas y perlas! t7 ¡En una hora se acabó tanta riquezal, Todos los capitanes, navegantes, marineros y cuantós se ocupan en Ios trabajos del mar se cietuvieron a distancia rB y gritaron' aI- conternplar la humareda de su incendio: *¿Dónde se ha visto jamás ciudad como ésta?, re Y echando ,polvo sobre su cabeza, decían llorando y lamentándose: .¡Ay, ay de,,la Gran Ciuddd, donde se hicieron muy ricos, gracias a su lujo, cuantos tenían naves en el mar! ¡En una hora ha quedado devastada!, '1 ¡Alégrense'porella, cielos, y tarnbién.ustedes los santos, los le hizo pagar. t. 2t Entonces un ángel poderoso-to- mó una piedra, tdn' enorme como una pie{ia de mólino, y la arrojó. al mar, diciendb: *Así, con igual violen- cia, será arrojada Babilonia, Ia Cran Ciudad, y no se volverá a'vbr más. ?2Nunca más se oirán en ti el son de arpas y cítaras, flautas y trompetas; 523 no trabajarán más en ti artesang: de,ningún arte; no se oira más en ti ruido de rnolino, ni brillará luz de lámpara; a no se oirán más en ti Ios cantos del novio y de la novia. Porque tus comerciantes eran los magnates de Ia tierra, y con tus hechicerías se extraviaron las naciones. 2o En esta ciudad fue hallada sangre de profetas Y santos y de todos los, que fueron degollados en la tierra., Cantos en el cielo Irel ' DesPués oí en el cielo algo I r r I como el canto de un inmenso gentío, que decía: ¡Aleluya! ¿Quién salva y quién tie- ne gloriá y poder sino nuestro Dios? ' Sus juicios son verdaderos y justos: ha condena4o_u la gran prostituta que corrompía la tierra con su inmo- rálidad y le ha hecho pagar la sangre de sus servidores. 3 Y volvieron a clamar: ¡Aleluyal De ella sube humo Por los siglos de los siglos.- -4 E"ntonces Ios veinticuatro ancia- nos y ,los cuatro vivientes se_postra- ron ádorando a Dios, que está senta- do en el trono, diciendo: Amén. Aleluya. 5 Y salió del trono una voz que decía: *Alaben a nuestro Dios todos sus servi- APOCALIPSIS 19 dores, todos los.que honran a Dios, pe - queños y grandes., 6 Y oí el ruido-de una multitud inmensa como el ruido del estruendo de las olas, como el fra- gor de fuertes truenos. Y decían: Aleluya. Ahora reína el Señ or Di.os, el Todopoderoso. 7 Alegrémonos, regocijémonos démosle honor A gloria, porque han llegado las bodas del Cordero Su esposa se ha engalanado, 8 Ia han uestido de lino fino, deslumbrante de' blancura -el lino son las buenas acciones de los santos-. e Después el ángel me dijo: *Escri- be: Felices los que han sido invitados al banquete de bodas del Cordero.» Y añadió: uEstas son palabrás verdade- ras de Dios., 'o Caí a sus pies para adorarlo, pe- ro él me dijo: *No lo hagas, yo no soy más que un servidor corno tú y como tus hermanos que transmiten las de' claraciones de Jesús (son declara- ciones de Jesús las que vienen:del espíritu de los profetas). Sólo debes adorar a Dios., El triunfo de la Palabra de Dios . I I Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. EI que lo monta que ahoqan en la pÉctica la libre carrrera de la falabra ife Dios? V las comunidades cristianas se repliegan sobre sí mismas en vez.de llevar la Pa- Iabra á todos los rincones del mundo. . ; No es pues de extrañar -eu€ la. Virgen María utilice la gracia que ha recibido de Dios y que in- tervenga -de , vez en cuando para manifástárse a tos póbres. Ella no entreqa n¡noún rnensaie nue- vq o las revelaciones qrá rnucños esperarían (es por es-o quq fabrican'mqchas- revelaclones de ese '!ipo, que tienen :éxito). Más bien repite las'pala- bras dél Evangelio con una fuerzá,.tal qué las conversiones se. multiplican.' [-as apariciones es- tán indicandó que la Iglesia no- ha cumplido su misión.sino. muy parcialrnente: María üene a-sg. corerla sus ni;ói o!üdados. Y es uno de lqq ta- nales a travás de los cuales se expresa'el EsÉiritu Santo, quien nunca ha dejado de'repetir el Éva¡¡ gelio por medio de profetas y milagros. . : ?ero. ¿por qué se .haten más- numerosas ahora estas. apariciongs,_ e inütan a Ia conversión con más insi§ten cia? Será tal vez porque la humani- dad entra en una edad más .ciítica, o porque las fue¡:zas del, mal son rnás activas en e[ rnunda. Pe- ro, si' e,l demonio'se ho enfureci.do, puede. ser porque sabe qu€ le'queda poco tiempo. . 19.1 El inmenso gentío sg.alegra por la condenación de la prostituta y otra vez clama "ale,luya» por las bcdás del Cordero que se van a "*'lft';", los que han sido inuítados ol ban' ouete de bodas del Cordero (9). Ahora -se ha- titu ae qozo v aleqría cuando ha terminado el Urtti.io ?e Bábilon'ía y de sus plac eres- Se han ápagado sus luces y brillan las acciones de los *íun"tos,, actos heóicos o servicios humildes. El final del párrafo puede ser una crítica que Jt:an'lanza con'tm el deinasiado interés,.por los an- qeles. que, en r,arios sectores de la lglesia. amena- áiha coh reemplazar el culto de los. dioses paganos. Tarnbién puede ser una nuea advertencia conba ¿l ú6á"-la peoonalidad en-la. misma lglesia (com- parai 19,10 422,8; He 10.26). , 1 1. Aquí se reanuda la üsión de los capítu- los 13: 14,'15 y 16, después del paréntesis'que constituían los cápítulos 17 y 18. Los siete ánge- les habían derramado las copas del castigo de la bestia'y ru espe_raba el encuentro decisivo. En- tonces áparece Cristo. , - Sl-ná--bi es ta Patabra'de Dios (13). 'Es.el ' ' nacido de la Muier, que débía «eo- E'fi""J3'i#hu.iones con vará de hierro"'ii z3i. Cristo üene como triunfador. Su nombre üerda- dero es Palabrade-Dios; ésa es su realidad divi- na, que nadie comprende sino é1. Respecto de la Palabrá de Dios, ver Jn 1,1-14. Lo siguen los eiércitós del cielo. Corno -Je^sgs lo habíá anunciadb varias vecis (Mateo 76,27) . Palabra de Dios, poderosa para vencer, acti'ua para salvar, ufiel, para . curnplir las promesas de