3. Evolución histórica
Para los hipocráticos se denominaba melancolía al conjunto de “aversión
a la comida, desesperación, insomnio, irritabilidad e intranquilidad” al
que se sumaba un ánimo triste característico.
4. Evolución histórica
Durante el siglo II d.C., se mantuvo la
definición descrita por Rufo de Efeso:
la melancolía era una forma de locura
crónica, no febril, en la que el paciente
se mostraba anormalmente temeroso,
triste, cansado de la vida, misántropo y
que con frecuencia se acompañaba de
alguna idea delirante circunscrita.
Los hipocráticos describieron síntomas asociados, se destacó el
estreñimiento. También se mencionaban, de forma menos constante,
las ideas suicidas y el riesgo de suicidio.
5. Evolución histórica
En el Renacimiento, la creencia en el determinismo astrológico dio
lugar a una concepción de que la influencia de Saturno permitía
describir un temperamento melancólico, caracterizado como seco, frío,
taciturno y malhumorado, especialmente entre los ancianos.
6. Evolución histórica
En los siglos XVI las dos obras fundamentales de la época fueron el A
Traitise of melancholia de Timothy Bright (1586) y la Anatomy of Melancholy,
de Robert Burton (1621). Estos autores eran capaces de diferenciar
claramente entre el temperamento melancólico y la enfermedad melancolía.
7. Evolución histórica
La atrabilis o melancolía natural era una
trastorno fundamentalmente físico, a
pesar de que sus síntomas fueran
emocionales o psicológicos.
Es en el siglo XVIII en que la presencia
de una idea delirante se toma como un
síntoma más de la melancolía
convirtiéndose en elemento habitual en
las descripciones clínicas hasta el
punto de ocupar un elemento clave
comenzaría a ser discutido a finales del
siglo y abandonado gradualmente en la
primera mitad del siglo XIX.
8. Evolución histórica
Thomas Willis y Sydenham fueron quienes separen un conjunto
determinado de síntomas de la melancolía clásica, denominándolo
hipocondría. Esta hipocondría, a partir de Booerhaave, se concibe ya como
un problema claramente distinto de la melancolía, pero dentro de un
continuum en el cual los casos más graves podía evolucionar a melancolía.
9. Evolución histórica
Una de las formas clásicas más interesantes de
melancolía lo constituyen las melancolías eróticos o
erotomanías. Este proceso patológico continuó
estudiándose como una forma especial de
melancolía hasta el siglo XIX.
A partir de ahí, y especialmente en la obra de
Clérambault, el concepto de erotomanía se implica
en otras coordenadas muy diferentes. Actualmente
el Síndrome de Clérambault se conoce con el
nombre deTrastorno Delirante Tipo Erotomaniaco.
10. Evolución histórica
Boerhaave establece de manera clara la noción de continuum desde la
hipocondría hasta la manía, pasando por la melancolía. En el siglo XIX,
Baillanger y Falret, inciden en este aspecto fundamental, planteando la
unidad de estos dos desórdenes como un único trastorno.
11. Evolución histórica
Respecto de los clásicos delirios del melancólico, durante el siglo XIX, se
describe la melancolía simple como un subtipo sin delirio que puede (o no)
empeorar y convertirse en una melancolía delirante. Cada vez más el énfasis
en el diagnóstico fue virando hacia las anomalías afectivas como
componente esencial del cuadro en lugar de las ideas delirantes.
Kraepelin, a principios del siglo XX, reúne de nuevo
los conceptos de manía y melancolía describiendo
dos tríadas de síntomas nucleares en cada extremo.
12. Para la manía, la tríada fundamental la constituían:
Fuga de ideas.
Exaltación.
Hiperactividad.
Para la melancolía, la tríada característica la constituían:
Inhibición del pensamiento.
Depresión de los sentimientos.
Inhibición Psicomotriz.
No abandona el resto de signos y síntomas clásicos de la melancolía, como
son el insomnio, la pérdida del apetito, la pérdida de peso, el estreñimiento, la
pérdida de interés sexual, la intranquilidad, la irritabilidad, la ansiedad, las
preocupaciones rumiativas sobre sí mismo y su futuro, las ideas autolíticas y
los delirios.
Evolución histórica
13. Concepto actual
La depresión melancólica, o depresión con características melancólicas es un
subtipo del DSM-IV de depresión mayor que requiera al menos uno de los
siguientes síntomas:
1. Pérdida de placer en todas o casi todas las actividades.
2. Falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros.
14. Concepto actual
Tres o más de los siguientes:
1. Una cualidad distinta del estado de ánimo depresivo.
2. La depresión es habitualmente peor por la mañana.
3. Despertar precoz.
4. Enlentecimiento o agitación psicomotores.
5. Anorexia significativa o pérdida de peso.
6. Culpabilidad excesiva inapropiada.
16. Etiología de la melancolía
Etiología neurobiológica
Niveles bajos del metabolito de serotonina, ácido
5-hidroxindoleacético (5HIAA) en líquido cefalorraquídeo:
17. Etiología de la melancolía
La excesiva actividad del sistema noradrenérgico
Etiología neurobiológica
18. Etiología de la melancolía
La hiperactividad del eje hipotálamo-hipofiso-suprarrenal
Etiología neurobiológica
Corteza cerebral
Hipotálamo
Hipófisis
Glándula suprarrenal
22. Melancolía y suicidio
Suicidio
• Un acto con
resultado letal;
• Deliberadamente
iniciado y realizado
por el sujeto;
• Sabe o espera el
resultado letal
• La muerte es un
instrumento para
obtener cambios
actividad consciente
y en el medio social.
Intento de suicidio
• Acto no habitual con
resultado no letal y
deliberadamente
iniciado y realizado
por el sujeto, que le
cause autolesión o
que, sin la
intervención de
otros, la
determinaría, o bien
en aquél que haya
una ingesta de
medicamentos en
dosis superior a la
reconocida como
terapéutica.
Ideación suicida
• Pensamientos
universales sobre el
cese de la propia
vida en situaciones
de estrés
intolerables. En
clínica se valora
como yal la
consistencia de la
ideación en las dos
semanas previas de
la exploración.
23. Epidemiología del suicidio
Cada año, más de 800 000 personas mueren por suicidio; esto
corresponde a una muerte cada 40 segundos.
En Colombia la cifra de suicidios durante el 2013 fue de 1.685 casos
registrados.
Lo que nos indica que cada dos días se quitan la vida nueve personas.
26. Factores de riesgo del suicidio
Demográficos:
• Edad.
• Género.
• Estado civil.
• Ocupación.
• Desempleo.
27. Factores de riesgo del suicidio
Psiquiátricos:
Cerca del 90% de los suicidios en todos los grupos de edad, están
asociados a enfermedades psiquiátricas.
Trastornos depresivos: (15%-20%), dependencia y abuso de sustancias:
(5-25), Trastornos psicóticos: (10), Trastornos de personalidad: (5-10),
trastornos de ansiedad: (15-20).
28. Factores de riesgo del suicidio
Médicos:
Las patologías médicas se asocian con 35-40% de los suicidios
consumados.
Las más frecuentes son las patologías terminales como cáncer o
SIDA.
Las patologías asociadas al intento de suicidio son cáncer, SIDA,
traumatismo craneal, esclerosis múltiple, corea de Huntington,
patologías asociadas a síndrome mental orgánico, lesiones medulares,
insuficiencia renal crónica, enfermedades que causan dolores
crónicos, insomnio grave y persistente.
29. Factores de riesgo del suicidio
Familiares:
Antecedentes de suicidio en la familia, historia familiar de enfermedad
psiquiátrica, muerte precoz de los padres, maltrato emocional y físico,
abuso sexual y cambios frecuentes de domicilio.
30. ¿Cómo identificar pacientes con alto riesgo de
comportamiento Suicida?
Mitos Realidad
Pacientes que hablan sobre suicidio,
raramente lo hacen.
Los pacientes que cometen suicidio,
usualmente han dado algún indicio o
advertencia de antemano.
Preguntarle sobre suicidio a un
paciente aumenta el riesgo de que lo
haga.
Preguntar sobre el suicidio puede
reducir la ansiedad que rodea el
sentimiento.
La mejora que sigue a un intento
fallido de suicidio o al inicio de un
tratamiento psicológico, permiten
hablar de que le riesgo de suicidio
disminuye.
Gran parte de los suicidios ocurren en
los dos meses posteriores al
comienzo del tratamiento.
Escuchar con empatía es de por sí un gran paso para reducir el nivel de
desesperación del suicida.
31. Conducta ante paciente con suicidio no consumado
La evaluación inicial debe centrarse en la gravedad del intento, esto
complementado con lo referente a los demás factores de riesgo nos indican si
debemos hospitalizar al paciente.
1. Una historia clínica completa.
2. Un adecuado examen físico.
3. Un examen mental y exploración de los recursos psicológicos de
afrontamiento con los que cuenta el paciente.
32. Tratamiento
1. Manejo y estabilización de complicaciones médicas generadas por el
intento.
2. Asegurar la supervivencia del paciente y prevenir nuevos intentos, a través
de la hospitalización breve.
3. Instauración de estrategias farmacológicas o psicoterapéuticas individuales
y familiares.
33. Tratamiento
La escala de SAD PERSONS permite establecer factores de riesgo conocidos
ampliamente; y además permite definir una conducta en el paciente.