mito

1. LUCÍAREVILLAPRIETO
LA COLA DEL PAVO REAL Y SUS COLORES
El pavo real, es quizás uno de los animales más exóticos y
admirados por el mundo entero debido a la espectacular
cola que tienen los machos y que maravillan a todos a
desplegarla. ¿Por qué?
Érase una vez un pequeño pueblo de Groenlandia, una
aldea de aves. En 15 días se celebraría el evento más
importante y esperado del año, decía el cartel.
Las aves que quisieran, podrían participar. Lo único que
había que hacer, era fabricar un disfraz lo más colorido
posible y el ganador recibiría un lote de comida.
La paloma blanca, era por aquel entonces, la más creída y
las más chula de toda la ciudad, siempre tenía que ser la
mejor en todo. Esta vez, el pavo real Cristaus, no estaba
dispuesto a permitir que volviese a salirse con la suya y se
aplicó mucho en su disfraz. Cogió un montón de cosas y
también las pidió, recibió información sobre cómo hacerse

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un disfraz y se puso manos a la obra. Estuvo una semana
encerrado en su casa haciéndolo. El tiempo mereció la
pena, le quedó precioso y todo el mundo comentaba que
sería él, el ganador.
Cuando la paloma se enteró, pensó que ella lo había hecho
peor y que eso no podía ser; así que ideó un “plan B” y
mandó a tres ratones colarse en casa de Cristaus y
destrozarle el disfraz.
El día del evento Cristaus se levantó con mucha alegría
porque era el día en que por fin podría ponerse el disfraz;
pero de pronto, al abrir el armario, el disfraz estaba
destrozado. Le entró un ataque de nervios y se puso a
llorar pensando: “yo que habré hecho, sólo quería ser
feliz.”
Mientras, el evento estaba a punto de comenzar y la gente
comentaba porqué no habría ido aún Cristaus, si siempre
era muy puntual.

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Decidieron ir a ver qué le pasaba, importándoles bien poco
el concurso.
Al llegar allí se encontraron a Cristaus llorando y le
preguntaron que qué le había pasado.
Después de un rato, le consiguieron convencer para que
fuera al concurso y lo explicara todo.
Allí estaba la paloma blanca con su malvada cara
mirándola satisfecha de su trabajo. Cristaus fue a dar
razones, cuando de repente el dios Toby bajó del cielo. Él
desde arriba lo había visto todo.
Toby mandó al mejor pintor del mundo a ir todos los días a
casa de Cristaus y pintarle cada día de un color, e hizo que
desde ese momento todo el mundo adorara a los pavos
reales. En cuanto a la paloma, hizo que la pintaran del
negro más horroroso posible y que todo el mundo odiara a
las palomas que fueran como ella.