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Nombre y Apellido: RUBY GAMBOA CI: 20.674.096
POBREZA Y GERENCIA SOCIAL
La pobreza como termino en general, tiene una connotación direccionada
hacia un estado de carencia o falta de recursos de las personas, grupos,
tendencias, culturas que no tienen lo necesario para vivir. Cuando nos ponemos
analizar, la visión más popular que tiene la sociedad sobre la pobreza es el
recurso económico, asociado a la falta de dinero, necesidades materiales, el
desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos.
En consecuencia, en una sociedad con un sistema social materialista y
consumista, es inevitable la situación de constante comparación entre las
personas, para poder descalificar y marginalizar utilizando el término de pobres
“pues ellos no tiene nada, no puede seguir hacia adelante”. Lo que quiere decir,
que se da una comparación entre lo deseado, y una condición normativa, entre el
que tiene y no tiene los recursos.
El ilustre filosofo Platón con relación a lo anterior planteado decía, “La
pobreza no viene con la disminución de la riqueza, sino con la multiplicación de los
deseos”.
Al analizar este pensamiento, pienso que en la actualidad se está
invirtiendo el orden de las necesidad humanas. Lo que solemos ver como
necesidades primarias y secundarias, con la globalización y los avances
tecnológicos se han ido sustituyendo por necesidades de lujo y prestigio con el fin
de tener un status mayor. Es decir, se ha dejado atrás el tener una vida feliz y
sencilla, disfrutando de los recursos que se tienen, y trabajado o buscando los
medios para superarse. Con esto no quiero decir que las personas deben ser
conformista ante la situación, sino evaluarnos internamente y priorizar nuestras
necesidades indispensables.
Ahora bien, como bien se dijo en clases y lo resaltó el profesor José Ibarra,
“la pobreza no está alrededor de la ciudad, está dentro de la ciudad”. No se trata
de hacernos los ciegos ante la situación, o apartarlos como personas no gratas
utilizando descalificativos como “marginales”. Aun más grave, no se trata de
diseñar políticas asistencialistas o políticas amplias (universales) que no
solucionan los nudos de la problemática, sino más bien, los calma por un tiempo,
creando así mayor dependencia de las personas.
2. Considero que la lógica y el deber ser, es definir hacia qué población
estaremos diseñando las políticas, planes y proyectos. Es fundamental tomar
como epicentro la evaluación de su contexto tiempo-espacio, la situación y
particularidades del problema, los indicadores, y por último reconocer las
verdaderas necesidades de la población. De esta forma, se podrá incrementar las
potencialidades, fortalezas y capacidades de estos grupos de personas, para
buscar los medios y lograr los fines con cambios eficientes, eficaces y efectivos.
Cuando analizamos los códigos de la realidad, es visible que hay “pobres”
ricos de mente, potencial y talento para surgir con los recursos que tienen o que
les da la madre naturaleza. Así como lo plantea (Sen 1992) “la pobreza no es la
falta de riquezas o ingreso, sino de capacidades básicas”. Por ende, este grupo de
personas por medio del ejercicio de su propia voluntad siguen adelante. A
diferencia de personas que piensan que la riqueza es solo dinero, lo que significa
que se es pobre de mente y sentimientos.
El cambio, la transformación y las acciones que debemos tomar deben
comenzar por nosotros mismos. Los Estados, Gobiernos y el sistema social y
económico que lo rige tienen gran responsabilidad. En este sentido, la corrupción
es uno de los problemas que incita a que se direccionen los recursos del pueblo a
personas particulares, o que, simplemente se desvíen los recursos económicos de
los proyectos. Esto son unos de los factores que hace que se incremente la
pobreza. “La pobreza no es un accidente (…) es una creación del hombre y puede
eliminarse con las acciones de los seres humanos” Nelson Mandela.
Ahora bien, para interpretar la pobreza de la manera en que se suelen
formar socialmente las necesidades, se presenta el enfoque absoluto y el enfoque
relativo donde el ilustre Marx permitió caracterizarlos y conceptualizarlos. El
enfoque absoluto sostiene que las necesidades -o al menos una parte de ellas–
es totalmente independiente de la riqueza de los demás, y al no satisfacerlas
revela una condición de pobreza en cualquier contexto. En contraposición el
enfoque relativo, plantea que las necesidades surgen a partir de la comparación
con los demás, este enfoque suele darse en las naciones industrializadas.
Considero que todo país, sociedad, comunidad o familia presentan
características distintas que revelarán cuáles son esos medios que faltan para
vivir. Por consiguiente, las necesidades siempre serán absolutas, ya que suelen
ser las mismas en las culturas y periodos históricos, pero los medios de
satisfacción -lo relativo-, de esas necesidades están determinados por las
situaciones culturales, por lo tanto, ellos serán muy distintos en diversas
sociedades.
3. En el enfoque relativo, a medida que aumenta la riqueza de una sociedad,
los patrones sociales son más altos y las demandas suelen ser más exigentes.
Por lo cual, para cumplirlos o satisfacerlos se requiere de recursos cada vez
mayores. Estos satisfactores se incrementan a causa del tipo de sistema social y
económico que maneja el país, la publicidad de los medios de comunicación, entre
otros.
Como futuros trabajadores sociales dispuestos a actuar en pro del
bienestar social, no debemos encasilladnos con un solo enfoque, porque sino las
políticas no darían respuestas. Nuestro actuar profesional es observar la realidad,
integrando los dos enfoques. Lo que quiere decir, que debemos ver la pobreza
desde un ámbito absoluto, pero con un enfoque relativo para abordar la situación.
Definir qué tipo de pobreza estamos tratando, para darle mayor cobertura a la
política, reconociendo las necesidades. Así pues, se tomará en cuenta las
diversas determinaciones de la pobreza y sus características particulares en los
ámbitos regional y local, abarcando el área urbana y rural.
En esta lógica de actuar, serán fundamentales los proyectos sociales como
aquellas actividades unidas y condicionadas entre sí, para lograr el objetivo
deseado. El proyecto será ese eslabón con actividades coherentes dadas en un
tiempo definido. Por lo cual, debe integrar el elemento prospectivo, la evaluación,
y el monitoreo permanente, y sobre todo crear corresponsabilidad entre los
actores involucrados para el buen manejo eficiente de los recursos técnicos,
financieros y materiales para obtener los resultados deseados.
Uno de los roles fundamentales de nuestro proyecto curricular -Escuela de
Trabajo Social UCV- que mantendrá en práctica constante la elaboración de los
proyectos es el de Planificador y Gerente social. Este profesional con una
formación integral, estará capacitado en el diseño, evaluación y ejecución de los
programas y políticas sociales dirigidas al logro del bienestar social, para generar
el cambio y la transformación.
Para mí, ser gerente social involucra la aplicación de conocimientos –
actualizarnos en los saberes-, habilidades, técnicas, organización, herramientas
innovadoras, administración, control, la negociación, dialogo y el acuerdo. Así
como también, implica ser agentes proactivos, críticos, analíticos y reflexivos para
el fortalecimiento de nuestra carrera y un mayor crecimiento personal-profesional.
Para finalizar, el gerente del proyecto, tiene que poseer una postura y una
visión amplia acerca de la situación y los objetivos que se propone. En este
sentido, formular las políticas y proyectos debe estar concebido bajo las
exigencias de tiempo, costo y máxima calidad. Otro aspecto elemental es que todo
profesional en esta área debe apostar y trabajar con el capital social, dándole
gran importancia al componente socioeducativo para que la comunidad sea
autogestora de sus propios procesos.