Las luces del nuevo día guían a un grupo de amigas, las Nuwas, en su camino hacia Phuyupatamarca, un lugar sagrado en las nubes donde habitan las Phuyus, damiselas acuáticas de la montaña. El grupo sube por la Escalerilla, un tramo empinado y sinuoso del Camino Inka, hasta llegar a casi 3,800 metros sobre el nivel del mar, donde encuentran estructuras fortificadas entre paisajes naturales y culturales. En Phuyupatamarca, las Nuwas y las Phuyus se reúnen en

2. … Las luces andan sueltas, es un nuevo día dicen las Nuwas, entre ellas
Yashami, Z y su nueva amiga X quiénes se han conocido camino a
Phuyupatamarca, un lugar donde las nubes son dueñas de historias
ancestrales.
Es viernes, el Camino Inka se evidencia, estamos en plena travesía
llegando a la Escalerilla, tramo en forma de espiral con gradería hecha
de granito; concéntrese, es un pasaje secreto que descubrir, avanzamos,
el camino se vuelve cada vez más empinado y sinuoso, ¡cuidado los
jergones dueñas del trayecto están por pasar!; abajo la dueña del cañón
es el Vilcanota, quién sonríe presumidamente, ¡qué paradoja!,
Subir, subir es la misión hasta llegar cerca al cielo, sobre los tres mil
ochocientos metros sobre el nivel del mar, respiramos profundamente,
por fin llegamos, nos espera plácidamente estructuras fortificadas
formando torreones, escaleras, pasajes, miradores; el escenario es bello,
matizado por paisajes naturales- culturales, estamos en
Phuyupatamarca, aquí habitan las Phuyus, damiselas acuáticas en
suspensión aérea temporal, rebeldes ´protagonista de este escenario
brumoso, donde el arrebol abraza a los bosques montanos y montañas
risueñas de frío.
En esta serendipia profunda se encuentran las Nuwas con las Phuyus,
tribus de guerreras terrestres que vivencias en diversos escenarios junto a
otros personajes, donde aprender a vivenciar es cuestión de tiempo y y
decisión.
Escribe: Cindy Díaz Horna
(Yamanua)