En octubre de 2011, cuando Colombia Responde CELI Norte/Sur llegó a 16 municipios en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Tumaco (Nariño), lo hizo con el propósito de promover el cambio de imaginarios al facilitar una relación efectiva entre las comunidades y los sectores público y privado, bajo el principio de aprender haciendo y decidiendo; buscando que quienes habitan estos municipios pasaran de ser receptores a actores dejando talento local formado.
Son más de 157.967 colombianos, muchos de ellos vinculados a cerca de 273 organizaciones sociales y de productores, los inspiradores de La Paz Silenciosa. Con su esfuerzo, ellos pasaron del pesimismo al optimismo, de la incertidumbre a la certeza, de las limitaciones a las oportunidades, de la duda a la con anza; gracias al trabajo de más de cinco años en cada rincón de sus municipios, se convirtieron en los actores del cambio en el marco de la legalidad.
Hoy quedan instalados en los territorios circuitos económicos legales impulsados desde lo local en productos como cacao, café, yuca, plátano, caucho, coco, batata, arroz, peces, miel, camarón, carneros, leche, queso y productos de reciclaje, conectados con mercados y a anzados por alianzas con empresas para desarrollar negocios perdurables.
De otro lado, el desarrollo de relaciones, el acceso a información, al conocimiento, la generación de capacidades, habilidades y destrezas, constituyen un importante capital social emergente. Los Grupos Gestores por la tierra, los Grupos Locales de Ahorro y Crédito, las empresas viales con participación comunitaria y las redes de organizaciones sociales y productivas, hacen parte de la nueva institucionalidad social de los territorios. Los proyectos y las actividades fueron el medio, el n ha sido la gente, los individuos que habitan estos territorios, los rostros reales que inspiran y construyen la paz silenciosa.
José Félix Montoya, director nacional Programa Colombia Responde
abrogar, clases de abrogacion,importancia y consecuencias
Los inspiradores de la Paz Silenciosa
1.
2.
3. DIRECTOR
José Félix Montoya
SUBDIRECTOR
Roee Raz
DIRECTORA DE OPERACIONES Y FINANZAS
(NORTE-SUR)
María Paula Vargas
DIRECTORA DE RELACIONES INSTITUCIONALES
Érika Benítez
DIRECTORA DE MONITOREO Y EVALUACIÓN
Olga Patricia Pabón
DIRECTOR DE CONVENIOS Y CONTRATOS
Carlos Arturo Arciniegas
GERENTE FINANCIERO DEL FONDO DE
ACTIVIDADES Y DE OPERACIONES(CELI NORTE)
Sáider Ariel Silva
DIRECTOR REGIONALES ANTIOQUIA Y CÓRDOBA
Darío Mejía Agudelo
COORDINADOR REGIONAL BAJO CAUCA
Hermes Leonardo Herreño
DIRECTOR REGIONAL SUR DE CÓRDOBA
Hugo Emiro Báez
DIRECTOR REGIONAL TUMACO
Jairo Ernesto Cortés
COLOMBIA RESPONDE CELI N/S
EQUIPO DE DIRECCIÓN
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Diana Paola Echeverría Montaña
Carlos Alberto Castillo Cataño
IMPRESIÓN
Hypergraph Editores
GERENTE DE COMUNICACIONES
Éver David Aleán
ESCRITOR TÉCNICO
Luis Carlos Sossa
ASESOR EN COMUNICACIONES
Víctor Diusabá Rojas
CONSULTOR EN COMUNICACIONES
Rafael Mayo
CONSULTOR ESPECIALISTA EN GESTIÓN DEL
CONOCIMIENTO
Mario Germán González
COMUNICADOR REGIONAL ANTIOQUIA
Fabián Gaviria Valencia
COMUNICADOR REGIONAL CÓRDOBA
Julio Alexánder Castellanos
COMUNICADOR REGIONAL TUMACO
Ángela María Hernández
EQUIPO DE COMUNICACIONES
BOGOTÁ, COLOMBIA AGOSTO 2017
Este material puede ser reproducido sólo para fines no comerciales.
El Estado Colombiano recibe el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional USAID. Los fondos de USAID en Colombia son ejecutados por
múltiples operadores, entre ellos la Empresa Chemonics International, quien operó el
Programa Colombia Responde -CELI Norte/Sur- (2011-2017).
El Programa Colombia Responde ejecutó el modelo de desarrollo denominado La Paz
Silenciosa en 16 municipios del Bajo Cauca Antioqueño, Norte de Antioquia, Sur de
Córdoba y Tumaco en Nariño.
LOS INSPIRADORES
DE LA PAZ SILENCIOSA
2
En octubre de 2011, cuando Colombia Responde CELI Norte/Sur llegó a 16
municipios en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Tumaco(Nariño),
lo hizo con el propósito de promover el cambio de imaginarios al facilitar una
relación efectiva entre las comunidades y los sectores público y privado, bajo el
principio de aprender haciendo y decidiendo; buscando que quienes habitan
estos municipios pasaran de ser receptores a actores dejando talento local
formado.
Son más de 157.967 colombianos, muchos de ellos vinculados a cerca de 273
organizaciones sociales y de productores, los inspiradores de La Paz Silenciosa.
Con su esfuerzo, ellos pasaron del pesimismo al optimismo, de la incertidumbre
a la certeza, de las limitaciones a las oportunidades, de la duda a la confianza;
gracias al trabajo de más de cinco años en cada rincón de sus municipios, se
convirtieron en los actores del cambio en el marco de la legalidad.
Hoy quedan instalados en los territorios circuitos económicos legales impulsados
desde lo local en productos como cacao, café, yuca, plátano, caucho, coco,
batata, arroz, peces, miel, camarón, carneros, leche, queso y productos de
reciclaje, conectados con mercados y afianzados por alianzas con empresas para
desarrollar negocios perdurables.
De otro lado,el desarrollo de relaciones,el acceso a información,al conocimiento,
la generación de capacidades,habilidades y destrezas,constituyen un importante
capital social emergente. Los Grupos Gestores por la tierra, los Grupos Locales de
Ahorro y Crédito, las empresas viales con participación comunitaria y las redes de
organizaciones sociales y productivas, hacen parte de la nueva institucionalidad
social de los territorios. Los proyectos y las actividades fueron el medio, el fin ha
sido la gente, los individuos que habitan estos territorios, los rostros reales que
inspiran y construyen la paz silenciosa.
JOSÉ FÉLIX MONTOYA
Director del Programa Colombia Responde
CELI NORTE / SUR.
4. 6
8 10 14 18
22 26 30 34
38 42 46
50
54
70
86
102
74
90
106
78
94
82
98
62 66
SERIE
DOCUMENTAL
LA PAZ SILENCIOSA
INTRODUCCIÓN
SERIE
DOCUMENTAL
LA PAZ SILENCIOSA
CAPÍTULO I:
EL MAR ES EL
SUEÑO
CAPÍTULO II:
SEGUIR CON VIDA
CAPÍTULO III:
CON LAS FALDAS
BIEN PUESTAS
CAPÍTULO IV:
HISTORIAS QUE
PONEN LA PIEL
ARROZUDA
CAPÍTULO V:
DE TODOS LOS
COLORES ME
QUEDO CON EL
CAFÉ
CAPÍTULO VI:
UNA VERDAD
PELIGROSA
CAPÍTULO VII:
AL MAL ESTADO
LE CONSTRUIMOS
CAMINOS
CAPÍTULO VIII:
CAMARÓN NO SE
DUERME
CAPÍTULO IX:
FRUTOS DE PAZ
CAPÍTULO X:
LA COCA NO ES LA
CHISPA DE LA VIDA
LOS ROSTROS DE LA
PAZ SILENCIOSA
ALLÍ DONDE SOLO
LLEGA LA RADIO
CONSTRUYENDO
SUEÑOS PESO A
PESO
QUIEN SIEMBRA
COCO, SIEMBRA PAZ
EXTENSIONISTAS
RURALES, LÍDERES
FORMADOS PARA
LA PAZ
CUANDO LA
PERSEVERANCIA
SABE A AREPA
MUJERES EMBERA
TEJEN LATRADICIÓN
JÓVENES, LOS
PROTAGONISTAS
DEL CAMBIO
TIERRADENTRO:
FORJANDO UN
NUEVO FUTURO
CON LAS VÍAS
TERCIARIAS LLEGA
EL PROGRESO
COSECHANDO
CAUCHO
Y AÑOS DE
PERSISTENCIA
COLECTIVOS DE
COMUNICACIÓN,
UN PASO HACIA LA
CONSTRUCCIÓN DE
PAZ
RECICLAJE, UNA
OPORTUNIDAD
ECONÓMICA Y
AMBIENTAL
PESCADORES
QUIEREN
CAMBIARLE LA
CARA AL SUR DE
CÓRDOBA
MIEL PARA SANAR
LAS HERIDAS
ÍNDICE
58
5. UNA SERIE DONDE SE EVIDENCIARÁN
LAS TRANSFORMACIONES DE SUS
TERRITORIOS Y LA CONSTRUCCIÓN
DE TEJIDO SOCIAL.
THIS SERIES SHOWS HOW BENEFICIARIES HAVE
HELPED TRANSFORM THEIR REGIONS AND REBUILD
THEIR COMMUNITIES’ SOCIAL FABRIC.
6
SERIE DOCUMENTAL
SILENCIOSA
LA PAZ
A DOCUMENTARY SERIES
SILENT PEACE
6. El capítulo 1 de este libro corresponde a la serie
documental La Paz Silenciosa, realizada por la Radio
Televisión Nacional de Colombia (RTVC) y su canal
CITV–Canal Institucional,con el apoyo del Programa
Colombia Responde CELI N/S de USAID.
Adjunto a este libro encontrará una memoria USB
con cada uno de los 10 capítulos de la serie.
98
La serie documental “La Paz Silenciosa”, tiene el propósito
de visibilizar el trabajo de organizaciones de base de
regiones históricamente afectadas por las drogas y el
conflicto armado, en temas como desarrollo productivo,
infraestructura, capital social, servicios financieros, tierras,
comunicaciones, entre otros.
En cada uno de los 10 documentales de la serie se conocerán
las historias de productores, mujeres, jóvenes, población
AFRO, periodistas y líderes comunales de 16 municipios de
tres departamentos del país (Antioquia, Córdoba y Nariño),
que evidenciarán las transformaciones de sus territorios y
la construcción de tejido social, experiencias que servirán
para conocer los diferentes modelos de intervención
implementados por los líderes locales, con el objetivo de
que puedan servir de referente para otras regiones de
Colombia y del mundo.
The documentary series “La Paz Silenciosa,” makes visible
the work of grassroots organizations in regions that have
been historically affected by illicit coca production and
armed conflict which have transformed their livelihoods to
foster economic development, develop infrastructure, build
social capital, increase access to financial services, deliver
land titles, increase communications, among others.
Each episode tells the stories of farmers, women, youth,
Afro-Colombians, journalists and community leaders in
Antioquia, Córdoba and Nariño, that have helped transform
their regions and rebuild their communities’ social fabric.
The stories help to better understand the intervention
models used by local leaders in order to replicate them in
other regions of Colombia and the world.
A DOCUMENTARY SERIES
SILENT PEACE
SILENCIOSA
L A P A Z
SERIE DOCUMENTAL
7. 1110
HEMOS APRENDIDO
A AHORRAR. ESA ES
NUESTRA FORMA
DE VIVIR ACÁ. LA
COMUNIDAD SE HA
CONVERTIDO CASI
EN UNA SOLA
FAMILIA.
“
“
Mariela Castillo
Ahorradora GLAC
Caucasia, Antioquia.
Mariela Castillo
Local Savings and Loans Group (GLAC)
member, Caucasia, Antioquia
THE
OCEAN
DREAM
CAPÍTULO IEPISODE
“We have learned to save.
It has become our nature.
The community has beco-
me a family”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE IS
THE
EL
MAR
SUEÑOES
EL
EL
MAR
SUEÑOES
EL
8. 1312
Desdequeasesinaronasuesposo,MarielaCastillo
no volvió a ser feliz. Tras esa dura prueba debió
tomar las riendas de su familia, convirtiéndose en
padre y madre al mismo tiempo.
Desde entonces, asegura, no ha dejado de luchar
contra la adversidad. Ahora, luego de 20 años y
gracias a los Grupos Locales de Ahorro y Crédito
(GLAC), una iniciativa que ha sabido llegar a
las zonas más apartadas del país –allí donde no
llega la banca tradicional y las oportunidades
escasean–, podrá cumplir al lado de su nieta uno
de sus más grandes sueños. Así como a ella, los
GLAC le han devuelto la esperanza y la dignidad
a miles de familias colombianas y le han dado la
oportunidad de volver a soñar.
THEOCEAN
DREAMIS
THE
Ever since they killed her husband, Mariela Castillo had not had
a reason for being happy. After his death, she suddenly found
herself caring for her family as both mother and father.
She has not stopped struggling against adversity. Now, after 20
years and thanks to Local Savings and Loans Groups (GLACs),
an initiative that has been implemented in some of the most
remote regions—where traditional banking services are unavai-
lable and where opportunities are scarce—she will be able to
fulfill a lifelong dream beside her granddaughter. GLACs have
restored hope and dignity to thousands of Colombian families
and have given them the opportunity to dream once again
ELMAR
SUEÑOES
EL
9. 1514
CAPÍTULO IIEPISODE
PARA MÍ EL CACAO
ES PROGRESO,
OPORTUNIDAD.
QUIERO TENER UN
FUTURO MEJOR Y
SÉ QUE CON EL
CACAO LO VOY A
LOGRAR.
“
“
Elmer Johan Zapata
Productor de cacao.
Valdivia, Antioquia.
Elmer Johan Zapata
Cocoa Farmer, Valdivia, Antioquia.
“For me, cocoa is progress
and opportunity. I want to
have a better future and I
know that I can achieve it
with cocoa”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
SEGUIR
CON
VIDA
SEGUIR
CON
VIDA
SECOND
CHANCE
A
10. 1716
Durante mucho tiempo los cultivos de coca
se apoderaron de los campos colombianos,
convirtiéndose en la única posibilidad para
miles de familias campesinas. Pero todos saben
que la droga solo ha dejado a su paso muerte y
destrucción.
Elmer Johan Zapata, Disney Ortega y cientos
de productores más de Antioquia y Córdoba
decidieron dejar atrás ese pasado oscuro para
abrirse camino con el cacao, un producto que
alegra la vida de millones de hogares en el
mundo y que poco a poco les ha devuelto la
esperanza a estas familias.
La zozobra y el miedo se esfumaron de la vida
de Elmer y Disney, quienes son vistos como un
ejemplo para aquellos que aún no han tomado la
decisión de cambiarse al que es considerado en
la región como “el cultivo de la paz”.
SEGUIR
CON VIDA
SECOND
CHANCE
For many years, coca crops overtook the Colombian countrysi-
de becoming the only livelihood for thousands of farmers and
their families. However, everyone knows that illicit crops have
left death and destruction in their path.
Elmer Johan Zapata, Disney Ortega and hundreds of farmers
in Antioquia and Córdoba chose to put that dark past behind
them to create a brighter future with cocoa, a product that
brings happiness to millions of homes throughout the world
and which has gradually given renewed hope to producer fa-
milies.
Fear disappeared from the lives of Elmer and Disney, who are
seen as examples for those who have not yet chosen to make
their livelihoods from what many consider the “crop for peace.”
A
11. 1918
CAPÍTULO IIIEPISODE
QUIERO ESTUDIAR
PORQUE PREPARADA
PUEDO AYUDAR
MEJOR A MIS
HIJOS PARA QUE
NO TENGAN QUE
SUFRIR COMO
YO HE SUFRIDO.
“
“
Lidia Julio
Consejo Comunitario La Capilla,
El Bagre (Antioquia).
Lidia Julio
Afro-Colombian Community Council
La Capilla, El Bagre (Antioquia).
“I want to study because if
I do I can help my children
so they don’t have to suffer
as I have.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
FALDAS
CON
LAS
BIEN
PUESTAS
FALDAS
CON
LAS
BIEN
PUESTAS
WEARING THE
PANTS IN
THEIR FAMILIES
WOMEN
12. 2120
Durante toda su vida Lidia ha hurgado en la
arena del río para encontrar algunos gramos de
oro que le permitan llevarle comida a sus seis
hijos y ofrecerles una mejor educación. Zurley,
por su parte, ha debido sobrellevar las secuelas
del desplazamiento forzoso y las limitaciones
económicas para tener una vida más tranquila.
Ambas vidas están trastocadas por el dolor y
la escasez de oportunidades, pero sobre todo
por la valentía y la fortaleza para enfrentar
las adversidades, sin dejarse vencer por las
dificultades cotidianas. Lidia y Zurley son
madres, líderes, esposas y mujeres que se han
sobrepuesto a la dura realidad de sus territorios,
demostrándole a sus comunidades el temple de
su carácter y su fuerza interior para seguir en la
búsqueda de sus sueños y los de sus familias.
CON LAS FALDAS
BIEN PUESTAS
Throughout her life Lidia Julio has sifted through the sand by
the river in search of small pieces of gold that would help her
feed her six children and give them a better education. Zurley,
has had to overcome being forced off her land and economic
hardship to have a more peaceful life.
Both lives have been affected by pain and lack of opportunities,
but have been blessed by bravery and fortitude amidst adversity
that has given the women the resilience necessary to face daily
difficulties. Lidia and Zurley are mothers, leaders, wives and
women that have overcome the harsh reality of the regions in
which they live while demonstrating to their communities that
their character and inner strength has helped them to continue
working towards their dreams and those of their families.
WEARING THE
PANTS IN
THEIR FAMILIES
WOMEN
13. 2322
CAPÍTULO IVEPISODE
LA IDEA ES DEJAR
UN LEGADO, QUE
LA SEMILLA QUE
SEMBRAMOS SIGA
ADELANTE E INSPIRE
A OTRAS PERSONAS
A TENER SUEÑOS
Y A HACER LAS
COSAS.
“
“
Jairo Javier Rodríguez
Representante legal de
Asogranopaz. Tumaco, Nariño.
Jairo Javier Rodríguez
Legal Representative for ASOGRANOPAZ,
Tumaco, Nariño.
“The idea is to leave a
legacy, so that the seed
that we plant grows and
inspires others to achieve
their dreams.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
HISTORIAS
QUE PONEN
LA PIEL
ARROZUDA
HISTORIAS
QUE PONEN
LA PIEL
ARROZUDA
LAND
OF RICE,
LAND OF PEACE
14. 2524
Para los habitantes de Tumaco, un municipio de
espíritu alegre ubicado en el Pacífico colombia-
no, el arroz no es solo la base de la alimentación
de los pobladores de la costa Pacífica; hoy se ha
convertido en una esperanza, en la manera de
aportar un granito de arena –o muchos de arroz–
a la paz.
Esto lo saben muy bien los pobladores del ba-
rrio El Bajito, una comuna pobre y difícil sobre la
playa, donde Asogranopaz instaló la planta pro-
cesadora de arroz que recibe la producción de
decenas de arroceros tumaqueños y que le da
trabajo a muchos de los habitantes de este de-
primido sector.
Gracias a esta iniciativa, el arroz ya no se trae de
lejos, se produce y se come en Tumaco.
HISTORIAS
QUE PONEN LA
PIEL ARROZUDA
For the people of Tumaco,a municipality with a happy spirit,rice
is not only a staple food for its residents; rather, it has become a
source of hope and a way to build peace in communities along
the Colombian Pacific Coast.
The residents of El Bajito, an underprivileged and violent
beachside neighborhood where ASOGRANOPAZ established
its rice mill, creating jobs for many of its residents in the process,
have learned how rice can foster progress.
Through this initiative, rice is no longer brought from afar;
rather it is produced and eaten in Tumaco.
LAND
OF RICE,
LAND OF PEACE
15. 2726
CAPÍTULO VEPISODE
MI SUEÑO ES SER
TAN GRANDE COMO
JUAN VALDEZ, IR A
EUROPA NEGOCIAR
Y DECIRLES: ‘ESTE ES
MI CAFÉ, TÓMENLO,
LES GARANTIZO QUE
ES BUENO.
“
“
Ómar Jiménez
Caficultor de Briceño.
Briceño, Antioquia.
Ómar Jiménez
Coffee Farmer, Briceño, Antioquia.
“My dream is to be as big as
Juan Valdez, travel to Europe
to negotiate and tell them:
“This is my coffee. Drink it. I
guarantee you that it’s good.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
DE
TODOSLOS
COLORES
ME QUEDO
CAFÉ
CON
EL
DE
TODOSLOS
COLORES
ME QUEDO
CAFÉ
CON
EL
COFFEE IS
MY FAVORITE
COLOR
16. 2928
El día en que un barco carguero salió del puerto
de Cartagena con 50 toneladas de café rumbo
al viejo continente, Ómar celebró con orgullo y
lloró de emoción porque allí iba consigo parte
de su alma, ese grano bendito que le ha dado
todo y le ha devuelto la esperanza a cientos de
familias campesinas de Briceño y Anorí.
Se sentía feliz porque el aroma de su café sería
degustado con placer en muchos hogares de
Europa. ¿Cómo no podía estarlo si esos mismos
granos lo salvaron de morir cuando, años atrás,
era un cultivador de coca en las agrestes monta-
ñas de su región? Ahora sus manos están sucias
pero de la tinta del café y no de esa planta maldi-
ta que ha sido el combustible de la guerra que él
mismo padeció. El café le ha devuelto a Ómar la
esperanza de morir de viejo.
DE TODOS
LOS COLORES
ME QUEDO CON EL CAFÉ
The day that a cargo ship left port in Cartagena with 50 tons of
coffee headed to Europe, Ómar Jiménez celebrated with pride
because in the ship, along with its cargo, was part of his soul:
that sacred bean that has given him everything and has helped
hundreds of farming families in Briceño y Anorí (Antioquia) re-
gain hope.
He was happy because the flavor of his coffee would be tasted
with pleasure in many homes throughout Europe. How could
he not be happy if those same beans rescued him many years
ago, when was a coca farmer in the difficult mountains in his
region? Now his hands are soiled with coffee stains and not
with the cursed plant that has fueled the war that he himself
suffered.
COFFEE IS
MY FAVORITE
COLOR
17. 3130
CAPÍTULO VIEPISODE
ESTAMOS HACIENDO
UN PERIODISMO
DISTINTO, UN
PERIODISMO QUE
LE APUESTE A LA
CONSTRUCCIÓN
DE PAZ EN EL
TERRITORIO.
“
“
Éder Narváez
Director, NP Noticias, Caucasia,
Antioquia.
Éder Narváez
Director, NP Noticias,
Caucasia, Antioquia
“We are practicing
a different type of
journalism, which bets
on peacebuilding in our
region.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
UNA
VERDAD
PELIGROSA
UNA
VERDAD
PELIGROSA
DANGEROUS
TRUTH
A
18. 3332
Un grupo de jóvenes periodistas del Nudo
de Paramillo y del Pacífico colombiano están
empezandoamostrarlealpaíslasotrasrealidades
que existen en sus regiones, las mismas que
durante décadas carecieron de la
presencia del Estado y permanecieron bajo el
control, casi absoluto, de actores ilegales.
Saben que allí abundan historias de personas
y organizaciones que, de manera silenciosa,
trabajan con esmero por mejorar las condiciones
de vida de sus comunidades. No obstante, estos
reporteros también son conscientes de que su
ejercicio genera riesgos, pero aún así no están
dispuestos a claudicar en su noble misión.
UNA
VERDAD
PELIGROSA
DANGEROUS
TRUTH
A group of young journalists in the Nudo de Paramillo and Paci-
fic Coast regions are beginning to show the rest of the country
that other realities exist in their regions, which had lacked state
presence for decades and were almost entirely under the con-
trol of armed illegal groups.
These young journalists know that in their regions there is an
abundance of stories of persons and organizations that work to
improve the livelihoods of their communities. However, these
journalists are also aware that their work is risky. Despite this,
they will not cease until they fulfill their noble mission.
A
19. 3534
CAPÍTULO VIICHAPTER
AQUÍ HAY GENTE
QUE QUIERE
TRABAJAR Y LE
PONE EL ALMA A
LAS COSAS.
“ “
Abisúa Molano
Líder comunitario.
Abisúa Molano
Community Leader.
“There are people here
that want to work and they
work passionately at
what they do.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
AL
MAL
ESTADO LE
CONSTRUIMOS
CAMINOS
AL
MAL
ESTADO LE
CONSTRUIMOS
CAMINOS
WE BUILD
ROADS
WHEN FACING
HARDSHIP
20. 3736
El apoyo de la cooperación internacional y
el interés de varios líderes comunitarios de
Antioquia, Córdoba y Nariño por mejorar la vida
de sus comunidades,ha permitido generar nuevas
posibilidades para intervenir los agrestes caminos
y las vías terciarias por las que diariamente
transitan sus campesinos.
Durante años estas vías estuvieron abandonadas y
echadasasusuerte,peroeltrabajomancomunado
permitirá conectar a estas comunidades con
el mundo y generar nuevas oportunidades
económicas.
AL MAL
ESTADO LE
CONSTRUIMOS
CAMINOS
Support from international development programs, and inte-
rest from community leaders in Antioquia, Córdoba and Nariño
to improve the livelihoods of their communities, has allowed
for community-led interventions to repair and maintain the di-
fficult rural roads that farmers transit daily.
For years these roads were abandoned, but joint efforts have
connected these communities with the world and have created
new economic opportunities in the process.
WE BUILD
ROADS
WHEN FACING
HARDSHIP
21. 3938
CAPÍTULO VIIIEPISODE
LO QUE NOSOTROS
QUEREMOS ES
DIGNIFICAR EL
TRABAJO DE LAS
MUJERES, CON EL
PROPÓSITO DE
MEJORAR SU
CALIDAD DE VIDA.
“
“
Luis Alberto Rosas
Propietario y gerente de
Tumaco Fish. Tumaco, Nariño
Luis Alberto Rosas
Founder and General Manager,
Tumako Fish, Tumaco, Nariño
“We want to dignify the
work of women in order
to improve their quality of
life.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
CAMARÓN
NOSE
DUERME
CAMARÓN
NOSE
DUERME
SHRIMP
THAT RESISTED
THE CURRENT
22. 4140
Cuando la industria camaronera de Tumaco se
fue a la quiebra debido al virus de la mancha
blanca, por allá en los años 90 del siglo pasado,
docenas de personas de ese municipio del
Pacífico colombiano perdieron sus
empleos.
Sin embargo, lo que parecía una catástrofe
para muchos, se convirtió en una oportunidad
para Luis Alberto, un líder emprendedor que
con esfuerzo y perseverancia logró impulsar la
industria del camarón en la zona y le ha brindado
a cientos de mujeres cabezas de hogar y víctimas
de la violencia, la posibilidad de ser socias de su
empresa y mejorar así sus condiciones de vida.
CAMARÓN NO
SE DUERME
When the shrimp industry in Tumaco was decimated due to the
white spot syndrome virus in the 1990s, dozens of persons in
that municipality lost their jobs.
However, what seemed as a catastrophe to many became an
opportunity for Luis Alberto Rosas, an entrepreneur that helped
revive the shrimp industry in Tumaco through perseverance
and hard work and has given hundreds of mothers heads-
of-household, the possibility of sharing an equity stake in his
company and improving their quality of life.
SHRIMP
THAT RESISTED
THE CURRENT
23. 4342
CAPÍTULO IXEPISODE
IMAGINO ESTE PAÍS
EN UNOS AÑOS
CON INVERSIÓN EN
EL CAMPO, DONDE
NUESTROS HIJOS
PUEDAN CAMINAR
SIN PELIGRO Y
PUEDAN ESTUDIAR,
DONDE SE CREEN
OPORTUNIDADES
PARA TODAS LAS
PERSONAS.
“
“
Jorge Luis Vergara
Representante legal de ASPROPISAT.
Montelíbano, Córdoba.
Jorge Luis Vergara
Legal Representative for ASPROPISAT,
Montelíbano, Córdoba
“I imagine this country a few
years from now with investment
in the countryside, when our chil-
dren can walk out of harms way
and are able to get an education,
and where there are opportuni-
ties for everyone.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
FRUTOS
DE
PAZ
FRUTOS
DE
PAZ
FRUIT
PEACEFOR
24. 4544
Hubo un tiempo en el sur de Córdoba en el que la
gente se olvidó de cultivar arroz, plátano, yuca y
ñame, y se dedicó con obsesión a los sembrados
de coca. El dinero llegaba a borbotones pero
también se esfumaba fácilmente y lo peor, llegó
el momento en que no hubo en la mesa ni para un
plato de comida. ¿Qué hacer? ¿Cómo despertar
de la falsa ilusión del dinero fácil obtenido con
los cultivos ilícitos? Con el tiempo varios líderes
entendieron que para dejar atrás ese pasado y
construir un futuro más esperanzador, debían
organizarse.
Asísurgieronvariasasociacionesquepocoapoco
se han convertido en un medio de reconciliación
y perdón abriendo más oportunidades a
campesinos y desmovilizados, gracias a la
producción de los frutos que tradicionalmente
han brotado en esta tierra, los frutos de la paz.
FRUTOS
DE PAZ
There was a time in Southern Córdoba in which farmers forgot
how to grow rice, plantain, yucca, and yam, and became
obsessed with farming coca. Loads of money was made quickly,
but it also disappeared easily, to the extent that at times there
was not enough to buy a plate of food.What does one do under
these circumstances? How does one awake from the dream of
making easy money obtained by farming illicit crops? With time
several leaders understood that in order to leave this behind
and build a better more hopeful future, they had to organize
themselves.
Several organizations were formed in this manner that have
gradually become a means for reconciliation and forgiveness by
creatingmoreopportunitiesforfarmersandformercombatants:
by growing the fruits for peace that have traditionally grown on
their land.
FRUIT
PEACEFOR
25. 4746
CAPÍTULO XEPISODE
ÉVER ENCARNA
EL ESPÍRITU DEL
PROGRAMA
COLOMBIA
RESPONDE,
SOBRE CÓMO
LOS SUEÑOS SE
MATERIALIZAN
Y SE VUELVEN
REALIDAD.
“
“
José Félix Montoya
Director de Colombia Responde
Norte/Sur.
José Félix Montoya
Chief of Party, Consolidated
Enhanced Livelihoods Initiative
Northern/Southern Regions
“Ever represents the spirit
of the program Colombia
Responde, of how dreams
become a reality.”
LA
PAZILENCIOSA
LA PAZLA
SILENCIOSA
LA PAZLAILENCIOSA LA PAZ
PAZ SILE
LA
COCA
NOES LA
CHISPADE LA VIDA
LA
COCA
NOES LA
CHISPADE LA VIDA
EVERYTHING
IN LIFE
COCA ISN’T
26. 4948
LA COCA NOES LA
CHISPA DE LA VIDA
Después de 15 años Éver Aleán regresa a su
origen, la escuela donde recibió su formación
inicial en el pueblo donde pasó los primeros años
de su vida. Allí recordará que una vez quiso ser el
mejor raspachín de coca, el único oficio que los
campesinos de su tierra sabían hacer.Volverá a su
mente la ilusión que él y los niños y jóvenes de La
Caucana tenían con el dinero fácil que abundaba
en ese poblado escondido en los valles infinitos
del Bajo Cauca. Su memoria revive el día en que
ese falso paraíso se desvaneció cuando la guerra
tocó a su puerta y le arrebató para siempre a una
de las personas que más amaba.
Hoy, luego de duras pruebas, pero con la
satisfacción de haber ido a la universidad y haber
reconstruido sus sueños, Éver agradece a la vida
lo que le ha dado: su familia, su trabajo y una
oportunidad para ser útil a la sociedad que tanto
lo necesita. Lo que hoy es este joven, debe servir
de ejemplo para aquellas personas que han
padecido las vicisitudes de la guerra.
After having left 15 years ago, Ever David Aleán returns to visit
the town in which he grew up. There, he remembers that he
dreamt of becoming a coca gatherer,the only livelihood farmers
had learned. His mind becomes filled with memories that most
boys and girls had growing up in La Caucana, of making easy
money that was abundant in the streets of this small hidden
town in the Bajo Cauca region. His memory relives the day on
which that false paradise disappeared when the war arrived on
his doorstep and took with it one of the persons he loved the
most.
Today, after overcoming difficult moments in his life, with the
satisfaction of having graduated from college, and having
rebuilt his dreams. Ever appreciates what life has given him: his
family, his job, and an opportunity to be useful to a society that
needs him. What this young man has become, should serve as
an example for those have suffered the vicissitudes of war.
EVERYTHING
IN LIFE
COCA ISN’T
27. HISTORIAS INSPIRADORAS
DE HOMBRES Y MUJERES
QUE NOS DEVUELVEN
LA FE EN EL PAÍS. QUE
NOS OFRECEN LA
OPORTUNIDAD DE
VOLVER A CREER
SILENCIOSA
LA PAZ
LOS ROSTROS DE
5150
28. 5352
Lascomunidadesqueseorganizaronycrearontresempresas
viales para reconstruir las vías terciarias de sus pueblos.
Los jóvenes que se cansaron de ser estigmatizados y hoy
lideran exitosos procesos sociales y económicos. Un grupo
de periodistas que quiere contar las historias más positivas
de sus regiones. Una asociación de campesinos que ha
encontrado en la miel su sustento, pero también la forma
de resarcir los estragos de la minería ilegal y la violencia.
Unas valerosas mujeres que le apostaron a una empresa de
reciclaje para transformar conciencias…
Son historias extraídas de esa Colombia profunda y aún
desconocida, de aquellos territorios que durante décadas
estuvieron marcados por el conflicto armado y por los
cultivos ilícitos y donde hoy,gracias al impulso de sus mismos
habitantes,se empieza a escribir una nueva historia.Historias
de líderes, de hombres y mujeres, de jóvenes, indígenas,
afrodescendientes —muchos de ellos víctimas directas de
la guerra— que un día decidieron cambiar su presente para
empezar a ser protagonistas del cambio. Líderes que se
han organizado, se han formado y hoy son productores que
exportan, que lideran procesos, que aportan al tejido social
de sus comunidades, que contribuyen al fortalecimiento de
la institucionalidad local.
Los rostros de la Paz Silenciosa son historias inspiradoras de
aquellos líderes y organizaciones que nunca se han cansado
de creer y que en silencio han persistido, con valentía y
heroísmo, como genuino ejemplo de que a pesar de las
adversidades, es posible construir un presente y un futuro
más halagador para todos.
DE LA PAZ SILENCIOSA
LOS ROSTROS
29. UN DÍA HISTÓRICO
El 20 de diciembre de 2014 comenzó a
emitirse oficialmente la señal de la emiso-
ra, 200 watios de potencia que por la alti-
tud del pueblo tienen la capacidad para
llegar a unos 15 municipios del Nordeste,
del Norte y algunas veredas del Bajo Cau-
ca. Ese día se cumplía el sueño postergado
por años de tener una emisora propia, tras
varios intentos que no habían tenido mu-
cho éxito. Una larga espera desde que la
Alcaldía Municipal y la Parroquia habían lo-
grado, en 2010, obtener la licencia de fun-
cionamiento.
Ello fue posible gracias a la constitución
formal, en agosto de 2014, de la Corpo-
ración Emisora Comunitaria de Anorí, que
con el apoyo del Programa Colombia Res-
ponde, de USAID, logró reunir a 20 organi-
zaciones del municipio con la idea de darle
vida al medio de comunicación. Allí están
presentes la Parroquia, la Administración
Municipal, el Hospital, la Institución Educa-
tiva, los productores de panela, de queso,
de cacao, los ganaderos, la Asociación de
Mujeres, la Asocomunal, la Asociación de
Comerciantes, la Asociación de Transporta-
dores, dos juntas de acción comunal más, y
las Iglesias Trinitaria y Pentecostal.
Así, a través de un proceso de sensibiliza-
ción con líderes y representantes de estas
organizaciones, lograron constituir la aso-
ciación. “En Anorí no fue tan difícil reunir a
todas las instituciones, porque la emisora la
estábamos esperando hacía mucho tiem-
po”, comenta Gloria López Ortega, expre-
sidenta de la Asocomunal y una de las ges-
toras del proyecto. “Se entendió que ese
medio de comunicación era una necesidad
sentida de la comunidad, una oportunidad
a la que no se le podía decir no. Era clara su
importancia en un municipio tan distante y
con muchos problemas de comunicación
con la zona rural”, complementa Bladimir.
Ese es tal vez uno de los aportes más va-
liosos de este proceso, que organizaciones
con intereses tan disímiles pudieran en-
contrar objetivos comunes a través de una
emisora que impactaría directamente a los
habitantes de una localidad históricamen-
te incomunicada, con escasa presencia
estatal en las zonas más lejanas y afectada,
durante varias décadas, por un conflicto
armado bárbaro que, para fortuna de sus
habitantes, ahora empieza a extinguirse.
Es un gran logro y un ejemplo para la re-
gión y para el país, complementa Bladimir,
cuando se sabe que muchas emisoras co-
munitarias son manejadas por pequeñas
organizaciones o grupos familiares, con in-
versiones e intereses particulares. “Lograr
que se unan tantas instituciones y entida-
des en torno a un proyecto que beneficie
a todos por igual, es muy enriquecedor.
Creo que esta puede ser la única experien-
cia de este tipo que se tenga en Colombia”,
asegura.
“Yo creo que la gente se siente muy satis-
fecha de poder llenar ese vacío que había
en el municipio en el tema de comunica-
ciones”, manifiesta Dairo Alberto Ospina,
un joven que se estrenó como locutor el
día en que se encendieron por primera
vez los transmisores de Anorí Estereo. “Fue
una sensación maravillosa, llena de ner-
vios, pero a la vez era lograr un sueño que
estaba esperando hacía mucho”, confiesa.
Y es que desde niño Dairo había anhelado
ser locutor. Cómo no, si esas personas que
hablaban a través del radioreceptor eran
sus amigos, sus compañeros, sus cómpli-
ces. O al menos así lo sentía él. Eran ellos
los que estaban a su lado cada mañana,
cuando debía madrugar a acompañar a su
padre en las intensas jornadas agrícolas en
la vereda La Primavera, a unas tres horas de
camino de Anorí, allí donde pasó los pri-
meros años de vida y se hizo adolescente.
ASÍ ESTAMOS
HACIENDO PAZ Y
CONSTRUYENDO
COMUNIDAD POR
MEDIO DE LA
COMUNICACIÓN
“ “
Las últimas gotas de lluvia de la mañana
caen sobre Anorí, ese pueblo resguardado
entre las montañas de la Cordillera Central,
en el Nordeste de Antioquia, la tierra del
famoso escultor Pedro Nel Gómez y del
poeta León Zafir. El canto de los pájaros
armoniza las primeras horas del día, cuan-
do decenas de campesinos se levantan
dispuestos a comenzar su faena agrícola.
El golpeteo de las pisadas de los caballos
sobre el pavimento, avisa el inicio de la jor-
nada y en la cafetería de la esquina ya hay
café caliente.
En algunas radios empiezan a sonar las
melodías de canciones populares, que se
escapan por entre las rendijas de puertas y
ventanas de las casas contiguas al parque
principal. Es la música de la emisora comu-
nitaria Anorí Estereo, que desde diciem-
bre de 2014 acompaña, de día y noche, a
cientos de familias anoriseñas y a miles de
personas de más de una docena de muni-
cipios cercanos.
“La gente nos dice que nosotros somos
como un integrante más de la familia”, ase-
gura Bladimir Zapata, su director. “Dicen
que tenemos visa para entrar a todos los
rincones de la casa sin pedir permiso”, aña-
de jocosamente. Bladimir es un melómano,
un hombre de voz fuerte y frases claras, un
amante de las artes y del trabajo comunita-
rio que un día dejó su empleo en la Alcal-
día Municipal para perseguir un sueño que
había aplazado durante años: ser locutor
de radio. Bladimir no deja de tener razón,
pues Anorí Estereo es quizás el único me-
dio de comunicación que cubre casi todo
su extenso territorio, unos 1.430 kilómetros
cuadrados distribuidos en 51 veredas y un
corregimiento. De sus 21 mil habitantes, el
60 por ciento -es decir unas 12.600 per-
sonas- viven en zonas rurales, muchas de
ellas sin señal de celular, sin vías de acceso
y a, por lo menos, un día de camino del cas-
co urbano.
Jeferson Vásquez, vicepresidente de la
emisora y representante legal de la Aso-
ciación de Productores de Queso, Aspro-
quema, explica que Anorí Estereo es una
oportunidad que ha tenido el municipio
para integrarse, para relacionarse con las
comunidades. “La emisora -dice- nos ha
permitido acercarnos a los campesinos
para poder acompañarlos y ayudarles”.
Gracias a ella los socios de Asproquema,
que están distribuidos por todo el territo-
rio, se mantienen al tanto de lo que ocurre
en el municipio, de las convocatorias, de
las reuniones y las visitas de los técnicos
a sus fincas. “Así estamos haciendo paz y
construyendo comunidad por medio de la
comunicación”, reflexiona.
Por: Rafael Mayo
55
LLEGA LA RADIO
ALLÍDONDESOLO
30. A Dairo le asombraba la energía que le contagiaban esos amigos
momentáneos de la radio; pero también dejaba volar su imagi-
nación cuando escuchaba las intensas narraciones de fútbol don-
de su equipo local o la Selección eran los protagonistas. “Uno se
imaginaba los estadios a reventar, las jugadas, los goles”, confiesa
con emoción al hablar de la radio como un estado de ánimo. Eso,
en parte, es lo que hace Dairo en cada jornada, cuando se sienta
en la cabina de la emisora: transmitirle alegría a sus oyentes.
PROGRAMACIÓN INCLUYENTE
Esta mañana de martes de mediados de abril, Bladimir permane-
ce sentado en el estudio de la emisora, programando algunos te-
mas populares para los abuelos y las amas de casa, sus principales
oyentes a esta hora del día. Luego vendrá una emisión especial de
baladas, de vallenatos clásicos y en la tarde, cuando los jóvenes y
adolescentes regresen a sus casas después de la jornada escolar,
sonará un poco de música urbana. Durante el día también habrá
espacios para las organizaciones de paneleros, los productores
de queso, la Parroquia, el Hospital y la Asociación de Mujeres.
“Nosotros tenemos muy claro el sentido de la radio comunitaria”,
enfatiza Bladimir. Y agrega: “A través de los contenidos buscamos
capacitar, asesorar, formar a la comunidad en valores, principios,
en cultura y educación. Queremos ofrecerles información clara,
certera y sin sesgos políticos”.
Pensando en esos objetivos, en los próximos meses planean su-
mar a su programación varios contenidos educativos, entre ellos
un programa que llevará por nombre “Así suena la paz silenciosa”,
en el que contarán las acciones que vienen promoviendo las orga-
nizaciones del municipio en temas de paz y posconflicto. Otro de
los contenidos que despierta mucha expectativa en la organiza-
ción es la emisión de un curso de inglés, que impartirá un profesor
de la localidad que vivió durante 28 años en EE.UU y ahora quiere
compartir su conocimiento con el pueblo de sus raíces.
El objetivo es que los oyentes interesados puedan seguir las cla-
ses a través de la radio, hagan los exámenes de manera presencial
y luego de haber estudiado los módulos, reciban un certificado
aprobado por la Secretaría de Educación del Municipio.
ANORÍ ESTÁ CAMBIANDO SU
IMAGEN CON LA EJECUCIÓN
DE PROYECTOS PRODUCTIVOS;
TODO ESO LE ESTÁ DICIENDO
AL MUNDO QUE AQUÍ ESTÁN
PASANDO COSAS MUY
BUENAS
“ “
RENACE EL OPTIMISMO
Poco a poco la tranquilidad ha empezado a retornar al municipio. Desde hace un par de
años en Anorí se respiran aires de paz. Las personas caminan tranquilas por las calles del
pueblo y por los caminos veredales. Celebran, festejan, disfrutan, y ya no existe el temor
a quedar en medio del fuego cruzado.
En la vereda La Plancha se concentran los hombres del Frente 36 de las Farc para dejar
sus armas y reintegrarse, en unos meses, a la vida civil, luego de la firma del acuerdo
de paz con el Gobierno de Colombia. Eso ha generado mucho optimismo entre sus ha-
bitantes. La noticia de la pavimentación de los 34.5 kilómetros de la vía que conduce a
Medellín, por parte del Gobierno Departamental, también ha llegado como un bálsamo
para los anoriseños. Ellos confían que en menos de dos años se pueda reducir el tiempo
de viaje hacia la capital de Antioquia.
“Anorí está cambiando su imagen con la ejecución de proyectos productivos: con los
paneleros, los caficultores, los queseros, las mujeres productoras de miel, los campesi-
nos cultivando la tierra, un comercio con mucho dinamismo. Todo eso le está diciendo
al mundo que aquí están pasando cosas muy buenas”, concluye Bladimir, un hombre
orgulloso de su tierra, de su historia y de la emisora, la misma que a pesar de su corta
vida ha acompañado cada uno de estos procesos y quiere seguir siendo protagonista en
la nueva etapa de posconflicto que vive su pueblo y el país.
5756
31. Los Centros de Acopio Locales tienen una estructura de rutas que
hace posible recolectar el reciclaje en todos los sectores de Cau-
casia. Está la ruta institucional, que comprende instituciones edu-
cativas, hospitales y universidades; la ruta comercial, de los pe-
queños y medianos comerciantes; la ruta empresarial, compuesta
por las empresas más grandes que producen una mayor cantidad
de material; y la ruta residencial, manejada por las matrices, quie-
nes se encargan del reciclaje en los hogares.
Cerca de 500 toneladas de material reciclable ha dejado de re-
cibir el relleno sanitario de Caucasia desde hace un par de años.
Bueno, también las quebradas, el río, los alcantarillados y las ca-
lles de este municipio del Bajo Cauca antioqueño. Esto ha sido
posible gracias al trabajo de un grupo de mujeres de la subregión
que, con ayuda de la cooperación internacional, encontraron en
este material una oportunidad económica para muchas de ellas.
Pero, mejor aún, hallaron una alternativa para contribuir al medio
ambiente mientras transforman conciencias.
Se trata de Recíclate, una iniciativa empresarial que aprovecha to-
dos esos materiales desechados en los hogares para convertirlos
en una oportunidad económica para decenas de mujeres. “¿Cuán-
tos árboles hemos dejado de talar y cuántas mujeres tienen con-
ciencia de estar reciclando y están enamoradas de este proyec-
to?”, reflexiona Enilsa Regino, una reconocida líder de Caucasia,
quien desde sus inicios le ha puesto el hombro y el corazón a este
proyecto, una posibilidad para que ellas obtengan un ingreso ex-
tra y de paso contribuyan a mejorar el medio ambiente.
Con el apoyo del Programa Colombia Responde, de USAID, des-
de abril de 2015 viene funcionando en los municipios de Cauca-
sia y El Bagre este emprendimiento que cuenta con un Centro de
Acopio Local -CAL-, hasta donde llegan diariamente cientos de
kilos de reciclaje para ser clasificados en plásticos, cartón, vidrio,
botellas pet y metal. Este material es compactado, empacado y
luego comercializado en Medellín o en el mismo municipio con
sus aliados estratégicos. Cada CAL está dotado de una compac-
tadora, una pesa, estibadores y un equipo de computador con un
software en línea para llevar las cuentas.
Las responsables de recuperar el material en las viviendas son las
mujeres que integran la Red de Mujeres Subregión Bajo Cauca
-Remusbac-, quienes son denominadas matrices y toman como
punto de trabajo las viviendas del sector donde residen, que pue-
den ser unas 40 ó 50 casas. Ellas son las encargadas de recoger
minuciosamente el material y ubicarlo en una zona cercana, llama-
da punto ecológico, donde es recogido por un motocarro que lo
transporta hasta el CAL.
CAMBIANDO
MENTALIDADES
Esta tarde de jueves de inicios de abril,
Enilsa se encuentra reunida con Nohelia
Mora Laverde, presidenta de Asomuca y
veedora de la iniciativa; también con Marta
Domicó, administradora en salud sanitaria
y ambiental y quien trabajó en el proyecto
como coordinadora operativa; y con David
Cardona Arbeláez, administrador de em-
presas de la Universidad de Antioquia. Enil-
sa, Nohelia, Marta y David aprovechan para
conversar sobre este proyecto y lo que ha
significado su puesta en marcha para una
región como el Bajo Cauca, donde la con-
servación del medio ambiente nunca había
sido prioritaria. Además, hablan del desa-
fío que les ha implicado crear una empresa
como esta y la dificultad de insertarle a las
mujeres la idea de ser empresarias.
Todos, sin excepción, concuerdan en que uno de los más grandes
retos de este proyecto ha sido empezar a cambiar la mentalidad
de las personas sobre la necesidad de reciclar y cuidar el medio
ambiente. “A medida que fuimos trabajando -explica Enilsa-, nos
dimos cuenta que había que ir más allá de un simple negocio y
que había que sensibilizar a las personas para poder captar el ma-
terial”.
“La gente no sabía reciclar -enfatiza Marta-, no sabía que la mayor
parte de lo que se genera en un hogar puede volver a utilizarse o
puede ser algo productivo”. Por eso una de las primeras activida-
des que desarrollaron fue visitar los colegios para sensibilizar a los
estudiantes sobre a la importancia de reciclar. Hicieron lo mismo
en otras instituciones, como iglesias y empresas, capacitando a
las personas encargadas de los temas medioambientales. Luego,
visitaron cada vivienda, cada familia y le explicaron la necesidad
de recuperar el material, de empezar a separarlo de la basura con-
vencional. Pero además, debían capacitar a las matrices, explicar-
les el tipo de materiales que iban a recuperar y sensibilizarlas en
el tema para que ellas lo replicaran con sus vecinos y familiares.
“Por eso –asegura Marta-, este es un proyecto con una filosofía
muy profunda. No es simplemente un negocio, como poner una
tienda y dedicarse a vender. Es generar conciencia en las perso-
nas para que esto sea sostenible”.
Damaris Nieto Mieles, presidenta de la Asociación Municipal de
Mujeres de El Bagre -Asomelba- adscrita a la Red y responsable
del proyecto en esta localidad, recuerda que era normal ver las
calles de su pueblo repletas de basura. Asegura que eran muy po-
cas las personas que utilizaban una caneca de residuos. “La calle
era como un gran basurero”, rememora Damaris, mientras per-
manece sentada en el escritorio donde lleva las cuentas del CAT,
ubicado en una céntrica calle del barrio El Bosque.
LA GENTE NO SABÍA
RECICLAR -ENFATIZA
MARTA-, NO SABÍA
QUE LA MAYOR PARTE
DE LO QUE SE GENERA
EN UN HOGAR PUEDE
VOLVER A UTILIZARSE
O PUEDE SER ALGO
PRODUCTIVO
“
“Por: Rafael Mayo
59
UNA OPORTUNIDAD
RECICLAJE,
ECONÓMICA Y AMBIENTAL
32. A MÍ ME IMPRESIONA QUE LA
GENTE NOS RECONOZCA COMO
MUJERES EMPRENDEDORAS,
Y QUE CUANDO NOS VEN EN
LA CALLE NOS DIGAN: ‘ESTAS
MUJERES CAMBIARON MI FORMA
DE PENSAR SOBRE LA BASURA
“ “
“Ahora, por fortuna -manifiesta-, ha bajado la contaminación, las
calles ya no se ven tan sucias, es poca la basura que uno se en-
cuentra. Ahora ya no hay tanta basura en los caños. Eso es muy
bonito”.
Ahora, hasta los niños recogen y llevan los cartones al Centro de
Acopio para ganarse algunos pesos que quizás les permita com-
pletar la lonchera. Durante esta mañana de viernes han llegado
hasta el CAT varios niños con paquetes de cartón entre brazos y
don Luis, el esposo de Damaris, les ha pagado 350 pesos por cada
kilo. Ahora, mujeres, hombres, jóvenes y niños, saben que antes
que desechos, allí hay un recurso valioso que también puede ser
aprovechado económicamente. Pero, además, la gente ha ido re-
conociendo la importancia de separar los desechos desde la fuen-
te para entregarle a las mujeres un material en mejores condicio-
nes. Eso ha hecho que su trabajo se dignifique y que las mujeres
vean que su oficio es tan valioso como cualquier otro.
EN MEDIO DE LAS DIFICULTADES
Aunque los Centros de Acopio empezaron a funcionar en los seis
municipios de la subregión, con el paso de los meses solo conti-
nuaron activos los de El Bagre y Caucasia. Enilsa reflexiona sobre
la dificultad para que algunos de los CAT no fueran sostenibles,
enfatizando en que “las mujeres no se vieron como empresarias”
y que, quizás, los objetivos del proyecto estaban más allá de sus
alcances. Nohelia, por su parte, cree que la complejidad de un
proyecto como este ameritaba un largo proceso de sensibiliza-
ción y exigía un mayor tiempo de maduración. “Acá el tema es
educar, es enseñar y eso es mucho más difícil, entonces el tiempo
de maduración de un proyecto de estos es más largo. Yo creo que
también es necesario contar lo malo porque de eso se aprende”,
reflexiona.
Sin embargo, pese a las dificultades, Enilsa considera que esta ex-
periencia ha sido muy valiosa por el proceso de emprendimiento
que las mujeres de Caucasia han llevado a cabo, por la sensibi-
lidad ambiental que han logrado en muchos ciudadanos, y por
la oportunidad de ingresos que se le ha generado a decenas de
mujeres.
“Inicialmente teníamos aquí en Caucasia a
80 mujeres trabajando en la iniciativa, quie-
nes se ganaban entre 250 y 350 mil pesos
mensuales; eso quiere decir que si se tra-
baja juiciosamente se puede vivir tranqui-
lamente de esto”, expresa.
En la actualidad en Caucasia hay 22 ma-
trices que reúnen, junto al material que se
produce en las instituciones, las empresas
y en el comercio, cerca de nueve toneladas
de reciclaje al mes. Eso parece poco, sobre
todo si se tiene en cuenta que para alcan-
zar un punto de equilibrio la empresa de-
bería producir cerca de 45 toneladas. Pero
siguen trabajando, con paciencia y buen
ánimo, confiando que con el tiempo van a
poder lograr una mayor captación de ma-
terial y llegarán al punto de equilibrio.
Durante la conversación surge el símil de
la empresa con un niño -o una niña- al que
sus padres deben cuidar durante un buen
tiempo, darle abrigo, protección y alimen-
to, para que algún día pueda ser un joven o
un adulto independiente que pueda valer-
se por sí mismo. Entonces, inevitablemen-
te, surge la pregunta sobre lo que repre-
senta para ellas ese niño -o esa niña- que
aún continúan formando. “Es un aprendiza-
je grandísimo”, responde Enilsa. “Además,
saber que con estas 500 toneladas que se
han dejado de tirar al relleno sanitario se
ha evitado talar árboles… ¿Y cuántas mu-
jeres tienen conciencia de estar reciclan-
do y están enamoradas de este proyecto?
Creemos que esta iniciativa va a hacer un
cambio muy grande en las personas y en
el medio ambiente. Ese es un aprendiza-
je profundo que nos quedará a nosotras”,
dice.
Tras una largo diálogo, Nohelia también
hace énfasis en el trabajo que ha venido
realizando el Programa Colombia Respon-
de, “que a pesar de nuestros aciertos y des-
aciertos, siempre confió en las organizacio-
nes e hizo que aprendiéramos, creo que
por eso tenemos empoderamiento. Eso
nunca nos vamos a cansar de reconocer-
lo”. Para David, lo más valioso es ver a un
grupo de mujeres con ganas de hacer un
cambio en la sociedad y no solo enfocadas
en el componente económico y ambien-
tal, lo que en términos técnicos se conoce
como sostenibilidad. “Estamos tocando lo
económico, lo ambiental y lo social desde
una red de mujeres, quienes siempre han
sido vulnerables, pero también se está tra-
bajando en su empoderamiento. Yo estoy
enamorado del proyecto, he aprendido
mucho y creo que es una de las lecciones
más grandes que he tenido”.
Marta considera que esta ha sido tal vez
una de las experiencias más significativas
en su vida profesional, pues en esta región
nunca se había hablado tan profundamen-
te sobre el tema ambiental. “A mí me im-
presiona que la gente nos reconozca como
mujeres emprendedoras, y que cuando
nos ven en la calle nos digan: ‘estas muje-
res cambiaron mi forma de pensar sobre la
basura’. Yo sí estoy segura que muchos de
los hogares que visitamos han cambiado
su forma de pensar”.
Por lo pronto, las mujeres de Asomuca y
de Asomelba continuarán trabajando y
confiando que en un futuro cercano alcan-
zarán la estabilidad que han esperado por
varios años. Mientras tanto, Enilsa seguirá
alegrándose cuando se entere que una
nueva mujer ha ingresado a la empresa
como matriz. Seguirá celebrando este de-
talle como un gran logro, porque tiene la
certeza que será una aliada más con la que
podrá seguir generando conciencia y cam-
biando la mentalidad de que el reciclaje no
solo es un negocio. Que es, ante todo, una
oportunidad para mejorar nuestro planeta.
6160
33. La finca que años atrás concentraba a los
hombres de la guerra, a los amos y señores
de estas tierras del sur de Córdoba -gol-
peadas como tantas otras por el conflicto
armado colombiano-, es ahora sede de un
próspero proyecto piscícola, una iniciativa
jalonada por unos campesinos emprende-
dores que están empeñados en cambiarle
la cara a la región.
Si uno es consciente, sabe que está en todo
el epicentro del conflicto armado,advierten
los campesinos del corregimiento de Villa-
nueva, ubicado a unos cinco kilómetros del
municipio de Valencia, en el departamento
de Córdoba. Ellos hacen referencia a dos
reconocidas haciendas, que luego de per-
tenecer a los grupos ilegales, pasaron a sus
manos para que de ellas empezara a brotar
la vida a través de las cosechas de pescado.
Marcos Díaz Hernández, un hombre em-
prendedor, un trabajador incansable y de
férrea disciplina, es la persona que ha sa-
bido liderar el proyecto piscícola del que
dependen unas 230 familias de Valencia y
Tierralta. Se trata de la Red de Organiza-
ciones Piscícolas del sur de Córdoba -Sinu-
pez-, de la cual Marcos es su representante
legal. Sinupez es una organización que reú-
ne a 13 asociaciones de ambos municipios
y se dedica a la producción de alevinos y a
la comercialización de pescado en toda la
región.
Se asociaron para trabajar de la mano, para
fortalecerse como organización y así abrir
más puertas, explorar nuevos mercados y
beneficiar a más familias. Partieron de la
tradición piscícola de la zona, gracias a los
espejos de agua que abundan allí y a las
aguas profundas del río Sinú, que atravie-
san estos municipios y siempre han traído
en su interior abundante bocachico. Sabían
que existía potencial y había que aprove-
charlo. Así empezó todo.
MI SUEÑO SIEMPRE
HABÍA SIDO TENER
MI PROPIO NEGOCIO
“ “
CAMINO LLENO DE
OBSTÁCULOS
Pero este emprendimiento no ha sido fácil,
pues años atrás en esta región eran esca-
sas las posibilidades de encontrar un buen
futuro. Hubo un tiempo, por ejemplo, en
el que los hombres no tenían más opción
que integrarse a las filas de los grupos al
margen de la ley, y las mujeres no contaban
con otra alternativa que convertirse en sus
esposas. Fue por eso que Marcos, quien no
ha sido hombre de armas y para evitarse
problemas, se marchó con su familia para
Barranquilla, decidido a ganarse un espa-
cio en la ciudad, lejos de su tierra. Allí es-
tudió una técnica en auxiliar contable pero
nunca pudo estabilizarse laboralmente. “La
ciudad como que a veces no es para uno”,
dice. Cinco años después regresó al muni-
cipio vecino de San Pedro de Urabá, don-
de trabajaba su padre. Allí consiguió un
puesto como bodeguero en una finca de la
zona, donde permaneció cinco años más.
Hasta que, en 2008, cuando la marea de la
violencia había bajado, regresó a Valencia
con una idea en su cabeza.
“Mi sueño siempre había sido tener mi pro-
pio negocio”, confiesa. Decidido a hacerlo
realidad, reunió a varios de sus amigos de
infancia y les propuso la idea de crear una
organización piscicultora. La asociación se
llamó Asojopaz -Asociación de Jóvenes
por la Paz-, nombre con el que buscaban
llevar un mensaje distinto a una región
aporreada por la confrontación.
“Arrancamos con 4 mil bocachicos y mil ti-
lapias rojas. Tocamos puertas, la Umata nos
donó diez jaulas flotantes.
Pero no teníamos el conocimiento técnico
y la piscicultura que no se tecnifica no da
plata”, explica Marcos.
La tilapia no arrojó utilidades y luego de un
año varios de sus socios se habían queda-
do en el camino. “Tal vez esperaban me-
jores resultados en un tiempo más corto”,
reflexiona Marcos. Y complementa: “La
verdad es que fuimos aprendiendo a los
golpes”.
Sin embargo, Marcos -que es optimista por
naturaleza- guardó esperanzas y él y los
socios que quedaron siguieron tocando
puertas. Se endeudaron, consiguieron ca-
pacitaciones en el Sena y para presentarse
a una convocatoria del Departamento de la
Prosperidad Social, asociaron a sus espo-
sas. La Umata municipal les dio el aval.
Con ese apoyo construyeron tres estan-
ques, compraron dos congeladoras, dos
mesas de viceramiento, cavas de enfria-
miento para preservar el producto, e im-
plementos de pesca como atarrayas y tras-
mallos. Luego, con el apoyo del Programa
Colombia Responde, de USAID, pudieron
construir una sede que convirtieron en un
restaurante donde la gente del municipio
iba todos los domingos a comer pescado.
“Ese restaurante fue un éxito total”, recuer-
da Marcos. A ese proceso se sumó La Fun-
dación Vivir Mejor y de nuevo el Programa
Colombia Responde. Ambos se unieron
para incubar varias empresas, entre ellas la
Red Sinupez. Tanto esfuerzo, tanto sacrifi-
cio, parecía estar rindiendo frutos.
6362
QUIEREN CAMBIARLE
LA CARA AL SUR DE CÓRDOBA
PESCADORES
Por: Rafael Mayo
34. UN MODERNO LABORATORIO
Con el paso del tiempo los asociados de la Red Sinupez se dieron
cuenta que una de sus más grandes necesidades era la consecu-
ción de los alevinos, la semilla que se utiliza para mantener equili-
brada la producción. De esa carencia surgió la iniciativa de gestio-
nar con Colombia Responde un laboratorio para la reproducción
inducida de especies nativas como bocachico, carpa, bagre y ca-
chama. Este laboratorio les permitiría vender la semilla a un precio
más cómodo a sus asociados y a los otros productores de la zona.
“Antes, los productores tenían que ir hasta el Bajo Magdalena para
comprar los alevinos: tenían que pagar transporte, pernoctar en la
zona, salir madrugados de allá y llegar a repartirlos a los producto-
res”, explica Ur Alonso de la Barrera, director técnico del proyecto.
Gracias al apoyo de la cooperación internacional, ese sueño es
una realidad que hace sentir orgullosos a todos los integrantes de
la red. Ahora la organización ya cuenta con unas sofisticadas insta-
laciones en las que hay 15 estanques, un laboratorio, incubadoras
y unos 47 mil metros cuadrados de espejos de agua. Toda esta
infraestructura les permitirá, a mediano plazo, producir cerca de
un millón 500 mil alevinos.
BENEFICIOS
Todos los asociados saben que la Red Sinupez les ha traído mu-
chos beneficios, como el hecho de poder vender su producto a
un precio más justo, lo que estimula su trabajo. Esto evita a los
intermediarios comerciales, que son los que en la actualidad se
quedan con buena parte de las ganancias y le hacen daño al pro-
ductor, afirma Ur Alonso de la Barrera.
Esta actividad, explica el especialista, permitirá mejorar la econo-
mía del municipio, pues está demostrado que, bien manejada, la
acuicultura puede ser incluso más rentable que la ganadería.
Otra de las ventajas que han tenido los productores es la oportu-
nidad de capacitarse en la transformación de la carne de pescado.
Entre los meses de mayo y junio de 2016, 25 de ellos se formaron
con la Universidad de Córdoba en la elaboración de productos
como chorizos, salchichas, nuggets, butifarra y filetes. Y es que,
como dice Ur Alonso, antes existía la creencia de que el pesca-
do solo se come frito, “pero poco a poco le hemos demostrado a
los productores que en un futuro no muy lejano podremos mon-
tar una sala de procesamiento pequeña donde pueden poner en
práctica lo aprendido”. Esto será posible en un siguiente momen-
to, pero viendo el crecimiento de la Red, nadie duda que pronto
será una realidad.
Ramón Antonio Barón, presidente de la Red, es optimista y sabe
que esta iniciativa le está cambiando la cara a esta región, gra-
cias al esfuerzo de un grupo de productores piscícolas decididos
a transformar su presente y su futuro. El líder productor cree que
este esfuerzo está siendo observado por sus hijos y que en un fu-
turo tal vez sean ellos los que continúen con su legado. Espera
también que muy pronto, como había soñado alguna vez con su
asociación, la Red sea cien por ciento sostenible y que las familias
asociadas puedan tener un sustento diario.
“Pero además -asegura-, este proyecto debe dejar un mensaje
para todo el país: que las cosas con dedicación y empeño sí se
pueden lograr”.
PERO ADEMÁS -ASEGURA-,
ESTE PROYECTO DEBE DEJAR
UN MENSAJE PARA TODO EL
PAÍS: QUE LAS COSAS CON
DEDICACIÓN Y EMPEÑO SÍ SE
PUEDEN LOGRAR
“ “
Marcos también se siente satisfecho porque sabe que con su es-
fuerzo ha aportado a la consolidación de la paz en este territorio.
“Cuando me vine de Barranquilla, dije que tenía un propósito en
este pueblo y es el de dejar un legado: atreverme a hacer una
empresa”, concluye. Y es que para este líder, la Red Sinupez es la
materialización de ese sueño que nunca abandonó. Aunque, en
el fondo, también sabe que esto es apenas el inicio de un futuro
más esperanzador para un pueblo que no quiere saber más de la
guerra.
64
35. La violencia, la droga y la minería han sido pan de cada día en el
Bajo Cauca antioqueño desde hace años. La fiebre por el oro ha
llevado a que tanto empresas privadas como mineros informales
arrasen, poco a poco, con los recursos naturales de la región. La
búsqueda de riqueza ha servido incluso para financiar a los acto-
res armados que aún hacen presencia en la zona y que hicieron en
2016 de El Bagre uno de los lugares más peligrosos del país para
la fuerza pública y los defensores de derechos humanos.
Sin embargo, en medio de estas dificultades sociales y económi-
cas, cientos de personas, decenas de familias, han encontrado en
la miel una forma no solo de conseguir su sustento sino también
de remediar de a pocos los estragos de la minería.
Manuel Morales es, en esta región, uno de los pioneros en ver en
la apicultura una opción de vida y no duda en asegurar que vivir
de la miel es completamente posible. Tras más de cuatro años de
haber comenzado a aprender de las abejas que ahora mantiene, y
más de 26 años de vivir en la vereda El Naranjal, Manuel preside la
asociación que reúne a los apicultores de esa zona.
HEMOS TENIDO EL PRIVILEGIO
DE CRECER, DE APRENDER
MUY RÁPIDO, DE HACER LAS
COSAS MUY BIEN HECHAS
Y DEMOSTRAR QUE SÍ
PODEMOS A PESAR DE LAS
ADVERSIDADES
“ “
“Hemos tenido el privilegio de crecer, de aprender muy rápido,
de hacer las cosas muy bien hechas y demostrar que sí podemos
a pesar de las adversidades”, sostiene Manuel, quien junto a otros
cinco apicultores cultiva un campo con decenas de colmenas de
abejas africanizadas, ideales para resistir las adversidades del am-
biente.
Aunque cada uno es dueño de sus colmenas, los apicultores com-
parten el arriendo y mantenimiento del campo, ubicado en una
zona de difícil acceso y deforestada por las actividades humanas.
“La zona donde estamos está muy degradada por la minería y he-
mos visto que las abejas también pueden subsistir ahí”, explica
Manuel.
Tal como muchos de quienes ahora se dedican a la apicultura en
esta región, Manuel dedicó sus esfuerzos a trabajos informales
como el mototaxismo, la minería e incluso la siembra de cultivos
ilícitos. Hoy, además de la apicultura, desarrolla un proyecto de
peces ornamentales y dedica tiempo a sus cultivos.
Luz Mariz Solar, una sucreña que desde hace nueve años habita
en El Naranjal, se inició en la apicultura como Manuel, gracias a un
programa de familias guardabosques liderado por el Gobierno y
la ONU. Después de obtener sus primeras colmenas, poco a poco
han ido recibiendo más apoyo de entes gubernamentales, inicia-
tivas privadas y proyectos de las asociaciones de la región, hasta
lograr que cada familia tenga en su haber más de 30 panales.
67
MIEL
PARA SANAR LAS HERIDAS
Por: Juan Diego Mesa y Mauricio Aragón / Fotografía:Daniel Diusabá.
Artículo publicado en Semana.com
36. “Al principio sí me daba miedo, pero ya lo que me da es alegría de
verlas cómo trabajan y todo lo que le enseñan a uno; siente uno
mucha emoción”, dice Luz Mariz, quien celebra que además de
servirles como sustento y ayudar con el ambiente, la apicultura les
da a ella y a sus compañeros la libertad para dedicar su tiempo a
otras actividades, ya que las colmenas no exigen más de ocho días
de trabajo al mes.
Todos los apicultores de la región persiguen un mismo sueño:
que con más apoyo y más colmenas, la miel se convierta en su
principal sustento económico. Sin embargo, más allá de los sue-
ños, hacer del Bajo Cauca una región vital para la producción de
miel a nivel nacional es el objetivo de Fibrarte, una asociación que
desde hace nueve años congrega a los artesanos y apicultores de
la región.
Germán Arrieta, representante legal de Fibrarte desde 2015 y api-
cultor desde hace más de cuatro años, asegura que asociarse les
ha dado a quienes viven de la miel la fuerza económica y social
que nunca habrían logrado de manera individual.
Además de darles apoyo técnico y acompañamiento a los produc-
tores de la región, Fibrarte se encarga de comprarles la miel e
incentivar la apicultura.
La producción actual en la región y la cooperación de diferentes
organismos permitió además que Fibrarte creara la marca ‘Campo
Dulce’ y adquiriera una planta de procesamiento ubicada en El
Bagre, a donde llega toda la miel de los productores, se embaza y
se distribuye a nivel nacional.
Según Germán, el reto de la Asociación, ahora que también cum-
ple el papel de empresa, es aumentar la producción y así lograr
convenios de comercialización como el que han negociado con
una de las productoras de alimentos más grandes del país.
Aunque aún restan por superar varias dificultades, tanto los api-
cultores como Fibrarte esperan superarlos y convertirse en un
ejemplo de cambio para la región.
“Hemos vivido en una zona que fue bastante atropellada. Aquí se
veían diferentes grupos: tanto las Farc, como el ELN, los paras, las
AUC. Pero hasta este momento no hemos tenido dificultad con
ellos, ni nos da miedo porque estamos haciendo una actividad
lícita, no nos estamos metiendo con nada que afecte a nadie”, sos-
tiene Manuel.
Tanto Manuel como Germán están de acuerdo en que para que la
miel siga siendo una alternativa de vida para los habitantes de esta
región, los principales retos son obtener más apoyo de las autori-
dades y recuperar el componente ecológico tan deteriorado por
la minería.
Mejoramiento de las vías, subsidios para quienes usen sus tierras
para la apicultura y programas de reforestación hacen parte de las
solicitudes que desde esta región se le hace al Gobierno Nacional,
y que así el Bajo Cauca se siga convirtiendo en una tierra de miel.
AL PRINCIPIO SÍ ME DABA
MIEDO, PERO YA LO QUE ME DA
ES ALEGRÍA DE VERLAS CÓMO
TRABAJAN Y TODO LO QUE LE
ENSEÑAN A UNO; SIENTE UNO
MUCHA EMOCIÓN
“ “
6968
37. En el municipio de Valencia, Córdoba, los sueños de sus habitan-
tes caben en pequeñas cajas de madera con tres candados. En
ellas, por grupos, los pobladores depositan parte de sus ingresos
en medio de una dinámica muy organizada, que les permite aho-
rrar y acceder a créditos para invertir en lo que quieran. El sistema
les ha permitido a algunas personas pagar sus estudios, a otras,
comprar un vehículo para ganarse la vida, e incluso hay quienes
han logrado acceso a recursos para adecuar sus viviendas.
Visto individualmente, el proceso parece simple, personas que se
unen con otras en medio de estrechos lazos de confianza para unir
un pequeño capital en pro de un beneficio común. Pero visto en
toda su dimensión, los denominados Grupos Locales de Ahorro
y Crédito –GLAC- son una amplia red que convierte a Valencia en
uno de los municipios más ahorradores de Colombia.
Solo en este pueblo del sur de Córdoba hay 1.400 grupos, los
cuales agremian alrededor de 5.000 personas, una cuarta parte de
la gente que habita en el casco urbano de Valencia. Cada grupo lo
componen mínimo 14 personas y máximo 19, y consta de una es-
tructura completa a la que se someten todas las decisiones sobre
el manejo del dinero. Entre los integrantes eligen a un presidente,
un secretario, un tesorero, un portador de caja y tres portadores
de llaves, uno por cada candado, todos con roles precisos que
llenan de formalidad a esta manera de ahorrar.
SE BUSCA QUE LAS
PERSONAS HAGAN EL
AHORRO PARA QUE PUEDAN
ACCEDER A LOS CRÉDITOS,
LOS CUALES SE LES HACEN
A LAS PERSONAS SERIAS,
RESPONSABLES, A PERSONAS
QUE SEAN HONESTAS,
SINCERAS, TRANSPARENTES
“
“
“El presidente del grupo dirige las reuniones, el portador de caja
guarda la caja, el secretario maneja las libretas de ahorro, una por
integrante del grupo, y en ellas anota el número de acciones que
compra cada uno. El tesorero es el encargado de contar el dinero
y para abrir la caja tienen que estar los tres portadores de llaves.
Si no están estas tres personas, no se puede abrir la caja”, explica
Éver Pérez, quien preside uno de los grupos.
El ahorro se realiza a través de un modelo de acciones, cuyo va-
lor lo establecen las personas que integran cada proyecto, con un
precio promedio de 5.000 pesos por acción. Cada persona puede
ahorrar 400.000 pesos por periodo, aunque esto depende de la
capacidad económica de los integrantes. “El mayor beneficio de
los grupos es que incentivan la cultura del ahorro. Aquí todas las
personas pueden ahorrar, niños, adultos, ancianos, todos pueden
integrarse”, agrega Éver.
Por otro lado, están los préstamos, los cuales sólo se conceden
con la aprobación unánime de la asamblea. Si alguien no está de
acuerdo en conceder el crédito, no se otorga. Los ahorradores
pueden recibir préstamos hasta por tres veces lo que tienen aho-
rrado y en todos los casos el plazo para pagar es de tres meses
con un interés del 3%.
“Se busca que las personas hagan el ahorro para que puedan ac-
ceder a los créditos, los cuales se les hacen a las personas serias,
responsables, a personas que sean honestas, sinceras, transparen-
tes”, comenta Éver, quien da testimonio de las muchas cosas que
ha logrado a través de esta iniciativa.
“En mi caso particular, gracias a Dios, a través de los Grupos Loca-
les de Ahorro y Crédito me gradué como administrador público
de la Escuela Superior de Administración Pública. Allí pagaba mis
semestres, que costaban 300.000 pesos, y a veces no tenía, pero
los grupos de ahorro me prestaban para pagarlos”, cuenta.
71
PESO A PESO
CONSTRUYENDO SUEÑOS
Por: Juan Diego Mesa y Mauricio Aragón / Fotografía:Daniel Diusabá.
Artículo publicado en Semana.com
38. Este valenciano también agradece el haber comprado su moto
gracias al sistema y, además, incentivando la cultura del ahorro al
interior de su familia, ha logrado hacerle importantes arreglos a su
casa. “En la Fundación Vivir Mejor tienen fotos de cómo esto era
antes y de cómo es ahora”, dice.
Todo esto lo complementa un aporte a lo que ellos llaman “el fon-
do social”, un capital destinado a ayudar a los miembros del grupo
que lo necesitan de forma urgente. “Por ejemplo, si alguno de los
integrantes de los grupos de ahorro no tiene para comprarse un
medicamento, se pone a consideración y el grupo le presta”.
Pero sumado a los beneficios individuales que los grupos han
brindado a sus integrantes, esta iniciativa tiene entre sus princi-
pales logros el hacerles frente a modelos informales de préstamo
como el ‘gota a gota’ o el ‘pagadiario’, que con sus altos intereses
y sistemas de pago se han convertido en un dolor de cabeza para
muchos colombianos que ante las necesidades económicas no
tienen otra alternativa que acceder a ellos.
Por ejemplo, por un millón y medio que prestan en un ‘pagadia-
rio’, las personas tienen que desembolsar 1’800.000 pesos en un
mes, es decir un interés del 20%, más de ocho veces la tasa legal.
Los pagos se realizan cada día e incluyen los intereses y parte del
capital. “Lo fácil es el ‘pagadiario’, pero ellos se estaban quedando
con la plata de todos, estaban trabajando para ellos”, opina Éver.
Por otro lado, los Grupos Locales de Ahorro y Crédito también son
una alternativa que tienen los habitantes de la región ante los mu-
chos requisitos que exige el sistema bancario para acceder a un
préstamo.
“Normalmente en los bancos hay muchas trabas, se necesita un
fiador, un codeudor y difícilmente las personas quieren hacerle
ese favor a uno. También piden tener un buen historial crediticio y
no estar reportado. Si la persona quiere hacer un negocio, quiere
sacar su familia adelante y tener un buen futuro, a veces no puede
porque en los bancos no les dan los créditos”.
Se trata, sin duda, de una serie de beneficios que convierten a los
Grupos Locales de Ahorro y Crédito en un modelo que además de
incentivar un gasto ordenado que contribuye a mejorar la calidad
de vida de sus integrantes, fomenta valores como la honestidad,
la sinceridad, la solidaridad, el respeto, la armonía y la confian-
za. “Nuestros ahorros y nuestros créditos los hacemos para lograr
nuestros sueños”, puntualiza Éver mientras sonríe.
POR EJEMPLO, SI ALGUNO
DE LOS INTEGRANTES DE LOS
GRUPOS DE AHORRO NO
TIENE PARA COMPRARSE UN
MEDICAMENTO, SE PONE A
CONSIDERACIÓN Y EL GRUPO
LE PRESTA.
“ “
7372
39. ESTAMOS TRABAJANDO
PARA BRINDARLES
A TODAS UN MEJOR
PROCESO. ENTRE MÁS
PODAMOS AUMENTAR
LAS VENTAS, MEJOR
PODREMOS PAGAR
SALARIOS.
“
“
La historia de Ituango ha sido tan escarpada como las montañas
en las que se asienta en la Cordillera Occidental, a la falda del
Nudo de Paramillo. Durante décadas, en este pueblo del Norte
de Antioquia, compuesto por tres corregimientos y más de cien
veredas, la violencia ha descargado su fuerza de múltiples formas:
a punta de bala, con estigmatización y también con olvido. Sin em-
bargo, muchas cosas están cambiando. La carretera, que ahora lle-
va a Medellín en cinco horas; el parque central, que ya no luce las
trincheras que lo adornaron durante años; el conflicto, que ahora
infunde menos miedo y más esperanza tras los acuerdos de paz;
y también su gente, que ha sabido reponerse de la infamia para
ganar confianza en ellos y sus capacidades.
Muestra de ello es la Asociación de Mujeres Ideales, un grupo de
ituanguinas que trabaja por los derechos de la mujer y el mejora-
miento de su calidad de vida. Aunque hace 18 años fue fundada,
la asociación lleva ocho de trabajo continuo, y lo que en principio
era un proyecto de defensa de género, se convirtió en un equipo
de mujeres identificadas con su causa, que se ganan la vida a tra-
vés de tres negocios o –como ellas les llaman– unidades producti-
vas: una fábrica de arepas, un taller de confecciones y una línea de
refrigerios y realización de eventos.
En total, son 30 las mujeres que hacen
parte de esta iniciativa, la mayoría madres
cabeza de hogar. Quince de ellas, las que
iniciaron con las unidades productivas, son
las que más trabajan a diario, las otras rotan
según las necesidades operativas del pro-
yecto. “Pero no hay celos, todas se sienten
identificadas”, comenta la vocera del gru-
po, Luz Miriam Mazo, una mujer que cono-
ce muy bien los ires y venires de este sueño
productivo.
Las integrantes del proyecto no devengan
un sueldo fijo, ellas reciben una compen-
sación económica según su trabajo, un
esfuerzo con el que además se ha paga-
do parte de la maquinaria con la que hoy
son capaces de preparar más de 170.000
arepas al mes, que tienen entre sus princi-
pales comensales a los trabajadores de la
Hidroeléctrica de Ituango, su cliente prin-
cipal, aunque también se venden en el su-
permercado del pueblo, en algunas tien-
das y unas pocas al menudeo.
El taller de confecciones, por su parte, es
un negocio de temporada. Los clientes
suelen ser padres que buscan uniformes
escolares para sus hijos o empresas que re-
quieren dotación para sus empleados. “Te-
nemos buenas máquinas y con una borda-
dora fortalecimos el taller. La idea es que la
unidad productiva crezca, pero nos faltan
muchas más mujeres”, cuenta Luz Miriam,
quien además precisa que en este caso los
ingresos dependen de las ganancias, un
porcentaje para cada una.
En cuanto a la línea de refrigerios y reali-
zación de eventos, los clientes suelen ser
organizaciones que realizan talleres en el
pueblo, como la administración municipal
o la Gobernación de Antioquia. “Estamos
trabajando para brindarles a todas un me-
jor proceso. Entre más podamos aumentar
las ventas, mejor podremos pagar salarios”,
asegura Luz Miriam.
7574
LA PERSEVERANCIA
SABE A AREPA
Por: Juan Diego Mesa y Mauricio Aragón / Fotografía:Daniel Diusabá.
Artículo publicado en Semana.com
CUANDO
40. Y es que no ha sido fácil para estas mujeres, en parte porque Ituan-
go tampoco la ha tenido fácil. Sus más de 2.300 kilómetros cua-
drados de territorio han sido escenario de hechos violentos que
han llenado de dolor al país. Como la masacre de El Aro, uno de
los corregimientos de este pueblo antioqueño, en la que 15 cam-
pesinos perdieron la vida a manos de paramilitares, en octubre de
1997.
Todos estos años de violencia han dejado huellas difíciles de bo-
rrar, marcas con las que hasta hace poco los ituanguinos tenían
que lidiar. “Si usted llega a otro pueblo y dice: ‘Yo soy de Ituango’,
ahí mismo la gente dice: ‘hasta guerrillero será’. Ese ha sido el peor
problema aquí en Ituango, la estigmatización”, es uno de los co-
mentarios que se escucha en el pueblo.
No hace mucho, por ejemplo, la fuerza pública restringía el trans-
porte de comida hacia las veredas. Para que un ciudadano pudiera
transportar alimentos hacia zonas rurales, tenía que firmar un vale
que relacionaba el mercado que iba a llevar. Luego, a la salida del
pueblo, debía someterse a una nueva requisa.
Sin embargo, todo eso ha cambiado mucho y tras los acuerdos de
paz, se respira otro ambiente. No obstante, en materia de segu-
ridad, persisten preocupaciones por la aparición de bandas que
generan zozobra. “Desde hace aproximadamente un año, no se
escucha un disparo acá en el municipio. Ya la fuerza pública pue-
de desplazarse a las veredas y se puede hacer un trabajo institu-
cional en lugares a donde nunca se había llegado. La ciudadanía
ha ganado confianza”, sostiene Hernán Darío Álvarez, alcalde del
municipio.
EL ORDEN PÚBLICO SIEMPRE HA SIDO
UN PROBLEMA EN ITUANGO, PERO NO
HEMOS CESADO DE INTENTAR SACAR
ADELANTE NUESTRO PROYECTO.
NOSOTRAS SEGUIMOS CALLADITAS,
SILENCIOSAMENTE SEGUIMOS
TRABAJANDO, Y NO NOS HA AFECTADO
EN CUANTO A FUNCIONAMIENTO.
“
“
Actualmente, la región es sede de una
zona de preagrupamiento y concentración
de los guerrilleros de las Farc que harán su
tránsito hacia la vida civil. Además, en el
municipio hay cinco zonas priorizadas para
desminado, dos de las cuales están a cargo
del Ejército Nacional. “La ciudadanía ha ga-
nado confianza porque se ha mostrado un
gran trabajo de la fuerza pública”, resalta el
alcalde.
Por eso, en medio de un contexto tan
complejo, es destacable la labor de estas
“mujeres ideales”, mujeres que un día de-
cidieron empoderarse social y económi-
camente a pesar de las adversidades. “El
orden público siempre ha sido un proble-
ma en Ituango, pero no hemos cesado de
intentar sacar adelante nuestro proyecto.
Nosotras seguimos calladitas, silenciosa-
mente seguimos trabajando, y no nos ha
afectado en cuanto a funcionamiento”, afir-
ma Luz Miriam.
“Pudiéramos estar mejor si el conflicto hu-
biera dejado entrar muchos otros procesos
que se tuvieron que quedar en su momen-
to, procesos que estaban fortaleciendo mu-
chas organizaciones en el municipio, pero
que por orden público no pudieron seguir
más y tuvieron que retirar sus aportes. Pero
nosotras seguimos con otras estrategias y
nunca paramos. Aquí estamos, este es el
resultado de perseverar”, agrega orgullosa.
7776
41. “Eso ha derramado mucha sangre en nues-
tro país”, asegura Vidal Julio Silgado re-
firiéndose a la coca, mientras recorre sus
campos de cacao a las afueras de Tierra-
dentro, en el sur de Córdoba. “Ya no tengo
necesidad de estar detrás de una mata de
coca para subsistir”, dice orgulloso mien-
tras recuerda cómo, al igual que muchos
por acá, el conflicto le tocó a la puerta y lo
dejó casi sin nada.
Por años, la guerra ha adquirido en este
humilde corregimiento distintos rostros.
Por acá pasaron los paramilitares, que a
sus anchas asesinaban a quien les venía en
gana en plena plaza pública; y también los
guerrilleros, que una madrugada a punta
de bala y cilindros bomba se ensañaron
contra el puesto de Policía y todo el que se
cruzó a su paso.
Y aunque la violencia adquiere nuevos ros-
tros y pareciera estar lejos de hallar un fin
definitivo, más de 150 familias, incluida la
de Vidal Julio, intentan pasar la página y de
paso convertir a Tierradentro en un ejem-
plo de progreso.
La historia de Vidal Julio y el cacao empezó
hace poco más de dos años, cuando con
ayuda de la asociación Aspropisat compró,
con lo poco que le quedó después de sa-
lir desplazado de la región del Alto Sinú,
el terreno que hoy recorre orgulloso. Con
dos hectáreas de plátano y una hectárea y
media de cacao ha logrado mantener a su
familia e incluso recuperar el capital inver-
tido en la tierra.
YA NO TENGO
NECESIDAD DE ESTAR
DETRÁS DE UNA
MATA DE COCA PARA
SUBSISTIR
“ “
Para que el cacao sea productivo en un
80%, aproximadamente, se requieren de
cerca de cuatro años, por lo que quienes le
apuestan a este cultivo lo alternan con plá-
tano para tener productos que comerciali-
zar. Sin embargo, gracias a las bondades de
la tierra, el cacao sembrado por Vidal Julio
ya cuenta con una producción del 40%, por
lo que en un año espera que su produc-
ción le signifique cerca de 1’200.000 pesos
mensuales.
El plátano y el cacao también ayudaron a
que Manuel Ricardo Díaz dejara de “came-
llarle a todo”, incluyendo los cultivos ilícitos,
y le apostara a cultivar en su propia tierra.
Hoy cuenta con una hectárea de plátano y
otra de cacao, y espera muy pronto poder
expandir su cultivo en unas cinco hectáreas
más, un poco más alejado del casco urba-
no.
Según Manuel Ricardo, la acogida que han
tenido los cultivos de cacao y plátano se
siente también en las veredas que rodean a
Tierradentro, donde además de los cultivos
de pancoger muchos de los campesinos
siguen sembrando coca, aunque incluso
esto no les ha beneficiado económicamen-
te. “Ha habido épocas que han aguantado
hambre esperando cómo cambiar eso”,
asegura.
Por: Juan Diego Mesa y Mauricio Aragón / Fotografía:Daniel Diusabá.
Artículo publicado en Semana.com
7978
UN NUEVO FUTURO
FORJANDO
TIERRADENTRO:
42. “Por las veredas están ya con ganas de aliarse a la Asociación. Me
han preguntado cómo hacer para entrar”, reitera Manuel Ricardo,
que además sostiene que en vez de miedo, los habitantes de Tie-
rradentro tienen esperanza de sustituir los cultivos ilícitos.
Según aseguran los productores, la ayuda de Aspropisat ha sido
vital para lograr que su producto se comercialice con mejores pre-
cios y hacer así competitivos los cultivos tradicionales. La asocia-
ción ha logrado alianzas en Medellín para la comercialización de
plátano, y en cuanto al cacao cuentan con alianzas con grandes
productores de nivel nacional, según lo señala Jorge Luis Vergara,
quien desde 2008 inició esta asociación junto con otros habitantes
de la región.
Según Vidal Julio, “las ayudas del Gobierno no se estaban dando,
y las que se daban no llegaban directamente al campesino que las
necesitaba”, pero con el trabajo de Aspropisat se logró tener ma-
yor acceso a estos recursos, además de acceder a capacitaciones
para el cultivo. “Ya no es necesario ir a Montería o Montelíbano,
que son los intermediarios y los que de una u otra forma entorpe-
cen las cosas y las ayudas no llegan”, asegura.
En estos años, tanto los productores como la Asociación han lo-
grado mantenerse fuera de la mira de los actores armados y al-
canzar una producción que, según Jorge Luis, es competitiva bajo
los estándares del mercado, incluso los del cacao tipo gourmet.
Sin embargo, aún restan varias problemáticas que impiden que
Tierradentro desarrolle todo el potencial que tiene.
LAS AYUDAS DEL GOBIERNO
NO SE ESTABAN DANDO, Y LAS
QUE SE DABAN NO LLEGABAN
DIRECTAMENTE AL CAMPESINO
QUE LAS NECESITABA.
“ “
Según Jorge Luis, a su Asociación le hace falta fuerza para lograr
dotar de beneficiaderos a los campesinos, y que así el producto
esté finalizado cuando lo entrega el productor, y ampliar los cul-
tivos de cacao en otros lugares donde la tierra es escasa o se usa
para fines ilegales.
Otro de los grandes problemas son las vías en mal estado, que re-
duce el margen de utilidad del producto. “Ha sido difícil la comer-
cialización del plátano porque la vía nos ha dado malas jugadas.
Si antes un camión entraba acá por 200.000 o 300.000 pesos, ya
no quiere entrar por menos de 400.000 pesos. Porque ya no se
emplean tres horas sino cuatro o cinco para llegar a Montelíbano”,
dice Jorge Luis.
80
43. LO MÁS DIFÍCIL FUE
EMPEZAR, PORQUE NO
SABÍAMOS DEL TEMA.
SIN EMBARGO SALIMOS
ADELANTE, HICIMOS LO
IMPOSIBLE Y GRACIAS
A DIOS SE LOGRÓ EL
OBJETIVO
“
“
En el Bajo Cauca antioqueño, pocos se atreven a hablar del lar-
go plazo. Sin embargo, en una región desangrada por la minería,
donde la mayoría piensa en el dinero rápido, cientos de familias
que sembraron caucho cosechan hoy los beneficios de años de
perseverancia y trabajo.
Enrique Almanza y su familia hacen parte de este grupo de perso-
nas que decidió apostarle a un cultivo que además de inversión
requería de años de paciencia para dar frutos. Hace cerca de 12
años, motivados por los programas de apoyo que ofrecían distin-
tas entidades y oficinas gubernamentales en Zaragoza, Enrique y
su hermano empezaron a capacitarse sobre el cultivo y trabajaron
hasta lograr la siembra.
“Lo más difícil fue empezar, porque no sabíamos del tema. Sin em-
bargo salimos adelante, hicimos lo imposible y gracias a Dios se
logró el objetivo”, dice orgulloso Enrique, quien cada dos días raya
junto a su familia las cuatro hectáreas y media de caucho que les
sirven de sustento.
Mucho antes de que el caucho llegara a la vida de Enrique ya era
parte de la de Antolina Mendoza, quien por curiosidad conoció
del cultivo y los incentivos que en su momento ofrecían para su
siembra. Aún indecisa, comenzó por motivar y ayudar a sus her-
manos a iniciar el proceso.
La fuerza que tuvo el caucho en la región fue tal que Antolina y va-
rios productores más decidieron crear una asociación que le diera
más impulso a sus esfuerzos y les ayudara a acceder a subsidios,
incentivos y capacitaciones.
“Hemos crecido integralmente”, asegura Antolina, quien hasta
hace poco era la representante legal de Asoprocaza, la asociación
de caucheros que ayudó a crear para los productores de Zaragoza.
De tanto acompañar a las reuniones a su padre, también produc-
tor de caucho desde el año 2000, Iván Pérez terminó interesándo-
se por fortalecer la voz de los productores de la región y mejorar
sus condiciones. Hoy, convertido en representante legal de Aso-
procaza, recuerda con voz entrecortada cómo por allá en el 2009,
al tiempo que ellos buscaban convertirse en una asociación legal-
mente constituida, los paramilitares hacían más clara su presencia
en la región y posaban su mira en ellos.
Por esos años Iván acompañaba a Jorge Gamaliel, líder de los cau-
cheros de la región, a quien los paramilitares le cegaron la vida, se-
gún dicen, por no poder contener la rabia de encontrar asesinada
a su sobrina. “Algunos perdieron la vida, otros tuvieron que irse”,
menciona Iván mientras recuerda cómo los violentos amenazaron
a varios miembros de la Asociación para que dejaran de reunirse.
“Pensaban que nosotros estábamos era tratando de montar otra
cosa”, supone.
El hermano de Enrique, quien en la mañana vendía leche en el
casco urbano y en la tarde se dedicaba a su cultivo de caucho,
también fue alcanzado por la sevicia de los paramilitares, quienes
lo asesinaron el mismo día en el que recibiría la visita de varios
jóvenes de la Asociación.
Por: Juan Diego Mesa y Mauricio Aragón / Fotografía:Daniel Diusabá.
Artículo publicado en Semana.com
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CAUCHO
COSECHANDO
Y AÑOS DE PERSISTENCIA
44. Pese a las dificultades y las huellas de la guerra, los productores
de caucho lograron reponerse y fortalecerse. Hoy, las once asocia-
ciones de caucheros del Norte de Antioquia y el sur de Córdoba
se agremian en Eveancor, una asociación de segundo nivel presi-
dida por María Beatriz García, una profesional en mecánica dental
quien por curiosidad y herencia de su madre llegó al caucho y a la
presidencia de Ascavia, asociación de caucheros de Vijagual.
Eveancor agremia a más de 1.200 familias, con cerca de 4.000
hectáreas de caucho sembrado, y ha acompañado a tal punto el
fortalecimiento del proceso productivo que planea construir una
planta de centrifugado en la vereda Santo Domingo, que además
de ser de los productores les permita competir en un mercado
nacional, donde la mayoría de estas plantas son privadas y el 90%
del caucho es importado.
Para Enrique, ha sido de vital importancia contar con el apoyo de
las asociaciones, pero aún restan varias dificultades que resolver
para que el caucho le cambie la cara a la región. Actualmente,
grandes terratenientes y empresas mineras le han apostado al cau-
cho, pero concentran grandes extensiones de tierra a las que no
tienen acceso los campesinos. Además, según asegura Enrique,
hay varias personas interesadas en el cultivo, pero ya son menores
los incentivos para una siembra que exige una inversión cercana
a los siete millones de pesos por hectárea. “Ojalá las entidades
tengan en cuenta que hay muchas familias que quieren seguir im-
plementando el cultivo del caucho”, dice.
Por su parte, María Beatriz asegura que entre las principales pro-
blemáticas de los caucheros está la legalización de tierras, ya que
muchos cultivan en terrenos en usufructo o temen estar trabajan-
do en un lugar que mañana les pueda ser arrebatado. Además,
sostiene que no hay proyectos que les den beneficios a los cultiva-
dores para adquirir los terrenos. “Las tierras cuestan 500 millones
y nosotros en este momento, que hasta ahora está comenzando
la comercialización, nos queda muy pesado comprar esas tierras,
aunque el dueño quiere vendérnoslas”, dice.
Las vías son además otro dolor de cabeza para los campesinos
de la región. “La gente quiere sacar su producto y también quiere
tener rentabilidad de su negocio, pero si la rentabilidad se va en
el transporte, pues no tiene sentido (…) Se muestra una Colombia
que es fuerte en el agro, pero no están las condiciones dadas para
que ese agro sea realmente exitoso”, sostiene María Beatriz.
Según Enrique, nunca es tarde para iniciar en el cultivo de caucho
y casos como el suyo sirven de ejemplo para quienes temen hacer
una inversión que dé sus frutos en varios años. El reto sigue siendo
cambiar la mentalidad de una región acostumbrada a la inmedia-
tez del oro.
OJALÁ LAS ENTIDADES TENGAN
EN CUENTA QUE HAY MUCHAS
FAMILIAS QUE QUIEREN SEGUIR
IMPLEMENTANDO EL CULTIVO
DEL CAUCHO.
“ “
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45. 8786
José Arizmendi Arboleda, presidente de la
Federación, explica que uno de los gran-
des logros de este gremio ha sido poder
dialogar directamente con el Gobierno Na-
cional.
—Eso ha sido vital para que el Gobierno
pueda saber, de la voz directa de los coco-
teros, cuáles son las necesidades que tene-
mos —afirma. Esto significa un gran avance,
si se tiene en cuenta que aunque el coco
ha sido un cultivo tradicional en la región,
históricamente había estado en el olvido.
Gracias a ese trabajo y al impulso que han
recibido de los gobiernos locales y del
Programa Colombia Responde de USAID,
quien les brindó apoyo en la constitución
de la organización y en la posibilidad de lle-
gar a otras regiones cocoteras para llevar la
iniciativa —además, con ayuda para realizar
campañas fitosanitarias, asistencia técnica
gremial y en la formación de un grupo de
extensionistas rurales que están replicando
su conocimiento con otros productores—, la
Federación se ha fortalecido y ha logrado
firmar, en los últimos dos años, varios con-
venios para asistencia técnica, erradicación
y rehabilitación de palmas enfermas.
Por ejemplo en 2015, con un acuerdo he-
cho con el Ministerio de Agricultura y el
ICA, lograron erradicar 311 mil palmas en
el departamento y rehabilitaron 486 hec-
táreas. Y en abril de este año firmaron un
nuevo convenio para rehabilitar 800 hec-
táreas más. A esas actividades se suman
convenios como el realizado con el Banco
Agrario, para que los productores accedan
a créditos más fácilmente.
PRIMER PRODUCTOR DE
COCO
No es coincidencia que una organización
como FEDECOCO haya surgido en este
municipio, pues Tumaco es el primer pro-
ductor de coco de todo el país. Las 1.200
toneladas que produce mensualmente
equivalen casi al 50% de la cantidad de
coco que se comercializa en las principales
ciudades de Colombia. En la Federación
estiman en cerca de 7.000 el número de
hectáreas de coco existentes en Tumaco.
Y aunque no existe un censo consolidado,
aproximan en 3.000 las familias que de-
penden del cultivo en el municipio.
Sin embargo, Víctor Manuel Mejía, ingenie-
ro agrónomo y representante legal de FE-
DECOCO, advierte que la producción solo
abastece el 70% del mercado nacional, por
lo que Colombia ha tenido que importar
coco de países como Filipinas, Indonesia,
Panamá y Venezuela.
—Pero el coco importado no compite en
calidad con el de nosotros —añade Víctor.
Esto significa que, tanto Tumaco como el
resto del país, tienen la posibilidad de au-
mentar la cantidad de hectáreas para po-
der cubrir la demanda de consumo de este
fruto. Para el ingeniero Mejía, las cuentas
son claras: Tumaco tiene la posibilidad de
aumentar los cultivos en 20.000 hectáreas,
lo que significa un crecimiento de casi un
300%, teniendo en cuenta que la cantidad
actual no supera las 7.000.
—Nos quedarían faltando 13.000 para lle-
gar a ese tope, pero el país requiere otras
10.000 plantas más para poder abastecer
el mercado —complementa el ingeniero
Mejía.
DESDE QUE NACÍ HE CULTIVADO
COCO. JAMÁS ME HE DEDICADO
A SEMBRAR COSAS ILÍCITAS, CON
ESTE CULTIVO HE LUCHADO Y HE
PODIDO LEVANTAR A MIS HIJOS
“ “
Una exquisita fruta tropical se ha conver-
tido en la esperanza de paz para cientos
de familias de Tumaco, ese municipio del
Pacífico colombiano que ha sobrellevado,
con paciencia, el conflicto armado y el ol-
vido gubernamental. Ese fruto es el coco,
un producto del que dependen, por lo me-
nos, unas 3.000 familias pertenecientes a
los consejos comunitarios que habitan las
riberas de los ríos de esta población nari-
ñense.
Víctor Alberto García, 39 años, 1.70 de esta-
tura, tez morena y mirada optimista, apren-
dió a cultivarlo desde que era un niño. Dice
que prefiere sembrar coco y no coca, por-
que así lo hicieron sus abuelos, sus padres
y muchos otros hombres de su generación.
—Desde que nací he cultivado coco. Jamás
me he dedicado a sembrar cosas ilícitas,
con este cultivo he luchado y he podido le-
vantar a mis hijos — cuenta.
Esta mañana de inicios de mayo, a Víctor
se le ha visto contento en las oficinas de la
Federación Nacional de Cocoteros —FEDE-
COCO—, ubicada en el segundo piso de un
céntrico edificio de Tumaco. Llegó desde la
vereda Candelo, en el río El Rosario —don-
de vive— para continuar con el trámite de
un crédito con el que rehabilitará una hec-
tárea de coco.
Gracias a FEDECOCO, constituida formal-
mente en junio de 2015, los productores
han tenido la oportunidad de hacer prés-
tamos con el Banco Agrario para impulsar
sus cultivos, y eso a Víctor le da mucha tran-
quilidad.
Años atrás era imposible que un productor
de coco como Víctor pudiera, siquiera, ac-
ceder a un préstamo. La razón era simple:
ningún banco quería arriesgar su dinero en
un cultivo que por esa época parecía no te-
ner mucho futuro debido, principalmente,
a la enfermedad del anillo rojo, la cual es
transmitida a las palmas por un insecto co-
nocido como el Picudo Americano.
Precisamente, uno de los objetivos con los
que se conformó la Federación Nacional
de Productores, Comercializadores y Pe-
queños Industriales de Coco de Colombia
—FEDECOCO—, fue encontrar alternativas
efectivas para enfrentar problemas como
este. Pero también, para concientizar a los
productores sobre la necesidad de realizar
un adecuado mantenimiento del cultivo,
mejorar la comercialización y acompañar-
los para que su voz sea escuchada y ten-
gan una mayor representatividad ante los
gobiernos regionales y nacional.
SIEMBRA PAZ
QUIEN SIEMBRA COCO
Por: Rafael Mayo
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CULTIVO ENTRE MANGLARES
El Mexicano es uno de esos enmarañados ríos que enriquecen la geografía de esta loca-
lidad, conocida en las guías de viaje como “La Perla del Pacífico”. Tras recorrer en lancha
unos 10 ó 15 kilómetros, empiezan a verse en sus riberas, las inmensas plantaciones de
coco. Largas extensiones de palmeras, con frutos color naranja, se mezclan entre el pai-
saje tropical. Que las plantas estén a un lado del río y se enriquezcan de las sales marinas
y otros nutrientes que se mezclan en sus aguas, le da al coco una característica particular,
explica Otto Marco Saya, coordinador técnico de FEDECOCO.
—El productor no tiene que gastarse ni un peso comprando fertilizantes, porque los sedi-
mentos que se depositan cada seis horas fertilizan el coco —añade.
Otro elemento que ha mejorado considerablemente la calidad del fruto, señala Otto, es
el estado de madurez en el que se cosecha en la actualidad, práctica que con el tiempo
han ido implementando los productores. Pero sin duda, enfatiza, el ecosistema marino es
tal vez el principal factor para que el coco de Tumaco sea de una calidad única en el país.
En las riberas de El Mexicano hay sembradas, por lo menos, unas 800 hectáreas de coco,
dice Federman Burbano, quien ejerce como secretario de la Federación. Fue en esta zona,
en el Consejo Comunitario Río Tablón Dulce, donde unos 700 socios crearon oficialmente
la Federación. Ahora FEDECOCO suma 3.24 o miembros asociados, repartidos en cinco
departamentos: Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Córdoba y Antioquia, y su interés es se-
guir expandiéndose para alcanzar mayor representación en todas las regiones cocoteras
de Colombia.
UN FRUTO PARA EL POSCONFLICTO
En Tumaco saben de la importancia de este producto para la eco-
nomía del puerto. Y entienden que con más hectáreas de coco
sembradas en sus campos, y con mayores oportunidades para los
productores, se irá rompiendo ese círculo vicioso de la violencia
generada por los cultivos ilícitos. “Por eso es que uno de los slo-
gans que tenemos como Federación es que quien siembra coco,
siembra paz”, anota su presidente José Arizmendi. Y continúa:
—Desde ese punto de vista, quien consume coco siembra paz, por-
que está ayudando a que mucha gente cambie de lo ilícito a lo
lícito con alternativas reales.
Pero el compromiso de la Federación va más allá. Durante una de
las visitas que realizó el presidente Juan Manuel Santos a Tumaco,
los cocoteros le propusieron estar prestos a acoger a los desmovi-
lizados que se integren a la vida civil luego de la firma del proceso
de paz entre el Gobierno de Colombia y las Farc. Están dispues-
tos, le dijeron, a recibir a todos aquellos que quieran sembrar o
comercializar coco. “Queremos abrirles las puertas para facilitarles
las cosas”, dice José Arizmendi. “Nosotros los albergamos en la
organización para que de una vez por todas, como lo plantean
los acuerdos de La Habana, en el país haya una paz estable y du-
radera”.
Así también lo cree Víctor Alberto García, el productor que se sien-
te orgulloso de que en su vereda no haya sino plantaciones de
coco. Sabe que miles de tumaqueños tienen puestas sus esperan-
zas en este cultivo para que la paz regrese, para siempre, al puerto.
Por eso antes de marcharse, río adentro —de regreso a su casa—,
explica la importancia del coco para él y sus paisanos con una sen-
cilla pero contundente ecuación:
—Naturalmente, si uno siembra paz cosecha paz. Si siembra violen-
cia, violencia es la que se cosecha. Si yo siembro coco y el coco me
trae paz, es paz lo que voy a cosechar.
NATURALMENTE, SI UNO
SIEMBRA PAZ COSECHA
PAZ. SI SIEMBRA VIOLENCIA,
VIOLENCIA ES LA QUE SE
COSECHA. SI YO SIEMBRO
COCO Y EL COCO ME TRAE
PAZ, ES PAZ LO QUE VOY A
COSECHAR.
“
“