La reforma propuesta del Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE) facilitará que este instrumento, inicialmente concebido para promover el desarrollo y la lucha contra la pobreza, se convierta en un fondo al servicio de los intereses empresariales y de internacionalización de las empresas españolas. La reforma se ha realizado sin participación ni transparencia y otorga un protagonismo de 8 años a una entidad vinculada al Ministerio de Economía. Esto pone en peligro la política de cooperación para el desar
Los intereses empresariales se adueñan de la política de cooperación
1. Los intereses empresariales se adueñan de la política de
cooperación para el desarrollo
La Coordinadora de ONGD y la Plataforma 2015 y más dan la voz de
alerta: de confirmarse la reforma del Fondo para la Promoción del
Desarrollo (FONPRODE), se asestará el enésimo golpe a la política
de cooperación. Esta reforma dejará el FONPRODE en manos del
Ministerio de Economía y primará los intereses de la
internacionalización de las empresas sobre los objetivos de
desarrollo y lucha contra la pobreza y la desigualdad - (Informe
completo, en adjunto, abajo)
La reforma propuesta por el gobierno facilita que este
instrumento, inicialmente concebido para promover el
desarrollo y la lucha contra la pobreza, gestionado por
el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, se
convierta en un fondo de inversión al servicio de los intereses
financieros y de internacionalización de las empresas españolas,
gestionado ahora por el Ministerio de Economía y
Competitividad.
Falta de participación y opacidad en la reforma. La
reforma del FONPRODE, ya en trámite legislativo, ha sido
realizada deliberadamente por la puerta de atrás evitando su
discusión en los espacios consultivos establecidos para tal fin.
2.
El FONPRODE sufre una reforma tres años después de su
creación y sin que haya sido capaz de ejecutar su presupuesto.
Durante este tiempo no se han entregado los informes
necesarios para determinar qué es lo que ha impedido el
adecuado funcionamiento del instrumento y que justificarían
una reforma legislativa.
Madrid, 10 de febrero de 2014. La reforma del FONPRODE otorga
a la Compañía Española de Financiación para el Desarrollo
(COFIDES) el protagonismo en la gestión de estos fondos por
un período mínimo de 8 años. De esta manera, COFIDES -una
sociedad adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad, cuyo
fin es la internalización de las empresas españolas y cuyo
capital mixto está formado por accionistas como el ICEX, el ICO, el
BBVA, el Banco Santander o el Banco Sabadell-, identificará las
acciones con cargo al FONPRODE, lo gestionará e incluso, actuando
como juez y parte, podrá asignarse el papel de experto
independiente para los casos en los que la ley exige realizar un
informe previo sobre la sostenibilidad de la deuda de los países que
reciben los fondos.
En 2010, el FONPRODE sustituyó a los antiguos créditos FAD[1].
Entonces, la reforma se realizó de forma participada con los
distintos actores implicados en la política pública. Tres años
después, vuelve a reformarse y esta vez la participación brilla
por su ausencia. Se ha evitado su discusión en la Comisión de
Cooperación del Congreso y en el Consejo de Cooperación que no
han tenido noticia de esta reforma hasta que ha sido trasladado al
Senado. Tampoco han sido informados el resto de agentes de la
sociedad civil. Ni siquiera el equipo técnico de la Secretaría General
de Cooperación Internacional al Desarrollo de la AECID conocía el
proceso; de hecho, han tenido constancia de esta reforma cuando
ya se encuentra en el Senado.
El recorrido del FONPRODE en estos tres años se caracteriza por
una enorme opacidad que choca de frente con las obligaciones
legales en materia de transparencia. Apenas hay información
sistematizada y publicada sobre las operaciones que ha realizado.
En los tres ejercicios presupuestarios el Fondo no ha conseguido
ejecutar su presupuesto asignado y no se ha informado, por los
cauces establecidos para tal fin, de cuáles han sido las razones que
han impedido esta ejecución.
ALGUNAS DE LAS MODIFICACIONES PROPUESTAS EN LA
REFORMA
La reforma presenta una serie de modificaciones analizadas por la
Plataforma 2015 y más y la Coordinadora de ONGD que pueden ser
3. consultadas en el informe en adjunto. Algunas de ellas son
especialmente preocupantes:
Se suprime el porcentaje máximo de Ayuda Oficial al
Desarrollo reembolsable –ayuda en forma de créditos en
mejores condiciones que las del mercado. Anteriormente ese
porcentaje se situaba en un máximo del 5%; una cifra que,
como hemos denunciado de manera reiterada, se ha incumplido
sistemáticamente. Esto es extremadamente preocupante
puesto que la ayuda reembolsable incrementa la deuda de los
países y no contribuye de manera eficaz a su desarrollo.
Se suprime la obligación de publicidad y accesibilidad de
los resultados de las consultorías y asistencias técnicas
de los programas. Esto permite que el Comité Ejecutivo del
Fondo autorice la no publicidad de esos resultados. En este
caso, la opacidad pone en grave peligro la transparencia
exigible a la gestión de los fondos públicos.
El modelo de cooperación financiera que se concibe con
esta reforma tiende a desvincularse de la política de
cooperación al desarrollo. Una cuestión sobre la que ha
llamado la atención el Comité de Ayuda al Desarrollo de la
OCDE, al considerar que esa desvinculación resta eficacia
agregada y funcionalidad a su política de desarrollo.
Las modificaciones propuestas en esta reforma ponen en gravísimo
peligro a la política de Cooperación al Desarrollo y debilitan
profundamente la coherencia de políticas con los principios y
criterios de desarrollo, y además el gobierno vuelve a evitar que el
proceso sea informado, transparente y participado.
Más información:
Yolanda Polo – Coordinadora ONGD –
yolanda.polo@coordinadoraongd.org – 695 940 370
Silvia Pérez – Plataforma 2015 y más –
comunicacion@2015ymas.org – 678 669 961
[1] En 2010, el Fondo para la Promoción del Desarrollo
(FONPRODE) sustituyó, tras años de presiones a los sucesivos
gobiernos, al controvertido Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).
Este fondo, del que se obtenían los conocidos como créditos FAD,
tenía dos objetivos difícilmente reconciliables: el apoyo a la
internacionalización de la empresa española y la contribución al
desarrollo de los países receptores[1]. Con la reforma del FAD se
trató de dar respuesta estas demandas que urgían separar los
intereses exportadores y financieros de las políticas y recursos
dedicados a la ayuda al desarrollo. La reforma dio lugar a dos
4. fondos, separados, el Fondo para la Internacionalización de la
Empresa (FIEM), controlado por el Ministerio de Economía, y el
FONPRODE, dedicado a la promoción del desarrollo y controlado por
el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Informe sobre Reforma del FONPRODE