1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD FERMIN-TORO
ESCUELA DE INGENIERIA EN TELECOMUNICACIONES
NUCLEO PORTUGUESA
INTEGRANTE
DANIEL RONDON
CI24936341
2. La supervisión, en una cultura de
seguridad, debe al menos estar
orientado a dos focos: por un lado, a
las acciones técnicas que demanda
la gestión preventiva, y por otro, al
bienestar de las personas que
integran la organización.
Si bien estas dimensiones de supervisión no son nuevas,
lo interesante es poder aplicarlos en el contexto de una
gestión preventiva técnica y humana, en la que nuestros
supervisores cuenten con una fuerte orientación hacia
ambas, determinando un tipo de liderazgo “integral”
(Orientación a las personas y a la gestión técnica
preventiva o P+ G+) Considerando que puedan existir
muchas otras clasificaciones, con las dimensiones antes
mencionadas.
3. Estilo Reactivo (P-G-): Se caracteriza por ser un
supervisor que cumple con los aspectos mínimos de
su trabajo, sin demostrar interés por ninguna de las
dos dimensiones. Se encuentra distanciado de las
personas y tienen un bajo o regular desempeño
generalmente porque se encuentran desmotivados,
aun cuando en algunos casos simplemente no
dominan las técnicas de la gestión preventiva ni de
psicología aplicada a la prevención, lo que es más
fácil de solucionar. Son muy reactivos en cuanto a
las actividades que deben realizar: participan y
hacen aportes cuando se los solicitan, pero no se
esfuerzan por la mejora continua. Tienden a culpar
a los demás de los errores o a pasar por alto más
acciones imprudentes mientras no le afecten
directamente.
Estilo Complaciente (P+G-): Este estilo tiene una
fuerte orientación a las relaciones interpersonales,
dejando de lado las orientaciones técnicas de la
gestión preventiva, es decir, privilegia los vínculos
con los demás por sobre la aplicación de normas,
las exigencias o las acciones que la gestión
preventiva requiere se apliquen. Genera climas de
compañerismo y de camaradería, incluso
traspasando los límites laborales hacia los sociales y
familiares. Muchas veces tienden a crear lazos de
amistad con sus colaboradores que les impide hacer
exigencias en materia de seguridad o aplicar
sanciones.
4. Estilo Burocrático (P-G+): Los supervisores burocráticos
concentran su energía en el cumplimiento de las normas
y sistemas, dejando de lado las relaciones interpersonales
o los vínculos positivos con los trabajadores. Se enfocan
en las metas, en los números, en los gráficos.
Generalmente no escucha y por ende no considera la
opinión de los demás. Puede no entender el
comportamiento inseguro y sus causas, o incluso quizás
no le importa, ya que “el fin es más importante que el
proceso”. Suele culpar a los demás por los accidentes, por
no seguir los procedimientos como lo indica el sistema,
sin hacer un análisis de las causas subyacentes. Los
errores son de las personas porque “son porfiados”, o
porque no están a la altura del sistema. Si bien su gestión
tiene resultados, es posible que no sea percibido como un
verdadero líder y genere resistencia entre sus
colaboradores, a modo de tensión o agresión pasiva.
Logra sus metas generalmente por imposición.
Estilo Integral (P+G+): un estilo integral
posee un equilibrio que le permite poner
en práctica el sistema de gestión
preventiva de la empresa en un grupo de
personas que lo valoran y consideran
líder, ya que ha generado vínculos
positivos, se muestra firme pero amable,
siendo consecuente con el propósito de
generar entornos seguros de trabajo con
buen clima. Es capaz de lograr la
transformación de los demás a través del
convencimiento y la persuasión, más que
por imposición.
5. Esta figura del supervisor es
común que se asocie su
comienzo como rol dentro de
un equipo de trabajo a partir
de que los procesos de
producción en serie-
comenzaron a imponerse
como metodología de trabajo
a principios del siglo XX y se
necesitó de que la supervisión
fuese parte del proceso de
producción, ya que
comenzaron a entrar en juego
conceptos como
"productividad" y por ello
resultó necesario conocer el
desempeño en particular de
cada trabajador.
Sin embargo, más allá de
que en toda organización
exista un supervisor, no
siempre todo se relaciona
con la figura de una sola
persona que vigila a los
demás. En la actualidad,
los sistemas de monitoreo
mediante cámaras de
seguridad son una gran
ayuda en grandes
empresas que cuentan con
varias áreas en las cuales
se desempeña el personal
y entonces la supervisión
se apoya en la tecnología
para lograr el trabajo de
vigilancia.