Este documento resume la enseñanza del Talmud de que está permitido enfrentarse a los malvados y a los herejes en este mundo. Cita versículos de la Torá y los Profetas que indican que los que guardan la Torá pueden enfrentar a los que abandonan la Torá o hacen el mal, y no deben envidiarlos ni comportarse como ellos. Explica que solo aquellos cuyo corazón está oprimido por sus propios pecados dirían que no se debe lidiar con los malvados.