La norma penal tiene dos funciones principales: proteger la convivencia y los bienes jurídicos, y servir como amenaza para desalentar comportamientos no deseables mediante la imposición de una pena. La norma penal es imperativa y prohíbe ciertas acciones, y está definida por la ley y el delito. Se compone de un delito y una pena o medida de seguridad.