SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 91
Descargar para leer sin conexión
0
RRefle
EL SIGLO DE LAS MUJERES
Reflexiones en clave feminista
DORIS LAMUS CANAVATE
Piedecuesta, Santander, Colombia, 2021
1
© Doris Lamus Canavate
El siglo de las mujeres: reflexiones en clave feminista
Piedecuesta (Santander-Colombia) 2021
Se prohíbe la reproducción parcial o total sin previa autorización de
la autora.
Revisión de estilo, contenido y edición:
Luz Iriane Lamus Canavate
Adolfo Albán Achinte
Oscar Acevedo
Portada:
Fotografías marcha Día Internacional de la Mujer
Jusstine Flye Vergel
Marzo 8 de 2021
Doris Lamus Canavate
El siglo de las mujeres: reflexiones en clave feminista
Piedecuesta (Santander-Colombia)
2021-08-19
89 pp. 18 x 22 cm.
ISBN: 978-958-49-3477-2
2
Contenido
Pol ticas para el control de cuerpos d ciles .........................................9
Trayectorias feministas: Transformaciones globales y locales ...........15
La política sexual del feminicidio ...........................................................23
Eva, Satanás y el Celibato.........................................................................39
El siglo de las mujeres...............................................................................47
Movilización feminista y poder global...................................................51
¿Por qué decimos que el machismo mata? ............................................57
Violencias y crímenes de odio contra las mujeres ................................61
Las mujeres y el género en los acuerdos de La Habana ......................68
Está en juego la vida: Indígenas y campesinas de Bolivia...................74
Historias de mujeres: Envejecer en tiempos de pandemia..................80
No existe lugar seguro para las mujeres ¡Ni en la casa, ni en la U, ni en
la protesta! ..................................................................................................85
3
Prólogo
No estoy aceptando las cosas que no puedo
cambiar, estoy cambiando las cosas que no
puedo aceptar
Angela Davis
El t tulo de esta obra resulta mu sugerente El siglo de las mujeres
y nos da cierta pista sobre cuál es su contenido. Nunca antes en la
historia de la humanidad la presencia de las mujeres en todos los
espacios del accionar humano había sido tan notoria. Y no me refiero
a un tema cuantitativo. No se trata de un criterio numérico (sin dudas
también lo es), sino principalmente de la representación de los
intereses de las mujeres, de su notoriedad, de la necesidad de que en
cualquier problemática social que se tenga que enfrentar, deban ser
tomadas en cuenta las miradas femeninas, sus necesidades y sus
experiencias.
Y es precisamente en este tema donde resulta innegable la experticia,
la sapiencia y el compromiso de Doris Lamus Canavate con la causa
de las mujeres. Así, en plural, sin verdades absolutas, incorpóreas,
universales, ni abstractas. Si algo caracteriza las páginas que siguen,
es que su autora parte de un conocimiento situado, contextualizado,
en el cual se permite escuchar a las mujeres en sus diferencias, pero
también en aquellas luchas que las unen.
Entre los aspectos positivos que tiene este libro que son muchos ,
quiero destacar la gran contribución que hace para que las mujeres
sean visualizadas como parte y protagonistas de la historia. Ante
siglos de ostracismo, de negarle la condición de sujetas políticas y de
4
su borrado de la historia, la autora nos relata las luchas que las mujeres
han realizado para que se les reconozca su condición de personas y la
titularidad de derechos como ciudadanas.
Además, reconoce la necesidad de contar estas historias una, dos y las
veces que haga falta, a las nuevas generaciones para que comprendan
que los derechos que pueden ejercer el día de hoy, las libertades de las
que gozan son producto de un esfuerzo colectivo de quienes
estuvieron antes; porque como nos dice la autora, las nuevas
generaciones son muy proclives a creer que el mundo empezó con
ellos y ellas y que estaba así tal cual antes de que llegaran a este
planeta .
Las trayectorias feministas las delinea con la habilidad de quien sabe
de lo que habla porque nuestra autora es estudiosa de los movimientos
sociales de mujeres y feministas y realiza un recorrido hasta llegar a
nuestros días.
Como buena feminista que tiene varias décadas impartiendo docencia
e investigando en temas vinculados con las mujeres, la autora está
muy clara que esa separación entre la investigadora y su población de
interés no es como nos la presenta la ciencia tradicional, esa que
pretende que el acercamiento al objeto de estudio sea aséptico y sin
reconocer la carga de subjetividad de la cual los seres humanos no
podemos desprendernos.
Y, aunque los artículos de este libro son de opinión, en ellos queda
reflejada esa perspectiva de la investigadora que no habla por las
mujeres, sino que permite que sus voces, silenciadas por siglos, sean
escuchadas. Al mismo tiempo que cuestiona ese poder patriarcal que
pretende mantener las cosas iguales y aboga por un poder
5
contrahegemónico, que reconoce nuestras diversidades y luchas
decoloniales por una nueva forma de aprehender la realidad.
Eso también explica por qué en su discurso podemos recrearnos con
sus explicaciones teóricas basadas en autoras tales como Marcela
Lagarde, Silvia Federici, Amelia Valcárcel, Diana Russel, entre tantas
otras, para adecuarlas a la realidad que aborda en un momento dado.
Usa sus ideas para exponer algún problema como el feminicidio, la
presencia de las mujeres en las negociaciones de los acuerdos de paz
de La Habana, la situación de las indígenas y campesinas en Bolivia o
la limitación de la capacidad de agenciamiento de las personas
mayores en tiempos de pandemia y a partir de allí, construir
conocimiento situado, contextualizado.
Su compromiso con el activismo feminista también se evidencia en
estas páginas cuando hace referencia a la Fundación Mujer y Futuro,
organización no gubernamental que integra desde sus inicios hace
más de 30 años, con sede en Bucaramanga, Santander y en donde con
otras compañeras, trabaja, como ella misma lo dice, en la
an fo maci n de la ida de la m je e .
En una época como la actual donde el conocimiento se quiere
circunscribir a los 140 caracteres de Twitter, a la foto retocada de
Instragram o a la vida feliz de Facebook, este libro nos mueve la silla,
nos reta a pensar y a pensarnos, bajo una mirada crítica, feminista y
propositiva sobre los problemas sociales que aquejan a las mujeres,
tomando en cuenta sus diferencias. Es una obra que las feministas
jóvenes no deberían dejar de leer.
Reconozco que algunas partes del libro me emocionaron
profundamente, hasta el punto de que solo quería tomar mi pañuelo
verde, mi camisa violeta y con mis compañeras de luchas protestar,
6
marchar, manifestarme por las injusticias, por las desigualdades, por
ese poder patriarcal que nos quiere mantener subordinadas. Eso lo
provoca el texto y la forma comprometida de presentar la realidad que
Doris Lamus Canavate desnuda sin cortapisas en las siguientes
páginas.
Dhayana Carolina Fernández-Matos
Máster en Derechos Humanos
Doctoranda en Ciencias Políticas
U. Pablo de Olavide, España
Docente e Investigadora
U. Simón Bolívar
Barranquilla, Colombia,
26 de junio de 2021
7
Presentación
He querido compilar en un mismo texto varios artículos de escritura
reciente, los cuales tienen un hilo conductor con distintas entradas, en
ciertas coyunturas y que, además, tienen la fortaleza de trabajar en la
conceptualización de asuntos clave en los debates contemporáneos, no
sólo entre feministas, sino también frente a las aspiraciones de
transformación de la sociedad.
Así las cosas, el interés es básicamente su divulgación. Coadyuvar,
mediante un texto que sirve de dispositivo conceptual, en el análisis y
la discusión de problemas de coyuntura que afectan nuestras vidas,
no solo local o nacionalmente, también en el planeta y a éste como
hábitat global.
Esta compilación contiene 11 artículos producidos entre 2016 y 2020,
la ma or a de ellos para La Silla Vac a (sitio web de noticias
colombiano); uno, que fue publicado por la Fundación Mujer y Futuro,
organización feminista con sede en Bucaramanga, en el contexto de un
evento latinoamericano sobre el feminicidio; y, el último, escrito en los
inicios de la pandemia y publicado en la Revista En Otras Palabras
(2020), de la Universidad Nacional de Colombia, Grupo Mujer y
Sociedad.
El orden en que se presentan no es cronológico; intento, más bien, dar
ingreso a los temas más densos, en el sentido de problemas, debates,
categorías y conceptos que sirven de marco para la comprensión de
los asuntos que aquí se abordan. Los dos últimos, sin que estén
desvinculados del hilo conductor teórico y político feminista, y, más
8
bien, por tener un sentido propio y trascendente, como la vida y el
envejecer en pandemia, se ubican al cierre de la compilación. Sin
embargo, como artículos, tienen autonomía y cada uno puede ser leído
en cualquier orden, según el interés de quien lee.
Espero que cumpla su cometido y que pueda ser un buen punto de
partida para seguir pensando, debatiendo, construyendo y
fortaleciendo, los procesos que aquí se registran con cierta esperanza
y que dan el título a la compilación. Tal vez piensen que me faltó decir
deconstru endo ; sí, tienen razón, lo incluyo pues, siguiendo con el
criterio que anima este texto, entendiendo la deconstrucción, ante
todo, como un gesto transformador y creativo, no destructivo.
Mis más sinceros reconocimientos por su apoyo permanente y
generoso a quienes han dispuesto su tiempo, su inteligencia, sus
saberes expertos y, ante todo, sus afectos. Infinitas gracias. A Oscar
Acevedo, siempre firme a lo largo de los años de mi producción
escrita. A Dhayana Carolina Fernández-Matos por reintegrarme a los
procesos académicos en Barranquilla y confiarme su amistad. A
Adolfo Albán Achinte, colega y compañero de siempre, conminado a
la tensión de opinar y aprender conmigo sobre estos asuntos. A Luz
Iriane Lamus Canavate, mi hermana menor, por su cuidadosa revisión
del uso gramatical de la palabra. Y a Jusstine Flye Vergel, a quien debo
las hermosas fotografías de la composición de la portada de este libro,
por las cuales la descubrí y conocí en Facebook, gracias.
Piedecuesta, Santander, Colombia
Abril 29 de 2021
9
Políticas para el control de cuerpos “dóciles”
Retomo aquí una tesis que he trabajado en otro texto1 y, en desarrollo
de esa misma idea, sostengo que existe una política del terror en la
historia de la humanidad que toma como objeto predilecto de
destrucción, aunque no exclusivo, el cuerpo de las mujeres. Esa
política se ha forjado a través de los siglos (XVI) y continúa en la
actualidad. Tal vez han cambiado algunas de las tecnologías masivas,
institucionalmente utilizadas en tiempos de inquisidores y
colonizadores, que hoy tienen un alto contenido simbólico, pero las
políticas del terror contra los cuerpos de las mujeres se siguen
ejerciendo con una apariencia engañosa, particularmente en contextos
de guerra y conflictos políticos, hoy día con iniciativas no solo de los
Estados, sino de grupos fundamentalistas religiosos y laicos,
interviniendo de diversas maneras en el control de cuerpos, deseos y
conciencias.
Varias autoras han coadyuvado en la elaboración de estas ideas,
principalmente Federici, en la obra Calibán y la Bruja2, algunas de
cuyas tesis resumo en estas líneas como soporte teórico inicial.
Mito 1. La creencia de que la acumulación capitalista produjo la
liberación de trabajadores, hombres y mujeres, de la servidumbre de
la tierra y que, en general, significar a el progreso para el futuro de
la humanidad. La realidad es que el capitalismo ha propiciado las
formas de esclavitud más brutales, inscribiendo en el cuerpo
1 LAMUS, Doris (2018) La política sexual del feminicidio. En: Diálogos de saberes sobre
feminicidios y violencias hacia las mujeres en América Latina. Bucaramanga: Fundación
Mujer y Futuro.
2 FEDERICI, Silvia (2012) Calibán y la Bruja. Mujeres, Cuerpo y Acumulación Originaria. (Trad.
Verónica Hendel y Leopoldo Sebastián Touza) Madrid: Traficante de Sueños.
10
diferencias (no solo entre hombres y mujeres) que intensifican y
ocultan la explotación y devastación humana y planetaria.
Mito 2. La caza de brujas (aún hoy hay quienes creen que solo son -las
brujas- producto de la fantasía creativa de Disney), no se produjo en
el oscuro feudalismo . La realidad es que fue despu s de mediados
del siglo XVI que empezó a intensificarse la persecución y la cantidad
de mujeres quemadas por brujas (1580-1630). La Inquisición, las
Cortes seculares y los Estados, tomaron sucesiva, y luego
simultáneamente, la iniciativa y llevaron a la hoguera a miles de
mujeres.
Mito 3. La brujería fue un fenómeno medieval, oscurantista. En
realidad, el medioevo no satanizó ni persiguió la brujería, era parte de
sus prácticas regulares, de su cosmovisión. En cambio, la modernidad
sí. En un siglo de genios, en un momento de luces, de la revolución
copernicana, de nacimiento de la ciencia moderna, del racionalismo,
las brujas eran preocupación de élites. Jueces, abogados, filósofos,
teólogos, escribieron tratados de demonología, decidieron que la
brujería era el crimen más vil y que debía ser castigado.
Todo lo anterior, con el propósito de reafirmar esta argumentación:
tanto la caza de brujas, real o simbólica, como otras formas de
violencia, persecución y estigmatización de las mujeres y sus prácticas
en tiempos recientes3, forman parte de una versión actualizada de
aquella estrategia construida y sostenida por sectores con poder,
estatales, paraestatales, privados, políticos, religiosos
fundamentalistas, locales, nacionales y transnacionales. Tales poderes,
3 Ver el art culo Temor en Tan ania ante la ca a de brujas de la comunidad LGTB (11 de
junio de 2018) La Vanguardia. Recuperado de:
https://www.lavanguardia.com/internacional/20181106/452779401195/caza-de-brujas-tanzania-lgtb-persecucion-
homosexualidad.html#:~:text=La%20Alta%20Comisionada%20de%20las,puedan%20ser%20percibidas%20como%20L
GTB%E2%80%9D
11
como en tiempo de cacería de brujas, pretenden reprimir, controlar,
bloquear, los avances de las mujeres en términos de derechos y de
autonomía de sus cuerpos, creando recursos disciplinarios,
discursivos y prácticos que hacen ver sus acciones y demandas como
anómalas, contrarias a la le de Dios de los Hombres . Tal
patologi aci n de las mujeres como otras , contrarias a la naturale a
y peligrosas, legitima su destrucción (física o simbólica) como sujeto
político y justifica atroces actos de violencia contra ellas4.
El componente religioso fundamentalista de esta estrategia está
articulado a las modalidades de la producción capitalista neoliberal y
contribuye en gran medida a la disociación de todo esfuerzo
organizativo, social y comunitario, así como a crear confusión y
desconfianza de la gente entre sí, con la utilización de discursos
atemorizantes sobre el pecado, alienando a diversos sectores de la
sociedad con el concurso de políticos y medios de comunicación
tradicionales y redes en internet.
Con una mezcla de preceptos religiosos sobre el cuerpo, la sexualidad,
la reproducción, el placer y la familia, principalmente, se produce un
efecto biopolítico de control que autoriza ciertas formas de ser hombre
o mujer, de tener relaciones sexuales, con quién sí y con quién no,
demonizando toda práctica que rompa el molde heterosexual. Es la
expresión en tiempos recientes, junto con el feminicidio, el acoso
sexual, la violación individual o grupal, el maltrato, las
desapariciones, de la violencia como política sexual5, el engendro del
sistema patriarcal contra las mujeres. El ataque cada vez más violento
está dirigido hacia el núcleo duro del conjunto de los derechos
4 SERRANO Jos . (2019). Ideolog a de g nero , populismo autoritario pol ticas se uales.
Revista Nómadas. (50) pp.155-173.
5 MILLET, Kate (1995). Política sexual. (Trad. Ana María Bravo) (Edición original 1970).
Valencia: Ediciones catedra.
12
luchados y conquistados por las mujeres para la sociedad, en décadas
recientes, los derechos sexuales y reproductivos, los cuales se
convierten por obvias razones, en el centro también de mayor control.
Pero, resulta que,
estos fundamentalismos religiosos no son la causa principal,
son un instrumento de un proyecto político del despojo, de la
privatización, del control siempre más expandido, de las
corporaciones, del bisnes, sobre la naturaleza, los bosques;
medidas para detener la lucha, para dividir la gente, para que
se maten unos con otros, se acusen unos con otros Es parte de
una agenda internacional6.
En consecuencia, planteo el problema de la nueva ca a de brujas
como la operación a la vez totalizadora y diferenciadora, de un sistema
económico que le apuesta a la acumulación sin límites, aun a costa de
su propia reproducción social; con un régimen de control biopolítico
de la vida y de la muerte7, sustentado en la superexplotación de la
población (y de la naturaleza) como condición de existencia del propio
sistema. Y subrayo, población ésta que es, simultáneamente, condición
de su reproducción y objeto de destrucción: Familias mal alimentadas,
mal cuidadas, sin techo, sin educación o preparación para el trabajo
productivo; trabajo no remunerado, sobre todo de mujeres y niñas;
migraciones por guerras y pobreza, crecimiento global del negocio de
la trata, la prostitución, de los asesinatos masivos de niñas, mujeres y
6Entrevista a Silvia Federici publicada en: SCARDINO, Valeria & FERRUCCI, Verónica.
(octubre 18 de 2018). Silvia Federici: El feminismo debe dar una respuesta contundente a esta
nueva ca a de brujas que es parte del programa de las agencias internacionales . En: Avispa.
Recuperado de: https://avispa.org/silvia-federici-el-feminismo-debe-dar-una-respuesta-
contundente-a-esta-nueva-caza-de-brujas-que-es-parte-del-programa-de-las-agencias-
internacionales/
7 FOUCAULT, Michel (2002) Vigilar y Castigar. (Trad. Aurelio Garzón). Buenos Aires:
Siglo XXI.
13
j venes, violaciones tambi n masivas Sencillamente, terror fico. De
eso se trata la política del terror.
Pero, estas políticas del terror en los cuerpos y la sexualidad de las
mujeres (aunque no exclusivamente), se producen en un contexto
global, de profunda crisis de la estructura política del sistema y de la
democracia liberal. Ello significa una fractura en los mecanismos de
representación política, lo cual se traduce en sentimientos de
indignación, rechazo, distanciamiento de los más diversos sectores de
la sociedad que se repliegan frente a las instituciones del Estado y a
las clases dirigentes; una pérdida de sentido, de legitimidad y de
pertinencia de la democracia liberal y su régimen de representación. Y
no se trata solo del distanciamiento de las estructuras del Estado y la
política institucional, sino también de su inoperancia, su paquidermia,
su descomposición y corrupción, todo aquello que los habitantes de
cada lugar, país o nación ya no encuentran en tales estructuras y llevan
a gritar: ¡No nos representan!
Estos cuerpos ya no son dóciles. Todo lo contrario, frente a las últimas
campañas de terror, las herederas de las brujas que no lograron
quemar en la hoguera están hoy fortalecidas, indignadas, organizadas
y sin miedo, aunque la agitación que se vive desde hace un lustro sea
una respuesta a un cúmulo de tragedias históricas, violencia de toda
clase y violaciones de derechos humanos individuales y colectivos,
intensificada por los conflictos en varios países de la región.
En este caso, quizás no importe cómo denominamos esta irrupción
organizada, planetaria, masiva de mujeres y feministas: nueva ola,
cuarta ola, marea verde, tsunami feminista. Lo que importa es tomar
conciencia de lo que está ocurriendo. Conciencia de cómo la
movilización de mujeres y feministas del planeta -con múltiples
aliados- han convertido sus protestas y sus demandas en un fenómeno
14
global y masivo, en el que mujeres de los cinco continentes, europeas,
latinoamericanas, saudíes, turcas, palestinas, africanas, asiáticas,
levantan la voz, llenan las calles y cruzan territorios y fronteras con
cadenas humanas, demandando igualdad de derechos, no más
violencia, ni discriminaciones.
Un fenómeno también intergeneracional, en el que, si bien los
primeros lugares de la movilización en calles y plazas los ocupan
desafiantes y furiosas mujeres jóvenes y adolescentes, y son las
abanderadas del ciberfeminismo, la experiencia y la producción de
conocimientos y estrategias de muchas veteranas, complementa y
conecta el trabajo del feminismo hoy, alerta frente a las amenazas y
complicidades de las fuerzas del orden
capitalista/fundamentalista/patriarcal/colonial.
Y esta fortaleza va más allá de las propias reivindicaciones, se han
convertido en las más desafiantes líderes de las movilizaciones
masivas de resistencia frente a los malos gobernantes, a los
despotismos de todo tipo, a las medidas económicas de choque, a la
protección del agua, de la tierra y, en general, de la naturaleza.
Ejemplar ha sido la avanzada femenina y a veces feminista de las
indígenas en Quito, Ecuador y Bolivia.
28 de octubre de 2019
15
Trayectorias feministas:
Transformaciones globales y locales
El lugar de las mujeres como sujetos políticos en la historia
Una proporción importante de la población actual madura cree que
quienes hemos vivido en el último siglo y medio, pero sobre todo
quienes tenemos el privilegio de estar aun contando el cuento, somos
una generación muy afortunada, tanto por haber presenciado enormes
transformaciones, revoluciones y desarrollos en distintos campos de
la ciencia, la cultura y la tecnología, como por haber participado en
ello. Insisto, participado, tal como lo hicieron desde los tempranos
años del siglo XX las mujeres, conquistando su libertad y de este
modo, haciendo más habitable este mundo.
¿Por qué es importante conocer la historia de la emergencia de las
mujeres como sujetos políticos en el mundo contemporáneo? ¿Cuál es
nuestra experiencia reciente en este sentido? Pueden existir
innumerables razones, sin embargo, es pertinente enunciar algunas
centrales.
Cuando hablamos de una reciente emergencia del pensamiento, la
historia y la existencia cotidiana de las mujeres, es porque su
presencia, y su papel en la creación del mundo había estado oculta;
había sido borrada, negada o, en el mejor de los casos, reducido a una
vida contenida en la domesticidad, la subordinación y el
16
sometimiento, en lo que Marcela Lagarde8 ha nombrado Los cautiverios
de las mujeres. Es necesario contar una y otra vez estas historias porque
las nuevas generaciones son muy proclives a creer que el mundo
empezó con ellos y ellas y que estaba así tal cual antes de que llegaran
a este planeta.
Pues sucede que no. El derecho al voto, el acceso a la lectura y la
escritura (la mayoría de edad kantiana), la autonomía económica, la
libertad de movimiento, no son sino las más notorias de las conquistas
a las que han accedido de forma gradual y progresiva, pero no
totalmente, las mujeres en el mundo. Ha sido posible a partir de la
conciencia de esta negación identificada tempranamente por la
mayoría de ellas, pero con enormes obstáculos para su superación.
Una forma de narrar esta historia, que por fortuna hoy está escrita en
casi todas las lenguas existentes, es seguir alguna de estas genealogías,
la de las olas, por ejemplo, que para las europeas retoma el papel
destacado de mujeres como Olimpia De Gouges (1748-1793) quien
escribió, casi al tiempo con los revolucionarios franceses La Declaración
de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1791). Y Mary Wollstonecraft,
(1759-1797) quien, para el caso de Inglaterra, publicó la obra
titulada Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792).
En adelante, aquella conciencia a la que me he referido se amplía y
viaja de país en país dando forma a esa fundamental oleada sufragista.
Nueva Zelanda, en 1893 y en adelante a lo largo del siglo XX, uno por
uno, cada país otorgará el derecho al sufragio a las mujeres. Esta
oleada tiene diversos matices políticos y culturales, pero no es este el
lugar para extendernos en ellos. Lo relevante es que, así fuese
8 LAGARDE, Marcela (2003). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presa y
locas. México: UNAM.
17
formalmente, las mujeres alcanzaron el estatus de sujeto político y con
ello lo que es tal vez más importante, lograron los aprendizajes
requeridos para emprender las nuevas conquistas de derechos,
transformar las prácticas inequitativas y socavar la hegemonía
masculina.
Esos progresivos procesos de formación y organización de las mujeres
en el mundo van a conformar dos campos de desarrollo del
pensamiento y la práctica feminista y de mujeres en occidente: El de la
construcción de teorías en disputa con el andamiaje institucional de la
ciencia (y en negociaciones y ajustes estratégicos, también
institucionales, en las universidades, por ejemplo). Y el de la
movilización y la acción política, cuyo máximo escenario de expresión
es la calle y la plaza: este es el de los movimientos de mujeres y
feministas cuyo proceso de crecimiento y desarrollo, como el de las
teorías con la formación y la investigación, no han parado y, en alguna
medida, se fortalecen mutuamente.
Así las cosas, desde el punto de vista epistemológico, la emergencia
del pensamiento político feminista moderno en occidente inaugura
una visión contrahegemónica del mundo, una visión contra la
dominación patriarcal. Desde allí y desde entonces, el feminismo ha
cuestionado al capitalismo, tanto en su dimensión material como
cultural y simbólica. Ha cuestionado, así mismo, el carácter universal
y abstracto del sujeto moderno-masculino. En consecuencia, ha
introducido transformaciones profundas en los paradigmas
tradicionales del conocimiento, en las propias prácticas sociales y
culturales y en las asimetrías que de ellas se derivan. El feminismo ha
desestabilizado de este modo los rígidos esquemas que separaban lo
público y lo político de lo privado y lo íntimo que negaban, ocultaban
y subvaloraban a la mitad femenina de la humanidad.
18
«Lo personal es político»
Estas muy relevantes transformaciones corresponden a una nueva
oleada de movilizaciones cada vez más visibles en Europa,
Norteamérica y Latinoamérica, en el contexto de otras luchas
contraculturales y contrahegemónicas en el Norte, y de dictaduras y
luchas sociales en el Sur, desde mediados del siglo XX. En esta oleada
emergen fuertes posiciones políticas, alrededor de las teorías y
planteamientos filosóficos dominantes en la época que dan lugar a
diversas miradas, no solo acerca del lugar de las mujeres en la
sociedad, sino en general, el cuestionamiento al orden social
patriarcal, capitalista, clasista, racista y colonial.
En muy buena medida, las discusiones que hoy son centrales en los
movimientos y organizaciones sociales de mujeres y feministas en
América Latina fueron planteadas originalmente durante esta etapa y
en estos contextos. Es, el feminismo radical, el protagonista de la
segunda ola. Lo personal es político, resume los términos de este debate
teórico y político. Con esta divisa identificamos a una brillante mujer,
Kate Millet, cuya obra Política sexual publicada en 1970, formula una
contundente crítica al falocentrismo dominante, lo cual sintetiza
también la posición casi unánime de rechazo del sistema patriarcal y
a una política del terror construida milenariamente contra las
mujeres.
Pero esta oleada contiene otras mareas críticas, como la que cuestiona
al feminismo burgu s reformista del antiguo sufragismo. O la
emergencia de corrientes que cuestionan otras formas de dominación
y discriminación, ya no solo por ser mujeres. Se trata de los debates
acerca de las interrelaciones de clase/raza/etnia/sexualidad frente al
etnocentrismo occidental, es decir, la crítica de lesbianas, chicanas,
negras e indias en la academia norteamericana. O del Black Feminism,
19
que contiene en su interior tanto a negras norteamericanas, como
británicas, afrolatinoamericanas y caribeñas quienes, además de la
discusión de raza y clase, van a incorporar la problemática del
colonialismo, como elemento central del cuestionamiento al sistema
de dominación moderno colonial, capitalista y patriarcal.
Es en esa oleada radical de los 70 en la que empezaron a navegar las
generaciones que en Colombia y, en general en Latinoamérica,
tempranamente, fueron haciendo posible crear los espacios, formar los
grupos, estudiar compartir, aprender con otras otros compañeros
de lucha adoptar las perspectivas pro ectos que fueron dando
forma y contenido a nuestras propias corrientes de pensamiento y
activismo.
Y, al igual que en el resto del planeta, crecieron las organizaciones, las
redes, las escuelas de formación universitaria, las escuelas políticas de
las organizaciones; las ONG feministas y de mujeres se multiplicaron
y la producción escrita, de investigación y en otros ámbitos de la
ciencia, las artes y la cultura, se hizo incontenible la irrupción de
grupos de mujeres muchas de ellas auto-reconocidas como feministas
y otras que han preferido identificarse como defensoras de los
derechos de las mujeres, compartiendo espacios y proyectos con otras
iniciativas y reivindicaciones.
Contextos globales y locales
Esta oleada feminista en Colombia (¿segunda?), recibe su fuerza y
particularidades de muy diversos afluentes en los que encontramos a
quienes vienen del sufragismo, a las que conservan una postura liberal
que dependiendo de la coyuntura pueden hacer defensas más
radicales y alianzas de centro izquierda; las hay por supuesto de
izquierda, algunas radicales como las de la segunda ola en USA, con
20
todas aquellas banderas. En ese variopinto paisaje se destaca un
conjunto de organizaciones latinoamericanas, alianzas
transnacionales, entre otras, que, de muy reciente data, abogan por la
defensa de derechos étnico-culturales y del territorio. Son las
afrocolombianas de todas las esquinas del continente y las islas de San
Andrés y Providencia. Así mismo, las indígenas, todavía menos
visibles en Colombia, en comparación con países de la región como
Bolivia y Ecuador.
En la emergencia de estos movimientos y organizaciones hemos
tomado parte desde la Fundación Mujer y Futuro, ONG feminista,
creada en Bucaramanga en 1988, orientada hacia la formación para la
defensa de los derechos de las mujeres, así como para la prevención y
erradicación de la violencia de género en la región. En estos 30 años
largos la organización ha trabajado con un enorme compromiso por
la transformación de la vida de las mujeres, principalmente las mujeres de
los barrios populares de Bucaramanga, para lo cual ha implementado
innumerables programas con el acompañamiento técnico y financiero
de agencias de cooperación internacional.
Desde sus inicios sus integrantes han dedicado buena parte de su
existencia a brindar formación e información, así como a posibilitar el
acceso a la justicia y al ejercicio de derechos mediante asesoría y
acompañamiento de profesionales abogadas, psicólogas, educadoras,
sociólogas, trabajadoras sociales, especialista en el campo de la salud,
entre otras.
Como organización feminista y promotora del desarrollo de relaciones
de equidad en la región, la Fundación Mujer y Futuro forma parte de
las distintas redes y plataformas nacionales e internacionales que
trabajan en el mismo sentido y coadyuvan por el logro de una
sociedad más justa. Lo que he querido sintetizar aquí es cómo una
21
organización local en 33 años ha contribuido a forjar un camino en el
que es preciso perseverar, pues la tarea es aún monumental.
En este mismo sentido, en caminos cruzados, en las últimas décadas,
han ganado relevancia también las demandas por reconocimientos
identitarios de grupos de población que rompen con el esquema
binario femenino/masculino, sexo/género; es decir, personas que se
identifican como lesbianas, gay, transexuales, bisexuales,
intersexuales, entre otras opciones, que han logrado importante
visibilidad, capacidad de organización y en el caso colombiano,
articulación con las feministas y otras causas, como la de la paz que
comparten casi, si no todas, estas y otras organizaciones.
Sin embargo, esto no nos ha de llevar a la conclusión de que hemos
transformado, efectivamente, la situación para la mitad de la
población que indicamos al inicio. La amplitud de las conquistas y el
crecimiento de la movilización en el planeta, tal como ha ocurrido con
el MeToo, o con los paros de los últimos 8M, o la de los pañuelos verdes
de las argentinas y la otra marea, la del Ni una menos; o Chile, con las
protestas de las jóvenes universitarias contra la tolerancia institucional
al abuso y al acoso sexual, son un buen síntoma de que el trabajo por
transformar continúa y no puede parar porque un sistema de tantos
siglos de existencia, no se modifica automáticamente, solo con leyes y
movilizaciones por necesarias, pertinentes e imprescindibles que ellas
sean.
Todo parece indicar que, como señala Amelia Valcárcel9, tenemos una
tarea de vastas proporciones y que, con todo y los avances legislativos
y las vanguardias con las nuevas agendas, no podemos olvidar que en
9 MUJERES EN RED (4 de octubre de 2010). Amelia Valcárcel: Jóvenes construyendo una
nueva ciudadanía [Video] Vimeo. Disponible en: https://vimeo.com/15521890
22
el mundo siguen existiendo lugares imposibles para la vida de las
mujeres en los que a las niñas las casan, las mutilan, las explotan, las
violan y las matan y no es solo en África o en India, también en
Colombia. Lugares donde leer y escribir, educarse y trabajar, es
prohibido para mujeres y niñas. Lugares donde la pobreza, el hambre
y los embarazos sucesivos y tempranos hacen corta y difícil la vida de
cualquier mujer.
No olvidemos, siguiendo con Amelia Valcárcel, que el feminismo es,
ante todo, una teoría de las libertades elementales y que, por tanto, junto
con los avances jurídicos, es imperativo seguir cuidando que no te
golpeen, no te den menos de comer, no te violen, no te maten. Y
enseñando a las nuevas generaciones, que las mujeres son personas
con derechos. En esa infatigable tarea, con profunda convicción y
compromiso de que hay que insistir, persistir y resistir, llega a sus 33
años de feminismo en Santander, la Fundación Mujer y Futuro,
trabajando por la transformación de la vida de las mujeres.
29 de noviembre 2019
23
La política sexual del feminicidio
El feminicidio es un problema de política sexual
siempre que conlleve sucesivos actos de
terrorismo sexista.
Diana Russell
Cuerpos periféricos y bio-política
Una larga y dolorosa historia de ejercicio del poder, ha sido
documentada rigurosamente a través de los siglos. Esas son historias
que narran las guerras, por ejemplo; pero también se pueden conocer,
como lo hace Foucault, desentrañando las formas de disciplinamiento
y vigilancia que sobre los cuerpos se hace en los ejércitos, las
cárceles, las escuelas, los servicios médicos, entre otros. Sugiere de
este modo, estudiar los cuerpos periféricos y múltiples que los
efectos de poder constituyen como sujetos.
En esta línea de reflexión Foucault descubre un sistema de prácticas
basado en el código del dolor, creado para castigar a los contradictores
y describe, con detalle, prácticas históricas tales como los suplicios, las
torturas y los innumerables rituales esmeradamente diseñados
(pensados, calculados y ejecutados) para sostener la vida en la
muerte, para retener la vida en el dolor, subdividiéndola en mil
muertes y obteniendo con ello, antes de que cese la existencia, the most
exquisite agonies10.
Son también conocidas las historias de la cacería de brujas, política de
persecución y destrucción de las idolatrías en tierras de América
10 FOUCAULT, Michel (2002) Vigilar y Castigar. (Trad. Aurelio Garzón). Buenos Aires:
Siglo XXI.
24
traída por la Iglesia Católica y el Santo Oficio de la Inquisición de
Europa y que, mediante la hoguera y ciertas máquinas de matar, llevó
a cabo uno de los más grandes genocidios de la historia11, previo
tratamiento con otros sofisticados dispositivos de terror. Recuérdese
aquella idea de retener la vida en el dolor, sostener la vida en la
muerte de eso se trataba entonces. Así lo registra Grosfoguel:
Contrario al epistemicidio contra los pueblos indígenas y
musulmanes donde se quemaron miles de libros, en el caso del
genocidio/epistemicidio contra las mujeres indoeuropeas, no hubo
libros que quemar, puesto que la transmisión del conocimiento se
hacía de generación en generación mediante la tradición oral. Los
«libros» eran los cuerpos de las mujeres y, por ende, de manera
similar al destino de los «libros» andalucíes e indígenas, sus cuerpos
fueron quemados vivos.12
Como bien resume Silvia Federici en Calibán y la Bruja13 en América,
la caza de brujas constituyó una estrategia deliberada, utilizada por
las autoridades con el objetivo de infundir terror, destruir la
resistencia colectiva, silenciar a comunidades enteras y enfrentar a sus
miembros entre sí 14. La demonización fue la justificación para la
esclavitud y el genocidio.
11 La persecución de estas mujeres comenzó a finales de la época medieval, pero se intensificó
en los siglos XVI y XVII (el largo siglo XVI) con el auge de las estructuras de poder modernas
/ coloniales. Grosfoguel habla del 4o. genocidio/epistemicidio, el de las mujeres acusadas
de brujería y hechicería Ver: GROSFOGEL, Ramon (2013) Racismo/sexismo epistémico,
universidades occidentalizadas y los cuatro genocidios/epistemicidios del largo siglo XVI.
Tabula Rasa. (19) pp. 31-58.
12 Ibid. p. 51
13 FEDERICI, Silvia (2012). Calibán y la Bruja. Mujeres, Cuerpo y Acumulación Originaria. (Trad.
Verónica Hendel y Leopoldo Sebastián Touza). Madrid: Traficante de Sueños.
14 Ibid. p. 289.
25
Tres ideas quiero proponer en este breve relato introductorio: primera,
que la violencia contra los cuerpos debe ser entendida como una
construcción histórica, y segunda, que son los grupos sociales
considerados inferiores en algún sentido, aquellos que padecen ese
ejercicio del poder mediante el código del dolor, lo que quiere decir
que tanto hombres como mujeres pueden padecer esta violencia. Y
tercera, que son efectos de poder, de autoridades, gobernantes,
instituciones, del Estado.
Debo anotar también una diferencia, la que orienta nuestro interés.
Lo que cambia hoy frente a ese escenario histórico de terror y de dolor;
y, por lo tanto, cambia los términos del problema del ejercicio del
poder sobre los cuerpos, es que aquellos cuerpos definidos como
femeninos suman la mitad y un poco más de la población mundial, en
tanto que, quienes controlan y violentan sus vidas y sus cuerpos son,
mayoritariamente, sujetos definidos como masculinos. Este es el
núcleo del problema, el problema de las relaciones de
poder/subordinación, razón por la cual los crímenes de mujeres,
ciertos crímenes, aquellos que implican esas relaciones de
poder/sujeción, no pueden ser tratados como cualquier otro crimen.
Sostengo pues que existe una política del terror en la historia de la
humanidad que toma como objeto predilecto, el cuerpo de las mujeres.
Esa política continúa en la actualidad. Tal vez han cambiado algunas
de las tecnologías masivas e institucionalmente utilizadas en tiempos
de inquisidores y colonizadores, pero la política del terror contra los
cuerpos de las mujeres sigue ejerciéndose con una apariencia
engañosa, como si fuese una pugna cuerpo a cuerpo, de algún hombre
contra algunas mujeres que, eventualmente termina en la muerte
de la mujer.
26
Crímenes de odio y feminicidio
Pese a que en el lenguaje frecuentemente usado entre las académicas
y activistas feministas existe el término misoginia para referirnos a los
sentimientos y expresiones de odio, animadversión o desprecio hacia
las mujeres (asunto que registran los libros más antiguos de la
humanidad), en este caso prefiero usar el de crímenes de odio15 por
cuanto tiene ya una cierta trayectoria en los debates académicos, pero
sobre todo jurídicos (legislación penal) en Norteamérica. Los crímenes
de odio3
contra las mujeres, o de género como se definen
recientemente, se caracterizan por prolongados, crecientes e
irreversibles ciclos de violencia que concluyen, la mayoría de las veces,
con el asesinato mediante acciones de tortura, daño y violación en el
cuerpo de la víctima, cometido generalmente por hombres.
En muchos países y culturas estos asesinatos han sido asumidos como
normales y hasta autorizados en la legislación, como en el caso
colombiano con el denominado uxoricidio16 existente en el código
penal de 1936, según el cual, era consentido el asesinato de la mujer
por adulterio. Aún hoy, ideas sustentadas en esos códigos, tales como
la de ira e intenso dolor , o de crimen pasional , suelen ser
argumento de defensores de asesinos o titulares de prensa
15 El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) entiende por crimen de odio
el acto doloso generalmente realizado con saña, que incluye, pero no se limita a: violaciones
del derecho a la vida, integridad personal, libertad personal; el cual tiene la intención
de causar daños graves o muerte a la víctima, basando la agresión en el rechazo, intolerancia,
desprecio, odio y/o discriminación hacia un grupo en situación de vulnerabilidad En:
Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) (2013).Diagnóstico sobre los crímenes
de odio motivados por la orientación sexual e identidad de género en Costa Rica, Honduras
y Nicaragua. Costa Rica: CEJIL.
16 El Código penal c o l o m b i a n o de 1890 vigente hasta el 1 d enero de 1937, en su
artículo 591, numeral 9° establecía la inculpabilidad absoluta cuando el homicidio se cometía
en la persona de su mujer legítima, o de una descendiente del homicida, que viva a su
lado honradamente,a quien sorprenda en acto carnal con un hombre que no sea su marido .
27
amarillista con los cuales más que la invocación a la sanción moral y
jurídica de criminales, conducen, en la práctica, a exculpar a los
agresores y a inculpar a las agredidas, además de contribuir a
mantener y reproducir creencias y mentalidades patriarcales y
violentas.
La pervivencia de tales estructuras simbólicas patriarcales en
distintas sociedades y culturas conllevan la existencia de prácticas y
normas que, en mayor o menor grado, dañan la integridad física,
emocional y moral de las mujeres, frecuentemente, con el
consentimiento de la familia, la crítica de la sociedad y la
indiferencia o complicidad del Estado.
Sin embargo, en tiempos recientes (siglo XX) y a partir de
innumerables protestas, denuncias y demandas de académicas
feministas y organizaciones sociales, organismos internacionales de
derechos humanos y otros sectores de la sociedad civil, se han
llevado a cabo intensas movilizaciones transnacionales17 en procura
de transformaciones radicales en tales prácticas y creencias. En
algunos países se ha logrado incorporar como delito en la legislación
penal la tipificación de ciertos crímenes cometidos contra mujeres. No
obstante, no es fácil reversar lo que ha existido como práctica
consuetudinaria por siglos y apuntalado con leyes que exoneraban,
total o parcialmente, de su responsabilidad a los asesinos.
Por lo que, justo con las movilizaciones globales y nacionales, desde
la academia se han venido construyendo y definiendo un conjunto de
conceptos y argumentos a partir de los cuales se puedan identificar y
17 La Jornada (20 de octubre de 2016). "Ni una menos": mujeres alzan la voz contra feminicidios
en AL. En: Somos sur. Recuperado de: https://www.somossur.net/index.php/socio-
cultural/testimonios-de-movimientos-sociales/1911-ni-una-menos-movilizacion-
internacional-contra-la-violencia-machista-y-los-feminicidios
28
diferenciar crímenes contra mujeres que tienen un carácter específico.
A partir del entramado teórico elaborado por ciertas trayectorias
feministas, se inicia en Estados Unidos, en la década de los años 70 del
siglo pasado, esta tarea.
Es Diana Russel, académica y activista feminista, quien logra
movilizar a otras feministas a partir de una convocatoria para el
Primer Tribunal Internacional sobre Crímenes contra Mujeres
(Bruselas, marzo de 1976) en el cual presenta el nuevo concepto,
femicide, para referirse a estos crímenes. En desarrollo de su
trabajo, Diana Russell y Jill Radford publican en 1976 Femicide: The
politics of women killing (Femicio: La política del asesinato de
mujeres)18. Con el concepto de femicidio (en principio) redefinido en
1990 como el asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio,
desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres , inician
estas investigadoras la inscripción en la literatura académica de un
concepto que diera cuenta de esos crímenes contra mujeres que hacía de ellos
una cuestión distinta del convencional homicidio.
Dos asuntos debo destacar en este proceso: uno, relacionado con la
construcción de categorías y conceptos que pretenden ser aceptados e
incorporados en teorías e investigaciones en el campo de las
disciplinas pertinentes. Y dos, hacerlo a partir de categorías analíticas
con implicaciones trascendentales para sociedades patriarcales, en las
que los privilegios de los hombres sobre la vida de las mujeres han
sido naturalizados y reforzados por leyes. En este contexto tal
conceptualización ha sido y será por ahora muy difícil pero necesaria,
imprescindible. Por ello es preciso no perder de vista este estatus de
categoría en construcción del concepto en medio de innumerables
18 RUSSELL, Diana. & RADFORD, Jill (2006). Feminicidio, la política de asesinato de las mujeres.
(Edición original 1976). México: Diversidad feminista, UNAM.
29
debates no sólo teóricos, jurídicos y políticos, sino cotidianos y
prácticos.
Sin embargo, siendo una categoría en construcción, se ha ido
posicionando el concepto de femicidio o feminicidio19, el cual hoy tiene
en muchos países carácter jurídico, al ser incorporado en normas
penales para tipificar un delito, aquel generalmente cometido por uno
o varios hombres, aunque no exclusivamente, y que casi siempre
remata un ciclo creciente de violencias sobre la existencia de sus
víctimas, mujeres y niñas20.
Como reconoce Marcela Lagarde21, el aporte de Russell y Radford
tiene la particularidad de haber identificado y ubicado los homicidios
contra las mujeres y niñas como parte de la violencia de género. Y es
este reconocimiento el que sirve en los inicios del presente siglo a
Lagarde para encontrar una sustentación teórica, política y jurídica, a
las denuncias de asesinatos masivos en Ciudad Juárez (México) y en
19 LAGARDE, Marcela (2006). Del Femicidio al feminicidio. Desde el jardín de Freud. (6) pp.
216-225. Recuperado de https://revistas.unal.edu.co/index.php/jardin/article/view/8343
20 Parte de los debates y argumentaciones sobre el concepto o su definición tienen que ver con
el esencialismo de la idea de asesinato contra mujeres por ser mujeres. Digamos,
provisionalmente, que la salida contra el esencialismo, siguiendo el nomadismo de Braidotti,
es romper con el binarismo sexo-género, mujer-hombre, naturaleza-cultura, etc. que rompe a
su vez con el modelo de la heterosexualidad hegemónica y da cabida a personas trans, y en
general, diversas. Cfr. BRAIDOTTI, Rosi (2000). Sujetos nómades. Buenos Aires: Paidós.
21 LAGARDE, Marcela. Introducción. Por la vida y la libertad y las mujeres. Fin al
feminicidio (2006). En: Diana Russell & Roberta Hermes (Eds.) Feminicidio: una perspectiva
global. (Trad. Guillermo Vega) pp. 15-42.
30
muchos otros países22 del continente americano y el Caribe23, o de
Europa (España en particular es referente importante) en los cuales el
recrudecimiento de asesinatos masivos de mujeres ha llevado de la
denuncia y la movilización a los tribunales, los parlamentos y otras
instancias internacionales, en busca de mecanismos legales y políticos
para prevenir y sancionar los ahora identificados como feminicidios.
Es también Lagarde quien, de común acuerdo con Russell, adopta en
español la expresión feminicidio, para referirse al hecho específico del
que se va a ocupar hasta lograr una legislación en México que penaliza
tales actos contra las mujeres. En un complicado proceso que ella
narra en conferencia dictada en la Universidad Nacional de Colombia
y de la cual retomo lo siguiente, Marcela Lagarde da cuenta del
tránsito del concepto de femicidio al de feminicidio24:
en México aparecen hombres decapitados, encostalados, destrozados,
torturados, todos los días, es una brutalidad de violencia criminal
entre los hombres, pero insistíamos nosotras: ésta (la violencia
feminicida) en su mayor parte es una violencia ejercida por hombres
22 Veinte países de América Latina y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia
contra las mujeres, aunque solo ocho asignan recursos específicos en el presupuesto nacional,
es decir, el 40%. Además, 14 países de la región han tipificado el delito de feminicidio (Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México,
Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana), mientras que Argentina y Venezuela
establecen el homicidio agravado por razones de género en su legislación. En: Comisión
Económica para América y el Caribe. https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal-
advierte-elevado-numero-femicidios-america-latina-caribe CEPAL (2015, noviembre 24)
Recuperado de https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal-advierte-elevado-numero-
femicidios- américa-latina-caribe Ver también los indicadores de feminicidio del
Observatorio de Igualdad.
23 La BBC publicó en 2016, en su versión digital, un mapa interactivo de las cifras del
feminicidio en América Latina. Se puede consultar en: BBC Mundo (21 de noviembre de
2016). País por país: el mapa que muestra las trágicas cifras de los feminicidios en América
Latina. En: BBC. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-
37828573
24 LAGARDE, Marcela. Del Femicidio al feminicidio Op. Cit. p. 221
31
contra mujeres, pero no sólo por hombres, por hombres colocados en
supremacía social, sexual, jurídica, económica, política, ideológica y de
todo tipo, sobre mujeres en condiciones de desigualdad, de subordinación,
de explotación o de opresión, y con la particularidad de la exclusión . Y la
categoría de la exclusión se nos volvió clave ( )
Cuando traduje el texto de Diana Russell, me tomé la libertad de modificar
el concepto, ella lo llama femicide y entonces yo lo traduje desde hace ya
varios años como feminicidio, precisamente para que no fuera a
confundirse en castellano como femicidio u homicidio femenino; no, yo
quería que fuera un concepto claro, distinto, para que entonces viniera
junto con todo el contenido del concepto, que es, como ya lo expliqué, muy
complejo. Diana Russell me dio permiso de usarlo así, traducido como
feminicidio. Ella dice estar muy asombrada porque en ningún lado ha
tenido el éxito que está teniendo en México y en América Latina su
propuesta y que nosotras estamos recogiendo una estafeta, una botella al
mar que ella lanzó hace 15 años. Esto lo digo para que estén tranquilas las
que no saben si se dice femicidio o feminicidio, y que no tenemos que
ubicarnos de un lado o de otro, definamos las cosas y hagamos referencia
a sus autoras.
Esa particularidad, de la que con insistencia se ocupan las autoras del
concepto, subraya una diferencia clave, fundamental, epistémica y política,
entre homicidios cometidos entre hombres en muy diversas
circunstancias y aquellos de hombres contra mujeres en circunstancias
marcadas por relaciones de poder/sujeción. Es, pues, de esta
trayectoria, conceptual, social, política y jurídica, que este escrito se
ocupa, pero, más que explicar la transformación de categoría de
análisis sociológico en norma jurídica, espero subrayar parte del
entramado cultural, social y ante todo político que sustenta estas
prácticas violentas que terminan con la vida de miles de mujeres en el
mundo. En tal sentido, propongo retomar el trabajo de Russell y
32
Radford25, para enfatizar en la segunda parte de su título, El
feminicidio: La política del asesinato de mujeres.
La política sexual del feminicidio
Desde algún lugar de la teoría feminista y la visión de Foucault sobre
el poder, entiendo la violencia de género como mecanismo de control
biopolítico para el dominio y sometimiento del cuerpo y la capacidad
de decisión de las mujeres por parte de instituciones diseñadas y
gobernadas por hombres. También forma parte de este mecanismo de
control biopolítico, la privación de acceso a recursos económicos y
culturales. En breve, la violencia de género y el poder que mediante
ella se ejerce, actúan sobre el cuerpo y la vida/muerte de mujeres y
niñas. Por tanto, tal ejercicio, como mecanismo de control y de poder,
es eminentemente político26 y, sin desconocer que los varones son
víctimas de múltiples formas de ejercicios del poder, lo que aquí se
aborda es un tipo específico de ejercicio del poder en la historia larga
de la humanidad, el que se ejerce sobre/contra la mitad y un poco más
de la especie humana, las mujeres. De este modo, en el contexto de la
violencia de género, aquí se asume el feminicidio como un problema de
política sexual, tal como propone Russell & Harmes27:
Al ubicar el asesinato de mujeres en el terreno de la política sexual,
rechazo la concepción popular d e que el asesinato de mujeres es
un asunto privado o patológico, o ambas cosas a la vez. Cuando
l o s hombres m a t a n a mujeres o jovencitas, el poder dinámico de
la misoginia y el sexismo casi siempre se ve involucrado.
25 RUSSELL, Diana. & RADFORD, Jill. (2006). Feminicidio la política de asesinato de las
mujeres. (Edición original 1976). México: Diversidad feminista, UNAM.
26 FOUCAULT, Michel (1988). Sujeto y poder. Revista Mexicana de Sociología. 50 (3) pp. 3-20.
27RUSSELL Diana & HARMES Roberta. Op. Cit. p.58.
33
Y es, a su juicio, un problema de política sexual siempre que conlleve
sucesivos actos de terrorismo sexista, es decir, violación, tortura,
mutilación, esclavitud sexual, abuso sexual infantil incestuoso y
extrafamiliar, maltrato físico y emocional, y casos serios de acoso
sexual ( ) Siempre que estas formas de terrorismo sexual
desembocan en la muerte, se convierten en feminicidio28.
La violencia como política sexual también puede ser planteada
recuperando los argumentos de Kate Millet en Sexual Politics (Política
Sexual)29, texto en el cual sostiene que el sexo es una categoría
social impregnada de política . Aquí dice: Utilizo la palabra
«política» al referirme a los sexos porque subraya la naturaleza de la
situación recíproca que éstos (los sexos) han ocupado en el transcurso
de la historia y siguen ocupando en la actualidad 30. Entiende, pues,
por política sexual el conjunto de relaciones y comportamientos
estructurados de acuerdo con el poder, en virtud de los cuales un
grupo de personas queda bajo el poder de otro grupo de personas.
Millet es una destacada académica feminista norteamericana de la
década de los años 70 del siglo pasado, quien entiende con lucidez
el mundo que le circunda; todavía la categoría género no ha entrado
en el debate feminista y la autora usa sexo, raza, clase sin los temores
que hoy nos asaltan. Advierte ella sobre la necesidad de analizar las
relaciones que surgen de las interacciones personales entre miembros
de ciertos grupos, a saber: las razas, las castas, las clases y los sexos31.
28 Ibid.
29 MILLET, Kate (1995). Política sexual. (Trad. Ana María Bravo) (Edición original 1970).
Valencia: Ediciones catedra.
30 Ibid. p. 68.
31 Ibid. pp. 68, 69.
34
Así mismo sostiene que, mediante una suerte de colonización
interna muy resistente y casi imperceptible, el dominio sexual actúa
como la ideología más arraigada en nuestra cultura, ya que en ella se
cristaliza el concepto más elemental de poder . Ello se debe, concluye,
al carácter patriarcal de nuestra sociedad y de todas las
civilizaciones históricas .
Recordemos que el ejército, la industria, la tecnología, las
universidades, la ciencia, la política y las finanzas en una palabra,
todas las vías del poder, incluida la fuerza coercitiva de la policía ,
se encuentran por completo en manos masculinas. Y como la esencia
de la política radica en el poder, el impacto de ese privilegio es
infalible.32
En resumen, lo que defiende Millet y la genealogía de autoras que aquí
seguimos, es la tesis de que la relación entre los sexos constituye el
núcleo del edificio patriarcal en tanto en ella se cristaliza el concepto
más elemental de poder y que, por lo tanto, esta es una relación
impregnada de política. Sin embargo, tal como lo entendemos hoy (lo
cual no invalida el presupuesto de Millet), la violencia de género es
un problema estructural y estructurante que va mucho más allá de las
relaciones entre hombres y mujeres, tal como sostiene Russell y otras
autoras contemporáneas como Lagarde, Segato y Federici.
Dicho de otro modo, la unidad de análisis básica, empírica, en nuestro
problema sobre el feminicidio son las relaciones entre los sexos, entre
mujeres y hombres, pero tal problema es de carácter estructural y
estructurante; ello implica el sistema de relaciones sexo/género en su
diversidad y su complejidad institucional. Por ello no basta, frente a la
violencia de género y el feminicidio, con apuntar hacia la corrección ,
sanción, o educación del agresor, exclusivamente. Intervenir a este
32 Ibid. p. 70.
35
punto no impide que, en el conjunto de instituciones y estructuras
sociales, culturales y políticas, se reproduzcan infinitamente las
relaciones de poder que someten y matan a las mujeres por ser
mujeres.
Ahora bien, además del carácter político de la violencia de género,
hasta este punto se ha tratado de explorar la complejidad que denota
la construcción y desarrollo de una categoría que como la de
feminicidio, pretende desentrañar los profundos vínculos del poder
tejidos a lo largo de la historia de la humanidad sobre los cuerpos y
las vidas de las mujeres y las niñas, todo ello apuntalado con
discursos, políticas, leyes e instituciones patriarcales.
Sin embargo, como sostiene Luján33, conceptos como el de
feminicidio no se agota en una definición; de hecho, el sujeto mujer al
que hace referencia el concepto, no es menos problemático. Por
consiguiente, una tarea necesaria es la permanente revisión y debate
del concepto, su contexto y, lo que es tal vez más relevante para Lujan,
la interacción entre los conceptos constitutivos de feminicidio: patriarcado;
sistema sexo-género; sexo, género, mujer, violencia, violencia de
género. Por otro lado, continúa Lujan, si bien es cierto que un concepto
no implica una definición en sí mismo, sí hace posible la construcción
de definiciones a partir de cómo están configurados sus conceptos
constitutivos y el sentido que comportan en cada contexto:
en Italia y España, para ser específica, el primer país reconoce el
feminicidio en casos de parejas o exparejas heterosexuales
(feminicidio íntimo); el segundo solo reconoce con carácter de
violencia de género aquellos casos de relación de pareja o expareja
33 LUJÁN, Aleida. (2 de noviembre de 2015). Un acercamiento filosófico al concepto
femicidio/feminicidio. Feminicidio.net Recuperado de https://docplayer.es/55446952-Un-
acercamiento-filosofico-al-concepto-femicidio-feminicidio.html
36
heterosexual. Entonces, si por violencia de género se entiende la
violencia ejercida en el ámbito de parejas o exparejas heterosexuales,
la configuración de feminicidio estará constreñida a dicha definición.
No es así en otros países, México, por ejemplo, donde el feminicidio
no solo se limita al ámbito de la pareja o expareja heterosexual.34
En esta perspectiva es importante insistir en elementos de contexto,
constitutivos de una conceptualización/problematización de la
violencia feminicida, sobre todo para efectos de claridad a la hora de
determinar el delito y el carácter penal del castigo. Me refiero al Estado
y un conjunto de instituciones implicadas tanto en la percepción de
estos crímenes como de su sanción y castigo como delito. Es en este
sentido que las teóricas y analistas han subrayado el compromiso, la
responsabilidad de los Estados frente al flagelo de la violencia contra
las mujeres y, en particular, frente al feminicidio. Es, en esta óptica
también, el feminicidio un asunto político. Al respecto, es Marcela
Lagarde quien en el contexto latinoamericano propicia la
incorporación al concepto de feminicidio su comprensión también
como producto de una incapacidad de las instituciones del Estado
en tanto garante de la seguridad de sus ciudadanos, hombres y
mujeres, para brindar la debida protección a las mujeres en términos
de prevención, pero sobre todo en cuanto a su ineficacia e ineptitud
para responder oportuna y adecuadamente ante agresores y asesinos.
Esta dimensión del concepto se reconoce como violencia institucional:
ampliamos la teoría del feminicidio a partir de la investigación en
Ciudad Juárez (Estado de Chihuahua) y diez estados más y hoy
incluimos la violencia institucional, no sólo existe en la violencia
social contra las mujeres, aquel que asesina, el sujeto activo del
delito, sino que también está la violencia de las instituciones ( );
34 Ibid.
37
una obligación del Estado es la garantía a la vida de las personas,
eso no se cumple y eso es violencia institucional.
Pero hay más violencia, porque cuando las mujeres ya han
denunciado la violencia no hay la respuesta institucional para
atender adecuadamente a esas mujeres, dar seguimiento al proceso
tanto de atención psicológica, como de apoyo y sustento económico,
social, jurídico, legal... no hay eso; ya cometido el delito, el homicidio
de mujeres, hay impunidad, la impunidad es otro elemento del
feminicidio porque no todos los homicidas son llevados ante la ley35.
En resumen, lo que he venido sosteniendo es que, el problema de la
violencia contra los cuerpos de las mujeres es histórico, ha migrado y
mutado en el tiempo, así como en las culturas patriarcales, como
mecanismo de control biopolítico sobre la población definida como
femenina. Así mismo, que la violencia en todas sus formas, desde la
más sutil e invisible, hasta el terrorismo feminicida, constituye una
política sexual que sostiene el andamiaje del sistema patriarcal: El
cuerpo, la vida, la sexualidad, el sexo, la reproducción; su control,
funcionamiento o destrucción, hacen parte de la estrategia histórica de
sometimiento de las mujeres.
En consecuencia, el feminicidio definido como un problema de
política sexual implica una comprensión del mismo como producto
de estructuras sociales y relaciones de poder; es decir, no se trata de
un asunto privado o patológico, o ambas cosas a la vez (Russell), su
comprensión debe plantearse desde su entramado conceptual y la
interacción entre los conceptos constitutivos: patriarcado, sistema sexo-
género, sexo, género, mujer, violencia, violencia de género, además de
los asuntos institucionales, normativos y jurídicos propiamente
35LAGARDE, Marcela. (12 de mayo de 2006). Feminicidio. En:
https://rcandel.files.wordpress.com/2011/11/conferencia-maarcela-lagarde.docx
38
dichos y relevantes en cada contexto particular. Por otro lado,
debatir y construir un sistema conceptual alrededor de la categoría y
la comprensión del problema del feminicidio es tan importante como
hallar las conexiones con los códigos y las leyes pues no sólo es
preciso tener claro qué es y qué no es feminicidio, sino que tal vez lo
más importante, es tener bien planteada la naturaleza del problema,
pues funcionario policial o judicial que no entienda el problema, no
tendrá una respuesta correcta. Así entendido, el feminicidio como
política sexual convoca el andamiaje conceptual construido por las
teóricas feministas y con ello la claridad de que todo lo que pase por
nuestros cuerpos está impregnado de política (Millet), atañe al Estado y
al conjunto de la sociedad.
Noviembre de 2018
39
Eva, Satanás y el Celibato
Sigo aquí una hipótesis de lectura según la cual, las relaciones de
poder que se estructuran a lo largo de los tiempos en sociedades y
culturas que hoy reconocemos como patriarcales, están en la base no
sólo de las formas de dominación sobre la mitad y un poco más de la
población mundial (histórica y actual), sino también en la base de una
cantidad significativa de problemas de abusos y violencias sobre los
cuerpos que padece ho el mundo occidental , mucho m s visible
para nosotros que el otro lado de la historia (la de Oriente o buena
parte de este).
Debo incorporar a la narrativa una extensa referencia de un
historiador muy prestigioso, haciendo una excepción consciente en mi
marcada preferencia por la literatura escrita por mujeres. Se trata de
George Duby36 la cual dice así, en relación con la Iglesia católica
primitiva:
Desde el momento en que se pens en la celebraci n eucar stica como
un sacrificio, se afirmó la necesidad para los participantes, de
purificaciones previas . ¿Qué implicó esta concepción sacrificial
eclesiástica para la institución matrimonial?, se pregunta.
Este es su interés en la obra El caballero, la mujer y el cura que se
desarrolla en la Francia feudal (siglo XI) y allí cuenta cómo con base
en unos pocos preceptos sustentados en la palabra de Dios , algunos
sacados del Antiguo Testamento, del libro del Génesis, se fue
construyendo a lo largo de los siglos, una concepción del matrimonio
36 DUBY, George (2013). El caballero, la mujer y el cura. El matrimonio en la Francia feudal. Madrid:
editorial Taurus - Grupo Santillana.
40
que prevalece en la actualidad (pero no sólo del matrimonio, como
podremos observar). Aquellas ideas centrales se pueden leer en el
segundo relato de la creación, según el historiador, quien resume
cuatro proposiciones mayores:
1. «No es bueno que el hombre esté solo». Dios ha querido a la
especie humana bisexuada y la unión de esos dos sexos.
2. Pero ha creado desiguales esos sexos: «Es preciso que le dé una
ayuda (adjutorium) que se le parezca (simile sibi)». El hombre ha sido
primero; él conserva la prelación. Él mismo es imagen de Dios. La
mujer no es más que un reflejo de esa imagen, un reflejo secundario.
«Carne de [la] carne de Adán», el cuerpo de Eva fue formado
lateralmente. Lo que le sitúa en una posición menor.
3. Estos dos cuerpos están llamados a confundirse: «El hombre dejará
a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y ellos serán [volverán
a ser] una sola carne»: el matrimonio conduce a la unidad.
4. Sin embargo, el matrimonio no abole la desigualdad: al ser menor,
la mujer es frágil. El hombre se perdió por ella, fue expulsado del
Paraíso. La pareja se ha visto condenada, desde entonces a
copulaciones imperfectas, a no amarse sin vergüenza, y la mujer sufre
un castigo suplementario, la dominación37.
He aquí el sustento bíblico de la dominación patriarcal.
Pero, volvamos a la pregunta. ¿Qué implicó esta concepción de las
relaciones entre los sexos para la institución matrimonial? El autor
sostiene que desde los tiempos remotos del cristianismo este se vio
influenciado por las corrientes del ascetismo en medio de discusiones
37 Ibid. p. 16.
41
y desacuerdos en el seno de la Iglesia por el dominio de una moral
ascética entre los clérigos, obispos, presbíteros y diáconos.
El ascetismo dominante en la cultura helénica se acentuó bajo la
influencia de los ritos sacrificiales de otras sectas. El pensamiento de
Oriente que representaba el universo como una batalla entre espíritu
y materia, llevó a concluir a los intelectuales de entonces que todo lo
carnal está bajo el imperio del mal 38 El sentido obsesivo de que el
mal viene del se o ech ra ces 39.
La idea de los clérigos de entonces era separar de lo sagrado al
matrimonio tanto como fuera posible pues se consideraba repugnante.
La concupiscencia, la copulación eran pecado mortal. El matrimonio
hacía del sexo un pecado venial, pero la iglesia fue reservando para
cierto selecto grupo de monjes la calidad de seres perfectos y
superiores, autorizados para imponer su moral a todos los demás.
Aquí cabe reformular la pregunta Y qué implicó esta concepción
de las relaciones sexuales ya no para la institución matrimonial sino
para la propia iglesia? Al parecer, se inició en la vida de laicos y
religiosos una lucha tenaz a lo largo de los siglos, por imponer la
abstinencia y con ello el celibato.
Según Duby, exigir la superioridad de lo espiritual sobre lo temporal,
mantener la jerarquía subordinando el pueblo laico a un clero,
implicaba, pues, instaurar entre los varones una estricta separación de
carácter sexual, obligar a una parte de ellos a la castidad permanente.
38 Ibid. p. 18.
39 Ibid. p. 19.
42
El combate fue duro, según Duby; sin embargo, en 1031, encontramos
el celibato ya establecido en la Francia del norte: el Concilio de Bourges
excluye de las órdenes a los hijos de sacerdote, a un diácono, o al hijo
de uno de ellos, o tomar por esposa a la hija de la «mujer» de un
sacerdote o de un diácono40.
Así, desde los tiempos más remotos, la Iglesia Católica (también otras
iglesias, por supuesto) se inventaron el celibato, la repulsa por lo
carnal , la misoginia o el odio hacia las mujeres, herederas de las
debilidades de Eva, aun en contra de una fuerte corriente que creía en
el matrimonio como la mejor forma de espantar a los demonios de la
carne.
Así también, unos hombres que con el pasar de los siglos se suponían
ajenos a la vida en pareja, a la sexualidad (?), a la maternidad y a la
paternidad, mediante la propia ausencia de esos espacios, y mediante
una supuesta abstinencia y sacrificio de su deseo y de sus sentidos, se
convirtieron en la autoridad moral frente a la familia y en verdugos
severos con las decisiones tomadas por fuera de aquellos preceptos
por las mujeres sobre su cuerpo.
Sin embargo, siempre ha sido esquizoide el ser humano, hasta los
clérigos. Una cosa piensa o dicen y una muy distinta hacen. La historia
está plagada de casos, de ejemplos, y la vida cotidiana también. Es
más, lo que estamos cuestionando hoy es si ese absurdo invento del
celibato para librarse de satán- no fue un error garrafal que ha llevado
a que los sacerdotes busquen alternativas a una espiritualidad
imposible (o una forma de evitar la fragmentación del poder de la
Iglesia, de su riqueza).
40 Ibid. pp. 68, 69.
43
Y la alternativa que menos nos gusta, por supuesto, es esa que
recientemente nos está haciendo sentir, ahí sí, repugnancia por los
sacerdotes pedófilos, violadores y abusadores, y por quienes les han
encubierto descaradamente. Es de suponer que durante siglos se han
cometido infinidad de atrocidades y vejámenes contra niños, niñas,
jóvenes, mujeres y hombres y no solo en esos santos claustros.
También en todos aquellos sitios que propician el ejercicio de
relaciones de poder abusivas y violentas.
Esto es cada vez más difícil pues tenemos clara conciencia de que
adem s de pecados , se trata de delitos graves. Es mu poco
probable que la gente ignore que tienen derechos y más, hoy día, los
niños y las niñas. También existen hoy miles de alternativas de
denuncia, formas de obtener pruebas, de resistirse, de denunciar y
vencer al abusador, contra el silencio de las instituciones. Hoy nos
creen y les creemos. Es, por lo mismo, que muy recientemente estamos
encontrando eco al sufrimiento de muchas familias víctimas de los
abusos de sacerdotes. Chile, Argentina, Australia, Irlanda, Estados
Unidos, México41, son, entre otros, lugares del clamor de los dolientes
y de algunos procesos investigativos y judiciales en curso.
El caso de Pensilvania es uno de los más divulgados. Allí, una
investigación judicial halló evidencia contra más de 300 curas que
abusaron de niños, e identificó a más de mil víctimas menores de edad
durante décadas de abuso sexual encubierto por la Iglesia católica,
según registra la prensa internacional42. Los irlandeses se han
41 QUINTERO, Daniela (24 de agosto de 2018). Los casos de abuso sexual más graves que
enfrenta el Vaticano. El Espectador. Recuperado de
https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/los-casos-de-abuso-sexual-mas-graves-
que-enfrenta-el-vaticano/
42 AFP. (14 de agosto de 2018). Más de 1.000 menores sufrieron abusos sexuales por curas en
EE. UU. La Nación. Recuperado de https://www.nacion.com/el-mundo/conflictos/300-
sacerdotes-acusados-de-pedofilia-en/OC56F5QJMRFBBBJVF6FDJ3IZKE/story/
44
distanciado de la Iglesia católica por la misma causa y la lista de
crímenes es increíble.
No solo casos de abuso a menores, sino maltrato, venta ilegal de bebés
(cuando las niñas quedaban embarazadas fuera del matrimonio),
esclavitud en los negocios de las monjas y abortos, registra la prensa
internacional. El encubrimiento de las autoridades eclesiásticas ha
sido el denominador común en todos los países.
Aunque las estadísticas son variables, algunas fuentes se atreven a
mostrar algunos números, como el cardenal prefecto de la
Congregación para el Clero del Vaticano, el brasileño Claudio
Hummes quien reconoce la gravedad del asunto y señala que afecta al
4% de los sacerdotes, o sea que, si en el mundo hay alrededor de medio
millón de sacerdotes católicos, sostiene, serían unos 20.000 los
implicados.
Pero este 4% no minimiza el daño de una práctica atroz: 1.880 curas
involucrados, 4.440 niños abusados y un millar de instituciones
católicas acusadas. En total, cerca del 7% de los
sacerdotes australianos han sido acusados de abusos. Esas son las
cifras del escándalo de abuso sexual a niños y niñas por parte de la
Iglesia católica en Australia. Los datos los suministró una comisión
investigadora que examina denuncias de casos ocurridos entre 1950 y
201043. Sin embargo, el funcionario de más alto rango en el clero
condenado es el arzobispo australiano Philip Wilson quien tendrá
prisión tal vez domiciliaria, por un año, a lo sumo, por encubrir abusos
sexuales de menores en los años 7044.
43 BBC. (6 de febrero de 2016). Más de 4.000 víctimas y cientos de curas involucrados. BBC
News. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38887798
44 RTVE (3 de julio de 2018). Un arzobispo australiano, condenado a 12 meses de privación de
libertad por encubrir abusos sexuales a menores. RTVE. Recuperado de
45
Algunos se alan como factores de riesgo presentes en el abuso
sexual en los seminarios y conventos, el celibato forzado y la política del
silencio encubridor de las jerarquías eclesiásticas (Des Cahill en The
Guardian, Australia) lo cual permite no solo el abuso, sino que
convierte a esta institución en una más en la que no hay
transparencia, ni rendici n de cuentas por los delitos cometidos .
Des Cahill asegura que el peligro que corren hoy los niños en las
iglesias de Australia se ha reducido, pero el riesgo persiste en
parroquias, escuelas e instituciones católicas de otros países45.
El Papa Francisco por su parte ha estado muy compungido con estos
informes y después de pretender hacerse el desentendido con los casos
de la Iglesia chilena, no ha tenido más que manifestarse públicamente
y con alguna firmeza en una carta colgada en la página web del
Vaticano en su momento. Sin embargo, no se ve por ningún lado
alguna claridad sobre qué piensa hacer la Iglesia para erradicar,
prevenir, evitar y no solo sancionar, cuando ya están muertos muchos
de los pedófilos.
Es importante tener presente el celibato hoy como una práctica fuera
de todo contexto y realidad. Muchas Iglesias se modernizan, dejan
ingresar a las mujeres en sus jerarquías, comparten la vida con una
pareja, como lo que son, simples mortales, y aprenden en la práctica
lo que significa amar, con o sin matrimonio, con o sin hijos.
https://www.rtve.es/noticias/20180703/arzobispo-australiano-philip-wilson-condenado-
12-meses-encubrir-abusos-sexuales-menores/1759444.shtml
45 RENDON, Vicente (15 de septiembre de 2017). Homosexualidad, silencio y celibato, las
razones por las que curas violan niños. CC News. Recuperado de
https://news.culturacolectiva.com/noticias/causas-de-los-abusos-sexuales-en-iglesia-
catolica/
46
Pero, hay que insistir en ello, un problema de fondo es el poder que
pueden ejercer instituciones y hombres que tienen facultades para
aislar y quebrantar fácilmente la voluntad de un niño o niña, mediante
la intimidación de todo tipo, entre otros, con las propias ideas del mal,
el pecado, del demonio y cosas como esas. Personalmente, no
aconsejaría llevar un niño o niña a un internado de estos, ni de otros.
Hoy más que nunca hay que desconfiar de toda persona que pueda
manipular y someter a infantes y adolescentes, hasta de los sacerdotes.
En resumen, si retomamos el mito bíblico narrado por Duby en el
inicio de este escrito, es menos que absurdo pretender sostener 20
siglos después, ideas y prácticas consecuentes que ignoran que las
sociedades y las culturas han cambiado radicalmente. Aunque a
alguna gente le pueda resultar una herejía, creo, con Beatriz
Preciado46 que ningún texto es sagrado.
28 de agosto de 2018
46 QNTLC (5 de julio de 2015). Entrevista a Beatriz Preciado, filosofa [Video] YouTube.
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=7vXlHhWgtrA
47
El siglo de las mujeres
Nunca habíamos estado tan en-redados los colombianos en su
diversidad regional, de clase, raza/etnia, género, generaciones,
ideológica, sexo-afectiva, religiosa y política , en una campaña por la
Presidencia de la Nación47, la cual ha resultado larga, costosa,
agotadora y, pareciera no querer terminar. Y la alusión al en-redo es
en virtud de lo que internet y sus distintas posibilidades de
interconexión entre usuarios proporciona (Facebook, WhatsApp,
Twitter, entre otros). Enredos también en otros sentidos, como en
cuanto a la circulación de información falsa, engañosa, cizañera que
desvirtúa ad infinitum, cualquier dato. Se supone que esto no es nuevo,
pero la inmediatez de los medios virtuales de hoy, hacen que todo sea
caótico, hasta el punto de no poder distinguir con facilidad entre
tramoyas de una clase y de otra.
En la fase final de esta campaña electoral, trascendental en nuestra
historia política por los alinderamientos que se han venido
produciendo desde sus inicios alrededor de otras banderas (el
plebiscito por la paz y los acuerdos firmados con las ex-guerrillas de
las FARC), me dispongo a exponer alguna línea específica de reflexión
en medio de semejante caos conceptual, estratégico y político. Con la
claridad de que no se trata de excluir, discriminar o minimizar otras
posibles y válidas miradas, mi opción aquí es, en congruencia con una
relativa experiencia en el asunto, por las mujeres, en perspectiva
feminista.
47 Jornada de elección del presidente de la República de Colombia para el periodo 2018-2022.
48
Y es que, más allá de la decisión que tomamos en las urnas, debo
subrayar un hecho contundente e incuestionable en la historia política
de este país48. La destacada participación de cuatro mujeres como
fórmula vicepresidencial, en cuatro de las cinco campañas a la
Presidencia de la República, un evento sin antecedentes.
No es este el lugar para contar la historia de la participación política
de las mujeres, pero, en buena medida, los logros en este sentido,
desde que obtuvimos la ciudadanía, son el fruto de la persistencia del
trabajo de las organizaciones del movimiento de mujeres y feministas
del país. Y por supuesto, del crecimiento exponencial de mujeres en la
academia, cuya inteligencia crítica, nutre también, en profundidad, los
debates en diversos ámbitos, no solo el político.
La ley de cuotas, la del feminicidio, la despenalización del aborto en
los casos reconocidos, el cúmulo de disposiciones frente a la violencia
de género y en la familia, entre otras conquistas de las mujeres en el
Congreso, arrancadas al poder , como e pres la diputada argentina
Silvia Gabriela Lospennato en el cierre del debate por el aborto legal,
son apenas indicios de que, efectivamente, el trabajo estratégico
(desde adentro, desde afuera, o en contra), conforme a nuestra agenda,
ha ganado un espacio en la vida política nacional. Hasta las mujeres
más conservadoras de quienes lideran las campañas han tenido que
plantearse los problemas y asumir una posición explícita ante la
ciudadanía.
Además de ser este un hecho histórico nacional, habría sido muy
significativo en el contexto latinoamericano, si hubiese logrado que
una feminista llegara a la vicepresidencia. Tendríamos hoy la
48 PINEDA, Rocío (15 de junio de 2018). ¿Y las vice qué? La silla vacía. Recuperado de
https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-las-mujeres/historia/y-las-vices-que-66595
49
segunda, luego de Costa Rica49 que eligió a una mujer afro y feminista,
Epsy Campbell. No se pudo, pero tenemos vicepresidenta mujer. No
será feminista, pero es, de por sí, un evento nuevo en la política
nacional. Ya no se las puede ignorar impunemente.
Pero, más allá de las batallas electorales y legislativas que en este
momento mueven las agendas de varios países del continente, es
preciso entretejer en esta reflexión esa otra política (lo político, según
Chantal Mouffe) característica de los movimientos sociales
contemporáneos, cuyo escenario por excelencia es la calle, con el
llamado entre muchas otras demandas, a la resistencia. Me refiero a
las movilizaciones multitudinarias, nacionales, como en el caso de
Chile, con las protestas de las jóvenes universitarias contra la
tolerancia institucional al abuso y al acoso sexual50, o las de Argentina,
a propósito del debate por la legalización del aborto51 o los paros
nacionales e internacionales tanto en el continente americano como en
el europeo52, en el marco de la conmemoración del 8 de Marzo, los
cuales vienen creciendo de año en año.
Ni que decir de las movilizaciones a propósito del #metoo,
movimiento contra el acoso sexual, el cual ha despertado las más
increíbles adhesiones y contradicciones, aun entre feministas,
49 FORBES Centroamérica (2 de abril de 2018). Epsy Campbell, primera vicepresidenta
afrodescendiente en Costa Rica. Forbes. Recuperado de https://www.forbes.com.mx/epsy-
campbell-la-primera-vicepresidenta-afrodescendiente-en-costa-rica/
50 MÖLLER Nicole. (8 de junio de 2018). ¡Que todo Chile se vuelva feminista! Marx21.
Recuperado de https://marx21.net/2018/06/08/chile-feminista/
51Resistiendo con aguante (14 de junio de 2018). ¡¡¡Emocionante !!!Como la aplaudieron a la
Dip. Lospennato, Silvia Gabriela!!!!! [Video] YouTube. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=NcPG9jwxy7A
52 En movimiento Teve (20 de octubre de 2016). Paro Nacional de Mujeres - 19 de octubre
2016 [Video] YouTube. Disponible en
https://www.facebook.com/watch/?v=788455791190896&t=27
50
penetrando en Estados Unidos hasta en las iglesias53. Pero no sólo se
trata de las dimensiones de la movilización y la vergüenza encubierta
por siglos que ahora se denuncia, sino que, por vez primera, a las
mujeres se les cree. Yo también es la voz de todas aquellas que han
sido acosadas o abusadas, pero es, así mismo, la voz que en todos los
tonos dice yo también te creo . Hermana, yo si te creo, gritaban las
jóvenes chilenas54.
Así las cosas, pienso y tengo la convicción de que en este siglo que
apenas se inicia, se van a lograr grandes cosas para las mujeres y por
consiguiente para el planeta , en materia de legislación y conquista de
derechos que son importantes, sí, en tanto propician una ruptura con
el statu quo, con el peso de unas tradiciones, costumbres y prácticas
que por siglos han pretendido mantener a las mujeres, las niñas y los
niños, sometidos al poder de otro u otros, porque sí. Pero también y,
fundamentalmente, en términos de concepciones, de mentalidades y
de prácticas congruentes con el reconocimiento de la condición de
sujeto político, libre, autónomo, de cada una de las mujeres.
21 de junio de 2018
53 C DIZ, Antonieta (14 de junio de 2018). El vendaval MeToo tambi n sacude el basti n
religioso republicano de EE. UU. El País. Recuperado de
https://elpais.com/internacional/2018/06/14/estados_unidos/1529012764_300180.html
54 ARCE, Claudio (junio de 2018). Las imágenes que marcaron la marcha contra la educación
sexista en Chile. Meganoticias. Recuperado de
https://www.meganoticias.cl/nacional/224400-fotos-las-imagenes-que-marcaron-la-
marcha-contra-la-educacion-sexista-en-chile.html
51
Movilización feminista y poder global
Ya no es dif cil reconocer que el movimiento feminista a escala global
est cobrando unas dimensiones desconocidas hasta la fecha , como
bien puntualiza Laura Nuño55. Desde hace un par de años el planeta
ha visto crecer de forma multitudinaria las movilizaciones de las
mujeres alrededor de su catálogo de reivindicaciones, ahora bajo la
convocatoria a una huelga feminista. La idea que sustenta este
llamado es la cabal comprensión de que, si las mujeres paramos, se
para el mundo. Digamos que todavía no logramos el objetivo de
manera global, pero hacia allá se orienta esta estrategia56
Hace más de seis décadas ya era clara esa idea, pero las condiciones
de la época no daban para tanto y, las mujeres, por lo menos el grueso
de la masa de amas de casa, obreras, campesinas, estudiantes,
maestras, entre otras, se encontraban mucho más sometidas por sus
condiciones materiales, intelectuales y organizativas. También eran
menos, numéricamente hablando y, en general, fácilmente aplastables
por las autoridades y el poder patriarcal, como lo recuerdan
documentos históricos desde 1857 con la huelga de mujeres en Nueva
York y las que se llevaron a cabo desde entonces57.
55 NUÑO, Laura (2 de marzo de 2018). Tiempo de feminismo En: Infolibre. Recuperado de:
https://www.infolibre.es/noticias/los_diablos_azules/2018/03/02/tiempo_feminismo_78
452_1821.html
56 1975 en Islandia, a partir de la declaración por la ONU el Año Internacional de la Mujer. Las
mujeres en sus debates bajo la convicci n de que el papel que desempe aba la mujer en la
sociedad islandesa no estaba lo suficientemente valorado , propusieron declararse
en huelga , es decir, dejar de lado sus obligaciones como esposas, madres, amas de casas y
trabajadoras, para así ver el impacto que ese día denominado como Women s Da
Off tendr a en la sociedad econom a del pa s .
57 NUÑO, Laura, Op. Cit.
52
La gran diferencia entre aquellas, también grandiosas movilizaciones,
es que hoy no nos pueden aplastar fácil e impunemente. Hoy somos
muchísimas más, con una enorme masa crítica, organizativa, global, y
disponemos de recursos tecnológicos, de comunicación y de
divulgación; sin embargo, en Colombia, hasta hace muy poco tiempo,
nuestras movilizaciones eran casi ignoradas por los medios de
comunicación.
Por el lado de las reivindicaciones, el catálogo es más o menos el
mismo, actualizado, insistiendo en que lo logrado a nivel de
legislación se aplique, se cumpla. Así, no es nueva la demanda por el
derecho a decidir sobre el propio cuerpo, a interrumpir
voluntariamente un embarazo no deseado en los casos que ha
reconocido la ley, al menos en algunos países. Y nos seguimos
preguntando por qué no les preocupa igual el matrimonio infantil y el
embarazo de niñas desde los 9 años. ¡POR TODAS LAS DIOSAS!
Tampoco es nueva la reivindicación frente a unos derechos básicos de
igualdad frente a los hombres: laborales, salariales, a la educación y la
salud, del derecho a la tierra, al capital y a participar en las decisiones
políticas en el territorio y la nación. Nada que ver con la peregrina y
errónea idea de que queremos ser iguales a los hombres. Tendrían que
entender bien el problema para poder captar cabalmente el sentido de
la igualdad de derechos y la equidad e igualdad de oportunidades.
Habría que entender, así mismo, que cuando los competidores
(hombres y mujeres), no salen del mismo punto de partida, o que, si
lo hacen, el carril por el que vamos las mujeres está lleno de obstáculos
y trampas, no sólo no hay igualdad, ni siquiera equidad, sino que
53
tampoco hay justicia. Esta idea es piedra angular en nuestra
argumentación y demandas. No la pierdas de vista58.
Es en este sentido que se erigen las demandas más recientes, al menos
en nuestro contexto: la lucha por la visibilidad política, por acceder en
igualdad de condiciones a cargos públicos de designación, de elección
o de representación. La participación política, sin ser precisamente
nueva, empieza a tener en tiempos recientes connotaciones
propiamente feministas y en este sentido se orientan las leyes de
cuotas sin que ello sea, a mi juicio, lo más importante de la
participación de las mujeres en política electoral.
Es, sí, muy importante, la transformación en los imaginarios
dominantes de espacios hechos por hombres, para los hombres. Traigo
aquí y parafraseo una idea de Chantal Mouffe59al respecto. Lo
interesante es que ha llegado el día en que ya empezamos a sentir
extraño estos y otros espacios poblados exclusivamente por hombres.
Es decir, a extrañar la presencia femenina y feminista en todo lugar,
sobre todo en aquellos lugares de poder.
Pero, entre los ríos de mujeres y hombres solidarios en las calles de
Madrid, Barcelona, Montevideo, Buenos Aires, Ciudad de México, Sao
Paulo60 entre otros, sobresalían otras demandas, también de cierta
novedad. Una voz fuerte y clara, promovida por académicas y
familiares de mujeres mexicanas asesinadas, que hoy circula
58 BARBA, Monserrat (1 de noviembre de 2019). Diferencia entre igualdad, paridad y equidad.
En: About español. Recuperado de https://www.aboutespanol.com/diferencia-entre-
igualdad-paridad-y-equidad-1271571
59 MOUFFE, Chantal (1999). El retorno de lo político (Trad. Marco Aurelio Galmarini) Buenos
Aires: Edit. Paidós.
60 El Plural Internacional (9 de marzo de 2018). Las marchas feministas en el mundo. En: El
Plural Recuperado de https://www.elplural.com/politica/internacional/las-marchas-
feministas-en-el-mundo_121197102
54
por distintos países, sobre todo iberoamericanos. Una voz colectiva
con la cual se ha ganado la batalla por el derecho a nombrar e
incluir como delito en el código penal de los respectivos países,
el feminicidio. ¡Nos están matando!, ¡ni una menos!, ¡ni una más! Esto es
lo que el poder hace con los cuerpos y la vida de las mujeres.
Pareciera un tanto paradójico, pero celebramos, en muy buena
medida, el éxito de la movilización, la capacidad de organización casi
global que hoy tenemos, pero lo que allí se reclama, se demanda, se
denuncia, es absolutamente doloroso. Sí, porque cuando a una mujer
la matan por el (nada) simple hecho de ser mujer, en su historia
personal hallaremos casi siempre una o varias cadenas de maltrato a
lo largo de su vida, tal vez desde antes de nacer, porque a su madre le
pasó lo mismo y a su abuela también.
Adicionalmente, hoy, al tiempo que las mujeres ganan poder,
autonomía, reconocimiento y ejercen sus derechos, los hombres se
sienten agredidos , desobedecidos, lastimados en su hombr a ,
porque «una pinche vieja no me puede abandonar. Es mía o de
nadie». Es decir, hay una cierta ecuación perversa, entre más
autonomía, más feminicidios. Estos hombres, los feminicidas, no
aceptan la trasgresión del orden patriarcal. Y se sienten autorizados
para castigar de forma ejemplari ante .
También tenemos los mismos problemas de siempre. Si bien el mundo
ha cambiado y mejorado, en alguna medida, para significativas capas
medias de la población, sobre todo urbana, en los campos y los
sectores empobrecidos de las ciudades, se intensifican situaciones de
pobre a violencia, con ellas las alternativas que utili an los
cuerpos de las mujeres para infinidad de oficios, negocios, tráficos,
esclavitudes, explotaciones, aun siendo niñas.
55
También los niños son sometidos a estos y a otros reclutamientos.
Alguna vez creímos con el deseo que muchos de los logros y cambios
alcanzados en las décadas de finales de los noventa, al menos en
Colombia, iban a perdurar. Y lo que tuvimos fue un tremendo
retroceso que tiene estrecha relación con la violencia que convive con
nosotros desde tiempos inmemoriales, exacerbada dramáticamente
con el tráfico de drogas, de armas y el conflicto armado.
Mientras adherimos a campañas -justas y necesarias- como #metoo, tal
vez quedan en un segundo y hasta tercer plano, estos, nuestros
problemas de siempre. Pero hay que hacerlo sin desconectarnos de
estos. Estamos viviendo una coyuntura muy particular. Algunas
analistas creen que el feminismo está de moda, pero que hay que estar
alerta porque el patriarcado bien sabe camuflarse y no lo dudo. Pero,
que es una coyuntura particularmente interesante lo es y hay que
saber jugar bien.
Personalmente creo que no es estratégico menospreciar la audiencia
que las estrellas de Holl wood le han proporcionado al problema
universal del acoso sexual. Es, que sepamos, la primera vez que las
mujeres denuncian, masivamente y a personajes de inmenso poder,
por abuso sexual. No es el lugar para esta historia, pero hay que tener
muy claro que se necesita tener poder también, mucho, y bajo nivel de
vulnerabilidad para hacer esta y otras denuncias similares. No
podrían hacerlo impetuosamente otros grupos y sectores de mujeres,
desprotegidas ante la reacción de los implicados. Aquellas, las
estrellas de Holl wood, tienen poder e influencia eso es clave. No
importa si son blancas o negras. El poder es la clave del asunto.
Para terminar, una idea fuerza que puede ser fácil en el enunciado,
pero estructuralmente compleja en su contenido, y que apuntala las
divagaciones aquí resumidas. El núcleo duro de las reivindicaciones
56
feministas lo constituye una lucha ya histórica contra un sistema de
dominación patriarcal, el cual funciona a todo nivel, tiempo y lugar,
de las relaciones humanas y que, mediante mecanismos
institucionales de la sociedad y la cultura en que vivimos, se sostiene,
se reproduce, se actualiza, se camufla.
Fácil, sí, resulta su naturali aci n (creer que las cosas son as ) la
resignación que produce. Sin embargo, del conocimiento de su lógica
perversa, resulta también la desconfianza en la interpretación
predominantemente emotiva de la magnitud de las
movilizaciones. Buenísimo, sí, pero no sobra la cautela, pues lo que
en principio es una buena noticia, puede implicar también una
colonización y usurpación del objetivo histórico del feminismo para
volverlo inocuo o desvirtuarlo hasta convertirlo en otra cosa , advierte
Laura Nuño. ¿Paranoia? No, conocimiento informado y racionalidad
estratégica feminista.
13 de marzo de 2018
57
¿Por qué decimos que el machismo mata?
Es muy posible que alguna vez cualquiera de ustedes se haya
tropezado en las redes o en la prensa, o en las fotos y videos de las
marchas de las mujeres, una consigna muy trajinada en tiempos
recientes, una que dice: EL MACHISMO MATA , que denuncia, a
partir de las vergonzosas cifras de feminicidios, violaciones, torturas,
los crímenes de odio cometidos contra mujeres y niñas en el mundo.
No obstante, pareciera que algunos caballeros de fina pluma, no se
enteraron. Y esto sí no me sorprende, los señores no le gastan tiempo
a lo que escribimos las mujeres y menos si somos feministas. Solo así
se entiende que un muy reconocido escritor colombiano, en una de sus
columnas, sostenga: el machismo es una forma de ser . Entonces,
pregunto de inmediato: ¿cómo es eso de que el machismo mata que
sostenemos las feministas? Me cuesta trabajo generalizar, pero es
como si con el sólo uso de ciertas palabras la gente asumiera que
conoce su sentido y contenido. Y esto nos pasa con frecuencia con
muchas palabras que se ponen de moda y la gente sencillamente repite
como loro (¿o lora?).
Sin embargo, hay casos y cosas que deben ser debidamente
nombradas, así como correctamente usadas o aplicadas en los
contextos de enunciación correspondientes, so pena de meter las
cuatro sin remedio. No es mucho lo que se pueda agregar a las
nutridas columnas de opinión que han escrito varias sabias mujeres.
Pero quiero reforzar el nudo del concepto machismo.
Sucede que, en ocasiones, las propias activistas feministas (y algunos
que se apropian de partes de sus causas), tienen algo de
58
responsabilidad en el mal uso y, peor aún, precaria comprensión de
palabras o conceptos que, tomados así, sueltos, parecen de fácil
manejo a n m s grave, se vuelven cartilla de ense an a , valga la
analogía, como cuando uno confunde un glosario con un marco
teórico. Eso pasa con el famoso debate acerca del uso incluyente o
excluyente de la mitad del género humano mediante el lenguaje, en el
caso del castellano.
Pero, el asunto de hoy no es ese sino el del machismo entendido como
forma de ser en coe istencia pac fica con el feminismo, otra manera
de ser . Cito te tual para no incurrir en distorsiones. Dice Antonio
Caballero en su columna Acoso 2:
Con esto no quiero decir que el machismo sea un progreso con
respecto al feminismo, ni que el uno o el otro sea bueno y el otro malo,
o viceversa, sino que existen los dos: el machismo es, como el
feminismo, una manera de ser. Hay mujeres machistas, como hay
hombres feministas. Y creo que el feminismo y el machismo no están
condenados a enfrentarse, sino que pueden pacíficamente coexistir.61
No me gusta cuando se burlan o ridiculizan nuestros argumentos, por
eso no le hago lo mismo a nadie. Pero es que esta vez no pude menos
que recordar el episodio de la reina de belleza aquella Don
Caballero, cómo es la cosa... Mujer con mujer, hombre con hombre y a
la visconversa, dijo El Chavo del 8. En el fondo, como en el caso de la
reina de la historia, creo que le entiendo lo que quiere decir, pero no
es políticamente correcto dejar en el ambiente una confusión de tales
proporciones más aún cuando provine de una persona de notable
influencia en la opinión pública nacional y quizás internacional.
61 CABALLERO, Antonio. (23 de septiembre de 2017). Acoso (2) En: Semana. Recuperado de
https://www.semana.com/opinion/articulo/antonio-caballero-opinion-sobre-el-
acoso/551441/
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres
2021 08-19 El siglo de las mujeres

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (16)

Segato r la guerra contra las mujeres
Segato r la guerra contra las mujeresSegato r la guerra contra las mujeres
Segato r la guerra contra las mujeres
 
Hijas de la rebeldía y sus huellas
Hijas de la rebeldía y sus huellasHijas de la rebeldía y sus huellas
Hijas de la rebeldía y sus huellas
 
revista Movimiento N.5
revista Movimiento N.5 revista Movimiento N.5
revista Movimiento N.5
 
Hacia una Pedagogia feminista
Hacia una Pedagogia feministaHacia una Pedagogia feminista
Hacia una Pedagogia feminista
 
Cuaderno de Cátedra - Seminario de Comunicación y Género
Cuaderno de Cátedra - Seminario de Comunicación y GéneroCuaderno de Cátedra - Seminario de Comunicación y Género
Cuaderno de Cátedra - Seminario de Comunicación y Género
 
De barbieri-certezas-y-malos-entendidos[1]
De barbieri-certezas-y-malos-entendidos[1]De barbieri-certezas-y-malos-entendidos[1]
De barbieri-certezas-y-malos-entendidos[1]
 
Certezas y malos entendidos sobre la categoria de genero
Certezas y malos entendidos sobre la categoria de generoCertezas y malos entendidos sobre la categoria de genero
Certezas y malos entendidos sobre la categoria de genero
 
Razones para-ser-anticapitalistas
Razones para-ser-anticapitalistasRazones para-ser-anticapitalistas
Razones para-ser-anticapitalistas
 
El gesto discordante
El gesto discordanteEl gesto discordante
El gesto discordante
 
Abordajes
AbordajesAbordajes
Abordajes
 
Contexto teorico igualdad
Contexto teorico igualdadContexto teorico igualdad
Contexto teorico igualdad
 
9416516 frei-betto-carta-abierta-a-ernesto-che-guevara
9416516 frei-betto-carta-abierta-a-ernesto-che-guevara9416516 frei-betto-carta-abierta-a-ernesto-che-guevara
9416516 frei-betto-carta-abierta-a-ernesto-che-guevara
 
Latonodominguezcuatro
LatonodominguezcuatroLatonodominguezcuatro
Latonodominguezcuatro
 
Pedagogias criticas
Pedagogias criticasPedagogias criticas
Pedagogias criticas
 
3. La frontera indómita.pdf
3. La frontera indómita.pdf3. La frontera indómita.pdf
3. La frontera indómita.pdf
 
1242 3199-1-sm
1242 3199-1-sm1242 3199-1-sm
1242 3199-1-sm
 

Similar a 2021 08-19 El siglo de las mujeres

Pisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidad
Pisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidadPisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidad
Pisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidadMaria Luisa Mazzola
 
El genero como_categoria_de_analisis_critico
El genero como_categoria_de_analisis_criticoEl genero como_categoria_de_analisis_critico
El genero como_categoria_de_analisis_criticoGringa111
 
Anzaldua Hooks Otras Inapropiables
Anzaldua Hooks Otras InapropiablesAnzaldua Hooks Otras Inapropiables
Anzaldua Hooks Otras InapropiablesOVSGAgs
 
Hacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimac
Hacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimacHacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimac
Hacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimacBrenda Oliva Lara
 
Quintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docx
Quintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docxQuintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docx
Quintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docxLorenaQuintal1
 
Taller literatura feminista grado undecimo 2013
Taller literatura feminista grado undecimo 2013Taller literatura feminista grado undecimo 2013
Taller literatura feminista grado undecimo 2013Andres Possu Frv
 
Hacia una pedagogía feminista
Hacia una pedagogía feministaHacia una pedagogía feminista
Hacia una pedagogía feministaN SinApellido
 
Melgarejo mariadelpilar
Melgarejo mariadelpilarMelgarejo mariadelpilar
Melgarejo mariadelpilarJohan Rusinque
 
CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...
CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...
CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...Casa de la Mujer
 
Masculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democrática
Masculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democráticaMasculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democrática
Masculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democráticaSistemadeEstudiosMed
 
Fracaso del lulismo y emergencias de alternativas
Fracaso del lulismo y emergencias de alternativasFracaso del lulismo y emergencias de alternativas
Fracaso del lulismo y emergencias de alternativasRobinson Salazar Pèrez
 
Dossiê nouvelle questiones feministes 2005
Dossiê nouvelle questiones feministes 2005Dossiê nouvelle questiones feministes 2005
Dossiê nouvelle questiones feministes 2005Marcia Macedo
 

Similar a 2021 08-19 El siglo de las mujeres (20)

Pisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidad
Pisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidadPisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidad
Pisano margarita el-triunfo_de_la_masculinidad
 
El genero como_categoria_de_analisis_critico
El genero como_categoria_de_analisis_criticoEl genero como_categoria_de_analisis_critico
El genero como_categoria_de_analisis_critico
 
Urania Ungo
Urania UngoUrania Ungo
Urania Ungo
 
Urania Ungo
Urania UngoUrania Ungo
Urania Ungo
 
Hacia una-pedagogia-feminista
Hacia una-pedagogia-feministaHacia una-pedagogia-feminista
Hacia una-pedagogia-feminista
 
Anzaldua Hooks Otras Inapropiables
Anzaldua Hooks Otras InapropiablesAnzaldua Hooks Otras Inapropiables
Anzaldua Hooks Otras Inapropiables
 
Hacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimac
Hacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimacHacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimac
Hacia la construccion_de_un_periodismo_no_sexista_cimac
 
Quintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docx
Quintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docxQuintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docx
Quintal Lorena Trabajo final de Educación popular.docx
 
Ser feministas
Ser feministasSer feministas
Ser feministas
 
Taller literatura feminista grado undecimo 2013
Taller literatura feminista grado undecimo 2013Taller literatura feminista grado undecimo 2013
Taller literatura feminista grado undecimo 2013
 
Hacia una pedagogía feminista
Hacia una pedagogía feministaHacia una pedagogía feminista
Hacia una pedagogía feminista
 
Melgarejo mariadelpilar
Melgarejo mariadelpilarMelgarejo mariadelpilar
Melgarejo mariadelpilar
 
Genero sinonimo mujer
Genero sinonimo mujerGenero sinonimo mujer
Genero sinonimo mujer
 
CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...
CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...
CLACSO Retos y avances de los feminismos en América Latina y el Caribe Olga A...
 
Masculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democrática
Masculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democráticaMasculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democrática
Masculino/femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democrática
 
Tabula rasa
Tabula rasaTabula rasa
Tabula rasa
 
Fracaso del lulismo y emergencias de alternativas
Fracaso del lulismo y emergencias de alternativasFracaso del lulismo y emergencias de alternativas
Fracaso del lulismo y emergencias de alternativas
 
EL FEMINISMO
EL FEMINISMOEL FEMINISMO
EL FEMINISMO
 
Basaglia franca-mujer-locura-y-sociedad
Basaglia franca-mujer-locura-y-sociedadBasaglia franca-mujer-locura-y-sociedad
Basaglia franca-mujer-locura-y-sociedad
 
Dossiê nouvelle questiones feministes 2005
Dossiê nouvelle questiones feministes 2005Dossiê nouvelle questiones feministes 2005
Dossiê nouvelle questiones feministes 2005
 

Último

LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxdanalikcruz2000
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docxAgustinaNuez21
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...fcastellanos3
 
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfEstrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfAlfredoRamirez953210
 
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Baker Publishing Company
 
Uses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsUses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsConsueloSantana3
 
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyzel CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyzprofefilete
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdfOswaldoGonzalezCruz
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFAROJosé Luis Palma
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas123yudy
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024IES Vicent Andres Estelles
 
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdfEstrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdfromanmillans
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para eventoDiegoMtsS
 
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOTUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOweislaco
 

Último (20)

LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
 
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfEstrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
 
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia GeneralRepaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
 
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
 
Uses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsUses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressions
 
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyzel CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
 
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL _
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL                  _VISITA À PROTEÇÃO CIVIL                  _
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL _
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
 
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS .
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS         .DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS         .
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS .
 
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdfEstrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
 
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversaryEarth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
 
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDIUnidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
 
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOTUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
 

2021 08-19 El siglo de las mujeres

  • 1. 0 RRefle EL SIGLO DE LAS MUJERES Reflexiones en clave feminista DORIS LAMUS CANAVATE Piedecuesta, Santander, Colombia, 2021
  • 2. 1 © Doris Lamus Canavate El siglo de las mujeres: reflexiones en clave feminista Piedecuesta (Santander-Colombia) 2021 Se prohíbe la reproducción parcial o total sin previa autorización de la autora. Revisión de estilo, contenido y edición: Luz Iriane Lamus Canavate Adolfo Albán Achinte Oscar Acevedo Portada: Fotografías marcha Día Internacional de la Mujer Jusstine Flye Vergel Marzo 8 de 2021 Doris Lamus Canavate El siglo de las mujeres: reflexiones en clave feminista Piedecuesta (Santander-Colombia) 2021-08-19 89 pp. 18 x 22 cm. ISBN: 978-958-49-3477-2
  • 3. 2 Contenido Pol ticas para el control de cuerpos d ciles .........................................9 Trayectorias feministas: Transformaciones globales y locales ...........15 La política sexual del feminicidio ...........................................................23 Eva, Satanás y el Celibato.........................................................................39 El siglo de las mujeres...............................................................................47 Movilización feminista y poder global...................................................51 ¿Por qué decimos que el machismo mata? ............................................57 Violencias y crímenes de odio contra las mujeres ................................61 Las mujeres y el género en los acuerdos de La Habana ......................68 Está en juego la vida: Indígenas y campesinas de Bolivia...................74 Historias de mujeres: Envejecer en tiempos de pandemia..................80 No existe lugar seguro para las mujeres ¡Ni en la casa, ni en la U, ni en la protesta! ..................................................................................................85
  • 4. 3 Prólogo No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar Angela Davis El t tulo de esta obra resulta mu sugerente El siglo de las mujeres y nos da cierta pista sobre cuál es su contenido. Nunca antes en la historia de la humanidad la presencia de las mujeres en todos los espacios del accionar humano había sido tan notoria. Y no me refiero a un tema cuantitativo. No se trata de un criterio numérico (sin dudas también lo es), sino principalmente de la representación de los intereses de las mujeres, de su notoriedad, de la necesidad de que en cualquier problemática social que se tenga que enfrentar, deban ser tomadas en cuenta las miradas femeninas, sus necesidades y sus experiencias. Y es precisamente en este tema donde resulta innegable la experticia, la sapiencia y el compromiso de Doris Lamus Canavate con la causa de las mujeres. Así, en plural, sin verdades absolutas, incorpóreas, universales, ni abstractas. Si algo caracteriza las páginas que siguen, es que su autora parte de un conocimiento situado, contextualizado, en el cual se permite escuchar a las mujeres en sus diferencias, pero también en aquellas luchas que las unen. Entre los aspectos positivos que tiene este libro que son muchos , quiero destacar la gran contribución que hace para que las mujeres sean visualizadas como parte y protagonistas de la historia. Ante siglos de ostracismo, de negarle la condición de sujetas políticas y de
  • 5. 4 su borrado de la historia, la autora nos relata las luchas que las mujeres han realizado para que se les reconozca su condición de personas y la titularidad de derechos como ciudadanas. Además, reconoce la necesidad de contar estas historias una, dos y las veces que haga falta, a las nuevas generaciones para que comprendan que los derechos que pueden ejercer el día de hoy, las libertades de las que gozan son producto de un esfuerzo colectivo de quienes estuvieron antes; porque como nos dice la autora, las nuevas generaciones son muy proclives a creer que el mundo empezó con ellos y ellas y que estaba así tal cual antes de que llegaran a este planeta . Las trayectorias feministas las delinea con la habilidad de quien sabe de lo que habla porque nuestra autora es estudiosa de los movimientos sociales de mujeres y feministas y realiza un recorrido hasta llegar a nuestros días. Como buena feminista que tiene varias décadas impartiendo docencia e investigando en temas vinculados con las mujeres, la autora está muy clara que esa separación entre la investigadora y su población de interés no es como nos la presenta la ciencia tradicional, esa que pretende que el acercamiento al objeto de estudio sea aséptico y sin reconocer la carga de subjetividad de la cual los seres humanos no podemos desprendernos. Y, aunque los artículos de este libro son de opinión, en ellos queda reflejada esa perspectiva de la investigadora que no habla por las mujeres, sino que permite que sus voces, silenciadas por siglos, sean escuchadas. Al mismo tiempo que cuestiona ese poder patriarcal que pretende mantener las cosas iguales y aboga por un poder
  • 6. 5 contrahegemónico, que reconoce nuestras diversidades y luchas decoloniales por una nueva forma de aprehender la realidad. Eso también explica por qué en su discurso podemos recrearnos con sus explicaciones teóricas basadas en autoras tales como Marcela Lagarde, Silvia Federici, Amelia Valcárcel, Diana Russel, entre tantas otras, para adecuarlas a la realidad que aborda en un momento dado. Usa sus ideas para exponer algún problema como el feminicidio, la presencia de las mujeres en las negociaciones de los acuerdos de paz de La Habana, la situación de las indígenas y campesinas en Bolivia o la limitación de la capacidad de agenciamiento de las personas mayores en tiempos de pandemia y a partir de allí, construir conocimiento situado, contextualizado. Su compromiso con el activismo feminista también se evidencia en estas páginas cuando hace referencia a la Fundación Mujer y Futuro, organización no gubernamental que integra desde sus inicios hace más de 30 años, con sede en Bucaramanga, Santander y en donde con otras compañeras, trabaja, como ella misma lo dice, en la an fo maci n de la ida de la m je e . En una época como la actual donde el conocimiento se quiere circunscribir a los 140 caracteres de Twitter, a la foto retocada de Instragram o a la vida feliz de Facebook, este libro nos mueve la silla, nos reta a pensar y a pensarnos, bajo una mirada crítica, feminista y propositiva sobre los problemas sociales que aquejan a las mujeres, tomando en cuenta sus diferencias. Es una obra que las feministas jóvenes no deberían dejar de leer. Reconozco que algunas partes del libro me emocionaron profundamente, hasta el punto de que solo quería tomar mi pañuelo verde, mi camisa violeta y con mis compañeras de luchas protestar,
  • 7. 6 marchar, manifestarme por las injusticias, por las desigualdades, por ese poder patriarcal que nos quiere mantener subordinadas. Eso lo provoca el texto y la forma comprometida de presentar la realidad que Doris Lamus Canavate desnuda sin cortapisas en las siguientes páginas. Dhayana Carolina Fernández-Matos Máster en Derechos Humanos Doctoranda en Ciencias Políticas U. Pablo de Olavide, España Docente e Investigadora U. Simón Bolívar Barranquilla, Colombia, 26 de junio de 2021
  • 8. 7 Presentación He querido compilar en un mismo texto varios artículos de escritura reciente, los cuales tienen un hilo conductor con distintas entradas, en ciertas coyunturas y que, además, tienen la fortaleza de trabajar en la conceptualización de asuntos clave en los debates contemporáneos, no sólo entre feministas, sino también frente a las aspiraciones de transformación de la sociedad. Así las cosas, el interés es básicamente su divulgación. Coadyuvar, mediante un texto que sirve de dispositivo conceptual, en el análisis y la discusión de problemas de coyuntura que afectan nuestras vidas, no solo local o nacionalmente, también en el planeta y a éste como hábitat global. Esta compilación contiene 11 artículos producidos entre 2016 y 2020, la ma or a de ellos para La Silla Vac a (sitio web de noticias colombiano); uno, que fue publicado por la Fundación Mujer y Futuro, organización feminista con sede en Bucaramanga, en el contexto de un evento latinoamericano sobre el feminicidio; y, el último, escrito en los inicios de la pandemia y publicado en la Revista En Otras Palabras (2020), de la Universidad Nacional de Colombia, Grupo Mujer y Sociedad. El orden en que se presentan no es cronológico; intento, más bien, dar ingreso a los temas más densos, en el sentido de problemas, debates, categorías y conceptos que sirven de marco para la comprensión de los asuntos que aquí se abordan. Los dos últimos, sin que estén desvinculados del hilo conductor teórico y político feminista, y, más
  • 9. 8 bien, por tener un sentido propio y trascendente, como la vida y el envejecer en pandemia, se ubican al cierre de la compilación. Sin embargo, como artículos, tienen autonomía y cada uno puede ser leído en cualquier orden, según el interés de quien lee. Espero que cumpla su cometido y que pueda ser un buen punto de partida para seguir pensando, debatiendo, construyendo y fortaleciendo, los procesos que aquí se registran con cierta esperanza y que dan el título a la compilación. Tal vez piensen que me faltó decir deconstru endo ; sí, tienen razón, lo incluyo pues, siguiendo con el criterio que anima este texto, entendiendo la deconstrucción, ante todo, como un gesto transformador y creativo, no destructivo. Mis más sinceros reconocimientos por su apoyo permanente y generoso a quienes han dispuesto su tiempo, su inteligencia, sus saberes expertos y, ante todo, sus afectos. Infinitas gracias. A Oscar Acevedo, siempre firme a lo largo de los años de mi producción escrita. A Dhayana Carolina Fernández-Matos por reintegrarme a los procesos académicos en Barranquilla y confiarme su amistad. A Adolfo Albán Achinte, colega y compañero de siempre, conminado a la tensión de opinar y aprender conmigo sobre estos asuntos. A Luz Iriane Lamus Canavate, mi hermana menor, por su cuidadosa revisión del uso gramatical de la palabra. Y a Jusstine Flye Vergel, a quien debo las hermosas fotografías de la composición de la portada de este libro, por las cuales la descubrí y conocí en Facebook, gracias. Piedecuesta, Santander, Colombia Abril 29 de 2021
  • 10. 9 Políticas para el control de cuerpos “dóciles” Retomo aquí una tesis que he trabajado en otro texto1 y, en desarrollo de esa misma idea, sostengo que existe una política del terror en la historia de la humanidad que toma como objeto predilecto de destrucción, aunque no exclusivo, el cuerpo de las mujeres. Esa política se ha forjado a través de los siglos (XVI) y continúa en la actualidad. Tal vez han cambiado algunas de las tecnologías masivas, institucionalmente utilizadas en tiempos de inquisidores y colonizadores, que hoy tienen un alto contenido simbólico, pero las políticas del terror contra los cuerpos de las mujeres se siguen ejerciendo con una apariencia engañosa, particularmente en contextos de guerra y conflictos políticos, hoy día con iniciativas no solo de los Estados, sino de grupos fundamentalistas religiosos y laicos, interviniendo de diversas maneras en el control de cuerpos, deseos y conciencias. Varias autoras han coadyuvado en la elaboración de estas ideas, principalmente Federici, en la obra Calibán y la Bruja2, algunas de cuyas tesis resumo en estas líneas como soporte teórico inicial. Mito 1. La creencia de que la acumulación capitalista produjo la liberación de trabajadores, hombres y mujeres, de la servidumbre de la tierra y que, en general, significar a el progreso para el futuro de la humanidad. La realidad es que el capitalismo ha propiciado las formas de esclavitud más brutales, inscribiendo en el cuerpo 1 LAMUS, Doris (2018) La política sexual del feminicidio. En: Diálogos de saberes sobre feminicidios y violencias hacia las mujeres en América Latina. Bucaramanga: Fundación Mujer y Futuro. 2 FEDERICI, Silvia (2012) Calibán y la Bruja. Mujeres, Cuerpo y Acumulación Originaria. (Trad. Verónica Hendel y Leopoldo Sebastián Touza) Madrid: Traficante de Sueños.
  • 11. 10 diferencias (no solo entre hombres y mujeres) que intensifican y ocultan la explotación y devastación humana y planetaria. Mito 2. La caza de brujas (aún hoy hay quienes creen que solo son -las brujas- producto de la fantasía creativa de Disney), no se produjo en el oscuro feudalismo . La realidad es que fue despu s de mediados del siglo XVI que empezó a intensificarse la persecución y la cantidad de mujeres quemadas por brujas (1580-1630). La Inquisición, las Cortes seculares y los Estados, tomaron sucesiva, y luego simultáneamente, la iniciativa y llevaron a la hoguera a miles de mujeres. Mito 3. La brujería fue un fenómeno medieval, oscurantista. En realidad, el medioevo no satanizó ni persiguió la brujería, era parte de sus prácticas regulares, de su cosmovisión. En cambio, la modernidad sí. En un siglo de genios, en un momento de luces, de la revolución copernicana, de nacimiento de la ciencia moderna, del racionalismo, las brujas eran preocupación de élites. Jueces, abogados, filósofos, teólogos, escribieron tratados de demonología, decidieron que la brujería era el crimen más vil y que debía ser castigado. Todo lo anterior, con el propósito de reafirmar esta argumentación: tanto la caza de brujas, real o simbólica, como otras formas de violencia, persecución y estigmatización de las mujeres y sus prácticas en tiempos recientes3, forman parte de una versión actualizada de aquella estrategia construida y sostenida por sectores con poder, estatales, paraestatales, privados, políticos, religiosos fundamentalistas, locales, nacionales y transnacionales. Tales poderes, 3 Ver el art culo Temor en Tan ania ante la ca a de brujas de la comunidad LGTB (11 de junio de 2018) La Vanguardia. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/internacional/20181106/452779401195/caza-de-brujas-tanzania-lgtb-persecucion- homosexualidad.html#:~:text=La%20Alta%20Comisionada%20de%20las,puedan%20ser%20percibidas%20como%20L GTB%E2%80%9D
  • 12. 11 como en tiempo de cacería de brujas, pretenden reprimir, controlar, bloquear, los avances de las mujeres en términos de derechos y de autonomía de sus cuerpos, creando recursos disciplinarios, discursivos y prácticos que hacen ver sus acciones y demandas como anómalas, contrarias a la le de Dios de los Hombres . Tal patologi aci n de las mujeres como otras , contrarias a la naturale a y peligrosas, legitima su destrucción (física o simbólica) como sujeto político y justifica atroces actos de violencia contra ellas4. El componente religioso fundamentalista de esta estrategia está articulado a las modalidades de la producción capitalista neoliberal y contribuye en gran medida a la disociación de todo esfuerzo organizativo, social y comunitario, así como a crear confusión y desconfianza de la gente entre sí, con la utilización de discursos atemorizantes sobre el pecado, alienando a diversos sectores de la sociedad con el concurso de políticos y medios de comunicación tradicionales y redes en internet. Con una mezcla de preceptos religiosos sobre el cuerpo, la sexualidad, la reproducción, el placer y la familia, principalmente, se produce un efecto biopolítico de control que autoriza ciertas formas de ser hombre o mujer, de tener relaciones sexuales, con quién sí y con quién no, demonizando toda práctica que rompa el molde heterosexual. Es la expresión en tiempos recientes, junto con el feminicidio, el acoso sexual, la violación individual o grupal, el maltrato, las desapariciones, de la violencia como política sexual5, el engendro del sistema patriarcal contra las mujeres. El ataque cada vez más violento está dirigido hacia el núcleo duro del conjunto de los derechos 4 SERRANO Jos . (2019). Ideolog a de g nero , populismo autoritario pol ticas se uales. Revista Nómadas. (50) pp.155-173. 5 MILLET, Kate (1995). Política sexual. (Trad. Ana María Bravo) (Edición original 1970). Valencia: Ediciones catedra.
  • 13. 12 luchados y conquistados por las mujeres para la sociedad, en décadas recientes, los derechos sexuales y reproductivos, los cuales se convierten por obvias razones, en el centro también de mayor control. Pero, resulta que, estos fundamentalismos religiosos no son la causa principal, son un instrumento de un proyecto político del despojo, de la privatización, del control siempre más expandido, de las corporaciones, del bisnes, sobre la naturaleza, los bosques; medidas para detener la lucha, para dividir la gente, para que se maten unos con otros, se acusen unos con otros Es parte de una agenda internacional6. En consecuencia, planteo el problema de la nueva ca a de brujas como la operación a la vez totalizadora y diferenciadora, de un sistema económico que le apuesta a la acumulación sin límites, aun a costa de su propia reproducción social; con un régimen de control biopolítico de la vida y de la muerte7, sustentado en la superexplotación de la población (y de la naturaleza) como condición de existencia del propio sistema. Y subrayo, población ésta que es, simultáneamente, condición de su reproducción y objeto de destrucción: Familias mal alimentadas, mal cuidadas, sin techo, sin educación o preparación para el trabajo productivo; trabajo no remunerado, sobre todo de mujeres y niñas; migraciones por guerras y pobreza, crecimiento global del negocio de la trata, la prostitución, de los asesinatos masivos de niñas, mujeres y 6Entrevista a Silvia Federici publicada en: SCARDINO, Valeria & FERRUCCI, Verónica. (octubre 18 de 2018). Silvia Federici: El feminismo debe dar una respuesta contundente a esta nueva ca a de brujas que es parte del programa de las agencias internacionales . En: Avispa. Recuperado de: https://avispa.org/silvia-federici-el-feminismo-debe-dar-una-respuesta- contundente-a-esta-nueva-caza-de-brujas-que-es-parte-del-programa-de-las-agencias- internacionales/ 7 FOUCAULT, Michel (2002) Vigilar y Castigar. (Trad. Aurelio Garzón). Buenos Aires: Siglo XXI.
  • 14. 13 j venes, violaciones tambi n masivas Sencillamente, terror fico. De eso se trata la política del terror. Pero, estas políticas del terror en los cuerpos y la sexualidad de las mujeres (aunque no exclusivamente), se producen en un contexto global, de profunda crisis de la estructura política del sistema y de la democracia liberal. Ello significa una fractura en los mecanismos de representación política, lo cual se traduce en sentimientos de indignación, rechazo, distanciamiento de los más diversos sectores de la sociedad que se repliegan frente a las instituciones del Estado y a las clases dirigentes; una pérdida de sentido, de legitimidad y de pertinencia de la democracia liberal y su régimen de representación. Y no se trata solo del distanciamiento de las estructuras del Estado y la política institucional, sino también de su inoperancia, su paquidermia, su descomposición y corrupción, todo aquello que los habitantes de cada lugar, país o nación ya no encuentran en tales estructuras y llevan a gritar: ¡No nos representan! Estos cuerpos ya no son dóciles. Todo lo contrario, frente a las últimas campañas de terror, las herederas de las brujas que no lograron quemar en la hoguera están hoy fortalecidas, indignadas, organizadas y sin miedo, aunque la agitación que se vive desde hace un lustro sea una respuesta a un cúmulo de tragedias históricas, violencia de toda clase y violaciones de derechos humanos individuales y colectivos, intensificada por los conflictos en varios países de la región. En este caso, quizás no importe cómo denominamos esta irrupción organizada, planetaria, masiva de mujeres y feministas: nueva ola, cuarta ola, marea verde, tsunami feminista. Lo que importa es tomar conciencia de lo que está ocurriendo. Conciencia de cómo la movilización de mujeres y feministas del planeta -con múltiples aliados- han convertido sus protestas y sus demandas en un fenómeno
  • 15. 14 global y masivo, en el que mujeres de los cinco continentes, europeas, latinoamericanas, saudíes, turcas, palestinas, africanas, asiáticas, levantan la voz, llenan las calles y cruzan territorios y fronteras con cadenas humanas, demandando igualdad de derechos, no más violencia, ni discriminaciones. Un fenómeno también intergeneracional, en el que, si bien los primeros lugares de la movilización en calles y plazas los ocupan desafiantes y furiosas mujeres jóvenes y adolescentes, y son las abanderadas del ciberfeminismo, la experiencia y la producción de conocimientos y estrategias de muchas veteranas, complementa y conecta el trabajo del feminismo hoy, alerta frente a las amenazas y complicidades de las fuerzas del orden capitalista/fundamentalista/patriarcal/colonial. Y esta fortaleza va más allá de las propias reivindicaciones, se han convertido en las más desafiantes líderes de las movilizaciones masivas de resistencia frente a los malos gobernantes, a los despotismos de todo tipo, a las medidas económicas de choque, a la protección del agua, de la tierra y, en general, de la naturaleza. Ejemplar ha sido la avanzada femenina y a veces feminista de las indígenas en Quito, Ecuador y Bolivia. 28 de octubre de 2019
  • 16. 15 Trayectorias feministas: Transformaciones globales y locales El lugar de las mujeres como sujetos políticos en la historia Una proporción importante de la población actual madura cree que quienes hemos vivido en el último siglo y medio, pero sobre todo quienes tenemos el privilegio de estar aun contando el cuento, somos una generación muy afortunada, tanto por haber presenciado enormes transformaciones, revoluciones y desarrollos en distintos campos de la ciencia, la cultura y la tecnología, como por haber participado en ello. Insisto, participado, tal como lo hicieron desde los tempranos años del siglo XX las mujeres, conquistando su libertad y de este modo, haciendo más habitable este mundo. ¿Por qué es importante conocer la historia de la emergencia de las mujeres como sujetos políticos en el mundo contemporáneo? ¿Cuál es nuestra experiencia reciente en este sentido? Pueden existir innumerables razones, sin embargo, es pertinente enunciar algunas centrales. Cuando hablamos de una reciente emergencia del pensamiento, la historia y la existencia cotidiana de las mujeres, es porque su presencia, y su papel en la creación del mundo había estado oculta; había sido borrada, negada o, en el mejor de los casos, reducido a una vida contenida en la domesticidad, la subordinación y el
  • 17. 16 sometimiento, en lo que Marcela Lagarde8 ha nombrado Los cautiverios de las mujeres. Es necesario contar una y otra vez estas historias porque las nuevas generaciones son muy proclives a creer que el mundo empezó con ellos y ellas y que estaba así tal cual antes de que llegaran a este planeta. Pues sucede que no. El derecho al voto, el acceso a la lectura y la escritura (la mayoría de edad kantiana), la autonomía económica, la libertad de movimiento, no son sino las más notorias de las conquistas a las que han accedido de forma gradual y progresiva, pero no totalmente, las mujeres en el mundo. Ha sido posible a partir de la conciencia de esta negación identificada tempranamente por la mayoría de ellas, pero con enormes obstáculos para su superación. Una forma de narrar esta historia, que por fortuna hoy está escrita en casi todas las lenguas existentes, es seguir alguna de estas genealogías, la de las olas, por ejemplo, que para las europeas retoma el papel destacado de mujeres como Olimpia De Gouges (1748-1793) quien escribió, casi al tiempo con los revolucionarios franceses La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1791). Y Mary Wollstonecraft, (1759-1797) quien, para el caso de Inglaterra, publicó la obra titulada Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792). En adelante, aquella conciencia a la que me he referido se amplía y viaja de país en país dando forma a esa fundamental oleada sufragista. Nueva Zelanda, en 1893 y en adelante a lo largo del siglo XX, uno por uno, cada país otorgará el derecho al sufragio a las mujeres. Esta oleada tiene diversos matices políticos y culturales, pero no es este el lugar para extendernos en ellos. Lo relevante es que, así fuese 8 LAGARDE, Marcela (2003). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presa y locas. México: UNAM.
  • 18. 17 formalmente, las mujeres alcanzaron el estatus de sujeto político y con ello lo que es tal vez más importante, lograron los aprendizajes requeridos para emprender las nuevas conquistas de derechos, transformar las prácticas inequitativas y socavar la hegemonía masculina. Esos progresivos procesos de formación y organización de las mujeres en el mundo van a conformar dos campos de desarrollo del pensamiento y la práctica feminista y de mujeres en occidente: El de la construcción de teorías en disputa con el andamiaje institucional de la ciencia (y en negociaciones y ajustes estratégicos, también institucionales, en las universidades, por ejemplo). Y el de la movilización y la acción política, cuyo máximo escenario de expresión es la calle y la plaza: este es el de los movimientos de mujeres y feministas cuyo proceso de crecimiento y desarrollo, como el de las teorías con la formación y la investigación, no han parado y, en alguna medida, se fortalecen mutuamente. Así las cosas, desde el punto de vista epistemológico, la emergencia del pensamiento político feminista moderno en occidente inaugura una visión contrahegemónica del mundo, una visión contra la dominación patriarcal. Desde allí y desde entonces, el feminismo ha cuestionado al capitalismo, tanto en su dimensión material como cultural y simbólica. Ha cuestionado, así mismo, el carácter universal y abstracto del sujeto moderno-masculino. En consecuencia, ha introducido transformaciones profundas en los paradigmas tradicionales del conocimiento, en las propias prácticas sociales y culturales y en las asimetrías que de ellas se derivan. El feminismo ha desestabilizado de este modo los rígidos esquemas que separaban lo público y lo político de lo privado y lo íntimo que negaban, ocultaban y subvaloraban a la mitad femenina de la humanidad.
  • 19. 18 «Lo personal es político» Estas muy relevantes transformaciones corresponden a una nueva oleada de movilizaciones cada vez más visibles en Europa, Norteamérica y Latinoamérica, en el contexto de otras luchas contraculturales y contrahegemónicas en el Norte, y de dictaduras y luchas sociales en el Sur, desde mediados del siglo XX. En esta oleada emergen fuertes posiciones políticas, alrededor de las teorías y planteamientos filosóficos dominantes en la época que dan lugar a diversas miradas, no solo acerca del lugar de las mujeres en la sociedad, sino en general, el cuestionamiento al orden social patriarcal, capitalista, clasista, racista y colonial. En muy buena medida, las discusiones que hoy son centrales en los movimientos y organizaciones sociales de mujeres y feministas en América Latina fueron planteadas originalmente durante esta etapa y en estos contextos. Es, el feminismo radical, el protagonista de la segunda ola. Lo personal es político, resume los términos de este debate teórico y político. Con esta divisa identificamos a una brillante mujer, Kate Millet, cuya obra Política sexual publicada en 1970, formula una contundente crítica al falocentrismo dominante, lo cual sintetiza también la posición casi unánime de rechazo del sistema patriarcal y a una política del terror construida milenariamente contra las mujeres. Pero esta oleada contiene otras mareas críticas, como la que cuestiona al feminismo burgu s reformista del antiguo sufragismo. O la emergencia de corrientes que cuestionan otras formas de dominación y discriminación, ya no solo por ser mujeres. Se trata de los debates acerca de las interrelaciones de clase/raza/etnia/sexualidad frente al etnocentrismo occidental, es decir, la crítica de lesbianas, chicanas, negras e indias en la academia norteamericana. O del Black Feminism,
  • 20. 19 que contiene en su interior tanto a negras norteamericanas, como británicas, afrolatinoamericanas y caribeñas quienes, además de la discusión de raza y clase, van a incorporar la problemática del colonialismo, como elemento central del cuestionamiento al sistema de dominación moderno colonial, capitalista y patriarcal. Es en esa oleada radical de los 70 en la que empezaron a navegar las generaciones que en Colombia y, en general en Latinoamérica, tempranamente, fueron haciendo posible crear los espacios, formar los grupos, estudiar compartir, aprender con otras otros compañeros de lucha adoptar las perspectivas pro ectos que fueron dando forma y contenido a nuestras propias corrientes de pensamiento y activismo. Y, al igual que en el resto del planeta, crecieron las organizaciones, las redes, las escuelas de formación universitaria, las escuelas políticas de las organizaciones; las ONG feministas y de mujeres se multiplicaron y la producción escrita, de investigación y en otros ámbitos de la ciencia, las artes y la cultura, se hizo incontenible la irrupción de grupos de mujeres muchas de ellas auto-reconocidas como feministas y otras que han preferido identificarse como defensoras de los derechos de las mujeres, compartiendo espacios y proyectos con otras iniciativas y reivindicaciones. Contextos globales y locales Esta oleada feminista en Colombia (¿segunda?), recibe su fuerza y particularidades de muy diversos afluentes en los que encontramos a quienes vienen del sufragismo, a las que conservan una postura liberal que dependiendo de la coyuntura pueden hacer defensas más radicales y alianzas de centro izquierda; las hay por supuesto de izquierda, algunas radicales como las de la segunda ola en USA, con
  • 21. 20 todas aquellas banderas. En ese variopinto paisaje se destaca un conjunto de organizaciones latinoamericanas, alianzas transnacionales, entre otras, que, de muy reciente data, abogan por la defensa de derechos étnico-culturales y del territorio. Son las afrocolombianas de todas las esquinas del continente y las islas de San Andrés y Providencia. Así mismo, las indígenas, todavía menos visibles en Colombia, en comparación con países de la región como Bolivia y Ecuador. En la emergencia de estos movimientos y organizaciones hemos tomado parte desde la Fundación Mujer y Futuro, ONG feminista, creada en Bucaramanga en 1988, orientada hacia la formación para la defensa de los derechos de las mujeres, así como para la prevención y erradicación de la violencia de género en la región. En estos 30 años largos la organización ha trabajado con un enorme compromiso por la transformación de la vida de las mujeres, principalmente las mujeres de los barrios populares de Bucaramanga, para lo cual ha implementado innumerables programas con el acompañamiento técnico y financiero de agencias de cooperación internacional. Desde sus inicios sus integrantes han dedicado buena parte de su existencia a brindar formación e información, así como a posibilitar el acceso a la justicia y al ejercicio de derechos mediante asesoría y acompañamiento de profesionales abogadas, psicólogas, educadoras, sociólogas, trabajadoras sociales, especialista en el campo de la salud, entre otras. Como organización feminista y promotora del desarrollo de relaciones de equidad en la región, la Fundación Mujer y Futuro forma parte de las distintas redes y plataformas nacionales e internacionales que trabajan en el mismo sentido y coadyuvan por el logro de una sociedad más justa. Lo que he querido sintetizar aquí es cómo una
  • 22. 21 organización local en 33 años ha contribuido a forjar un camino en el que es preciso perseverar, pues la tarea es aún monumental. En este mismo sentido, en caminos cruzados, en las últimas décadas, han ganado relevancia también las demandas por reconocimientos identitarios de grupos de población que rompen con el esquema binario femenino/masculino, sexo/género; es decir, personas que se identifican como lesbianas, gay, transexuales, bisexuales, intersexuales, entre otras opciones, que han logrado importante visibilidad, capacidad de organización y en el caso colombiano, articulación con las feministas y otras causas, como la de la paz que comparten casi, si no todas, estas y otras organizaciones. Sin embargo, esto no nos ha de llevar a la conclusión de que hemos transformado, efectivamente, la situación para la mitad de la población que indicamos al inicio. La amplitud de las conquistas y el crecimiento de la movilización en el planeta, tal como ha ocurrido con el MeToo, o con los paros de los últimos 8M, o la de los pañuelos verdes de las argentinas y la otra marea, la del Ni una menos; o Chile, con las protestas de las jóvenes universitarias contra la tolerancia institucional al abuso y al acoso sexual, son un buen síntoma de que el trabajo por transformar continúa y no puede parar porque un sistema de tantos siglos de existencia, no se modifica automáticamente, solo con leyes y movilizaciones por necesarias, pertinentes e imprescindibles que ellas sean. Todo parece indicar que, como señala Amelia Valcárcel9, tenemos una tarea de vastas proporciones y que, con todo y los avances legislativos y las vanguardias con las nuevas agendas, no podemos olvidar que en 9 MUJERES EN RED (4 de octubre de 2010). Amelia Valcárcel: Jóvenes construyendo una nueva ciudadanía [Video] Vimeo. Disponible en: https://vimeo.com/15521890
  • 23. 22 el mundo siguen existiendo lugares imposibles para la vida de las mujeres en los que a las niñas las casan, las mutilan, las explotan, las violan y las matan y no es solo en África o en India, también en Colombia. Lugares donde leer y escribir, educarse y trabajar, es prohibido para mujeres y niñas. Lugares donde la pobreza, el hambre y los embarazos sucesivos y tempranos hacen corta y difícil la vida de cualquier mujer. No olvidemos, siguiendo con Amelia Valcárcel, que el feminismo es, ante todo, una teoría de las libertades elementales y que, por tanto, junto con los avances jurídicos, es imperativo seguir cuidando que no te golpeen, no te den menos de comer, no te violen, no te maten. Y enseñando a las nuevas generaciones, que las mujeres son personas con derechos. En esa infatigable tarea, con profunda convicción y compromiso de que hay que insistir, persistir y resistir, llega a sus 33 años de feminismo en Santander, la Fundación Mujer y Futuro, trabajando por la transformación de la vida de las mujeres. 29 de noviembre 2019
  • 24. 23 La política sexual del feminicidio El feminicidio es un problema de política sexual siempre que conlleve sucesivos actos de terrorismo sexista. Diana Russell Cuerpos periféricos y bio-política Una larga y dolorosa historia de ejercicio del poder, ha sido documentada rigurosamente a través de los siglos. Esas son historias que narran las guerras, por ejemplo; pero también se pueden conocer, como lo hace Foucault, desentrañando las formas de disciplinamiento y vigilancia que sobre los cuerpos se hace en los ejércitos, las cárceles, las escuelas, los servicios médicos, entre otros. Sugiere de este modo, estudiar los cuerpos periféricos y múltiples que los efectos de poder constituyen como sujetos. En esta línea de reflexión Foucault descubre un sistema de prácticas basado en el código del dolor, creado para castigar a los contradictores y describe, con detalle, prácticas históricas tales como los suplicios, las torturas y los innumerables rituales esmeradamente diseñados (pensados, calculados y ejecutados) para sostener la vida en la muerte, para retener la vida en el dolor, subdividiéndola en mil muertes y obteniendo con ello, antes de que cese la existencia, the most exquisite agonies10. Son también conocidas las historias de la cacería de brujas, política de persecución y destrucción de las idolatrías en tierras de América 10 FOUCAULT, Michel (2002) Vigilar y Castigar. (Trad. Aurelio Garzón). Buenos Aires: Siglo XXI.
  • 25. 24 traída por la Iglesia Católica y el Santo Oficio de la Inquisición de Europa y que, mediante la hoguera y ciertas máquinas de matar, llevó a cabo uno de los más grandes genocidios de la historia11, previo tratamiento con otros sofisticados dispositivos de terror. Recuérdese aquella idea de retener la vida en el dolor, sostener la vida en la muerte de eso se trataba entonces. Así lo registra Grosfoguel: Contrario al epistemicidio contra los pueblos indígenas y musulmanes donde se quemaron miles de libros, en el caso del genocidio/epistemicidio contra las mujeres indoeuropeas, no hubo libros que quemar, puesto que la transmisión del conocimiento se hacía de generación en generación mediante la tradición oral. Los «libros» eran los cuerpos de las mujeres y, por ende, de manera similar al destino de los «libros» andalucíes e indígenas, sus cuerpos fueron quemados vivos.12 Como bien resume Silvia Federici en Calibán y la Bruja13 en América, la caza de brujas constituyó una estrategia deliberada, utilizada por las autoridades con el objetivo de infundir terror, destruir la resistencia colectiva, silenciar a comunidades enteras y enfrentar a sus miembros entre sí 14. La demonización fue la justificación para la esclavitud y el genocidio. 11 La persecución de estas mujeres comenzó a finales de la época medieval, pero se intensificó en los siglos XVI y XVII (el largo siglo XVI) con el auge de las estructuras de poder modernas / coloniales. Grosfoguel habla del 4o. genocidio/epistemicidio, el de las mujeres acusadas de brujería y hechicería Ver: GROSFOGEL, Ramon (2013) Racismo/sexismo epistémico, universidades occidentalizadas y los cuatro genocidios/epistemicidios del largo siglo XVI. Tabula Rasa. (19) pp. 31-58. 12 Ibid. p. 51 13 FEDERICI, Silvia (2012). Calibán y la Bruja. Mujeres, Cuerpo y Acumulación Originaria. (Trad. Verónica Hendel y Leopoldo Sebastián Touza). Madrid: Traficante de Sueños. 14 Ibid. p. 289.
  • 26. 25 Tres ideas quiero proponer en este breve relato introductorio: primera, que la violencia contra los cuerpos debe ser entendida como una construcción histórica, y segunda, que son los grupos sociales considerados inferiores en algún sentido, aquellos que padecen ese ejercicio del poder mediante el código del dolor, lo que quiere decir que tanto hombres como mujeres pueden padecer esta violencia. Y tercera, que son efectos de poder, de autoridades, gobernantes, instituciones, del Estado. Debo anotar también una diferencia, la que orienta nuestro interés. Lo que cambia hoy frente a ese escenario histórico de terror y de dolor; y, por lo tanto, cambia los términos del problema del ejercicio del poder sobre los cuerpos, es que aquellos cuerpos definidos como femeninos suman la mitad y un poco más de la población mundial, en tanto que, quienes controlan y violentan sus vidas y sus cuerpos son, mayoritariamente, sujetos definidos como masculinos. Este es el núcleo del problema, el problema de las relaciones de poder/subordinación, razón por la cual los crímenes de mujeres, ciertos crímenes, aquellos que implican esas relaciones de poder/sujeción, no pueden ser tratados como cualquier otro crimen. Sostengo pues que existe una política del terror en la historia de la humanidad que toma como objeto predilecto, el cuerpo de las mujeres. Esa política continúa en la actualidad. Tal vez han cambiado algunas de las tecnologías masivas e institucionalmente utilizadas en tiempos de inquisidores y colonizadores, pero la política del terror contra los cuerpos de las mujeres sigue ejerciéndose con una apariencia engañosa, como si fuese una pugna cuerpo a cuerpo, de algún hombre contra algunas mujeres que, eventualmente termina en la muerte de la mujer.
  • 27. 26 Crímenes de odio y feminicidio Pese a que en el lenguaje frecuentemente usado entre las académicas y activistas feministas existe el término misoginia para referirnos a los sentimientos y expresiones de odio, animadversión o desprecio hacia las mujeres (asunto que registran los libros más antiguos de la humanidad), en este caso prefiero usar el de crímenes de odio15 por cuanto tiene ya una cierta trayectoria en los debates académicos, pero sobre todo jurídicos (legislación penal) en Norteamérica. Los crímenes de odio3 contra las mujeres, o de género como se definen recientemente, se caracterizan por prolongados, crecientes e irreversibles ciclos de violencia que concluyen, la mayoría de las veces, con el asesinato mediante acciones de tortura, daño y violación en el cuerpo de la víctima, cometido generalmente por hombres. En muchos países y culturas estos asesinatos han sido asumidos como normales y hasta autorizados en la legislación, como en el caso colombiano con el denominado uxoricidio16 existente en el código penal de 1936, según el cual, era consentido el asesinato de la mujer por adulterio. Aún hoy, ideas sustentadas en esos códigos, tales como la de ira e intenso dolor , o de crimen pasional , suelen ser argumento de defensores de asesinos o titulares de prensa 15 El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) entiende por crimen de odio el acto doloso generalmente realizado con saña, que incluye, pero no se limita a: violaciones del derecho a la vida, integridad personal, libertad personal; el cual tiene la intención de causar daños graves o muerte a la víctima, basando la agresión en el rechazo, intolerancia, desprecio, odio y/o discriminación hacia un grupo en situación de vulnerabilidad En: Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) (2013).Diagnóstico sobre los crímenes de odio motivados por la orientación sexual e identidad de género en Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Costa Rica: CEJIL. 16 El Código penal c o l o m b i a n o de 1890 vigente hasta el 1 d enero de 1937, en su artículo 591, numeral 9° establecía la inculpabilidad absoluta cuando el homicidio se cometía en la persona de su mujer legítima, o de una descendiente del homicida, que viva a su lado honradamente,a quien sorprenda en acto carnal con un hombre que no sea su marido .
  • 28. 27 amarillista con los cuales más que la invocación a la sanción moral y jurídica de criminales, conducen, en la práctica, a exculpar a los agresores y a inculpar a las agredidas, además de contribuir a mantener y reproducir creencias y mentalidades patriarcales y violentas. La pervivencia de tales estructuras simbólicas patriarcales en distintas sociedades y culturas conllevan la existencia de prácticas y normas que, en mayor o menor grado, dañan la integridad física, emocional y moral de las mujeres, frecuentemente, con el consentimiento de la familia, la crítica de la sociedad y la indiferencia o complicidad del Estado. Sin embargo, en tiempos recientes (siglo XX) y a partir de innumerables protestas, denuncias y demandas de académicas feministas y organizaciones sociales, organismos internacionales de derechos humanos y otros sectores de la sociedad civil, se han llevado a cabo intensas movilizaciones transnacionales17 en procura de transformaciones radicales en tales prácticas y creencias. En algunos países se ha logrado incorporar como delito en la legislación penal la tipificación de ciertos crímenes cometidos contra mujeres. No obstante, no es fácil reversar lo que ha existido como práctica consuetudinaria por siglos y apuntalado con leyes que exoneraban, total o parcialmente, de su responsabilidad a los asesinos. Por lo que, justo con las movilizaciones globales y nacionales, desde la academia se han venido construyendo y definiendo un conjunto de conceptos y argumentos a partir de los cuales se puedan identificar y 17 La Jornada (20 de octubre de 2016). "Ni una menos": mujeres alzan la voz contra feminicidios en AL. En: Somos sur. Recuperado de: https://www.somossur.net/index.php/socio- cultural/testimonios-de-movimientos-sociales/1911-ni-una-menos-movilizacion- internacional-contra-la-violencia-machista-y-los-feminicidios
  • 29. 28 diferenciar crímenes contra mujeres que tienen un carácter específico. A partir del entramado teórico elaborado por ciertas trayectorias feministas, se inicia en Estados Unidos, en la década de los años 70 del siglo pasado, esta tarea. Es Diana Russel, académica y activista feminista, quien logra movilizar a otras feministas a partir de una convocatoria para el Primer Tribunal Internacional sobre Crímenes contra Mujeres (Bruselas, marzo de 1976) en el cual presenta el nuevo concepto, femicide, para referirse a estos crímenes. En desarrollo de su trabajo, Diana Russell y Jill Radford publican en 1976 Femicide: The politics of women killing (Femicio: La política del asesinato de mujeres)18. Con el concepto de femicidio (en principio) redefinido en 1990 como el asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres , inician estas investigadoras la inscripción en la literatura académica de un concepto que diera cuenta de esos crímenes contra mujeres que hacía de ellos una cuestión distinta del convencional homicidio. Dos asuntos debo destacar en este proceso: uno, relacionado con la construcción de categorías y conceptos que pretenden ser aceptados e incorporados en teorías e investigaciones en el campo de las disciplinas pertinentes. Y dos, hacerlo a partir de categorías analíticas con implicaciones trascendentales para sociedades patriarcales, en las que los privilegios de los hombres sobre la vida de las mujeres han sido naturalizados y reforzados por leyes. En este contexto tal conceptualización ha sido y será por ahora muy difícil pero necesaria, imprescindible. Por ello es preciso no perder de vista este estatus de categoría en construcción del concepto en medio de innumerables 18 RUSSELL, Diana. & RADFORD, Jill (2006). Feminicidio, la política de asesinato de las mujeres. (Edición original 1976). México: Diversidad feminista, UNAM.
  • 30. 29 debates no sólo teóricos, jurídicos y políticos, sino cotidianos y prácticos. Sin embargo, siendo una categoría en construcción, se ha ido posicionando el concepto de femicidio o feminicidio19, el cual hoy tiene en muchos países carácter jurídico, al ser incorporado en normas penales para tipificar un delito, aquel generalmente cometido por uno o varios hombres, aunque no exclusivamente, y que casi siempre remata un ciclo creciente de violencias sobre la existencia de sus víctimas, mujeres y niñas20. Como reconoce Marcela Lagarde21, el aporte de Russell y Radford tiene la particularidad de haber identificado y ubicado los homicidios contra las mujeres y niñas como parte de la violencia de género. Y es este reconocimiento el que sirve en los inicios del presente siglo a Lagarde para encontrar una sustentación teórica, política y jurídica, a las denuncias de asesinatos masivos en Ciudad Juárez (México) y en 19 LAGARDE, Marcela (2006). Del Femicidio al feminicidio. Desde el jardín de Freud. (6) pp. 216-225. Recuperado de https://revistas.unal.edu.co/index.php/jardin/article/view/8343 20 Parte de los debates y argumentaciones sobre el concepto o su definición tienen que ver con el esencialismo de la idea de asesinato contra mujeres por ser mujeres. Digamos, provisionalmente, que la salida contra el esencialismo, siguiendo el nomadismo de Braidotti, es romper con el binarismo sexo-género, mujer-hombre, naturaleza-cultura, etc. que rompe a su vez con el modelo de la heterosexualidad hegemónica y da cabida a personas trans, y en general, diversas. Cfr. BRAIDOTTI, Rosi (2000). Sujetos nómades. Buenos Aires: Paidós. 21 LAGARDE, Marcela. Introducción. Por la vida y la libertad y las mujeres. Fin al feminicidio (2006). En: Diana Russell & Roberta Hermes (Eds.) Feminicidio: una perspectiva global. (Trad. Guillermo Vega) pp. 15-42.
  • 31. 30 muchos otros países22 del continente americano y el Caribe23, o de Europa (España en particular es referente importante) en los cuales el recrudecimiento de asesinatos masivos de mujeres ha llevado de la denuncia y la movilización a los tribunales, los parlamentos y otras instancias internacionales, en busca de mecanismos legales y políticos para prevenir y sancionar los ahora identificados como feminicidios. Es también Lagarde quien, de común acuerdo con Russell, adopta en español la expresión feminicidio, para referirse al hecho específico del que se va a ocupar hasta lograr una legislación en México que penaliza tales actos contra las mujeres. En un complicado proceso que ella narra en conferencia dictada en la Universidad Nacional de Colombia y de la cual retomo lo siguiente, Marcela Lagarde da cuenta del tránsito del concepto de femicidio al de feminicidio24: en México aparecen hombres decapitados, encostalados, destrozados, torturados, todos los días, es una brutalidad de violencia criminal entre los hombres, pero insistíamos nosotras: ésta (la violencia feminicida) en su mayor parte es una violencia ejercida por hombres 22 Veinte países de América Latina y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia contra las mujeres, aunque solo ocho asignan recursos específicos en el presupuesto nacional, es decir, el 40%. Además, 14 países de la región han tipificado el delito de feminicidio (Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana), mientras que Argentina y Venezuela establecen el homicidio agravado por razones de género en su legislación. En: Comisión Económica para América y el Caribe. https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal- advierte-elevado-numero-femicidios-america-latina-caribe CEPAL (2015, noviembre 24) Recuperado de https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal-advierte-elevado-numero- femicidios- américa-latina-caribe Ver también los indicadores de feminicidio del Observatorio de Igualdad. 23 La BBC publicó en 2016, en su versión digital, un mapa interactivo de las cifras del feminicidio en América Latina. Se puede consultar en: BBC Mundo (21 de noviembre de 2016). País por país: el mapa que muestra las trágicas cifras de los feminicidios en América Latina. En: BBC. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina- 37828573 24 LAGARDE, Marcela. Del Femicidio al feminicidio Op. Cit. p. 221
  • 32. 31 contra mujeres, pero no sólo por hombres, por hombres colocados en supremacía social, sexual, jurídica, económica, política, ideológica y de todo tipo, sobre mujeres en condiciones de desigualdad, de subordinación, de explotación o de opresión, y con la particularidad de la exclusión . Y la categoría de la exclusión se nos volvió clave ( ) Cuando traduje el texto de Diana Russell, me tomé la libertad de modificar el concepto, ella lo llama femicide y entonces yo lo traduje desde hace ya varios años como feminicidio, precisamente para que no fuera a confundirse en castellano como femicidio u homicidio femenino; no, yo quería que fuera un concepto claro, distinto, para que entonces viniera junto con todo el contenido del concepto, que es, como ya lo expliqué, muy complejo. Diana Russell me dio permiso de usarlo así, traducido como feminicidio. Ella dice estar muy asombrada porque en ningún lado ha tenido el éxito que está teniendo en México y en América Latina su propuesta y que nosotras estamos recogiendo una estafeta, una botella al mar que ella lanzó hace 15 años. Esto lo digo para que estén tranquilas las que no saben si se dice femicidio o feminicidio, y que no tenemos que ubicarnos de un lado o de otro, definamos las cosas y hagamos referencia a sus autoras. Esa particularidad, de la que con insistencia se ocupan las autoras del concepto, subraya una diferencia clave, fundamental, epistémica y política, entre homicidios cometidos entre hombres en muy diversas circunstancias y aquellos de hombres contra mujeres en circunstancias marcadas por relaciones de poder/sujeción. Es, pues, de esta trayectoria, conceptual, social, política y jurídica, que este escrito se ocupa, pero, más que explicar la transformación de categoría de análisis sociológico en norma jurídica, espero subrayar parte del entramado cultural, social y ante todo político que sustenta estas prácticas violentas que terminan con la vida de miles de mujeres en el mundo. En tal sentido, propongo retomar el trabajo de Russell y
  • 33. 32 Radford25, para enfatizar en la segunda parte de su título, El feminicidio: La política del asesinato de mujeres. La política sexual del feminicidio Desde algún lugar de la teoría feminista y la visión de Foucault sobre el poder, entiendo la violencia de género como mecanismo de control biopolítico para el dominio y sometimiento del cuerpo y la capacidad de decisión de las mujeres por parte de instituciones diseñadas y gobernadas por hombres. También forma parte de este mecanismo de control biopolítico, la privación de acceso a recursos económicos y culturales. En breve, la violencia de género y el poder que mediante ella se ejerce, actúan sobre el cuerpo y la vida/muerte de mujeres y niñas. Por tanto, tal ejercicio, como mecanismo de control y de poder, es eminentemente político26 y, sin desconocer que los varones son víctimas de múltiples formas de ejercicios del poder, lo que aquí se aborda es un tipo específico de ejercicio del poder en la historia larga de la humanidad, el que se ejerce sobre/contra la mitad y un poco más de la especie humana, las mujeres. De este modo, en el contexto de la violencia de género, aquí se asume el feminicidio como un problema de política sexual, tal como propone Russell & Harmes27: Al ubicar el asesinato de mujeres en el terreno de la política sexual, rechazo la concepción popular d e que el asesinato de mujeres es un asunto privado o patológico, o ambas cosas a la vez. Cuando l o s hombres m a t a n a mujeres o jovencitas, el poder dinámico de la misoginia y el sexismo casi siempre se ve involucrado. 25 RUSSELL, Diana. & RADFORD, Jill. (2006). Feminicidio la política de asesinato de las mujeres. (Edición original 1976). México: Diversidad feminista, UNAM. 26 FOUCAULT, Michel (1988). Sujeto y poder. Revista Mexicana de Sociología. 50 (3) pp. 3-20. 27RUSSELL Diana & HARMES Roberta. Op. Cit. p.58.
  • 34. 33 Y es, a su juicio, un problema de política sexual siempre que conlleve sucesivos actos de terrorismo sexista, es decir, violación, tortura, mutilación, esclavitud sexual, abuso sexual infantil incestuoso y extrafamiliar, maltrato físico y emocional, y casos serios de acoso sexual ( ) Siempre que estas formas de terrorismo sexual desembocan en la muerte, se convierten en feminicidio28. La violencia como política sexual también puede ser planteada recuperando los argumentos de Kate Millet en Sexual Politics (Política Sexual)29, texto en el cual sostiene que el sexo es una categoría social impregnada de política . Aquí dice: Utilizo la palabra «política» al referirme a los sexos porque subraya la naturaleza de la situación recíproca que éstos (los sexos) han ocupado en el transcurso de la historia y siguen ocupando en la actualidad 30. Entiende, pues, por política sexual el conjunto de relaciones y comportamientos estructurados de acuerdo con el poder, en virtud de los cuales un grupo de personas queda bajo el poder de otro grupo de personas. Millet es una destacada académica feminista norteamericana de la década de los años 70 del siglo pasado, quien entiende con lucidez el mundo que le circunda; todavía la categoría género no ha entrado en el debate feminista y la autora usa sexo, raza, clase sin los temores que hoy nos asaltan. Advierte ella sobre la necesidad de analizar las relaciones que surgen de las interacciones personales entre miembros de ciertos grupos, a saber: las razas, las castas, las clases y los sexos31. 28 Ibid. 29 MILLET, Kate (1995). Política sexual. (Trad. Ana María Bravo) (Edición original 1970). Valencia: Ediciones catedra. 30 Ibid. p. 68. 31 Ibid. pp. 68, 69.
  • 35. 34 Así mismo sostiene que, mediante una suerte de colonización interna muy resistente y casi imperceptible, el dominio sexual actúa como la ideología más arraigada en nuestra cultura, ya que en ella se cristaliza el concepto más elemental de poder . Ello se debe, concluye, al carácter patriarcal de nuestra sociedad y de todas las civilizaciones históricas . Recordemos que el ejército, la industria, la tecnología, las universidades, la ciencia, la política y las finanzas en una palabra, todas las vías del poder, incluida la fuerza coercitiva de la policía , se encuentran por completo en manos masculinas. Y como la esencia de la política radica en el poder, el impacto de ese privilegio es infalible.32 En resumen, lo que defiende Millet y la genealogía de autoras que aquí seguimos, es la tesis de que la relación entre los sexos constituye el núcleo del edificio patriarcal en tanto en ella se cristaliza el concepto más elemental de poder y que, por lo tanto, esta es una relación impregnada de política. Sin embargo, tal como lo entendemos hoy (lo cual no invalida el presupuesto de Millet), la violencia de género es un problema estructural y estructurante que va mucho más allá de las relaciones entre hombres y mujeres, tal como sostiene Russell y otras autoras contemporáneas como Lagarde, Segato y Federici. Dicho de otro modo, la unidad de análisis básica, empírica, en nuestro problema sobre el feminicidio son las relaciones entre los sexos, entre mujeres y hombres, pero tal problema es de carácter estructural y estructurante; ello implica el sistema de relaciones sexo/género en su diversidad y su complejidad institucional. Por ello no basta, frente a la violencia de género y el feminicidio, con apuntar hacia la corrección , sanción, o educación del agresor, exclusivamente. Intervenir a este 32 Ibid. p. 70.
  • 36. 35 punto no impide que, en el conjunto de instituciones y estructuras sociales, culturales y políticas, se reproduzcan infinitamente las relaciones de poder que someten y matan a las mujeres por ser mujeres. Ahora bien, además del carácter político de la violencia de género, hasta este punto se ha tratado de explorar la complejidad que denota la construcción y desarrollo de una categoría que como la de feminicidio, pretende desentrañar los profundos vínculos del poder tejidos a lo largo de la historia de la humanidad sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres y las niñas, todo ello apuntalado con discursos, políticas, leyes e instituciones patriarcales. Sin embargo, como sostiene Luján33, conceptos como el de feminicidio no se agota en una definición; de hecho, el sujeto mujer al que hace referencia el concepto, no es menos problemático. Por consiguiente, una tarea necesaria es la permanente revisión y debate del concepto, su contexto y, lo que es tal vez más relevante para Lujan, la interacción entre los conceptos constitutivos de feminicidio: patriarcado; sistema sexo-género; sexo, género, mujer, violencia, violencia de género. Por otro lado, continúa Lujan, si bien es cierto que un concepto no implica una definición en sí mismo, sí hace posible la construcción de definiciones a partir de cómo están configurados sus conceptos constitutivos y el sentido que comportan en cada contexto: en Italia y España, para ser específica, el primer país reconoce el feminicidio en casos de parejas o exparejas heterosexuales (feminicidio íntimo); el segundo solo reconoce con carácter de violencia de género aquellos casos de relación de pareja o expareja 33 LUJÁN, Aleida. (2 de noviembre de 2015). Un acercamiento filosófico al concepto femicidio/feminicidio. Feminicidio.net Recuperado de https://docplayer.es/55446952-Un- acercamiento-filosofico-al-concepto-femicidio-feminicidio.html
  • 37. 36 heterosexual. Entonces, si por violencia de género se entiende la violencia ejercida en el ámbito de parejas o exparejas heterosexuales, la configuración de feminicidio estará constreñida a dicha definición. No es así en otros países, México, por ejemplo, donde el feminicidio no solo se limita al ámbito de la pareja o expareja heterosexual.34 En esta perspectiva es importante insistir en elementos de contexto, constitutivos de una conceptualización/problematización de la violencia feminicida, sobre todo para efectos de claridad a la hora de determinar el delito y el carácter penal del castigo. Me refiero al Estado y un conjunto de instituciones implicadas tanto en la percepción de estos crímenes como de su sanción y castigo como delito. Es en este sentido que las teóricas y analistas han subrayado el compromiso, la responsabilidad de los Estados frente al flagelo de la violencia contra las mujeres y, en particular, frente al feminicidio. Es, en esta óptica también, el feminicidio un asunto político. Al respecto, es Marcela Lagarde quien en el contexto latinoamericano propicia la incorporación al concepto de feminicidio su comprensión también como producto de una incapacidad de las instituciones del Estado en tanto garante de la seguridad de sus ciudadanos, hombres y mujeres, para brindar la debida protección a las mujeres en términos de prevención, pero sobre todo en cuanto a su ineficacia e ineptitud para responder oportuna y adecuadamente ante agresores y asesinos. Esta dimensión del concepto se reconoce como violencia institucional: ampliamos la teoría del feminicidio a partir de la investigación en Ciudad Juárez (Estado de Chihuahua) y diez estados más y hoy incluimos la violencia institucional, no sólo existe en la violencia social contra las mujeres, aquel que asesina, el sujeto activo del delito, sino que también está la violencia de las instituciones ( ); 34 Ibid.
  • 38. 37 una obligación del Estado es la garantía a la vida de las personas, eso no se cumple y eso es violencia institucional. Pero hay más violencia, porque cuando las mujeres ya han denunciado la violencia no hay la respuesta institucional para atender adecuadamente a esas mujeres, dar seguimiento al proceso tanto de atención psicológica, como de apoyo y sustento económico, social, jurídico, legal... no hay eso; ya cometido el delito, el homicidio de mujeres, hay impunidad, la impunidad es otro elemento del feminicidio porque no todos los homicidas son llevados ante la ley35. En resumen, lo que he venido sosteniendo es que, el problema de la violencia contra los cuerpos de las mujeres es histórico, ha migrado y mutado en el tiempo, así como en las culturas patriarcales, como mecanismo de control biopolítico sobre la población definida como femenina. Así mismo, que la violencia en todas sus formas, desde la más sutil e invisible, hasta el terrorismo feminicida, constituye una política sexual que sostiene el andamiaje del sistema patriarcal: El cuerpo, la vida, la sexualidad, el sexo, la reproducción; su control, funcionamiento o destrucción, hacen parte de la estrategia histórica de sometimiento de las mujeres. En consecuencia, el feminicidio definido como un problema de política sexual implica una comprensión del mismo como producto de estructuras sociales y relaciones de poder; es decir, no se trata de un asunto privado o patológico, o ambas cosas a la vez (Russell), su comprensión debe plantearse desde su entramado conceptual y la interacción entre los conceptos constitutivos: patriarcado, sistema sexo- género, sexo, género, mujer, violencia, violencia de género, además de los asuntos institucionales, normativos y jurídicos propiamente 35LAGARDE, Marcela. (12 de mayo de 2006). Feminicidio. En: https://rcandel.files.wordpress.com/2011/11/conferencia-maarcela-lagarde.docx
  • 39. 38 dichos y relevantes en cada contexto particular. Por otro lado, debatir y construir un sistema conceptual alrededor de la categoría y la comprensión del problema del feminicidio es tan importante como hallar las conexiones con los códigos y las leyes pues no sólo es preciso tener claro qué es y qué no es feminicidio, sino que tal vez lo más importante, es tener bien planteada la naturaleza del problema, pues funcionario policial o judicial que no entienda el problema, no tendrá una respuesta correcta. Así entendido, el feminicidio como política sexual convoca el andamiaje conceptual construido por las teóricas feministas y con ello la claridad de que todo lo que pase por nuestros cuerpos está impregnado de política (Millet), atañe al Estado y al conjunto de la sociedad. Noviembre de 2018
  • 40. 39 Eva, Satanás y el Celibato Sigo aquí una hipótesis de lectura según la cual, las relaciones de poder que se estructuran a lo largo de los tiempos en sociedades y culturas que hoy reconocemos como patriarcales, están en la base no sólo de las formas de dominación sobre la mitad y un poco más de la población mundial (histórica y actual), sino también en la base de una cantidad significativa de problemas de abusos y violencias sobre los cuerpos que padece ho el mundo occidental , mucho m s visible para nosotros que el otro lado de la historia (la de Oriente o buena parte de este). Debo incorporar a la narrativa una extensa referencia de un historiador muy prestigioso, haciendo una excepción consciente en mi marcada preferencia por la literatura escrita por mujeres. Se trata de George Duby36 la cual dice así, en relación con la Iglesia católica primitiva: Desde el momento en que se pens en la celebraci n eucar stica como un sacrificio, se afirmó la necesidad para los participantes, de purificaciones previas . ¿Qué implicó esta concepción sacrificial eclesiástica para la institución matrimonial?, se pregunta. Este es su interés en la obra El caballero, la mujer y el cura que se desarrolla en la Francia feudal (siglo XI) y allí cuenta cómo con base en unos pocos preceptos sustentados en la palabra de Dios , algunos sacados del Antiguo Testamento, del libro del Génesis, se fue construyendo a lo largo de los siglos, una concepción del matrimonio 36 DUBY, George (2013). El caballero, la mujer y el cura. El matrimonio en la Francia feudal. Madrid: editorial Taurus - Grupo Santillana.
  • 41. 40 que prevalece en la actualidad (pero no sólo del matrimonio, como podremos observar). Aquellas ideas centrales se pueden leer en el segundo relato de la creación, según el historiador, quien resume cuatro proposiciones mayores: 1. «No es bueno que el hombre esté solo». Dios ha querido a la especie humana bisexuada y la unión de esos dos sexos. 2. Pero ha creado desiguales esos sexos: «Es preciso que le dé una ayuda (adjutorium) que se le parezca (simile sibi)». El hombre ha sido primero; él conserva la prelación. Él mismo es imagen de Dios. La mujer no es más que un reflejo de esa imagen, un reflejo secundario. «Carne de [la] carne de Adán», el cuerpo de Eva fue formado lateralmente. Lo que le sitúa en una posición menor. 3. Estos dos cuerpos están llamados a confundirse: «El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y ellos serán [volverán a ser] una sola carne»: el matrimonio conduce a la unidad. 4. Sin embargo, el matrimonio no abole la desigualdad: al ser menor, la mujer es frágil. El hombre se perdió por ella, fue expulsado del Paraíso. La pareja se ha visto condenada, desde entonces a copulaciones imperfectas, a no amarse sin vergüenza, y la mujer sufre un castigo suplementario, la dominación37. He aquí el sustento bíblico de la dominación patriarcal. Pero, volvamos a la pregunta. ¿Qué implicó esta concepción de las relaciones entre los sexos para la institución matrimonial? El autor sostiene que desde los tiempos remotos del cristianismo este se vio influenciado por las corrientes del ascetismo en medio de discusiones 37 Ibid. p. 16.
  • 42. 41 y desacuerdos en el seno de la Iglesia por el dominio de una moral ascética entre los clérigos, obispos, presbíteros y diáconos. El ascetismo dominante en la cultura helénica se acentuó bajo la influencia de los ritos sacrificiales de otras sectas. El pensamiento de Oriente que representaba el universo como una batalla entre espíritu y materia, llevó a concluir a los intelectuales de entonces que todo lo carnal está bajo el imperio del mal 38 El sentido obsesivo de que el mal viene del se o ech ra ces 39. La idea de los clérigos de entonces era separar de lo sagrado al matrimonio tanto como fuera posible pues se consideraba repugnante. La concupiscencia, la copulación eran pecado mortal. El matrimonio hacía del sexo un pecado venial, pero la iglesia fue reservando para cierto selecto grupo de monjes la calidad de seres perfectos y superiores, autorizados para imponer su moral a todos los demás. Aquí cabe reformular la pregunta Y qué implicó esta concepción de las relaciones sexuales ya no para la institución matrimonial sino para la propia iglesia? Al parecer, se inició en la vida de laicos y religiosos una lucha tenaz a lo largo de los siglos, por imponer la abstinencia y con ello el celibato. Según Duby, exigir la superioridad de lo espiritual sobre lo temporal, mantener la jerarquía subordinando el pueblo laico a un clero, implicaba, pues, instaurar entre los varones una estricta separación de carácter sexual, obligar a una parte de ellos a la castidad permanente. 38 Ibid. p. 18. 39 Ibid. p. 19.
  • 43. 42 El combate fue duro, según Duby; sin embargo, en 1031, encontramos el celibato ya establecido en la Francia del norte: el Concilio de Bourges excluye de las órdenes a los hijos de sacerdote, a un diácono, o al hijo de uno de ellos, o tomar por esposa a la hija de la «mujer» de un sacerdote o de un diácono40. Así, desde los tiempos más remotos, la Iglesia Católica (también otras iglesias, por supuesto) se inventaron el celibato, la repulsa por lo carnal , la misoginia o el odio hacia las mujeres, herederas de las debilidades de Eva, aun en contra de una fuerte corriente que creía en el matrimonio como la mejor forma de espantar a los demonios de la carne. Así también, unos hombres que con el pasar de los siglos se suponían ajenos a la vida en pareja, a la sexualidad (?), a la maternidad y a la paternidad, mediante la propia ausencia de esos espacios, y mediante una supuesta abstinencia y sacrificio de su deseo y de sus sentidos, se convirtieron en la autoridad moral frente a la familia y en verdugos severos con las decisiones tomadas por fuera de aquellos preceptos por las mujeres sobre su cuerpo. Sin embargo, siempre ha sido esquizoide el ser humano, hasta los clérigos. Una cosa piensa o dicen y una muy distinta hacen. La historia está plagada de casos, de ejemplos, y la vida cotidiana también. Es más, lo que estamos cuestionando hoy es si ese absurdo invento del celibato para librarse de satán- no fue un error garrafal que ha llevado a que los sacerdotes busquen alternativas a una espiritualidad imposible (o una forma de evitar la fragmentación del poder de la Iglesia, de su riqueza). 40 Ibid. pp. 68, 69.
  • 44. 43 Y la alternativa que menos nos gusta, por supuesto, es esa que recientemente nos está haciendo sentir, ahí sí, repugnancia por los sacerdotes pedófilos, violadores y abusadores, y por quienes les han encubierto descaradamente. Es de suponer que durante siglos se han cometido infinidad de atrocidades y vejámenes contra niños, niñas, jóvenes, mujeres y hombres y no solo en esos santos claustros. También en todos aquellos sitios que propician el ejercicio de relaciones de poder abusivas y violentas. Esto es cada vez más difícil pues tenemos clara conciencia de que adem s de pecados , se trata de delitos graves. Es mu poco probable que la gente ignore que tienen derechos y más, hoy día, los niños y las niñas. También existen hoy miles de alternativas de denuncia, formas de obtener pruebas, de resistirse, de denunciar y vencer al abusador, contra el silencio de las instituciones. Hoy nos creen y les creemos. Es, por lo mismo, que muy recientemente estamos encontrando eco al sufrimiento de muchas familias víctimas de los abusos de sacerdotes. Chile, Argentina, Australia, Irlanda, Estados Unidos, México41, son, entre otros, lugares del clamor de los dolientes y de algunos procesos investigativos y judiciales en curso. El caso de Pensilvania es uno de los más divulgados. Allí, una investigación judicial halló evidencia contra más de 300 curas que abusaron de niños, e identificó a más de mil víctimas menores de edad durante décadas de abuso sexual encubierto por la Iglesia católica, según registra la prensa internacional42. Los irlandeses se han 41 QUINTERO, Daniela (24 de agosto de 2018). Los casos de abuso sexual más graves que enfrenta el Vaticano. El Espectador. Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/los-casos-de-abuso-sexual-mas-graves- que-enfrenta-el-vaticano/ 42 AFP. (14 de agosto de 2018). Más de 1.000 menores sufrieron abusos sexuales por curas en EE. UU. La Nación. Recuperado de https://www.nacion.com/el-mundo/conflictos/300- sacerdotes-acusados-de-pedofilia-en/OC56F5QJMRFBBBJVF6FDJ3IZKE/story/
  • 45. 44 distanciado de la Iglesia católica por la misma causa y la lista de crímenes es increíble. No solo casos de abuso a menores, sino maltrato, venta ilegal de bebés (cuando las niñas quedaban embarazadas fuera del matrimonio), esclavitud en los negocios de las monjas y abortos, registra la prensa internacional. El encubrimiento de las autoridades eclesiásticas ha sido el denominador común en todos los países. Aunque las estadísticas son variables, algunas fuentes se atreven a mostrar algunos números, como el cardenal prefecto de la Congregación para el Clero del Vaticano, el brasileño Claudio Hummes quien reconoce la gravedad del asunto y señala que afecta al 4% de los sacerdotes, o sea que, si en el mundo hay alrededor de medio millón de sacerdotes católicos, sostiene, serían unos 20.000 los implicados. Pero este 4% no minimiza el daño de una práctica atroz: 1.880 curas involucrados, 4.440 niños abusados y un millar de instituciones católicas acusadas. En total, cerca del 7% de los sacerdotes australianos han sido acusados de abusos. Esas son las cifras del escándalo de abuso sexual a niños y niñas por parte de la Iglesia católica en Australia. Los datos los suministró una comisión investigadora que examina denuncias de casos ocurridos entre 1950 y 201043. Sin embargo, el funcionario de más alto rango en el clero condenado es el arzobispo australiano Philip Wilson quien tendrá prisión tal vez domiciliaria, por un año, a lo sumo, por encubrir abusos sexuales de menores en los años 7044. 43 BBC. (6 de febrero de 2016). Más de 4.000 víctimas y cientos de curas involucrados. BBC News. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38887798 44 RTVE (3 de julio de 2018). Un arzobispo australiano, condenado a 12 meses de privación de libertad por encubrir abusos sexuales a menores. RTVE. Recuperado de
  • 46. 45 Algunos se alan como factores de riesgo presentes en el abuso sexual en los seminarios y conventos, el celibato forzado y la política del silencio encubridor de las jerarquías eclesiásticas (Des Cahill en The Guardian, Australia) lo cual permite no solo el abuso, sino que convierte a esta institución en una más en la que no hay transparencia, ni rendici n de cuentas por los delitos cometidos . Des Cahill asegura que el peligro que corren hoy los niños en las iglesias de Australia se ha reducido, pero el riesgo persiste en parroquias, escuelas e instituciones católicas de otros países45. El Papa Francisco por su parte ha estado muy compungido con estos informes y después de pretender hacerse el desentendido con los casos de la Iglesia chilena, no ha tenido más que manifestarse públicamente y con alguna firmeza en una carta colgada en la página web del Vaticano en su momento. Sin embargo, no se ve por ningún lado alguna claridad sobre qué piensa hacer la Iglesia para erradicar, prevenir, evitar y no solo sancionar, cuando ya están muertos muchos de los pedófilos. Es importante tener presente el celibato hoy como una práctica fuera de todo contexto y realidad. Muchas Iglesias se modernizan, dejan ingresar a las mujeres en sus jerarquías, comparten la vida con una pareja, como lo que son, simples mortales, y aprenden en la práctica lo que significa amar, con o sin matrimonio, con o sin hijos. https://www.rtve.es/noticias/20180703/arzobispo-australiano-philip-wilson-condenado- 12-meses-encubrir-abusos-sexuales-menores/1759444.shtml 45 RENDON, Vicente (15 de septiembre de 2017). Homosexualidad, silencio y celibato, las razones por las que curas violan niños. CC News. Recuperado de https://news.culturacolectiva.com/noticias/causas-de-los-abusos-sexuales-en-iglesia- catolica/
  • 47. 46 Pero, hay que insistir en ello, un problema de fondo es el poder que pueden ejercer instituciones y hombres que tienen facultades para aislar y quebrantar fácilmente la voluntad de un niño o niña, mediante la intimidación de todo tipo, entre otros, con las propias ideas del mal, el pecado, del demonio y cosas como esas. Personalmente, no aconsejaría llevar un niño o niña a un internado de estos, ni de otros. Hoy más que nunca hay que desconfiar de toda persona que pueda manipular y someter a infantes y adolescentes, hasta de los sacerdotes. En resumen, si retomamos el mito bíblico narrado por Duby en el inicio de este escrito, es menos que absurdo pretender sostener 20 siglos después, ideas y prácticas consecuentes que ignoran que las sociedades y las culturas han cambiado radicalmente. Aunque a alguna gente le pueda resultar una herejía, creo, con Beatriz Preciado46 que ningún texto es sagrado. 28 de agosto de 2018 46 QNTLC (5 de julio de 2015). Entrevista a Beatriz Preciado, filosofa [Video] YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=7vXlHhWgtrA
  • 48. 47 El siglo de las mujeres Nunca habíamos estado tan en-redados los colombianos en su diversidad regional, de clase, raza/etnia, género, generaciones, ideológica, sexo-afectiva, religiosa y política , en una campaña por la Presidencia de la Nación47, la cual ha resultado larga, costosa, agotadora y, pareciera no querer terminar. Y la alusión al en-redo es en virtud de lo que internet y sus distintas posibilidades de interconexión entre usuarios proporciona (Facebook, WhatsApp, Twitter, entre otros). Enredos también en otros sentidos, como en cuanto a la circulación de información falsa, engañosa, cizañera que desvirtúa ad infinitum, cualquier dato. Se supone que esto no es nuevo, pero la inmediatez de los medios virtuales de hoy, hacen que todo sea caótico, hasta el punto de no poder distinguir con facilidad entre tramoyas de una clase y de otra. En la fase final de esta campaña electoral, trascendental en nuestra historia política por los alinderamientos que se han venido produciendo desde sus inicios alrededor de otras banderas (el plebiscito por la paz y los acuerdos firmados con las ex-guerrillas de las FARC), me dispongo a exponer alguna línea específica de reflexión en medio de semejante caos conceptual, estratégico y político. Con la claridad de que no se trata de excluir, discriminar o minimizar otras posibles y válidas miradas, mi opción aquí es, en congruencia con una relativa experiencia en el asunto, por las mujeres, en perspectiva feminista. 47 Jornada de elección del presidente de la República de Colombia para el periodo 2018-2022.
  • 49. 48 Y es que, más allá de la decisión que tomamos en las urnas, debo subrayar un hecho contundente e incuestionable en la historia política de este país48. La destacada participación de cuatro mujeres como fórmula vicepresidencial, en cuatro de las cinco campañas a la Presidencia de la República, un evento sin antecedentes. No es este el lugar para contar la historia de la participación política de las mujeres, pero, en buena medida, los logros en este sentido, desde que obtuvimos la ciudadanía, son el fruto de la persistencia del trabajo de las organizaciones del movimiento de mujeres y feministas del país. Y por supuesto, del crecimiento exponencial de mujeres en la academia, cuya inteligencia crítica, nutre también, en profundidad, los debates en diversos ámbitos, no solo el político. La ley de cuotas, la del feminicidio, la despenalización del aborto en los casos reconocidos, el cúmulo de disposiciones frente a la violencia de género y en la familia, entre otras conquistas de las mujeres en el Congreso, arrancadas al poder , como e pres la diputada argentina Silvia Gabriela Lospennato en el cierre del debate por el aborto legal, son apenas indicios de que, efectivamente, el trabajo estratégico (desde adentro, desde afuera, o en contra), conforme a nuestra agenda, ha ganado un espacio en la vida política nacional. Hasta las mujeres más conservadoras de quienes lideran las campañas han tenido que plantearse los problemas y asumir una posición explícita ante la ciudadanía. Además de ser este un hecho histórico nacional, habría sido muy significativo en el contexto latinoamericano, si hubiese logrado que una feminista llegara a la vicepresidencia. Tendríamos hoy la 48 PINEDA, Rocío (15 de junio de 2018). ¿Y las vice qué? La silla vacía. Recuperado de https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-las-mujeres/historia/y-las-vices-que-66595
  • 50. 49 segunda, luego de Costa Rica49 que eligió a una mujer afro y feminista, Epsy Campbell. No se pudo, pero tenemos vicepresidenta mujer. No será feminista, pero es, de por sí, un evento nuevo en la política nacional. Ya no se las puede ignorar impunemente. Pero, más allá de las batallas electorales y legislativas que en este momento mueven las agendas de varios países del continente, es preciso entretejer en esta reflexión esa otra política (lo político, según Chantal Mouffe) característica de los movimientos sociales contemporáneos, cuyo escenario por excelencia es la calle, con el llamado entre muchas otras demandas, a la resistencia. Me refiero a las movilizaciones multitudinarias, nacionales, como en el caso de Chile, con las protestas de las jóvenes universitarias contra la tolerancia institucional al abuso y al acoso sexual50, o las de Argentina, a propósito del debate por la legalización del aborto51 o los paros nacionales e internacionales tanto en el continente americano como en el europeo52, en el marco de la conmemoración del 8 de Marzo, los cuales vienen creciendo de año en año. Ni que decir de las movilizaciones a propósito del #metoo, movimiento contra el acoso sexual, el cual ha despertado las más increíbles adhesiones y contradicciones, aun entre feministas, 49 FORBES Centroamérica (2 de abril de 2018). Epsy Campbell, primera vicepresidenta afrodescendiente en Costa Rica. Forbes. Recuperado de https://www.forbes.com.mx/epsy- campbell-la-primera-vicepresidenta-afrodescendiente-en-costa-rica/ 50 MÖLLER Nicole. (8 de junio de 2018). ¡Que todo Chile se vuelva feminista! Marx21. Recuperado de https://marx21.net/2018/06/08/chile-feminista/ 51Resistiendo con aguante (14 de junio de 2018). ¡¡¡Emocionante !!!Como la aplaudieron a la Dip. Lospennato, Silvia Gabriela!!!!! [Video] YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=NcPG9jwxy7A 52 En movimiento Teve (20 de octubre de 2016). Paro Nacional de Mujeres - 19 de octubre 2016 [Video] YouTube. Disponible en https://www.facebook.com/watch/?v=788455791190896&t=27
  • 51. 50 penetrando en Estados Unidos hasta en las iglesias53. Pero no sólo se trata de las dimensiones de la movilización y la vergüenza encubierta por siglos que ahora se denuncia, sino que, por vez primera, a las mujeres se les cree. Yo también es la voz de todas aquellas que han sido acosadas o abusadas, pero es, así mismo, la voz que en todos los tonos dice yo también te creo . Hermana, yo si te creo, gritaban las jóvenes chilenas54. Así las cosas, pienso y tengo la convicción de que en este siglo que apenas se inicia, se van a lograr grandes cosas para las mujeres y por consiguiente para el planeta , en materia de legislación y conquista de derechos que son importantes, sí, en tanto propician una ruptura con el statu quo, con el peso de unas tradiciones, costumbres y prácticas que por siglos han pretendido mantener a las mujeres, las niñas y los niños, sometidos al poder de otro u otros, porque sí. Pero también y, fundamentalmente, en términos de concepciones, de mentalidades y de prácticas congruentes con el reconocimiento de la condición de sujeto político, libre, autónomo, de cada una de las mujeres. 21 de junio de 2018 53 C DIZ, Antonieta (14 de junio de 2018). El vendaval MeToo tambi n sacude el basti n religioso republicano de EE. UU. El País. Recuperado de https://elpais.com/internacional/2018/06/14/estados_unidos/1529012764_300180.html 54 ARCE, Claudio (junio de 2018). Las imágenes que marcaron la marcha contra la educación sexista en Chile. Meganoticias. Recuperado de https://www.meganoticias.cl/nacional/224400-fotos-las-imagenes-que-marcaron-la- marcha-contra-la-educacion-sexista-en-chile.html
  • 52. 51 Movilización feminista y poder global Ya no es dif cil reconocer que el movimiento feminista a escala global est cobrando unas dimensiones desconocidas hasta la fecha , como bien puntualiza Laura Nuño55. Desde hace un par de años el planeta ha visto crecer de forma multitudinaria las movilizaciones de las mujeres alrededor de su catálogo de reivindicaciones, ahora bajo la convocatoria a una huelga feminista. La idea que sustenta este llamado es la cabal comprensión de que, si las mujeres paramos, se para el mundo. Digamos que todavía no logramos el objetivo de manera global, pero hacia allá se orienta esta estrategia56 Hace más de seis décadas ya era clara esa idea, pero las condiciones de la época no daban para tanto y, las mujeres, por lo menos el grueso de la masa de amas de casa, obreras, campesinas, estudiantes, maestras, entre otras, se encontraban mucho más sometidas por sus condiciones materiales, intelectuales y organizativas. También eran menos, numéricamente hablando y, en general, fácilmente aplastables por las autoridades y el poder patriarcal, como lo recuerdan documentos históricos desde 1857 con la huelga de mujeres en Nueva York y las que se llevaron a cabo desde entonces57. 55 NUÑO, Laura (2 de marzo de 2018). Tiempo de feminismo En: Infolibre. Recuperado de: https://www.infolibre.es/noticias/los_diablos_azules/2018/03/02/tiempo_feminismo_78 452_1821.html 56 1975 en Islandia, a partir de la declaración por la ONU el Año Internacional de la Mujer. Las mujeres en sus debates bajo la convicci n de que el papel que desempe aba la mujer en la sociedad islandesa no estaba lo suficientemente valorado , propusieron declararse en huelga , es decir, dejar de lado sus obligaciones como esposas, madres, amas de casas y trabajadoras, para así ver el impacto que ese día denominado como Women s Da Off tendr a en la sociedad econom a del pa s . 57 NUÑO, Laura, Op. Cit.
  • 53. 52 La gran diferencia entre aquellas, también grandiosas movilizaciones, es que hoy no nos pueden aplastar fácil e impunemente. Hoy somos muchísimas más, con una enorme masa crítica, organizativa, global, y disponemos de recursos tecnológicos, de comunicación y de divulgación; sin embargo, en Colombia, hasta hace muy poco tiempo, nuestras movilizaciones eran casi ignoradas por los medios de comunicación. Por el lado de las reivindicaciones, el catálogo es más o menos el mismo, actualizado, insistiendo en que lo logrado a nivel de legislación se aplique, se cumpla. Así, no es nueva la demanda por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, a interrumpir voluntariamente un embarazo no deseado en los casos que ha reconocido la ley, al menos en algunos países. Y nos seguimos preguntando por qué no les preocupa igual el matrimonio infantil y el embarazo de niñas desde los 9 años. ¡POR TODAS LAS DIOSAS! Tampoco es nueva la reivindicación frente a unos derechos básicos de igualdad frente a los hombres: laborales, salariales, a la educación y la salud, del derecho a la tierra, al capital y a participar en las decisiones políticas en el territorio y la nación. Nada que ver con la peregrina y errónea idea de que queremos ser iguales a los hombres. Tendrían que entender bien el problema para poder captar cabalmente el sentido de la igualdad de derechos y la equidad e igualdad de oportunidades. Habría que entender, así mismo, que cuando los competidores (hombres y mujeres), no salen del mismo punto de partida, o que, si lo hacen, el carril por el que vamos las mujeres está lleno de obstáculos y trampas, no sólo no hay igualdad, ni siquiera equidad, sino que
  • 54. 53 tampoco hay justicia. Esta idea es piedra angular en nuestra argumentación y demandas. No la pierdas de vista58. Es en este sentido que se erigen las demandas más recientes, al menos en nuestro contexto: la lucha por la visibilidad política, por acceder en igualdad de condiciones a cargos públicos de designación, de elección o de representación. La participación política, sin ser precisamente nueva, empieza a tener en tiempos recientes connotaciones propiamente feministas y en este sentido se orientan las leyes de cuotas sin que ello sea, a mi juicio, lo más importante de la participación de las mujeres en política electoral. Es, sí, muy importante, la transformación en los imaginarios dominantes de espacios hechos por hombres, para los hombres. Traigo aquí y parafraseo una idea de Chantal Mouffe59al respecto. Lo interesante es que ha llegado el día en que ya empezamos a sentir extraño estos y otros espacios poblados exclusivamente por hombres. Es decir, a extrañar la presencia femenina y feminista en todo lugar, sobre todo en aquellos lugares de poder. Pero, entre los ríos de mujeres y hombres solidarios en las calles de Madrid, Barcelona, Montevideo, Buenos Aires, Ciudad de México, Sao Paulo60 entre otros, sobresalían otras demandas, también de cierta novedad. Una voz fuerte y clara, promovida por académicas y familiares de mujeres mexicanas asesinadas, que hoy circula 58 BARBA, Monserrat (1 de noviembre de 2019). Diferencia entre igualdad, paridad y equidad. En: About español. Recuperado de https://www.aboutespanol.com/diferencia-entre- igualdad-paridad-y-equidad-1271571 59 MOUFFE, Chantal (1999). El retorno de lo político (Trad. Marco Aurelio Galmarini) Buenos Aires: Edit. Paidós. 60 El Plural Internacional (9 de marzo de 2018). Las marchas feministas en el mundo. En: El Plural Recuperado de https://www.elplural.com/politica/internacional/las-marchas- feministas-en-el-mundo_121197102
  • 55. 54 por distintos países, sobre todo iberoamericanos. Una voz colectiva con la cual se ha ganado la batalla por el derecho a nombrar e incluir como delito en el código penal de los respectivos países, el feminicidio. ¡Nos están matando!, ¡ni una menos!, ¡ni una más! Esto es lo que el poder hace con los cuerpos y la vida de las mujeres. Pareciera un tanto paradójico, pero celebramos, en muy buena medida, el éxito de la movilización, la capacidad de organización casi global que hoy tenemos, pero lo que allí se reclama, se demanda, se denuncia, es absolutamente doloroso. Sí, porque cuando a una mujer la matan por el (nada) simple hecho de ser mujer, en su historia personal hallaremos casi siempre una o varias cadenas de maltrato a lo largo de su vida, tal vez desde antes de nacer, porque a su madre le pasó lo mismo y a su abuela también. Adicionalmente, hoy, al tiempo que las mujeres ganan poder, autonomía, reconocimiento y ejercen sus derechos, los hombres se sienten agredidos , desobedecidos, lastimados en su hombr a , porque «una pinche vieja no me puede abandonar. Es mía o de nadie». Es decir, hay una cierta ecuación perversa, entre más autonomía, más feminicidios. Estos hombres, los feminicidas, no aceptan la trasgresión del orden patriarcal. Y se sienten autorizados para castigar de forma ejemplari ante . También tenemos los mismos problemas de siempre. Si bien el mundo ha cambiado y mejorado, en alguna medida, para significativas capas medias de la población, sobre todo urbana, en los campos y los sectores empobrecidos de las ciudades, se intensifican situaciones de pobre a violencia, con ellas las alternativas que utili an los cuerpos de las mujeres para infinidad de oficios, negocios, tráficos, esclavitudes, explotaciones, aun siendo niñas.
  • 56. 55 También los niños son sometidos a estos y a otros reclutamientos. Alguna vez creímos con el deseo que muchos de los logros y cambios alcanzados en las décadas de finales de los noventa, al menos en Colombia, iban a perdurar. Y lo que tuvimos fue un tremendo retroceso que tiene estrecha relación con la violencia que convive con nosotros desde tiempos inmemoriales, exacerbada dramáticamente con el tráfico de drogas, de armas y el conflicto armado. Mientras adherimos a campañas -justas y necesarias- como #metoo, tal vez quedan en un segundo y hasta tercer plano, estos, nuestros problemas de siempre. Pero hay que hacerlo sin desconectarnos de estos. Estamos viviendo una coyuntura muy particular. Algunas analistas creen que el feminismo está de moda, pero que hay que estar alerta porque el patriarcado bien sabe camuflarse y no lo dudo. Pero, que es una coyuntura particularmente interesante lo es y hay que saber jugar bien. Personalmente creo que no es estratégico menospreciar la audiencia que las estrellas de Holl wood le han proporcionado al problema universal del acoso sexual. Es, que sepamos, la primera vez que las mujeres denuncian, masivamente y a personajes de inmenso poder, por abuso sexual. No es el lugar para esta historia, pero hay que tener muy claro que se necesita tener poder también, mucho, y bajo nivel de vulnerabilidad para hacer esta y otras denuncias similares. No podrían hacerlo impetuosamente otros grupos y sectores de mujeres, desprotegidas ante la reacción de los implicados. Aquellas, las estrellas de Holl wood, tienen poder e influencia eso es clave. No importa si son blancas o negras. El poder es la clave del asunto. Para terminar, una idea fuerza que puede ser fácil en el enunciado, pero estructuralmente compleja en su contenido, y que apuntala las divagaciones aquí resumidas. El núcleo duro de las reivindicaciones
  • 57. 56 feministas lo constituye una lucha ya histórica contra un sistema de dominación patriarcal, el cual funciona a todo nivel, tiempo y lugar, de las relaciones humanas y que, mediante mecanismos institucionales de la sociedad y la cultura en que vivimos, se sostiene, se reproduce, se actualiza, se camufla. Fácil, sí, resulta su naturali aci n (creer que las cosas son as ) la resignación que produce. Sin embargo, del conocimiento de su lógica perversa, resulta también la desconfianza en la interpretación predominantemente emotiva de la magnitud de las movilizaciones. Buenísimo, sí, pero no sobra la cautela, pues lo que en principio es una buena noticia, puede implicar también una colonización y usurpación del objetivo histórico del feminismo para volverlo inocuo o desvirtuarlo hasta convertirlo en otra cosa , advierte Laura Nuño. ¿Paranoia? No, conocimiento informado y racionalidad estratégica feminista. 13 de marzo de 2018
  • 58. 57 ¿Por qué decimos que el machismo mata? Es muy posible que alguna vez cualquiera de ustedes se haya tropezado en las redes o en la prensa, o en las fotos y videos de las marchas de las mujeres, una consigna muy trajinada en tiempos recientes, una que dice: EL MACHISMO MATA , que denuncia, a partir de las vergonzosas cifras de feminicidios, violaciones, torturas, los crímenes de odio cometidos contra mujeres y niñas en el mundo. No obstante, pareciera que algunos caballeros de fina pluma, no se enteraron. Y esto sí no me sorprende, los señores no le gastan tiempo a lo que escribimos las mujeres y menos si somos feministas. Solo así se entiende que un muy reconocido escritor colombiano, en una de sus columnas, sostenga: el machismo es una forma de ser . Entonces, pregunto de inmediato: ¿cómo es eso de que el machismo mata que sostenemos las feministas? Me cuesta trabajo generalizar, pero es como si con el sólo uso de ciertas palabras la gente asumiera que conoce su sentido y contenido. Y esto nos pasa con frecuencia con muchas palabras que se ponen de moda y la gente sencillamente repite como loro (¿o lora?). Sin embargo, hay casos y cosas que deben ser debidamente nombradas, así como correctamente usadas o aplicadas en los contextos de enunciación correspondientes, so pena de meter las cuatro sin remedio. No es mucho lo que se pueda agregar a las nutridas columnas de opinión que han escrito varias sabias mujeres. Pero quiero reforzar el nudo del concepto machismo. Sucede que, en ocasiones, las propias activistas feministas (y algunos que se apropian de partes de sus causas), tienen algo de
  • 59. 58 responsabilidad en el mal uso y, peor aún, precaria comprensión de palabras o conceptos que, tomados así, sueltos, parecen de fácil manejo a n m s grave, se vuelven cartilla de ense an a , valga la analogía, como cuando uno confunde un glosario con un marco teórico. Eso pasa con el famoso debate acerca del uso incluyente o excluyente de la mitad del género humano mediante el lenguaje, en el caso del castellano. Pero, el asunto de hoy no es ese sino el del machismo entendido como forma de ser en coe istencia pac fica con el feminismo, otra manera de ser . Cito te tual para no incurrir en distorsiones. Dice Antonio Caballero en su columna Acoso 2: Con esto no quiero decir que el machismo sea un progreso con respecto al feminismo, ni que el uno o el otro sea bueno y el otro malo, o viceversa, sino que existen los dos: el machismo es, como el feminismo, una manera de ser. Hay mujeres machistas, como hay hombres feministas. Y creo que el feminismo y el machismo no están condenados a enfrentarse, sino que pueden pacíficamente coexistir.61 No me gusta cuando se burlan o ridiculizan nuestros argumentos, por eso no le hago lo mismo a nadie. Pero es que esta vez no pude menos que recordar el episodio de la reina de belleza aquella Don Caballero, cómo es la cosa... Mujer con mujer, hombre con hombre y a la visconversa, dijo El Chavo del 8. En el fondo, como en el caso de la reina de la historia, creo que le entiendo lo que quiere decir, pero no es políticamente correcto dejar en el ambiente una confusión de tales proporciones más aún cuando provine de una persona de notable influencia en la opinión pública nacional y quizás internacional. 61 CABALLERO, Antonio. (23 de septiembre de 2017). Acoso (2) En: Semana. Recuperado de https://www.semana.com/opinion/articulo/antonio-caballero-opinion-sobre-el- acoso/551441/