1. AGENTES DE DETERIOROS
(Hongos, Enfermedades y Proteccion Personal)
Nombre y Apellido:
Rodríguez Diego CI 27.760.889
Sección: CI 2101
Barquisimeto, 19/06/2020 Profesora: Lorena Lameda
2. Plagas y enfermedades de los documentos
Hongos y bacterias
Hay más de 200 especies de hongos que atacan
archivos y bibliotecas, siendo entre ellas los más
conocidos el aspergillus y el penicillium. Producen
manchas amarillentas o pardo oscuras, redondas que
se van extendiendo y contagiando a todos los demás
archivos.
Las bacterias más conocidas en archivos
son cytophaga, y cellvibrium. Son atraídos por los
papeles de celulosa. Una vez instalados, producen
ácidos que degradan el papel y las tintas. Rompen la
cadena de la celulosa, también degradándola.
3. Insectos
Los más peligrosos son los anóbidos
(escarabajo stegobium paniceum) que
se come la celulosa y deja agujeros
circulares pequeños en el papel y el
conocido pececillo de plata, que se
siente atraído sobre todo por madera,
cartón y papeles.
Degradación de tintas
Aparte de todas estas infestaciones, también
atacan seriamente a los documentos
la degradación de las tintas. Especialmente las
tintas ferrogálicas, que tienden a oxidarse y
generan ácidos que dañan el papel.
Se deben establecer planes de conservación para
combatir estos factores, por lo cual es importante
conocerlos bien primero, para saber como actuar
6. Las enfermedades que esconden las bibliotecas
Los libros mal conservados afectan el sistema respiratorio. Cada vez que se abre un libro hay un
riesgo. Lo mismo sucede cuando se trabaja con archivos en papel u otros materiales similares.
Afecciones pulmonares, ataques bacteriales y un sinfín de hongos de distinto tipo pueden afectar al
ávido lector en su casa o en una biblioteca. Esas bacterias también pueden terminar con el libro y
contaminando todo el espacio. Yerko Quitral era jefe de microbiología clínica de un hospital de
Santiago de Chile cuando descubrió los riesgos sanitarios que había en los archivos, las bibliotecas
y los museos. Ahora está a cargo del archivo personal del escritor Pablo Neruda que incluye siete mil
libros y objetos personales en el Archivo Andrés Bello de la Universidad de Chile. Está en
Montevideo para dictar una conferencia en el VIII Encuentro Latinoamericano de Bibliotecarios,
Archivistas y Museólogos que se desarrolla hasta el miércoles. En su trabajo usa un equipo similar al
que tenía en el hospital. Guantes, mascarilla y elementos para tomar muestras que luego examina
en el microscopio. Intenta así evitar que las bacterias y hongos afecten el acervo y la salud humana.
Investigadores, estudiosos, archivólogos o simples lectores pueden terminar con alergias, otitis,
infecciones oculares y hasta asma crónica, si no se toman precauciones. "Esto puede pasar cuando
un libro no está almacenado en forma correcta, como puede ser en lugares húmedos, con roedores
o parásitos. Esas infecciones pueden terminar en el ser humano", explicó Quitral. El experto advierte
que en las casas de familia el riesgo puede ser mayor porque hay más focos de contaminación.
Calderas, calentadores, el baño, cañerías en mal estado y otros lugares húmedos que son focos que
terminan predisponiendo a distintos tipos de alergias. Quitral recomienda hacer un esfuerzo para la
preservación del estado del libro y la salud de la persona que lo manipula. "Hay que tener un control
ambiental de las colecciones, la humedad tiene que ser constante y no tenga variaciones porque es
allí donde se gatilla la aparición de hongos", señaló. Además, propone mantener el material en una
zona aireada y hacer una limpieza con paños secos para evitar el ingreso de más humedad en los
libros. "Cuando se le agrega humedad a un libro se está predisponiendo a que crezcan
microorganismos de cualquier tipo", dijo.
7.
8. CÓMO PROTEGER TU BIBLIOTECA CONTRA HONGOS E INSECTOS
Dijo Thomas Carly que «los libros son amigos que nunca decepcionan» y, como los amigos, los libros
también se ponen malitos. Menos que los humanos, pero ocurre. Al igual que con las personas,
cuando los libros no son cuidados como se debe, especialmente cuando ya tienen una edad, tienden a
desarrollar enfermedades en sus hojas y lomos. Si bien es cierto que un ambiente privativo de oxígeno
y una humedad relativa baja harán que estos males nunca surjan, ¿quién tiene sus libros en una
cristalera? ¡Los libros han de correr libres por las estanterías y sobre los muebles!
Los hongos son unos seres vivos muy antiguos que, a diferencia de la creencia habitual, no son
plantas. De hecho, no son ni plantas, ni animal, sino que conforman todo un reino de organismos en sí
mismos (y bastante grande comparado con otros reinos, para ser justos). Un reino de organismos que
se pirra por los libros viejos. Estos hongos ya están presentes en los libros cuando los compramos,
entre las hebras con las que se hacen las páginas, y sobreviven al proceso de creación del papel
incluso cuando este ha sido clorado. (NOTA: no compréis libros clorados, hay otros métodos para
blanquear el papel que no requiere destrozar tanto el planeta). Cuando se dan las condiciones ideales
(que suele ser en una biblioteca poco cuidada con alto índice de humedad y temperaturas muy bajas o
muy altas), aparece el moho: una capa de hongos lo suficientemente grande como para ser visible.
Pero mucho antes de que los hongos se hayan empezado a extender, el libro olerá a humedad.
9. Cómo prever la aparición de hongos en libros
Antes de nada, me gustaría aclararte algo. Todos los libros tienen sus días contados, no importa cómo los quieras
mantener. El contacto con el oxígeno y otros elementos, y con determinadas materias orgánicas (como los mohos) van
debilitando poco a poco su estructura interna hasta convertirlos en hebras. Va a pasar, asúmelo.
¡Pero no tiene por qué pasar en tu generación! Podemos irnos al otro barrio sabiendo que hemos legado una biblioteca
en buen estado. Aquí unos pocos consejos al respecto:
Nada de guardar los libros en lugares oscuros, fríos o sin aire. Los libros son amigos, ¿no? ¿A qué amigo tenemos
encerrado en un sótano? En los sótanos se tiene a quien no se quiere, como algún jefe puñetero que debió haberte tratado
mejor. (ejem…) Pues eso. La luz ultravioleta (sol) mata determinados tipos de hongos, y un contacto permanente con el
oxígeno hará lo mismo para la mayoría. Para muchos hongos, el oxígeno puro (O2) en una alta concentración suele ser
venenoso.
Evítales temperaturas extremas. Tanto el frio como el calor hacen que el crecimiento de hongos se dispare. Por eso es
aconsejable tener los libros en una estancia donde tengamos tanto calefacción como unidad de aire acondicionado (cerca,
pero no al lado) de los libros. Así estarán fresquitos en verano y calentitos en invierno. La temperatura óptima ronda los 21
grados, así que no tenemos que preocuparnos por gustos diferentes a los nuestros: si tú estás a gusto, ellos también.
Evita las humedades. No metas los libros en fresqueras, ni los pongas junto a un calefactor, rendija de aire, bajo el aire
acondicionado o junto a plantas. Nada de humedad, nunca. A diferencia de la temperatura, la humedad del aire siempre va
a fomentar el crecimiento, sea cual sea. Menos humedad siempre será mejor que más humedad. Aunque los expertos
advierten que bajo el 60% de humedad la descomposición del papel y crecimiento de patógenos se reduce mucho, casi
mejor que no arriesgarse. Usa un deshumidificador, si es posible, especialmente si vives en zonas húmedas.
Ese polvillo que crece sobre los libros, fuera. A veces ocurre: vamos a una estantería, soplamos, y tenemos que cerrar
los ojos porque hemos puesto una pasada de polvo en movimiento. Evita que ese polvo sea demasiado grueso, ya que
será un imán para la humedad y la temperatura. Aunque parezca mentira, una película de unos milímetros de polvo puede
multiplicar varias veces la humedad contenida dentro con respecto de la exterior, así como retener la temperatura. Pasa un
trapito de vez en cuando, o te arriesgas a que las esporas que caigan sobre él tengan alimento para ir empezándose los
libros por la parte de arriba.
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11. Tenemos una infestación de plagas. Cogemos un libro y nos encontramos con pequeños esferoides
traslúcidos (huevos). ¿Qué hacer? Que no cunda el pánico, tiene solución. El que haya huevos en los
libros significa que un adulto ha venido por ahí y los ha puesto. Puede haber más, así que compra algún
remedio contra ellos. Hay cientos, desde humo a aerosoles pasando por veneno en polvo.
Con una aspiradora, pasa por todas las páginas de los libros que creas que pueden contener huevos. Es
posible que no veas algunos. Con un paño ligeramente humedecido en cloro o lejía (ponte guantes)
podemos limpiar el contorno de los libros. Esto ayudará. Algo que funciona a la perfección es usar el
horno como descontaminador. Precalienta el horno a más de 65 grados y, habiéndolo apagado, mete el
libro dentro durante una hora. Deja que se enfríe dentro del horno, no lo saques si la diferencia de
temperaturas entre el horno y el aire exterior es muy grande para evitar tensiones térmicas. Por supuesto,
hay miles de tratamientos y cuidados para los libros, y estaré encantado de saber qué es lo que hacéis
vosotros para proteger vuestros tesoros.
Eliminar una plaga de tus libros
12. Bibliografía
•Dr. Fernando Muñoz, 17 de Julio del 2010. Enfermedades de los
Documentos y Libros. Pagina web Disponible:
URL:https://files.sld.cu/bmn/files/2018/05/Enfermedades-asociadas-
a-los-hongos-en-bibliotecas-y-archivos.pdf
•Marcos Martinez, 28 de Junio del 2016. Protección contra los Hongos y
Insectos. Pagina web Disponible: URL:
https://lapiedradesisifo.com/2016/03/28/como-proteger-tu-biblioteca-
contra-hongos-e-insectos/
•Beatriz Peña, 10 de Febrero del 2015. Plagas y sus Enfermedades.
Pagina web Disponible: URL: https://www.acal.es/index.php/2014-04-
16-11-01-26/archivpost-recursos/item/1633-plagas-y-enfermedades-
de-los-
documentos#:~:text=Hay%20m%C3%A1s%20de%20200%20especies,
a%20todos%20los%20dem%C3%A1s%20archivos.