El documento argumenta que nuestras emociones, más que nuestra razón, determinan lo que hacemos en cada momento y que nuestro razonamiento está entrelazado con las emociones. Propone que es necesario un cambio profundo en la sociedad para pasar de un modelo dominador a uno más solidario, basado en las emociones.

4. tra actitud ante la vida, desde una base
espiritual y emocional… son nuestras
emociones y no nuestra razón, lo que
determina en cada instante lo que hacemos
o no hacemos, en la vida cotidiana, nos
damos cuenta que todo el proceso racional
se entrelaza con las emociones y si cambian
las emociones, cambia el razonar.
Implementar este vuelco profundo para
pasar de la “androcracia”(o modelo
dominador) a la gilania (o modelo
solidario), es una inmensa e impostergable