1. EJES HERMENEÚTICOS DE LA POBREZA: INTRODUCCION (I)
Por HECTOR DIOMEDE
El título pretende llamar la atención sobre el hecho de que la categoría social
“pobreza” aunque siendo lo suficiente comprensiva lo es también demasiado
abstracta, y dada la naturaleza del problema necesita tener una visión más
“unamuniana”, diríamos de carne y hueso, no perdiendo el de vista esencialmente el
factor humano.
Habría que decir que el problema social de la pobreza no es exclusividad de las
grandes urbes, ya que sectores campesinos y pueblos originarios fruto de la
marginación y de la explotación que se encuentran a veces, en las más abyectas de
las miserias. Sin embargo donde se hace más vívido el fenómeno de la pobreza es en
las grandes ciudades debido al aglomerado poblacional como a la multiplicidad de
factores sociales asociados.
Cuando hablamos de pobreza urbana, surge de inmediato en el imaginario social:
marginalidad, hacinamiento, inmigrantes limítrofes, delincuencia, desempleo, droga,
clientelismo, etc, una mezcla de realidad y prejuicios.
Como veremos la pobreza es un fenómeno socioeconómico y cultural multidimensional
donde no solo intervienen variables económicas relacionadas con el ingreso, sino con
las capacidades a desarrollar y las necesidades a cubrir de las personas en situación
de desigualdad de oportunidades. La pobreza es un fenómeno que va más allá de lo
económico. Se necesita una acción positiva de políticas públicas que promuevan la
incorporación de las personas al capital cultural y simbólico de modo de convertirlas en
sujetos de su propio desarrollo.
Modernidad, urbanización y pobreza fueron procesos que se dieron asociadamente.
Argentina comenzó rápidamente –comparado con otros países de América Latina- el
proceso de concentración urbana. Tomando como referencia algunos censos
nacionales, tenemos: 58% (1914), 79% (1970), 89% (2001), hoy en todo el país más
del 91% de la población argentina es urbana contra 70% de América Latina y 60% de
la población mundial. Lo que llamamos urbanización implica por los menos dos
criterios, uno demográfico y otro sociológico, el primero relacionado con el espacio o
territorio y el segundo con la densidad o concentración.
Lo que denominamos el “Gran Buenos Aires” es una de las más importantes
megaciudades del mundo. Megaciudades son Tokio, Seúl, México, Nueva York, San
Pablo, entre ellas Buenos Aires se encuentra 17 en el rango mundial.
El proceso de conurbación es indicativo del desarrollo del foco de expansión territorio,
que puede darse a partir de un distrito o de varios al mismo tiempo logrando una
continuidad física-geográfica.
De hecho, el Gran Buenos Aires (GBA) lo constituyen la Ciudad de Buenos Aires y los
24 Partidos del Gran Buenos Airesi con una población de 12.801.364.ii
2. El crecimiento de los asentamientos y villas miseriasiii han crecido en el Gran Buenos
Aires en los últimos años. Tanto los “asentamientos” como las “villas miserias” caen
dentro de una categoría mayor: los “asentamientos humanos informales”, pero los
asentamientos se diferencias de las villas miserias que mientras éstas se encuentran
en terrenos urbanizables (potencialmente agua corriente, redes cloacales, luz, etc.) los
primeros están ubicados debajo de autopistas, en fábricas abandonadas, terrenos
junto a la red ferroviaria sin posibilidad alguna de urbanización. Los asentamientos
tienen viviendas –si se puede llamar así- muy precarias y reducidas casillas de formas
irregulares construidas de cartón, madera y chapa.
3. i
En un comienzo, era 19 Partidos, con las modificaciones del 1993 y 1994 ahora son 24. La denominación oficial es
Partidos del Gran Buenos Aires.
ii
Censo 2010
iii
Villa Miseria deviene de la novela “Villa Miseria también es América” de Bernardo Verbitsky.