La reforma del impuesto a las ganancias introdujo cambios limitados que no logran resolver los problemas fundamentales. Solo beneficia a un grupo específico: aquellos con ingresos entre 15.000 y 25.000 pesos en 2013. Para el resto, la situación no cambia y las tasas impositivas continúan aumentando cada año debido a la falta de ajuste de los tramos impositivos. La reforma mantiene las inequidades entre trabajadores con igual salario pero situación distinta en 2013, y no reduce la presión tributaria de forma significativa.
COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
Reforma del impuesto a las ganancias en Argentina no logra resolver problemas fundamentales
1. Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 201514 Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 201514
Cambio sin cambio
Todos los años, al momento de las negociaciones salariales, recrudece el reclamo por una
reforma en el impuesto a las ganancias. Esta vez tuvo como respuesta una modificación que
no logra revertir ninguno de los problemas que se vienen acumulando año tras año.
por Nuria Susmel*
MERCADO DETRABAJO
*Economista de FIEL
MERCADO DETRABAJO
T
ras dos años sin cambios en el impuesto a las ganan-
cias a pesar de la alta inflación, el gobierno anunció
una modificación que prometía una importante dis-
minución en el pago del impuesto y consecuentemente una
mejora en el salario. Pero cuando se ahonda en las modi-
ficaciones, se concluye que los anuncios son un relato algo
distorsionado.
En el año 2013, última modificación de ganancias, se eximió
del pago del impuesto a todos los trabajadores en relación
de dependencia con ingresos inferiores a 15 mil pesos. Y
para quienes tenían ingresos de entre 15 mil y 25 mil pesos,
las deducciones permitidas fueron incrementadas en un 20%
con respecto al resto de los trabajadores.
En esta oportunidad, nuevamente, los cambios introducidos
no apuntan a mejorar la situación frente al impuesto de
todos quienes están alcanzados, sino que se concentra en
el mismo grupo elegido en el año 2013: se mantiene la exi-
mición de pago de quienes entre enero y agosto de ese año
hubieran tenido ingresos menores a 15 mil pesos en todos
los meses, independientemente de cuál sea su ingreso hoy,
y solo se aumentan las deducciones permitidas para quienes
entre enero y agosto de ese año cobraban entre 15 y 25 mil
pesos, nuevamente sin considerar su ingreso actual.
A diferencia del año 2013, cuando el aumento de las deduc-
ciones fue idéntico para todos, esta vez el mismo fue dife-
rencial y varia entre 25% - para quienes en aquel entonces
ganaran entre 15 y 18 mil pesos- y 5% -para ingresos entre
24 y 25 mil pesos-, frente a una inflación que sólo en 2014
alcanzó a casi el 40%. Para el resto de los trabajadores la
situación se mantiene sin cambio.
De acuerdo a los anuncios, la reducción en el pago del im-
puesto alcanza a casi el 70% en el caso de un trabajador
casado con dos hijos con un salario de 20 mil pesos.
Al respecto, debe destacarse, en primer lugar, que el cálcu-
lo que presenta el gobierno se realiza en base a un trabaja-
dor que hoy percibe 20 mil pesos. El punto es que un traba-
2. 15Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 2015 15
MERCADO DE TRABAJO
jador que hoy cobra 20 mil pesos, si estaba en el mercado de
trabajo en el año 2013 y tuvo los ajustes salariales del pro-
medio de la economía, tenía en aquel entonces un salario
de 12 mil pesos; o sea ese trabajador estaba y continúa hoy
exento. Es decir, no existe la mejora de 69% anunciada. En
realidad, solo existe para quienes ingresaron recientemente
al mercado de trabajo con ingresos de 20 mil pesos y cuyos
pares –trabajadores con idéntico salario, idéntica tarea y
responsabilidad- están exentos por estar en el mercado de
trabajo desde, al menos, el año 2013.
Entonces, ¿que mejora in-
troduce este cambio? Podría
decirse que poca. Quienes
no pagaban siguen sin pa-
gar, quienes estaban por
encima de 25 mil pesos en
el año 2013 siguen pagando
cada vez más y quienes sí
fueron incluidos en la reforma, inicialmente van a pagar me-
nos, aunque –incrementos salariales mediante- van a termi-
nar el año con un impuesto determinado superior al del año
2014, aún en términos reales. Este fenómeno es el resultado
de la ausencia de ajuste en las escalas de este tributo.
La mejora salarial para un trabajador soltero –en relación
a la situación sin reforma- varía desde el 4% para quien co-
braba en 2013 poco más de 15 mil pesos y 0,6% para quien
cobraba poco menos de 25 mil en aquel momento. Sin em-
bargo esto no alcanza para impedir que el salario neto ter-
mine siendo más bajo que el año anterior.
En efecto, un trabajador soltero que en el año 2013 tenía
ingresos algo superiores a 15 mil pesos, enfrentaba ese año
una tasa media de ganancias de 5,5%. Un año más tarde, con
un aumento salarial idéntico al promedio de la economía –
pero menor que la inflación- pasó a tributar el 9,5%. Para el
año 2015, y suponiendo un incremento salarial igual al pro-
medio –que se estima similar a la inflación-, en ausencia de
reforma, esta tasa se hubiera ubicado en 15,5%; la reforma
logró bajarla hasta solamente el 13% .Es decir, que para este
grupo y a pesar de la reforma, las tasas medias de impuesto
a las ganancias este año van a ser las más altas del milenio y
de la historia del impuesto. En realidad las mayores tasas se
verifican para todo aquel que no está exento.
¿Porque aumenta la tasa media a pesar de los ajustes en
las deducciones de ganancias? Porque los tramos sobre los
que se aplican las tasas marginales no se actualizan desde
el año 2001, con lo cual los ajustes salariales que tratan de
compensar la inflación hacen que los ingresos pasen a estar
alcanzados por tasas cada vez altas.
Los siete tramos –sobre los cuales se aplican tasas marginales
de entre el 9% y el 35% es-
tán, desde los años 90, se-
parados por una diferencia
de 10 mil pesos anuales los
tres primeros y 30 mil, los
siguientes. En aquel enton-
ces el salario promedio de
la economía era de $ 1000.
Es decir, que para pasar a estar alcanzado por una tasa más
alta (en los tramos más bajos) se requería un aumento del
salario anual de diez veces el salario promedio mensual.
Hoy el aumento anual requerido es de menos de un salario
mensual, o sea que cualquier aumento mensual de 800 pe-
sos al mes implica pasar a estar gravado por una tasa más
alta (siempre para quienes no están exentos). Mantener la
estructura de comienzos de la del año 2000, ajustando por
la inflación, significaría que los primeros tres tramos estén
separados por 100000 mil pesos anuales y por 300 mil, los
siguientes.
La modificación introducida efectivamente evita un mayor
aumento en la presión tributaria del grupo seleccionado,
pero nada más. Sobreviven a la reforma las inequidades pro-
ducidas por el hecho de que individuos con iguales niveles
de salario hoy tienen diferente situación frente al impuesto,
dependiendo de su situación en 2013. Y sobrevive a la refor-
ma el hecho de una tasa media cada vez mayor, producto
no del nivel del mínimo no imponible, sino de la ausencia
de ajustes en los tramos que definen las tasas de imposi-
ción, los cuales se mantienen iguales desde comienzos del
milenio.
Cuadro 1. Impacto de la Reforma del Impuesto a las Ganancias
Salario
Nominal
2013
Salario
Equivalente
2015 (1)
En relación a la ausencia de
reforma
Tasa media de Ganancias (2)
Reducción
Impuesto
Variación del
Salario Neto
2002 2012 2013 2014
2015 sin
reforma
2015
14500 24894 - 0.0% 5.4% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%
15001 25754 -18,6% 4,2% 0.0% 6.1% 5.5% 9.6% 15,2% 12,4%
20000 34336 -8.4% 2.7% 0.6% 10.0% 9.9% 15.7% 20,2% 18,5%
25000 42920 -1.5% 0.6% 1.9% 13.3% 13.5% 19.5% 23,1% 22,8%
30000 51504 0,0% -2,1% 3,2% 5,8% 16,8% 19,7% 23,2% 25,9%
(1) Salario 2013 ajustado con la variación salarial promedio de la economía.
(2) Salario de cada año ajustado con la variación promedio de la economía.
Sobrevive a la reforma el hecho de una
tasa media cada vez mayor