Los reactivos depresores más comunes utilizados en el proceso de flotación incluyen cianuro de sodio, bisulfito de sodio, sulfato de zinc, hidróxido de calcio, hidróxido de sodio y carbonato de sodio. Cada uno tiene efectos depresores específicos en minerales como cobre, zinc, hierro, pirita y sílice para mejorar la selectividad y calidad del concentrado final.