En 1986, México aprobó la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, que estableció las bases para las reformas electorales. En 1988, se acordó emitir una credencial para votar con fotografía. Dos años más tarde, la reforma electoral de 1990 incluyó la creación del Tribunal Federal Electoral. Finalmente, en 2014, se aprobó una reforma constitucional que transformó al Instituto Federal Electoral en el Instituto Nacional Electoral.