Este documento discute la naturaleza de la gracia divina y su papel en la salvación del hombre. Explora cuatro enfoques teológicos de la gracia, su desarrollo en el Antiguo y Nuevo Testamento, y su tratamiento en la teología griega y latina. La gracia eleva al hombre caído a la comunión con Dios a través de Cristo y lo transforma participando en la vida divina.
1. E N É L E N C O N T R A M O S L A B E L L E Z A D E N U E S T R O S E R
EL HOMBRE BAJO EL
SIGNO DE CRISTO
2. 1. EL HOMBRE
El hombre bajo el signo de Cristo
es capaz del diálogo filial,
partícipe de la comunión trinitaria,
divinizado y restaurado en su
imagen. El paso de un estado de
muerte y condena al estado de
gracias y adopción se realiza por
medio de la obra salvífica del
Verbo encarnado.
3. 1. EL HOMBRE
La nueva existencia del hombre caído es gracia:
- Gracia porque no existe en el hombre ningún
merecimiento o título que lo haga digno de ella
- El modo como se realiza y se comunica (el misterio
pascual de Cristo) supera toda previsión humana.
- Al hombre, creatura derrumbada, se le comunica la
participación en la vida divina
- Todo esto se realiza a través de la unión con Cristo, y
a esta nueva situación del hombre, en el NT la llaman
gracia
4. 1. EL HOMBRE
Cuatro acentos en la teología de la gracia en la
reflexión occidental:
1. La gracia como experiencia psicológica: el hombre
es atraído, iluminado, recreado por la gracia. De ese
modo se da la integración de la concupiscencia, la
recuperación de la libertad y el inicio de la vida en
Cristo. En esta línea se ubican San Pablo, San Agustín
y la escuela franciscana.
2. La reflexión ontológica clásica: la gracia se define
por su relación con la naturaleza. Es algo que
adviene a la naturaleza.
5. 1. EL HOMBRE
3. Un enfoque dialogal y personalista: parte
de la biblia que muestra la gracia como una
relación de amistad y comunión. La gracia es
la participación en la vida de las Personas
divinas. El pecado se ubica en la ruptura
dialogal; mientras la gracia es el reencuentro
con Dios: el hombre caído, alejado, es
elevado por Cristo a la comunión de la vida
de los hijos de Dios.
6. 1. EL HOMBRE
4. Enfoque estructural y social: de por sí, la
vida humana no es una realidad aislada e
individual; se enclava en una estructura
social, política y económica. La gracia lleva
una dimensión comunitaria (social) que es
imprescindible. La gracia es gracia de
liberación, y como tal, de transformación de
las estructuras sociales a través del hombre
que vive en una nueva manera de ser. Es la
fuerza del amor.
7. 2. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA
GRACIA
- En el Antiguo Testamento: la gracia es
alianza y liberación. Es la elección de Israel.
Se trata de la actuación fiel y misericordiosa
de Dios.
- En el Nuevo Testamento: aparece la
incomparable bondad de Dios, manifestada
en Cristo. La gracia es la nueva atmósfera
salvífica, un acontecimiento escatológico, es
vivir en Cristo.
8. 2. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA
GRACIA
- En la teología griega: es gloria
que irradia desde Dios sobre el
hombre, transformándolo,
ontológicamente, por los
sacramentos; éticamente, por las
virtudes; místicamente, por la
comunión trinitaria. La unión
hipostática es el modelo de la
divinización del hombre.
9. 2. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA
GRACIA
- En la teología latina: se enfatiza la liberación
del pecado y la corrupción de la naturaleza
humana. La gracia es justificación del hombre
pecador, y luego, divinización. La primera
escolástica insiste en la fuerza que permite
vivir una vida virtuosa. La alta escolástica
señala que a cada acción corresponde un
principio generador. La gracia es una nueva
cualidad ontológica, fuente de los actos. La
gracia rehabilita al hombre y lo hace justo,
preparando así la inhabitación divina.