2. Interioridad y trascendencia
Hablar de interioridad es hablar de la parte más
sagrada de la persona.
La interioridad es esa parte sagrada, donde se
viven de modo único: los afectos,
pensamientos, anhelos, vivencias,
intenciones, decisiones. Ahí llega solo la
propia persona.
3. Intimidad y trascendencia
Cada quien guarda de modo único una riqueza de
conocimientos, afectos y deseos.
La interioridad es, del modo más peculiar, lo más
nuestro. Es nuestra parte más íntima y noble.
Trasciende a cualquier limitación material.
Es la manera más profunda de valorar la vida y la
propia historia
Pero es importante que la sepamos poseer. Que
seamos dueños de nuestra propia intimidad y la
sepamos ubicar. Es el punto de partida para
cualquier relación. Es entender que éste soy yo.
4. Intimidad y trascendencia
Todos tenemos ese interior. Ahí nos descubrimos
en nuestras capacidades y limitaciones. De igual
modo reconocemos el modo como hemos usado
tales capacidades y como hemos fallado al
manejar nuestras limitaciones.
Desde ahí podemos dirigir nuestro destino, pues la
interioridad incluye el modo como hemos leído la
propia vida y como la podemos plantear ahora
para abordarla.
5. Trascendencia,
etimológicamente significa
“ir más allá de”.
Si el hombre con su acción
transforma las cosas y la
sociedad, creando un
ambiente de vida; todavía
más importante: en esa
acción él mismo se
perfecciona y trasciende.
Dimensión trascendental
7. - Horizontal: que se
dirige hacia un
objeto exterior. Así
la persona consigue
sus fines, de ahí
nace la relación con
los otros seres
(visión tradicional
de la trascendencia)
Dimensión trascendental
8. - Vertical: poder autodeterminarse, por el
hecho de ser libre. El efecto másde ser libre. El efecto más
importante del acto no es tanto lo exteriorimportante del acto no es tanto lo exterior
sino la repercusión en el propio ser.sino la repercusión en el propio ser.
Dimensión trascendental
9. Trascendencia implica que “el acto” no
se agota en el querer y elegir ciertos
valores o bienes, pues éste incluye
quererse y elegirse a sí mismo = una
dimensión auto-teleológica.
Así trascendencia = una respuesta libre
al propio valor personal. La persona se
autodetermina en su actuar.
10. No basta las capacidades de autodominio y
auto-posesión para decidir adecuadamente
sobre los valores.
La estructura subjetiva exige una referencia a la
verdad.
Para entender la necesidad de la verdad,
hacemos referencia al aspecto auto-teleológico
del acto.
La verdad como clave de la
trascendencia y de la realización
11. La verdad como clave de la
trascendencia y de la realización
La “auto-teleología” se
expresa, entre otros
modos, como una
legítima y ordinaria
aspiración humana a la
“perfección”.
12. La verdad como clave de la
trascendencia y de la realización
Mas para responder a esa
legítima aspiración, toda
persona responsable
tiene la necesidad de
reafirmarse cada vez no
sólo en el bien, en base al
cual se quiere, sino
también en la verdad en
base a la cual se decide.
13. La persona experimenta la necesidad de actuar bajo un punto
de referencia seguro, por eso se apoya en la verdad
objetiva.
La verdad como clave de la
trascendencia y de la realización
14. Por tanto, la apertura a la realización o perfección exige
coordinación entre el bien y la verdad. Esto es lo que
facilita a la persona colocarse por encima del mecanismo
estímulo-respuesta. Esto es trascender.
15. La verdad se ordena,
desde aquellas
singulares acciones
hasta aquellas
verdades superiores
que orienten como un
todo el actuar de la
persona.
La verdad como clave de la
trascendencia y de la realización
16. Bien y verdad no son algo
abstracto, ni realidades
separadas. Son
elementos que se
insertan en el actuar real
de cada persona.
17. La voluntad siempre está abierta al bien, pero
su actuar es real al decidir por cada bien
concreto, donde la razón discierne sobre la
verdad de tal bien. Y es en esa práctica
ordinaria donde se da la trascendencia de la
persona.