La producción de café en el Alto Ariari ( departamento del Meta) y el proceso de colonización realizado bajo la violencia generalizada y la ausencia del Estado colombiano
Algunos riesgos para la paz en el sur del meta EGG
Pequeños y pobres cafeteros en el meta egg
1. Pequeños y pobres productores de café en el Meta
Emilio García Gutiérrez.
Catedratico. Villavicencio, marzo 2 de 2013
No había terminado la primera violencia en el país cuando los
cachiporros y godos de la época derrotados en esta primera
guerra llegaron a las tierras del Alto Ariari. La mayoría de ellos
venían del sur del Tolima, otros de Antioquia, de Santander y de
la región Cundiboyacense. En su mayoría eran labriegos,
hombres y mujeres de campo que lo habían perdido todo y solo
tenían una mujer, unos barrigones llenos de lombrices, un perro
flaco y una que otra escopeta.
Los acompañaba el “ángel de la guarda”, la cédula, el carnet de
liberal o conservador y la tierra en las uñas y en las orejas.
Tenían una gran verraquera y ganas de trabajar y así se fueron
enfrentando al Ariari, a la noche, a los animales y al monte. A
golpe de hacha y machete fueron abriendo trocha y conociendo
a otros pobladores que venían del Sumapaz y así revueltos
“fundaron” San Luis de Cubarral, El Dorado y El Castillo. Más
tarde los caciques de los partidos tradicionales dieron las
órdenes y se fueron nuevamente enardeciendo los ánimos y se
fueron quedando en el Alto Ariari, separados, sin puente y sin
amistad, anticipándose a la salsa del Grupo Niche… del puente
para allá.
Estos campesinos pobres desde de la década del sesenta hasta
hoy en día con más ganas que apoyo del Estado colombiano,
2. han sembrado y ensayado con la piscicultura, los frutales, el
plátano, la maracachafa,el cacao, y el café. Solamente con el
café y el cacao y una que otra “bicha” han aguantado las
aperturas económicas del sistema, la violencia indiscriminada
(de legales e ilegales), la roya y la broca del café (traída por la
Federación). Con el “pepeo” de estas dos especies han
aguantado, levantado hijos para la vida y dicen los entendidos
que han hecho Patria.
En Colombia y también el Alto Ariari, en los 80 y noventa, se
desgranaba el rojo grano entre los ágiles dedos, muy distintos a
los de ahora en que se nos desgranan las lágrimas. Era un rito
descerezar, secar, despasillar. De allí salían la recua de mulas o
los “Carpati o los Willis “los domingos, silbando "me voy pal
pueblo, hoy es mi día"... Hoy, tristemente, el Gobierno nacional
cambio la letra y los campesinos pobres dicen en otros
lados:“me voy pal paro”
En el Meta (especialmente en estos tres municipios del Alto
Ariari) se siembran en el año 2011 según el Ministerio de
Agricultura 5.516 hectáreas en café (3.721 en cosecha) y
5.105hectáreas de cacao (solo son 2.507 en edad productiva)
en 2.843 unidades productoras, lo que el 4.77% de la
producción nacional. Sus costos de producción son
respectivamente, según escribe la Secretaria de Agricultura y
Desarrollo Rural del Meta, son de $4.183.200 en el café y de
$3.116.750 en la etapa de establecimiento del cacao, lo cual nos
indica que estos campesinos producen a pérdida, aguantando
el corte y manteniendo la caña de que son agricultores. Según
3. esta fuente la utilidad bruta por hectárea en café en el Meta es
de $-1.927.200. (Como la ven, camaritas)
Durante el siglo XX, el progreso económico social de los
municipios cafeteros (en el occidente y la zona cafetera) se logró
de la mano de la misma Federación Nacional de Cafeteros,
buena parte con plata de los cafeteros. Vías terciarias,
programas de sanidad de la población, escuelas, entre muchas
otras actividades sociales y productivas lideradas por el gremio.
Hoy son 500.000 caficultores (sin contar los del Meta y
Casanare) a los que no se les puede voltear la hoja, pues eso
trae graves consecuencias sociales
La crisis cafetera es grave, el sector lleva del bulto. El precio del
café se desplomó un 30 por ciento, la cosecha cayó, los insumos
subieron, los créditos no dan espera y el Banco esperando
como el caimán (con la jeta abierta). Toca hacer esfuerzos en
favor de miles de familias, como mantener un justo precio de
sustentación, no menor de $800 mil por carga de café o reducir
las importaciones. Algo, como una especie de retribución
En esta crisis cafetera, nuevamente ocasionada por las malas
políticas para el agro y las imposiciones de los nuevos Tratados
de comercio la pregunta del millón entonces es ¿si el Estado
nacional o departamental cuenta con medidas reales o
programas sin carreta, de apoyo para estos campesinos pobres?
¿Por qué las Federaciones que agrupan a estos productores no
permitido ni impulsado la creación de Comités Municipales u
otro tipo de organización que trabaje al lado de estos
productores pobres? y finalmente ¿si no es ahora cuando?