Pronunciamiento unión civil no matrinonial versión final 28.04.14
1. PRONUNCIAMIENTO SOBRE EL PROYECTO DE LEY QUE PROPONE LA UNIÓN CIVIL NO MATRIMONIAL
DE PERSONAS DEL MISMO SEXO
El CONCILIO NACIONAL EVANGÉLICO DEL PERÚ (CONEP), institución que representa a la mayoría de las
iglesias y organizaciones evangélicas que desarrollan su labor pastoral y misionera en el país, se dirige a la
comunidad evangélica, al Congreso de la República, a los medios de comunicación y a la opinión pública en
general, con motivo de la presentación del proyecto de ley que propone la unión civil de personas del mismo
sexo, para manifestar lo siguiente:
1. Cree firmemente que Dios ha creado al ser humano a su imagen y semejanza, y ha instituido el
matrimonio entre un varón y una mujer para el bien de ser humano (Génesis 1.27-28; 2.24; Marcos
10.6-9). Este hecho es reconocido por la Constitución Política del Estado (Art. 4, Protección a la familia.
Promoción del matrimonio), el Código Civil y los tratados internacionales de derechos humanos al
establecer el derecho del varón y la mujer a contraer matrimonio donde la diferencia de sexo es el
principal elemento. Si este no fuera el principio básico, el Art. 5 de la Carta Magna no exigiría el
requisito de la heterosexualidad a la unión de hecho que es “la unión estable de un varón y una mujer,
libres de impedimento matrimonial, que forman un hogar de hecho”.
2. Afirma que la familia es la unidad básica y natural de la sociedad basada en el matrimonio o la unión
estable entre un varón y una mujer, y es el espacio fundamental para el desarrollo integral del ser
humano, como es reconocida en el ordenamiento jurídico nacional. La sociedad y el Estado están en la
obligación y responsabilidad de brindarle su protección (Constitución Política Arts. 4 y 5; Código Civil
Art. 234).
3. El proyecto de Ley que propone la unión civil para personas del mismo sexo, pretende establecer un
conjunto de derechos y deberes como si esta unión fuera un matrimonio entre un varón y una mujer; sin
embargo, al equiparar el matrimonio y la unión civil entre personas del mismo sexo se debilitan los
cimientos, propósitos y dignidad del matrimonio, y la familia; y constituye una flagrante negación del
compromiso constitucional del Estado de proteger a la familia y promover el matrimonio. Por tanto, se
menoscaba la solidez del fundamento de la sociedad.
4. Como iglesia evangélica estamos llamados a la acción pastoral para la cual todas las personas son
titulares de dignidad y derechos humanos porque han sido creadas a imagen y semejanza de Dios,
como varón y mujer. El amor y la gracia de Dios alcanzan a todos los seres humanos para que se
realicen en su identidad y vocación de varón y mujer (Juan 3.16-17).
5. Por las consideraciones previas, hacemos un llamado al Congreso de la República para que su función
legislativa sea cumplida con respeto estricto a la Constitución Política del Estado y el ordenamiento
jurídico vigente referido al matrimonio y la familia, institutos naturales y fundamentales de la sociedad.