2. Un ventilador es una turbo máquina que absorbe energía mecánica
y restituye energía a un gas en el cual el incremento de presión no
rebasa cierto límite que altere en forma considerable la densidad del
gas.
A diferencia de un compresor, en un ventilador se asume que el
fluido es incompresible, por tanto, en su cálculo no se tomarán en
cuenta las variaciones de densidad y volumen específico.
3. Este propulsor adopta la forma de rodete con álabes,
en el caso del tipo centrífugo, o de una hélice con
palas de silueta y en número diverso, en el caso de los
axiales.
El conjunto, o por lo menos el rodete o la hélice, van
envueltos por una caja con paredes de cierre en forma
de espiral para los centrífugos y por un marco plano o
una envoltura tubular en los axiales.
La envolvente tubular puede llevar una reja radial de álabes fijos a la entrada o salida
de la hélice, llamada directriz, que guía el aire, para aumentar la presión y el
rendimiento del aparato.
En el tipo helicocentrífugo y en el transversal, el elemento impulsor del aire adopta
una forma cercana al de los rodetes centrífugos.
Un ventilador consta en esencia de un motor de accionamiento, generalmente
eléctrico, con los dispositivos de control propios de los mismos: arranque, regulación
de velocidad, conmutación de polaridad, etc. y un propulsor giratorio en contacto con
el aire, al que le transmite energía.
4. En principio existen dos tipos principales de ventiladores: Axiales y Centrífugos.
El VENTILADOR AXIAL es el que recoge e impulsa el aire (u otro gas) en la misma
dirección que el eje de rotación de sus aspas.
Los ventiladores helicoidales se emplean para mover aire con poca pérdida
de carga, y su aplicación más común es la ventilación general. Se construyen
con dos tipos de álabes: álabes de disco para ventiladores sin ningún
conducto y álabes estrechos para ventiladores que deban vencer
resistencias bajas.
Los ventiladores tubulares disponen de una hélice de álabes estrechos de
sección constante o con perfil aerodinámico (ala portante) montada en una
carcasa cilíndrica. generalmente no disponen de ningún mecanismo para
enderezar el flujo de aire.
Los ventiladores tubulares con directrices tienen una hélice de álabes con
perfil aerodinámico (ala portante) montado en una carcasa cilíndrica que
normalmente dispone de aletas enderezadoras del flujo de aire en el lado
de impulsión de la hélice.
5.
6. El VENTILADOR CENTRÍFUGO toma el aire en la misma dirección que su eje de
rotación, pero lo centrifuga contra una carcasa envolvente y acaba impulsándolo por
una boca de esa carcasa, en una dirección que forma ángulo recto con el eje de
rotación.
Cualquiera de los dos tipos Axial o Centrifugo sirve para cualquier uso, pero el
centrífugo suele ser el preferido cuando se trata de impulsar aire por sistemas de
conductos.
En conclusión, constan de un rodete con alabes inclinados hacia atrás montado en
una carcasa especial que permite una instalación como si se tratara de un tramo
recto de conducto. Las características son similares a las de un ventilador centrífugo
normal con el mismo tipo de rodete. Los requisitos de espacio son similares a los de
un ventilador axial de tipo tubular.
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8. Industriales: centrífugos, helicocentrífugos, helicoidales de distintas presiones y caudales.
Extractores: generalmente axiales, se sitúan en un hueco en la pared o en la ventana del local para
extraer el aire (o impulsar hacia dentro) del local a ventilar.
De pared: se fijan a la pared, permitiendo una mayor circulación en lugares pequeños, donde el uso
de ventiladores de otro tipo sería engorroso debido al tamaño o a la disposición del local, o en
conjunto con otros ventiladores, proporcionando una mayor circulación de aire.
De mesa: son ventiladores axiales de baja potencia utilizados especialmente en oficinas o en
ambientes donde necesitan poca ventilación. A veces también los hay centrífugos.
De piso: son portátiles y silenciosos, posibilitan que sean colocados en el suelo en cualquier ambiente
de una casa, pudiendo ser trasladados a cualquier parte. Podemos encontrarlos en varios modelos y
formas.
De techo: son ventiladores verticales, sus aspas están en posición horizontal, y por lo tanto el aire va
hacia abajo. Muy comunes, utilizados en habitaciones donde no hay espacio disponible en las
paredes o el suelo, pueden ser muy peligrosos si no están correctamente fijados al techo.
Sin Aspas: son ventiladores con una forma circular tradicional pero en lugar de tener aspas impulsan
el aire por medio de canales de aire que genera la misma función, e incluso más constante.