“Las tecnoadicciones se describen como una inclinación desmedida respecto al uso de las tecnologías, las cuáles limitan la libertad del ser humano por la gran dependencia que provocan”.
2. En la actualidad, no existe un consenso acerca de la
correcta denominación de un tipo de conductas, cada
vez más frecuentes, que implican una adicción a las
nuevas tecnologías, como el Desorden de Adicción a
inter net, o el Síndrome de Adicción a internet.
3. Tolerancia: necesidad de la persona de aumentar el tiempo que pasa utilizando el
aparato (ordenador , videoconsola, teléfono móvil, televisión…) para obtener el
mismo efecto. El bienestar que genera su uso va progresivamente disminuyendo, y
por eso el usuario tiende a utilizarlo durante cada vez más tiempo, para poder
obtener un nivel adecuado de satisfacción.
Abstinencia: sensación desagradable que experimenta la persona cuando no
puede usar la tecnología. Por este motivo, tiende a usar la cada vez más y de forma
más compulsiva, para aliviar el malestar que le genera no poder hacerlo.
Dependencia: cuando la persona necesita aumentar progresivamente el tiempo de
uso de la tecnología (tolerancia) y además, se siente mal si no puede hacerlo
(abstinencia). Además, el usuario dependiente comienza a tener una serie de
pensamientos y conductas relacionadas con su problema, que repercuten en sus
relaciones sociales y familiares, en su rendimiento escolar, etc.
4. La adicción supone una pérdida
de control, por parte de la
persona adicta, sobre su
conducta. Además, genera una
pérdida de interés por otras
actividades gratificantes y una
interferencia notable en su vida.
5. Deseo intenso de repetir la conducta.
Estado emocional desagradable cuando la actividad es interrumpida
(ansiedad, cambios de humor , impaciencia, irritabilidad…).
Placer o alivio y euforia mientras se lleva a cabo la conducta.
Necesidad de incrementar progresivamente el tiempo que emplea en
su uso.
Pérdida de control sobre la conducta.
Deterioro de las relaciones sociales y familiares. Aislamiento.
Disminución en el rendimiento escolar o relaciones familiares o
afectivas.
Problemas físicos derivados de la falta de sueño (fatiga, debilitamiento
del sistema inmunitar io…) y de ejercicio físico.
Negación, minimización y/o ocultamiento de la conducta.
Mantenimiento de la conducta, a pesar de las consecuencias
negativas derivadas de ella.
6. Potenciar en nuestros/as hijos/as actividades de ocio saludable (deporte, lectura,
manualidades, actividades al aire libre, etc.)
Establecer con ellos una r elación de confianza que nos per mita hablar y dialogar
de forma sincera y abierta.
Controlar los tiempos de uso.
Tener en cuenta la importancia de nuestro modo de actuar . Nuestros/as hijos/as
nos tienen como modelos y tienden a imitar nuestras propias conductas.
Ayudar les a desarrollar una adecuada autoestima y también habilidades sociales
que les permitan el desarrollo de r elaciones inter personales con naturalidad.
7. a) Internet:
Romper con las rutinas de conexión: si el menor enciende el ordenador nada más levantar se
par a comprobar su correo electrónico, debemos intentar que lo haga después de haberse
duchado, o al terminar de desayunar ...
Utilizar señales y alarmas que le indiquen al adolescente que ha pasado su tiempo y debe
desconectarse.
Ayudar al menor a elaborar un horario realista dentro del cual se contemple no solo el tiempo
dedicado a navegar , sino también otras actividades como el estudio...
Enseñar al menor la capacidad formativa de la Red, incluyendo inter net como una herramienta
de ayuda al estudio y a la formación.
Instalar filtros de contenido que impidan a los menor es el acceso a páginas con contenido no
adecuado.
8. b) Telefonía móvil:
Retrasar al máximo la edad de posesión del móvil.
Hacer que los menor es asuman la responsabilidad del coste de las llamadas:
fomentar realicen actividades par a conseguir dinero para el saldo (ejemplo:
por ordenar la habitación, por sacar la basura, etc.).
Pactar el modelo de móvil: buscar un terminal adecuado par a su edad.
Mar car límites a la “personalización” del teléfono (compra de melodías, fondos
y logos, carcasas, fundas…).
Facilitar la toma de conciencia del tiempo que pasan hablando y enviando
mensajes.
Delimitar los espacios de uso.
9. c) Videojuegos:
Situar la consola o el ordenador en un espacio común. De este modo,
facilitamos la interacción con los padres, madres o tutores legales y la
posibilidad de que éstos supervisen indirectamente cómo, cuándo y con
quién interactúa.
Jugar con ellos, compartir emociones transmitiéndoles nuestro punto de
vista.
Limitar el tiempo dedicado a jugar . Pactar con ellos/as la duración del
juego y hacerles conscientes del tiempo que pasan jugando.
Informar se del nivel de violencia, la edad mínima y las habilidades
requeridas por el videojuego, antes de comprarlo.
10. Finalmente, si el/la menor está
manteniendo un uso inadecuado y/o
abusivo de las TIC durante un
periodo significativo de tiempo, se
puede decir que ya ha instaurado
este hábito, y como tal, tiene que
desaprenderlo.
11. Romper con las rutinas de conexión o el hábito: modificando el uso que está haciendo.
Abstinencia de una aplicación en particular : no se trata de prohibir el acceso a Internet pero sí
controlarlo, especialmente en el caso de la aplicación con la que el/la menor presenta más dificultades.
Limitar el tiempo de uso: es importante que el/la menor sea consciente de la diferencia entre el uso y el
abuso. Par a ello, es conveniente dialogar con par a poder llegar a un acuerdo acerca del tiempo de uso
que se considera adecuado.
Establecer un listado de consecuencias de la adicción y de actividades que ha dejado de hacer: en
ambos casos, el objetivo es ayudar al menor a tomar conciencia de las consecuencias negativas de su
conducta y de las ventajas de hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías.
Creación de un nuevo estilo de vida: es importante que el menor cambie su estilo de vida y que retome
las actividades que ha dejado de hacer como consecuencia de su adicción. También es conveniente que
pueda probar nuevas alter nativas de ocio incompatibles con el uso abusivo de las nuevas tecnologías.
Si creemos haber perdido el control sobre la situación, o hemos identificado el problema demasiado
tarde, es entonces cuando debemos consultar con un especialista.