1. Publicado en: Observatorio de Recursos Humanos y Relaciones Laborales, Nº 36, junio 2009
Foto:Baharri http://confidenciasdeungerente.blogspot.com
Efrén Martín, gerente de y profesor de la Universidad de Deusto
www.fvmartin.net
La hija del sultán se ha enamorado de un bello
esclavo. Le pide a su padre que le permita
casarse con él, pero éste se encoleriza al no
poder concebir tal enlace. La princesa se rebela,
se niega a comer y está a punto de morir. En
esta situación el padre se decide a poner en
práctica el último recurso, sugerido por su más
sabio consejero:”obliga a tu hija a que esté junto
a su enamorado continuamente durante 30
días”. La hija se muestra encantada con la
propuesta, vuelve a sonreír y a comer. 30 días
después suplica a su padre que la libre de aquel
“pesado”. (Cuento oriental).
Motivación y satisfacción son dos estados
humanos diferentes, provocados por dos tipos
de factores distintos: contenido de trabajo y
condiciones laborales. Vocación contra
Contratación: qué/por qué hacer, versus cuándo /
cómo / dónde / por cuánto / con quién hacer.
Podemos cambiar ambos factores pero no
intercambiarlos. Más dinero no hace amar más
el trabajo (aunque sí la nómina) y, por hacer lo
que les gusta, muchos sacrifican ingresos.
Seleccionar a alguien sin vocación suele ser
un error que no corrigen ni primas ni convenios.
Una persona satisfecha con lo que tiene no
suele hacer más esfuerzos sino menos, salvo
que este motivada a buscar algo adicional que
aún no posee y distinto a lo que ya tiene. ¿Por
qué los millonarios no acaban de saciarse de
dinero, pese a tener mucho más de lo que
necesitan? Las aspiraciones insaciables de
fama o fortuna no lo son por el deseo de más
de lo mismo. Los ambiciosos trabajan duro no
por un afán de dinero que no acaba de
colmarse, sino porque les mueve el reto de
más desafío, logro o poder.
El bienestar es un equilibrio entre
motivación y satisfacción, estar en parte vacío
y en parte lleno; una mezcla similar a la de
aire-combustible de un motor, más humano y
complicado. Por ello, la gestión de RR.HH. ha
de ser muy diferente en distintos casos:
motivado/satisfecho, como algunos
profesionales de éxito.
motivado/insatisfecho, como bastantes
empleados, deportistas e investigadores.
desmotivado/satisfecho, como muchos –no
todos- funcionarios.
desmotivado/insatisfecho, como todo buen
trabajador que se tenga por tal y se
encuentre en paro. También podríamos
incluir a todos los “conflictivos” en activo.
Las categorías anteriores no son fijas,
porque cambiamos con circunstancias
cambiantes; lo que hace fundamental tener
siempre en cuenta la dinámica entre persona
y situación. A unos les motiva y atraen los
retos, mientras a otros les desmotivan y los
evitan. Los buscadores de desarrollo (del
cambio) pueden convertirse en buscadores
de mantenimiento (de la estabilidad) y
viceversa.
Lo lamentable es que frecuentemente las
personas no valoran lo que tienen…cuando lo
tienen, como la caprichosa hija del sultán. No
es aconsejable quererlo todo...ni tenerlo todo.
Según Bertrand Russel: “CCaarreecceerr ddee
aallgguunnaass ddee llaass ccoossaass qquuee uunnoo ddeesseeaa eess
ccoonnddiicciióónn iinnddiissppeennssaabbllee ddee llaa ffeelliicciiddaadd”.