Este documento discute la naturaleza cambiante versus permanente de la identidad humana. Argumenta que tenemos una "identidad del ser" permanente basada en principios universales y un carácter, y una "identidad del estar" cambiante basada en nuestras conductas y valores que varían según la situación. Advierte que cuando las personas se convierten en "masa" manipulable siguiendo tendencias pasajeras, pierden su libertad de pensamiento y se vuelven efímeras como las flores de un día.