2. SIBILANCIAS
Las sibilancias son un signo de que una persona puede estar presentando problemas respiratorios. El sonido de
las sibilancias es más evidente cuando se expulsa el aire (exhalar). También se puede escuchar al tomar aire
(inhalar).
Las sibilancias provienen con más frecuencia de los conductos respiratorios pequeños (conductos bronquiales)
que se encuentran en lo profundo de los pulmones. Pueden deberse a una obstrucción en las vías respiratorias
más grandes o en personas con ciertos problemas en las cuerdas vocales.
3. TRATAMIENTO
Los broncodilatadores (que ensanchan las vías
respiratorias), como el salbutamol (albuterol)
inhalado, pueden aliviar las sibilancias.
Los corticoesteroides orales administrados
durante 1 o 2 semanas, ayudan a aliviar las
crisis agudas de sibilancias si éstas se deben al
asma o a una enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC).
El control a largo plazo de las sibilancias
persistentes causadas por asma puede requerir
corticoesteroides inhalados, estabilizadores de
los mastocitos, modificadores del leucotrieno o
inmunomoduladores (fármacos que afectan el
sistema inmunológico
Los afectados con una reacción alérgica grave
se tratan con antihistamínicos (como
difenhidramina) por vía intravenosa,
corticoesteroides (como la metilprednisolona),
salbutamol (albuterol) nebulizado, y epinefrina
inyectada bajo la piel (vía subcutánea).
4. NEUMONÍA
La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se
pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y
dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía.
La neumonía puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal. Es más grave en bebés y niños
pequeños, personas mayores a 65 años, y personas con problemas de salud o sistemas inmunitarios debilitados.
5. TRATAMIENTO
Niños
0 - 7 días
< 2 kg ampicilina 50 mg/kg cada 12
horas
+ gentamicina 3 mg/kg una vez al
día
≥ 2 kg ampicilina 50 mg/kg cada 8 horas
+ gentamicina 5 mg/kg una vez al
día
Niños
8 días - < 1 mes
ampicilina 50 mg/kg cada 8 horas
+ gentamicina 5 mg/kg una vez al
día
Niños
1 mes - < 2 meses
ampicilina 50 mg/kg cada 6 horas
+ gentamicina 6 mg/kg una vez al
día
Niños menores de 2 meses
El tratamiento de elección es la asociación ampicilina IV lenta (3 minutos) durante 10 días + gentamicina IV
lenta (3 minutos) o IM durante 5 días:
Para la ampicilina, utilizar preferentemente la vía IV. La vía IM puede ser una alternativa.
Si la ampicilina no esta disponible, las alternativas pueden ser cefotaxima IV lenta (3 minutos) o perfusión (20
minutos) o IM durante 10 días (para las dosis, ver Meningitis, Capítulo 7), o, como último
recurso: ceftriaxona IV2 lenta (3 minutos) o perfusión (30 minutos; 60 minutos en recién nacidos) o IM: 50 mg/kg una
vez al día durante 10 días.
6. Si el estado clínico no mejora3 tras 48 horas de tratamiento bien administrado, añadir cloxacilina IV
durante 10 a 14 días:
Niños 0 - 7 días
< 2 kg cloxacilina 50 mg/kg cada 12
horas
≥ 2 kg cloxacilina 50 mg/kg cada 8 horas
Niños > 7 días
< 2 kg cloxacilina 50 mg/kg cada 8 horas
≥ 2 kg cloxacilina 50 mg/kg cada 6 horas
Niños entre 2 meses y 5 años
El tratamiento de elección es:
ceftriaxona IM o IV2 lenta (3 minutos): 50 mg/kg una vez al día o ampicilina IV lenta (3 minutos) o IM: 50 mg/kg cada 6 horas
+ gentamicina IV lenta (3 minutos) o IM: 6 mg/kg una vez al día
Es preferible administrar la ampicilina en 4 inyecciones por día. Si el contexto no lo permite, dividir la dosis diaria en 3 inyecciones
como mínimo.
El tratamiento se administra por vía parenteral durante 3 días como mínimo, después si el estado clínico del niño mejora3 y tolera
la vía oral, substituir por amoxicilina VO: 30 mg/kg 3 veces al día hasta completar 10 días de tratamiento.
Si no se observa mejoría, o en caso de que la condición del niño se agrave después de 48 horas de tratamiento bien administrado,
añadir cloxacilina IV: 25 a 50 mg/kg cada 6 horas. Tras la mejoría clínica 4 y 3 días sin fiebre, substituir por amoxicilina/acido
clavulánico (co-amoxiclav) VO hasta completar 10 a 14 días de tratamiento. Utilizar las formulaciones 8:1 o 7:1 únicamente. La
dosis está expresada en amoxicilina: 50 mg/kg 2 veces al día.
7. Tratamiento complementario
– Fiebre: paracetamol VO (Capítulo 1).
– Lactantes: mantenerlos calientes
– Instalación en proclive ligero o en posición semi-sentada.
– Desobstrucción de la rinofaringe (lavado con cloruro de sodio 0,9% si es necesario).
– Oxígeno al débito necesario para obtener SpO2 ≥ 90% o, en ausencia de pulsioxímetro, a
débito mínimo de 1 litro/minuto.
– Asegurar una buena hidratación y una buena alimentación:
• En caso de dificultades respiratorias severas: administrar por vía venosa 70% de las
necesidades hídricas de base. Retomar la hidratación/alimentación oral en cuanto sea posible
(ausencia de dificultad respiratoria severa, capacidad del niño para alimentarse).
Si es imposible poner una vía venosa, utilizar une sonda nasogástrica: en niños menores de 12
meses: 5 ml/kg/hora; en niños de más de 12 meses: 3 a 4 ml/kg/hora; alternando leche, agua
azucarada. Retomar la alimentación oral en cuanto sea posible.
• En ausencia de dificultades respiratorias severas: amamantar a demanda; leche, alimentos
sólidos, agua, con una cucharilla, tanta como se quiera.
• SRO si fuera necesario.
8. OTITIS
Se denomina otitis a la inflamación del oído. Existe diferentes tipos, pero la más común se denomina
otitis media.
La otitis media es la presencia de líquido (con o sin pus), llamado exudado y que es producto de una
inflamación, en la cavidad del oído medio, que se localiza justo detrás del tímpano.
9. TRATAMIENTO
El tratamiento habitual de la otitis se realiza con antibióticos durante 10 o
14 días. Habitualmente, con el tratamiento antibiótico la sintomatología
mejora significativamente en 48 horas.
Sin embargo, si existe efusión en el oído medio ésta puede persistir
durante varias semanas.
Al tratamiento antibiótico en ocasiones se asocian descongestionantes
nasales y mucolíticos.
En muchos casos, sobre todo en niños, en los que se presentan episodios
repetidos de otitis media junto con síntomas de adenoiditis e hipertrofia
adenoidea, se ha de realizar la extirpación del tejido adenoideo
hipertrófico y la colocación de tubos de drenaje transtimpánico, previa
realización de miringotomía y aspiración del líquido o efusión localizado
en el oído medio.
10. DIARREA
La diarrea consiste en deposiciones frecuentes con heces sueltas o acuosas que se apartan del patrón
normal del niño.
La diarrea puede acompañarse de anorexia, vómitos, pérdida de peso aguda, dolor abdominal, fiebre o
eliminación de sangre. Si la diarrea es grave o prolongada, es probable que cause deshidratación. Aun
en ausencia de deshidratación, la diarrea crónica suele provocar pérdida de peso o ausencia de
aumento de peso.
12. La fiebre es una temperatura del cuerpo más elevada de lo normal. Una temperatura normal puede variar de
persona a persona, pero generalmente es alrededor de 98.6 ºF o 37 ºC. La fiebre no es una enfermedad. Por
lo general, es una señal de que su cuerpo está tratando de combatir una enfermedad o infección.
Las infecciones causan la mayoría de las fiebres.
FIEBRE
15. ANEMIA
La anemia es una enfermedad en la cual los glóbulos rojos del cuerpo disminuyen por debajo del nivel
normal para la edad del niño. Puede causar que el niño luzca pálido y se sienta irritable, cansado o débil.
Aunque estos síntomas pueden preocuparlo, la anemia es por lo general fácil de tratar, especialmente si
se detecta temprano
18. DESNUTRICIÓN
La desnutrición infantil es el resultado del consumo insuficiente de alimentos y de la aparición repetida
de enfermedades infecciosas. El primer año de vida de un niño es básico para su crecimiento, tanto
para su desarrollo físico como psicológico, por eso cobra tanta importancia la alimentación en esta etapa
de la vida, aunque lo siga siendo en todas.
20. TALLA BAJA
Talla baja se define como una longitud o estatura menor
al percentil 3 o menor a -2 desviaciones estándar (DE)
para la edad y sexo, respecto a la media de la población
de referencia.