2. ¿Adicto a las redes sociales?
Más de 1.200 millones de personas acceden a diferentes plataformas
de redes sociales. Se han convertido casi en un estilo de vida en un
momento en el que no se concibe un cambio importante en la vida de
un usuario que no sea reflejado en Twitter o Facebook, bien sean
fotografías, actualización de estados o publicación de vídeos. No
importa la forma y el lugar, importa la actualización constante, y es
precisamente este “importa” el que ha hecho que para muchos se
convierta en una necesidad preocupante.
3. ¿Qué lo motiva?
Se calcula que a nivel global se dedican unos 6,7 billones de horas al
mes solo a redes sociales y sin contar otros usos de Internet como la
navegación o las compras online. De ello, se deducen que 18,6 horas
por persona en interacción social online que podría ser casi todo el día,
según la medición realizada por la empresa de analítica ComScore.
4. La pregunta es ¿es posible dedicar prácticamente todo
el día a ello?
La respuesta es sí, gracias a la penetración de Internet y
la posibilidad de estar conectado a cualquier
plataforma desde cualquier lugar.
5. Investigaciones sobre la dependencia a las
redes sociales
Una de las más conocidas ha sido la realizada sobre Facebook
por Cecilie Schou Andreassen.
Esta investigadora, bajo el amparo de la Universidad de
Bergen (UiB), dirigió el proyecto “The Facebook Addiction".
Según el mismo, se pudo saber que adolescentes y jóvenes
tienen mayores posibilidades de adicción a esta red social que
adultos. Además, la misma investigación sugiere que las
mujeres son más vulnerables a esta dependencia a la vez que
las personas organizadas y ambiciosas presentan menos
riesgo.
6. Las personas con mayor riesgo mostraron a su vez alteraciones
en el sueño.
Otro estudio, elaborado por científicos del Massachusetts
Institute of Technology (MIT) y la Universidad de Milán revela
que Twitter y Facebook son las más adictivas, incluso más que
el tabaco y el alcohol. En su investigación se descubrió que las
reacciones de las personas que utilizaban Facebook son
similares a las de un músico tocando un instrumento o a las
personas que realizan una actividad creativa.
7. En cuanto a la Universidad de Harvard, ha dirigido estudios
que demuestran que compartir información personal en redes
sociales aumenta la presión cerebral.
Según el estudio, el 80% de lo que publicamos puede estar
relacionado con asuntos de nuestra vida personal y se hace
con la intención de recibir alguna gratificación física o
emocional. De este modo, se realizó una comparación con el
placer de recibir dinero y se encontró que el placer recibido en
ambos casos es muy similar.
9. Las redes sociales han cambiado la forma en la que las
personas se relacionan y se expresan con los demás. Por un
lado puede resultar beneficioso, ya que una interacción social
es positiva, pero la preocupación se centra tanto en los
problemas psicológicos que estas plataformas pueden
evidenciar y que podrían acentuarse con estas formas de
interacción. Y mucho peor, ¿sería algo de orden global? Esto
seguramente es demasiado catastrófico y muy prematuro.
10. Lo que sí se puede tomar en consideración son las
características propias de las redes sociales, que favorecen
este tipo de adicción. Por un lado, se encuentra de ser uno
mismo el centro de la experiencia. Uno publica sus fotos o
contenidos y los comentarios van dirigidos a él, siendo esto
una forma de hacerse visible para los demás y convertirse en
el centro de atención. Con una experiencia gratificante, el
aumento del ego es evidente, lo que podría servir de gancho
para que se cree esta adicción.
11. Métodos científicos para medir la adicción a
redes sociales
Para medir la adicción a Internet existe el IAT o Internet
Addiction Test. Fue desarrollado por la Dra. Kimberly Young.
Consiste en un cuestionario de 20 preguntas que albergan las
diferentes facetas de un uso patológico de la Red, como si el
usuario siente preocupación cuando está desconectado o si se
prefiere quedarse en Internet o salir a divertirse con amigos.
La escala de medición va de 1 a 5.
12. Además también se utilizan muchas pruebas para
medir el impacto físico, cerebral y emocional, como la
medición de la presión sanguínea, al utilizar las redes
sociales. El propósito es buscar patrones de
comportamiento.
13. ¿Cómo afecta ser adicto a las redes sociales?
Por supuesto, ser adicto a las redes sociales tiene un impacto negativo
sobre el usuario, limitando su vida en cualquier faceta, tanto personal
como laboral o social. Un ejemplo es el hecho de que en Reino Unido,
el 44% de los empleados admita que el uso de las redes sociales afecta
drásticamente al trabajo. Y esto sin considerar que sean adictos, lo que
sirve de muestra de la importancia que cobra en la vida del usuario de
Internet el uso de estas plataformas.