La oruga Manuela quería convertirse en mariposa sin experimentar primero las cosas propias de su etapa de oruga, como charlar con los grillos y probar las hojas de arveja. El sapo Sabio le advirtió que se estaba perdiendo mucho. Después de convertirse en mariposa, Manuela descubrió que ya no podía hacer esas cosas que disfrutaba como oruga. Aprendió que es mejor apreciar cada etapa de la vida.