2. 2JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La venida de Cristo
s “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió
Dios a su Hijo, nacido de mujer” (Ga 4,4). “El
Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros” (Jn 1,14).
s Esta verdad es el punto esencial por el
que el cristianismo se diferencia de otras
religiones. En el cristianismo no es
solamente el hombre quien busca a Dios,
sino que es Dios en Persona quien viene
al hombre (TMA, 6).
3. 3JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La venida de Cristo
s La existencia histórica de Jesucristo es
una verdad de fe (1Jn 4,2) y es también un
hecho que se puede probar fácilmente (cf.
TMA, 5).
s Nació, vivió y murió en un tiempo histórico
preciso (Lc 2,1-2 y 3,1-2). Es hombre verdadero:
“trabajó con manos de hombre, obró con
voluntad de hombre, amó con corazón de
hombre...” (GS, 22), no es un mito, ni
creación de los hombres.
4. 4JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La venida de Cristo
s Declaró que era Dios, Hijo Unigénito de
Dios, de la misma naturaleza que el
Padre, y manifestó su divinidad con su
vida, su doctrina y sus milagros, sobre
todo con su gloriosa Resurrección.
s El Padre y yo somos una sola cosa (Jn 10,30).
Antes de que Abraham existiera, yo soy (Jn
14,9). Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni
al Padre sino el Hijo (Mt 11,27)...
5. 5JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s La Segunda Persona de la Santísima
Trinidad (el Hijo) unió a su propia
naturaleza divina una verdadera naturaleza
humana, con un cuerpo y un alma como los
nuestros.
s No es un ser con dos personalidades (la de
Dios y la de hombre), sino una Persona con
dos naturalezas (unión hipostática).s No es un hombre extraordinario, ni
un dios con apariencia de hombre,
ni un mítico semidiós, sino perfecto
Dios y perfecto hombre.
6. 6JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s El Verbo se hizo carne no por
transformación de la divinidad en
humanidad, sino mediante la asunción de la
naturaleza humana —cuerpo y alma— por
la Segunda Persona de la Santísima
Trinidad.
s No es en parte Dios y en parte hombre, ni
el resultado de una mezcla confusa entre lo
divino y lo humano. Se hizo
verdaderamente hombre sin dejar de
ser verdaderamente Dios (CEC, 464).
7. 7JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
A la unión de la naturaleza humana con la
naturaleza divina en la Persona del Hijo se
le llama unión hipostática.
En JESUCRISTO hay dos
naturalezas:
• divina
• humana
en una ÚNICA PERSONA: la del
VERBO
8. 8JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
2 naturalezas2 naturalezas
divina
humana
desde toda
la eternidad
cuerpo
alma
inteligencia
voluntadCEC, 470
unidas en launidas en la
Persona delPersona del
VerboVerbo
9. 9JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s La Iglesia debió defender esta
verdad de fe durante los primeros
siglos frente a las herejías que la
falseaban:
s Docetismo: negaban que la humanidad
de Cristo fuera verdadera (sería sólo
aparente); fue rechazada por los
Apóstoles (1Jn 4,2-3; CEC465).
10. 10JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s La Iglesia debió defender esta
verdad de fe durante los primeros
siglos frente a las herejías que la
falseaban:
s Arrianismo: (Arrio) sostiene que el Hijo
de Dios es “de una substancia distinta
de la del Padre”. Condenada por el
Concilio de Nicea (a. 325), que enseñó
que el Hijo es “de la misma substan-
cia (homousios) que el Padre.
(CEC, 465)
11. 11JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s La Iglesia debió defender esta
verdad de fe durante los primeros
siglos frente a las herejías que la
falseaban:
s Nestorianismo: (Nestorio) decía que en
Cristo había dos personas, una humana
y una divina. El Concilio de Éfeso (a.
431) enseña que en Cristo hay una sola
Persona, la divina, que asume la natura-
leza humana. Proclama que Ma-
ría es “Madre de Dios” (CEC, 466).
12. 12JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s La Iglesia debió defender esta
verdad de fe durante los primeros
siglos frente a las herejías que la
falseaban:
s Monofisismo: (Eutiques) decía que en
Cristo había una sola naturaleza. El
Concilio de Calcedonia (a. 451) enseña
que en Cristo hay dos naturalezas, la
divina y la humana, “sin confusión, sin
cambio, sin división, sin separa-
ción” (CEC, 466).
13. 13JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La unión hipostática
s Contra otros errores, el Concilio de
Constantinopla (a. 553) confesó: "No hay más
que una sola hipóstasis [o persona], que es
nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad".
Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo
debe ser atribuido a su persona divina como a
su propio sujeto, no solamente los milagros
sino también los sufrimientos y la misma
muerte: "El que ha sido crucificado en la carne,
nuestro Señor Jesucristo, es ver-
dadero Dios, Señor de la gloria y
uno de la Santísima Trinidad" (CEC, 468).
14. 14JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s En la Encarnación “la naturaleza
humana ha sido asumida, no
absorbida” (GS, 22) por la Persona del
Verbo.
s Por eso la Iglesia enseña “la plena
realidad del alma humana, con sus
operaciones de inteligencia y de
voluntad, y del cuerpo humano de
Cristo” (CEC, 470).
15. 15JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s Por haber sido asumida, la naturaleza
humana de Cristo pertenece
propiamente a la persona divina del
Hijo de Dios que la ha asumido (CEC, 470).
s Por eso la más pequeña de las
acciones de Cristo por medio de su
Humanidad tiene un valor infinito en
orden a nuestra salvación (CEC, 470).
16. 16JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s El Señor asumió la naturaleza humana
sin manifestar en su Humanidad la
gloria sobrenatural que le correspondía
por ser la Humanidad del Verbo: “se
anonadó a sí mismo” (Flp 2,7).
s Por su unión con la Divinidad, su alma
humana tuvo desde el primer momento
la plenitud de la gracia. “Y de su
plenitud recibimos todos, gracia sobre
gracia” (Jn 1,16).
17. 17JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s El conocimiento humano de Cristo:
s Ciencia humana: “El alma humana que el
Hijo de Dios asumió está dotada de un
verdadero conocimiento humano. Como tal,
éste no podía ser de por sí ilimitado... Por
eso el Hijo de Dios, al hacerse hombre,
quiso progresar "en sabiduría, en estatura y
en gracia" (Lc 2, 52) e igualmente adquirir lo
que en la condición humana se adquiere de
manera experimental” (cf Mc 6, 38; 8, 27;
Jn 11, 34). (CEC, 472).
18. 18JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s Ciencia infusa: en su conocimiento
humano, Jesús demuestra también la
penetración divina que tenía de los
pensamientos secretos del corazón de los
hombres (CEC, 473).
s El conocimiento humano de Cristo:
19. 19JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s Ciencia beata: el conocimiento humano del Hijo
de Dios expresaba la vida divina de su
persona... ante todo en lo que se refiere al
conocimiento íntimo e inmediato que tiene de
su Padre. Debido a su unión con la Sabiduría
divina en la persona del Verbo encarnado, el
conocimiento humano de Cristo gozaba en
plenitud de la ciencia de los designios
eternos que había venido a revelar
(CEC, 473-474).
s El conocimiento humano de Cristo:
20. 20JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s La voluntad humana de Cristo:
s Cristo posee dos voluntades y dos
operaciones naturales, divinas y humanas,
no opuestas sino cooperantes, de forma
que el Verbo hecho carne, en su
obediencia al Padre, ha querido
humanamente todo lo que ha decidido
divinamente con el Padre y el Espíritu
Santo para nuestra salvación (CEC, 475).
21. 21JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s El poder de Cristo:
s Jesús ha manifestado tener en cuanto
hombre un poder que sobrepasa las
fuerzas naturales del hombre,
especialmente al realizar milagros.
Aparte de la capacidad humana natural,
su Humanidad es como un instrumento
unido de su divinidad (Concilio III de Constantinopla,
DS 556-559).
22. 22JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s El Corazón del Verbo encarnado:
s Jesús, durante su vida, su agonía y su
pasión nos ha conocido y amado a todos y
a cada uno de nosotros y se ha entregado
por cada uno de nosotros: “Me amó y se
entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha
amado a todos con un corazón humano...
que es como el símbolo del amor con que
el Redentor ama continuamente al eterno
Padre y a todos los hombres (CEC, 478).
23. 23JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
La Humanidad Santísima de
Jesucristo
s A Cristo se le debe culto de adoración,
también en su Humanidad, porque es la
humanidad de Dios: “al nombre de Jesús
dóblese toda rodilla” (Flp 2,10).
s En Él se manifiesta y revela la Divinidad a
través de su Humanidad. Ésta es camino
para llegar a la Divinidad. Contemplar y
escuchar a Jesús es tratar a Dios. La
santidad es imitar a Cristo y unirnos a Él,
para llegar a ser otro Cristo, el mismo
Cristo, por la acción del Espíritu Santo.
24. 24JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
² Por nosotros los hombres y por nuestra
salvación bajó del cielo (Credo):
² para salvarnos, reconciliándonos con
Dios (CEC, 457);
² para que conociésemos el amor de Dios
(CEC, 458);
² para se nuestro modelo de santidad
(CEC, 459);
El motivo de la Encarnación
² para que llegáramos a ser hijos
de Dios (CEC, 460).
25. 25JESUCRISTO
Bernardo
Cortina
El motivo de la Encarnación
s La Encarnación es un inmenso don
completamente gratuito que:
² robustece nuestra fe;
² aumenta nuestra esperanza: enciende
en nosotros el deseo de ver a Dios;
² inflama nuestra caridad;
² nos lleva a obrar mejor;
² nos aparta del mal y nos mueve
a obrar bien.