1. Virgen de Chapi
La Virgen de la Candelaria de Chapi o simplemente
Virgen de Chapi, es una advocación mariana del Perú.
Su santuario al cual acuden en peregrinación miles de de-
votos, está ubicado a unos 90 Kilómetros de la ciudad de
Arequipa en el desértico lugar denominado Chapi que se
encuentra en el límite entre los departamentos de Arequi-
pa y Moquegua en el distrito de Polobaya que pertenece
al departamento de Arequipa.
Sus festividades se celebran el 2 de febrero; Día de la
Purificación o Candelaria. Sin embargo, sus fieles, han
escogido el 1º de mayo, fecha en que se da inicio al mes
dedicado a María, al igual que el 8 de septiembre, fiesta
de su Natividad.
Vista del nuevo templo de la Virgen de Chapi.
1 Contexto geográfico
Chapi está situado en el valle que lleva el mismo nombre
a las faldas de los Andes peruanos, en la zona denomi-
nada “cordillera volcánica”, debido a la gran cantidad de
volcanes (extinguidos en su mayor parte) ubicada en la
regíón de Arequipa. Hoy en día la apariencia del lugar es
árida con un clima seco, más semejante a una quebrada
que a su vez desemboca en el río Tambo, el cual tiene
su vertiente hacia el océano Pacífico. El Santuario de la
Virgen de Chapi está situado en una ladera de la margen
derecha de dicha quebrada, a una altura aproximada de
3105 msnm. Es un lugar de difícil acceso, los caseríos y
pueblos más cercanos se encuentran a varios kilómetros
de camino. La ciudad de Arequipa, sede del arzobispado,
dista del santuario unos sesenta kilómetros, en el límite
con la región de Moquegua.
1.1 Ruta de acceso
Tomando como punto de partida la ciudad de Arequipa
se atraviesan los distritos de Paucarpata, Sabandía, Cha-
racato hasta llegar a Yarabamba. Aquí la gente que ha-
ce el camino a pie suele hacerse de bastones hechos de
sauce para seguir su peregrinación. La ruta continúa por
cerro de Yarabamba para llegar al pueblo de San Antonio
o Pampas Nuevas, y siguiendo ese camino se llega a un
punto desde donde se divisa, rodeado de vegetación, el
pueblo de Sogay. Se encuentran luego los peregrinos con
la llamada Primera Apacheta, señalada por tres cruces
que marcan el inicio del prolongado ascenso a la “Cues-
ta de Hornillos”, llamada así por el sofocante calor que
en ella se experimenta, de ahí que esta cuesta se pase,
normalmente, durante las primeras horas de la mañana
o las últimas de la tarde. Luego de este ascenso se lle-
ga al Alto de hornillos. Aproximadamente a la mitad de
camino los peregrinos deben continuar por los bordes de
las montañas hasta una pampa salpicada de arbustos (de
Tola y Ccapo generalmente), es la pampa de Tumbam-
bay. Cerrando este tramo se alza la Segunda Apacheta,
montón de piedras que terminan en una cruz. Continúa
el camino accidentado hasta llegar a otra pampa, tan are-
nosa y extensa como la anterior denominada Pampa del
Tolar, seguidamente después se encuentra Siete Toldos,
llamado así porque en la antigüedad siete negociaciones
con sus respectivos toldos atendían a los peregrinos ven-
diendo alimentos y bebidas.
Tiempo después la Cruz Roja y la Policía Nacional del
Perú establecieron también puestos de guardia para au-
xiliar a los peregrinos y brindarles alguna protección. En
este mismo lugar existe una cruz en el interior de una
capilla, la cual es venerada especialmente por los trans-
portistas que hacen servicio al santuario y también por
los camioneros que transportan greda a Arequipa. Aquí
en Siete Toldos el camino se bifurca a la derecha el que
siguen los carros y a la izquierda el de los peregrinos. ter-
minada la pampa de los Siete Toldos y sobre el camino
de carros se encuentra una pequeña bifurcación de un ca-
mino que lleva hacia Minas el Rescate; en este llano hay
una Cruz Verde que da el nombre al lugar. A casi finali-
zado el camino de los peregrinos se encuentra la Tercera
apacheta o Alto de la Escalerilla. Comienza luego el des-
censo por un camino difícil hasta llegar a La Escalerilla.
Por unos momentos se puede divisar el Santuario, lo cual
aumenta el ánimo de los peregrinos para seguir el último
tramo de camino. Sólo unos minutos más y habrán alcan-
zado la meta:para que el Santuario de la querida “Mamita
de Chapi”... mmm...
1
2. 2 2 ORÍGENES
"...quien no tenga a María por Madre, tampoco tiene a
Dios por Padre”.[1]
2 Orígenes
La expansión de la fe en Perú y América en general como
alma de la empresa descubridora del continente. Así se
expresaba la reina Isabel la Católica en una de sus cartas
al gobernador en Indias Nicolás de Obando en 1501:
“Porque nos deseamos que los indios se conviertan a
nuestra fe católica y sus ánimas se salven, porque éste
es el mayor bien que les podemos desear; para lo cual es
menester que sean informados en las cosas de nuestra fe,
para que vengan en conocimiento de ella, tendréis mucho
cuidado de procurar, sin les facer fuerza alguna, como los
religiosos que allá están, les informen y amonesten para
allá con mucho amor, de manera que lo más presto que
puedan se conviertan”.2
Vicente Sierra, El sentido misional de la conquista de
América, Bs. As., 198, p.
Y en 1503, la misma reina le da otra previsión que dice
así:
"(Para) compeler a los indios a tratar con los cristianos y
trabajar, pegándolas su jornal y mantenimiento, juntán-
dose para ser adoctrinados como personas libres que son
y no como siervos”. El sentido misional de la conquista
de América, Bs. As., 198, p.
Ésta carta respondía al mandato del Santo Padre
Alejandro VI dado a los Reyes Católicos en su bula Inter
caetera y en otros documentos, de evangelizar el nuevo
mundo. Fue así como arribaron numerosos religiosos a
América quienes desafiando peligros de toda especie ex-
tendieron la fe católica. Y además del amor a Jesucris-
to, transmitieron el legado de su madre la Virgen Ma-
ría. De ahí que en estas tierras denominadas marianas se
tributa gran devoción a María bajo sus diversas advoca-
ciones, entre ellas la de Nuestra Señora de la Candela-
ria. según nos dicen los documentos históricos, Arequipa
ya era Obispado en el año 1609 al desmembrase del de
Cusco. A fines del siglo XVI ya habían arribado a la ciu-
dad de Arequipa todas las órdenes religiosas: Dominicos
en 1535, Mercedarios en 1578, los Recoletos de la Orden
Franciscana en 1642.4
Edmundo Mottas Samalloa, El agua, la serpiente y la
Candelaria de Arequipa, Univ. Nac. Mayor de San Mar-
cos, Seminario de historia rural andina, Lima, 1985, p.
40ss.
Igualmente los monasterios de religiosas hacen su registro
en Arequipa desde la segunda mitad del siglo XVI, la pri-
mera de las cuales fue el de Santa Catalina en 1580.5 Ed-
mundo Mottas Samalloa, El agua, la serpiente y la Can-
delaria de Arequipa, Univ. Nac. Mayor de San Marcos,
Seminario de historia rural andina, Lima, 1985, p. 40ss.
En todas las iglesias se veneraba a Nuestra Señora bajo
alguna advocación particular, por ejemplo Nuestra Seño-
ra de Copacabana en la iglesia de los padres agustinos;
Nuestra Señora de Loreto y Nuestra Señora de la Chi-
quita, en la de los padres jesuitas; Nuestra Señora de las
Mercedes (llamada también La Portera) y Nuestra Seño-
ra del Consuelo, en la de los padres mercedarios; etc. En
lo que se refiere a la advocación de La Candelaria se tenía
especial devoción en Cayma y luego en Characato.
2.1 Extensión de su culto en Arequipa
La Virgen de la Candelaria fue difundida principalmen-
te por los Agustinos en todo el sur del Perú y Bolivia
(más conocida aquí como Virgen de Copacabana). Rápi-
damente se difundió su advocación en Puno, Apurimac,
Arequipa, Moquegua y Tacna. Difusión que estuvo favo-
recida también por el gran intercambio que se daba entre
estas regiones.
2.2 Llegada de la imagen de la Virgen a
Chapi
Sus orígenes del Santuario de Chapi se remontan aproxi-
madamente al siglo XVIII. No hay certeza de quiénes tra-
jeron la imagen de la Virgen Chapi desde España. Proba-
blemente fueron los misioneros franciscanos a principios
del siglo XVIII ya que éstos tenían a su cargo el curato
de Pocsi del cual Chapi era una de sus capillas. También
puede que la hayan traído los misioneros jesuitas quienes
estaban establecidos en Moquegua desde el año 1709. La
primera vez que aparece el nombre de Chapi en un do-
cumento histórico es en 1655. No se hace referencia a
imagen o capilla de la Virgen sino sólo a un “vallecillo”
de poca extensión: "...se vendiesen a Españoles y otras
personas y en particular un vallecillo de los de otro repar-
timiento de Pocsi tienen llamado Chapi. Aprox. 116'573
peregrinos llegan a los pies de la Santísima.
Archivo Departamental de Arequipa. Sección histórica .-
Corregimiento; asuntos Administrativos (18 de enero de
1655).
El canónigo Presbítero Leónidas Bernedo Málaga (que
fue párroco de Quequeña y además historiador, cita do-
cumentos históricos que no se han podido encontrar aun.
Pero de ellos hace mención de que en agosto de 1795 hi-
zo un viaje por el valle de Chapi el Sr. Francisco Gómez,
Agrimensor público del rey y teniente de cosmógrafo ma-
yor del reino. En este viaje el Sr. Gómez da cuenta de la
imagen de la Virgen de la Candelaria que allí se venera
y que fue traída desde Paranay en 1743). Otro documen-
to que atestigua la existencia del valle de Chapi es una
relación legalizada dela visita que hiciera el gobernador
Intendente y Vice-Patrón real; Don Antonio Álvarez Ji-
ménez el 22 de septiembre de 1791. En esta visita no ha-
bla de la imagen de la virgen de la Candelaria pero sí del
lugar donde se encuentra el Ayllu de Chapi que es el lugar
3. 2.4 Traslado de la imagen 3
que actualmente se llama “Capilla Vieja” situado a unos
6 kilómetros quebrada abajo. Este lugar era un ayllu de
buen clima, y un lugar adecuado para la permanencia de
los párrocos encargados de la zona. Este ayllu pertenece
a Moquegua (ya que el límite de las regiones está entre la
Capilla Vieja y el actual Santuario).
2.3 Capilla Vieja
Cuando por Real cédula se decide desviar las aguas del
Alto Arequipa hacia tierras más cercanas a la ciudad (Ya-
rabamba y Quequeña), mucho de los pobladores que vi-
vían en las cercanías de la antigua ciudad de Churajón
(conocida también con el nombre de la Huaca) se ven
obligados a trasladarse. Una gran parte se dirigió hacia
Yarabamba y Quequeña ya que allí les otorgarían tierras
de cultivo. Otra parte se estableció en Pocsi y Polobaya y
un tercer grupo principalmente los indígenas que vivían
en el pueblecito de Paranay, se dirigió hacia la quebrada
pues aunque las aguas fueron desviadas había suficiente
caudal en el río para el cultivo del valle. En estos trasla-
dos hacia los mencionados pueblos los habitantes lleva-
ban consigo las imágenes de sus santos más venerados.
En el caso de los indígenas de Paranay fue la imagen de
la Virgen de la Candelaria (ya que aún no se la llamaba
Virgen de Chapi). Escribe el P. Bernedo Málaga que en
el año 1743 cuando la imagen de la virgen llegó al va-
lle de Chapi según constaba en una relación dada por el
Sr. Francisco Gómez en el año 1795.9 Leónidas Bernedo
Málaga, Mons., Crónica del Congreso Mariano, Arequi-
pa, 1947,p.51. Los paranayos se extendieron a lo largo
de todo el valle de Chapi que era un “ayllu” de buen cli-
ma y el lugar de frecuente residencia de los párrocos.10
Leónidas Bernedo Málaga, Mons., Crónica del Congreso
Mariano, Arequipa, 1947, p.51, citando una crónica del
intendente Don Antonio Álvarez y Jiménez, 21 de agosto
de 1791.
Situado donde los terrenos se ensanchan más aproxima-
damente a la mitad del valle en la zona denominada “Ca-
pilla Vieja” porque fue allí donde le construyeron a la
imagen de la Virgen una capilla de barro, piedra y techo
de paja. Durante poco más de cincuenta años los pobla-
dores que ya no eran paranayos sino chapeños veneraron
a su patrona en esa humilde capilla cuyos restos aun hoy
pueden verse.11 La tradición oral indica 100 años. Esta
construcción mide aproximadamente 20 metros de largo
y 7.70 metros de ancho con una sola nave y muros de 1.15
metros de espesor con cuatro contrafuertes; una puerta
central de acceso y dos laterales, cerca del altar principal
donde seguramente estuvo la imagen, en este lugar ve-
mos hoy una cruz vestida donde los peregrinos cada año
van acumulando “vestiduras”, milagros, fotografías y no-
tas pidiendo alguna gracia. Al pie de esa cruz se puede
leer la siguiente inscripción:
“Estos son los restos de la antigua iglesia de nuestra linda
y hermosa madre de Chapi, peregrino eleva tus (dulces)
oraciones”.
Alrededor de esta capilla se encuentran cuatro altares en
cada ángulo de la construcción que servían de “posadas”
donde eran colocada la imagen durante la procesión. Allí
la Virgen era homenajeada por los paranayos con expre-
siones propias de su folklore, como danzas ejecutadas con
vestidos de plumas representando al cóndor. A la imagen
se la adornaba también con plumas y con diminutos fras-
cos de perfume que se le colocaban a modo de collar.
Por aquellos años solamente se celebraba la fiesta de fe-
brero que seguramente el número de peregrinos iría au-
mentando poco a poco ya sea porque asistían los antiguos
devotos de Paranay que no vivían en Chapi, ya sea por-
que los favores recibidos aumentaban la fama de la ve-
nerada imagen (lo cierto es que estos peregrinos eran lo
suficientemente numerosos e indisciplinados, como para
que los vecinos por boca de un tal Felipe Adrián elevaran
una queja al párroco de Pocsi (al cual pertenecía Chapi).
Don Juan de Dios José Tamayo pidiéndole que por favor
se trasladara la imagen de la Virgen debido a que había
“toda clase de desórdenes"12Leónidas Bernedo Málaga,
Op.cit., p. 52. y o que “las casas y sembríos de los cha-
peños sufrían grandes deterioros"13 Leónidas Bernedo
Málaga, Op. cit., p. 52 cuando los peregrinos festejaban
a nuestra señora. atendiendo a las razones dadas el señor
Párroco ordenó el traslado de la imagen hacia Pocsi, esto
fue en 1798.
2.4 Traslado de la imagen
De acuerdo por lo dispuesto por el Párroco de Pocsi la
imagen sería trasladada desde el valle de Chapi hacia So-
gay, cerca de Quequeña, para lo cual nombró “dos comi-
siones especiales de indígenas de Sogay y Chapi”.14 Ed-
mundo Motta Zamalloa, Op.cit., p.108. Los miembros de
dichas comisiones arreglaron un poco el camino y cuando
concluyeron éstos y los demás trabajos preparatorios sa-
caron la imagen de su capilla éstos y cargándola en hom-
bros comenzaron su trayecto hacia Sogay. Recordemos
que por aquella época a la “Capilla Vieja” sólo se llega a
pie o a lomo de burro por un sendero angosto y accidenta-
do de ahí que el traslado fuera una tarea poco fácil. Cuan-
do las comitivas hubieron hecho más o menos una legua
(4.6 kilómetros) se detienen probablemente a descansar
antes de comenzar el difícil ascenso de la escalerilla.
Los más antiguos ubican el lugar de parada en el frente
del actual Santuario donde hoy se estacionan los colecti-
vos. Fue aquí cuando tuvo lugar un hecho milagroso que
se ha transmitido oralmente, de ahí que algunos detalles
no coincidan. Se mezclan en el relato el núcleo de ver-
dad con elementos piadosos. Unos dicen que una lluvia
de ceniza unida a un fuerte viento impedía la visibilidad
por lo cual tuvieron que detenerse dejando la imagen en
el suelo y al querer levantar la imagen para proseguir no
pudieron hacerlo. Otros dicen que una vez detenidos co-
menzó a llover ceniza y a correr fuerte viento por lo que
quisieron re-emprender la marcha pero al querer levan-
tar la imagen no pudieron. Y otros dicen; que terminado
4. 4 3 DE UNA “CHUJLLA” AL TEMPLO VIEJO
el descanso tratan de levantar la imagen pero no pueden
hacerlo y que al intentarlo nuevamente comenzó a soplar
un viento fuerte y arremolinado que arrojó gran cantidad
de ceniza. ¿Cómo sucedió pues el hecho?. A ciencia cier-
ta nadie puede decirlo lo que sí podemos decir con ver-
dad que sucedió es que la virgen manifestó su voluntad de
quedarse haciendo que su imagen pesara más de lo nor-
mal (milagro ocurrido también en otras ocasiones: con la
imagen de la Virgen de la Candelaria de Cayma que es-
taba destinada al Cusco. Edmundo Motta Zamallo,o con
la imagen de Nuestra Señora de la Raíz en México o con
la de Nuestra Señora de Copacabana en Bolivia, etc.). En
cuanto al fuerte viento con ceniza, puede explicarse ya
que para esa época el volcán “Omate” o “Huaynaputina”
de Moquegua arrojó durante ocho días una gran cantidad
de ceniza abarcando aún la zona del valle de Chapi llama-
da El cenicero. Lo milagroso de este fenómeno fue que
esta ceniza cayera cuando se estaba realizando la trasla-
ción de la imagen.
2.5 El nombre de la Virgen
Cuando sucedió lo anteriormente narrado viejas qui-
chuístas que iban en la comitiva oyeron una voz que di-
jo " ¡¡Chaypi, Chaypi!!", otros: "¡¡Chajchay llallápi!!" y
otros: "¡¡Chaj llallápi!!", expresión que según los enten-
didos provienen del quechua y del aymara y que todas
expresan más o menos lo mismo "¡¡Aquicito nomás!!",
"¡¡aquí, aquí!!", "¡¡aquí nomás!!", "!!hasta aquí!!". Fue-
ron entonces estas mismas personas según los mayores los
que dijeron: “La Virgen no sólo quiere quedarse aquí sino
que se ha dado el nombre”. A partir de ese momento pro-
bablemente, se comenzó a conocer a esta imagen con el
nombre de Virgen de Chapi (o sea la Virgen de Aquí). Ya
que hasta entonces -según el P. Málaga- se la conocía co-
mo Nuestra Señora de la Purificación del Valle de Chapi.
Lo cual encierra algo de verdad ya que aunque su nombre
actual coincide con el valle (llamado así por la abundan-
cia de “chapis”, es decir cactus) a sus iguales de Cayma
y Characato siempre se las conoció como la Candelaria
de Cayma y la Candelaria de Characato (o más antigua-
mente la Purificación de Cayma y la Purificación de Cha-
racato). Pero a esta imagen se la conoce como la Virgen
de Chapi. Estos milagros fueron los que recorrieron los
pueblos aledaños y aun la ciudad de Arequipa, causando
el aumento del número de peregrinos. Sea como fuere y
aun prestando oídos a los más escépticos si queremos ser
fieles a la verdad histórica debemos afirmar que en este
lugar del valle de Chapi (donde está el actual santuario).
3 De una “chujlla” al Templo Viejo
Después de que el cielo manifestara su voluntad de que la
imagen de la virgen quedara en Chapi, los indígenas de
Sogay y de Chapi inmediatamente levantaron un chujlla
es decir una pequeña ramada o “cabaña con techo de ra-
mas” para cobijar la imagen en el lugar del milagro mien-
tras le edificaban la capilla de barro y piedra. Lo cierto es
que a la orilla derecha de la “Plaza Vieja” (si miramos
de frente al Templo Viejo) se encontraba la capilla an-
tes mencionada (la mayoría de la tradición oral dice esto)
donde estoy se ubican las construcciones de los comer-
ciantes que vienen en mayo. Esta pequeña capilla sufrió
un incendio, pero los pobladores la volvieron a reconstruir
y en el año 1868 se cae con el terremoto que asoló el sur
peruano. De manera asombrosa la imagen salió indemne.
Luego del terremoto el señor cura Don Pablo Retamo-
zo Málaga comenzó la construcción de un nuevo templo
“con la cooperación voluntaria y eficaz de los vecinos de
Chapi y Quequeña”.16 Leónidas Bernedo Málaga, Op.
cit., 54. Si bien nadie nos sabe decir donde se construyó
el templo del P. Málaga creemos que fue sobre el que ca-
yó y no como dice el P. Cárdenas, que lo identifica con
el “Templo Viejo” ya que esto no coincide con lo dicho
por el P. Bernedo Málaga. Además desde que el P. Re-
tamozo decide construir el templo Viejo en 1887 hasta
1893 en que se cavan los cimientos (lo cual da a suponer
algo nuevo y no continuación de algo comenzado) y has-
ta 1898 en que se terminó el Templo Viejo; lo lógico es
que los oficios religiosos se hayan continuado en la otra
capilla elevada por el P. Bernedo Málaga en vez de hacer-
lo al aire libre o en un ligar provisional máxime porque
febrero es mes de lluvias. también hay que tener en cuen-
ta que el actual Templo Viejo de sillar y de “de aspecto
digno y decoroso"18 Leónidas Bernedo Málaga, Op. cit.,
54 y la del P. Málaga era de barro y piedra “de aspecto
tan humilde y modesto como la que se cayó".19 Leónidas
Bernedo Málaga, Op. cit., 54. Ahora bien de estos anti-
guos templos no quedan huellas, y de haberlas podrían
estar bajo los cimientos de los antedichos mercadilleros.
3.1 El Templo Viejo o Iglesia Vieja
Refiere el P. Bernedo Málaga que el P. Don Emeterio Re-
tamozo, a la sazón párroco de Pocsi, visitó la antigua ca-
pilla de Chapi levantada por el P. Málaga y al ver su “tris-
te estado” 20 Ibidem decide levantar un “templo digno y
decoroso que sirviera de morada a la Madre de Dios”.21
Ibidem Como la obra demandaría gran esfuerzo el P. re-
tamoso decide formar una junta con aquellos devotos que
quisieran ayudarlo en su propósito. “estos señores fueron:
Ciriaco Herrera, Manuel Arrieta, Pascual Cornejo y Ma-
nuel Quiroz”.22 Ibidem fue así como el 12 de febrero de
1893 se comenzaron a excavar los cimientos del nuevo
templo, el cual tendría aproximadamente 41 metros de
largo por casi 9 metros de altura. el techo -que sería abo-
vedado y de calaminas- con una linterna en la parte supe-
rior para dar luminosidad al recinto ya que sólo había dos
ventanas, una en el ábside y otra en la torre que se comu-
nica con el interior. Para poder realizar esta construcción
se utilizaría sillar, pero tendrían que traerlo desde Are-
quipa, afortunadamente se encontraron con este material
en una de las laderas de las montañas que a partir de ese
5. 5
momento se comenzó a llamar Las Canteras. este lugar
queda a 40 minutos de camino recorrido a pie desde el
templo viejo, quebrada abajo, a mano derecha y a unos
200 metros, sobre el nivel del camino. Todavía pueden
verse los restos del sillar que quedaron luego de ser la-
brados. Por los comentarios de la gente más vieja esa pe-
queña cantera dio al sillar necesario para toda la iglesia y
las construcciones complementarias.
En general la iglesia guarda en su forma exterior una se-
mejanza con las iglesias coloniales de Arequipa. La facha-
da estaba adornada con cuatro columnas y una pequeña
torre rematada con una cruz. en la cúpula sobre dos es-
tatuas como de niños o ángeles con los brazos abiertos
dando la bienvenida a los peregrinos. Delante del templo
se colocó una cruz como era costumbre en esa época y
sobre el arco de la puerta central hay una cabeza como de
fraile y se cree que representa al P. Retamoso quien inició
la obra. Aunque lo más probable es que sea del P. León,
franciscano, quien como testigo directo se transformó en
un propagador de su devoción. El templo viejo lució por
lo menos tres colores distintos a lo largo de los años. Por
las capas de pintura podemos ver que primero fue pintada
de coloro rojo ladrillo (como siena tostada pero más ro-
jizo), luego de un color beige (como una mezcla de siena
tostado y amarillo ocre) y por último azul celeste (muy
parecido al azul ultramar). Colores muy utilizados desde
la época de la colonia y que actualmente pueden verse
en los edificos restaurados como en los claustros del con-
vento Santa Catalina. El interior era muy sencillo. El piso
era de ladrillo (de forma hexagonal) asentado sobre are-
na. A los costados como a la mitad del templo hay dos
hornacinas donde estaban las imágenes de San Miguel (a
la izquierda de la puerta principal) y de San Isidro Labra-
dor y su esposa -María de la cabeza- (a la derecha de la
puerta principal). Todavía se ven los restos de las mol-
duras de madera colocadas a los costados de los mismos.
Y cerca del ábside se encontraba el altar principal con el
retablo donde estaba la imagen de la Virgen que domina-
ba todo el recinto. El altar con la virgen estaba sobre un
área de 4.30 metros por 2.90 metros aproximadamente,
debajo del cruce entre la nave central y los laterales. esta
zona tenía como un “pasillo” que rodeaba el altar de unos
0.80 metros y que tenía piso de mosaico. Tal habían uno
o dos escalones revestidos también en mosaico y el altar
y el pedestal donde estaba la Virgen era de sillar o ladrillo
estucado y pintado. Por detrás del altar había una peque-
ña escalera que permitía descender la imagen en los días
de fiesta. Frente a toda esta área había una reja que servía
además de comulgatorio. Y cerca de la Virgen dos ánge-
les arrodillados llamados los Negritos ya que como a ellos
les alcanzaba todo el humo de las velas habían quedado
tiznados, de ahí que recibieran ese apodo.
4 Referencias
[1] Luis María Grignion de Monfort, San, tratado de la verda-
dera devoción a la santísima virgen, Lima, 1983, 4º Ed.,
p.24.
6. 6 5 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS
5 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias
5.1 Texto
• Virgen de Chapi Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_Chapi?oldid=95892156 Colaboradores: Manuel González Olaechea y
Franco, Taichi, CEM-bot, Jorgelrm, Mansoncc, Miguel Chong, Mrexcel, Keres, Edmenb, PaintBot, Toño Zapata, Cmonzonc, XalD, Osado,
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5.2 Imágenes
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