La doctrina católica de la comunión e intercesión de los santos distingue entre comunión, que implica participar en lo que los santos tienen en común como la fe y los sacramentos, e intercesión, que es pedir a alguien que hable en tu favor. La comunión de los santos se refiere a la Iglesia como asamblea de todos los santos y significa compartir los bienes espirituales como la fe, los sacramentos, los carismas y la caridad.