1. ¿Por qué es importante la
innovación para las
organizaciones?
Creatividad Empresarial abrió hoy la convocatoria de este año que fomenta
la creación de valor en las organizaciones
El año pasado, nuestro país ocupó el puesto 122 de 144 economías mundiales en innovación,
como consta en el Informe Global de Competitividad 2013-2014, elaborado por el Foro
Económico Mundial. En un entorno de alta competencia y de constante cambio ¿por qué es
trascendente el aporte de la innovación a las empresas y los gobiernos?
Para Edward Roekaert Embrechts, decano de la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC), la
innovación supone un mecanismo que aporta el diferencial de las compañías y potencia
las capacidades dentro de la organización al ir en búsqueda de la mejora continua.
“La innovación significa generar y crear valor. Una empresa no puede pretender creer que
todo lo que hace ya lo hace tan bien que no necesita cambios, que no necesita mejorar”,
destaca.
Es por ello que se busca motivar las iniciativas de las instituciones a través de certámenes y
premiaciones, como es el caso del concurso Creatividad, que este año inició hoy su
convocatoria, la que se extenderá hasta el 30 de setiembre.
Con esta competencia, se busca promover directamente en el recurso humano la búsqueda
constante de superación dentro de sus organismos. “Los empleados del sector privado que no
innovan, que no crean, simplemente trabajan en entes que pronto van a estar en
problemas, que van a ser superadas por otras unidades que tiene gente capaz de
innovar, de crear, de sacarle la vuelta al entorno, de manejar el riesgo”, señala Carlos
Adrianzén, decano de la facultad de Economía de la misma casa de estudios.
En esa línea, su implementación reportará beneficios tanto económicos, como el aumento de
las ganancias, así como en el bienestar laboral. “Requerimos volvernos mucho más, y en el
mejor sentido de la palabra, una economía de mercado donde la iniciativa individual se
transmita en beneficio para la gente”, explica el economista.
Si este factor es subestimado en los organismos de productos y servicios, se corre el riesgo
de caer en el estancamiento. “El progreso ni es seguro ni es inevitable. Vivimos décadas
retrocediendo”, sentenció Adrianzén.