El documento describe los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), sustancias químicas que son persistentes, se bioacumulan y pueden transportarse a largas distancias, representando un riesgo global para la salud y el medio ambiente. La comunidad internacional, a través del Convenio de Estocolmo de 2001, busca eliminar o reducir los COP, incluyendo plaguicidas como el DDT y contaminantes como PCBs, dioxinas y furanos. El Perú ratificó el convenio en 2005 y desarrolló un plan nacional para
Convenio de estocolmo sobre los contaminantes orgánicos persistentes
1. La comunidad internacional ha identificado en las últimas décadas un conjunto de
sustancias, los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), que reúnen
características que las hacen peligrosas y en consecuencia su difusión presenta un
riesgo. Las características que, en combinación, hacen que de entre todas las
sustancias químicas los COP presenten un riesgo especial son:
Son persistentes y pueden permanecer inalterados durante años o décadas en los
tejidos de los organismos.
Son liposolubles y al disolverse mejor en grasas que en agua se acumulan en los
organismos desde el medio y a lo largo de las cadenas tróficas.
Son volátiles, lo que combinado con su persistencia hace posible el transporte
atmosférico y marino a grandes distancias.
Se encuentran en regiones muy alejadas de las fuentes.
Son altamente tóxicos y pueden provocar graves efectos sobre la salud humana y
el medio ambiente.
En consecuencia, los COP suponen una amenaza para la salud humana y el medio
ambiente a escala global.
La Comunidad Internacional y las Naciones Unidas, ha dado pasos importantes en la
regulación y control de los COP. El más ambicioso es el Convenio de Estocolmo, cuyo
objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los COP,
eliminando, y cuando esto no sea posible reduciendo, estos contaminantes.
El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, en el marco
del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se firmó en
mayo de 2001 y entró en vigor el 17 de mayo de 2004 y el Perú firmó su
ratificación el día 10 de Agosto de 2005.
El Convenio de Estocolmo es tal vez mejor interpretado a través de sus cinco
objetivos esenciales:
Eliminar los contaminantes orgánicos persistentes peligrosos
Apoyar a la transición a las alternativas más seguras
Seleccionar los COP adicionales para los cuales deben tomarse medidas
Limpiar las existencias obsoletas y equipos que contengan COP
Trabajar juntos para un futuro libre de contaminantes orgánicos persistentes
Con el fin de cumplir con las obligaciones internacionales y nacionales adquiridas
como país al ratificar el Convenio de Estocolmo, se ejecutó el Plan Nacional de
Implementación del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos
Persistentes en el Perú (2005-2007) cuyos logros han contribuido a una gestión
integrada de sustancias químicas y gestión ambiental en general del país.
Lista de sustancias COPs
Aldrin, clordano, dieldrin, endrin, heptacloro, hexaclorobenceno (HCB), mirex,
toxafeno y policlorobifenilos (PCB), DDT, Dioxinas y Furanos.