El arqueólogo Julio C. Tello descubrió la cultura Chavín y 42 cabezas clavas en la década de 1920. Las cabezas clavas son representaciones humanas con rasgos de felinos y aves de rapiña que fueron construidas entre 1200-200 a.C. en el Templo de Chavín de Huántar y probablemente servían como guardianes de los templos o para ahuyentar malos espíritus.