Juno es una joven que sufre de problemas mentales y vive sola en su departamento. Una mañana, cree escuchar voces y ver seres transparentes en su casa. Posteriormente mata a su hermana pequeña y a otro cuerpo que encuentra en su cama, creyendo que son intrusos. Antes de desmayarse, escribe una carta contando lo sucedido. Su madre aparece y le revela que en realidad mató a su hermana, recriminándole su egoísmo y locura. Juno acepta haber perdido la razón y muere con
Europa y la Exploración del continente americano.pptx
Soledad insensible
1. Soledad insensible
Sentadaensu escritorio,manejandoloshilosde susletrasyconvirtiendoel aire enterrormaterial.
Con sus cejas más grandes que su orgullo y los ojos cansados… Dejando de lado a su amor de
fantasías se recogió a ella misma y tiró al suelo el manuscrito.Se recostó sobre él y le dijo: “No te
olvidesque erescreaciónmía,pero que ya no puedocontrolarte.Cuandoestésenojosajenosyte
dejesdesnudarporotrosseres,no sé qué efectospodráscausar en ellos”.Así,la pelirroja, confusa
y divertida joven se maquilló un poco para no dejar rastros de lo sucedido en su cuarto.
Cuando salió escuchó voces a lo lejos, preparó su desayunochocando con cuerpos transparentes.
Se desplazabaconcuidadodentrode laesferadelacocinayse cuidabade loscuchillosqueparecían
amenazarla.Le quitóunparde arroces podridosasuprimeralimentodeldíaysalióde esascuatros
paredes. Al sentarse y probar con desagrado su cereal, sintió que una voz aguda le pedía algo, lo
sentía enverdad; le causaba preocupación,peronola asustaba.Ella no tenía por qué tenermiedo
a loque nole importaba,peronoestabasegurode loquéeraloqueescuchaba.Prendiólatelevisión
para distraersus sentidoshacialo mágicode su señal.Le prestómás atencióna la transmisióndel
noticiarioque asupropialenguasaboreandolacomida,queeraloprimeroquepodíahacerlasentir
humana por las mañanas. Apagó la televisión, decepcionada por no haber dejadode oír sonidos y
ruidosajenosasucomprensión.Prendiótodaslaslucesycomenzóasaltarenlasillaque utilizópara
desayunar; hizo esto hasta que la silla se quebró. Con las patas rotas de la silla alrededor de su
cuerpo,comenzóa llorary luegoa reír, tan rápidamente,que nose sabe bienqué hizoprimero. Se
levantómuysuavemente ysusextremidadesparecieronbailarsinella.Recitópoesíahastacalmarse
y se perdió en sus palabras. Pero ella no necesitaba sentirse así a esa hora de la mañana, así que
corriórápidamente enlínearectalomásrápidoque pudo hastaponerseenpie.Luegodelevantarse,
prendiósu estéreoatodovolumenymolestó asusvecinoslomásque pudo,aversi recibíaseñales
de vocesque podía relacionarcon sus respectivosrostros.“WhenI’m lonely,Ipressplay”, repetía
la divertida y loca joven, mientras presionaba todos losbotonesposibles del aparato. Se desnudó
aunque noestuvieravestidaydecididaahallarrostrosparalasvocesque laperseguíanensupropia
casa, comenzó a preguntar cada vez más fuerte “¿Qué quieren ustedes en un lugar lejano a lo
común, no ven que no cualquiera entra aquí?”. Mientras más fuerte lo decía, comenzó a
preguntarse si aquellos seres no eran igual de locos que ella y en vez de asustarlos, les sirvió una
taza de café a la voz aguda y un jugode todas lasfrutas que encontrópara el cuerpo transparente
de la cocina. Se sentó en la mesa, como si ya conociera a los seres que perturbaron un tanto su
locura y que casi la llevanala normalidad.Lespreguntóacercade su pasadoy las vocessindejarse
entenderle contaronque laconocían más de loque ellase había imaginadoyque la queríantanto
para no dejarlaen el abandono.La joven,encantadade la bondadde sus invitados,lesregalóuna
sonrisaylescontóque no había tenidorelacionessexualesdesdehace unasemanaencontrade su
voluntad;peroque preferíanoutilizara nadie,sinoaellamisma – en aquellamesanadie teníapor
qué entenderse,peroal menosse escuchabanlosuficienteparaimportarse. Lavozmásaguda echó
a reír mientras que el cuerpotransparente parecíahacerunaseñaatravésdel viento.Juno,se echó
2. a reír tambiénmientras tratabade abrazarconsumano laseñade vientode suinvitada.Alterminar
la tertulia, Juno buscó un poco de realidad en el periódico que había dejado el portero de su
domicilioenlaotracara de su puertaprincipal.Abriólapuertaydejóque el sol ladañaraunpoco y
que el frío la hiciera sentir viva. De pronto sintió que su voluntad se había vuelto más común,
estornudó a causa de los rayos solares y los vientos helados. Leyó un poco acerca de la nueva
vedette que sobresalía en la farándula de su país, luego,buscó un poco de poder en la sección de
políticay solose encontrócon palabras vacías en busca de falsopoder.Le decepcionó,comocada
día, las palabras ajenas, así que lo arrugó lo más que pudo y dejó caer ese manto enorme de
oraciones bien pensadas en la parte no más sucia de su edificio. Al regresar a su departamento,
Juno,ya no sentía la compañía que la manteníatranquilay curiosa.Se volcóa buscar debajode su
cama,dentrode supequeñoarmarioyencimade susmuebles.Abriótodaslasventasylesgritóque
volvieranantesde que sean demasiadosfrívolosparapodervolverentrar.Cansada de tanto trajín
mental, Juno, fue a recostarse placenteramente en su cama, pero se sorprendió al encontrar a un
cuerpogrande,flácidoymáscansado que el suyo;tambiénencontróaunfrágil recipientede alma,
todavía en proceso de ser un objeto deseable para un hombre o una mujer. No las reconoció y se
asustó tanto que llamó quien la llamaba mejor amiga sin ella considerarla de la misma manera.
– No son mis invitados, sinembargo,han osado descansar en mi lecho, ¿qué debería hacer,
sino matarlas?
– No lo sé, pero piensa bien cómo acabarías con ellas, no querrás dejar ningún rastro de
maldaden tu propiocuarto –decía convencidasu amiga,que gustabasalir a correr por las
madrugadas y “hacer cuentos para adultos”.
– Ya no soporto más la intromisión de los ajenos, creen que por ser mis pares merecen mi
confianzaysolomerecenmidespreciopornotratarme comosuigual,sinocomoaun perro
compradoque debe hacerloque lesplazca.Ojalásepudranentreel fuegoque haré emanar
en toda mi casa.
– ¿Estásseguraque el fuegoeslamejoropción?,laúltimavezque quisequemaraalguienno
pude ocultar que todas miscortinas,donde até a mi últimavíctima,quedarándestruidasy
me dejarán descubiertas ante lo lascivo del cielo. Tal deberías solo coger un cuchillo que
cargará con laculpaque tu manole transmite.Asídebímataryoa quienmásquise,perono
me atreví. Pero tú tienes suerte, tú ni siquiera las conoces, mejor mátalasantes de que te
acuerdes quienes son.
Junofue a lacocina a buscar cuchillosque parecieranmortalesmientrashablabaconella mima.Se
decía toda clase de maldades y las repudiaba tanto como a los tibios.Buscó por lugares que sabía
que no encontraría nada y se mantuvo en pie en tanto pudo. Cuando se sintió agotada, buscó al
cuerpo transparente en su cocina, pero no sintió chocar su humanidad con algo. Resignada a
resolversuacto de justiciapor ellamismamantuvosus manos firmesysus ojos cerrados,se cortó
unpar de vecesparapoderrecogerloscuchillosseleccionados.Losllevóapuradaporsi loscuchillos
se le antojaranconvertirse entenedoresencualquiermomento.Dejólosutensiliosensuescritorio,
se estiróybostezóensilencio.Recogióel cuchillomáspequeñoy lolimpióentre susuñas,comosi
ya tuvieransangre porsí mismos.Locogiófirme consumano derecha,que fueralamásdiestrayla
3. que la había acompañadoen sustravesías sexuales,loagarróno desde el mango,sinodesde el filo
mismo para cortarse un poco antes de cortar a alguien más. Juno, era muy empática y siempre
quería conocerdel dolor ajeno;inclusosi este dolorlocausaría ellamisma.Preparadapara punzar
entre el pechode la pequeñaconpequeñocuerpo,le dijoenel oído sindespertarlaque le parecía
muy tierna, pero que la mayoría de personas que consideraba mierda también tenían aspecto
tierno.Alzóelcuchillotanaltoquelahizoflotaraellamismaporencimadelcuerpogordoyextenso,
hundiócon penay con más satisfacciónlaherramientaque muchosutilizansindañara alguien.Lo
hundiódespertandoalapequeña,despertándolaenmedio deldoloryfue tanreal que se sintióque
alguiennacíade nuevo.La niñanopudollorar,peroalcanzóa mirar a su asesina,susurróconenojo
unas palabras y sin dejarse entender la perdonó. El cuerpo más mórbido y espacioso se exaltó sin
despertarse yse movióportoda lacama, destendiéndolaybuscándole undefectoenel cual seguir
durmiendo. Juno, recogió lo que pudo del cuchillo que parecía haberse aferrado al cuerpo
prematuramente muerto. Se sentó en la silla frente a su escritorio y comenzó a escribir:
“No soy digna de tanto placer, ni de tanta justicia; pero aun así, lo he gozado. Me voy a desmayar
entanto termine de escribirestoydejaré que elcuerpollenode experiencianauseabundayfelizse
espante porla muerte que durmiójuntoa ellasinserconsciente de ello.Le dejaré aestaspalabras
a quienle toque leerlas,peronopodré sertestigode su reaccióny por esole pidoque por favorla
próximavezque encuentre apuntode lamuerte a alguienle escribaasícomoyo le escriboa quien
no tiene rostro.He observadobiensusrostrosyla más pequeñaerami hermanita.Siempre laamé
tanto,perohace años nohe podidoreconoceranadie,sinoalaverdadmisma.Sé que ellaseranlas
voces que me acompañaron en mis momentos de locura y me siento feliz de haberme conectado
tanto con estos cuerpos que reposan en la verdadera vida, lejos de esta incoherente realidad…”
Sinhaberterminadosuescrito,lacarta se manchóde sangre y Junosintiócomosi hubieracaídoen
unapiscinafrescaenundíade extremocalor.Lasangre se sentíaheladayerancomocubosde hielo
frotando su espalda. El viento la hizo sentir helada y comenzó a titiritar. Con sus extremidades
esparcidasyacomodadasen lasillaque todolovio,volteóparabuscar el culpable de suliberación.
– Sabía que tenía que deshacerme de ti antes que hicieras alguna locura, Juno. Te crié tan
bien y nunca fuiste agradecida, solo me despreciaste y algunas mañanas no sabías ni
siquieraquiéneséramostuhermana y yo. Le has quitadola vida pensando,egoístamente,
que ella la despreciaba tanto como tú. Ella sí tenía razones para aceptar el regalo de vivir,
pero no lo pudiste ver dentro de tu oscuridad. Ahora termina de morir y aléjate de mí lo
más que puedas para no tener que sentirte nunca más.
Juno lloró en el principio de las palabras de su madre que mostraban indiferencia. Con las manos,
ensangrentadas por los chorros de fluidoque se deslizaronde su espalda hasta sus dedos, agarró
sus lágrimas y las secó. Cerró los ojos hasta ver luz y para poder sentirse mal sin que nadie la
molestara. Peroal reconocerel profundo odiode su madre, emocionadaabriólosojosy le sonrió
y no le estaba sonriendo a ella, sino a la vida que tanto la había herido y a quien, por fin, había