1. Putin consigue sus objetivos geopolíticos con la operación especial en
Ucrania, avance del petro rublo, desdolarización y demás.
Putin, presidente de Rusia, tiene una imagen negativa en los multimedia
occidentales, quienes, usan la dicotomía entre “buenos y malos”, con el fin de
simplificar sus intereses y avanzar la agenda globalista de los poderosas
instituciones financieras de EUA, RU, Alemania, Suiza y otros.
Cuando inicia la operación especial en Ucrania, fue el 24 de febrero del 2022, el
rublo tenía una cotización de 85 unidades por dólar, al transcurrir el conflicto, la
cotización avanzó hasta llegar a 130 unidades por dólar, lo cual supuso una
devaluación acelerada, incluso se pensó en el triunfo de las sanciones por parte de
la UE, EUA y sus aliados.
En la actualidad, el rublo cotiza en 70 unidades por dólar al 29 de Abril del 2022,
con el inicio de la segunda fase de la operación especial de Rusia, parece que las
sanciones occidentales no han causado daño severo en las finanzas y economía de
ese país.
Eso depende en medida de las políticas anticipadas a esos proyectos, la creación
del medio de pagos rusos MIR, una respuesta al caduco SWIFT controlado por EUA,
y la estrategia de debilitar a los oligarcas rusos y ucranianos con nacionalidad
israelí, y sus aliados dentro de Rusia.
Neftalí Bennett, primer ministro de Israel, ha optado por ignorar las demandas del
presidente ucraniano Zelensky, y a la mafia israelí, que eran los anteriores de su
viejo aliado Benjamín Netanyahu, sin tomar partido, sigue con buenas relaciones
con Moscú.
Incluso dentro de Rusia, aliados como Suleiman Kerimov y Alisher Usmanov, ambos
musulmanes y de origen túrquico, les conviene la subida de precios de materias
primas como el oro y el gas, con el fin de avanzar sus intereses personales, y sus
cuantiosos capitales, valorados en decenas de miles de millones de dólares.
2. En sentido estricto, la comunidad judía de Rusia, sus billonarios poderosos como
Leonid Mikhelson, Mikhail Friedman y otros, también han aumentado sus fortunas
modestamente, y se han pasado a la alianza con Putin.
Los que pierden son el crimen transnacional de la Kosher Roja, o la mafia ucrania,
rusa e israelí, quienes pierden inversiones millonarias en Ucrania y países aliados,
además de perder influencia en la administración de Bennett en Israel, lo cual les
hará perder miles de millones de dólares, de su botín de un trillón de dólares robado
en el colapso de la URSS, y pierden también por las sanciones occidentales, lo cual
beneficia a sus enemigos sionistas del lado de Soros y de la banca de Wall Street.
Putin, ligó su moneda al poder nuclear de su país, junto con los hidrocarburos y el
oro, lo cual le da un respaldo real, sin contar que el país produce materias primas
importantes como el trigo, cereales y ciertos metales.
Los países europeos dependientes del gas ruso, están pensando en dejar de lado
sus chantajes, y acceder a pagar en rublos, algunos como Alemania, Austria y otros,
están en negociaciones, con el fin de detener la caída del euro, y evitar una inflación
más alta todavía, sin contar que su elevado endeudamiento también contribuyó a
una inflación acelerada, una de dos dígitos anual, cosa que no se veía desde hace
más de 40 años.
El nuevo orden multipolar, se basa en el error geoestratégico de Obama, señalado
por el analista Alfredo Jalife Rahme, quien atacó a su rival nuclear (Rusia), y a su
rival económico y financiero (China), al mismo tiempo, razón de la unión de ambos
países para adentrarnos en el fin de la unipolaridad, situación señalada en el 2006,
también por el mismo analista.