QUEMÁNDOME DE A POCOS Hoy escribo quemándome de a pocos, mientras las cuerdas de la vieja guitarra rompen con su llanto los silencios… Con el pecho arponeado de recuerdos, con las manos colmadas de ocasos. Quemándome de a pocos, a sabiendas de que he de morir alejada de las ausentes flores que adornaran alguna vez la mesa. Quemándome de a pocos, Con los pies cansados y cubiertos hasta la absurda cabeza, por estériles e inútiles semillas, convertidas tantas veces en versos. Sofocada hasta el hartazgo, con la derrota a cuestas, con los sueños carbonizados, con las heridas secas... Quemándome de frío entre campanarios muertos, con las verdades pintadas sobre sábanas desvanecidas. Hoy le escribo, a la sabiduría de su almidonado cuello, al corazón de su lustroso calzado quemándome de a pocos Porque para morirme esta noche al son de las embrutecidas neuronas de su colosal y palpitante armadura lo que me sobra,lo que me sobra es tiempo FANNY JEM WONG 19.04.2008 “Cíñete la corona y enciende de una vez por todas el pensamiento” JEM