1. Drenaje.
La función principal de un sistema de drenaje es la de permitir la retirada de
las aguas que se acumulan en depresiones topográficas del terreno, causando
inconvenientes ya sea a la agricultura o en áreas urbanizadas. El origen de las
aguas puede ser:
1. Por escurrimiento superficial
2. Por la elevación del nivel freático, causado por el riego, o por la elevación
del nivel de un río próximo
3. Directamente precipitadas en el área.
Otra función sumamente importante del sistema de drenaje es la de controlar,
en los perímetros de riego, la acumulación de sales en el suelo, lo que puede
disminuir drásticamente la productividad.
Principalmente, el sistema de drenaje está compuesto por una red de canales
que recogen y conducen las aguas a otra parte, fuera del área a ser drenada,
impidiendo al mismo tiempo, la entrada de las aguas externas. Típicamente
estos sistemas se hacen necesarios en los amplios estuarios de los grandes
ríos y en los valles donde el drenaje natural es deficiente.
La red de canales o azarbes debe ser periódicamente limpiada, eliminando el
fango que se deposita en ellos y las malezas que crecen en el fondo y en los
taludes, caso contrario muy fácilmente el flujo del agua se modificaría y se
perdería la eficiencia del sistema.
Cuándo los terrenos que deben ser drenados están todos a una cota superior a
la obra o recipiente donde se quiere llevar el agua drenada, se puede
aprovechar la declividad natural del terreno y el sistema funciona
perfectamente con la fuerza de la gravedad. Caso contrario deberá
implementarse una estación de bombeo.
Cuando la zona a ser saneada se encuentra a una cota inferior a las
circundantes, y está disponible un río con un considerable transporte sólido, se
puede provocar el llenado de los terrenos bajos, para permitir el depósito de los
sedimentos y así elevar su nivel.
2. Esta operación se ha hecho mucho en el pasado, eliminando de esa forma
extensas áreas de tierras bajas. La concepción actual ya no considera
conveniente este tipo de intervención.
En algunos casos se debe recurrir al bombeo de las aguas meteóricas, pues no
existe la posibilidad de que estas salgan naturalmente. Las primeras
instalaciones de este tipo se dieron en el siglo XIX, en Europa, con bombas
movidas a vapor.
La introducción de los motores de combustión interna y posteriormente los
motores eléctricos modificaron sustancialmente la capacidad y las
características de los sistemas de drenaje que se hicieron cada vez más
flexibles y potentes. En el siglo XX, la necesidad de ampliar la frontera agrícola
y la necesidad de contrarrestar las enfermedades endémicas que flagelaban la
población de las zonas costeras bajas han dado gran impulso a la
implementación de sistemas de drenaje, y generaron la construcción de
importantes sistemas de drenaje que permitieron el drenaje de vastas áreas
Componentes de un sistema de drenaje típico son:
1. Canales de campo o drenes enterrados;
2. Canales secundarios y principales, estos canales se caracterizan por ser
generalmente profundos, y su fondo se encuentra a cotas inferiores a las
cotas del terreno circundante. Generalmente los canales de drenaje no son
revestidos, o si deben revestirse para consolidad los taludes, el
revestimiento debe ser permeable, de manera a no obstaculizar la entrada
del agua contenida en el suelo al canal;
3. Obras de protección de las márgenes de los canales, principalmente en las
confluencias y en las curvas;
4. Obras de control de la erosión en el fondo de los canales (saltos de fondo)
5. Estaciones de bombeo (no siempre necesarias)