1. 58
Eclipse Felino
Javi Nefando*
“Antonio tiene pies de constelaciones”
César Moro
I. Desniveles y
terremotos
Un día de noviembre de 1655 un terremoto
de grandes dimensiones sacudió la ciudad
de Lima. Indias, negras, mulatas marcharon
los días sucesivos en penitencia durante
grandes procesiones. Desde las colocadas en
los cerros (San Cristóbal) hasta las cimas de
las torres de los templos católicos, entre el
nivel de los pies de las mujeres trashumantes
hasta el nivel del mar, resonaba un inaudible
susurro reverberando la supervivencia de las
vibraciones paganas anteriores a la llegada de los
europeos. Espasmos de adoración a la señora
Pachacámac, gestora marítima de escatológicos
temblores de renacimiento. Entre los recintos
del virrey y el vestíbulo del clero se ponía en
evidencia la oportunidad de condenar ciertos
cuerpos activando el dispositivo de la culpa
que incrementaría el poder de las estrategias
de gobierno imperante: estos sujetos ominosos
debieran ser los responsables de la ira del Señor.
Era, además, crucial nombrar el sustantivo
derivado del acto productor de sus vínculos: el
pecado nefando. Tres décadas después, durante
un gran sermón en la catedral, se proclamaría la
asignación de la culpa del terremoto a los cuerpos
licenciosos sodomitas que desorganizaban el
orden sexuado de la ciudad (Velázquez 2013).
Durante la crisis climática del verano del 2017,
en el Perú contemporáneo resonaba el sermón
que el padre Luis Galindo de San Román daba
en 1687 en la catedral (Velázquez 2013, 57):
Ricardo Medina, regidor de la Municipalidad
Provincial de Arequipa, considera que
Dios está castigando al Perú con desastres
naturales, debido a que el Gobierno quiere
incluir la “ideología de género” en los
colegios. “Si el Gobierno hubiera dado su
mano a torcer, Dios no hubiera castigado
tanto a nuestro país (…). Estoy convencido,
porque en Chile se aprobó el matrimonio
gay y tuvo un terremoto”, manifestó. [..] El
Fenómeno El Niño viene causando estragos
en 11 regiones del Perú. Estas son sus duras
cifras: al menos 75 muertos, 263 heridos y
20 desaparecidos, según el primer ministro
Fernando Zavala. (Exitosa 2017)
II. Vibraciones sobre
arcilla
A inicios del S XXI la filósofa travesti Giuseppe
Campuzano conecta a un parlante amplificador
el ruido sordo que reverbera entre las nefandas
prácticas chamánicas precolombinas narradas
en las botellas moche y el deambular errante
2. 59
1
Registro de video aparecido en redes sociales el 17/3/2017: http://bit.ly/2y4ogri
La Pinchajarawis, 2011 Giuseppe Campuzano. Fotomontaje. Fotografía: archivo Familia Campuzano.
sincronizado al des-orden de los cuerpos
travestis abyectos en el sur contemporáneo
(Campuzano 2008). En este orden de ecos y
sonidos, en el fotomontaje “La Pinchajarawis”
(2011) trasmuta a la chamana moche en una
travesti pinchadora DJ contemporánea, un
ceramio en vivo haciendo de su piel el soporte
de pigmentos, maquillaje, tierras, vibraciones y
a la vez excavando los sucesivos estratos y velos
históricos de su propia dermis.
Entre el sonido de la caída de los huaicos en
marzo de 2017 en la localidad de Punta Hermosa
y las calles inundadas de barrios periféricos de
la ciudad de Trujillo, resuena un baile y una
emergencia en un triple juego del desastre, la
aparición y la heterotopía. Pobladores que tocan
música y bailan en las calles con el agua más
arriba de los tobillos1
, mientras santa Evangelina
renace milagrosamente del fango convirtiéndose
en un icono de la gestión de precariedad de la
vida, de los cuerpos sucesivamente sepultados
y de las desaparecidas en distintas capas
que solapadamente se hacen visibles entre
el húmedo y catastrófico barro sanador (La
República 2017). Entre las vibraciones de los
cuerpos de Evangelina, los músicos inundados y
la DJ travesti se escriben historias telúricas sobre
arcilla viva.
Botella Moche, S. I–VIII d. C. Tierra cocida y pintada. 29
x 12.2 x 16.9 cm. Conservada en el Museum fur Volkerkunde,
Berlin. Réplica de Walter Acosta para el Museo Travesti del
Perú. Fotografía: archivo del autor.
3. 60
Huayco epidemia (Constelación Chuquichinchay). 2017. Javi Nefando. Fotografía y fotomontaje digital impresa en papel de
algodón 35 x 50 cm. Fotografía: cortesía del artista.
III. Luz estelar felina
“La vida es aquel súbito desafío del
alma/ que puede levantarse en cualquier
noche incógnita/ las bebidas azules en la
luz estelar/ de las constelaciones de una
ciudad maldita/ No ha de sobrevivirme
ningún hombre:/ Yo seguiré riendo en la
última luz/ de neón que se refleje sobre
el líquido/ de la última copa que alguien
levante y beba.”
Monólogo de Marilyn Monroe antes de suicidarse.
Montserrat Álvarez
El terror se apoderaba de la población durante
la desaparición de la luz en el eclipse lunar,
momentos interminables en los cuales se
manifestaba la presencia del felino fabuloso
en el quiebre del orden del sistema luminoso,
que anunciaba los próximos desastres y la
dolorosa regeneración del mundo. Llamado
“Chuquichinchay” en distintas latitudes y
tiempos del mundo precolombino (Lozano
1990), su accionar se emparenta con el de Amaru
por su poder cíclico y renovador. Siguiendo
a José María Arguedas, esta luz menguante
o ausente engendraría a seres fantásticos y
monstruosos, seres bisexuados, de dos cabezas,
de estructuras arremolinadas que rompen con
las columnas vertebrales de la organización
del cosmos (Arguedas 2013). Su presencia,
además, se manifiesta en otra dimensión, un
sistema de distancias a la visión terrestre del
hemisferio sur: la constelación Chuquichinchay
(coincidente con la constelación Escorpio
occidental), cuya ubicación es dibujada, trazada
astronómicamente e interpretada bajo diferentes
puntos de vista según distintos autores desde
el S XVII (Santacruz Pachacuti en Campuzano
2008, Lozano 1990, Salazar 2014). Según dibujo
en el altar del templo Coricancha y descripción
del cronista Juan Santa Cruz Pachacuti, existe
una relación cosmogónica entre Chuquichinchay
y Amaru, siendo el primero la deidad protectora
4. 61
de la génesis del segundo. Además, el Amaru,
serpiente de dos cabezas, puede concebirse,
según el orden de oposiciones complementarias
del sistema andino, como un ser bisexuado.
La deidad felina o luz del eclipse, siguiendo su
atributo mítico, al engendrar fantásticos seres
monstruosos, sería el protector de los indios
hermafroditas.
Al fin, llegado, haze la fiesta de su llegada,
y tras desto haze la fiesta solemne de
capacraymi de Pachayachachi, con
gran alegria; y al viejo le presenta a su
hijo, su nieto, y después haze la fiesta
del nacimiento del infante, y se llamó
Amarottopoynga, quiere dezir que en
su naçimiento que todos los animales
más fieros ocultos fueron echados de
la comarca del Cuzco. Y entonçes los
curacas y mitmais de Carabaya trae a
Chuquichinchay, animal muy pintado,
de todos los colores, dizen que era apo
de los Otorongos, en cuya guarda da a
los ermafroditas, yndios de dos naturas.
(Santacruz Pachacuti en Campuzano
2008, 45)
IV. Exilio y luz animal
Los dispositivos son como las
máquinas de Raymond Roussel, según
las analiza Foucault; son máquinas
para hacer ver y para hacer hablar
[...] Cada dispositivo tiene su régimen
de luz, la manera en que ésta cae, se
esfuma, se difunde, al distribuir lo
visible y lo invisible, al hacer nacer o
desaparecer el objeto que no existe sin
ella. (Gilles Deleuze)
Cuando la luz hegemónica se haya ido, aparece
en el pasado (porque en el mundo andino el
futuro sucede antes y se ubica detrás) la serpiente
y la luz felina ominosa antropomorfizada de dos
cabezas en vibración espiral (morfología del
ayahuasca, serpiente de los muertos), cuyo poder
sinérgico la puede, sin embargo, colocar en el
exilio debido a la sanción social colonizadora.
Bajo la mirada del mundo barroco peruano y el
travestismo como dispositivo de supervivencia
por medio de la mascarada, se vislumbran dos
caminos: por un lado, la luz divina del claroscuro
católico colonial sería la antítesis de la luz felina
hermafrodita del eclipse que bajo el sistema
occidental sería estigmatizada como la oscuridad
del infierno; por otro, es posible que esta luz se
haya travestido -del modo ambivalente en que lo
hizo la Pachamama en la Virgen María o el dios
Illapa en el Apóstol Santiago (Mujica Pinilla,
en Banco de Crédito 2002)- en otra luz para
sobrevivir reconfigurando su forma de iluminar.
Coordenada 1 (44°24’10.3”N 11°18’15.2”E)
Pier Paolo Pasolini escribe en 1941 una carta a
un querido amigo recordando momentos en los
que vislumbra en una noche intensa y trágica, no
por ello menos hermosa, campos de luciérnagas
fugaces y errantes en proceso de extinción.
Presiente lo que décadas más tarde formularía
con claridad: un territorio de pequeñas luces que
sobreviven a los procesos de exterminio fascistas,
gestionados por medio de las grandes luces de
los reflectores de las industrias consumistas de la
publicidad. Pasolini, iluminado por las pequeñas
luces de estos pequeños gusanos vibrantes, veía
en el futuro destruidas las promisorias ilusiones
libertarias de la Italia posterior a Mussolini. (Didi
Huberman 2012)
Coordenada 2 (33°26’59.9”S 70°40’20.1”W)
A fines de 1989 las yeguas del Apocalipsis
imprimen una serie de estrellas en el pavimento
de la calle San Camilo en homenaje a cada
travesti de esta zona prostibularia de la ciudad
de Santiago, en lo que constituyó la acción “Lo
que el SIDA se llevó”. La secuencia reconstruye
un abyecto paseo de la fama hollywoodense
durante una noche, en la que, en coincidencia
de algunos eventos, la ciudad quedaría a oscuras
y, según afirmara un diario local, las estrellas
de aquella calle permanecieron encendidas.
Efímera permanencia luminosa en diálogo con
la desaparición de cuerpos proscritos y sus
hábitats (Carvajal 2013).
5. 62
Coordenada 3 (12°03’22.6”S 77°03’47.7”W)
Una niña realiza sus tareas escolares en la sala de
su casa en el distrito de Breña, a la luz de las velas
casi una noche cualquiera de fines de los años
ochenta o inicios de los noventa, en una Lima
a oscuras debido a alguna torre de alta tensión
dinamitada a manos de una agrupación cuyo
nombre simboliza una luz totalitaria. Su régimen
impone verticales condiciones de iluminación,
dando cuenta de sus vínculos genealógicos
mesiánicos con las llamas de la absoluta
luz católica. Rastrillajes y toques de queda
impiden el libre tránsito en la ciudad sitiada. En
dimensiones paralelas, a manera de múltiples
juegos de actos, se construyen heterotopías: un
oscuro gran parque llamado el Campo de Marte,
ausente de vigilancia policial, se constituye por
las noches en un jardín de públicos e íntimos
goces carnales; a 1 kilómetro de distancia de
la sala de la niña que suele estudiar bajo la luz
de las velas, en la clandestina “La Lima que se
va”, antro de travestis, se realizan las bailables
reuniones de “toque a toque” (de queda).
Coordenada 4 (25°50’53.6”N 80°18’40.2”W)
“Las estrellas/ son áureas monedas
que brillan/ un solo instante en la
vida/ como la pelota/ que alguna vez
lanzamos/ a nuestro cielo de niños.”
Jorge Eduardo Eielson.
Mediado por el mar, a aproximadamente 601
kilómetros de distancia del local donde funcionó
un campo de reclusión para homosexuales
llamado Unidades Militares de Ayuda a la
Producción (UMAP) de Camagüey, el 9 de enero
de 1996 fallecía a causa del SIDA el artista cubano
Félix González-Torres, en la ciudad de Miami.
En el contexto de las homofóbicas políticas
reaganistas continuadas por George H.W.
Bush con relación a la “peste rosa”, González-
Torres diseñó una serie de piezas relacionales y
participativas dedicadas a personas amadas por
él, dando cuenta desde un territorio íntimo de
las condiciones que afectaban públicamente la
salud y la vida de los cuerpos sancionados por
la genocida norma social heterosexista. Una de
sus piezas, consistente en una serie de pequeños
focos de luz colgados en las paredes de algún
museo, una galería o en las calles [Untitled
(For Stockholm) y Untitled (America)],
ofrece al espectador pequeños campos de
luz, casi imperceptibles jardines iluminados
donde infectarse con la intensidad vital de las
hermosas células-bombilla, tanto frágiles como
imperecederas en la memoria, efímeras como
aquellos cuerpos que irían apagándose a causa
de la epidemia del SIDA.
Coordenadas cuánticas y constelaciones
La vida animal salvaje se concibió como un
territorio opuesto, tanto al orden del sistema
soberano como al del sistema racional ilustrado,
y la animalización de los sujetos no occidentales
se torna en uno de los aparatos biopolíticos más
eficaces para mantener el sistema jerárquico de
privilegios sustentado por las ficciones de la
raza, especie y género; dispositivos sexopolíticos
que sostienen la supremacía blanca del varón
occidental (Haraway 2015). En distintas latitudes
el léxico y las acepciones de la lengua se amplían
para construir un discurso animalizante con el
objeto de hacer uso de la domesticación como
técnica para gobernar al subalterno sexual
racializado: mariposa, mariquita, pato, gallina,
perra, zorra, cabro. La aplicación, sin embargo,
puede fallar en las fracturas del sistema y en las
supervivencias de prácticas del devenir animal,
tanto en territorios no occidentales como en
el mundo andino: la afectación con los felinos,
las aves, los insectos pueden hacer funcionar
el dispositivo de un modo que desorganice el
sexuado orden naturaleza/cultura, donde son
posibles otras conformaciones de lo viviente
(Giorgi 2014).
En territorios cuánticos son posibles los
delicados e imperceptibles vínculos estelares
entre las luces animales de la constelación felina
y los reflejos de los campos de luciérnagas.
Las frágiles luces de los pequeños focos-célula
colgados por las calles brillan con la vibración de
las pequeñas estrellas marcadas en el pavimento
prostibulario de San Camilo, las cuales bailan con
las travestis de “toque a toque” de la Lima que se
6. 63
va, en Lo que el SIDA se llevó, por la (América) de
los cuerpos Sin título de luciérnagas felinas que
reverberan en el exilio del eclipse por las calles.
V. Huaqueos CIS2
,
huaicos, campos de luz
“¿Cómo arrancar de nuestra propia
lengua una literatura menor, capaz
de minar el lenguaje y de hacerlo huir
[…]? ¿Cómo volvernos el nómada y
el inmigrante y el gitano de nuestra
propia lengua? ”
Gilles Deleuze y Félix Guattari
1) “Militantes del Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru (MRTA) dieron muerte el
pasado 31 de mayo a un grupo de drogadictos y
homosexuales que venían causando temor entre
los vecinos de los barrios circundantes. […] ¿Por
qué el MRTA tiene que castigar a delincuentes
comunes si existe una Policía Nacional que tiene
por misión velar por la seguridad ciudadana?”
(Cambio 1989)
2) En las contemporáneas técnicas de gobierno
se superponen los regímenes soberanos
necropoliticos (genocidio), las biopoliticas
(disciplina) y las somatopolíticas (producción
de subjetividad) que en distintos cruces y
diseños estratégicos administran la muerte o
la normalización de los sujetos subalternos
(Preciado, 2008, 2014). La exhumación de
cuerpos, archivos y prácticas ha posibilitado
el diseño de nuevos mapas y dispositivos
sexopolíticos para gestionar la disciplina o el
control de la vida; sin embargo, también ha
hecho posible la construcción de modos de
agenciamiento y proliferación de otros territorios
telúricos que viralicen los sistemas hegemónicos.
El interés por el estudio de la sedimentación
y develamiento de las capas históricas de
los centros ceremoniales de las culturas
precolombinas, así como la simple extracción
de vestigios para el tráfico de prestigios y la
compra-venta (huacos, vasijas, huellas, huesos,
telares), dialoga en paralelo con la exhumación
de las fosas clandestinas (o su desaparición
para dar muerte) y el uso normalizador que
de los residuos, archivos e historias de sujetos
subalternos hace el dispositivo de la diferencia
gay-friendly por medio de sus agentes cis (también
del mundo del arte). El discurso de las políticas
de la diversidad sexual y la inclusión social
produce una alteridad integradora sin conflicto
para el sistema de normas y privilegios, un
sujeto LGTBI dócil y funcional al aparato que
en otras circunstancias gestiona dinámicas que
2
CIS: cisgénero. Desde el prefijo latín cis-, que significa “de la parte de acá”, es opuesto al prefijo latín trans- que significa “al otro lado de”. En
los estudios de género -a los que se refiere el autor con respecto al prefijo CIS- una persona cisgénero es una persona que no es transgénero; en
otras palabras, cisgénero es considerada aquella persona cuyo sexo e identidad de género, al nacer, concuerdan. (Nota de la Editora).
Botella Gollete Moche. 1 d.C. - 800 d.C. 216 mm x 149 mm
x 117 mm. Fotografía: archivo Museo Larco.
7. 64
*Javi Nefando
Seudónimo de Javier Vargas Sotomayor. Artista múltiple,
activista e investigador independiente, egresado de la
especialidad de Pintura en la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Ha participado en diversas exposiciones individuales
y colectivas, entre las cuales “Chuquichinchay, topo
sexualidades, geo localizaciones” (2017); “La falsificación
de las Túpac” (2009); Videografía: “Letanías doradas
(devociones de las Chuquichinchay)” (2013); “Letanías
falladas (wamika)” (2013). Un ensayo extenso de su obra
puede encontrarse en el #12 de la revista Errata (Bogotá,
2014) escrito por Fernanda Carvajal. Ha formado parte de
diversas agrupaciones de creación colectiva y producción
de cultura crítica, como el colectivo “ContraNaturas”
(2006-2011) y “Aguaitones” (1999-2001). Actualmente se
desempeña como docente de artes visuales en la Escuela
Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú.
proscriben, borran y hacen ininteligibles las
proliferaciones de lenguas, prácticas, maquillajes,
vibraciones y territorios insumisos.
3) Las lenguas telúricas se manifiestan por
la vibración del encuentro entre las cuerdas
vocales con las ondas de los movimientos de las
placas tectónicas, los sistemas de luminosidad
de los cuerpos celestes, las distintas técnicas
de gestión de la vida y las distintas capas y
sedimentos de los regímenes de luz. Aquellos
encuentros pueden producir musicalidad de
sintaxis errantes en desquicio viralizante, en
danza con emergentes delicados campos de luz
que desquician las tecnologías que administran
la legibilidad de los sedimentos históricos y
vestigios. Esta nueva ancestral música telúrica
animal puede reactivar las ondas de enterrados
archivos y cuerpos vibrantes, que harán posibles
nuevos encuentros cataclísmicos de proscritas
luminosidades susurrantes.
8. 65
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
CAMPUZANO, G. (Ed.). (2008). Museo Travesti del Perú. Lima: Giuseppe Campuzano.
CARVAJAL, F. (2015). Políticas de la infección. Revista Errata 15, Bogotá.
CARVAJAL, F. (2013). Prácticas artísticas de disidencia sexual y perturbaciones sobre los signos de la izquierda
política. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
DELEUZE, G. y F. GUATTARI. Kakfa. (1990). Por una literatura menor. México D.F.: Era.
DIDI-HUBERMAN, G. (2012). Supervivencia de las luciérnagas, Madrid: Abada.
ERIBON, D. (2004). Una moral de lo minoritario. Variaciones sobre un tema de Jean Genet. Barcelona:
Anagrama.
GIORGI, G. (2014). Formas comunes, animalidad, cultura y biopolítica, Buenos Aires: Eterna Cadencia.
Grupo Micropolíticas de la desobediencia sexual. (2014). Poéticas de la falla, archivos dañados y
contraescritiras sexopolíticas. Buenos Aires: UNLP.
HARAWAY, D. (2015), El patriarcado del osito Teddy. Barcelona: Sans Soleil.
HORSWELL, M. (2000). Cuerpos rituales como memoria subalterna en el dibujo de Huamán Poma de Ayala.
Quito: Corporación Editorial Nacional.
LOZANO, A. (1990). Quito ciudad milenaria. Quito: Abya Yala.
MORO, C. (2012). La tortuga Ecuestre y dos poemas anexos. Lima: Revuelta.
MUJICA PINILLA, R. (2002). “Arte e identidad: las raíces culturales del barroco peruano”. En: El
barroco peruano. Lima: Banco de Crédito.
PRECIADO, B. (2008). Testo yonqui. Madrid: Espasa Calpe.
PRECIADO, B. (2014). “Hacer el amor con el cuerpo de la necropolítica: la práctica artística del
Grupo Chaclacayo en los límites de la soberanía”. En: Un cuerpo ambulante. Lima: MALI.
ROLNIK, Sy. (2010). “Furor de archivo”. En Estudios Visuales nº 7, enero. Murcia: CENDEAC.
SALAZAR, E. (2014). Astronomía Inka. Lima: Museo Andrés Del Castillo.
SOLÉ, R. (2009). Redes complejas, del genoma al internet. Barcelona: Tusquets.
VELÁZQUEZ, M. (2013). Una mirada de los gallinazos. Cuerpo fiesta y mercancía en el imaginario sobre Lima.
Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.
“MRTA en Tarapoto. Hacen humo a delincuentes y soplones”. En Semanario Cambio. 8 de junio
(1989), p.5.
“Desastres son castigo divino por ideología de género”. En diario Exitosa. 21 de marzo (2017).
“Mujer arrastrada por huaico en Punta Hermosa”. En diario La República. 16 de marzo (2017).