México, víctima de un sistema de salud pública en el que importa más el enriquecimiento personal que el bienestar nacional. En el que la prioridad es ascender y no curar.
COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
Al desnudo
1. REFORMA OPINIÓN
Al desnudo
Denise Dresser
06 Feb. 2017
Cuando baja la marea descubrimos quién no trae el traje de baño, dice el
columnista de The New York Times Tom Friedman. Las crisis son como ese
mar que se retira, revelando la playa a su paso. Y he allí México desnudo,
sin cobertura, sin sombrero, sin pareo, sin algo puesto para nadar en aguas
agrestes. Este momento tumultuoso nos planta de frente ante el mundo y
nosotros mismos. Un país que no ha logrado reformarse, modernizarse,
fortalecerse lo suficiente como para resistir la amenaza de muros y
telefonazos y más tormentas por venir. Un país desnudo. Un país enfermo.
Porque no puede clasificarse de otra manera una nación que permite la
sustitución de quimioterapia por agua para niños con cáncer en Veracruz.
México, víctima de un sistema de salud pública en el que importa más el
enriquecimiento personal que el bienestar nacional. En el que la prioridad es
ascender y no curar. El gobierno comprando pruebas sin autorización
sanitaria para la detección del VIH. El gobierno reconociendo que
medicamentos comprados por toneladas ya caducaron. El gobierno
finalmente admitiendo la emergencia epidemiológica por obesidad y
diabetes, después de una política pública que fracasó para combatirlas. La
sociedad civil protesta -y con razón- ante el gasolinazo, ante Trump, ante
los escándalos casi cotidianos de corrupción. Pero a lo largo del país algo
aún más grave ocurre. Mexicanos están muriendo, pero no por balas sino
por negligencia. No por confrontaciones con los cárteles, sino por conflictos
de interés entre las autoridades sanitarias y las industrias que deberían
regular.
Y en lugar de claridad, serenidad y responsabilidad vemos una guerra de
palabras entre autoridades a distinto nivel. El secretario de Salud contra el
gobernador de Veracruz. La Cofepris negando medicamentos falsificados
2. pero exhibiendo medicamentos caducados. La salud de miles de niños
puesta en juego por personas más preocupadas por un cálculo electoral o
un daño reputacional. Preguntas urgentes, sin respuestas satisfactorias:
¿Quién vigila la tasa de supervivencia de los niños supuestamente
afectados por medicamentos falsificados o agua destilada? ¿Cómo se
comparan los niños tratados en Veracruz con los menores en otros
estados? ¿Dado que son medicamentos de patente, alguien le ha
preguntado a la industria correspondiente si en efecto fueron vendidos a
Veracruz? ¿Por qué José Narro, el secretario de Salud, niega mucho pero
explica poco? ¿Por qué permitimos que la salud sea usada como bandera
política? ¿Quién nos arrebató el traje de baño y nos dejó sin protector solar?
Este año llegamos a casi 100 mil muertes prematuras por diabetes y
obesidad. Por el consumo de refrescos y azúcares y alimentos chatarra. Por
autoridades coludidas con industrias que los producen. Luego de tres años
desperdiciados desde el lanzamiento de la Estrategia Nacional Para la
Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. Muy
pocos avances, muchas ganancias. Muchas campañas de información, muy
poca comprensión sobre lo etiquetado en los productos industrializados.
Porque en el fondo, el problema es político. La salud, como tantos otros
ámbitos, ha sido corrompida por la cooptación. Por la forma en que las
grandes industrias ponen a su servicio a los pequeños funcionarios.
Funcionarios que han permitido y solapado y encubierto lo que realmente
pasa con el VIH y el Zika y la obesidad y la diabetes y los medicamentos
caducos y los tratamientos falsos. Funcionarios que ignoran los
lineamientos de la OMS, cuando contravienen los intereses de empresas
para las cuales en realidad trabajan.
Autoridades de salud como el subsecretario de Prevención y Promoción
Pablo Kuri, peón de la industria de comida chatarra, la industria refresquera,
la industria farmacéutica. Kuri, el que ahora aspira a dirigir -con la
protección y promoción de Narro- el Instituto Nacional de Salud Pública.
Para desde allí pervertir la Encuesta Nacional de Salud, una de las pocas
investigaciones independientes sobre un sector poco transparente. Para
desde allí restarle independencia y credibilidad a una institución que se
precia de ambas. Momento entonces de exigir que frente a la desnudez
nacional, el sector salud haga lo que le toca. Proteger. Cuidar. Prevenir.
Sanar. Ponerle el traje de baño a nuestros niños para que naden con vigor
en vez de morir por cáncer o diabetes.
3. Denise Dresser es politóloga, escritora, columnista y activista. Coordinó el libro "Gritos y Susurros:
Experiencias Intempestivas de Mujeres". Ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2010. Su último libro es
"El País de Uno. Reflexiones para entender y cambiar a México".