Ensayo sobre la formación docente para la diversidad
Ensayo: Articulación de los procesos de Docencia, Investigación, Gestión y Extención
1. ¿QUÉ LOGRÓ?
DIPLOMADO EN DOCENCIA
UNIVERSITARIA – MÓDULO 4
POLITECNICO JAIME ISAZA CADAVID
ESTUDIANTE
PAULA CATALINA GARCÍA GIRALDO
2. Entre las bondades y la dificultades de la “gestión” educativa, fundamentada en los procesos
de docencia, investigación y extensión, se debe dimensionar una realidad en la que se
presentan crisis en todos los ámbitos sociales, devenidos de un desarrollo cultural, que ha
carecido de espacialidad y temporalidad, es decir, se ha olvidado la esencia humana, y se ha
sustituido la misma por la esencia tecnológica, y en los últimos tiempos por la esencia
científica del conocimiento.
Para no redundar en los planteamientos de expertos que consideran los aspectos sobre los
cuales avanzar para afianzar la calidad de la educación, se hace necesario plantear dos
opiniones, que sin ser excluyentes, determinan dificultades para garantizar procesos de
enseñanza-aprendizaje significativos.
En primera instancia, es importante ser consciente, que la mayoría de los escritos que
pretenden intervenir la lógica universitaria, se han quedado en la síntesis de pensamientos
abstractos, cuya instrumentalización es escasa. No es nuevo entender la importancia de la
articulación entre docencia, investigación y extensión, más, la claridad de cómo articular
semejante empresa, es todavía una nebulosa imposible de entender. Y aquí, hay algo que
considerar, la integración ya no es una capacidad humana, perdida entre lo que podría decirse
es, un diluvio de información circundante, que complejiza la realidad, a veces sin una intención
clara. Se hace urgente que en la actualidad se pueda comprender cuál es la razón de ser de la
educación.
3. En segunda instancia, la esencia de todos estos análisis, se encuentra en comprender que
nuevamente se profundiza en cuestionar y en culpar a las herramientas, y no a la mala
gestión de los cursos o asignaturas que se realizan por los mal llamados “docentes” y por la
ausencia cada vez más notoria de “maestros”. En la actualidad se encuentre el debate
sobre todos los aspectos de utilidad para el docente, pero desafortunadamente, el
desarrollo profesional del docente, tan claro en el documento, es realmente inexistente en
la vida cotidiana de los que se dedican a desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje, el
direccionamiento institucional está enfocado a dirigir en el aula la transmisión de una
información que se considera importante, para que el, hasta ese momento llamado
estudiante, pueda desempeñarse como un empleado en la vida real. Sin embargo, de lo
que se trata es de fortalecer el eslabón de soporte en la educación superior, el docente.
En este sentido, más allá de hablar de las bondades o no, de los supuestos y opiniones de
los teóricos en la materia, se trata de definir cómo lograr los resultados esperados de la
docencia universitaria, por lo que un aspecto que debe abolirse con urgencia, es dejar de
pensar que se trata de centrar el proceso de enseñanza-aprendizaje en uno de los dos
actores inmiscuidos en el asunto, se trata en realidad, de recobrar el valor de la educación,
siendo necesario que los conocimientos adquiridos tengan sentido, de allí que a veces se
requiera instrucción y suministro de información para posteriormente enrutarse en la
búsqueda de respuestas. Suponer que el estudiante sabe lo que quiere es igualmente
ingenuo, por eso no se trata de satanizar los procesos en donde se trabajen sobre lo que el
docente enseña, es a partir de estos conocimientos que se debe generar en el estudiante
la duda, para que este, progrese de forma independiente sobre elementos más avanzados
del tema que se esté tratando en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sea áulico o no.
4. Si se aborda el tema desde el enfoque de los sistemas, que en la actualidad permite trabajar la
complejidad de todos los procesos humanos, se puede comprender que lo esencial en todos las
situaciones abordadas no son los elementos que los componen, sino en las interacciones que se dan
entre éstos, y es desde esta perspectiva que el todo es más que la suma de las partes; así el proceso de
enseñanza-aprendizaje, está colapsando no por en quien se está enfocando los procesos, sino por la
disociación que históricamente se ha venido dando entre docente y alumno, entre alumnos, docente y
administrativos, alumno y administrativos, y entre todos estos actores y el conocimiento. Esta
perspectiva, denominado en el documento como “Interacción Didáctica”, es la verdadera esencia de la
educación, este punto de encuentro entre los componentes del sistema educativo, es la falla
estructural, que de no ser atendida con prontitud, terminará por poner en jaque a las universidades.
En la referencia hecha a Villa (2000, p. 968) basado en Eckert (1973) quien expone la importancia de los
profesores en el proceso de enseñanza-aprendizaje, expone que “los profesores deben tener una
mayor sensibilidad hacia las motivaciones de sus alumnos, mayor confianza en sus relaciones con la
gente, grandes expectativas de que sucedan en sus aulas aprendizajes auténticos y profundos, y una
gran dedicación a promocionar valores humanos a través de la enseñanza”. Esto implica, no que “la
participación del profesor sea mínima”, como plantean estrategias de trabajo en grupo y de estudios de
caso o problemas, sino más bien, que la incapacidad de éstos para orientar las “clases” terminan por
hacer perder la gracia de la educación en los estudiantes que asisten a su curso. Sea cual sea la
estrategia didáctica a manejar, son las competencias del guía las que permitirán el éxito o no del
proceso, por tanto no es del todo cierto que “la clase magistral es una estrategia fundamentalmente
informativa”, porque si los procesos se desarrollan con ejercicios mayéuticos que hagan de lo magistral,
un diálogo continuo fundamentado en la duda constante, la verdadera docencia aflorará, articulado a la
raíz misma de la investigación, la búsqueda de respuestas y la comprensión de la realidad, a partir del
análisis personal, nacido del apalancamiento tutorial del maestro.
5. Ahora bien, considerando los planteamientos realizados hasta aquí, la gestión se pone en el
centro de la discusión, siendo la que permite desde niveles macro a micro en la
organización, lograr los objetivos educativos, guiados por lo que una universidad es, un
conglomerado de personas que interactúan con ruta clara, pero ante todo con compromiso
y dedicación. Entonces, en el ámbito de la gestión debemos empezar a ver las
Universidades como organizaciones que deben contemplar los procesos necesarios para
que su funcionamiento sea acorde a lo que el contexto de actuación, sean los indicados.
Esto puede presentar dificultades, en cuanto la universidad, en su estructura
organizacional, no posee claridad en el Modelo Pedagógico que debe seguir como
Institución Educativa, lo que la convierte en un mosaico de intenciones docentes, en
ocasiones sin formación real en educación.
Entonces para no ahondar más en las fallas de la educación formal, la apuesta fundamental
en la Universidad como organización, debe estar en la gestión del profesorado a partir de
los criterios empresariales de la gestión humana, la cual aunque se haya integrado en
principios, carece de los elementos reales de éste proceso. Aunque se pueden ver
inconformidades en todo lo que implica seleccionar, contratar y evaluar profesores,
considero que la punta de lanza en las propuestas para resolver las problemáticas de la
educación superior, está en el “desarrollo profesional”.
6. Ahora bien, considerando los planteamientos realizados hasta aquí, la gestión se pone en el centro de la
discusión, siendo la que permite desde niveles macro a micro en la organización, lograr los objetivos
educativos, guiados por lo que una universidad es, un conglomerado de personas que interactúan con ruta
clara, pero ante todo con compromiso y dedicación. Entonces, en el ámbito de la gestión debemos empezar a
ver las Universidades como organizaciones que deben contemplar los procesos necesarios para que su
funcionamiento sea acorde a lo que el contexto de actuación, sean los indicados. Esto puede presentar
dificultades, en cuanto la universidad, en su estructura organizacional, no posee claridad en el Modelo
Pedagógico que debe seguir como Institución Educativa, lo que la convierte en un mosaico de intenciones
docentes, en ocasiones sin formación real en educación.
Entonces para no ahondar más en las fallas de la educación formal, la apuesta fundamental en la Universidad
como organización, debe estar en la gestión del profesorado a partir de los criterios empresariales de la
gestión humana, la cual aunque se haya integrado en principios, carece de los elementos reales de éste
proceso. Aunque se pueden ver inconformidades en todo lo que implica seleccionar, contratar y evaluar
profesores, considero que la punta de lanza en las propuestas para resolver las problemáticas de la educación
superior, está en el “desarrollo profesional”.
Suponiendo que a la institución han ingresado docentes con una vocación que aflora hasta en la mirada,
planear su desarrollo para fortalecer sus capacidades, habilidades y competencias, es la forma en que la
persona y no su título, estarían al frente de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Uno de los puntos que se
consideran hoy, que podrían permitir la formación de maestros, sería pensar en una ética profesional, que
regule y determine los criterios necesarios para ejercer, y por tanto limitar el abuso de la autoridad de algunos
docentes en la actualidad. Esto permitirá “mejorar la práctica, creencias y conocimientos con el propósito de
aumentar la calidad docente”, primero en la creencia en la docencia como un ejercicio humano, de interacción
entre personas con la misma capacidad, pero con información diferente, de esta manera su ejercicio cotidiano
se fundamentará en lo que el alumno quiera llegar a ser. Si bien una deontología docente no está a la vuelta
de la esquina, este es un punto de anclaje entre el modelo pedagógico de la institución y el docente que lo
materializa en espacios áulicos y no áulicos.
7. Retomando lo de la docencia, la investigación y la extensión, ya se posee un punto de
anclaje, como aquel que mencionara Arquímedes, mover el mundo con docentes que
sintiéndose parte de una institución, se encaminarán a desarrollar las competencias que le
permitan hacer investigación dentro y fuera de sus cursos, y sobre todo realizándola con
miras claras a comprender y resolver las inquietudes (problemas) que el medio les
presenta. Partiendo del hecho que “la investigación permite elaborar conocimiento sobre
un tema o problema, el docente-investigador es capaz de pensar que el conocimiento que
se transmite a los estudiantes no es diferente al que se desarrolla en la investigación, y
estará en mejor situación para develar al estudiante la complejidad del conocimiento, su
provisionalidad, su potencial para explicar el mundo e intervenir en él”, se está dando
soporte al hecho de que “…la acción universitaria en el área de extensión debe estar
dirigida a producir cambios en la estructura económica, social y cultural de la región…”, esto
es en esencia, afrontar la demanda más acuciante de la educación superior, encontrar la
utilidad de la información entregada. La formación constante de docentes, que en los
esquemas de contratación actual, abren la oportunidad a que se realicen de forma
integrada entre universidades, permitirá solventar el argumento de que “el divorcio entre
docencia e investigación afecta la práctica pedagógica, ya que al no haber investigación
sobre ella, se convierte en un despliegue irreflexivo y rutinarios de medios y técnicas,
asunto más grave aún el profesorado universitario no posee conocimientos pedagógicos, lo
cual conduce a otro punto de reflexión: para enseñar una asignatura no basta dominar la
disciplina.”
8. De una forma sintética, podría avanzarse hacia la estructuración de procesos de
DESARROLLO PROFESIONAL, haciendo de la docencia una verdadera vocación, la cual
nacerá de la GESTIÓN de la universidad como una organización, en especial en el actor que
lidera la interacción en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Rescatemos los docentes
con aires de maestría en su ejercicio profesional, no en su titulación.
BIBLIOGRAFÍA
CAPITULO III
DOCENCIA, INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y GESTIÓN. PILARES DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR