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antropología general
Versión española. de
Juan Oliver Sánchez Fernández
O4 JUH. 1985 .
C-1?'=- P5-)l3/
. :--
Alianza
Editorial
:?I- ~Si
·'
~
Título original:
Culture, Peop/e, Nature - A n Introduction to General
Anthropology
3rd. Edítion. Publicado con autorización de Harper & Row,
Publishers, Inc., New York
Primera
Segunda
Tercera
Cuarta
Quinta
edición en "Alianza Universidad. Textos": 1981
edición en "Alianza Universidad. Textos": 1982
edición en "Alianza Universidad. Textos" : 1983 (septiembre)
edición en "Alianza Universidad. Textos": 1983 (diciembre)
edición en "Alianza Universidad. Textos": 1984
© 1971 by Thomas Y. Crowell Co.
© Ed. cast.: Alianza Editorial , S. A., Madrid, 1981, 1982, 1983, 1984
Calle Milán, 38; "n' 200 00 45
ISBN: 84-206-8037-0
Depósito legal: M. 33.090-1984
Compuesto en Fernández Ciudad, S. L.
Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L.
Ronda de Toledo, 24 - Madrid-5
Printed in Spain
,
INDICE
Prólogo a la tercera edición ... ... ... ... ... ... 11
Capítulo l. ¿Qué estudian los antropólogos? _. .. ... ... ... ... ... 14
¿Por qué la antropologfa?, 15.-La diversidad de teorías antropológicas, 16.-Resumen, 18.
Capítulo 2. La evolución orgánica ... .. . ... ... ... ... ... ... ... 19
Reproducción, herencia y sexo, 19.-Genes y cromosomas, 20.-La herencia de los ge·
nes, 22.- Genotipo y fenotipo, 25.- Genes dominantes y recesivos, 26.-Las fuerzas de
la evolución, 27.~La selección natural y la • lucha por la supervivencia», 28.-Adapta·
ción y evolución general, 29.-Resumen, 30.
Capítulo 3. Genealogía y naturaleza humanas
Del animal al primate, 31.-EI orden de los primates, 34.-El suborden de los antropoides
frente al suborden de los prosimios, 37.-Las superfamilias de los antropoides, 37.-
Caracter!sticas de los hominoides, 38.- La familia de los homínidos frente a las familias
de los póngidos y los hilobátidos, 40.-La sexualidad de los hom!nidos, 48.- Lenguaje
y cultura, 49.-Resumen, 50.
31
Capítulo 4. Los primeros homínidos ... ... ... ... ... ... ... ... 53
Un reloj evolutivo, 53.-Del hominoide al hom!nido, 55.-Los homínidos del Plio-Pleis·
toceno, 57.-Los australopitecinos, 60.-Homo babi/is, 62.-Los útiles y los hom!nidos
del Plio-Pleistoccno, 65.-Uso de útiles entre monos y simios contemporáneos, 66.-La
cultura infrahumana y el problema de las múltiples especies, 70.-Cooperación sexual,
reducción de caninos y cultura, 72.- La pérdida de controles instintivos sobre el domi-
nio y la agresión, 74.-La caza y los homínidos del Plio-Pleistoceno, 76.-Resumen, 80.
Capítulo 5. Los orígenes del Homo sapiens .. . ... ... ... ... ... ...
El Homo ereclus. 82.-¿Fue Africa el jardín del Edén?, 86.-Culturas del Homo erec-
lus, 87.-Consecuencias culturales de la caza mayor, 91.-EI Homo sapie11s arcaico, 93.-
Una especie, un mundo. 104.-Resumen, 104.
7
82
8
~Capítulo 6. Los orígenes de las variaciones raciales ........... .
Las razas como poblaciones, 106.-Frecuencias frente a arquetipos, 107.-Vnriflcioncs
dentro de las poblaciones, 108.-Categorfas raciales, 108.--C!inas, 110.-Los gnipos san-
guíneos y la raza, 112.-La cxplícación de los polimorfismos humanos, 114.-Antigiicdad
de las razas actuales, 115.-EI caso del color de la piel, 118.-Resumcn, I20.
• Capítulo 7. La naturaleza de la cultura .............. .
Definiciones de cultura, 123.-Enculturación y relativismo culturnl, 124.-Umirnciones
del concepto de encult.uración, 125.---La difusión, 127.-Aspectos mentales y conduc-
tuales de la cultura, 12_8.-Aspectos emic y etic de Ja cultura, 129.-El patrón univer-
sal, 130.-Estrategias alternativas de investigación, 132.-La estrategia del mMerialismo
cultural, 133.-Resumen, 134.
Capítulo 8. El Paleolitico del Viejo Mundo ... ... ... ... ... ...
El «despegue» cultural, 136.-- Períodos prehistóricos, 137.-Desanollos del Paleolítico
Inferior, 138.-Desarrollos del Paleolítico Medio, 141.-El Paleolítico Superior, 144.--
El fin del Paleolítico, 149.-Resumen, 154.
Indice
106
123
Capítulo 9. El Neolítico y la aparición de ciudades y estados ... 156
El Neolítico, 156.-El Neolítico en el Oriente Medio, 157.-Los orígenes de la a¡;ricuJ.
tura, 159.-La domesticación de animales, 160.-Las causas del Neolítico, 163.-E! Neo·
Htico y las «revoluciones» urbanas, 165.-La difusión del Neolítico, 167.-El Neolítico
en el este de Asia, 168.---El Neolítico en el Sudeste asiático, 169.-El Neolítico ;1íri·
cano, 171.--Resumen, 171.
Capítulo 10. La segunda Tierra
¿Cuándo se descubrió América?, 173.-El Paleolítico del Nuevo Mundo, 175.-El «Neo·
lítico» del Nuevo Mundo, 177.~-La secuencia mesoamericana, 179.-·El papel de Jos ani·
males domesticados, 181.-El desarrollo de los estados, ciudades e imperios del Nuevo
Jhmdo: las tierras bajas mesoamericanas, 182.--El desarrollo de los esrndos del Nue.
vo JV!undo: las tierras altas mesoamericanas, 185.·--Los desarrollos al norte de Méxi·
co, 187.-El desarrollo de esrndos en América del Sur, 188.-El significado de la
«segunda Tierra», 189.-Resumen, 191.
Capítulo 11. Energía y ecosistema
La energla, la ecología y los ecosistemas humanos, 194.-La influencia de la tecnolo·
gía, 195.-La influencia del medio ambiente, 196.--Sistemas de energ(a alimentaria, 197.-
Un sistenia de energía alimentaria de cna y recolección, 198.---Llmite.s ambie.ntales al
rnmaño de Ja banda, 199.-La capacidad de sustentación y la ley de los rendimientos
decrecientes, 200.-Expansión, íntensificaci<ín y cambio te<:nológico, 201.-Un sistema
energético de agricultura dependiente de las lluvias, 203.-Un sistema de energía ali·
mentaria de tala y quema, 203.-El elevado costo de Jos cerdos, 206.-Un sistema de
cnergla alimentaria de agricultura de regadío, 206.-Energía y pastoreo nómada, 208.-..
Sistemas industtíales de energía alimentaria, 208.-·El mito del incremento del ocio, 210.--
Resumen, 211.
Capítulo 12. Regulación demográfica y guerra ...
Controles culturales sobre el crecimiento demográfico, 215.··--Las técnicas anticoncepti·
vas, 216.-Técnicas empleadas después de la concepción, 217.-·-La influencia de las en·
fermedades, 218.-La presión demográfica, 219.-La guerra entre los pueblos cazadores
y recolectores, 220.-La guerra entre _agricultores aldeanos, 221.-L~ gucrrn y la regula-
ción del crecimiento demográfico, 222.-Goerrn, población y ecología: los maring, 224.-
Explicaciones alternativas de Ja guerra en Nueva Guinea, 227.--:--Pro1d1rns animales y
guerra: Jos yanomamO, 229.-¿Por qué las proteínas anímales?, · 2.3) .-A~pectos adaptati-
vos e inadaptativos de la guerra, 232.-Resumen, 233.
Capítulo 13. Econo1nía, intercan1bio y control
Definición de economía, 236,-El intercambio, 2.37.-Los intCrcambios rcdprocos, 237.·-·
El problema de los aprovechados, 238.-La reciprocidad }' el conwrcio, 240.-·EI
Kula, 241.--El intercambio redistríbutivo, 242.~.La reciprocidad frente a ln r<'distribu·
ción, 243.-La ecología cultural de la redistribuci6n y la reciprocidad, 2<15.--E! origen
de Jos potlatches destructivos, 245.-La redistribuci6n estratificada, 247.....EJ intercmnbio
de mercado: la compra-venta, 248.-EJ dinero, 249.-EJ capitalismo, 251.---El capita-
lismo sin estado: el caso de los kapauku, 252.-La propiedad de la tierra, 254.-La
economía poiltica de Ja vida campesina, 255.-Resumen, 258.
173
194
215
236
Indice
'Capítulo 14. La organización de la vida do1néstica ...
La esfera domútica de la cultura, 261.-La familia nuclear, 262.--··Altcnrntivas a la
familia nuclear, 263.-La poligamia y la familia nuclear, 264.,.-La familia extensa, 265.-
Los grupos domésticos con uno solo de los padres, 267.--¿Qué es el matrimonio? 268.---
La legitimidad, 270.--Funciones del matrimonio, 271 .--El matrimonio en las familias
extensas, 272.--Los grupos domésticos y la evitación del incesto, 274.-Los matrimonios
prefcrenciales, 278....-Jlesumen, 279.
"Capítulo 15. Parentesco, residencia y filiación
El parentesco, 282.-La fí!iación, 282.-.,Las reglas de filiación, 284..-..Grupos de filía·
ción cognaticfa: variedad bí!a1eral, 287.-Grupos de filiación cogirnticia: variedad ambi·
lineal, 288.-Grupos de filiación unilineal, 289.··-·Pautas de residencia postmarítal, 290.--
Causas de la filiación bilateral, 291.-Determinantes de Jos linajes y clanes cognati·
cios, 292.--·Determinantes de los linajes y danes uni!ineales, 293.-Causas de fa patri-
localidad, 294.~-·Causas de la matrilocalidad, 295.-Causas de la avuncu!ocalidad, 297.··-·
Terminologías de parentesco, 299,---La terminología esquimal, 299.-La termínología ha·
waiana, 300.-La terminología iroquesa, .301.-·-Resumen, 303.
Capítulo 16. La organización política en las bandas y aldeas ...
La ley y el orden en las sociedades organizadas en bandas y aldeas, 305.-El «con1unismo
prirnicivo», 306.-Movilización de Ja opinión pública: el dudo de canciones, 307.-
JIol'ilizacíón de la opinión pública: acusaciones de brujería, .309.--El lidera;;go de los
cabecillas, 311.-La oposición complementaria, 313.-Las vcngan;;as de sangr~·, 315.--
Jsociaciones no basadas en el parentesco·. las ~sociacioncs no residenciales, 316.-Re·
sumen, 317.
-Capítulo 17. El control y el origen del Estado ... ...
La gran transformación, 319.-Los sistemas de «grandes hombres», 320.-Los "grandes
hombres» y la guerra, 321.-Jcfes, guerreros >' r<'dislribución: trobriandeses y chero·
kce, 322.-Lirnitaciones del poder de Jos jefes, 324.-De la jefatura al reino, 325.--
Un reino africano: Bunyoro, 327.-EI feudalismo, 328.-Un ímperio americano autóc·
tono, 329.-El Estado y .d conuol del penrnmicnto, 330.-EJ control del pens1uniemo
en contextos modernos, 331.-EI Estado y Ja coacción física, 334.-Resumen, 3.35.
Capítulo 18. Los grupos estratificados ..
Clase y poder, 338.-Sexo, edad y clase-, 339.---Las dimensiones emic y Nic y la con-
ciencia de clase, .3.JO.-La .explotacíón económica, 342.- -La clase dfrigente en los Es·
tados. Unidos y Ja Unión Soviética, 343,-La concentración de. Ja rique?.a, 345.--Clnse
y esu!o de vída, 3'18.--·Clases cerradas y abiertas, 349.·-·~Límires de la movilidad de las
clases, 350.-Minorías y mayorías, 351 ...,.Jsimílación frente a pluralismo, 352.-Plura-
lismo )' «P<.,dcr negro,,, 354.-~El chauvinismo étnico frente a la conciencia de clase, 356.-·
Las castas vistas desde arriba y desde abajo, 357.--Resumen, 360.
Capítulo 19. Desarrollo y subdesanollo ..
Definición de desarrollo y subdesarrollo, .363.-Las causas de la revolución índus·
nial, .366.-La tecnología en China, 366.--Despotisnw oriental e industrialización, 368.-
Capirnlísmo y tecnología, 369,-EI capítalismo y la ética protestante, 370.-Colonialismo
y subdesarrollo, 371.-lndonesia y Japón, 372.-Japón, 374.--Alternativas al subdesarrollo
en la era postindustrial, 376.--~La revolución verde, 378.-·Los límites de Ja tecnificación
y el crecimiento industrial, .381.-Bueyes fre:ite a tractores, 382.-Población y dcsarro·
Jlo, 383.-Resum;n, 386.
Capítulo 20. Pobreza y cambio cultural ..... .
La imagen de la limitación de Jo bueno, 389.-El sisal en Brasil, 391.-San Pedro: una
historia con éxito, .391.-La cultura de Ja pobre?.a, 39<1.-1.a gratí(icación diferida y la
futílidad del trabajo, 396.-Entonccs, ¿quién tiene la culpa?, 398.-·Emborracliarse en
Den'er, 400.-Emborracharse en Truk: ('guerreros de fin de semana», 401.-Valores
y familia matrifocal: Jos Flats, 402.--·El destino de !as bandas ~, aldeas preestarnlcs, 404.-
Resumen, 406.
9
261
282
305
319
338
363
389
10
Capítulo 21. Variedades de experiencia religiosa ...
El animismo, 409.-Las tres almas de Jos jívaros, 410.-Animatismo y mana, .¡¡/ l.u
natural y lo sobrenatural, 412.-Lo sagrado y lo profano, 413.-Magi; y tdigi,'m, ·11·1
La organización de las creencias y prácticas religiosas, 415.-··Crccnci;ls y ri1u:1ks indivi
dualistas: Jos esquimales, 417.·--La organi~ación de las creencias y ritll;lks íudi•id1"i
listas, 417.-Los cultos chanrnnistas, 419.-EI chamanismo tapirnpl~, ·!20. Cln1m.11w~.
brujería y caza de brujas, 421.-Los cultos comunitHios, 423.--Ritos com11ni1,11i<" ,¡,.
solidaridad: el totemismo, 423.-Ritos comunitarios: los ritos Je ¡rnso, 1
1/.5. La ci1nm
cisión, 425.-Los cultos eclesiásticos, 427.-La religión de los aztecas, 428. H1·s1rnw11, ·110.
Capítulo 22. La religión como adaptación ......
Religión y economfa política: Jos dioses supremos, 433.····La religión impl'iia!, ·D~.
El sacríficio humano y el rnnibalismo entre los aztecas, 436.···-Los movimienws d(' n•vi
tali:tación, 438.--La revitalización entre Jos americanos nativos, 439.·---Los cultos «Car·
gO>>, 441.---Cristianismo y revitalización, 443.-Revitali?.acione~ en Europa, 4'1<1. Talní,
religión y ecología, 446.-La vaca sagrada, 4·18.-Resumen, 451.
Capítulo 23. Lenguaje y cultura ...
La universalidad semántica, 454.-La arbitrariedad, 456.·--La dualidad de organi?.a·
ción, 457.-...Sistcmas fonémicos, 458.-Los morfemas, 460.~--Gramática: reglas que rigen
Ja construcción de morfemas, 460.--Gramática: sintaxis, 461.-La estrlictura profun-
da, 462.··-Los simios y el lenguaje, 462.---·La adquisición del lenguaje, 464.-La equiva.
lencia de todas las gramáticas, 464.-·Gcncraiidad y especificidad, 465.-Lenguaje, clas<'
social y ernicidad, 467.-·--.Lenguaje, pensamiento y causalidad, 468.--EJitismo y sexismo
obligatorios, 470.-El cambio Jíngi.iístico, 472.-·Lenguaje y conciencia, 474.~-Resumen, 475.
Capítulo 24. El animal artístico ... ... ... ...
¿Qué es el arte?, 478.-EI arte como categoría cultural, 479.--Arte e invención, 480.-
Arte y organización cultural, 482.·--Arte y religión, 485.-Ane y política, 486.--~La evo·
lución del arte, 487,-La complejidad del arte primitivo: Ja retórica campa, 488.-··EI
mito y los contrastes binarios, 490.-EI fútbol frente a Ja música rock, 492.-Resu.
men, 493.
Capítulo 2.5. Roles sexuales y personalidad ......
Cultura y personalidad, 495.-Educación infontil y personalidad, 496.--Paurns y te·
mas, 498.-~Personalidad básica y cHácter nacional, 499.·-Edipo y personalidad, 500....
Personalidades alternativas masculinas y femeninas, 501,---Un complejo de suprenrncfa
masculina: Ja política, 50.3.-Política sexual y contaminación, 505.-Re!ígión y política
sexual, 507.···-Supremacfa masculína y organización doméstica, 508.-La guerra y el
complejo de supremacfa masculina, 509.-Mascu!inidad, guerra y complejo de Edi·
po, 512.-Ritos de iniciación masculina, guerra y roles sexuales, 512..-La anatomía no
es el destino, 514.--Modalidades de experiencias sexuales, 515.-La homosexualidad, 517.-
Roks sexuales en Ja sociedad industrial, 518.--Rolcs sexuales parn el futuro, 520.--
Resumcn, 521.
Capítulo 26. Herencia) cultura y libertad
La raciología científica, 524.--Etnografh y genes, 526.-El nuevo racismo científico:
la lntellgencia, 527.--Los primeros tests de ínteligencia, 527.-Tests recientes de inteli-
gencía, 529.-La medición de J¡¡ heredabi!idad, 530.-Heredabilidad y cultura, 531.-La
elevación del C. I., 532.-C. I. y cultura, 533.-La naturalc~a hu111ana, 536.-La SOCÍO·
biología, 536.-La socíobiología y Ja naturaleza humana, 538.-La escala de conduc-
ta, 542.-E! caso del infanticidio fcmeníno en el seno de la élite, 5<13.-Detenninismo,
ciencía e indíviduo, 545.-Causalida<l probabilística, 545.-Rcsumen, 547.
Apéndice. Algunas estrategias de investigación alternativas
Bibliografía
Glosario ..................... ..
Jndicc
409
433
4.54
478
495
524
.5.50
554
592
PROLOGO A LA TERCERA EDICION
El contenido y organización de este libro tienen con10 objetivos princi-
pales: (1) preservar la unidad de la anrropología como disciplina y (2) vincu-
lar los hechos y teorías de la antropología con importantes cuestiones con-
temporáneas. Estos objetivos son ínterdependientes. Sólo centrándonos en
cuestiones impor.tantes se puede preservar la unidad de la antropología. Y
sólo preservando la unidad de la antropología, con sus perspectivas globales
sobre los procesos hun1anos, culturales y naturales, los estudiantes conse-
guirán hechos y teorías sobre cuestiones que les atañen.
La fragmentación de la perspectiva antropológica está estrechan1ente re-
lacionada con la periodi.zación del curso universitario. Cuanto más corto es
. el curso, mayor la tentación de concentrarse únicamente en una o dos sub-
disciplínas, ya que los profesores no pueden examinar, en el breve tie1npo
de que disponen, todos los materiales de la antropología física, la arqueo-
logía, la lingüística y la antropología sociocultural. De ahí que se haya des-
arrollado una tendencia a escribir textos introductorios consagrados a una
o dos subdisciplinas, especialmente) la antropología social o cultural, por una
parte, y la antropología física y la arqueología, por otra. Estos cursos más
cortos y especialízad0s se in1parten con la esperanza de que los estudiantes
completarán su co1nprensión de lo que la antropología tiene que ofrecer
inscribiéndose en cursos complementarios de las demás subdisciplinas. Con
demasiada frecuencia) sin embargo, este primer contacto con un curso intro-
ductorio de antropología constituye para el estudiante la única oportunidad
de conocer los te1nas de vital importancia de que tratan) conjuntamente, los
subca1npos de la antropología. Además) aunque el estudiante reciba un se-
gundo curso introductorio, el uso de un libro de texto diferente y la propia
11
12 Introducción a la antn>po!ogía general
perspectiva de estudio reducen en buena medida el ín1pacto. del punto de
vista antropológíco general.
Este libro está indicado para profesores de cursos íntroductnrios tanto
largos como cortos. No se ha intentado dar repaso a todas las n1ntcrias de
los distintos subcatnpos. En vez de ello, los subca1npos se presentan en
relación con sus respectivas aportaciones, sustantivas y teóricas, a Ja expli-
cación de la condición hun1ana y de las causas de los principales fenó1ne-
nos socioculturales. Pattin1os de la pren1isa pedagógica de que la función
de un curso introductorio de antropología no consiste en ensefü1r a los
estudiantes cón10 hacerse antropólogos (ésta es tarea de cursos avanzados).
La función prünordial de una introducción a la antropología es propor-
cionar a tantos estudiantes co1no sea posible una con1prensión antropoló-
gica de cuestiones clave. De acuerdo con esta pre1nisa, he recurrido a cada
subcan1po sólo en la inedida en que había cuestiones vitales de sustancia
y teoría directan1cnte ligadas a, o dependientes de, un conocíniiento de los
materiales implicados. Se ha prestado especial atención al problema de la
continuidad entre apartados y capítulos en relación con su pertinencia in-
telectual. Materiales anteriores llevan a análisis ulteriores; inateríales pos-
teriores ren1iten a análisis anteriores. Pocos puntos de interés puran1ente
gratuito se hallarán; a lo largo de tocia la obra se ha procurado poner el
acento no sin1ple1nente en la descripción, sino en la explicación. Para los
profesores que disponen de un curso introductorio inás largo, Ja coheren-
cia del enfoque, el énfasis en la causación y la unidad lógica del todo han
de abrir posibilidades creadoras de discusión y nuevas lecturas.
Este libro también presenta diferentes opciones para pi-ofesores limi-
tados a cursos tnás cortos de carácter ttin1estral, cuatrünestral o se1nestra1.
Puede que deseen abteviar el libro de conforn1idad con sus propias prio-
ridades intelectuales y profesionales1 escogiendo algunos capítulos y apar-
tados y on1itiendo otros. Prescindiendo de la opción que elijan -dar sólo
parte del libro o ponerlo con10 lectura general obligatoria o recon1enda-
da-1 los estudiantes no pueden n1enos que beneficiarse de la exposición
a una n1uestra tepresentativa niás an1plia de in1portantes cuestiones antro-
pológicas. Probablc1nente, no sufrirán el n1alentendido de que la antro-
pología es sólo huesos) o vasijas, o costun1bres inatrin1oniales prin1itivas.
Y lo que es inás in1portante, será n1ás probable que se gradúen en la uni-
versidad conscientes de que deben to111ar en serio la antropología sí pre~
tenden tener opiniones infounadas acerca de la relación entre raza1
lengua
y cultura; el origen de la estratificación social; y las causas de la guerra, el
subdesarrollo, la pobreza y otros fenón1enos socioculturales significativos.
Casi una tetcera parte del contenido de esta edición es nuevo o ha sido
puesto al día. Se han incluido inuchos estudios nuevos en los cuatro can1pos.
Por lo de1nás, con la cooperación de los nuevos editores (Harper and Rov))
he intentado hacer un libro tnás legible y coherente.
IIe supriinido buena parte de la jerga profesional, añadido introduc-
ciones y resú1nenes a los capítulos y trasladado te1nas, tales co1no la lin-
güística y los roles sexuales, a lugares n1ás apropiados. La redacción de las
Prólogo a la tercera edición 13
nuevas introducciones y resú1nenes n1e obligó a ptestar atención a los prin-
cipales puntos tratados en cada apartado, al tenia de todo el capítulo y a la
relación de cada capitulo con la estructura del libro en su totalidad. Es-
pero que esto lo acerque 1nás al tipo de libro sobre el que los estudia11tes
nunca tendrán que preguntarse: «¿Por qué tene1nos que aprender es_~o?1>
Otra innovación que, a n1i entender, acrecienta la legibilidad y Cohe~
rencia de esta edición es la discusión de las principales estrategias de in-
vestigación y Ja cxp1ícítación de las propias tendencias estr~tégicas del
autor. I-Ie hecho esto, espero, sin elín1inar enfoques alternativos, de tal
modo que aquellos que discrepen del 1nío no tengan que experin1entar n1al-
estar alguno al n1anejar esta edición.
MARVIN IIARRIS
Capítulo 1
¿QUE ESTUDIAN LOS ANTROPOLOGOS?
La antrppología es el estudio de la huinanidad, de los pueblos antiguos
y rnodernos, y de s_u_s estilos de vida.. Dada la an1plitud y co1nplejidad del tema,
las diferentes punas de__la an_tropología se centran en distintos aspectos
o dí1ncnsioncs de la experiencia hu1nana. Algunos antropólogos estudian
la evolución de nuestra especie, denominada cicntífican1ente I-lomo sapiens,
a partir de especies n1ás antiguas. Otros investigan cón10 el I-Jon10 sapiens
ha llegado a poseer la facilidad exclusivamente hurnana pata el lenguaje,
el desarrollo y diversificación de los lenguajes y los n1odos en que las lenguas
1nodernas satisfacen las necesidades de la comunicación hu1nana. Otros,
por último, s~ o_c_llp_an de las tradiciones aprendidas de _pensa1niento y conducta
qll<;__denominaffios culturas, investigando cómo surgieron y se diferenciaron
las culturas antiguas_, y_ cón10 y por qué ca1nbían o per1nanecen iguales
las culturas 1nodernas,
DC-llirO..CfC..TOs dC}:iartamentos de antropología en las principales universidades
de Estados Unidos las diferentes perspectivas de la antropología suelen estar
representadas por c;i.;i~_tro campos de estudio: ·ªnt_r_opología cultural (a _v~_~_e_s_
l_la1na<:Ia __ai:itropología _social),_ a_rqu_eología, li11güjstica antropológica --,
y antropología física (Fried, 1972) *.
J,a.qnt1·9pología cultural se ocupa de la descripción y aná)isis de las..
c.ulturas -la9Jrndi'°iones.~9ciaJ1nei1tcaprendidas- del )1asaclo y del pre·
sent~-~- l;:._'9:____etn°-grqfía_1 ~~QQjs_c_ipl_~I!a _suya, se consagra a la descripción síste~-
·ni~i"tlca ·de CúTtüi:cúi-"contetnpo~án~_a_s. La con1paración de estas descripciones
ProPOrC-íO-na··-ia--base para hipótesis y teorías sobre las causas de los estilos
de vida humanos.
* Véase p. 554 para una explicación del sistema de citas usado en este libro.
14
-~~-
¿(Jué estudian ios antropólogos? lJ
,1:-a__~~-'!u_~()~qg_í_q___ª,ñJtde una dimensión crucial a esta empresa. J2.~sente1:_r_a_1~_-
d()_Josyestígí9ede cuhurae._4e. épocas pasadas, los arqueólogos-~stUdian
secuencias de la ey9_llifí_Qp___.$_Q_f_i_a_l__:y-_éulturi,_l_- _l)ajo diversas condiciones natura-
l~~y__s;_yJt_~g-ªl_c:s. Su aportación a la comprensión de las características ac-
tuales de la existencia hurnana y a la contrastación de teorías sobite la
causación histórica es indispensable.
~ª- ling_µfsti~_a ~nt_ro_pológicq aporta otra perspectiva crucial: el e_st_l}_di_o
de lágran•.dfoeisidad (je]e11ggae habladas Porlos...seres humill1os. Los
IiiiglHS.úis '"de orientación antropológica íntenta_n _r~~o11_~t_r_lli_~·-_ lfl___ bi_s_t_Ória de
e:_~!.fl~.J~pgu_<_l~__Y.....~<:.. f~P?_i_l_i__a.§_)~gg~f~_~i~~--8-___(;!I}t~Fªs:-s-e--·1"i1tC..resan pÜr la fonna en
que el lenguajeinlluye y esinfluido por otros aspectos de la vida humana,
por la reiición enue la evolución del lenguaje y la evolución del Hamo Sa·
piens1 así como por la ~).§fiÓP......~_t1_~_1:~__J_?____~yq_l_u_cj_Q.p___ d~__J?~_.le;11guas y _lg _evo-
lución de las diferentes culturas.
·-L--;¡-;¡;;¡,:opolOgfa f!Sii:aTundamenta los demás campos de la antropolo-
gía ·e~· ·nu·es·trO.Origen· -anilñ~l y nuestra naturaleza biológicamente detenni-
nada. Los antropólogos físicos t.~:ª-~~p._ de reconstruir_ el_ c:ur_so de_ la _evolució_n_
hu1nana n1ediante _el estudi9 __q~__Jc:i_~_ res_t_()S JcS_sH_<::,s___Q_~_ --~-§P~<:_i_~_§___<1_n_t_ig~~as. Asi-
misn10, intentan descri}J_ir _
}~ _____dís~_ribuci_ón _d_~ __ l_as___var_ia<:i_(}_J]es__ h~.r<:'.dit_f¡_r_iªs
ent~·~.)~-~--PS'._9_l_~c_i_o11~s:~c_9nye_tpp_q_i:a~-~-ª.5-' y "déSilndai-· y--n1edl1: i;~· -~~;~~·tacio;1.eS
relativas de la herencia, la cultura YCI medio ambiente a la vida hun1ana.
~L~QPJ_q_~n-~¡:;_Lón____d_e_Jo..s___ cu.au·.o _
c.arnpo.s"..de..Jª-·---ªntx.upillogía____sc;!__denonüna
qntrop_()logía_ gen_~ral. Este libro es una introducción a los principales ha-
1raz·go-s en estOS.--Cüa--tro can1pos y, por tanto, a la antropología general.
¿Por qué la antropología?
~u~h-~-~ ___ot_r_as _d_is_c_ipUp_a_s_,__ ~_<,l_e_111á_s_ d_~___la,__a_n_q:9p9lqgía,,__se oc_upan del es-
tudi()~d"e._lQs _seres hu1nanos. Nuestra naturaleza animal es objeto de intensa
investigación por parte de 1'.i<)lqg9s, genetistasyfisiólogo,. Sólo en la me~
9.i.<:1.D.~, centenares de especialistas investigan el cuerpo hun1ano; y los psi-
quiatras y psicólogos buscan juntos la esencia de la mente y el espíritu
humanos. 11lc.ha' otras disc;ipli11as -entre ellas la sociología, la geografía
hu1nana, la psicología social, la hi~toria, la ciencia política, la economía) la
lingüística, la teología, la filosofía, la musicología, el arte, la literatura y la
arquitectura- s.~ ocupan _de___nuestr_o__ compoxt.amie.nto_J;11JtJH:5.1,L__i_n_t~_I~_ctual__ y
G_~!~!if.9· Están, además, los llamados «especialistas en áreas») que estudian
las lenguas y estilos de vida de determinados pueblos, naciones y regiones:
«latinoamericanistas», «indianistas», «sinólogos», etc. &11.áJ__~_:;;___e;_.p_to11_ces
el rasgo distintivo ..de.la.. antropología?
···--···-r:.o___911e diferenc_ia_a nu_estra _
disc_ip_l_ip_a_ el~_ l_iiS 91t:ª$__J~_s,___§_ll c¡lrácte_r gl_9_bal
y co~par_ativo. Otras ran1as del s_aber abordan únicam_ente__µn s_egn1ento__con~"
c_ret_(l___~e___la ____experien_cia_ ~um_a_1:1ª o una época o fase concretas de nuestro
desarrollo cultural y biológico. :(,<l~_h!!lLazgq¡. (jeJaantropología, en. caJ11l1j9,
no se basan j_a1nás en__ ~l--..~~tvdio de____µna__ sol_a_ pob_l_aci9_~, ra?_á,___t~i~..ll1.._~~-~-s~,
16 Introducción a la antropología general
nac1on, tie111po o luga_r. Los_____aJ?trgp_~logos insís_ten, ante todo, en que se
cg_13_!~:ª_s_!_S:.~.J~_s____:;:g_g~:.J11,_s,_ig_n.~~S-~_CX_tr:¡;¡ía_as_ del___~s_tucli9__de __un __gr_up_o hun1ano __()__q_e_
~l!ª·---º-c::_t~qn_i_p<;ld_a_ --~j_y_i_li_~_a_~ió_I)_____c:qp____c:l_a.to_s___provenientes __de___otros grup_ü_$__ Q__ c!-
y_iJi??_~i_9g~s. De esta nianera, la itnportancía de la antropología trasciende
los intereses de cualquier tribu, raza, nación o cultura concretas. Desde la
perspectíva____~t?_t~·(}pql_Qg_i_c:_a_, todos los pueblos y culturas revisten el 111is1_11_0
iiiieréTco1noobjetos de. estudio. Por ello, la antropología se opone al pun·
to de vista de los que creen ser los únicos representantes del género hu-
mano, estar en el pináculo del progreso o haber sido elegidos por Dios o
la Historia para inoldear el inundo a su in1agen y setnejanza.
Para el antropólogo, ~J___~11_i~o__I~1g49___d_~---ª_l_c_a_n_~a1~__t11_1 __conocitniento pro-
flln<Jo de la hu111anidad consiste en estudiar tanÍ:o -las tierras lejanas c_oi,119
Ias·_:P_t_?_~_Ífr1:_a_s, tant<)_ _l_as ___ép()_cas___re111otas con10 la_s___actua~e_s_. Y adoptando esta
vislón a1nplíi dC..Ia-e·xperiei1cia hun1ana, quizá 1ogren1os arrancarnos las an-
teojeras que nos imponen nuestros estilos de vida locales para ver al ser
hu1nano tal co1110 realtnente es.
Debido a su perspectiva biológica, arqueológica, lingüística, cultural,
comparativa y global, l?,_..ªJ!_~~:<J:PC?J.t::'.gí¡¡_ ~Q-~__t12_nta___l_a_ cl_'-1.YG __d_~___n1J1~b_as_ cuestion.es
fu1~-~~.n~_l!_!al~_§. Los antropólogos han realizado in1portantes aportaciones
'para co1nprender el significado de la herencia animal de la hu1nanidad y,
por tanto, def~nir _)_9___ _qu_e___i.::s____~~r_ac:terís_~í_~a_1ri~_t1_~~ ...b~1_1~1_a}19_ Gil__ la natu_r_<:1Je;;:_a.
hu1n_ana. La esti:ategia antropológica reúne e11 sí los elen1entos necesarios
i)ál·á ·a-¡;·alízar el significado de los factores raciales en la evolución de las
culturas y en la conducción de la vida conten1poránea. Ta1nbién posee la
clave para <:.olI1Pl'conder .los orígenes de la _desigualdad social e.n forma de.
1·~~!..~})}.Q_)__"~f;.X_i_~_J}}91_ ---~-?i:P-1.9.~.ª-c;_i9p,__pobre_za y __$__J_b_d<:;_s.a,rro_l_l() intern_~cional.
Co1110 señala Frederica de Laguna: -
La antropología es la única disciplina que ofrece un esquen1a conceptual para
todo el contexto de la experiencia hu1nana... Es como la estructura de sustenta-
ción en la que pueden encajar todos los diversos co1nponentes de una educación
liberal, y que, al organizar la carga, la hace 1nás 1nanejable y susceptible de ser
llevada (1968: 475).
La diversidad de teorías antropológicas
Aunque todos los antropólogos subrayan la importancia del enfoque
tnultidin1ensional, atnplio, con1parativo y global, a n1enudo discrepan en
·otros aspectos sobre la 1nejor manera de explicar y con1prender la condición
hu1nana. No todos están de acuerdo en que las se1nejan%as y diferencias en
el pensan1icnto y conducta humanos se produzcan de fonnas científican1en-
te co1nprensibles. Algunos sostienen que los fenón1enos hun1anos no pueden
y no deben ser estudiados de la mistna n1anera en que los científicos estu-
dian los fenómenos naturales. Otros, en ca1nbio, inantienen que la antro-
pología puede descubrir los procesos causales que son responsables de la
continuidad y diversidad de los fenón1enos hun1anos del mis1no 1nodo en
¿Qué estudian los antropólogos? 17
que los biólogos han descubierto las causas de la evolución biológica o los
n1eteorólogos las causas del clima. Pero incluso los antropólogos que creen
que las instituciones y los estilos de vida tienen causas definidas discrepan
acerca de lo que puedan ser estas causas. '"
Los tipos de investigación que realizan los antropólogos y las co¡)clu-
siones que extraen están fuertemente influidos por sus ideas básicas en
torno ~~..!-~. PS'._~:!_~!:encia de la ~!e_nc:ta.__pa~·~__J?...__e;~p~1:i_~1_1_c_~_a _1_1u1n_ana y en torno
~-}a pres_~}.~_<;_i_~-- --º---~y_s_e_n~ia d_~ diferentes ___clas_~_s___d_~ _proCCs_()_~_- c_~-~-~-~l~s. Estos
súPtie'SfOs básicos 1nantenidos' por anifOj:íOIOgós· de diferen.iCS co11Vicciones
teóricas se deno111inan e~_t_rqt_~_g_ia~-- d~____i1_1__~~stiga,~_ió_11
1-I.~~-JjJ¿JQ.__9~--t~-~to ci'ue de cB.bidii. a· tOdas 'las 'éstrategias de investigación
con vigencia en la actualidad y que dispense a todas un trat_a_n1_iento ünpar-
~~-ª~-- y de idéntica a111plitud .~~--!1~-~olutan1e11_t_e __i1_1~_0_11_c_~_9_~_!:?I~.: En los---CaTiffü10S
tjue siguen he realizado un esfúerZo consciente por incluir puntos de vista
alternativos sobre cuestiones controvertidas. Sin e1nbargo, es inevitable
que n1i propia estrategia de investigación do1nine la exposición. I~l punto
de vista seguido a lo largo de toda la obra se llan1a ~7-1:Cl._(erial_i5-!JZO_.._r;:_u_!t~f_1,'q{;f
y pertenece al grupo de las estrategias de investigación que sostienen que
la. t3rsaLundamenraLc;!e__Iaan_tropología es. darexplic_a,:ionS:$ <;amales deJm;
c~ífere_n_c_ías y_ sc1nejgnz_~s e1_1 el pensa1niC-nto y__ la ~0_1_1d~1_<:l,_é____q~1_e_____ha_l__la_11_1q§.
~Í1tre lüs ___gr_l:lf'?S__ -hu1na_~C)-~· Sin e111bargo, al contrario dé ·otras ·es"t~·ategias
de investigación con una 0-rientación científica, el n1ateríalisn10 cultural
parte del supuesto de que el n1ejor 1nodo de realizar esta tarea consiste en
estudiar las constricciones n1ateriales a que está sujeta la existencia hu1na-
na. Estas constricciones provienen de la necesidad de producir alin1entos,
abrigo, útiles y n1áquinas y reproducir las poblaciones hun1anas dentro de
los lí1nites fijados por la biología y el n1edio a1nbicnte. Califica1nos a estas
constricciones o condiciones de 111ateriales para distinguirlas de las in1pucs-
tas por las ideas y otros aspectos n1entales o espirituales de la vida hun1a-
na, corno los valores, la religión y el arte. Para los n1ateríalistas culturales,
las causas 1nás probables de variación en los aspectos n1entales o espirituales
de la vida hu111ana ·son las variaciones en las constricciones n1atcriales que
afectan a la manera en que la gente afronta los problen1as de satisfacer sus
necesidades básicas en un hábitat dado.
A estos supuestos estratégicos responde la otganízación de los tenias
que serán tratados en los siguientes capítulos y el hecho de que se otorgue
prioridad a la consideración de los aspectos de1nográficos, tecnológicos, eco-
nó111icos y ecológicos de la exístencia hu1nana, pasada y presente. Sólo tras
haber especificado estos factores 111ateriales básicos se intenta describir y
explicar las n1odalidades de instituciones do111ésticas y políticas y los valo-
res 1norales, las creencias religiosas y los cánones estéticos de pueblos con-
cretos. Esto no significa que considere los aspectos 1nentales y espiritua-
les de las culturas co1no inenos significativos o in1portantcs que la produc-
ción, Ja reproducción y la ecología. Los valores n1orales, las creencias
religiosas y los cánones estéticos son, en cierto sentido, las n1ás significati-
vas y distintiva111ente hu111anas de todas nuestras experiencias vitales. Su
18 Introducción a la antropología general
importancia está fuera de discusión. El quid de la cuestión es cuál es la
n1ejor inanera de explicar, si es que poden1os hacerlo, por qué detenninadas
poblaciones poseen detenninados conjuntos de valores, creencias y cánones
estéticos, 1nientras que otras tienen conjuntos diferentes. En el capítulo 7
ampliaremos la información sobre el tnateríalis1no cultural.
/ Resumen
. La antropología es el estudio de la hun1anídad. Sus cuatro rarnas prín-~
c1pales son la antropología cultural o social, la lingüística antropológica, la
antropología física y la arqueología. Su enfoque distintivo radica en su
perspectiva global, con1parativa y 1nultidin1ensional. El enfoque co1nbi-
nado de los cuatto campos se llama antropología general. Dentro de la
antropología hay n1uchas estrategias alternativas de investigación. La es-
trategia de investigación seguida en este libro es el materialisn10 cultural.
f] objetivo de esta estrategia es descubrir las causas de las diferencias y
sen1ejanzas en el pensa1niento y la conducta, característicos de poblaciones
humanas concretas) mediante el estudio de la influencia de las condiciones
1nateriales.
Capítulo 2
LA EVOLUCION ORGANICA
Este capítulo trata de los principios básicos de la herencia y la evolución
biológicas. Estos principios son esenciales para co1nprender có1no surgió nuestra
especie y có1no adquirió su naturaleza hun1ana distintiva. Sólo se tocarán
los aspectos n1ás básicos de los mecanismos de herencia y las fuerzas
de la evolución.
Reproducción, herencia y sexo
Los organisrnos, como los coches, se desgastan, sufren accidentes y de-
jan de funcionar. La reproducción es un 1nedio de asegurar la continuidad
.Je cada «modelo» garantizando la preservación de los planos para hacerlo.
Estos planos constituyen las instrucciones hereditarias de un organisn10. Sin
reproducción, tanto las instrucciones hereditarias con10 el propio organis-
mo podrían extinguirse en un breve período de tie1npo.
l,~- repr99tJ~ción es, pues,_ el proce~_o por el,, qu_e___un organisn10 hace una
copi9. de sí misn10 y de sus--planos o instrucciones hereditaria_s. Todos los
Ürganis1nos superiores (y ta1nbién muchas fonnas shnples de vida) se repro-
ducen sólo después de transferir fragmentos de sus instrucciones heredi-
tarias a otros organismos. Cuando la reproducción ilnplíca tales transferen-
cias se la califica de sexual.
¿A qué obedece el sexo? La reproducción sexual es ventajosa porque
permite a los organis1nos con1partir pequeñas diferencias en sus instruccio-
nes hereditarias y combinarlas en ferinas nuevas. En otras palabras, la re-
producción sexual incre1nenta la variabilidad de las instrucciones heredita-
rias que se transn1íten de generación en generación. Esta variabilidad incre-
19
20 Introducción a la antropología general
menta a su vez la capacidad de sucesivas generaciones para resistir cambios
ambientales adversos y aprovechar nuevas oportunidades ambientales be-
neficiosas. Las ventajas de la reproducción sexual se harán más claras cuan-
do analicemos más adelante en este capítulo las fuerzas de la evolución.
Genes y cromosomas
Los mecanismos para preservar y tran~mitir las instrucciones heredit?-
rias durante la reproducción son esencialmente similares en todos los ani- ~
males. La información necesaria _
está codificada en diferentes secuencias de
moléculas de la sustancia llamada ácido desoxirribonucleico (ADN) (fi-
gura 2.1). Estas moléculas son los principales componentes de las estruc-
turas celulares denominadas cromosomas. Los cromosomas son visibles en
el núcleo de las células poco antes y poco después de producir una célula
FIG. 2.l.-Modelo de ADN en forma de doble hélice
C =Citosina; T =Timina; G =Guanina; A = Ade·
nina. La secuencia de estas sustancias químicas deter
mina el mensaje portado por el ADN de los cromci.
somas.
La evolución orgánica 21
hija dividiéndose por la mitad (fig. 2.2). En este momento los cromosomas
se asemejan a bastones; en otros, se asemejan a filamentos largos y del-
gados.
Durante los intervalos entre las divisiones celulares, los cromoso.UJas
desaparecen totalmente de la vista. Se cree que estas alteraciones corres-
ponden al arrollamiento y desenrollamiento de largas cadenas de á~ido
desoxirribonucleico: en forma de bastones cuando se arrollan estrechamen-
te, en forma de filamentos que se vuelven invisibles cuando se desenrollan.
Los lugares en los cromosomas, los loci, que dirigen la síntesis de todas las
sustancias complejas necesarias para la conservación y reproducción de cada
célula, así como el crecimiento, conservación y reproducción de todo el
organismo, se llaman genes. Los genes son las unidades básicas de ]~he:
renda.
FIG. 2.2.-División de los cro-
mosomas. Durante la división
de células distintas de las se-
xuales cada mitad o célula
hija obtiene una copia de cadn
-par de cromosomas en vez
de W1 miembro de cada par
seleccionado aleatoriamente.
Este proceso se denomina mi-
tosis y aquí se muestra en el
núcleo de una célula de ce-
bolla. [Struwe, Monkmayer
Prcss Photo Service.]
Los seres human0s tienen 23 cromosomas en sus células sexuales ma-
duras (y 23 pares de cromosomas en sus células somáticas) (fig. 2.3). Las
moscas de los frutos sólo tienen cuatro cromosomas. Muchos organismos
poseen más cromosomas que nosotros; por ejemplo, los tarseros (véase
página 37) tienen 80. Pero nadie sabe el número total de genes en ninguna
especie. Los cromosomas humanos pueden poseer hasta un millón de loci
activos en uno u otro estadio del proceso reproductor.
22 Introducci6n a la antropología general
La herencia de los genes
Para co1nprender cómo evolucionaron las especies, hay que compren-
der cómo los cromosomas y sus genes se ttansmiten de los padres a la
prole.
Dentro de las células so1náticas ordinarias, los cromoson1as sien1pre se
presentan en pares. En los organismos que se reproducen sexualincnte, un
inie1nbro del par representa la aportación del padre, y el otro, Ja aportación
de la tnadre. Así, los seres humanos tene1nos 46 crornosomas, de los que
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11
FIG. 2.3.-Cariotipo de cron1oso111as hut1N<no. El conjunto de cro111osomas de una espe-
cie se denornina su cariotipo. Aquí se n¡.uestran los 23 pares de cro1noso1nas humanos.
El x y el y, o cron1oso1nas sexuales, fonnan la pareja vigesimotercera. [Rokter, Taurus.]
23 se heredan del padre y 23 de la madre. Nuestra naturaleza hereditaria
se deter1nina en el 111omento en que un espennatozoide portador de 23 croH
1nosomas se une con un óvulo que contiene otros 23. Poco después de
esta unión, los cro1nosomas del espermatozoide y el óvulo de estructura
sünilar se einparejan y comunican conjuntamente sus instrucciones heredi~
tarias a las primeras células del nuevo individuo, lla1nado cigoto. El cigoto
procede a dividitse y diferenciarse hasta que se construye un e1nbrión en~
tero y un nuevo ser hu1nano está listo para nacet.
Con10 se requieren 23 + 23 = 46 cromosomas para crear un nuevo
ser humano, es obvio que sólo la 1nitad de los 46 cro1noso1nas del padre o
de la madre puede transn1itirse a un nifio deter1ninado. Cuáles serán los
n1ie1nbros transn1itidos de cada uno de los 23 pares de cron1oso1nas es
La evolución orgánica 23
pura cuestión de azar. La partición en dos de los 46 cro1nosomas de cada
uno de los padres se realiza durante la producción de las células sexuales
en los testículos y ovarios. Los cro1noson1as se alinean en el centro de las
células sexuales y fonnan pares. Depende totaltnente del azar que el n1ien1-
bro del par que ha aportado el padre o la madre del individuo se alíriee a
la derecha o a la izquierda. Los cro1noso1nas se dirigen después hacia los
lados opuestos de las células (23, uno de cada par, a ~ada lado), y la célula
se divide entonces en dos. Cada nueva célula sexual contiene, así, una nueva
disttibucíón del 1naterial hereditario creada por la co1nbinación de los cro-
1noson1as hotnólogos -es decir, los cro1noson1as portadores de genes si-
1nilares-, procediendo unos de la n1adre y el resto del padre en una pro-
porción aleatoria.
El hecho de que los cro1noso1nas se distribuyan independienteinente
durante la división reduccional (fig. 2.4) de las células sexuales (la reduc·
ción de 46 cro1noso1nas a 23) es un principio básico de la genética. La
. • •
,, ¿••;·
'
'
Los cromosomas son visibles
como filamentos largos y ·
bien separados; no aparecen
en dob!e hebra, aunque otros
indicios seiiafan que la
replicación ya se ha
producido.
Los cromosomas en doble
hebra se separan hacia
polos opuestos.
Cada célula h!ja recibe
los mismos cromosornas
que la célula madre.
Los cromosomas homólogos
se emparejan y se vuelven
más cortos y gruesos.
Se forman nuevos núcleos.
los cromosomas aparecen
en doble hebra.
3.
los cromosomas se
presentan claramente en
doble hebra. La membrana
nuclear empieza a
desaparecer.
Se divide la célula.
Cada célula tiene un
conjunto diferente
de cromosomas.
La división reduccional ha concluido.
las células sexuales están listas para
combinarse con células sexuales
de otro individuo y restablecer así
el número completo de cromosomas.
4.
Cada par se dirige al centro
de la cólula. El awr
determina qué miembro
de cada par se alinea a la
derecha o a la izquierda.
La célula empieza
a dividirse de 11uevo.
FIG. 2.4.-División redi1ccional. Repn:scntación esquemática de los pasos responsabks
de la distribuci6n aleatoria de los cromosomas de los padres en las células sexuales de
un individuo.
24 Introducción a la antropología general
distribución independiente significa que la inforn1ación hereditaria de un
cro1noso1na se transtnite con independencia de la inforn1ación que porten
los den1ás cron1oson1as. Tarnbién significa que, aunque la 111itad de nues-
tros cro1noso1nas proceden de nuestro padre y la otra initad de nuestra
inadre, no hay garantía alguna de que una cuarta parte proceda de cada
uno de nuestros abuelos, y no es probable que u~1a octava parte, exacta-
mente, proceda de cada uno de nuestros bisabuelos. Es muy probable que
algunos de los 64 antepasados directos de la sexta generación ascendiente
no hayan aportado ningún cro1noson1a a nuestros 23 pares. Esto debería ...
tener un efecto n1oderador en las personas que se deleitan en hacer ren1on-
tar sus «raíces» inás allá de la cuarta generación hasta la realeza, los pri-
1neros pobladores u otros dignatarios.
La situación sería incluso 1nás lúgubre para estos genealogistas si no
fuera por el hecho de que los cro1noson1as homólogos interca tnbian seg1nen-
tos (genes) entre sí. Este fenó111eno se lla1na sobrecruzanziento [crossing
over], y se produce justo antes de la división reduccional en el rnotnento
en que los 23 pares de cron1oso1nas se alinean en el centro de la célula
(fig. 2.5). Debido al sobrecruza1niento, los cron1oson1as que aporta un ante-
• o
xFl Rx
xo ex X X
YO
.y y o • y
;i~I 1:1:
z¡o ez z o • z
•/u
1 1
leju
U r,
·r uo u¡of
u
v'o/ l.Jv
vo • V V O
~:
FIG. 2.5. - Sobrecruzt11Nie11.
~w w8
1 to. Representación csqucnnÍ·
'
~w
wo w~
tica de un par <le cron10.
so1nas hoinólogos intl'.rcain·
biando algunos de sus gen<:s
durante la división redu<.:.
lal (b} (el cional.
pasado concreto no pennanecen intactos a lo largo de todas las generaciones.
Así, varios antepasados diferentes pueden aportar genes a cada uno de los
46 cron1oson1as poseídos por uno de sus descendientes, quedando abierta
la posibilidad de que cada uno de los 64 antepasados pudiera haber apor-
tado algunos genes a sus descendientes por línea directa de la sexta gene-
ración. Sin en1bargo, es sun1an1ente ünprobable que su aportación fuera
exactamente ele 1/64.
La evolución orgánica 2.5
Genotipo y fenotipo
Cuando los genes en el misn10 locus de un par de cro1noson1as _ho~1~­
logos contienen exactan1ente la misn1a información, se dice que el 1nc21v1-
duo es homocigoto para el carácter controlado por este gen. A 1nen~1do,
sin embargo, los dos genes diferirán ligera1nente. Se ~ice entonces qúe el
individuo es heterocigoto. Los genes variantes localizados en un locus
determinado se denotninan alelos.
Como la distribución de los cro1noso1nas en las células sexuales se rige
por el azar, es posible predecir las proporciones probables con las que dos
o más alelos acaecerán en los hijos de padres y madres cuyos tipos ge-
néticos se conocen. Por ejen1plo, suponga1nos que hay dos alelos en un
locus: A y a. Debido a los procesos responsables de la distribución indepen-
diente, esto significa que se pueden producir rres tipos de individuos: AA>
Aa y aa. Cada una de estas combinaciones se llama genotipo. Se puede
calcular la proporción con la que se producirán los genotipos mediante un
sencillo mecanis1no conocido co1no cuadrado de Punnett. Sí un óvulo y un
espermatozoide tienen la misma probabilidad de poseer ambos alelos, el
cigoto tiene un 50 por 100 de probabilidades de ser heterocigoto (Aa o
aA), un 25 de ser homocigoto (AA) y otro 25 de ser homocigoto (aa). El
siguiente cuadrado de Punnett muestra que podemos esperar que aparezcan
tres genotipos en la razón 1 AA: 2 Aa : 1 aa.
Ovulo
A
Cuando el cigoto n1adura y el organismo nace, c~·ece y muere, sus car~c­
teres genéticos interactúan con el entorno en que tienen lugar .sus pe~uha.
res experiencias vitales. La interacción de los genes con ~l medio amb1en.te
produce el fenotipo: la manifestación externa del organ1s.mo. L.os organis-
mos que tienen genotipos similares pueden mostrar fenotipos diferentes, y
viceversa. Por eje1nplo, las personas predispuestas por la herencia a acumu-
lar grasas pueden adelgazar si se someten a dietas rigurosas, mientras ~ue
otras predispuestas por la herencia a la delgadez pueden engordar si se
sobrealimentan. La lección importante de esto consiste en que ningún orga-
nismo es un producto de su naturaleza puramente hereditaria; pero tampoco
lo es de su experiencia vital en un ambiente dado. Antes bien, todos los
individuos son producto de la interacción entre sus genes y su medio am-
biente.
26 Introducción a la antropología general
Genes dominantes y recesivos
Los individuos que son heterocigotos para un carácter no siempre se
pueden identificar como tales por su manifestación externa. Según parece,
algunos alelos no surten ningún efecto sobre la manifestación externa de
un carácter si están en una condición heterocigota. Se dice que tales alelos
son recesivos. Los alelos emparejados con los recesivos se dice que son
dominantes.
En el ejemplo anterior, supongamos que A es dominante y que a es re-
cesivo. La razón de los genotipos no cambiará, pero los individuos AA, Aa _
y aA poseerán el mismo fenotipo (bajo similares condiciones ambientales).
Este descubrimiento fue realizado por primera vez por Gregor Mendel,
fu~dador de la genética moderna. Cruzando guisantes de flores rojas con
guisantes de flores blancas, Mendel obtuvo una generación de guisantes
todos ellos de flores rojas:
R
R
b b
*
La razón de esto estriba en que todos los guisantes de flores blancas
eran homocigotos para el gen recesivo b, y todos los guisantes de flores
rojas eran homocigotos para el gen dominante R. Ninguno·de los fenotipos
mostra~a,l~ presencia del gen recesivo. Entonces, cruzando los guisantes
h.eteroc1go:1
cos de flores rojas entre sí, Mendel demostró que el gen rece-
s1vo todavia estaba presente en el genotipo:
R
b
R b
*
Aproximadamente una de cada cuatro plantas de guisantes -las homo-
cigotas para el gen recesivo b- daba ahora flores blancas.
Aunque el anterior cuadrado de Punnett indica tres genotipos que acae-
cen en la razón 1:2: 1, sólo hay dos fenotipos que acaecen en la razón
3: 1. ~uchos caracteres humanos -tales como el color de los ojos y el
daltomsmo, así como la hemofilia, la anemia de células falciformes y otras
enfermedades hereditarias- se rigen por sistemas de genes dominantes y
recesivos en los que los individuos heterocigotos no se pueden distinguir fe-
notípicamente de los que son homocigotos para un alelo dominante Esto
hace a menudo que los individuos heterocigotos sean «portadores» de ca-
La evolución orgánica 27
racteres nocivos. Sin embargo, en algunos casos, los individuos heterocigo-
tos tienen ventaja sobre los homocigotos con alelos dominantes, aun cuando
los individuos homocigotos con alelos recesivos puedan ser víctimas de en-
fermedades mortales. La resistencia contra la malaria de que gozan perscmas
heterocigotas para la anemia de células falciformes es un ejemplo clásic~ de
superioridad heterocigota. Hay que subrayar que no todos los alelos recesi-
vos son nocivos. El equilibrio de alelos en una población no está determi-
nado por el hecho de que sean dominantes o recesivos, sino por las fuerzas
de la evolución.
Las fuerzas de la evolución
En grandes poblaciones la frecuencia de los genes permanecería estable
de no ser por ciertas fuerzas. '!'Ocio proceso que altera la frecuencia de los
genes en una población es una fuerza evolutiva. En general, los biólogos
identifican cuatro grandes fuerzas evolutivas.
1. Deriva de genes.-Las proporciones de genes en cada generac1on
pueden diferir simplemente como consecuencia de factores azarosos en
la forma en que se heredan genes y cromosomas. En caso"s extremos, inclu-
yendo poblaciones muy pequeñas y bajas frecuencias génicas, los alelos pre-
sentes en una generación pueden desaparecer totalmente en la siguiente.
Supongamos que, en una población aislada, sólo un individuo de una po-
blación total de 'cien porta un alelo para el cabello rizado. Podría darse la
casualidad de que ninguno de sus hijos heredara este alelo y, a resultas de
ello, ya no habría ninguna persona con cabello rizado en esta población.
Otra forma de deriva puede producirse cuando parte de una población emi-
gra y se lleva a su nueva residencia un pool de genes que no es represen-
tativo del grupo originario. Por ejemplo, podría suceder, accidentalmente,
_ que todos los individuos de pelo rizado emigraran al mismo tiempo de una
isla a otra. Todos lqs cambios en las frecuencias génicas que provienen sen-
cillamente de la naturaleza estadísticamente no representativa de genera-
ciones sucesivas o de grupos migratorios son ejemplos de evolución por
deriva de genes.
2. Flu;o de genes.-Como !~_poblaciones que co~titu~n una esp~­
cie nunca están totalmente aisladas unas- e otras, normalmente hay algún
cruzamiento entree lla5." Cuando elc ruzamiento entre poblaciones se pro-
duce en gran escala, muchos alelos pueden presentarse en nuevas propor-
ciones en el nuevo pool génico. Por ejemplo, a causa del flujo de genes, la
población del Brasil moderno tiene frecuencias génicas que no fueron
características de los africanos, europeos y americanos nativos que han
contribuido a la formación de dicha población.
3.. Mutaciones.-Estas son alteraciones o «errores» en la secuencia
o estructura de las moléculas de ADN que producen nuevos alelos o ero-
28 Introducción a la antropología general
mosomas. Muchos factores físicos y químicos pueden intervenir en la no
replicación de un gen o de un cromosoma entero. La radiación, por ejem-
p~o.' es una causa bien conocida de mutación en muchas especies. Bajo con-
d1c1ones naturales, las mutaciones pueden producirse desde un máximo de
una vez cada 20.000 duplicaciones hasta un mínimo de una vez cada 10 mi-
llones de duplicaciones. Altos índices de mutación tenderán a alterar la
composición del pool génico. Seal cual sea su índice de aparición sin
e~bargo, las mutaciones, si son ventajosas, pueden constituir la ma'teria
pruna para un extenso cambio evolutivo.
4: Selecc~ón natu?·al.-Con __Elucho la fue~a más poderosa para el
cambio evo~uvo proviene <k.la eficacia biológica [/itness] variable de ge-
nes y aleío~. La eficacia biológica se refiere pura y simplemente al número
de descendientes, el éxito reproductoE, asociado a los alelos en un locus
concreto. Cuanto más alto es el número de descendientes que se reprodu-
cen, más alta es la eficacia biológica. Los alelos relacionados con eficacias
biológicas más altas aumentarán su frecuencia a expensas de los alelos de
menor eficacia. Este proceso de sustitución se llama selección natural. La
selección natural designa cualquier cambio en la frecuencia génica provo-
cado por el éxito reproductor diferencial. La selección natural puede actuar
sobre las mutaciones o sobre el repertorio de genes existente. Cuando
actúa sobre las primeras, puede incrementar rápidamente la frecuencia de
un nuevo alelo, incluso si la mutación sólo se repite una vez cada millón
de duplicaciones. Si determinadas alteraciones de las condiciones ambienta-
les favorecen a alelos ya presentes en el pool .génico, la selección natural
también puede aumentar rápidamente su frecuencia. Un ejemplo de la
capacidad de la selección natural para incrementar la frecuencia de un gen
raro es la evolución de cepas de bacterias resistentes a la penicilina. Los
alelos .que confieren resistencia están presentes en poblaciones normales de
bacterias, pero sólo en un pequeño porcentaje de individuos. Como conse-
cuencia ?el éxit.o reproductor diferencial de estos individuos, sin embargo,
el genotipo resistente se convierte rápidamente en el más frecuente.
La selección natural y la «lucha por la supervivencia»
La información contenida en el código genético no basta para producir
un nuevo organismo. Para ello, los genes necesitan espacio, energía y sus-
tancias químicas. Estos ingredientes vitales deben obtenerse del medio
ambiente de acuerdo con las instrucciones contenidas en los genes.
A no ser que un organismo progenitor muera inmediatamente después
de producir una sola copia de sí mismo, la reproducción tiende a incremen-
tar e} tamaño de una población. Cuando crece una población,_más pronto
o mas tarde se alcanzará un punto en el que el espacio, energía y sus-
~cias guímic~ necesarias _para_sonstruir nuevos organismos se vuelven
1!1ás difíciles de obtener. Si cada organismo produce copias de sí mismo:-Ja
La evolución orgánica 29
~xpaE_sión de ~a población se realiza muy rápidamente. En p.Qco tiempo ya
no l:iay suficiente espacio, energía o nutrientes _químicos comq_para permi-
tir que todos los miembros de la población se reproduzcan con la misma
tasa. :Algunos genotipos, lasque gozañde una mayor eficacia biológica,.·Ue-
garán a constituir una parte creciente de la población. Es decir, serán obfeto
de la selección natural. ·
La eficacia biológica está asociada a muchas clases diferentes de fac-
tores. Puede estar relacionada con la capacidad del organismo para resistir
las enfermedades, conquistar o defender espacios con más seguridad y ob-
tener energía en cantidades mayores o más seguras, así como con una ma-
yor eficiencia y seguridad en algún aspecto del propio proceso reproductor.
Fueron Charles Darwin y Alfred Wallace quienes formularon los prin-
cipios básicos del modo en que la selección natural podía dar por resulta-
tado la evolución orgánica. Sin embargo, bajo la influencia de la filosofía
dominante de la competencia económica, Darwin y Wallace aceptaron el
concepto de «lucha por la supervivencia» de Thomas Malthus como princi-
pal fuente de selección para el éxito reproductor. Así, en el siglo xrx, la
selección natural se describió incorrectamente como la lucha directa entre
individuos por recursos escasos y compañeros sexuales, e incluso como la
depredación y destrucción de unos organismos por otros de la misma es-
pecie. Aunque la muerte y la competencia dentro de la propia especie in-
fluyen a veces en la evolución orgánica, los factores que fomentan el éxito
reproductor diferencial no están relacionados, en general, con la capacidad
de un organismo .para destruir a otros miembros de su propia población
o impedirles que obtengan nutrientes, espacio y compañeros sexuales.
Hoy en día, los biólogos reconocen que la selección natural favorece
tanto la cooperación dentro de las especies como la competencia. En las
especies sociales la perpetuación de los genes de un individuo a menudo
depende tanto del éxito reproductor de sus parientes próximos como de su
propia supervivencia y reproducción. Muchos insectos sociales tienen inclu-
so «castas» estériles que aseguran su propio éxito genético criando la prole
de sus hermanos fértiles (véase p. 538).
Adaptación y evolución general
Debido a la selección natural, se puede decir que los organismos se
adaptan a las necesidades y oportunidades existentes en su medio ambiente.
Un carácter adaptativo es aquél que Coñfiere niveles relativamente altos de
eficacia biológica. Es importante recordar que no hay ningún nivel absoluto
y fijo de eficacia biológica que garantice la perpetuación de una especie. La
esencia de la evolución orgánica es su oportunismo. En cualquier momento
dado, una extensa gama de experimentos naturales se está llevando a efec-
to, lo que conduce inevitablemente a la modificación y sustitución de espe-
cies hasta entonces muy bien adaptadas (cf. Alland, 1970). Debido a
cambios en los medios físico y orgánico, los caracteres que antes eran adap-
30 Introducci6n a la antropología general
tativos pueden volverse inadaptativos. El registro evolutivo n1uestra que
cuando can1bian las condiciones, las espeCIC-S...inejor adaptadas sustituyen a
las _peor adaptadas o inadaptadas. En la mayoría de los casos, estas nuevas
especies no___:pu~den considerarse tnás o menos con1plejas, <~avanzadas~> o
«eficientes~) que sus predecesoras. Sencillamente, están n1ejor adaptadas a
las circunstancias.
Sin embargo, pese a la naturaleza pura1nente local, pragn1ática y opor-
tunista de la mayor parte de la evolución orgánica, ha habido una dírección
global en el proceso evolutivo de la Tierra. Esta dirección, que se deno1nina
evolución general) ha consistido en la ocupación y utilización graduales de~
todos los hábitats capaces de sustentar la vida, empezando poi- los n1ares
poco profundos y extendiéndose hasta los océanos, las costas, la atinósfera
y el interior de los continentes. Al llenarse de vida cada uno de estos há-
bitats, han aparecido estructuras y sisten1as orgánicos cada vez tnás con1-
plejos: primero las criaturas unicelulares, después las pluricelulares, a con-
tinuación los organisn1os con algunas partes del cuerpo especializadas, final-
mente las fonnas que tienen cientos de órganos altan1ente especializados y
finamente articulados. En la serie que se extiende desde los protozoos hasta
los peces, anfibios, mamíferos y seres hu1nanos, la adaptación ha produ-
cido nervios, glándulas y cerebros cada vez inás especializados. Los organis-
111os «superiores» o más complejos, incluida nuestra propia especie, han
evolucionado a partir de prototipos «inferiores» o más sitnples gracias a la
selección automática de innovaciones genéticas tclativan1entc ventajosas para
el éxito reproductor. Los tres capítulos siguientes se ocupan de la secuencia
concreta de adaptaciones y transformaciones ~volutivas que condujeron al
surgimiento de nuestra especie, el Hon10 sapiens.
Resumen
El Hanzo sapiens es un producto evolutivo. La evolución organ1ca es
una consecuencia de la interacción de procesos reproductores y evolutivos.
Los procesos reproductores dependen de la replicación de la información
genética codificada en las moléculas de ADN halladas en loci activos de los
cromosomas. En los seres humanos y otros organismos que se reproducen
sexualrne.nte, los genes se combinan aleatoi-iamente durante la división
reduccional. Esto da lugar a la distribución independiente de los caracteres
hereditarios. El conjunto real de genes en los cromosomas de un organismo
constituye su genotipo; el fenotipo, su manifestación externa, es conse-
cuencia de la supresión de los alelos recesivos y de la interacción del ge-
notipo con el medio ambiente. La evolución biológica se inicia con cam-
bios en la frecuencia de genes hallados en una determinada población. Cua-
tro grandes fuetzas explican los can1bios en la frecuencia génica: deriva de
genes, migración, mutación y selección natural. De éstos, la selección na-
tural es el más poderoso porque explica la adaptatividad de las especies
así corno las tendencias evolutivas generales.
Capítulo 3
GENEALOGIA Y NATURALEZA HUMANAS
Este capítulo aborda aspectos relativos al proble1na de la definición
de la naturaleza hu1nana. Describe, en pri1ner lugar, los rasgos anatómicos
y conductuales que co1npartin1os con nuestros parícntes lejanos del reino anin1al.
Después, se centra en los rasgos anatón1icos y conductuales que co1nparti1nos
con nuestros parientes animales 1nás próxin1os. Por últin10, identifica aquellos
rasgos que sólo los Seres hun1anos poseen.
Del animal al primate
Los biólogos clasifican los organismos sirviéndose de un conjunto es-
~andarizado de 21 categol·ías cada vez n1ás inclusivas, que ascienden desde
la especie hasta el reino. Los diferentes tipos de organismos dentro de cada
categoría se deno1ninan taxones. El objetivo de esta categorización consiste
en agrupar a todos los organis1nos que poseen un antepasado común en el
n1isn10 taxón. Así pues, si uno está interesado en la pregunta ¿qué es la
naturaleza hu1nana?) parte de la respuesta radica, sin duda, en conocer los
taxones a los que pertenecen nuestros antepasados. Todos estos taxones han
aportado algo a la naturaleza hu1nana.
Co1no nluestra la tabla 3.1) nuestra especie tiene una genealogía defi-
nida por 14 categorías taxonó1nícas pertenecientes al reino anin1al. Los
espacios en blanco que siguen a ciertas categorías indican que, en dichos
niveles taxonómicos, no se distinguen convencionaln1ente taxones contras-
tantes en nuestra genealogía.
Los seres humanos son animales: organismos móviles y pluricelulares
que obtienen energía de la ingestión («comida»). Los animales son radical-
31
32 Introducción a l'a antropología general
TABLA 3.l
Categorías y taxones de la genealogía hun1ana
Categoría
Reino
Filo
Subfilo
Superclase
Clase
Subclase
Infraclase
Cohorte
Superorden
Orden
Suborden
Infraorden
Superfa1nilia
F<1.1nilia
Subfaniilia
Tribu
Subtribu
Género
Subgénero
Especie
Subcspecie
Taxón
Aniinalia
Chordata
Vcrtebrata
Tetrapoda
iVlan101alia
Thcria
Eutheria
Prin1ata *
Anthropoídea ~<
I-Ion1inoidea *
I-Io1ninidac ·::
l-Ionio
I-Ion10 stlpiens
I-Jo1no sapiens sapiens
Descripción conttin
Ani111ales
Animales con notocordios
Aniinales con espina dorsal
Ani1nalcs con cuatro pies
Aniinales con pelaje y glándulas n1ainarias
Mainíferos que conciben crías fetales
Mainífcros que aliinentan al feto en el útero
Todos los n1onos, silnios y hu1nanos
Sitnios
Los hum.anos y sus antepasados in1nediatos
Mícn1bros actuales y extintos de la especie
hun1ana
Especie hun1ana 1noderna
Todos los seres huinanos conte1nporáneos
* Los vocablos prhnate, antropoide, hominoide y homínido se emplean a menudo
con10 términos informales.
mente diferentes de los 1niembros del reino vegetal, de las bacterias, de las
criaturas unicelulares (protistos) y de los hongos. .
1~an1bién pertenecen1os al filo anÍlnal de los cardados c~yos 1n1en1bros
poseen: (1) un notocordio, una estructura en fonn~ de bastan que propor-
ciona soporte interno al cuerpo; (2) bolsas bl'anquzales, aberturas laterales
Genealogía y naturaleza hu111anas 33
en la garganta; (3) una cuerda nerviosa hueca que ten11ina en un cerebro.
(Mostran1os los dos prin1eros rasgos sólo cuando son1os en1btiones.) Los
cordadas contrastan radicalinentc con unos 24 filos diferentes de anin1ales,
con10 las esponjas, las n1eclusas, los plateln1intos, los acáridos, los 1noluscos
y los arttópodos (insectos, crustáceos, 111iriápodos, arácnidos).
Asiinisn10, los seres hun1anos son vertebrados, que se singularizan i'de
otros subfilos de los cordados 1nerced a dos rasgos: (1) en todos los verte-
brados adultos el notocordio está rodeado o se halla sustituido por una
colu1nna de discos cartilaginosos y óseos (las vértebras); (2) eJ cerebro está
encerrado dentro de una cubierta ósea (el cráneo).
Dentro de los vertebrados pertencccn1os a la superclase de los tetrá-
podos, que literaln1ente significa «de cuatro pies», diferente a su vez de
la superclase de los peces. Los tetrápodos se dividen en cuatro clases: anfi-
bios, reptiles, aves y 111an1Íferos. Nuestra clase, los n1an1íferos, se distingue
de las otras por: (1) glándulas n1an1arias que secretan leche; (2) pelaje, y
(3) dientes incisivos, caninos y 111olares para cortar, desgarrar y triturar res-
pectivan1ente. Aden1ás, los n1a1níferos con1parten con las aves la capacidad
de n1antener su inedio son1fítico interno a una ten1peratura constante.
l,os n1an1íferos se dividen norn1aln1ente en dos subclases: los tcrios, n1a-
111íferos con10 nosotros que no ponen huevos, y los prototerios, 111.nn1íferos
que ponen huevos, de Jos que el equidna (Echidna) y el ornitorrinco (Orni-
thorhynchus) son los géneros representativos 111ejor conocidos y los únicos
supervivientes. I~l equidna y el ornitorrinco sólo se encuentran en Justra-
lia, 'l'as111anía y Nueva Guinea. 1'icncn glándulas 111a1narias, pero no pezo-
nes, pelaje (en forn1a de púas en el caso del equidna) y un tern1ostato
so111ático rudin1entario. El ornitotrinco copula en el r¡gu::t e incuba sus
huevos en una 1nadriguera durante diez días) aproxin1ada1nente. El equidna
vive 1nás bien en tierra y tiene una bolsa en la que coloca a su cría una vez
que ha salido del huevo.
La subclase de los terios, que no pone huevos1
se divide en dos infracla-
·ses vivientes: los n1et<Herios, o 111arsupiales, y nuestra propia infraclase1
los
eutcrios. La característica principal de los euterios es la presencia de la
placenta, una singuhu· estructura nutricia y de intcrcan1bio de desechos que
asegura el desarrollo del feto dentro del cuerpo de la niadr.e. Los n1etaterios
carecen1
p;Jrcial o totaln1cnte, de estructura placentaria. En efecto, 1nuchos,
aunque no todos 1 tienen una bolsa externa en la que la din1inuta cría recién
nacida co1npleta su desarrollo fetal. Ade1nás de ejen1plos fan1iliarcs, con10
el canguro y la zarigüeya, los n1ctaterios presentan una variedad dcslun1-
brante de fonnas. Muchos viven una vida arborícola, alin1entándose de in-
sectos y frutos; unos son depredadores; otros excavan túneles; algunos
son acuáticos; otros saltan y se deslizan. lTay n1arsupiales que se parecen a
los ratones y otros recuerdan a los zorros, los visones, los lobos y las ar-
dillas. Estas sen1cjanzas revisten gran interés teórico porque no se deben
al hecho de descender de un antepasado co1nl1n1
sino a adaptaciones a
condiciones ecológicas sin1ilares.
34 Introducción a la antropología general
Nuestra infraclase, los euterios, co1nprende 16 órdenes, incluyendo,
por eje1nplo, los insectívoros, carnívoros y roedores. El orden al que per-
tenece1nos nosotros se lla1na prin1ates, un taxón que abarca a n1onos, si-
mios, tarseros, lé111ures y otros parientes cercanos.
El orden de los primates
Los tnamífetos prin1itívos tenían garras, el pulgar y el prüner dedo del
pie no oponibles y ojos colocados lateralmente. La principal dirección d<>
la e_volución de los prin1ates se caracteriza por la sustitución de las garras
por uiías planas, los pulgares y dedos del pie no oponibles por pulgares y
dedos. oponibles y los ojos colocados lateralmente por ojos colocados de~
lante.. dela cara (cf. Schwartz y otros, 1978). Estos cambios solían explicarse
como adaptaciones a un estilo de vida propio de hábitats boscosos que
implicaba trepar y saltar profusamente: los dedos oponibles y sin garras
para asir las ra1nas y saltar de árbol en árbol; los ojos orientados frontal-
111ente para la visión estereoscópica con el fin de correr y saltar a gran altura
por enciina del suelo. :p~r9__la vida arborícola no es suficiente para explicar
las _priin_eras fas_es de la evolución de los prin1ates. Por ejen1plo, las ardillas
c·arecen de los tres rasgos anteriores y, sin e111bargo, son consun1ados acróba-
tas aéreos. Parece probable que las funciones de asin1iento de las 111anos y
pies Je los prin1ates evolucionaron para facilitar 111ovÜTIÍentos cautos, bien
controlados, en busca de pequeños anin1ales e insectos entre las ran1as y
hojas más bajas de los hábitats boscosos. La v!sión estereoscópica de los pri-
111atcs se asemeja a la de los gatos y aves depredadoras, que tan1bién han
evolucionado en relación con la depredación de pequeños anünales e in-
sectos (Cartmill, 1974). La aportación de los primates a la naturaleza hu-
111ana se puede sintetizar en siete enunciados, cada uno de los cuales está
r.~Jaci_onado, hipotéticarncnte, con la necesidad de alirnentarse, desplazarse
o reproducirse en un hábitat boscoso.
l. Manos y pies prensiles.-Los primates se desplazan subiendo y ba-
jando por los troncos de los árboles y a través de las ramas de los árboles
1nediante rp_a_110.s____ y __pie_s c_ap_aces de coger _y agarrar. Se dice, por eso, que
sus dedos flexibles, en especial el pulgar y el dedo gordo del pie, son pren-
silu._ En muchas especies de primates, el dedo gordo del pie, además del
Pulgar, es tan1bién oponible: su ye1na puede tocar las de los den1ás dedos.
Estrechan1ente asociada a la prensilídad está la ausencia o reducción de las
gatras utilizadas por otros órdenes de 1na1níferos para trepar, depredat y
defenderse. En efecto, la niayor parte de los pritnates tienen ufias planas,
que refuerzan y protegen las puntas de sus dedos sin obstaculizar la prensi-
lidad (fig. 3.1).
2. Fuucioues especializadas de las extremidades delanteras.-Los pri-
1nates tienen una c_~P-ªS_i_q_a_d___1nuy desatrollada para girar, flexionar y extcn-
Genealogía y naturaleza hu1nanas 35
der _s_us extremidades delant~ras. Esta capacidad explica la distinción entre
brazos y patas. Los brazos, en conjunción con una rnano prensil, ?.~----~-~_ap­
tan _
~~-~n a las funciones de explorar el espacio bajo las hojas y entre las
r?_t:ria_s_,__de _aga_rr_?J y acercar frutos y bayas, y de capturar pequeños_ a1)]1!1a-
les e insectos.
Musarniia arboricola
FrG. 3.1.-Fonnas de asir de los pri?nates.
3. Agudeza visual.-~0~___9j9_~..-sie_ los __ptünates _son gran9~s y proporcio-
nados a la superficie facíál, y están siJJJJ!<l_os__ not111alinente__en la parte de-
lantera ~e la cabeza en vez de a los lados. ~--?.~?- _disposición sirve para
Producir la visión estereoscópica y la capacidad para evaluar distancia.s, que
resultan vitales en un _hábitat bo_scoso. La n1ayor parte de los prunates
iíl~111b-léri -;e- -foS colores·. Pero en contraste con su bien desarrollado sentido
de la vista, su olfato es relativan1ente pobre. Muchos otros 111:p11íferos ob-
tienen la niayor parte de su ínfor111ación olfateando el n1edio an1biente y
los ojos se localizan detrás de sus hocicos. Los p_<,::xros.1
por ejen1plo, carecen
de visión estereoscópíca y sólo ven en tonos blancos y negros. S911 litcral-
1:ii_e11t.e___c_onducidos poi· sus _narices. _El e111plaza1niento de los ojos en los pri~
niates está relacionado con la prensilidad y n1ovilidad de sus extren1idades
delanteras. La -~Ji_1nen_t__ac::i_ón típica de los prünates ün_plica_ una_ acción de
asÍlniento p_ara-- Ifevarse los objetos a Ja boca, donde _son exan1inados por
los ojos antes de ser ingeridos. En can1bio, 19_;;, _n1a_1)1íferos con hocico exa-
111inan su alin1ento fundan1entaltnente n1ediante el sentido del olfato.
4. Un núniero__1_·_ed_u.c;__id,q___de _cría_s por P_Cltto,_._-A un ?~tiyo n1a111ífero
arborícolíl<iú-e_--:·1:e_c_o_1T~ __ l_a_rgas distancias_ le resultaría difícil cuidar de una___
gran ca1nada. J)ebido a ello1
los prin1ates no suelen tener niás de dos o
t.~-~e_s_ c_~J~_s_ p9i: _
p_ax.to_ y1
_ en, 1nuchas especies, la regL1__ es i¿n_g___~ol_a _cría.
36 Introducción a Ja antropología general
5. Prolongación de la gestación y la infancia.-1..a n1ayor parte de los
órdenes de 1na1níferos cuyo éxito reproductor depende de un gran nún1ero
de crías por parto tiene cortos períodos de gestación seguidos por un rápido
inicio de la n1adurez sexual y del estado de adulto. En este tipo de n1an1í-
feros los elevados índices de natalidad sirven para con1pensar los naci1nien-
tos anonnales. Un~ alta_ proporción de los individuos de la can1ada nacen
inuertos o son ellininados poco después del nacin1iento con10 consecuencia
de- la cü111petencia entre los con1pañeros de can1ada por la leche, protección
y cuidados de la n1adre. ~g~__pr,ít}?:~~e~-~--cn ca1nbio, _se _concentra11 en.una sola
criatura a la vez y le proporcionan grandes cuida4os hasta que se desarrolla...
10__ ?tlficíente con10 para ·poder ali1nentarse por sí n1isn1a. Con1paradas con
C-1 l·Csto del reino a~í1nal, todas-las 1nadres pritnates 111ünan a sus crías.
6. Co1nplejidad de la conducta social.~Otra de las consecuencias de
no tener grandes camadas es que 1ª~___ p_au_ta~ de con_ducta de los_ prÍlnates
so_n __n1_uy sociales. Se deriva esto de la pr_olonga_da relación n1adre-hijo y de
los __i_1_~~ens.os cuicl_ados _pi:o_digados a cada crí_a. _La destreza 1nanual ta1nbién
iñC-ren1enta la interdependencia social, puesto que pertnite a los priinates
a_<)calarse___1nutuan1ente. La n1ayor parte de los prin1ates pasa su vida con10
i~1{en1bro de un grupo (no necesariaincnte aquél en que ha nacido) que
~oopera en la b(lsqueda de alin1entos y en la defensa contra los depredado-
res._ La vi_da en grupo se ve facilitada por siste1nas de con1unicación relati-
va111~_11__te__ c91nplejos, consistentes.en señales que indican la presencia de alí-
rííCJ11:os, .Peli_gro, interés sexual y otras cuesti.ones cruciales. Los pri1nates
neccsítan con1pafieros sociales no sólo para sobrevivir física1nente, sino tan1-
bién para n1adurar einocíonalinente. Muchos estudios han de1nostrado que
los n1onos criados en aislan1iento 1nanifiestan graves sínto1nas neuróticos,
con10 titnidez o agresividad excesivas (cf. I-Iarlov y otros, 1966).
7, De.s_arroll9 de.l cerebro.~La n1ayor parte de los prín1ates presenta
una razóñ·-·alta entre los pesos cerebral y corporal. Cada una de las anterio-
res consecuencias de la __v~Q_a __arborícola proporciona la oportunidad o la
i:!_~_ce_si_cfad _de cerebros 1TiáS- cotnplejos. El 1nedio arbóreo, con su follaje azo-
tado por el viento, rociado por la lluvia y n1oteado de luz, requiere una
constante labor de vigilancia y de interpretación. Las 1naniobras explorato-
rias de las extren1idades delanteras y d~dos, así con10 su capacidad de acer-
car los objetos a los ojos para su exainen, requieren tan1bién con1plejos cir-
cuitos neurales. Pero el factor 1nás itnportante de todos es el alto nivel de
interacción social. No es accidental que lq_s___p_ritp_<ltes sean los n1a1níferos
1nª.s--....~<_cexebrales» y 1nás sociales. La depe-ndCl1cía prolongada de las crías
¿;fin1ates, el gran volun1en de inforn1ación auditiva, visual y táctil intercan1-
biada entre n1adte y prole, los juegos entre los adolescentes y el acicala-
111iento mutuo entre los adultos pr_esuponen una considerable capacidad
para adquirir, al1nacenar y recordar infor1nacíón. No es tatnpoco casualidad
que los hun1anos, los inás inteligentes de los primates, sean ta1nbién los
Genealogía y naturaleza huinanas 37
prÍlnates n1ás sociales. Nuestro cerebro es, sobre todo, una consecuenci11
evolutiva de nuestra excepcional sociabilidad.
El suborden de los antropoides
frente al suborden de los prosimios
~l _orden de los prin1ates con1prende dos subórdenes: .antropoides___y
prosun1os. ~os 1_11011os, _los gtandes siinios _y los_ seres hun1anos pertenecen
a~ pri1nero de estos s~bgrupos. El de los prosin1ios se halla integrado por
len1ures, tarseros, lor1s y (tal vez) 1nusarafias arborícolas. Estos prin1os
nuestros nlenos conocidos se encuentran en Afríca, Madagascar, India y
el Sudeste asiático.. Desde los puntos de vista biológico y conductual, nlu-
chos de los prosinuos parecen estar a tnedio can1it10 entre los antropoides
y el orden n1an1ífero de los insectívoros. Por otra parte, a los antropoides
se 1~s deno1nina a veces «prin1ates superiores». 'l'icnen cajas craneanas
relat.1van1entc 1nás grandes y redondas, caras nlás planas y labios superiores
nlóvtle_s separa~os de las encías. Esto últín10 es in1portante para producir
expresiones faciales, que a su vez figuran en el desarrollo de las forn1as
1nás avanzadas de la v!da social de los prin1ates. Los 1oris y los lé111urcs
(pero no los tarseros) tienen sus labios superiores unidos cxtcrnan1entc a la
nariz por una tira el.e piel hú1ncda Jlan1ada rhinariunt que ta111bién se puede
observar en los hocicos de gatos y perros. Los hun1anos alardea1nos de una
nariz seca y de un labio superior seco y velloso. Pero los caballetes vertica-
les que conducen a nuestra nariz sugieren que alguien en nuestro árbol
genealógico tuvo un rhi11ariu111.
Las superfamilias de los antropoides
El suborden de los antropoides se con1pone de tres superfa1nílias:
(1) los ccboides, o n1onos del Nuevo Mundo; (2) los cercopítecoides, o mo-
nos del Viejo Mundo, y (3) los h0minoides, que comprenden todas las espe-
cies. _f.ósi_les y conten1poráneas de sin1ios y seres hun1anos ,., . Los 1nonos del
Viejo y del Nuevo Mundo tienen diferentes estructuras dentales que indi-
can una antigua separación del tronco pritnate o prositnio co1nún. Los tno-
nos del Viejo Mundo tienen la lla1nada fórn1ula dental cercopitccoide:
2.1.2.3
(fig. 3.2). Las cifras encima de la línea designan, de izquierda a
2.1.2.3
detecha, el nún1ero de incisivos, caninos, pre1nolares y 1nolares en un cua-
drante superior del inaxilar; las que están debajo, su número en un cua-
,., Algunos taxono1nistas distinguen dos infraórdenes dentro de los antropoides: ca-
tarrinos Y platirrinos, perteneciendo las superfamílias de los ccrcopitecoides y ceboides
al primero y al segundo respectivainente. No hay ningún acuerdo, sin embargo, en
que esta distinción sea pertinente para Ja ascendencia de los homínidos.
38 Introducción a la antropología general
drantc inferior. (EJ nún1ero total de dientes es igual a dos veces su nú!Tiero
en el cuadrante superior n1ás dos veces su nú1nero en el cuadrante inferior.)
2.1.3.3 2.1.3.2
'Todas las fan1ilias ccboides tienen estructuras del tipo o - - -
2.1.3.3 2.1 .3.2
(Si les han salido las 1nuelas del juicio, pueden descubrir que co1npartcn
2.1.2.3
con los cercopitccoidcs la estructura ----.)
2.1.2.3
Características de los hominoides
FrG. 3.2.-Dentición de los
lllonos del Vicio Afundo (arri-
ba); dentición de los 111011os
del Nuevo Mundo (abajo).
Los honJinoides difieren de los antropoides por la forma de desplazarse
y_ pól:'~fa~ posturas que adoptan cuando se alüncntan. La n1ayor parte de
los antropoides son capaces de una gran variedad de 111ovitnientos y pos-
turas, tales como andar, correr, ir a gatas o 111antenerse de pie; suspender-
se de una, dos, tres o las cuatro extren1idadcs; balancearse con uno o los
dos brazos; saltar y brincar. Pero otros prí1nates realizan sólo algunas de
estas posibilidades. A diferencia de los hominoides, la mayor parte de los
monos son pequeños anünales arborícolas que se deslizan a gatas por las
ramas de los árboles y que, para alimentarse1
se sientan erguidos sobre una
ran1a. Algunos de los n1onos 1nás grandes han desarrollado colas prensiles)
que les ayudan a agarrarse a las ran1as pequeñas cuando se abren paso en
busca de ra1nitas con frutos y hojas delicadas. En algunas especies n1ás
grandes, la forn1a de andar cuadrúpeda se con1ple1nenta con la capacidad de
Genealogía y naturaleza humanas 39
alcanzar las ramas niás altas poi- encin1a de sus cabezas y con la propulsión
iniciada por Jos brazos a través de espacios abiertos. Este balanceo de ran1a
en ran1a 1nediante los brazos se llan1a braquiación.
. Tres de los hominoides vivientes -el Homo sapiens, el gibón '): el
s1a1nang- rara vez se desplazan a gatas. El gibón y el sian1ang son iinte
todo braquiadores que se balancean de ra1na en ran1a con las patas enco-
gidas contra sus cuerpos, propulsados a través de graciosas trayectorias
gracias a sus brazos, extraordinarian1ente largos y fuertes.
FIG. 3.3. -Gorila (izquí~rdaJ;
'Hon;o sapiens (derecha). Hombre
Aunque el chin1pancé, el gorila y el orangután ta1nbién tienen brazos
largos, los individuos adultos son den1asiado grandes y pesados para bra-
quear con energía. Sin e1nbargo, sacan partido de sus largos brazos cuando
practican la alin1entación en suspensión: se suspenden con la ayuda de
los brazos y los pies prensiles, estirándose para arrancar sabrosos bocados
de ran1as que no podrían aguantar su peso. Ade111ás, los siinios africanos
han desarrollado forn1as especiales de andar en el suelo destacando en
este sentido, el chilnpancé y el gorila, que pasan la n1ayor Í)arte de sus
1
días
sobre el suelo. En esto se parecen a los 1nonos que viven pertnanente1nente
en el sue101 con10 los babuinos. Pero 1nientras que los babuinos 1nantienen
su forn1a de andar cuadrúpeda can1inando sobre las paln1as de las 1nanos1
los gorilas y los chitnpancés andan sobre los nudillos: sus largas extren1ída-
des delanteras se unen en el codo fonnando una línea recta rígida1
y su
40 Introducción a la antropología general
peso hacia delante descansa sobre los nudillos. Los orangutanes, que pasan
1nucho 1nás ticn1po en los árboles1
andan norn1aln1entc apoyándose sobre
los diversos lados de Jos puños durante sus raras visitas al suelo ('futtle,
1969; Napier, 1970). Los largos brazos móviles de todos los póngidos vi-
vientes (siniios) sugieren que sus antepasados fueron poderosos braquia-
dores que practicaban la alin1entación en suspensión.
'fa1nbién es posible que el !Jonio sapiens tuviera antepasados braquia-
dorcs que practicaban la alünentación en suspensión, puesto que ta1nbién
teneinos brazos n1óviles bastante largos en co1nparación con la longitud
de nuestros troncos. En nuestro caso, sin e1nbargo, la capacidad de bra.:'
quíacíón fue casi totaln1ente abandonada en favor del bipedisnzo. Esto ha
llevado al alarga1niento de nuestras piernas hasta un punto que no conoce
parangón entre los hominoides (fig. 3.3).
l'iay que añadir tal vez que los hon1inoides son probablen1ente 1nás in-
teligentes que los de111ás prÍlnates, con10 sugieren los recientes experünen-
tos con la enseñanza de for1nas de co111unicación a gorilas y chiinpancés
(véase cap. 23).
La familia de los homínidos frente a la familia de los póngidos
y los hilobátidos
La superfamilia de los hominoides comprende tres familias: (1) los
Ho111inidae1
todas las variedades de hon1ínidos de los que el Flon10 sapiens
es el único representante superviviente; (2) ·Jos póngídos, todas las varie·
dades, conten1poráneas o extintas, de si111íos, salvo el gibón y el sia111ang,
y (3) los hilobátidos, el gibón y el siamang y sus antepasados fósiles.
Desde un punto de vista anatón1ico, las diferencias n1ás llan1ativas entre
los homínidos y los póngidos están todas relacionadas con el desarrollo del
bípedis1110 entre los hoinínidos. Con10 veren1os con 111ás detalle en el si-
guiente capítulo, los ho1nínidos abandonaron la alin1entación en suspen-
sión y la braquiación en favor de una vida que transcurría, en su n1ayor
parte,_ en el suelo y en un hábitat relativan1ente abierto o del tipo de la
sabana. De este catnbio básico de hábitat y niodo de andar surgieron una
serie de adaptaciones anatótnicas y conductuales que separaron a los hon1í-
nidos de los grandes sitnios. Para con1prender quiénes son1os debe111os en1-
pezar por el suelo. Al principio fue el pie.
l. El _pie.-La forma de andar bípeda fue posible graCias a una ex-
tensión hacia atrás del hueso del talón y a una realineación del dedo gordo
del pie. La fuerza de elevación de los músculos de la pantorrilla levanta el
hueso del talón. Después, el apalancarniento contra el dedo gordo del pie
transmite un in1pulso hacia delante y hacia arriba. Los arcos que se extien-
den desde la parte delantera a la trasera y de lado a lado mantienen elásti-
ca la acción. El dedo gordo del pie humano, a diferencia del de los póngi-
dos, se alinea con el resto de. los. dedos y ha perdido prácticamente toda
Genealogía y naturaleza hun1anas 41
su oponíbilídad. Mientras que el pie de los póngidos puede ser utiliz,1do
para tocar y asir objetos, el pie de los hu111anos se ha especializado en estar
de pie, andar y correr (fig. 3.4). ·
FIG. 3.4.-Ph, ht11ncu10 (arri-
ba); pie de gorila (abajo).
Dedo pulga• Calcáneo
2. Brazos _y 1na11os.-La gran ventaja del bipedisn10 de los hon1ínidos
estriba en que deja libres las n1anos y los brazos. El" goríla1 el chi111pancé
y el orangután dependen de sus brazos para la braquiación o para andar
en posición sen1icrecta. Los ho111ínidos son los únicos anin1ales que pueden
recorter có111oda1nente largas distancias en el suelo 111ícntras llevan objetos
pesados en sus n1anos. Adcn1ás, la destreza n1anua1 de los hon1ínidos es
insuperable; en el gibón y en el orangután, las necesidades de trepar y de
braquiación han reducido el ta111año y destreza del pulgar. El chi111pancé
y el gotila son bastante diestros, pero nuestro pulgar es n1ayor1 1nucho n1ás
42 Introducción a la antropología general
1nusculoso y n1ás flexible. La longitud y fuerza del pulgar hunu1no· nos
penniten un asin1Íento extraordinaria1nente preciso, fuerte pero delicado.
Este asin1icnto, que es casi un rasgo tan distintivo de la hun1anidad con10
el bipedisn10 y el ta111año del Cerebro,_ ha ayudado a convertirnos en los
supren1os artesanos del reino ani111al.
3. Las extreniidades ínferiores.-En relación con la longitud del
tronco, las piernas hun1anas son las n1ás largas entre los ho1ninoides
(fig. 3.3). La gran pantorrilla de nuesttas extrcn1idades inferiores es dis-
tintiva; los grandes sitnios carecen de n1úsculos pron1ínentes de la panto-..
trilla. Aún es n1ás hu111ana la in1ponente n1usculatura glútea que, cuando no
nos sentan1os sobre ella, proporciona gran parte de la fuerza para can1inar
cuesta arriba, enderezarse después de agacharse, correr y saltar.
4. El cinturón pélvico.-En los 1nan1íferos cuadrúpedos, la pelvis pre-
senta el contorno de un estrecho tubo al que se fijan las cxtren1idades
traseras forinando casi un ángulo recto. Casi la niítad del peso de un
llium
.F1G. 3.5.-Pelvis hun1a11a (arriba);
pelvis de chi111pancé {abajo).
( ;cncalogía y naturaleza hu1nanas 43
anirnal que se desplaza a gatas se ttanstnite por la pelvis a las extre1nidadcs
traseras. Entre los póngidos, las extre111idades traseras soportan un por-
centaje 1nayor del peso total del cuerpo. La pelvis del chiinpancé, por
eje1nplo, 1nuestra cierto aplananliento y robustecin1iento debido al íncr~-
1nento de la función de sostener pesos. Pero en los hon1ínidos, la p~lv1s
tiene for1na de cuenca, y el centro de gtavedad del cuerpo pasa dir~cta­
mente por ella (fig. 3.5). La conformación de la pelvis humana en forma
de cuenca se con1pleta con vértebras que se doblan hacia adentro y liga-
n1cntos en la base de la colun1pa vertebral que cierran la parte inferior de
la cavidad pélvica. Unaimportante función de la pelvis consiste en propor-
cionar acopla1nientoS a los fuertes n1úsculos que controlan las piernas. La
forina de cuenca o anillo de la pelvis hu1nana con sus dos cías a 1nodo de
anchas hojas incre1nenta la fuerza efectiva de toda la 1nusculatura que
interviene en la posición erecta. Los tnlisculos fijados a estas cías y a otras
partes de la pelvis ta1nbíén proporcionan gran parte de la fuerza para mover
las extre1nidades inferiores.
F1G. 3.6.-Columna vertebral de gorila (izquierda); columna vertebral htonana (derecha).
44 Introducción a la antropología general
5. La colunn?t1 vertebral.~Para posibilitar la postura erecta, la co-
lun1na vcrtcbnd hun1ana ha desarrollado una singular curva en la región
lu111bar (fig. .3.6). Aquí, la colu1nna se encorva hacia delante por cncin1a
del ccnlro de L1 pelvis y, al encontrarse con la pelvis, vuelve en sentido
inverso para [orinar una hoz con el 1nango arriba. Sin esta curva, el centro
de _gnn1cdad del cuerpo se alteraría> y la gente tendería a dcsplo1narse hacia
atrás. Aunque es capaz de soportar setecientas libras o i11ás, nuestra c0Ju111-
na vertebral est<i sujeta a un funcionan1iento defectuoso. Las fuertes pre-
siones sobre los discos cartilaginosos entre las vértebras producen hernias,
alinean1íentos defectuosos y «dolores de espalda» específican1ente hu111a-..
nos. En su extre1no superior {la región cervical) la colun1na vertebral
hu1nana se curva hacia delante, después hacia arriba y ligeran1cnte hacia
atrás, y se articula con nuestro cráneo en un punto próxin10 a su centro de
gravedad. Las vértebras cervicales del hon1bre carecen de las largas pro-
longaciones espinosas hacia atrás que sujetan los grandes 111úsculos del
cuello del gorila (Harrison y Montagna, 1969).
6. El cuello.-I..a cabeza gira en lo airo de la columna vertebral sobre
un par de protuberancias óseas situadas en la base de nuestros cráneos.
Estas protuberancias se ll.an1an cóndilos occipitales (fig. 3.7). En los pón-
gidos la mayor parte del peso de la cabeza se desliza hacia adelante de los
puntos giratorios. Los fuertes n1úsculos del cuello necesarios para la estabi-
lidad oscurecen totaln1ente el contorno esquelético de la región cervical
del gorila. Los hon1ínidos n1odernos son diferentes; nuestros cóndilos
·f
. ~ ··.
Fit>. 3.7.-Base del cráneo
htonano.
c;encalogía y naturaleza huinanas
45
occipitales están muy próxin1os al centro de gravedad de la ca?eza. Nuestra
cabeza casi se balancea por sí sola en lo alto de la curva cervical; por ello,
sólo necesiu11nos en el cuello unos 111úsculos relatíva1nente pequefios; te-
nen1os un cuello distintivan1ente largo y delgado.
7. El cráneo -La pa1te posterior del c1áneo a la que se fijah los
músculos del cuello se llama el plano de la nuca (fig. 3.8). Entre los pón-
FrG. 3.8. ~Cráneo hunuino
(arriba); cráneo de gorila
(abajo).
Toro
supraorbitario
Arco
cigomático ...,..,
~'Jd~/¡·f . '· ·1 Plano de la nuca
't: -·'"..·O- Ramus i
::.:" :' J Foram~n magnum
' :::_JI
Mandibula
gidos, este área es n1uy grande y se eleva fonnando un ángulo .abrupto con
el resto de la cabeza en la cresta de la nuca. En el Ilo1110 saptens la cresta
de la nuca está ausente, el área del plano de la nuca se ha reducido. 1nucho
y su posición se encuentra debajo, en vez de en la par~e post~r~or, <lel
cráneo. Esta nueva disposición proporciona un contorno lrso, esfenco ª.,la
parte posterior del cráneo hu1nano. La redondez continúa en la regton
frontal y está claramente relacionada con el hecho de que nuestro cerebro
46 -Introducci6n a la antropología general
es el más grande y pesado de los cerebros de los primates. Visto desde
atrás, nuestro cráneo se distingue por sus escarpadas paredes laterales. Su
anchura máxima se alcanza encima, en lugar de por debajo, de los oídos.
La cabeza de un gorila es más imponente que la nuestra, pero el espacio
disponible en su interior es mucho más pequeño. Gran parte de su cráneo
se halla ocupado por gruesos huesos y prominentes crestas, que sirven
como acoplamiento para los músculos y como refuerzos estructurales. Tales
crestas, como veremos en el siguiente capítulo también se hallan en algunos
homínidos extintos.
8. La cara y el maxilar superior.-Entre los póngidos, la cara conti-
núa extendiéndose más allá del plano de la frente. El corrimiento hacia ade-
lante continúa en el maxilar superior, lo que da lugar a una forma deno-
minada prognatismo (véase fig. 3.8). En cambio, el maxilar superior de
los seres humanos actuales es ortognato; se alinea verticalmente con la
frente, directamente bajo las cuencas de los ojos. En los gorilas, hay una
gran barra sobre los ojos denominada toro supraorbitario. Esta estructura
protege la parte superior de la cara de la enorme presión provocáda por
los imponentes maxilares y los poderosos músculos masticadores del gorila.
Con la excepción de ciertas especies extintas, los homínidos tienen maxi-
lares más pequeños, músculos masticadores menos poderosos y un toro
supraorbitario más reducido. La introducción de alimentos cocinados. que
Pre. 3.9. - Maxilar de gori-
la {arriba); maxilar humano
(abajo).
Genealogía y naturaleza humanas 47
no tienen que ser masticados tan vigorosamente como los crudos, puede
ser el factor responsable del reducido tamaño de nuestros maxilares.
9. Maxilares y dientes.-Nuestro equipo masticador es uno de nues-
tros rasgos más importantes y distintivos. Nos basamos en los fragmentos
fosilizados de maxilares e incluso de dientes sueltos para trazar la filo~enia
de los homínidos y distinguir entre taxones de homínidos y póngidos. Los
póngidos modernos tienen una arcada dental en la que largas hileras en
paralelo de molares y premolares se unen por una curva de caninos e inci-
sivos en forma de U. Por contraposición, la arcada de los homínidos es
parabólica o redondeada y está muy comprimida para conformarse a su
ortognatismo. Los incisivos y caninos de los póngidos son grandes en
comparación con sus molares e imponentes en comparación con los incisi-
vos y caninos de los homínidos; los incisivos y caninos de un homínido son
pequeños en comparación con sus molares (fig. 3 .9).
Estas diferencias implican adaptaciones alimentarias radicalmente dife-
rentes. El imponente tamaño de los dientes delanteros de los póngidos
está probablemente relacionado con el uso de los incisivos y caninos para
cortar y desgarrar la cubierta exterior de vegetales leñosos, como el
bambú, y la cáscara dura de los frutos del bosque y el apio silvestre. La
estructura dental característica de los homínidos (incisivos y caninos pe-
queños en relación con grandes molares) sugiere una dieta diferente, basa-
da en sustancias que los dientes delanteros transforman fácilmente en
trozos del tamaño de un bocado, pero que después deben ser trituradas y
molidas durante· bastante tiempo antes de poder ser ingeridas. Tras sus
estudios sobre babuinos que comen hierba y semillas, Clifford Jolly (1970)
ha desarrollado la teoría de que .los rasgos distintivos de la dentición de
los homínidos eran adaptaciones a alimentos pequeños y duros como semi-
llas de gramíneas, tallos y raíces arenosas. Esta dieta exige la transforma-
ción de grandes cantidades de productos pequeños y/o arenosos. Para sub-
sistir, el animal debe afimentarse con frecuencia, y los molares deben utili-
. zarse casi ininterrun:ipidamente, moliendo y triturando las semillas y tallos.
La importancia de los dientes para moler y triturar en la adaptación de
nuestros antepasados viene sugerida por el modo flexible en que está en-
cajado nuestro maxilar inferior, lo que permite movimientos rotatorios de
atrás hacia delante y de lado a lado cuando masticamos.
Otro rasgo evocador de la pauta de moler y triturar es el brote retar-
dado de los molares en los homínidos de tal forma que cuando se desgastan
los molares delanteros, se sustituyen por molares jóvenes en la parte de
atrás. Un aspecto final de esta pauta consiste en que los molares de los
homínidos son más altos que anchos o largos. Este es otro rasgo que pro-
porcionaría una ventaja selectiva al resistir el desgaste producido por una
acción prolongada de moler (Simons, 1968; Simons y Ettel, 1970.)
Otro rasgo definitorio de la dentición de los homínidos consiste en que
nuestros caninos sólo sobresalen un poco o nada por encima del nivel de
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Introducción a la antropología general de Marvin Harris

  • 1.
  • 2. Alianza Universidad. Textos Otros títulos del mismo autor en ALIANZA EDITORIAL: LB 755 Vacas, cerdos, guerras y brujas Los enif!,mas de la cultura AU 324 El materialismo cultural 0/0-G"21 Marvin Harris Introducción a la antropología general Versión española. de Juan Oliver Sánchez Fernández O4 JUH. 1985 . C-1?'=- P5-)l3/ . :-- Alianza Editorial :?I- ~Si ·' ~
  • 3. Título original: Culture, Peop/e, Nature - A n Introduction to General Anthropology 3rd. Edítion. Publicado con autorización de Harper & Row, Publishers, Inc., New York Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta edición en "Alianza Universidad. Textos": 1981 edición en "Alianza Universidad. Textos": 1982 edición en "Alianza Universidad. Textos" : 1983 (septiembre) edición en "Alianza Universidad. Textos": 1983 (diciembre) edición en "Alianza Universidad. Textos": 1984 © 1971 by Thomas Y. Crowell Co. © Ed. cast.: Alianza Editorial , S. A., Madrid, 1981, 1982, 1983, 1984 Calle Milán, 38; "n' 200 00 45 ISBN: 84-206-8037-0 Depósito legal: M. 33.090-1984 Compuesto en Fernández Ciudad, S. L. Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L. Ronda de Toledo, 24 - Madrid-5 Printed in Spain , INDICE Prólogo a la tercera edición ... ... ... ... ... ... 11 Capítulo l. ¿Qué estudian los antropólogos? _. .. ... ... ... ... ... 14 ¿Por qué la antropologfa?, 15.-La diversidad de teorías antropológicas, 16.-Resumen, 18. Capítulo 2. La evolución orgánica ... .. . ... ... ... ... ... ... ... 19 Reproducción, herencia y sexo, 19.-Genes y cromosomas, 20.-La herencia de los ge· nes, 22.- Genotipo y fenotipo, 25.- Genes dominantes y recesivos, 26.-Las fuerzas de la evolución, 27.~La selección natural y la • lucha por la supervivencia», 28.-Adapta· ción y evolución general, 29.-Resumen, 30. Capítulo 3. Genealogía y naturaleza humanas Del animal al primate, 31.-EI orden de los primates, 34.-El suborden de los antropoides frente al suborden de los prosimios, 37.-Las superfamilias de los antropoides, 37.- Caracter!sticas de los hominoides, 38.- La familia de los homínidos frente a las familias de los póngidos y los hilobátidos, 40.-La sexualidad de los hom!nidos, 48.- Lenguaje y cultura, 49.-Resumen, 50. 31 Capítulo 4. Los primeros homínidos ... ... ... ... ... ... ... ... 53 Un reloj evolutivo, 53.-Del hominoide al hom!nido, 55.-Los homínidos del Plio-Pleis· toceno, 57.-Los australopitecinos, 60.-Homo babi/is, 62.-Los útiles y los hom!nidos del Plio-Pleistoccno, 65.-Uso de útiles entre monos y simios contemporáneos, 66.-La cultura infrahumana y el problema de las múltiples especies, 70.-Cooperación sexual, reducción de caninos y cultura, 72.- La pérdida de controles instintivos sobre el domi- nio y la agresión, 74.-La caza y los homínidos del Plio-Pleistoceno, 76.-Resumen, 80. Capítulo 5. Los orígenes del Homo sapiens .. . ... ... ... ... ... ... El Homo ereclus. 82.-¿Fue Africa el jardín del Edén?, 86.-Culturas del Homo erec- lus, 87.-Consecuencias culturales de la caza mayor, 91.-EI Homo sapie11s arcaico, 93.- Una especie, un mundo. 104.-Resumen, 104. 7 82
  • 4. 8 ~Capítulo 6. Los orígenes de las variaciones raciales ........... . Las razas como poblaciones, 106.-Frecuencias frente a arquetipos, 107.-Vnriflcioncs dentro de las poblaciones, 108.-Categorfas raciales, 108.--C!inas, 110.-Los gnipos san- guíneos y la raza, 112.-La cxplícación de los polimorfismos humanos, 114.-Antigiicdad de las razas actuales, 115.-EI caso del color de la piel, 118.-Resumcn, I20. • Capítulo 7. La naturaleza de la cultura .............. . Definiciones de cultura, 123.-Enculturación y relativismo culturnl, 124.-Umirnciones del concepto de encult.uración, 125.---La difusión, 127.-Aspectos mentales y conduc- tuales de la cultura, 12_8.-Aspectos emic y etic de Ja cultura, 129.-El patrón univer- sal, 130.-Estrategias alternativas de investigación, 132.-La estrategia del mMerialismo cultural, 133.-Resumen, 134. Capítulo 8. El Paleolitico del Viejo Mundo ... ... ... ... ... ... El «despegue» cultural, 136.-- Períodos prehistóricos, 137.-Desanollos del Paleolítico Inferior, 138.-Desarrollos del Paleolítico Medio, 141.-El Paleolítico Superior, 144.-- El fin del Paleolítico, 149.-Resumen, 154. Indice 106 123 Capítulo 9. El Neolítico y la aparición de ciudades y estados ... 156 El Neolítico, 156.-El Neolítico en el Oriente Medio, 157.-Los orígenes de la a¡;ricuJ. tura, 159.-La domesticación de animales, 160.-Las causas del Neolítico, 163.-E! Neo· Htico y las «revoluciones» urbanas, 165.-La difusión del Neolítico, 167.-El Neolítico en el este de Asia, 168.---El Neolítico en el Sudeste asiático, 169.-El Neolítico ;1íri· cano, 171.--Resumen, 171. Capítulo 10. La segunda Tierra ¿Cuándo se descubrió América?, 173.-El Paleolítico del Nuevo Mundo, 175.-El «Neo· lítico» del Nuevo Mundo, 177.~-La secuencia mesoamericana, 179.-·El papel de Jos ani· males domesticados, 181.-El desarrollo de los estados, ciudades e imperios del Nuevo Jhmdo: las tierras bajas mesoamericanas, 182.--El desarrollo de los esrndos del Nue. vo JV!undo: las tierras altas mesoamericanas, 185.·--Los desarrollos al norte de Méxi· co, 187.-El desarrollo de esrndos en América del Sur, 188.-El significado de la «segunda Tierra», 189.-Resumen, 191. Capítulo 11. Energía y ecosistema La energla, la ecología y los ecosistemas humanos, 194.-La influencia de la tecnolo· gía, 195.-La influencia del medio ambiente, 196.--Sistemas de energ(a alimentaria, 197.- Un sistenia de energía alimentaria de cna y recolección, 198.---Llmite.s ambie.ntales al rnmaño de Ja banda, 199.-La capacidad de sustentación y la ley de los rendimientos decrecientes, 200.-Expansión, íntensificaci<ín y cambio te<:nológico, 201.-Un sistema energético de agricultura dependiente de las lluvias, 203.-Un sistema de energía ali· mentaria de tala y quema, 203.-El elevado costo de Jos cerdos, 206.-Un sistema de cnergla alimentaria de agricultura de regadío, 206.-Energía y pastoreo nómada, 208.-.. Sistemas industtíales de energía alimentaria, 208.-·El mito del incremento del ocio, 210.-- Resumen, 211. Capítulo 12. Regulación demográfica y guerra ... Controles culturales sobre el crecimiento demográfico, 215.··--Las técnicas anticoncepti· vas, 216.-Técnicas empleadas después de la concepción, 217.-·-La influencia de las en· fermedades, 218.-La presión demográfica, 219.-La guerra entre los pueblos cazadores y recolectores, 220.-La guerra entre _agricultores aldeanos, 221.-L~ gucrrn y la regula- ción del crecimiento demográfico, 222.-Goerrn, población y ecología: los maring, 224.- Explicaciones alternativas de Ja guerra en Nueva Guinea, 227.--:--Pro1d1rns animales y guerra: Jos yanomamO, 229.-¿Por qué las proteínas anímales?, · 2.3) .-A~pectos adaptati- vos e inadaptativos de la guerra, 232.-Resumen, 233. Capítulo 13. Econo1nía, intercan1bio y control Definición de economía, 236,-El intercambio, 2.37.-Los intCrcambios rcdprocos, 237.·-· El problema de los aprovechados, 238.-La reciprocidad }' el conwrcio, 240.-·EI Kula, 241.--El intercambio redistríbutivo, 242.~.La reciprocidad frente a ln r<'distribu· ción, 243.-La ecología cultural de la redistribuci6n y la reciprocidad, 2<15.--E! origen de Jos potlatches destructivos, 245.-La redistribuci6n estratificada, 247.....EJ intercmnbio de mercado: la compra-venta, 248.-EJ dinero, 249.-EJ capitalismo, 251.---El capita- lismo sin estado: el caso de los kapauku, 252.-La propiedad de la tierra, 254.-La economía poiltica de Ja vida campesina, 255.-Resumen, 258. 173 194 215 236 Indice 'Capítulo 14. La organización de la vida do1néstica ... La esfera domútica de la cultura, 261.-La familia nuclear, 262.--··Altcnrntivas a la familia nuclear, 263.-La poligamia y la familia nuclear, 264.,.-La familia extensa, 265.- Los grupos domésticos con uno solo de los padres, 267.--¿Qué es el matrimonio? 268.--- La legitimidad, 270.--Funciones del matrimonio, 271 .--El matrimonio en las familias extensas, 272.--Los grupos domésticos y la evitación del incesto, 274.-Los matrimonios prefcrenciales, 278....-Jlesumen, 279. "Capítulo 15. Parentesco, residencia y filiación El parentesco, 282.-La fí!iación, 282.-.,Las reglas de filiación, 284..-..Grupos de filía· ción cognaticfa: variedad bí!a1eral, 287.-Grupos de filiación cogirnticia: variedad ambi· lineal, 288.-Grupos de filiación unilineal, 289.··-·Pautas de residencia postmarítal, 290.-- Causas de la filiación bilateral, 291.-Determinantes de Jos linajes y clanes cognati· cios, 292.--·Determinantes de los linajes y danes uni!ineales, 293.-Causas de fa patri- localidad, 294.~-·Causas de la matrilocalidad, 295.-Causas de la avuncu!ocalidad, 297.··-· Terminologías de parentesco, 299,---La terminología esquimal, 299.-La termínología ha· waiana, 300.-La terminología iroquesa, .301.-·-Resumen, 303. Capítulo 16. La organización política en las bandas y aldeas ... La ley y el orden en las sociedades organizadas en bandas y aldeas, 305.-El «con1unismo prirnicivo», 306.-Movilización de Ja opinión pública: el dudo de canciones, 307.- JIol'ilizacíón de la opinión pública: acusaciones de brujería, .309.--El lidera;;go de los cabecillas, 311.-La oposición complementaria, 313.-Las vcngan;;as de sangr~·, 315.-- Jsociaciones no basadas en el parentesco·. las ~sociacioncs no residenciales, 316.-Re· sumen, 317. -Capítulo 17. El control y el origen del Estado ... ... La gran transformación, 319.-Los sistemas de «grandes hombres», 320.-Los "grandes hombres» y la guerra, 321.-Jcfes, guerreros >' r<'dislribución: trobriandeses y chero· kce, 322.-Lirnitaciones del poder de Jos jefes, 324.-De la jefatura al reino, 325.-- Un reino africano: Bunyoro, 327.-EI feudalismo, 328.-Un ímperio americano autóc· tono, 329.-El Estado y .d conuol del penrnmicnto, 330.-EJ control del pens1uniemo en contextos modernos, 331.-EI Estado y Ja coacción física, 334.-Resumen, 3.35. Capítulo 18. Los grupos estratificados .. Clase y poder, 338.-Sexo, edad y clase-, 339.---Las dimensiones emic y Nic y la con- ciencia de clase, .3.JO.-La .explotacíón económica, 342.- -La clase dfrigente en los Es· tados. Unidos y Ja Unión Soviética, 343,-La concentración de. Ja rique?.a, 345.--Clnse y esu!o de vída, 3'18.--·Clases cerradas y abiertas, 349.·-·~Límires de la movilidad de las clases, 350.-Minorías y mayorías, 351 ...,.Jsimílación frente a pluralismo, 352.-Plura- lismo )' «P<.,dcr negro,,, 354.-~El chauvinismo étnico frente a la conciencia de clase, 356.-· Las castas vistas desde arriba y desde abajo, 357.--Resumen, 360. Capítulo 19. Desarrollo y subdesanollo .. Definición de desarrollo y subdesarrollo, .363.-Las causas de la revolución índus· nial, .366.-La tecnología en China, 366.--Despotisnw oriental e industrialización, 368.- Capirnlísmo y tecnología, 369,-EI capítalismo y la ética protestante, 370.-Colonialismo y subdesarrollo, 371.-lndonesia y Japón, 372.-Japón, 374.--Alternativas al subdesarrollo en la era postindustrial, 376.--~La revolución verde, 378.-·Los límites de Ja tecnificación y el crecimiento industrial, .381.-Bueyes fre:ite a tractores, 382.-Población y dcsarro· Jlo, 383.-Resum;n, 386. Capítulo 20. Pobreza y cambio cultural ..... . La imagen de la limitación de Jo bueno, 389.-El sisal en Brasil, 391.-San Pedro: una historia con éxito, .391.-La cultura de Ja pobre?.a, 39<1.-1.a gratí(icación diferida y la futílidad del trabajo, 396.-Entonccs, ¿quién tiene la culpa?, 398.-·Emborracliarse en Den'er, 400.-Emborracharse en Truk: ('guerreros de fin de semana», 401.-Valores y familia matrifocal: Jos Flats, 402.--·El destino de !as bandas ~, aldeas preestarnlcs, 404.- Resumen, 406. 9 261 282 305 319 338 363 389
  • 5. 10 Capítulo 21. Variedades de experiencia religiosa ... El animismo, 409.-Las tres almas de Jos jívaros, 410.-Animatismo y mana, .¡¡/ l.u natural y lo sobrenatural, 412.-Lo sagrado y lo profano, 413.-Magi; y tdigi,'m, ·11·1 La organización de las creencias y prácticas religiosas, 415.-··Crccnci;ls y ri1u:1ks indivi dualistas: Jos esquimales, 417.·--La organi~ación de las creencias y ritll;lks íudi•id1"i listas, 417.-Los cultos chanrnnistas, 419.-EI chamanismo tapirnpl~, ·!20. Cln1m.11w~. brujería y caza de brujas, 421.-Los cultos comunitHios, 423.--Ritos com11ni1,11i<" ,¡,. solidaridad: el totemismo, 423.-Ritos comunitarios: los ritos Je ¡rnso, 1 1/.5. La ci1nm cisión, 425.-Los cultos eclesiásticos, 427.-La religión de los aztecas, 428. H1·s1rnw11, ·110. Capítulo 22. La religión como adaptación ...... Religión y economfa política: Jos dioses supremos, 433.····La religión impl'iia!, ·D~. El sacríficio humano y el rnnibalismo entre los aztecas, 436.···-Los movimienws d(' n•vi tali:tación, 438.--La revitalización entre Jos americanos nativos, 439.·---Los cultos «Car· gO>>, 441.---Cristianismo y revitalización, 443.-Revitali?.acione~ en Europa, 4'1<1. Talní, religión y ecología, 446.-La vaca sagrada, 4·18.-Resumen, 451. Capítulo 23. Lenguaje y cultura ... La universalidad semántica, 454.-La arbitrariedad, 456.·--La dualidad de organi?.a· ción, 457.-...Sistcmas fonémicos, 458.-Los morfemas, 460.~--Gramática: reglas que rigen Ja construcción de morfemas, 460.--Gramática: sintaxis, 461.-La estrlictura profun- da, 462.··-Los simios y el lenguaje, 462.---·La adquisición del lenguaje, 464.-La equiva. lencia de todas las gramáticas, 464.-·Gcncraiidad y especificidad, 465.-Lenguaje, clas<' social y ernicidad, 467.-·--.Lenguaje, pensamiento y causalidad, 468.--EJitismo y sexismo obligatorios, 470.-El cambio Jíngi.iístico, 472.-·Lenguaje y conciencia, 474.~-Resumen, 475. Capítulo 24. El animal artístico ... ... ... ... ¿Qué es el arte?, 478.-EI arte como categoría cultural, 479.--Arte e invención, 480.- Arte y organización cultural, 482.·--Arte y religión, 485.-Ane y política, 486.--~La evo· lución del arte, 487,-La complejidad del arte primitivo: Ja retórica campa, 488.-··EI mito y los contrastes binarios, 490.-EI fútbol frente a Ja música rock, 492.-Resu. men, 493. Capítulo 2.5. Roles sexuales y personalidad ...... Cultura y personalidad, 495.-Educación infontil y personalidad, 496.--Paurns y te· mas, 498.-~Personalidad básica y cHácter nacional, 499.·-Edipo y personalidad, 500.... Personalidades alternativas masculinas y femeninas, 501,---Un complejo de suprenrncfa masculina: Ja política, 50.3.-Política sexual y contaminación, 505.-Re!ígión y política sexual, 507.···-Supremacfa masculína y organización doméstica, 508.-La guerra y el complejo de supremacfa masculina, 509.-Mascu!inidad, guerra y complejo de Edi· po, 512.-Ritos de iniciación masculina, guerra y roles sexuales, 512..-La anatomía no es el destino, 514.--Modalidades de experiencias sexuales, 515.-La homosexualidad, 517.- Roks sexuales en Ja sociedad industrial, 518.--Rolcs sexuales parn el futuro, 520.-- Resumcn, 521. Capítulo 26. Herencia) cultura y libertad La raciología científica, 524.--Etnografh y genes, 526.-El nuevo racismo científico: la lntellgencia, 527.--Los primeros tests de ínteligencia, 527.-Tests recientes de inteli- gencía, 529.-La medición de J¡¡ heredabi!idad, 530.-Heredabilidad y cultura, 531.-La elevación del C. I., 532.-C. I. y cultura, 533.-La naturalc~a hu111ana, 536.-La SOCÍO· biología, 536.-La socíobiología y Ja naturaleza humana, 538.-La escala de conduc- ta, 542.-E! caso del infanticidio fcmeníno en el seno de la élite, 5<13.-Detenninismo, ciencía e indíviduo, 545.-Causalida<l probabilística, 545.-Rcsumen, 547. Apéndice. Algunas estrategias de investigación alternativas Bibliografía Glosario ..................... .. Jndicc 409 433 4.54 478 495 524 .5.50 554 592 PROLOGO A LA TERCERA EDICION El contenido y organización de este libro tienen con10 objetivos princi- pales: (1) preservar la unidad de la anrropología como disciplina y (2) vincu- lar los hechos y teorías de la antropología con importantes cuestiones con- temporáneas. Estos objetivos son ínterdependientes. Sólo centrándonos en cuestiones impor.tantes se puede preservar la unidad de la antropología. Y sólo preservando la unidad de la antropología, con sus perspectivas globales sobre los procesos hun1anos, culturales y naturales, los estudiantes conse- guirán hechos y teorías sobre cuestiones que les atañen. La fragmentación de la perspectiva antropológica está estrechan1ente re- lacionada con la periodi.zación del curso universitario. Cuanto más corto es . el curso, mayor la tentación de concentrarse únicamente en una o dos sub- disciplínas, ya que los profesores no pueden examinar, en el breve tie1npo de que disponen, todos los materiales de la antropología física, la arqueo- logía, la lingüística y la antropología sociocultural. De ahí que se haya des- arrollado una tendencia a escribir textos introductorios consagrados a una o dos subdisciplinas, especialmente) la antropología social o cultural, por una parte, y la antropología física y la arqueología, por otra. Estos cursos más cortos y especialízad0s se in1parten con la esperanza de que los estudiantes completarán su co1nprensión de lo que la antropología tiene que ofrecer inscribiéndose en cursos complementarios de las demás subdisciplinas. Con demasiada frecuencia) sin embargo, este primer contacto con un curso intro- ductorio de antropología constituye para el estudiante la única oportunidad de conocer los te1nas de vital importancia de que tratan) conjuntamente, los subca1npos de la antropología. Además) aunque el estudiante reciba un se- gundo curso introductorio, el uso de un libro de texto diferente y la propia 11
  • 6. 12 Introducción a la antn>po!ogía general perspectiva de estudio reducen en buena medida el ín1pacto. del punto de vista antropológíco general. Este libro está indicado para profesores de cursos íntroductnrios tanto largos como cortos. No se ha intentado dar repaso a todas las n1ntcrias de los distintos subcatnpos. En vez de ello, los subca1npos se presentan en relación con sus respectivas aportaciones, sustantivas y teóricas, a Ja expli- cación de la condición hun1ana y de las causas de los principales fenó1ne- nos socioculturales. Pattin1os de la pren1isa pedagógica de que la función de un curso introductorio de antropología no consiste en ensefü1r a los estudiantes cón10 hacerse antropólogos (ésta es tarea de cursos avanzados). La función prünordial de una introducción a la antropología es propor- cionar a tantos estudiantes co1no sea posible una con1prensión antropoló- gica de cuestiones clave. De acuerdo con esta pre1nisa, he recurrido a cada subcan1po sólo en la inedida en que había cuestiones vitales de sustancia y teoría directan1cnte ligadas a, o dependientes de, un conocíniiento de los materiales implicados. Se ha prestado especial atención al problema de la continuidad entre apartados y capítulos en relación con su pertinencia in- telectual. Materiales anteriores llevan a análisis ulteriores; inateríales pos- teriores ren1iten a análisis anteriores. Pocos puntos de interés puran1ente gratuito se hallarán; a lo largo de tocia la obra se ha procurado poner el acento no sin1ple1nente en la descripción, sino en la explicación. Para los profesores que disponen de un curso introductorio inás largo, Ja coheren- cia del enfoque, el énfasis en la causación y la unidad lógica del todo han de abrir posibilidades creadoras de discusión y nuevas lecturas. Este libro también presenta diferentes opciones para pi-ofesores limi- tados a cursos tnás cortos de carácter ttin1estral, cuatrünestral o se1nestra1. Puede que deseen abteviar el libro de conforn1idad con sus propias prio- ridades intelectuales y profesionales1 escogiendo algunos capítulos y apar- tados y on1itiendo otros. Prescindiendo de la opción que elijan -dar sólo parte del libro o ponerlo con10 lectura general obligatoria o recon1enda- da-1 los estudiantes no pueden n1enos que beneficiarse de la exposición a una n1uestra tepresentativa niás an1plia de in1portantes cuestiones antro- pológicas. Probablc1nente, no sufrirán el n1alentendido de que la antro- pología es sólo huesos) o vasijas, o costun1bres inatrin1oniales prin1itivas. Y lo que es inás in1portante, será n1ás probable que se gradúen en la uni- versidad conscientes de que deben to111ar en serio la antropología sí pre~ tenden tener opiniones infounadas acerca de la relación entre raza1 lengua y cultura; el origen de la estratificación social; y las causas de la guerra, el subdesarrollo, la pobreza y otros fenón1enos socioculturales significativos. Casi una tetcera parte del contenido de esta edición es nuevo o ha sido puesto al día. Se han incluido inuchos estudios nuevos en los cuatro can1pos. Por lo de1nás, con la cooperación de los nuevos editores (Harper and Rov)) he intentado hacer un libro tnás legible y coherente. IIe supriinido buena parte de la jerga profesional, añadido introduc- ciones y resú1nenes a los capítulos y trasladado te1nas, tales co1no la lin- güística y los roles sexuales, a lugares n1ás apropiados. La redacción de las Prólogo a la tercera edición 13 nuevas introducciones y resú1nenes n1e obligó a ptestar atención a los prin- cipales puntos tratados en cada apartado, al tenia de todo el capítulo y a la relación de cada capitulo con la estructura del libro en su totalidad. Es- pero que esto lo acerque 1nás al tipo de libro sobre el que los estudia11tes nunca tendrán que preguntarse: «¿Por qué tene1nos que aprender es_~o?1> Otra innovación que, a n1i entender, acrecienta la legibilidad y Cohe~ rencia de esta edición es la discusión de las principales estrategias de in- vestigación y Ja cxp1ícítación de las propias tendencias estr~tégicas del autor. I-Ie hecho esto, espero, sin elín1inar enfoques alternativos, de tal modo que aquellos que discrepen del 1nío no tengan que experin1entar n1al- estar alguno al n1anejar esta edición. MARVIN IIARRIS
  • 7. Capítulo 1 ¿QUE ESTUDIAN LOS ANTROPOLOGOS? La antrppología es el estudio de la huinanidad, de los pueblos antiguos y rnodernos, y de s_u_s estilos de vida.. Dada la an1plitud y co1nplejidad del tema, las diferentes punas de__la an_tropología se centran en distintos aspectos o dí1ncnsioncs de la experiencia hu1nana. Algunos antropólogos estudian la evolución de nuestra especie, denominada cicntífican1ente I-lomo sapiens, a partir de especies n1ás antiguas. Otros investigan cón10 el I-Jon10 sapiens ha llegado a poseer la facilidad exclusivamente hurnana pata el lenguaje, el desarrollo y diversificación de los lenguajes y los n1odos en que las lenguas 1nodernas satisfacen las necesidades de la comunicación hu1nana. Otros, por último, s~ o_c_llp_an de las tradiciones aprendidas de _pensa1niento y conducta qll<;__denominaffios culturas, investigando cómo surgieron y se diferenciaron las culturas antiguas_, y_ cón10 y por qué ca1nbían o per1nanecen iguales las culturas 1nodernas, DC-llirO..CfC..TOs dC}:iartamentos de antropología en las principales universidades de Estados Unidos las diferentes perspectivas de la antropología suelen estar representadas por c;i.;i~_tro campos de estudio: ·ªnt_r_opología cultural (a _v~_~_e_s_ l_la1na<:Ia __ai:itropología _social),_ a_rqu_eología, li11güjstica antropológica --, y antropología física (Fried, 1972) *. J,a.qnt1·9pología cultural se ocupa de la descripción y aná)isis de las.. c.ulturas -la9Jrndi'°iones.~9ciaJ1nei1tcaprendidas- del )1asaclo y del pre· sent~-~- l;:._'9:____etn°-grqfía_1 ~~QQjs_c_ipl_~I!a _suya, se consagra a la descripción síste~- ·ni~i"tlca ·de CúTtüi:cúi-"contetnpo~án~_a_s. La con1paración de estas descripciones ProPOrC-íO-na··-ia--base para hipótesis y teorías sobre las causas de los estilos de vida humanos. * Véase p. 554 para una explicación del sistema de citas usado en este libro. 14 -~~- ¿(Jué estudian ios antropólogos? lJ ,1:-a__~~-'!u_~()~qg_í_q___ª,ñJtde una dimensión crucial a esta empresa. J2.~sente1:_r_a_1~_- d()_Josyestígí9ede cuhurae._4e. épocas pasadas, los arqueólogos-~stUdian secuencias de la ey9_llifí_Qp___.$_Q_f_i_a_l__:y-_éulturi,_l_- _l)ajo diversas condiciones natura- l~~y__s;_yJt_~g-ªl_c:s. Su aportación a la comprensión de las características ac- tuales de la existencia hurnana y a la contrastación de teorías sobite la causación histórica es indispensable. ~ª- ling_µfsti~_a ~nt_ro_pológicq aporta otra perspectiva crucial: el e_st_l}_di_o de lágran•.dfoeisidad (je]e11ggae habladas Porlos...seres humill1os. Los IiiiglHS.úis '"de orientación antropológica íntenta_n _r~~o11_~t_r_lli_~·-_ lfl___ bi_s_t_Ória de e:_~!.fl~.J~pgu_<_l~__Y.....~<:.. f~P?_i_l_i__a.§_)~gg~f~_~i~~--8-___(;!I}t~Fªs:-s-e--·1"i1tC..resan pÜr la fonna en que el lenguajeinlluye y esinfluido por otros aspectos de la vida humana, por la reiición enue la evolución del lenguaje y la evolución del Hamo Sa· piens1 así como por la ~).§fiÓP......~_t1_~_1:~__J_?____~yq_l_u_cj_Q.p___ d~__J?~_.le;11guas y _lg _evo- lución de las diferentes culturas. ·-L--;¡-;¡;;¡,:opolOgfa f!Sii:aTundamenta los demás campos de la antropolo- gía ·e~· ·nu·es·trO.Origen· -anilñ~l y nuestra naturaleza biológicamente detenni- nada. Los antropólogos físicos t.~:ª-~~p._ de reconstruir_ el_ c:ur_so de_ la _evolució_n_ hu1nana n1ediante _el estudi9 __q~__Jc:i_~_ res_t_()S JcS_sH_<::,s___Q_~_ --~-§P~<:_i_~_§___<1_n_t_ig~~as. Asi- misn10, intentan descri}J_ir _ }~ _____dís~_ribuci_ón _d_~ __ l_as___var_ia<:i_(}_J]es__ h~.r<:'.dit_f¡_r_iªs ent~·~.)~-~--PS'._9_l_~c_i_o11~s:~c_9nye_tpp_q_i:a~-~-ª.5-' y "déSilndai-· y--n1edl1: i;~· -~~;~~·tacio;1.eS relativas de la herencia, la cultura YCI medio ambiente a la vida hun1ana. ~L~QPJ_q_~n-~¡:;_Lón____d_e_Jo..s___ cu.au·.o _ c.arnpo.s"..de..Jª-·---ªntx.upillogía____sc;!__denonüna qntrop_()logía_ gen_~ral. Este libro es una introducción a los principales ha- 1raz·go-s en estOS.--Cüa--tro can1pos y, por tanto, a la antropología general. ¿Por qué la antropología? ~u~h-~-~ ___ot_r_as _d_is_c_ipUp_a_s_,__ ~_<,l_e_111á_s_ d_~___la,__a_n_q:9p9lqgía,,__se oc_upan del es- tudi()~d"e._lQs _seres hu1nanos. Nuestra naturaleza animal es objeto de intensa investigación por parte de 1'.i<)lqg9s, genetistasyfisiólogo,. Sólo en la me~ 9.i.<:1.D.~, centenares de especialistas investigan el cuerpo hun1ano; y los psi- quiatras y psicólogos buscan juntos la esencia de la mente y el espíritu humanos. 11lc.ha' otras disc;ipli11as -entre ellas la sociología, la geografía hu1nana, la psicología social, la hi~toria, la ciencia política, la economía) la lingüística, la teología, la filosofía, la musicología, el arte, la literatura y la arquitectura- s.~ ocupan _de___nuestr_o__ compoxt.amie.nto_J;11JtJH:5.1,L__i_n_t~_I~_ctual__ y G_~!~!if.9· Están, además, los llamados «especialistas en áreas») que estudian las lenguas y estilos de vida de determinados pueblos, naciones y regiones: «latinoamericanistas», «indianistas», «sinólogos», etc. &11.áJ__~_:;;___e;_.p_to11_ces el rasgo distintivo ..de.la.. antropología? ···--···-r:.o___911e diferenc_ia_a nu_estra _ disc_ip_l_ip_a_ el~_ l_iiS 91t:ª$__J~_s,___§_ll c¡lrácte_r gl_9_bal y co~par_ativo. Otras ran1as del s_aber abordan únicam_ente__µn s_egn1ento__con~" c_ret_(l___~e___la ____experien_cia_ ~um_a_1:1ª o una época o fase concretas de nuestro desarrollo cultural y biológico. :(,<l~_h!!lLazgq¡. (jeJaantropología, en. caJ11l1j9, no se basan j_a1nás en__ ~l--..~~tvdio de____µna__ sol_a_ pob_l_aci9_~, ra?_á,___t~i~..ll1.._~~-~-s~,
  • 8. 16 Introducción a la antropología general nac1on, tie111po o luga_r. Los_____aJ?trgp_~logos insís_ten, ante todo, en que se cg_13_!~:ª_s_!_S:.~.J~_s____:;:g_g~:.J11,_s,_ig_n.~~S-~_CX_tr:¡;¡ía_as_ del___~s_tucli9__de __un __gr_up_o hun1ano __()__q_e_ ~l!ª·---º-c::_t~qn_i_p<;ld_a_ --~j_y_i_li_~_a_~ió_I)_____c:qp____c:l_a.to_s___provenientes __de___otros grup_ü_$__ Q__ c!- y_iJi??_~i_9g~s. De esta nianera, la itnportancía de la antropología trasciende los intereses de cualquier tribu, raza, nación o cultura concretas. Desde la perspectíva____~t?_t~·(}pql_Qg_i_c:_a_, todos los pueblos y culturas revisten el 111is1_11_0 iiiieréTco1noobjetos de. estudio. Por ello, la antropología se opone al pun· to de vista de los que creen ser los únicos representantes del género hu- mano, estar en el pináculo del progreso o haber sido elegidos por Dios o la Historia para inoldear el inundo a su in1agen y setnejanza. Para el antropólogo, ~J___~11_i~o__I~1g49___d_~---ª_l_c_a_n_~a1~__t11_1 __conocitniento pro- flln<Jo de la hu111anidad consiste en estudiar tanÍ:o -las tierras lejanas c_oi,119 Ias·_:P_t_?_~_Ífr1:_a_s, tant<)_ _l_as ___ép()_cas___re111otas con10 la_s___actua~e_s_. Y adoptando esta vislón a1nplíi dC..Ia-e·xperiei1cia hun1ana, quizá 1ogren1os arrancarnos las an- teojeras que nos imponen nuestros estilos de vida locales para ver al ser hu1nano tal co1110 realtnente es. Debido a su perspectiva biológica, arqueológica, lingüística, cultural, comparativa y global, l?,_..ªJ!_~~:<J:PC?J.t::'.gí¡¡_ ~Q-~__t12_nta___l_a_ cl_'-1.YG __d_~___n1J1~b_as_ cuestion.es fu1~-~~.n~_l!_!al~_§. Los antropólogos han realizado in1portantes aportaciones 'para co1nprender el significado de la herencia animal de la hu1nanidad y, por tanto, def~nir _)_9___ _qu_e___i.::s____~~r_ac:terís_~í_~a_1ri~_t1_~~ ...b~1_1~1_a}19_ Gil__ la natu_r_<:1Je;;:_a. hu1n_ana. La esti:ategia antropológica reúne e11 sí los elen1entos necesarios i)ál·á ·a-¡;·alízar el significado de los factores raciales en la evolución de las culturas y en la conducción de la vida conten1poránea. Ta1nbién posee la clave para <:.olI1Pl'conder .los orígenes de la _desigualdad social e.n forma de. 1·~~!..~})}.Q_)__"~f;.X_i_~_J}}91_ ---~-?i:P-1.9.~.ª-c;_i9p,__pobre_za y __$__J_b_d<:;_s.a,rro_l_l() intern_~cional. Co1110 señala Frederica de Laguna: - La antropología es la única disciplina que ofrece un esquen1a conceptual para todo el contexto de la experiencia hu1nana... Es como la estructura de sustenta- ción en la que pueden encajar todos los diversos co1nponentes de una educación liberal, y que, al organizar la carga, la hace 1nás 1nanejable y susceptible de ser llevada (1968: 475). La diversidad de teorías antropológicas Aunque todos los antropólogos subrayan la importancia del enfoque tnultidin1ensional, atnplio, con1parativo y global, a n1enudo discrepan en ·otros aspectos sobre la 1nejor manera de explicar y con1prender la condición hu1nana. No todos están de acuerdo en que las se1nejan%as y diferencias en el pensan1icnto y conducta humanos se produzcan de fonnas científican1en- te co1nprensibles. Algunos sostienen que los fenón1enos hun1anos no pueden y no deben ser estudiados de la mistna n1anera en que los científicos estu- dian los fenómenos naturales. Otros, en ca1nbio, inantienen que la antro- pología puede descubrir los procesos causales que son responsables de la continuidad y diversidad de los fenón1enos hun1anos del mis1no 1nodo en ¿Qué estudian los antropólogos? 17 que los biólogos han descubierto las causas de la evolución biológica o los n1eteorólogos las causas del clima. Pero incluso los antropólogos que creen que las instituciones y los estilos de vida tienen causas definidas discrepan acerca de lo que puedan ser estas causas. '" Los tipos de investigación que realizan los antropólogos y las co¡)clu- siones que extraen están fuertemente influidos por sus ideas básicas en torno ~~..!-~. PS'._~:!_~!:encia de la ~!e_nc:ta.__pa~·~__J?...__e;~p~1:i_~1_1_c_~_a _1_1u1n_ana y en torno ~-}a pres_~}.~_<;_i_~-- --º---~y_s_e_n~ia d_~ diferentes ___clas_~_s___d_~ _proCCs_()_~_- c_~-~-~-~l~s. Estos súPtie'SfOs básicos 1nantenidos' por anifOj:íOIOgós· de diferen.iCS co11Vicciones teóricas se deno111inan e~_t_rqt_~_g_ia~-- d~____i1_1__~~stiga,~_ió_11 1-I.~~-JjJ¿JQ.__9~--t~-~to ci'ue de cB.bidii. a· tOdas 'las 'éstrategias de investigación con vigencia en la actualidad y que dispense a todas un trat_a_n1_iento ünpar- ~~-ª~-- y de idéntica a111plitud .~~--!1~-~olutan1e11_t_e __i1_1~_0_11_c_~_9_~_!:?I~.: En los---CaTiffü10S tjue siguen he realizado un esfúerZo consciente por incluir puntos de vista alternativos sobre cuestiones controvertidas. Sin e1nbargo, es inevitable que n1i propia estrategia de investigación do1nine la exposición. I~l punto de vista seguido a lo largo de toda la obra se llan1a ~7-1:Cl._(erial_i5-!JZO_.._r;:_u_!t~f_1,'q{;f y pertenece al grupo de las estrategias de investigación que sostienen que la. t3rsaLundamenraLc;!e__Iaan_tropología es. darexplic_a,:ionS:$ <;amales deJm; c~ífere_n_c_ías y_ sc1nejgnz_~s e1_1 el pensa1niC-nto y__ la ~0_1_1d~1_<:l,_é____q~1_e_____ha_l__la_11_1q§. ~Í1tre lüs ___gr_l:lf'?S__ -hu1na_~C)-~· Sin e111bargo, al contrario dé ·otras ·es"t~·ategias de investigación con una 0-rientación científica, el n1ateríalisn10 cultural parte del supuesto de que el n1ejor 1nodo de realizar esta tarea consiste en estudiar las constricciones n1ateriales a que está sujeta la existencia hu1na- na. Estas constricciones provienen de la necesidad de producir alin1entos, abrigo, útiles y n1áquinas y reproducir las poblaciones hun1anas dentro de los lí1nites fijados por la biología y el n1edio a1nbicnte. Califica1nos a estas constricciones o condiciones de 111ateriales para distinguirlas de las in1pucs- tas por las ideas y otros aspectos n1entales o espirituales de la vida hun1a- na, corno los valores, la religión y el arte. Para los n1ateríalistas culturales, las causas 1nás probables de variación en los aspectos n1entales o espirituales de la vida hu111ana ·son las variaciones en las constricciones n1atcriales que afectan a la manera en que la gente afronta los problen1as de satisfacer sus necesidades básicas en un hábitat dado. A estos supuestos estratégicos responde la otganízación de los tenias que serán tratados en los siguientes capítulos y el hecho de que se otorgue prioridad a la consideración de los aspectos de1nográficos, tecnológicos, eco- nó111icos y ecológicos de la exístencia hu1nana, pasada y presente. Sólo tras haber especificado estos factores 111ateriales básicos se intenta describir y explicar las n1odalidades de instituciones do111ésticas y políticas y los valo- res 1norales, las creencias religiosas y los cánones estéticos de pueblos con- cretos. Esto no significa que considere los aspectos 1nentales y espiritua- les de las culturas co1no inenos significativos o in1portantcs que la produc- ción, Ja reproducción y la ecología. Los valores n1orales, las creencias religiosas y los cánones estéticos son, en cierto sentido, las n1ás significati- vas y distintiva111ente hu111anas de todas nuestras experiencias vitales. Su
  • 9. 18 Introducción a la antropología general importancia está fuera de discusión. El quid de la cuestión es cuál es la n1ejor inanera de explicar, si es que poden1os hacerlo, por qué detenninadas poblaciones poseen detenninados conjuntos de valores, creencias y cánones estéticos, 1nientras que otras tienen conjuntos diferentes. En el capítulo 7 ampliaremos la información sobre el tnateríalis1no cultural. / Resumen . La antropología es el estudio de la hun1anídad. Sus cuatro rarnas prín-~ c1pales son la antropología cultural o social, la lingüística antropológica, la antropología física y la arqueología. Su enfoque distintivo radica en su perspectiva global, con1parativa y 1nultidin1ensional. El enfoque co1nbi- nado de los cuatto campos se llama antropología general. Dentro de la antropología hay n1uchas estrategias alternativas de investigación. La es- trategia de investigación seguida en este libro es el materialisn10 cultural. f] objetivo de esta estrategia es descubrir las causas de las diferencias y sen1ejanzas en el pensa1niento y la conducta, característicos de poblaciones humanas concretas) mediante el estudio de la influencia de las condiciones 1nateriales. Capítulo 2 LA EVOLUCION ORGANICA Este capítulo trata de los principios básicos de la herencia y la evolución biológicas. Estos principios son esenciales para co1nprender có1no surgió nuestra especie y có1no adquirió su naturaleza hun1ana distintiva. Sólo se tocarán los aspectos n1ás básicos de los mecanismos de herencia y las fuerzas de la evolución. Reproducción, herencia y sexo Los organisrnos, como los coches, se desgastan, sufren accidentes y de- jan de funcionar. La reproducción es un 1nedio de asegurar la continuidad .Je cada «modelo» garantizando la preservación de los planos para hacerlo. Estos planos constituyen las instrucciones hereditarias de un organisn10. Sin reproducción, tanto las instrucciones hereditarias con10 el propio organis- mo podrían extinguirse en un breve período de tie1npo. l,~- repr99tJ~ción es, pues,_ el proce~_o por el,, qu_e___un organisn10 hace una copi9. de sí misn10 y de sus--planos o instrucciones hereditaria_s. Todos los Ürganis1nos superiores (y ta1nbién muchas fonnas shnples de vida) se repro- ducen sólo después de transferir fragmentos de sus instrucciones heredi- tarias a otros organismos. Cuando la reproducción ilnplíca tales transferen- cias se la califica de sexual. ¿A qué obedece el sexo? La reproducción sexual es ventajosa porque permite a los organis1nos con1partir pequeñas diferencias en sus instruccio- nes hereditarias y combinarlas en ferinas nuevas. En otras palabras, la re- producción sexual incre1nenta la variabilidad de las instrucciones heredita- rias que se transn1íten de generación en generación. Esta variabilidad incre- 19
  • 10. 20 Introducción a la antropología general menta a su vez la capacidad de sucesivas generaciones para resistir cambios ambientales adversos y aprovechar nuevas oportunidades ambientales be- neficiosas. Las ventajas de la reproducción sexual se harán más claras cuan- do analicemos más adelante en este capítulo las fuerzas de la evolución. Genes y cromosomas Los mecanismos para preservar y tran~mitir las instrucciones heredit?- rias durante la reproducción son esencialmente similares en todos los ani- ~ males. La información necesaria _ está codificada en diferentes secuencias de moléculas de la sustancia llamada ácido desoxirribonucleico (ADN) (fi- gura 2.1). Estas moléculas son los principales componentes de las estruc- turas celulares denominadas cromosomas. Los cromosomas son visibles en el núcleo de las células poco antes y poco después de producir una célula FIG. 2.l.-Modelo de ADN en forma de doble hélice C =Citosina; T =Timina; G =Guanina; A = Ade· nina. La secuencia de estas sustancias químicas deter mina el mensaje portado por el ADN de los cromci. somas. La evolución orgánica 21 hija dividiéndose por la mitad (fig. 2.2). En este momento los cromosomas se asemejan a bastones; en otros, se asemejan a filamentos largos y del- gados. Durante los intervalos entre las divisiones celulares, los cromoso.UJas desaparecen totalmente de la vista. Se cree que estas alteraciones corres- ponden al arrollamiento y desenrollamiento de largas cadenas de á~ido desoxirribonucleico: en forma de bastones cuando se arrollan estrechamen- te, en forma de filamentos que se vuelven invisibles cuando se desenrollan. Los lugares en los cromosomas, los loci, que dirigen la síntesis de todas las sustancias complejas necesarias para la conservación y reproducción de cada célula, así como el crecimiento, conservación y reproducción de todo el organismo, se llaman genes. Los genes son las unidades básicas de ]~he: renda. FIG. 2.2.-División de los cro- mosomas. Durante la división de células distintas de las se- xuales cada mitad o célula hija obtiene una copia de cadn -par de cromosomas en vez de W1 miembro de cada par seleccionado aleatoriamente. Este proceso se denomina mi- tosis y aquí se muestra en el núcleo de una célula de ce- bolla. [Struwe, Monkmayer Prcss Photo Service.] Los seres human0s tienen 23 cromosomas en sus células sexuales ma- duras (y 23 pares de cromosomas en sus células somáticas) (fig. 2.3). Las moscas de los frutos sólo tienen cuatro cromosomas. Muchos organismos poseen más cromosomas que nosotros; por ejemplo, los tarseros (véase página 37) tienen 80. Pero nadie sabe el número total de genes en ninguna especie. Los cromosomas humanos pueden poseer hasta un millón de loci activos en uno u otro estadio del proceso reproductor.
  • 11. 22 Introducci6n a la antropología general La herencia de los genes Para co1nprender cómo evolucionaron las especies, hay que compren- der cómo los cromosomas y sus genes se ttansmiten de los padres a la prole. Dentro de las células so1náticas ordinarias, los cromoson1as sien1pre se presentan en pares. En los organismos que se reproducen sexualincnte, un inie1nbro del par representa la aportación del padre, y el otro, Ja aportación de la tnadre. Así, los seres humanos tene1nos 46 crornosomas, de los que >·: :<<::_::. p' ~1·!,~ 11' " ···..· .......·1...· ...·,'·······..···.·.··.··..··.·.·..··•···.·...·.•.··.········ ;' ····•,· ; tll1 ¡.::<> ~:v _··:--··.'.-:·.-.'. ·-, ':.,.•. ' " .•.. .., .•.•,....''·· ., ·U. ··--·.,¡ 11 FIG. 2.3.-Cariotipo de cron1oso111as hut1N<no. El conjunto de cro111osomas de una espe- cie se denornina su cariotipo. Aquí se n¡.uestran los 23 pares de cro1noso1nas humanos. El x y el y, o cron1oso1nas sexuales, fonnan la pareja vigesimotercera. [Rokter, Taurus.] 23 se heredan del padre y 23 de la madre. Nuestra naturaleza hereditaria se deter1nina en el 111omento en que un espennatozoide portador de 23 croH 1nosomas se une con un óvulo que contiene otros 23. Poco después de esta unión, los cro1nosomas del espermatozoide y el óvulo de estructura sünilar se einparejan y comunican conjuntamente sus instrucciones heredi~ tarias a las primeras células del nuevo individuo, lla1nado cigoto. El cigoto procede a dividitse y diferenciarse hasta que se construye un e1nbrión en~ tero y un nuevo ser hu1nano está listo para nacet. Con10 se requieren 23 + 23 = 46 cromosomas para crear un nuevo ser humano, es obvio que sólo la 1nitad de los 46 cro1noso1nas del padre o de la madre puede transn1itirse a un nifio deter1ninado. Cuáles serán los n1ie1nbros transn1itidos de cada uno de los 23 pares de cron1oso1nas es La evolución orgánica 23 pura cuestión de azar. La partición en dos de los 46 cro1nosomas de cada uno de los padres se realiza durante la producción de las células sexuales en los testículos y ovarios. Los cro1noson1as se alinean en el centro de las células sexuales y fonnan pares. Depende totaltnente del azar que el n1ien1- bro del par que ha aportado el padre o la madre del individuo se alíriee a la derecha o a la izquierda. Los cro1noso1nas se dirigen después hacia los lados opuestos de las células (23, uno de cada par, a ~ada lado), y la célula se divide entonces en dos. Cada nueva célula sexual contiene, así, una nueva disttibucíón del 1naterial hereditario creada por la co1nbinación de los cro- 1noson1as hotnólogos -es decir, los cro1noson1as portadores de genes si- 1nilares-, procediendo unos de la n1adre y el resto del padre en una pro- porción aleatoria. El hecho de que los cro1noso1nas se distribuyan independienteinente durante la división reduccional (fig. 2.4) de las células sexuales (la reduc· ción de 46 cro1noso1nas a 23) es un principio básico de la genética. La . • • ,, ¿••;· ' ' Los cromosomas son visibles como filamentos largos y · bien separados; no aparecen en dob!e hebra, aunque otros indicios seiiafan que la replicación ya se ha producido. Los cromosomas en doble hebra se separan hacia polos opuestos. Cada célula h!ja recibe los mismos cromosornas que la célula madre. Los cromosomas homólogos se emparejan y se vuelven más cortos y gruesos. Se forman nuevos núcleos. los cromosomas aparecen en doble hebra. 3. los cromosomas se presentan claramente en doble hebra. La membrana nuclear empieza a desaparecer. Se divide la célula. Cada célula tiene un conjunto diferente de cromosomas. La división reduccional ha concluido. las células sexuales están listas para combinarse con células sexuales de otro individuo y restablecer así el número completo de cromosomas. 4. Cada par se dirige al centro de la cólula. El awr determina qué miembro de cada par se alinea a la derecha o a la izquierda. La célula empieza a dividirse de 11uevo. FIG. 2.4.-División redi1ccional. Repn:scntación esquemática de los pasos responsabks de la distribuci6n aleatoria de los cromosomas de los padres en las células sexuales de un individuo.
  • 12. 24 Introducción a la antropología general distribución independiente significa que la inforn1ación hereditaria de un cro1noso1na se transtnite con independencia de la inforn1ación que porten los den1ás cron1oson1as. Tarnbién significa que, aunque la 111itad de nues- tros cro1noso1nas proceden de nuestro padre y la otra initad de nuestra inadre, no hay garantía alguna de que una cuarta parte proceda de cada uno de nuestros abuelos, y no es probable que u~1a octava parte, exacta- mente, proceda de cada uno de nuestros bisabuelos. Es muy probable que algunos de los 64 antepasados directos de la sexta generación ascendiente no hayan aportado ningún cro1noson1a a nuestros 23 pares. Esto debería ... tener un efecto n1oderador en las personas que se deleitan en hacer ren1on- tar sus «raíces» inás allá de la cuarta generación hasta la realeza, los pri- 1neros pobladores u otros dignatarios. La situación sería incluso 1nás lúgubre para estos genealogistas si no fuera por el hecho de que los cro1noson1as homólogos interca tnbian seg1nen- tos (genes) entre sí. Este fenó111eno se lla1na sobrecruzanziento [crossing over], y se produce justo antes de la división reduccional en el rnotnento en que los 23 pares de cron1oso1nas se alinean en el centro de la célula (fig. 2.5). Debido al sobrecruza1niento, los cron1oson1as que aporta un ante- • o xFl Rx xo ex X X YO .y y o • y ;i~I 1:1: z¡o ez z o • z •/u 1 1 leju U r, ·r uo u¡of u v'o/ l.Jv vo • V V O ~: FIG. 2.5. - Sobrecruzt11Nie11. ~w w8 1 to. Representación csqucnnÍ· ' ~w wo w~ tica de un par <le cron10. so1nas hoinólogos intl'.rcain· biando algunos de sus gen<:s durante la división redu<.:. lal (b} (el cional. pasado concreto no pennanecen intactos a lo largo de todas las generaciones. Así, varios antepasados diferentes pueden aportar genes a cada uno de los 46 cron1oson1as poseídos por uno de sus descendientes, quedando abierta la posibilidad de que cada uno de los 64 antepasados pudiera haber apor- tado algunos genes a sus descendientes por línea directa de la sexta gene- ración. Sin en1bargo, es sun1an1ente ünprobable que su aportación fuera exactamente ele 1/64. La evolución orgánica 2.5 Genotipo y fenotipo Cuando los genes en el misn10 locus de un par de cro1noson1as _ho~1~­ logos contienen exactan1ente la misn1a información, se dice que el 1nc21v1- duo es homocigoto para el carácter controlado por este gen. A 1nen~1do, sin embargo, los dos genes diferirán ligera1nente. Se ~ice entonces qúe el individuo es heterocigoto. Los genes variantes localizados en un locus determinado se denotninan alelos. Como la distribución de los cro1noso1nas en las células sexuales se rige por el azar, es posible predecir las proporciones probables con las que dos o más alelos acaecerán en los hijos de padres y madres cuyos tipos ge- néticos se conocen. Por ejen1plo, suponga1nos que hay dos alelos en un locus: A y a. Debido a los procesos responsables de la distribución indepen- diente, esto significa que se pueden producir rres tipos de individuos: AA> Aa y aa. Cada una de estas combinaciones se llama genotipo. Se puede calcular la proporción con la que se producirán los genotipos mediante un sencillo mecanis1no conocido co1no cuadrado de Punnett. Sí un óvulo y un espermatozoide tienen la misma probabilidad de poseer ambos alelos, el cigoto tiene un 50 por 100 de probabilidades de ser heterocigoto (Aa o aA), un 25 de ser homocigoto (AA) y otro 25 de ser homocigoto (aa). El siguiente cuadrado de Punnett muestra que podemos esperar que aparezcan tres genotipos en la razón 1 AA: 2 Aa : 1 aa. Ovulo A Cuando el cigoto n1adura y el organismo nace, c~·ece y muere, sus car~c­ teres genéticos interactúan con el entorno en que tienen lugar .sus pe~uha. res experiencias vitales. La interacción de los genes con ~l medio amb1en.te produce el fenotipo: la manifestación externa del organ1s.mo. L.os organis- mos que tienen genotipos similares pueden mostrar fenotipos diferentes, y viceversa. Por eje1nplo, las personas predispuestas por la herencia a acumu- lar grasas pueden adelgazar si se someten a dietas rigurosas, mientras ~ue otras predispuestas por la herencia a la delgadez pueden engordar si se sobrealimentan. La lección importante de esto consiste en que ningún orga- nismo es un producto de su naturaleza puramente hereditaria; pero tampoco lo es de su experiencia vital en un ambiente dado. Antes bien, todos los individuos son producto de la interacción entre sus genes y su medio am- biente.
  • 13. 26 Introducción a la antropología general Genes dominantes y recesivos Los individuos que son heterocigotos para un carácter no siempre se pueden identificar como tales por su manifestación externa. Según parece, algunos alelos no surten ningún efecto sobre la manifestación externa de un carácter si están en una condición heterocigota. Se dice que tales alelos son recesivos. Los alelos emparejados con los recesivos se dice que son dominantes. En el ejemplo anterior, supongamos que A es dominante y que a es re- cesivo. La razón de los genotipos no cambiará, pero los individuos AA, Aa _ y aA poseerán el mismo fenotipo (bajo similares condiciones ambientales). Este descubrimiento fue realizado por primera vez por Gregor Mendel, fu~dador de la genética moderna. Cruzando guisantes de flores rojas con guisantes de flores blancas, Mendel obtuvo una generación de guisantes todos ellos de flores rojas: R R b b * La razón de esto estriba en que todos los guisantes de flores blancas eran homocigotos para el gen recesivo b, y todos los guisantes de flores rojas eran homocigotos para el gen dominante R. Ninguno·de los fenotipos mostra~a,l~ presencia del gen recesivo. Entonces, cruzando los guisantes h.eteroc1go:1 cos de flores rojas entre sí, Mendel demostró que el gen rece- s1vo todavia estaba presente en el genotipo: R b R b * Aproximadamente una de cada cuatro plantas de guisantes -las homo- cigotas para el gen recesivo b- daba ahora flores blancas. Aunque el anterior cuadrado de Punnett indica tres genotipos que acae- cen en la razón 1:2: 1, sólo hay dos fenotipos que acaecen en la razón 3: 1. ~uchos caracteres humanos -tales como el color de los ojos y el daltomsmo, así como la hemofilia, la anemia de células falciformes y otras enfermedades hereditarias- se rigen por sistemas de genes dominantes y recesivos en los que los individuos heterocigotos no se pueden distinguir fe- notípicamente de los que son homocigotos para un alelo dominante Esto hace a menudo que los individuos heterocigotos sean «portadores» de ca- La evolución orgánica 27 racteres nocivos. Sin embargo, en algunos casos, los individuos heterocigo- tos tienen ventaja sobre los homocigotos con alelos dominantes, aun cuando los individuos homocigotos con alelos recesivos puedan ser víctimas de en- fermedades mortales. La resistencia contra la malaria de que gozan perscmas heterocigotas para la anemia de células falciformes es un ejemplo clásic~ de superioridad heterocigota. Hay que subrayar que no todos los alelos recesi- vos son nocivos. El equilibrio de alelos en una población no está determi- nado por el hecho de que sean dominantes o recesivos, sino por las fuerzas de la evolución. Las fuerzas de la evolución En grandes poblaciones la frecuencia de los genes permanecería estable de no ser por ciertas fuerzas. '!'Ocio proceso que altera la frecuencia de los genes en una población es una fuerza evolutiva. En general, los biólogos identifican cuatro grandes fuerzas evolutivas. 1. Deriva de genes.-Las proporciones de genes en cada generac1on pueden diferir simplemente como consecuencia de factores azarosos en la forma en que se heredan genes y cromosomas. En caso"s extremos, inclu- yendo poblaciones muy pequeñas y bajas frecuencias génicas, los alelos pre- sentes en una generación pueden desaparecer totalmente en la siguiente. Supongamos que, en una población aislada, sólo un individuo de una po- blación total de 'cien porta un alelo para el cabello rizado. Podría darse la casualidad de que ninguno de sus hijos heredara este alelo y, a resultas de ello, ya no habría ninguna persona con cabello rizado en esta población. Otra forma de deriva puede producirse cuando parte de una población emi- gra y se lleva a su nueva residencia un pool de genes que no es represen- tativo del grupo originario. Por ejemplo, podría suceder, accidentalmente, _ que todos los individuos de pelo rizado emigraran al mismo tiempo de una isla a otra. Todos lqs cambios en las frecuencias génicas que provienen sen- cillamente de la naturaleza estadísticamente no representativa de genera- ciones sucesivas o de grupos migratorios son ejemplos de evolución por deriva de genes. 2. Flu;o de genes.-Como !~_poblaciones que co~titu~n una esp~­ cie nunca están totalmente aisladas unas- e otras, normalmente hay algún cruzamiento entree lla5." Cuando elc ruzamiento entre poblaciones se pro- duce en gran escala, muchos alelos pueden presentarse en nuevas propor- ciones en el nuevo pool génico. Por ejemplo, a causa del flujo de genes, la población del Brasil moderno tiene frecuencias génicas que no fueron características de los africanos, europeos y americanos nativos que han contribuido a la formación de dicha población. 3.. Mutaciones.-Estas son alteraciones o «errores» en la secuencia o estructura de las moléculas de ADN que producen nuevos alelos o ero-
  • 14. 28 Introducción a la antropología general mosomas. Muchos factores físicos y químicos pueden intervenir en la no replicación de un gen o de un cromosoma entero. La radiación, por ejem- p~o.' es una causa bien conocida de mutación en muchas especies. Bajo con- d1c1ones naturales, las mutaciones pueden producirse desde un máximo de una vez cada 20.000 duplicaciones hasta un mínimo de una vez cada 10 mi- llones de duplicaciones. Altos índices de mutación tenderán a alterar la composición del pool génico. Seal cual sea su índice de aparición sin e~bargo, las mutaciones, si son ventajosas, pueden constituir la ma'teria pruna para un extenso cambio evolutivo. 4: Selecc~ón natu?·al.-Con __Elucho la fue~a más poderosa para el cambio evo~uvo proviene <k.la eficacia biológica [/itness] variable de ge- nes y aleío~. La eficacia biológica se refiere pura y simplemente al número de descendientes, el éxito reproductoE, asociado a los alelos en un locus concreto. Cuanto más alto es el número de descendientes que se reprodu- cen, más alta es la eficacia biológica. Los alelos relacionados con eficacias biológicas más altas aumentarán su frecuencia a expensas de los alelos de menor eficacia. Este proceso de sustitución se llama selección natural. La selección natural designa cualquier cambio en la frecuencia génica provo- cado por el éxito reproductor diferencial. La selección natural puede actuar sobre las mutaciones o sobre el repertorio de genes existente. Cuando actúa sobre las primeras, puede incrementar rápidamente la frecuencia de un nuevo alelo, incluso si la mutación sólo se repite una vez cada millón de duplicaciones. Si determinadas alteraciones de las condiciones ambienta- les favorecen a alelos ya presentes en el pool .génico, la selección natural también puede aumentar rápidamente su frecuencia. Un ejemplo de la capacidad de la selección natural para incrementar la frecuencia de un gen raro es la evolución de cepas de bacterias resistentes a la penicilina. Los alelos .que confieren resistencia están presentes en poblaciones normales de bacterias, pero sólo en un pequeño porcentaje de individuos. Como conse- cuencia ?el éxit.o reproductor diferencial de estos individuos, sin embargo, el genotipo resistente se convierte rápidamente en el más frecuente. La selección natural y la «lucha por la supervivencia» La información contenida en el código genético no basta para producir un nuevo organismo. Para ello, los genes necesitan espacio, energía y sus- tancias químicas. Estos ingredientes vitales deben obtenerse del medio ambiente de acuerdo con las instrucciones contenidas en los genes. A no ser que un organismo progenitor muera inmediatamente después de producir una sola copia de sí mismo, la reproducción tiende a incremen- tar e} tamaño de una población. Cuando crece una población,_más pronto o mas tarde se alcanzará un punto en el que el espacio, energía y sus- ~cias guímic~ necesarias _para_sonstruir nuevos organismos se vuelven 1!1ás difíciles de obtener. Si cada organismo produce copias de sí mismo:-Ja La evolución orgánica 29 ~xpaE_sión de ~a población se realiza muy rápidamente. En p.Qco tiempo ya no l:iay suficiente espacio, energía o nutrientes _químicos comq_para permi- tir que todos los miembros de la población se reproduzcan con la misma tasa. :Algunos genotipos, lasque gozañde una mayor eficacia biológica,.·Ue- garán a constituir una parte creciente de la población. Es decir, serán obfeto de la selección natural. · La eficacia biológica está asociada a muchas clases diferentes de fac- tores. Puede estar relacionada con la capacidad del organismo para resistir las enfermedades, conquistar o defender espacios con más seguridad y ob- tener energía en cantidades mayores o más seguras, así como con una ma- yor eficiencia y seguridad en algún aspecto del propio proceso reproductor. Fueron Charles Darwin y Alfred Wallace quienes formularon los prin- cipios básicos del modo en que la selección natural podía dar por resulta- tado la evolución orgánica. Sin embargo, bajo la influencia de la filosofía dominante de la competencia económica, Darwin y Wallace aceptaron el concepto de «lucha por la supervivencia» de Thomas Malthus como princi- pal fuente de selección para el éxito reproductor. Así, en el siglo xrx, la selección natural se describió incorrectamente como la lucha directa entre individuos por recursos escasos y compañeros sexuales, e incluso como la depredación y destrucción de unos organismos por otros de la misma es- pecie. Aunque la muerte y la competencia dentro de la propia especie in- fluyen a veces en la evolución orgánica, los factores que fomentan el éxito reproductor diferencial no están relacionados, en general, con la capacidad de un organismo .para destruir a otros miembros de su propia población o impedirles que obtengan nutrientes, espacio y compañeros sexuales. Hoy en día, los biólogos reconocen que la selección natural favorece tanto la cooperación dentro de las especies como la competencia. En las especies sociales la perpetuación de los genes de un individuo a menudo depende tanto del éxito reproductor de sus parientes próximos como de su propia supervivencia y reproducción. Muchos insectos sociales tienen inclu- so «castas» estériles que aseguran su propio éxito genético criando la prole de sus hermanos fértiles (véase p. 538). Adaptación y evolución general Debido a la selección natural, se puede decir que los organismos se adaptan a las necesidades y oportunidades existentes en su medio ambiente. Un carácter adaptativo es aquél que Coñfiere niveles relativamente altos de eficacia biológica. Es importante recordar que no hay ningún nivel absoluto y fijo de eficacia biológica que garantice la perpetuación de una especie. La esencia de la evolución orgánica es su oportunismo. En cualquier momento dado, una extensa gama de experimentos naturales se está llevando a efec- to, lo que conduce inevitablemente a la modificación y sustitución de espe- cies hasta entonces muy bien adaptadas (cf. Alland, 1970). Debido a cambios en los medios físico y orgánico, los caracteres que antes eran adap-
  • 15. 30 Introducci6n a la antropología general tativos pueden volverse inadaptativos. El registro evolutivo n1uestra que cuando can1bian las condiciones, las espeCIC-S...inejor adaptadas sustituyen a las _peor adaptadas o inadaptadas. En la mayoría de los casos, estas nuevas especies no___:pu~den considerarse tnás o menos con1plejas, <~avanzadas~> o «eficientes~) que sus predecesoras. Sencillamente, están n1ejor adaptadas a las circunstancias. Sin embargo, pese a la naturaleza pura1nente local, pragn1ática y opor- tunista de la mayor parte de la evolución orgánica, ha habido una dírección global en el proceso evolutivo de la Tierra. Esta dirección, que se deno1nina evolución general) ha consistido en la ocupación y utilización graduales de~ todos los hábitats capaces de sustentar la vida, empezando poi- los n1ares poco profundos y extendiéndose hasta los océanos, las costas, la atinósfera y el interior de los continentes. Al llenarse de vida cada uno de estos há- bitats, han aparecido estructuras y sisten1as orgánicos cada vez tnás con1- plejos: primero las criaturas unicelulares, después las pluricelulares, a con- tinuación los organisn1os con algunas partes del cuerpo especializadas, final- mente las fonnas que tienen cientos de órganos altan1ente especializados y finamente articulados. En la serie que se extiende desde los protozoos hasta los peces, anfibios, mamíferos y seres hu1nanos, la adaptación ha produ- cido nervios, glándulas y cerebros cada vez inás especializados. Los organis- 111os «superiores» o más complejos, incluida nuestra propia especie, han evolucionado a partir de prototipos «inferiores» o más sitnples gracias a la selección automática de innovaciones genéticas tclativan1entc ventajosas para el éxito reproductor. Los tres capítulos siguientes se ocupan de la secuencia concreta de adaptaciones y transformaciones ~volutivas que condujeron al surgimiento de nuestra especie, el Hon10 sapiens. Resumen El Hanzo sapiens es un producto evolutivo. La evolución organ1ca es una consecuencia de la interacción de procesos reproductores y evolutivos. Los procesos reproductores dependen de la replicación de la información genética codificada en las moléculas de ADN halladas en loci activos de los cromosomas. En los seres humanos y otros organismos que se reproducen sexualrne.nte, los genes se combinan aleatoi-iamente durante la división reduccional. Esto da lugar a la distribución independiente de los caracteres hereditarios. El conjunto real de genes en los cromosomas de un organismo constituye su genotipo; el fenotipo, su manifestación externa, es conse- cuencia de la supresión de los alelos recesivos y de la interacción del ge- notipo con el medio ambiente. La evolución biológica se inicia con cam- bios en la frecuencia de genes hallados en una determinada población. Cua- tro grandes fuetzas explican los can1bios en la frecuencia génica: deriva de genes, migración, mutación y selección natural. De éstos, la selección na- tural es el más poderoso porque explica la adaptatividad de las especies así corno las tendencias evolutivas generales. Capítulo 3 GENEALOGIA Y NATURALEZA HUMANAS Este capítulo aborda aspectos relativos al proble1na de la definición de la naturaleza hu1nana. Describe, en pri1ner lugar, los rasgos anatómicos y conductuales que co1npartin1os con nuestros parícntes lejanos del reino anin1al. Después, se centra en los rasgos anatón1icos y conductuales que co1nparti1nos con nuestros parientes animales 1nás próxin1os. Por últin10, identifica aquellos rasgos que sólo los Seres hun1anos poseen. Del animal al primate Los biólogos clasifican los organismos sirviéndose de un conjunto es- ~andarizado de 21 categol·ías cada vez n1ás inclusivas, que ascienden desde la especie hasta el reino. Los diferentes tipos de organismos dentro de cada categoría se deno1ninan taxones. El objetivo de esta categorización consiste en agrupar a todos los organis1nos que poseen un antepasado común en el n1isn10 taxón. Así pues, si uno está interesado en la pregunta ¿qué es la naturaleza hu1nana?) parte de la respuesta radica, sin duda, en conocer los taxones a los que pertenecen nuestros antepasados. Todos estos taxones han aportado algo a la naturaleza hu1nana. Co1no nluestra la tabla 3.1) nuestra especie tiene una genealogía defi- nida por 14 categorías taxonó1nícas pertenecientes al reino anin1al. Los espacios en blanco que siguen a ciertas categorías indican que, en dichos niveles taxonómicos, no se distinguen convencionaln1ente taxones contras- tantes en nuestra genealogía. Los seres humanos son animales: organismos móviles y pluricelulares que obtienen energía de la ingestión («comida»). Los animales son radical- 31
  • 16. 32 Introducción a l'a antropología general TABLA 3.l Categorías y taxones de la genealogía hun1ana Categoría Reino Filo Subfilo Superclase Clase Subclase Infraclase Cohorte Superorden Orden Suborden Infraorden Superfa1nilia F<1.1nilia Subfaniilia Tribu Subtribu Género Subgénero Especie Subcspecie Taxón Aniinalia Chordata Vcrtebrata Tetrapoda iVlan101alia Thcria Eutheria Prin1ata * Anthropoídea ~< I-Ion1inoidea * I-Io1ninidac ·:: l-Ionio I-Ion10 stlpiens I-Jo1no sapiens sapiens Descripción conttin Ani111ales Animales con notocordios Aniinales con espina dorsal Ani1nalcs con cuatro pies Aniinales con pelaje y glándulas n1ainarias Mainíferos que conciben crías fetales Mainífcros que aliinentan al feto en el útero Todos los n1onos, silnios y hu1nanos Sitnios Los hum.anos y sus antepasados in1nediatos Mícn1bros actuales y extintos de la especie hun1ana Especie hun1ana 1noderna Todos los seres huinanos conte1nporáneos * Los vocablos prhnate, antropoide, hominoide y homínido se emplean a menudo con10 términos informales. mente diferentes de los 1niembros del reino vegetal, de las bacterias, de las criaturas unicelulares (protistos) y de los hongos. . 1~an1bién pertenecen1os al filo anÍlnal de los cardados c~yos 1n1en1bros poseen: (1) un notocordio, una estructura en fonn~ de bastan que propor- ciona soporte interno al cuerpo; (2) bolsas bl'anquzales, aberturas laterales Genealogía y naturaleza hu111anas 33 en la garganta; (3) una cuerda nerviosa hueca que ten11ina en un cerebro. (Mostran1os los dos prin1eros rasgos sólo cuando son1os en1btiones.) Los cordadas contrastan radicalinentc con unos 24 filos diferentes de anin1ales, con10 las esponjas, las n1eclusas, los plateln1intos, los acáridos, los 1noluscos y los arttópodos (insectos, crustáceos, 111iriápodos, arácnidos). Asiinisn10, los seres hun1anos son vertebrados, que se singularizan i'de otros subfilos de los cordados 1nerced a dos rasgos: (1) en todos los verte- brados adultos el notocordio está rodeado o se halla sustituido por una colu1nna de discos cartilaginosos y óseos (las vértebras); (2) eJ cerebro está encerrado dentro de una cubierta ósea (el cráneo). Dentro de los vertebrados pertencccn1os a la superclase de los tetrá- podos, que literaln1ente significa «de cuatro pies», diferente a su vez de la superclase de los peces. Los tetrápodos se dividen en cuatro clases: anfi- bios, reptiles, aves y 111an1Íferos. Nuestra clase, los n1an1íferos, se distingue de las otras por: (1) glándulas n1an1arias que secretan leche; (2) pelaje, y (3) dientes incisivos, caninos y 111olares para cortar, desgarrar y triturar res- pectivan1ente. Aden1ás, los n1a1níferos con1parten con las aves la capacidad de n1antener su inedio son1fítico interno a una ten1peratura constante. l,os n1an1íferos se dividen norn1aln1ente en dos subclases: los tcrios, n1a- 111íferos con10 nosotros que no ponen huevos, y los prototerios, 111.nn1íferos que ponen huevos, de Jos que el equidna (Echidna) y el ornitorrinco (Orni- thorhynchus) son los géneros representativos 111ejor conocidos y los únicos supervivientes. I~l equidna y el ornitorrinco sólo se encuentran en Justra- lia, 'l'as111anía y Nueva Guinea. 1'icncn glándulas 111a1narias, pero no pezo- nes, pelaje (en forn1a de púas en el caso del equidna) y un tern1ostato so111ático rudin1entario. El ornitotrinco copula en el r¡gu::t e incuba sus huevos en una 1nadriguera durante diez días) aproxin1ada1nente. El equidna vive 1nás bien en tierra y tiene una bolsa en la que coloca a su cría una vez que ha salido del huevo. La subclase de los terios, que no pone huevos1 se divide en dos infracla- ·ses vivientes: los n1et<Herios, o 111arsupiales, y nuestra propia infraclase1 los eutcrios. La característica principal de los euterios es la presencia de la placenta, una singuhu· estructura nutricia y de intcrcan1bio de desechos que asegura el desarrollo del feto dentro del cuerpo de la niadr.e. Los n1etaterios carecen1 p;Jrcial o totaln1cnte, de estructura placentaria. En efecto, 1nuchos, aunque no todos 1 tienen una bolsa externa en la que la din1inuta cría recién nacida co1npleta su desarrollo fetal. Ade1nás de ejen1plos fan1iliarcs, con10 el canguro y la zarigüeya, los n1ctaterios presentan una variedad dcslun1- brante de fonnas. Muchos viven una vida arborícola, alin1entándose de in- sectos y frutos; unos son depredadores; otros excavan túneles; algunos son acuáticos; otros saltan y se deslizan. lTay n1arsupiales que se parecen a los ratones y otros recuerdan a los zorros, los visones, los lobos y las ar- dillas. Estas sen1cjanzas revisten gran interés teórico porque no se deben al hecho de descender de un antepasado co1nl1n1 sino a adaptaciones a condiciones ecológicas sin1ilares.
  • 17. 34 Introducción a la antropología general Nuestra infraclase, los euterios, co1nprende 16 órdenes, incluyendo, por eje1nplo, los insectívoros, carnívoros y roedores. El orden al que per- tenece1nos nosotros se lla1na prin1ates, un taxón que abarca a n1onos, si- mios, tarseros, lé111ures y otros parientes cercanos. El orden de los primates Los tnamífetos prin1itívos tenían garras, el pulgar y el prüner dedo del pie no oponibles y ojos colocados lateralmente. La principal dirección d<> la e_volución de los prin1ates se caracteriza por la sustitución de las garras por uiías planas, los pulgares y dedos del pie no oponibles por pulgares y dedos. oponibles y los ojos colocados lateralmente por ojos colocados de~ lante.. dela cara (cf. Schwartz y otros, 1978). Estos cambios solían explicarse como adaptaciones a un estilo de vida propio de hábitats boscosos que implicaba trepar y saltar profusamente: los dedos oponibles y sin garras para asir las ra1nas y saltar de árbol en árbol; los ojos orientados frontal- 111ente para la visión estereoscópica con el fin de correr y saltar a gran altura por enciina del suelo. :p~r9__la vida arborícola no es suficiente para explicar las _priin_eras fas_es de la evolución de los prin1ates. Por ejen1plo, las ardillas c·arecen de los tres rasgos anteriores y, sin e111bargo, son consun1ados acróba- tas aéreos. Parece probable que las funciones de asin1iento de las 111anos y pies Je los prin1ates evolucionaron para facilitar 111ovÜTIÍentos cautos, bien controlados, en busca de pequeños anin1ales e insectos entre las ran1as y hojas más bajas de los hábitats boscosos. La v!sión estereoscópica de los pri- 111atcs se asemeja a la de los gatos y aves depredadoras, que tan1bién han evolucionado en relación con la depredación de pequeños anünales e in- sectos (Cartmill, 1974). La aportación de los primates a la naturaleza hu- 111ana se puede sintetizar en siete enunciados, cada uno de los cuales está r.~Jaci_onado, hipotéticarncnte, con la necesidad de alirnentarse, desplazarse o reproducirse en un hábitat boscoso. l. Manos y pies prensiles.-Los primates se desplazan subiendo y ba- jando por los troncos de los árboles y a través de las ramas de los árboles 1nediante rp_a_110.s____ y __pie_s c_ap_aces de coger _y agarrar. Se dice, por eso, que sus dedos flexibles, en especial el pulgar y el dedo gordo del pie, son pren- silu._ En muchas especies de primates, el dedo gordo del pie, además del Pulgar, es tan1bién oponible: su ye1na puede tocar las de los den1ás dedos. Estrechan1ente asociada a la prensilídad está la ausencia o reducción de las gatras utilizadas por otros órdenes de 1na1níferos para trepar, depredat y defenderse. En efecto, la niayor parte de los pritnates tienen ufias planas, que refuerzan y protegen las puntas de sus dedos sin obstaculizar la prensi- lidad (fig. 3.1). 2. Fuucioues especializadas de las extremidades delanteras.-Los pri- 1nates tienen una c_~P-ªS_i_q_a_d___1nuy desatrollada para girar, flexionar y extcn- Genealogía y naturaleza hu1nanas 35 der _s_us extremidades delant~ras. Esta capacidad explica la distinción entre brazos y patas. Los brazos, en conjunción con una rnano prensil, ?.~----~-~_ap­ tan _ ~~-~n a las funciones de explorar el espacio bajo las hojas y entre las r?_t:ria_s_,__de _aga_rr_?J y acercar frutos y bayas, y de capturar pequeños_ a1)]1!1a- les e insectos. Musarniia arboricola FrG. 3.1.-Fonnas de asir de los pri?nates. 3. Agudeza visual.-~0~___9j9_~..-sie_ los __ptünates _son gran9~s y proporcio- nados a la superficie facíál, y están siJJJJ!<l_os__ not111alinente__en la parte de- lantera ~e la cabeza en vez de a los lados. ~--?.~?- _disposición sirve para Producir la visión estereoscópica y la capacidad para evaluar distancia.s, que resultan vitales en un _hábitat bo_scoso. La n1ayor parte de los prunates iíl~111b-léri -;e- -foS colores·. Pero en contraste con su bien desarrollado sentido de la vista, su olfato es relativan1ente pobre. Muchos otros 111:p11íferos ob- tienen la niayor parte de su ínfor111ación olfateando el n1edio an1biente y los ojos se localizan detrás de sus hocicos. Los p_<,::xros.1 por ejen1plo, carecen de visión estereoscópíca y sólo ven en tonos blancos y negros. S911 litcral- 1:ii_e11t.e___c_onducidos poi· sus _narices. _El e111plaza1niento de los ojos en los pri~ niates está relacionado con la prensilidad y n1ovilidad de sus extren1idades delanteras. La -~Ji_1nen_t__ac::i_ón típica de los prünates ün_plica_ una_ acción de asÍlniento p_ara-- Ifevarse los objetos a Ja boca, donde _son exan1inados por los ojos antes de ser ingeridos. En can1bio, 19_;;, _n1a_1)1íferos con hocico exa- 111inan su alin1ento fundan1entaltnente n1ediante el sentido del olfato. 4. Un núniero__1_·_ed_u.c;__id,q___de _cría_s por P_Cltto,_._-A un ?~tiyo n1a111ífero arborícolíl<iú-e_--:·1:e_c_o_1T~ __ l_a_rgas distancias_ le resultaría difícil cuidar de una___ gran ca1nada. J)ebido a ello1 los prin1ates no suelen tener niás de dos o t.~-~e_s_ c_~J~_s_ p9i: _ p_ax.to_ y1 _ en, 1nuchas especies, la regL1__ es i¿n_g___~ol_a _cría.
  • 18. 36 Introducción a Ja antropología general 5. Prolongación de la gestación y la infancia.-1..a n1ayor parte de los órdenes de 1na1níferos cuyo éxito reproductor depende de un gran nún1ero de crías por parto tiene cortos períodos de gestación seguidos por un rápido inicio de la n1adurez sexual y del estado de adulto. En este tipo de n1an1í- feros los elevados índices de natalidad sirven para con1pensar los naci1nien- tos anonnales. Un~ alta_ proporción de los individuos de la can1ada nacen inuertos o son ellininados poco después del nacin1iento con10 consecuencia de- la cü111petencia entre los con1pañeros de can1ada por la leche, protección y cuidados de la n1adre. ~g~__pr,ít}?:~~e~-~--cn ca1nbio, _se _concentra11 en.una sola criatura a la vez y le proporcionan grandes cuida4os hasta que se desarrolla... 10__ ?tlficíente con10 para ·poder ali1nentarse por sí n1isn1a. Con1paradas con C-1 l·Csto del reino a~í1nal, todas-las 1nadres pritnates 111ünan a sus crías. 6. Co1nplejidad de la conducta social.~Otra de las consecuencias de no tener grandes camadas es que 1ª~___ p_au_ta~ de con_ducta de los_ prÍlnates so_n __n1_uy sociales. Se deriva esto de la pr_olonga_da relación n1adre-hijo y de los __i_1_~~ens.os cuicl_ados _pi:o_digados a cada crí_a. _La destreza 1nanual ta1nbién iñC-ren1enta la interdependencia social, puesto que pertnite a los priinates a_<)calarse___1nutuan1ente. La n1ayor parte de los prin1ates pasa su vida con10 i~1{en1bro de un grupo (no necesariaincnte aquél en que ha nacido) que ~oopera en la b(lsqueda de alin1entos y en la defensa contra los depredado- res._ La vi_da en grupo se ve facilitada por siste1nas de con1unicación relati- va111~_11__te__ c91nplejos, consistentes.en señales que indican la presencia de alí- rííCJ11:os, .Peli_gro, interés sexual y otras cuesti.ones cruciales. Los pri1nates neccsítan con1pafieros sociales no sólo para sobrevivir física1nente, sino tan1- bién para n1adurar einocíonalinente. Muchos estudios han de1nostrado que los n1onos criados en aislan1iento 1nanifiestan graves sínto1nas neuróticos, con10 titnidez o agresividad excesivas (cf. I-Iarlov y otros, 1966). 7, De.s_arroll9 de.l cerebro.~La n1ayor parte de los prín1ates presenta una razóñ·-·alta entre los pesos cerebral y corporal. Cada una de las anterio- res consecuencias de la __v~Q_a __arborícola proporciona la oportunidad o la i:!_~_ce_si_cfad _de cerebros 1TiáS- cotnplejos. El 1nedio arbóreo, con su follaje azo- tado por el viento, rociado por la lluvia y n1oteado de luz, requiere una constante labor de vigilancia y de interpretación. Las 1naniobras explorato- rias de las extren1idades delanteras y d~dos, así con10 su capacidad de acer- car los objetos a los ojos para su exainen, requieren tan1bién con1plejos cir- cuitos neurales. Pero el factor 1nás itnportante de todos es el alto nivel de interacción social. No es accidental que lq_s___p_ritp_<ltes sean los n1a1níferos 1nª.s--....~<_cexebrales» y 1nás sociales. La depe-ndCl1cía prolongada de las crías ¿;fin1ates, el gran volun1en de inforn1ación auditiva, visual y táctil intercan1- biada entre n1adte y prole, los juegos entre los adolescentes y el acicala- 111iento mutuo entre los adultos pr_esuponen una considerable capacidad para adquirir, al1nacenar y recordar infor1nacíón. No es tatnpoco casualidad que los hun1anos, los inás inteligentes de los primates, sean ta1nbién los Genealogía y naturaleza huinanas 37 prÍlnates n1ás sociales. Nuestro cerebro es, sobre todo, una consecuenci11 evolutiva de nuestra excepcional sociabilidad. El suborden de los antropoides frente al suborden de los prosimios ~l _orden de los prin1ates con1prende dos subórdenes: .antropoides___y prosun1os. ~os 1_11011os, _los gtandes siinios _y los_ seres hun1anos pertenecen a~ pri1nero de estos s~bgrupos. El de los prosin1ios se halla integrado por len1ures, tarseros, lor1s y (tal vez) 1nusarafias arborícolas. Estos prin1os nuestros nlenos conocidos se encuentran en Afríca, Madagascar, India y el Sudeste asiático.. Desde los puntos de vista biológico y conductual, nlu- chos de los prosinuos parecen estar a tnedio can1it10 entre los antropoides y el orden n1an1ífero de los insectívoros. Por otra parte, a los antropoides se 1~s deno1nina a veces «prin1ates superiores». 'l'icnen cajas craneanas relat.1van1entc 1nás grandes y redondas, caras nlás planas y labios superiores nlóvtle_s separa~os de las encías. Esto últín10 es in1portante para producir expresiones faciales, que a su vez figuran en el desarrollo de las forn1as 1nás avanzadas de la v!da social de los prin1ates. Los 1oris y los lé111urcs (pero no los tarseros) tienen sus labios superiores unidos cxtcrnan1entc a la nariz por una tira el.e piel hú1ncda Jlan1ada rhinariunt que ta111bién se puede observar en los hocicos de gatos y perros. Los hun1anos alardea1nos de una nariz seca y de un labio superior seco y velloso. Pero los caballetes vertica- les que conducen a nuestra nariz sugieren que alguien en nuestro árbol genealógico tuvo un rhi11ariu111. Las superfamilias de los antropoides El suborden de los antropoides se con1pone de tres superfa1nílias: (1) los ccboides, o n1onos del Nuevo Mundo; (2) los cercopítecoides, o mo- nos del Viejo Mundo, y (3) los h0minoides, que comprenden todas las espe- cies. _f.ósi_les y conten1poráneas de sin1ios y seres hun1anos ,., . Los 1nonos del Viejo y del Nuevo Mundo tienen diferentes estructuras dentales que indi- can una antigua separación del tronco pritnate o prositnio co1nún. Los tno- nos del Viejo Mundo tienen la lla1nada fórn1ula dental cercopitccoide: 2.1.2.3 (fig. 3.2). Las cifras encima de la línea designan, de izquierda a 2.1.2.3 detecha, el nún1ero de incisivos, caninos, pre1nolares y 1nolares en un cua- drante superior del inaxilar; las que están debajo, su número en un cua- ,., Algunos taxono1nistas distinguen dos infraórdenes dentro de los antropoides: ca- tarrinos Y platirrinos, perteneciendo las superfamílias de los ccrcopitecoides y ceboides al primero y al segundo respectivainente. No hay ningún acuerdo, sin embargo, en que esta distinción sea pertinente para Ja ascendencia de los homínidos.
  • 19. 38 Introducción a la antropología general drantc inferior. (EJ nún1ero total de dientes es igual a dos veces su nú!Tiero en el cuadrante superior n1ás dos veces su nú1nero en el cuadrante inferior.) 2.1.3.3 2.1.3.2 'Todas las fan1ilias ccboides tienen estructuras del tipo o - - - 2.1.3.3 2.1 .3.2 (Si les han salido las 1nuelas del juicio, pueden descubrir que co1npartcn 2.1.2.3 con los cercopitccoidcs la estructura ----.) 2.1.2.3 Características de los hominoides FrG. 3.2.-Dentición de los lllonos del Vicio Afundo (arri- ba); dentición de los 111011os del Nuevo Mundo (abajo). Los honJinoides difieren de los antropoides por la forma de desplazarse y_ pól:'~fa~ posturas que adoptan cuando se alüncntan. La n1ayor parte de los antropoides son capaces de una gran variedad de 111ovitnientos y pos- turas, tales como andar, correr, ir a gatas o 111antenerse de pie; suspender- se de una, dos, tres o las cuatro extren1idadcs; balancearse con uno o los dos brazos; saltar y brincar. Pero otros prí1nates realizan sólo algunas de estas posibilidades. A diferencia de los hominoides, la mayor parte de los monos son pequeños anünales arborícolas que se deslizan a gatas por las ramas de los árboles y que, para alimentarse1 se sientan erguidos sobre una ran1a. Algunos de los n1onos 1nás grandes han desarrollado colas prensiles) que les ayudan a agarrarse a las ran1as pequeñas cuando se abren paso en busca de ra1nitas con frutos y hojas delicadas. En algunas especies n1ás grandes, la forn1a de andar cuadrúpeda se con1ple1nenta con la capacidad de Genealogía y naturaleza humanas 39 alcanzar las ramas niás altas poi- encin1a de sus cabezas y con la propulsión iniciada por Jos brazos a través de espacios abiertos. Este balanceo de ran1a en ran1a 1nediante los brazos se llan1a braquiación. . Tres de los hominoides vivientes -el Homo sapiens, el gibón '): el s1a1nang- rara vez se desplazan a gatas. El gibón y el sian1ang son iinte todo braquiadores que se balancean de ra1na en ran1a con las patas enco- gidas contra sus cuerpos, propulsados a través de graciosas trayectorias gracias a sus brazos, extraordinarian1ente largos y fuertes. FIG. 3.3. -Gorila (izquí~rdaJ; 'Hon;o sapiens (derecha). Hombre Aunque el chin1pancé, el gorila y el orangután ta1nbién tienen brazos largos, los individuos adultos son den1asiado grandes y pesados para bra- quear con energía. Sin e1nbargo, sacan partido de sus largos brazos cuando practican la alin1entación en suspensión: se suspenden con la ayuda de los brazos y los pies prensiles, estirándose para arrancar sabrosos bocados de ran1as que no podrían aguantar su peso. Ade111ás, los siinios africanos han desarrollado forn1as especiales de andar en el suelo destacando en este sentido, el chilnpancé y el gorila, que pasan la n1ayor Í)arte de sus 1 días sobre el suelo. En esto se parecen a los 1nonos que viven pertnanente1nente en el sue101 con10 los babuinos. Pero 1nientras que los babuinos 1nantienen su forn1a de andar cuadrúpeda can1inando sobre las paln1as de las 1nanos1 los gorilas y los chitnpancés andan sobre los nudillos: sus largas extren1ída- des delanteras se unen en el codo fonnando una línea recta rígida1 y su
  • 20. 40 Introducción a la antropología general peso hacia delante descansa sobre los nudillos. Los orangutanes, que pasan 1nucho 1nás ticn1po en los árboles1 andan norn1aln1entc apoyándose sobre los diversos lados de Jos puños durante sus raras visitas al suelo ('futtle, 1969; Napier, 1970). Los largos brazos móviles de todos los póngidos vi- vientes (siniios) sugieren que sus antepasados fueron poderosos braquia- dores que practicaban la alin1entación en suspensión. 'fa1nbién es posible que el !Jonio sapiens tuviera antepasados braquia- dorcs que practicaban la alünentación en suspensión, puesto que ta1nbién teneinos brazos n1óviles bastante largos en co1nparación con la longitud de nuestros troncos. En nuestro caso, sin e1nbargo, la capacidad de bra.:' quíacíón fue casi totaln1ente abandonada en favor del bipedisnzo. Esto ha llevado al alarga1niento de nuestras piernas hasta un punto que no conoce parangón entre los hominoides (fig. 3.3). l'iay que añadir tal vez que los hon1inoides son probablen1ente 1nás in- teligentes que los de111ás prÍlnates, con10 sugieren los recientes experünen- tos con la enseñanza de for1nas de co111unicación a gorilas y chiinpancés (véase cap. 23). La familia de los homínidos frente a la familia de los póngidos y los hilobátidos La superfamilia de los hominoides comprende tres familias: (1) los Ho111inidae1 todas las variedades de hon1ínidos de los que el Flon10 sapiens es el único representante superviviente; (2) ·Jos póngídos, todas las varie· dades, conten1poráneas o extintas, de si111íos, salvo el gibón y el sia111ang, y (3) los hilobátidos, el gibón y el siamang y sus antepasados fósiles. Desde un punto de vista anatón1ico, las diferencias n1ás llan1ativas entre los homínidos y los póngidos están todas relacionadas con el desarrollo del bípedis1110 entre los hoinínidos. Con10 veren1os con 111ás detalle en el si- guiente capítulo, los ho1nínidos abandonaron la alin1entación en suspen- sión y la braquiación en favor de una vida que transcurría, en su n1ayor parte,_ en el suelo y en un hábitat relativan1ente abierto o del tipo de la sabana. De este catnbio básico de hábitat y niodo de andar surgieron una serie de adaptaciones anatótnicas y conductuales que separaron a los hon1í- nidos de los grandes sitnios. Para con1prender quiénes son1os debe111os en1- pezar por el suelo. Al principio fue el pie. l. El _pie.-La forma de andar bípeda fue posible graCias a una ex- tensión hacia atrás del hueso del talón y a una realineación del dedo gordo del pie. La fuerza de elevación de los músculos de la pantorrilla levanta el hueso del talón. Después, el apalancarniento contra el dedo gordo del pie transmite un in1pulso hacia delante y hacia arriba. Los arcos que se extien- den desde la parte delantera a la trasera y de lado a lado mantienen elásti- ca la acción. El dedo gordo del pie humano, a diferencia del de los póngi- dos, se alinea con el resto de. los. dedos y ha perdido prácticamente toda Genealogía y naturaleza hun1anas 41 su oponíbilídad. Mientras que el pie de los póngidos puede ser utiliz,1do para tocar y asir objetos, el pie de los hu111anos se ha especializado en estar de pie, andar y correr (fig. 3.4). · FIG. 3.4.-Ph, ht11ncu10 (arri- ba); pie de gorila (abajo). Dedo pulga• Calcáneo 2. Brazos _y 1na11os.-La gran ventaja del bipedisn10 de los hon1ínidos estriba en que deja libres las n1anos y los brazos. El" goríla1 el chi111pancé y el orangután dependen de sus brazos para la braquiación o para andar en posición sen1icrecta. Los ho111ínidos son los únicos anin1ales que pueden recorter có111oda1nente largas distancias en el suelo 111ícntras llevan objetos pesados en sus n1anos. Adcn1ás, la destreza n1anua1 de los hon1ínidos es insuperable; en el gibón y en el orangután, las necesidades de trepar y de braquiación han reducido el ta111año y destreza del pulgar. El chi111pancé y el gotila son bastante diestros, pero nuestro pulgar es n1ayor1 1nucho n1ás
  • 21. 42 Introducción a la antropología general 1nusculoso y n1ás flexible. La longitud y fuerza del pulgar hunu1no· nos penniten un asin1Íento extraordinaria1nente preciso, fuerte pero delicado. Este asin1icnto, que es casi un rasgo tan distintivo de la hun1anidad con10 el bipedisn10 y el ta111año del Cerebro,_ ha ayudado a convertirnos en los supren1os artesanos del reino ani111al. 3. Las extreniidades ínferiores.-En relación con la longitud del tronco, las piernas hun1anas son las n1ás largas entre los ho1ninoides (fig. 3.3). La gran pantorrilla de nuesttas extrcn1idades inferiores es dis- tintiva; los grandes sitnios carecen de n1úsculos pron1ínentes de la panto-.. trilla. Aún es n1ás hu111ana la in1ponente n1usculatura glútea que, cuando no nos sentan1os sobre ella, proporciona gran parte de la fuerza para can1inar cuesta arriba, enderezarse después de agacharse, correr y saltar. 4. El cinturón pélvico.-En los 1nan1íferos cuadrúpedos, la pelvis pre- senta el contorno de un estrecho tubo al que se fijan las cxtren1idades traseras forinando casi un ángulo recto. Casi la niítad del peso de un llium .F1G. 3.5.-Pelvis hun1a11a (arriba); pelvis de chi111pancé {abajo). ( ;cncalogía y naturaleza hu1nanas 43 anirnal que se desplaza a gatas se ttanstnite por la pelvis a las extre1nidadcs traseras. Entre los póngidos, las extre111idades traseras soportan un por- centaje 1nayor del peso total del cuerpo. La pelvis del chiinpancé, por eje1nplo, 1nuestra cierto aplananliento y robustecin1iento debido al íncr~- 1nento de la función de sostener pesos. Pero en los hon1ínidos, la p~lv1s tiene for1na de cuenca, y el centro de gtavedad del cuerpo pasa dir~cta­ mente por ella (fig. 3.5). La conformación de la pelvis humana en forma de cuenca se con1pleta con vértebras que se doblan hacia adentro y liga- n1cntos en la base de la colun1pa vertebral que cierran la parte inferior de la cavidad pélvica. Unaimportante función de la pelvis consiste en propor- cionar acopla1nientoS a los fuertes n1úsculos que controlan las piernas. La forina de cuenca o anillo de la pelvis hu1nana con sus dos cías a 1nodo de anchas hojas incre1nenta la fuerza efectiva de toda la 1nusculatura que interviene en la posición erecta. Los tnlisculos fijados a estas cías y a otras partes de la pelvis ta1nbíén proporcionan gran parte de la fuerza para mover las extre1nidades inferiores. F1G. 3.6.-Columna vertebral de gorila (izquierda); columna vertebral htonana (derecha).
  • 22. 44 Introducción a la antropología general 5. La colunn?t1 vertebral.~Para posibilitar la postura erecta, la co- lun1na vcrtcbnd hun1ana ha desarrollado una singular curva en la región lu111bar (fig. .3.6). Aquí, la colu1nna se encorva hacia delante por cncin1a del ccnlro de L1 pelvis y, al encontrarse con la pelvis, vuelve en sentido inverso para [orinar una hoz con el 1nango arriba. Sin esta curva, el centro de _gnn1cdad del cuerpo se alteraría> y la gente tendería a dcsplo1narse hacia atrás. Aunque es capaz de soportar setecientas libras o i11ás, nuestra c0Ju111- na vertebral est<i sujeta a un funcionan1iento defectuoso. Las fuertes pre- siones sobre los discos cartilaginosos entre las vértebras producen hernias, alinean1íentos defectuosos y «dolores de espalda» específican1ente hu111a-.. nos. En su extre1no superior {la región cervical) la colun1na vertebral hu1nana se curva hacia delante, después hacia arriba y ligeran1cnte hacia atrás, y se articula con nuestro cráneo en un punto próxin10 a su centro de gravedad. Las vértebras cervicales del hon1bre carecen de las largas pro- longaciones espinosas hacia atrás que sujetan los grandes 111úsculos del cuello del gorila (Harrison y Montagna, 1969). 6. El cuello.-I..a cabeza gira en lo airo de la columna vertebral sobre un par de protuberancias óseas situadas en la base de nuestros cráneos. Estas protuberancias se ll.an1an cóndilos occipitales (fig. 3.7). En los pón- gidos la mayor parte del peso de la cabeza se desliza hacia adelante de los puntos giratorios. Los fuertes n1úsculos del cuello necesarios para la estabi- lidad oscurecen totaln1ente el contorno esquelético de la región cervical del gorila. Los hon1ínidos n1odernos son diferentes; nuestros cóndilos ·f . ~ ··. Fit>. 3.7.-Base del cráneo htonano. c;encalogía y naturaleza huinanas 45 occipitales están muy próxin1os al centro de gravedad de la ca?eza. Nuestra cabeza casi se balancea por sí sola en lo alto de la curva cervical; por ello, sólo necesiu11nos en el cuello unos 111úsculos relatíva1nente pequefios; te- nen1os un cuello distintivan1ente largo y delgado. 7. El cráneo -La pa1te posterior del c1áneo a la que se fijah los músculos del cuello se llama el plano de la nuca (fig. 3.8). Entre los pón- FrG. 3.8. ~Cráneo hunuino (arriba); cráneo de gorila (abajo). Toro supraorbitario Arco cigomático ...,.., ~'Jd~/¡·f . '· ·1 Plano de la nuca 't: -·'"..·O- Ramus i ::.:" :' J Foram~n magnum ' :::_JI Mandibula gidos, este área es n1uy grande y se eleva fonnando un ángulo .abrupto con el resto de la cabeza en la cresta de la nuca. En el Ilo1110 saptens la cresta de la nuca está ausente, el área del plano de la nuca se ha reducido. 1nucho y su posición se encuentra debajo, en vez de en la par~e post~r~or, <lel cráneo. Esta nueva disposición proporciona un contorno lrso, esfenco ª.,la parte posterior del cráneo hu1nano. La redondez continúa en la regton frontal y está claramente relacionada con el hecho de que nuestro cerebro
  • 23. 46 -Introducci6n a la antropología general es el más grande y pesado de los cerebros de los primates. Visto desde atrás, nuestro cráneo se distingue por sus escarpadas paredes laterales. Su anchura máxima se alcanza encima, en lugar de por debajo, de los oídos. La cabeza de un gorila es más imponente que la nuestra, pero el espacio disponible en su interior es mucho más pequeño. Gran parte de su cráneo se halla ocupado por gruesos huesos y prominentes crestas, que sirven como acoplamiento para los músculos y como refuerzos estructurales. Tales crestas, como veremos en el siguiente capítulo también se hallan en algunos homínidos extintos. 8. La cara y el maxilar superior.-Entre los póngidos, la cara conti- núa extendiéndose más allá del plano de la frente. El corrimiento hacia ade- lante continúa en el maxilar superior, lo que da lugar a una forma deno- minada prognatismo (véase fig. 3.8). En cambio, el maxilar superior de los seres humanos actuales es ortognato; se alinea verticalmente con la frente, directamente bajo las cuencas de los ojos. En los gorilas, hay una gran barra sobre los ojos denominada toro supraorbitario. Esta estructura protege la parte superior de la cara de la enorme presión provocáda por los imponentes maxilares y los poderosos músculos masticadores del gorila. Con la excepción de ciertas especies extintas, los homínidos tienen maxi- lares más pequeños, músculos masticadores menos poderosos y un toro supraorbitario más reducido. La introducción de alimentos cocinados. que Pre. 3.9. - Maxilar de gori- la {arriba); maxilar humano (abajo). Genealogía y naturaleza humanas 47 no tienen que ser masticados tan vigorosamente como los crudos, puede ser el factor responsable del reducido tamaño de nuestros maxilares. 9. Maxilares y dientes.-Nuestro equipo masticador es uno de nues- tros rasgos más importantes y distintivos. Nos basamos en los fragmentos fosilizados de maxilares e incluso de dientes sueltos para trazar la filo~enia de los homínidos y distinguir entre taxones de homínidos y póngidos. Los póngidos modernos tienen una arcada dental en la que largas hileras en paralelo de molares y premolares se unen por una curva de caninos e inci- sivos en forma de U. Por contraposición, la arcada de los homínidos es parabólica o redondeada y está muy comprimida para conformarse a su ortognatismo. Los incisivos y caninos de los póngidos son grandes en comparación con sus molares e imponentes en comparación con los incisi- vos y caninos de los homínidos; los incisivos y caninos de un homínido son pequeños en comparación con sus molares (fig. 3 .9). Estas diferencias implican adaptaciones alimentarias radicalmente dife- rentes. El imponente tamaño de los dientes delanteros de los póngidos está probablemente relacionado con el uso de los incisivos y caninos para cortar y desgarrar la cubierta exterior de vegetales leñosos, como el bambú, y la cáscara dura de los frutos del bosque y el apio silvestre. La estructura dental característica de los homínidos (incisivos y caninos pe- queños en relación con grandes molares) sugiere una dieta diferente, basa- da en sustancias que los dientes delanteros transforman fácilmente en trozos del tamaño de un bocado, pero que después deben ser trituradas y molidas durante· bastante tiempo antes de poder ser ingeridas. Tras sus estudios sobre babuinos que comen hierba y semillas, Clifford Jolly (1970) ha desarrollado la teoría de que .los rasgos distintivos de la dentición de los homínidos eran adaptaciones a alimentos pequeños y duros como semi- llas de gramíneas, tallos y raíces arenosas. Esta dieta exige la transforma- ción de grandes cantidades de productos pequeños y/o arenosos. Para sub- sistir, el animal debe afimentarse con frecuencia, y los molares deben utili- . zarse casi ininterrun:ipidamente, moliendo y triturando las semillas y tallos. La importancia de los dientes para moler y triturar en la adaptación de nuestros antepasados viene sugerida por el modo flexible en que está en- cajado nuestro maxilar inferior, lo que permite movimientos rotatorios de atrás hacia delante y de lado a lado cuando masticamos. Otro rasgo evocador de la pauta de moler y triturar es el brote retar- dado de los molares en los homínidos de tal forma que cuando se desgastan los molares delanteros, se sustituyen por molares jóvenes en la parte de atrás. Un aspecto final de esta pauta consiste en que los molares de los homínidos son más altos que anchos o largos. Este es otro rasgo que pro- porcionaría una ventaja selectiva al resistir el desgaste producido por una acción prolongada de moler (Simons, 1968; Simons y Ettel, 1970.) Otro rasgo definitorio de la dentición de los homínidos consiste en que nuestros caninos sólo sobresalen un poco o nada por encima del nivel de