LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
Escuela de sistemas y Proceso administrativo.
1. M. C. José Antonio Cruz Gutiérrez 1
INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA
EXCELENCIA PROFESIONAL
Maestría en Administración
Nombre del alumno: José Antonio Cruz Gutiérrez.
Cuatrimestre: Primero.
Nombre del docente: Mtro. Humberto René González Vázquez
Materia: Teorías de la Administración y las Organizaciones.
2. M. C. José Antonio Cruz Gutiérrez 2
EL PROCESO ADMINISTRATIVO Y SU RELACIÓN CON LA ESCUELA DE SISTEMAS.
M.C. José Antonio Cruz Gutiérrez.
Instituto de Estudios para la Excelencia Profesional.
RESUMEN
El siglo XXI ha presentado muchos cambios no solo en el quehacer científico y tecnológico,
sino también en los modelos de negocio y los retos que presentan las empresas inmersas en
mercados cada vez más globales.
Las teorías expuestas en este ensayo permitirán al lector darse una idea acerca de cuáles son
las explicaciones ante los eventos que estimulan la creación y desaparición de empresas.
ABSTRACT
21st Century has introduced many changes not only at scientific and tecnological level even in
business and challenges that all the companies have to deal with, because they are inmersed in
global markets.
This work pretends to show the reasons about the growth and disappearance of companies
and how the external factors origin this events.
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INTRODUCCIÓN
Al ser productos del hombre y a la vez sistemas sociales, las empresas actúan como
organismos vivos ante los estímulos del entorno, es por ello que diversos autores han tratado de
explicar (y por qué no, también tratar de predecir) cómo y cuál es la mejor manera de responder
ante estos factores. La Escuela de sistemas a través de sus dos principales ideas (la teoría general
de sistemas y la teoría de contingencias) intentan dar explicación a las múltiples preguntas de los
administradores con respecto a lo multifactorial del problema. En los siguientes párrafos
intentaremos resaltar los principales rasgos de cada una a fín de poder aplicarlos a nuestra
práctica laboral.
La teoría general de sistemas
¿Son las empresas parte vital de la sociedad? ¿Podríamos prescindir de ellas? ¿Qué influencia
ejercen nuestras acciones en el bienestar de las compañías? Tomando como base que el hombre
es un ser social y que ésto ha sido causa de la división del trabajo en las comunidades humanas,
podemos afirmar que es prácticamente imposible que en este punto del desarrollo de las
sociedades exista alguna persona que dependa para todas y cada una de sus funciones
completamente de sí misma. Igualmente, las empresas son “organismos” que dependen de otros
para sobrevivir, llámense clientes o proveedores, de tal manera que lo que les pase a unos u otros
afectará en la misma medida (y en ocasiones hasta más) a las compañías que dependan de ellos.
Las anteriores premisas son la base de la Teoría General de sistemas (TGS) (figura 1) la cual
analiza a las empresas como “sistemas sociales inmersos en otros sistemas que se interrelacionan
y afectan entre sí” (Hernández y Rodríguez, 2011; Cardozo, 2007), esta teoría fue desarrollada por
von Bertalanffy [1950 (citado por Mûnch, 2007)] y posteriormente modificada por Boulding (1956)
quien designó los siguientes niveles para los sistemas científicos:
Primer nivel: Estructuración estática
Segundo nivel: De relojería o mecánico
Tercer nivel: Cibernético o de equilibro
Cuarto nivel: Estructura de autorreproducción
Quinto nivel: Genético asociativo
Sexto nivel: Mundo animal
Séptimo nivel: Humano
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Figura 1.- Principales aportaciones de la teoría de sistemas (imagen tomada de Mûnch, 2007).
Hernández y Rodríguez (2011) menciona otras clasificaciones de los sistemas de las cuales
resalta aquella que los clasifica de acuerdo a la forma en que responden a los estímulos externos
en pasivos, activos y reactivos), siendo interesante el hecho de que, de acuerdo lo mencionado por
el autor, los sistemas pasivos dan lugar a sistemas reactivos cuando existe un elemento activo que
les otorgue una función, es decir, cuando un sistema pasivo es usado por uno activo adquiere
“vida” (si es posible denominarlo así) y juntos pueden interactuar formando un nuevo nivel (los
sitemas reactivos).
Por otra parte, los sistemas pueden clasificarse de acuerdo a la seguridad que presentan ante
la incertidumbre en determinísticos y probabilísticos (Hernández y Rodríguez, 2011),
perteneciendo las empresas a esta última categoría; cabe preguntarse que, aunque sabemos que
la incertidumbre puede deberse a factores internos y externos, es necesario conocer en qué grado
los últimos afectan o incitan a los primeros a causar la incertidumbre y viceversa.
Un elemento importante de todo sistema es su homeostasis, es decir, su capacidad de
responder ante los cambios del ambiente y ordenar sus funciones a fin de mantener un equilibrio
de las mismas, de tal manera que aquellas empresas que tiene éxito se caracterizan no solo por
que sus funciones homeostáticas son óptimas sino que también permiten la expansión del sistema,
que en biología equivaldría al crecimiento y desarrollo del organismo.
Como parte de un sistema, los insumos y los productos representan aspectos clave de los
sistemas empresariales, por un lado permiten y son la base del funcionamiento de los mismos ya
que sin ellos las compañías no tienen razón de ser: Por otro lado, los productos permiten
interactuar con los clientes, quienes son los los que inyectan capital (un insumo) al sistema para
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poder continuar su función a través de un proceso de compra-venta. Derivado de esto, podemos
hacer algunas abstracciones para deducir otros componentes que Hernández y Rodríguez (2011)
cita:
Debido a que los insumos y los productos tienen propiedades diferentes, debe existir un
proceso que transforme las materias primas a fin de ofertar un producto que satisfaga las
necesidades del cliente.
Si el proceso no está cumpliendo con los estándares de calidad que pide el cliente debe existir
un sistema de retroalimentación (control) que permita transformar esa información en
mejoras del producto o servicio.
Aunque el autor menciona a ésta como una subunidad del control, bien se podría considerar a
la alarma como un sistema independiente que avise dentro del proceso de producción si
existen fallas en el mismo, es decir, evitar que la información de control se de una vez
terminado el producto y en su lugar se de durante el procesamiento de la materia prima.
El registro de información permite a la organización tener un control de todos los eventos
que han sucedido en la misma, a fin de poder predecir, corregir o inclusive aumentar la
producción en base a los sucesos previos.
Modelo de Katz y Kahn
Estos autores enfatizan la homeostasis como concepto clave del crecimiento y desarrollo de
las empresas. Sin embargo, una de las cualidades del concepto en biología es su límite, es decir, a
pesar de que todo organismo trata de compensar los estímulos del medio encontrando un nuevo
punto de equilibrio con el fin de evitar su deceso éste tiene un límite, impuesto por el potencial
genético y por la magnitud del estímulo propio; por lo tanto, valdría la pena cuestionar si la
homeostasis empresarial funciona de la misma manera, limitada por su potencial genético (capital
humano, económico, etc.) y el estímulo del ambiente (devaluaciones, desastres naturales, etc.).
Ejemplos que nos podrían ayudar a dar una respuesta parcial son empresas de gran trayectoria
tanto internacional como locales, por ejemplo: Toyota, Michelin, Grupo Modelo, Ford Motors, etc.
Se menciona de manera parcial ya que, a juicio del autor, aunque estas empresas han perdurado
algún tiempo para considerarlas verdaderos ejemplos de resistencia, aún falta la prueba de fuego
que será la economía de mercado del siglo XXI, tambaleante e impredecible como ninguna otra.
Al igual que en los seres vivos, la entropía de las organizaciones según Katz y Kahn es negativa;
de acuerdo con la Segunda Ley de la Termodinámica, un sistema logra tener una función de estado
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de este tipo (es decir, logra ordenarse) a través de inducir el desorden en el ambiente, este es un
punto altamente debatible ya que, si bien las compañías al ser productos del ser humano, poseen
también su funcionamiento y efectivamente producen desorden en el universo, esta tendencia se
está tratando de revertir al tratar de que los procesos tiendan a ser eco-amigables, lo cual en
muchos casos tiene beneficios económicos hacia la marca debido a su aceptación por el público.
La teoría de la contingencia
Esta teoría propone que, al enfrentarse a un mismo estímulo (contingencias), las empresas
no siempre responderán de la misma manera, debido a que sus componentes no son los mismos y
por ende, la manera en que estos se relacionan para actuar también es diferente (Cardozo, 2007).
Entre los principales aspectos que modulan la respuesta están (Hernández y Rodríguez, 2011;
Chiavenato 2004):
Tamaño de la organización.
Grado de interacción.
Personalidad de los miembros.
Congruencia de metas.
Técnica de las decisiones.
Eficiencia actual del sistema.
Bajo esta premisa podríamos pensar entonces que es imposible definicir a la administración
como ciencia, pues según Medina-Lozano (1994), una de las características de ésta es la
predecibilidad de sus resultados, es decir, que a partir de ciertas afirmaciones se puedan realizar
generalizaciones aplicables a muchas situaciones. Sin embargo, Hernández y Rodríguez (2011)
afirma que:
La teoría de la contingencia no destruye el modelo didáctico de transmisión de la teoría
administrativa, tan sólo destaca que el administrador-directivo debe estar consciente
de las miles de situaciones y contingencias que se presentan y de las principales
variables, o elementos, que afectan las técnicas, aplicaciones que pueden variar mucho.
El proceso administrativo y la escuela de sistemas
Una vez que hemos definidos cuáles son las teorías que abarcan la escuela de sistemas
podemos pensar que seguramente el proceso administrativo se verá afectado por las mismas, ya
que ahora vemos a la empresa no sólo como un sistema lineal en el que los insumos son
convertidos a productos y la comercialización de éstos mantiene el ciclo, sino que ahora vemos a
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un sistema vivo capaz (o en algunos casos incapaz) de responder a los estimulos externos,
adaptarse a éstos y replicar la estrategia a través de las generaciones o inclusive, de manera
horizontal, al mantener relaciones con sistemas como proveedores con los cuales forma alguna
suerte de consorcio.
Debido a lo anteriormente expuesto, se hace patente la necesidad de que el administrador de
empresas sea una persona comprometida con la actualización diaria, pues de su preparación
dependerá el éxito de la organización, sobre todo en un entorno tan cambiante como el de la
época actual.
FUENTES CONSULTADAS
Boulding, K. E. (1956). General systems theory- The skeleton of science. Management science. 2(3),
197-208.
Cardozo, A. P. (2007). Administración empresaria. Buenos Aires, Argentina. Editorial Temas. 616 p.
Chiaventao, I. (2004). Introducción a la teoría general de la administración. 7a. Edición. México, D. F.
Editorial McGraw-Hill. 562 p.
Hernández y Rodríguez, S. (2011). Introducción a la administración. Teoría general administrativa:
origen, evolución y vanguardia. 5a. Edición. México, D. F. Editorial McGraw-Hill. 456 p.
Medina-Lozano, L. (1994). Métodos de Investigación I-II. 2a. Edición. México, D. F. Editorial SEP. 325
p.
Mûnch, L. (2007). Administración. Escuelas, proceso administrativo, áreas funcionales y desarrollo
emprendedor. México, D. F. Editorial Pearson. 304 p.