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Teorías de la administración.
1. M. C. José Antonio Cruz Gutiérrez 1
INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA
EXCELENCIA PROFESIONAL
Maestría en Administración
Nombre del alumno: José Antonio Cruz Gutiérrez.
Cuatrimestre: Primero.
Nombre del docente: Mtro. Humberto René González Vázquez
Materia: Teorías de la Administración y las Organizaciones.
2. M. C. José Antonio Cruz Gutiérrez 2
LAS ORGANIZACIONES EMPRESARIALES:
TEORÍAS, ENFOQUES Y PERSPECTIVAS PARA EL SIGLO XXI.
M.C. José Antonio Cruz Gutiérrez.
Instituto de Estudios para la Excelencia Profesional.
Ante la complejidad que encierra el desarrollo empresarial en el Siglo XXI, se hace imperiosa
la necesidad de contar con enfoques administrativos adecuados que permitan hacer frente a las
problematicas actuales que frenan el desarrollo de las compañías. Para ello, en el presente trabajo
pretendemos dar pie a la crítica constructiva de las principales teorías que han intentado explicar
la naturaleza y funcionamiento de las organizaciones como productos tangibles del hombre.
Introducción.
Primeramente, debemos definir a las organizaciones como unidades sociales construidas
específicamente para lograr ciertos objetivos. Si bien esta definición es muy amplia, hay que
recalcar que, a diferencia de agrupaciones como las tribus o la familia, de acuerdo con Etzioni y
Scott (citados por Hall, 1983), las organizaciones empresariales se caracterizan por los siguientes
factores:
División del trabajo, poder y responsabilidades.
Presencia de uno o más centros de poder.
Sustitución de personal
Las relaciones entre los miembros no son debidas al azar o a lazos sanguíneos.
Chiavenato (2009) afirma que entre los principales componentes de una organización
empresarial se encuentran: las tareas, las estructuras, la tecnología, las personas y el ambiente los
cuales se interelacionan creando redes de actuación en las cuales el incremento o disminución de
alguno de ellos repercute (en la misma medida) en los demás.
El estudio de los factores que afectan el desarollo de las empresas ha sido amplio, exhaustivo
y no siempre concluyente, creándose diferentes enfoques los cuales serán discutidos a
continuación.
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Enfoque en las tareas.
Taylor, desde el punto de vista de la administración científica, explicó cómo, a través del
seguimiento de ciertos principios, podría aumentar la productividad de las empresas evitando el
despilfarro de recursos causado por la pereza de los obreros. Entre sus principales aportaciones
están el desarrollo de estándares de medición, la selección científica del personal, la ingeniería de
los métodos y los estudios de tiempos y movimientos.
Mención aparte merece la creación de los incentivos como manera de recompensar el
esfuerzo de aquellos trabajadores, ya que Taylor consideró que éstos verían incrementada su
productividad al saberse acreedores de estímulos económicos que satisfarían sus necesidades
materiales, de ahí del desarrollo del Homo economicus (Mûnch, 2007).
Debido a su amplio enfoque materialista, esta teoría tiene gran acogida en aquellas empresas
del ramo industrial. Sin embargo, ha sido criticada ampliamente debido a que considera que lo
primordial es el cumplimiento de los objetivos, convirtiendo al trabajador en una extensión de la
máquina que opera.
Enfoque en la estructura organizacional.
Bajo este enfoque se encuentran contempladas las teorías propuestas por Fayol y Weber,
conocidas como teoría clásica y burocrática respectivamente. Ambas, intentan establecer como
principal factor determinante del éxito de un negocio a la estructura interna que presente el
mismo.
Fayol, al igual que Taylor, desarrolló principios que consideró fundamentales en el quehacer
de los administradores como figuras de autoridad dentro de una empresa. Además estableció
conceptos como unidad de mando y jerarquización de la empresa a través de los cuales se crearon
áreas de especialización dentro de las compañías las cuales, a su vez, presentaban una división
vertical (autoridad) del trabajo. Entre las principales críticas a su trabajo se mencionan: la falta de
estudios experimentales que fortalezcan la teoría, el mecanicismo de su enfoque, la negación de la
organización informal de la empresa así como también la visualización de la misma como un
sistema cerrado (Chiavenato, 2004).
Por otro lado, Weber, intentó “profesionalizar” al obrero dándole importancia a la
preparación del mismo, lo cual permitiría que ascendiera en el aparato organizacional (concepto
definido como meritocracia), también enfatizó la importancia de los reglamentos internos que
permitirían definir las funciones específicas y la matera de actuar de cada burócrata. Sin embargo,
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como actualmente se observa, este enfoque permitió crear zonas de confort para aquellos
empleados que tenían una posición más arriba de los obreros, evitando la “reactivación” de los
mismos, otro punto discutible de la teoría burocrática fue que, una vez puesta en práctica, muchas
empresas sufrieron debido a la resistencia al cambio de sus empleados, ya que cambiar las normas
de operación significaba volver a aprender cómo hacer las cosas. Un punto a favor de esta teoría
es que permitió que empresas.
Enfoque en las personas.
Ya que los negocios son producto de las personas, pensadores como Owen y Mayo
reconocieron que era necesario un cambio en la forma de organizar y estudiar a las compañías
tomando en cuenta que no sólo los estímulos económicos o materiales permitirían aumentar la
producitivdad, sino también aquellos estímulos psico-sociales. Entre las principales aportaciones
de estos teorícos se citan los estudios de las necesidades del personal, la obseravción de la moral y
la motivación de los trabajadores, la importancia de la comunicación formal e informal dentro de
la empresa así como también el liderazgo y carisma como cualidad inequívoca de todo
administrador que tenga a su cargo trabajadores, ya que recae en él la tarea de “motivar” a sus
subordinados.
Estas teorías convierten al trabajador, ya no en un Homo economicus sino en un Homo social,
es decir, un ente cuya interacción con los demás (y el reconocimiento de su trabajo) considera
como vital para su autorrealización como persona. Actualmente vemos en muchas empresas
(sobre todo aquellas grandes cadenas) la utilización de este enfoque a través de dinámicas de
grupos que fortalecen las relaciones entre los participantes e incentivan la lealtad hacia la marca.
Énfasis en la tecnología y el ambiente.
A diferencia de los enfoques anteriores, basados completamente en los entes biológicos de
las empresas (obreros, administradores y las relaciones entre ellos), estas teorías promueven la
participación de factores abióticos (tecnología, economía nacional e internacional, política) y
bióticos externos (proveedores, clientes) en el desarrollo del negocio, completando así, el cuadro
que permite ver las actividades de una compañía dentro y fuera de la planta (Mûnch, 2007). A
diferencia de los anteriores, éstos presentan muy pocas críticas en parte debido a que aún no ha
pasado tiempo suficiente para ver sus fallas. Sin embargo, a juicio del autor, ambos enfoques
fallan en que establecen la problemática, es decir, la participación de factores externos a la
empresa,pero no establecen principios que puedan ayudar a los administradores ante las
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contingencias creadas por los mismos (devaluaciones, desastres naturales, cambio en las
herramientas tecnológicas, etc.).
Perspectivas y conclusiones.
La realidad actual obliga a los administradores a no tomar partido por una sola teoría
administrativa sino que, en la práctica, las empresas utilizan más de un enfoque a la vez. Quizá el
enfoque más completo o actual (debido a la situación económica) sea el que explica el efecto del
ambiente, pues en repetidas ocasiones hemos visto como sólidas empresas fracasan debido a
cuestiones no previstas o ni siquiera pensadas por su personal, así como también aquellas que no
slo han sobrevivido sino que también se han expandido entendiendo la mecánica de consumo y los
cambios en los gustos de su clientela o, en el mejor de los casos, han recurrido a crear necesidades
en los usuarios a fin de poder seguir existiendo.
Ya no basta decir que en el futuro los administradores tendrán que hacer uso de las teorías
antes expuestas debido a que la realidad actual supera cualquier predicción que los anteriores
teorícos hayan realizado por lo que la realidad cambiante de hoy en día supondrá una presión
sobre los estudiantes y profesionistas de esta área para que constantemente actualicen sus
conocimientos y los pongan en práctica a fin de que sus respectivas firmas puedan permanecer en
el gusto del consumidor.
FUENTES CONSULTADAS
Chiaventao, I. (2004). Introducción a la teoría general de la administración. 7a. Edición. México,
D. F. Editorial McGraw-Hill. 562 p.
Chiavenato, I. (2009). Comportamiento organizacional. La dinámica del éxito en las
organizaciones. 2a. Edición. México, D. F. Editorial McGraw-Hill. 524 p.
Hall, R. (1983). La naturaleza y las clases de organizaciones. En Organizaciones. Estructura y
proceso. México. Editorial Prentice-Hall Hispanoamericana.
Mûnch, L. (2007). Administración. Escuelas, proceso administrativo, áreas funcionales y
desarrollo emprendedor. México, D. F. Editorial Pearson. 304 p.