El autor recibió un correo electrónico de una estudiante de Ciencia Cristiana que señaló que la imagen de un niño con gafas en la portada de su sitio web no era consecuente con las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. El autor estuvo de acuerdo y cambió la imagen, explicando que aunque usa gafas, ahora entiende que la debilidad visual no le pertenece realmente según las enseñanzas de la Ciencia Cristiana.
2. Esta mañana he recibido un e-mail
de una estudiante de la Ciencia Cristiana
que me honra con su amistad.
Su lectura me ha hecho pensar.
Y actuar.
3. Copio algunos de sus párrafos
para que puedan comprender
por qué cambio la imagen
que ilustra el índice de mis reflexiones.
"Hay un detalle que me da en la cara
cada vez que abro su website y que,
con todo respeto, creo debo mencionarle.
4. Se trata de la preciosa foto del niño
con un libro en la mano, al parecer leyendo.
Lo que choca, en una página de la Ciencia Cristiana,
son las enormes gafas,
que además, parece no necesitar
(y no debiera necesitar).
5. En España, y quizás en el resto del mundo,
las gafas eran señal de "intelectualidad",
de "sabiduría", de ser "tragalibros" o "empollón".
Con el tiempo, la gente ha llegado a llevarlas
"porque les quedan bien",
(aunque no las necesiten).
6. Eso supone admitir una serie de errores
que no necesito completar:
paso de la edad, deficiencias innatas, cansancio,
debilidad ante el esfuerzo, naturalidad del error, etc.
La Sra. Eddy usó gafas hasta edad muy avanzada.
No se avergonzaba de ello, pero no lo defendía.
7. Cuentan los que convivieron con ella,
que solía llevar unas con montura dorada,
prendida a su vestido.
Así apareció en una foto muy conocida.
8. Ya de edad muy avanzada,
un día llamó a los integrantes del equipo
que se ocupaba de su casa, y les dijo:
"Mirad lo que el Señor ha hecho por mí".
Y leyó, sin lentes, un artículo del Journal,
impreso en letra muy pequeñita.
Desde ese momento nunca más las tuvo que usar.
9. Con todo respeto, el niño con esas gafotas
no es consecuente con las enseñanzas radicales
que se exponen en las vecinas columnas.
"Alguien podría calificar de exagerado puntillismo,
tanto lo que antecede,
como mi decisión de cambiar de "niño".
10. Pero la adhesión a la Verdad, exige la alerta,
y el impedir que el error
encuentre tribuna en nuestro pensamiento y entorno.
Yo uso gafas de miope desde la adolescencia.
A la verdad eso nunca me preocupó.
Y con los años acepté como algo natural
que la graduación de mis cristales fuera en aumento.
11. Hasta que conocí la Ciencia Cristiana.
Ahora sé que esa visión sometida a leyes,
de debilidad, envejecimiento, etc.
no me pertenece.
Es prudente y hasta sabio continuar con mis gafas
mientras no disuelva lo que pretende ser
mi identidad material.
12. Pero confieso que conforme voy aceptando,
en la práctica, ser la imagen de Dios,
las dioptrías disminuyen y veo con más nitidez
no sólo los contornos físicos de la creación,
sino su autentica condición.
13. La recogida en el Génesis con esta frase:
"Y vio Dios todo cuanto había hecho,
y era bueno en gran manera.”
(Génesis 1:31)
14. Agradezco con alegre sinceridad
a quien me ha ayudado a descubrir ese error,
que se había colado.